Está en la página 1de 16

Revista Lasallista de Investigación

ISSN: 1794-4449
marodriguez@lasallista.edu.co
Corporación Universitaria Lasallista
Colombia

Arboleda Mora, Carlos


Los alcances de la fe en la posmodernidad
Revista Lasallista de Investigación, vol. 5, núm. 2, julio-diciembre, 2008, pp. 131-145
Corporación Universitaria Lasallista
Antioquia, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=69550216

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Ensayo

Los alcances de la fe en la posmodernidad


Pbro. Carlos Arboleda Mora1

How far faith goes in the post modern era


Os alcances da fé na post-modernidade

Resumen all of men by the effective testimony of a faith


community: The church.
La evangelización hoy no es más que el anuncio de
una experiencia mística que transforma a todos los Key words: Faith. Postmodern era.
hombres por el testimonio eficaz de una comunidad
de fe que es la iglesia.
Resumo
Palabras clave: Fe. Postmodernidad
A evangelização hoje nada mais é do que o anúncio
de uma experiência mística que transforma a todos
Abstract os homens pelo depoimento eficaz de uma
comunidade de fé que é a igreja.
The spreading of the gospel today is nothing but the
announcement of a mystic experience that transforms Palavras chaves: Fé. Post-modernidade.

La filosofía no podrá operar ningún cambio ligioso había sido superado por la modernidad y
inmediato en el actual estado de cosas del la ciencia, y se abría el campo a una cultura post-
mundo. Esto vale no sólo para la filosofía, cristiana y post-teísta. La teología de la muerte
sino especialmente para todos los esfuerzos de Dios se daba como un hecho seguro y había
y afanes meramente humanos. Sólo un dios
que acostumbrarse a vivir sin Dios.
puede aún salvarnos. La única posibilidad de
salvación la veo en que preparemos, con el
pensamiento y la poesía, una disposición A fines del siglo XX, sin embargo, se da un re-
para la aparición del dios o para su ausencia nacimiento de lo religioso. Esto llevó a teóricos
en el ocaso; dicho toscamente, que no como Harvey Cox que había planteado la des-
«estiremos la pata», sino que, si aparición de Dios en su famoso libro La ciudad
desaparecemos, que desaparezcamos ante secular1, a replantear su pensamiento y hablar
el rostro del dios ausente. de un revival de lo espiritual en su obra Fuego
del cielo2. Se constata la crisis de la teoría de la
Martín Heidegger
secularización y comienzan a esbozarse otros
marcos interpretativos acerca del renacimiento,
permanencia y auge del fenómeno religioso. La
Hace unos años, la sociedad creía que la reli- religión vuelve a estar de moda y hay una re-
gión y Dios iban a desaparecer del mundo. La vancha de Dios como lo expresa la obra de Gilles
teoría de la secularización aseguraba que lo re- Kepel (La revancha de Dios) 3.

____________________________
* Conferencia presentada en el Foro “Alcances de la fe en la contemporaneidad”, realizado el 25 de octubre de 2007 en la Corporación
Universitaria Lasallista, Caldas (Antioquia, Colombia)
1
Sacerdote, PhD en Filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magister en Licenciatura en Ciencias Sociales de la Pontificia Universita
Gregoriana, PUG, Italia, Magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Profesor de Universidad Pontificia Bolivariana.

Correspondencia: Carlos Arboleda Mora, email: carlos.arboleda@upb.edu.co


Fecha de recibo: 25/10/2007 ; fecha de aprobación: 22/09/2008

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 131


Pero al mismo tiempo, se dan dos hechos inte- identidad. Sacrifican la teología a favor de la
resantes desde el punto de vista de la reflexión práctica, el profetismo cede el paso a la moder-
y de la acción. Primero, el fenómeno laicista que nización y el resultado es la pérdida de los dis-
lleva la religión al ámbito de lo privado sin in- tintivos cristianos.
fluencia social. Es un laicismo estatalista que,
pretendiendo defender los derechos humanos, Se hace necesario pensar cómo hacer la pre-
envía al ámbito de lo privado toda identidad cul- sencia de lo divino en la sociedad y la cultura de
tural o religiosa. Esto está creando conflictos tal manera que seamos fieles a la experiencia
graves como la reivindicación de identidad es- espiritual pero también fieles a los retos que la
pecialmente a partir de grupos fundamentalistas época presenta. Estas reflexiones las organiza-
que pueden llegar al fanatismo. Y ha hecho que remos en tres puntos:
la misma cristiandad se interrogue acerca de su
función en la sociedad si ésta quiere reducirla a
las sacristías. Tienen los cristianos algo qué decir Contexto
en la vida pública? Ciertamente, pues las dimen-
siones sociales y políticas son constitutivas de El comienzo del siglo XXI está marcado por unos
la persona humana. elementos socioculturales como son:
Segundo, la reflexión sobre quién es Dios, des- • La globalización general de la humanidad, no
pojado ya de sus conceptualizaciones filosófi- sólo en lo económico, que va creando una
cas y de sus concreciones históricas, ha permi-
nueva cultura (no metafísica, esteticista, in-
tido una búsqueda sincera y pura de la expe-
dividualista), una nueva relación política (con-
riencia religiosa. Los maestros de la sospecha
flicto entre nacionalismos y globalismos con
han colaborado en esta labor de purificación del
tendencia a un gobierno mundial suprana-
Dios manejable y utilizable para acercarnos a lo
cional, y una mayor conciencia del papel de
que es verdaderamente Dios. Dios se sitúa más
la sociedad civil como guardiana de los de-
allá de las tenazas del concepto y de la formula-
rechos humanos), unas nuevas relaciones
ción histórica de la experiencia espiritual.
económicas (libre mercado con funciones
mínimas del Estado nacional). El gran peli-
Pero también hay problemas graves en la mis-
ma iglesia: gro es imponer un pensamiento único (a tra-
vés de las Nuevas Tecnologías de la Infor-
La cultura postmoderna es una cultura fragmen- mación y la comunicación), una especie de
tada, pragmática, esteticista, capitalista. No re- normalización cultural universal, que mire
conoce una verdad absoluta ni valores absolu- sólo los aspectos técnicos, lucrativos e
tos. Todas las ideas y formas de pensar se con- instrumentales del sistema y no piense en los
sideran igualmente válidas y legítimas. Mucha aspectos sociales, humanos y de sentido.
de esta posmodernidad ha penetrado con fuer-
za en la Iglesia que se ha acomodado muy bien • La exclusión de vastos sectores de la pobla-
a esta realidad fragmentada. La iglesia, en vas- ción o de países enteros, es el resultado de
tos sectores, ha abandonado su tarea histórica esa globalización. Fenómeno tan grave que
de ser contracultura, respuesta y alternativa a la se puede considerar la nueva cuestión so-
cultura imperante, conformándose en ser cial. Esta exclusión es generadora de con-
subcultura, un fragmento más, una opción más, flictos por las reivindicaciones de los pobres,
una propuesta más, en el supermercado actual de los nacionalismos y de las diferencias. La
religioso. Aunque algunos cristianos rechazan imposición de un pensamiento único es re-
el relativismo y se jactan de creer todavía en sistida desde los reclamos de identidad, di-
una verdad absoluta y proclamar unos valores ferencia, nacionalismo o situación social. El
absolutos, en muchas iglesias la exposición de documento de Aparecida habla en este con-
la Palabra ha dejado de ocupar un lugar central, texto de colonización cultural4.
y las visiones personales del párroco son vistas
y adoptadas como palabra de Dios para el mo- • El pluralismo en todos los órdenes, debido a
mento actual. Sin memoria de sus propias raí- la caída de los paradigmas de los llamados
ces, viven sumidos en una permanente crisis de grandes relatos, crea una multiplicidad de op-

132 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


ciones, razones y comportamientos que ex- las ideologías sociales que estaban en el fondo
cluyen la posibilidad de un acuerdo funda- del análisis. El marxismo llegó a ser más impor-
mental y da origen a múltiples y temporales tante en la reflexión que el mismo evangelio y
consensos. Especialmente para las grandes éste se utilizaba para justificar las decisiones
religiones institucionalizadas ha sido grave tomadas desde el análisis sociológico.
la situación pues son las más afectadas por
la caída de la práctica religiosa de sus fieles Por otra parte, algunos en la iglesia entendieron
y por los ataques a unas doctrinas fijas e in- la apertura de la iglesia realizada en el Concilio
mutables. Vaticano II no como renovación y regreso a las
fuentes, sino como acomodación al mundo de
Y dentro de la iglesia católica latinoamericana, la modernidad. Esta se asumió sin una previa
se dan también unos fenómenos que la marcan crítica y así se cayó en un cientifismo en los
en el presente: análisis teológicos, incluso en los exegéticos; en
una desmitologización de lo sagrado, en una
• Un descenso en la pertenencia de sus fieles desacralización de los ritos y signos, en una vida
debido a varios factores, pero que especial- más “mundana” que espiritual en los agentes
mente se debe al abandono de su misión pastorales y en un reconocimiento excesivo de
espiritual en aras de un compromiso social la autonomía individual que llevó a un alejamien-
demasiado ideologizado, a una actitud to de las normas morales. El sacerdote moder-
secularizada en sus agentes y a una pasto- no llegó a ser visto, no como pastor, sino como
ral muy masiva y tradicionalista. Explicitando “un ejecutivo que celebra misa”.
más esto, se puede decir una frase que es
dura pero que hace pensar: “Cuando la igle- En tercer lugar, la confianza en el poder de la
sia optó por los pobres, los pobres optaron cultura tradicional y en las fidelidades hereda-
por el pentecostalismo”. El compromiso so- das, condujo a que la iglesia no reactivara sus
cial de la Iglesia en los años 60 y 70 del siglo métodos y planes pastorales continuando apo-
pasado estuvo marcado, en algunos secto- yada en la fuerza de la tradición familiar, cultural
res, por una visión ideológica muy social. Esta y social. La idea era que la iglesia tenía una fuer-
visión, aparentemente muy de avanzada, za histórica que no sería desafiada. Desafío que
realmente pudo ser la causa de un relativo se hizo realidad cuando muchos encontraron en
olvido de lo espiritual y trascendentei . otros grupos religiosos o en los nuevos movi-
mientos religiosos, lo que no encontraban en la
De ahí que las personas encontraron en los iglesia católica. Las razones de cambio de con-
movimientos pentecostales, una experiencia fesión religiosa, para gran parte de los latinoa-
espiritual que no les estaba dando el catolicis- mericanos, pueden resumirse en esta frase: “Allí
mo. En algunos lugares, los pobres no sienten (en el nuevo grupo religioso) me encontré a Je-
que el marxismo o las comunidades eclesiales sucristo, allí me dieron la Biblia, allí me trataron
de base los representen, pues el primero niega como persona”. La experiencia, la palabra y la
su religiosidad como algo irracional, supersticio- comunidad son los elementos recuperados en
so o premoderno, e insiste demasiado en la lu- el nuevo grupo. El énfasis en lo comunitario, lo
cha política, y las segundas, son un movimiento emocional, lo experiencial y lo vivido son motivo
ideológico promovido por teólogos de la clase para encontrar en otros grupos religiosos,
media, no permiten a la gente la libertad hacer aspectos que se habían debilitado en el cato-
su culto espontáneo y libre y están también muy licismo i i.
enfocadas a la praxis social. No se trata de des-
valorizar el compromiso social de la iglesia, que • Un segundo gran aspecto que hace que la
es fundamental a su misión, sino de relativizar iglesia latinoamericana se ponga alerta es el

____________________________
i
Generalmente se pensaba que las CEB¨s eran modernizantes y el pentecostalismo protestante era reaccionario. Sin embargo, este era más
espiritual y aquellas más inclinadas a la praxis social5.
ii
Muchas personas pobres no optaron por la teología de la liberación, sino por otra manera de ser cristianos en el pentecostalismo. Por eso el
pentecostalismo se ha constituído en una fuerza grande diferente a lo ocurrido con las Comunidades eclesiales de Base6. Sin negar el valor
de las CEB´s, cuyo sentido comunitario rescata el documento de Aparecida (178 ss)7, se puede decir que les faltó experiencia de lo divino.
Estas comunidades correspondieron más a una modernización social que a una renovación espiritual. (cfr 178). En cuanto a la iglesia como
formadora de comunidad mírese el número 334 del Documento.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 133


campo del sentido de la vida y de la defensa reconstrucción e invención de nuevas memo-
de los derechos humanos en su acepción rias colectivas, que serían la base simbólica de
más amplia. Allí estarían los compromisos unas nuevas líneas de creencia. Demos un rá-
sociales y éticos más importantes donde la pido vistazo a la religión en nuestro medio:
iglesia debería estar presente. El problema
es el método. ¿Cómo realizar su misión sin a. Hay una permanencia fuerte de la religión.
tener que caer otra vez en el recurso fácil a La mayoría se autodefinen creyentes y
las ideologías? ¿Cómo hacer el cambio so- creyentes dentro de la religión católica.
cial sin usar el método revolucionario? La influencia de la iglesia y de la familia
¿Cómo, sin ser revolucionario, se puede apa- antioqueña es todavía muy fuerte en la
recer del lado de los excluídos? Aquí se pre- definición del mundo de sentido con su
senta un gran reto para la iglesia latinoame- específico cuadro de valores. Esta per-
ricana agravado por un hecho cultural de manencia no se trata únicamente de auto
vastas proporciones: la crisis de la metafísi- confesarse creyentes, sino de la perma-
ca. Desde las denuncias hechas por los lla- nencia misma del hecho religioso como
mados maestros de la sospecha (Marx, dador de sentido a las acciones y a la vida
Freud, Nietzsche) hasta los autores que aho- de la persona y de la comunidad. La mo-
ra recogen las consecuencias de las críticas dernidad ha sido incapaz de borrar el sen-
a la metafísica y que se agrupan en el deno- timiento religioso y de aportar las respues-
minado grupo posmoderno, se insiste en que tas que da la religión a la pregunta por el
no hay un mundo trascendente metafísico y sentido de la vida y de la muerte.
que, por tanto, Dios ha muerto. Parece no
encontrarse fundamento sólido para Dios, El ateísmo es muy bajo constituyéndose
para el sentido, para la ética, y el resultado en algo marginal. Más interesante es el
obvio es la vida en un eterno presente, de porcentaje de indiferentes que forman
esteticismos agradables, de individualismo también una franja plural que recorre el
hedonista, de sensaciones pasajeras, sin camino que va, desde la indiferencia to-
compromisos de ninguna clase en el amor, tal, hasta la aceptación de algunas nor-
en lo social, en lo político o en lo religioso. Y, mas y creencias en su vida personal, pero
de pronto, la iglesia (o mejor, el cristianismo siempre con una crítica fuerte a la institu-
en general) no parece tener las herramien- ción. El concepto de indiferentismo sufre
tas filosóficas para afrontar ese reto de la también cambios. Tradicionalmente se
caída de la metafísica.i ii De ahí que se recu- había entendido como una actitud híbrida
rra a la apologética defensiva, al moralismo que conjugaba, la exclusión de la inciden-
sin razones, o lo que es peor a posturas cia de lo radicalmente otro, con la perma-
fundamentalistas que buscan seguridad en nencia de algunos elementos sacrales.
un mundo cambiante. Estos últimos recur- Hoy se vuelve un concepto más proble-
sos tienen ya poca aplicabilidad en la evan- mático por haberse hecho un fenómeno
gelización y más bien refuerzan los argumen- plural. No hay un solo tipo de indiferentis-
tos de los adversarios del cristianismo. mo, sino varios indiferentismos. Hay quie-
nes rechazan y quienes admiten creen-
cias, rituales y normas en forma diferen-
Las tendencias actuales ciada. Hay quienes siguen haciendo la
de la religión crítica iluminista de la religión y quienes
son indiferentes por opción o por reacción.
Hay una recomposición y transformación de lo Hay otros que mezclan elementos de la
religioso. Esta recomposición es un proceso que religión con posiciones únicamente huma-
implica una cierta desinstitucionalización de la nistas. Y parece que es un grupo que tien-
religión oficial que se manifesta en construcción, de a aumentar en el próximo futuro.

____________________________
iii
Aquí se ve la necesidad de que los intelectuales y de las universidades cristianos propongan una nueva manera de pensar que reconozca
todo el poder de la razón sin reducirla a la razón científica únicamente.

134 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


b. Se va encontrando un pluralismo de op- que se parece más a un consejero espiri-
ciones religiosas que va desde el polo tual y a un siquiatra que al ministro de un
fundamentalista, hasta el polo de la com- culto. Además el participante no es pasi-
pleta desinstitucionalización del sentido en vo sino que participa activamente en ex-
una religión “light”, pasando por las más periencias profundas.
diversas formas neorreligiososas (Nueva
Era, Satanismo, nuevos movimientos re- • En la sociedad tradicional, había una sociali-
ligiosos...). El pluralismo religioso cons- zación religiosa que, dentro de la institución
tatado en la sociedad posmoderna pue- cristiana, daba sentido a la totalidad de la
de deberse a diversas causas. Una de vida. Las experiencias vividas por cada per-
ellas es la crisis de la autoridad de la igle- sona y las individualidades se sumergían por
sia y de la familia. La pérdida de confian- la socialización dada por la iglesia y la fami-
za en las fuentes tradicionales de autori- lia. La crisis viene no de la secularización sino
dad y en la mayoría de las instituciones del pluralismo moderno que conduce a la
como tales ha provocado su diseminación relativización total de los sistemas de valo-
y disgregación. Además, la aparición de res, esquemas de interpretación, socavando
nuevos «leaders» carismáticos ha acen- el conocimiento, la aceptación de todo lo dado
tuado y reforzado esa disgregación. Es- por supuesto hasta ese momento. Esto con-
tos leaders proponen nuevas opciones y lleva un proceso de elección personal e indi-
por su capacidad de conducción, arras- vidual de escogencia entre múltiples alterna-
tran grupos numerosos que producen la tivas, proceso que produce la pluralidad reli-
innovación religiosa. giosa pues cada uno escoge su parte de por-
ción simbólica y la combina con otras porcio-
Las carencias espirituales y personales nes provenientes de otros caudales de sen-
no satisfechas por las religiones oficiales tido. Los medios de comunicación, y la co-
o institucionales, como sería el caso de municación en general hacen circular todo
la rigidez y entumecimiento de las formas ese capital simbólico, estallado y fragmenta-
institucionales, el no sentirse integrado y do, por toda la cultura. Es un acto casi heroi-
tenido en cuenta como persona, el no to- co el realizado por el sujeto pues se replantea
mar en su plenitud la experiencia vivida, y se reorienta su vida de una manera perso-
el no dar la suficiente acogida a lo afecti- nal y no institucional. Por su parte, las institu-
vo, lo emocional, etc., también se pueden ciones religiosas entran en una crisis de fun-
descubrir como factores causales de esa ción pues su capital simbólico ya no es el
pluralidad de formas religiosas. Pero so- único que dirige el actuar de los sujetos cre-
bre todo, hay una crisis de credibilidad en yentes. Estos tratan de formar “pequeños
la iglesia católica por los problemas con mundos de vida, de sentido” para dar seguri-
sacerdotes, por el testimonio precario que dad a su existencia y, generalmente, se vin-
da y por el clericalismo en sus estructu- culan a grupos de religiosidad emocional de
ras. tipo pentecostal.

La Nueva Era, por su parte, tiene una su- c. Hay una dispersión de las creencias y de
til red internacional de interacción social las normas morales. La religión católica
que explica la difusión de nuevas creen- no tiene el monopolio de lo religioso sino
cias. A través de la estructura capilar de que éste se ve como flotando y cada uno
transmisión de las nuevas creencias, que toma lo que le gusta o satisface. Así, ese
no se basan en dogmas, pueden atraer capital simbólico flotante puede dar ori-
más por lo fascinante misterioso, por las gen a muchas y diferentes posturas reli-
promesas de salud psicofísica y de expe- giosas. La religiosidad es difusa y
riencias nuevas y extraordinarias, ya que atipológica. En años anteriores, en térmi-
no por su absoluta credibilidad. En segun- nos globales, se podía decir qué creía y
do lugar, la fuente de autoridad no es el hacía un creyente. Vemos hoy que es muy
sacerdote o líder carismático, sino la fi- difícil formar una categoría o tipología que
gura híbrida del experto-sabio-maestro acoja a las múltiples formas religiosas.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 135


Hay católicos que se autodenominan así, En cierta manera, se va hacia una religio-
pero en sus creencias y comportamien- sidad con las siguientes características:
tos asimilan o practican creencias y com-
portamientos de otras fuentes simbólicas. - Voluntarismo.
Y lo mismo puede aseverarse de otros - Énfasis en la experiencia personal, lo
creyentes. Es como el estallido del capi- afectivo y emocional.
tal simbólico en múltiples elementos que - Búsqueda de la «utilidad « de la reli-
cada uno reconfigura y recompone (su- gión y búsqueda de seguridad indivi-
permercado religioso). dual (bienestar y realización personal).
- Fluidez para permanecer o aban-
Esa fragmentación de la coherencia doc- donar.(Creer sin pertenecer)
trinal y moral produce una religión a la car- - Libertad para escoger las normas y las
ta, como quien escoge su propio menú creencias.
en un restaurante o arma su propio rom- - Bajo compromiso social y empeño po-
pecabezas. Se presenta una menor acep- lítico.
tación de la mediación oficial y se da más
espacio a la opción personal, y a la La búsqueda de realización personal se
escogencia libre. Baja la presión de los hace independientemente de la institución
órganos de control tradicional (escuela, pero no necesariamente contra la institu-
iglesia, ambiente geográfico...) y cada ción. La crítica «ácida» (de las filosofías
uno, de manera personal, hace su religión. materialistas de antaño, como la marxis-
La pérdida del monopolio ejercido por una ta, o el positivismo cientifista o alguna
sola religión, produce una fluidificación de corriente psicoanalítica) no se presenta en
lo religioso que puede muy bien expre- el análisis de las iglesias o instituciones,
sarse en lo que se llama la constelación más bien se reconoce el papel positivo
de nuevos movimientos religiosos que de la religión en la sociedad. Pero se tie-
desembocará también en la «nebulosa ne un sentido crítico frente a las creen-
místico esotérica» de la sociedad contem- cias y las normas, («cristiano sí pero con
poránea. conciencia»), y se reconoce a la religión
como factor de integración pero en espe-
cíficos aspectos de la interrelación social
d. Se da una búsqueda de la realización per- como en el trabajo por los derechos hu-
sonal fuera de la institución, a causa de manos o búsqueda de la paz. Se da una
una conciencia individual ampliada. Tra- calma en la crítica a la iglesia, pero se
dicionalmente se formaba la unidad de la toma de ella sólo lo que me sirve para mi
persona con base en unos pocos referen- realización personal o familiar, de tal ma-
tes. Hoy se debe formar la unidad del yo nera, que sirven los contenidos pero no
teniendo múltiples referentes, entre los la forma dogmática, inhibitoria de la con-
cuales se escoge con criterios de bienes- ciencia. La pertenencia a la iglesia
tar individual. «Tomo lo que me sirve para institucional es débil como ya se analizó.
mi vida», podría ser la regla de selección. La participación activa en grupos de igle-
No quiere decir esto que se llegue a una sia es muy baja, así mismo el sentimien-
perversión en la elección, pues es claro to de vinculación a la institución que im-
que existen parámetros morales: el bien plica un compromiso vital y existencial con
del cuerpo, el crecimiento personal o so- ella. Prácticamente la pertenencia se si-
cial, el bienestar síquico, la tranquilidad gue dando por la influencia de los víncu-
espiritual... Los rituales y los comporta- los familiares y la fuerza que todavía tie-
mientos morales se asumen, no por obli- ne la familia en el proceso socializador.
gación religiosa o tradición, sino por libre
elección. El temor a un castigo desapare- e. En el campo moral y de los comportamien-
ce, para mirar más a la utilidad personal tos, hay también un alejamiento de las
o espiritual y a ser el autor de la propia normas oficiales y de los modelos tradi-
vida y destino. cionales. Se da la diseminación de com-

136 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


portamientos y cada uno acoge lo que le Retos
parece que está de acuerdo con su ma-
nera de pensar y vivir. El hogar nuclear o Uno de los problemas grandes para la evangeli-
monoparental, la sexualidad libremente zación ha sido la concepción doctrinaria y con-
asumida, el confort, la preocupación ceptual de la fe, tal como fue presentada en cier-
ecológica, son los lugares de la nueva tos momentos de la historia de la iglesia. Se
moral construída a partir de una opción puede recordar la formación presacramental
personal, sin tener en cuenta los dictáme- dada a niños y adultos en el pasado, cuando se
nes de la norma oficial. Así mismo, en el preguntaba: “Quién es Dios Nuestro Señor?” y
campo de la moral social, la defensa de se respondía mecánicamente según el catecis-
los derechos humanos es el objetivo cen- mo del padre Astete o del padre Ripalda: “Es
tral de la moralidad y es el fundamento una cosa lo más excelente y admirable que se
del actuar. El temor a los castigos o la puede decir ni pensar, un Señor infinitamente
autoridad del sacerdote no son ya más
Bueno, Poderoso, Sabio, Justo, Principio y fin
los referentes para la acción. Así, el com-
de todas las cosas, (premiador de buenos y cas-
portamiento se aleja de las normas ofi-
tigador de malos).” El padre Ripalda decía: “Dios
ciales, aunque siga la persona autodeno-
es un Ser infinitamente bueno, sabio, poderoso,
minándose creyente. En el fondo, el cuer-
principio y fin de todas las cosas”. Dios era con-
po de creencias cristiano sigue imponién-
cebido como cosa o como ser. El fin del hombre
dose mayoritariamente, aunque no así el
era servirle y adorarle en esta vida y después
cuerpo de normas morales.
gozarle en la eterna. Pero no se presentaba
como una persona con la que se tenía una ex-
La posmodernidad presenta una renova-
ción de la religiosidad, pero con carácter periencia de amor. En los niños y adultos se daba
plural, diverso y autónomo. Hay una re- una aceptación intelectual de lo que era Dios
composición de lo sagrado a través del pero no se tenía la experiencia de Dios. Era una
ejercicio de la libertad y en consonancia presentación fundamentada en la filosofía grie-
con las exigencias del contexto, presen- ga, vista a través del Concilio de Trento, que el
tándose sin embargo, polarizaciones dig- papa Benedicto XVI, aunque no niega su valor,
nas de analizar: el fundamentalismo reli- sí indica la diferencia con el Dios bíblico. En la
gioso y el absoluto pluralismo; el católico encíclica Deus Caritas est8 (N. 9) critica esta
integrado plenamente y el indiferente o concepción: “La potencia divina a la cual
ateo; la aceptación de un Dios personal Aristóteles, en la cumbre de la filosofía griega,
de un lado, y concepción de lo sagrado trató de llegar a través de la reflexión, es cierta-
como fuerza, energía o luz, del otro lado; mente objeto de deseo y amor por parte de todo
la rigidez heterónoma de la moral y la com- ser —como realidad amada, esta divinidad mue-
pleta autonomía en el obrar. Las iglesias ve el mundo—, pero ella misma no necesita nada
tradicionales no desaparecen pero sí ven y no ama, sólo es amada.” Y dice a renglón se-
cómo sus fieles adoptan comportamien- guido que el Dios de Israel ama personalmente
tos más libres en sus decisiones perso- con un amor que es eros y ágape.
nales. La pertenencia religiosa continúa
alta pues ella da seguridad, no hay que Se puede decir que la formación conceptual y
reinventar el sistema simbólico a cada memorística flaco servicio prestaba a la evan-
momento (pertenencia nominal), pero la gelización y a la acción moral del cristiano y fá-
pertenencia subjetiva llega a ser algo per- cilmente se podía ser cristiano con el cerebro
sonal, fruto de la libertad personal, de la pero ateo con el corazón. Correspondía a una
igualdad y del pluralismo. visión metafísica de la teología que llevó a la
separación entre vida y fe, a la consideración
Hay una permanencia de la religión. Se da pér- fisicalista de los dos pisos (lo natural y lo sobre-
dida de la identidad institucional, pero no des- natural), a la idea de Dios como un personaje
aparición de la religión. Podría hablarse más de lejano y aún a la absoluta eficacia de los sacra-
metamorfosis, cambio, reconstrucción y mentos sin disposición interna de quien los ce-
reconfiguración de la religión, que de realización lebraba. La crítica filosófica a esta teología me-
de las profecías de la secularización. tafísica, que se mencionaba al principio de este

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 137


trabajo, iba encaminada a destruir esta imagen verdades dogmáticas. La filosofía, cansada de
de Dios que era, de alguna manera, idolátrica. dar vueltas en círculo o de caminar en laberin-
Era una purificación del concepto de Dios más tos sin salida, trata de mostrar la posibilidad de
que la muestra de un ateísmo militante. Dios no la revelacióni v. La mística es el proceso para
era lo que los cristianos presentaban concep- recibir el don. Jean Luc Marion, en sus obras
tual o históricamente de él. Dios no era accesi- filosóficas, plantea la posibilidad filosófica de la
ble por la filosofía y mucho menos comprensi- donación de Dios al hombre y la capacidad de
ble en conceptos o términos o juicios. En el fon- éste, de ser tocado por la llamada. Los místicos
do de la crítica a la metafísica está la idea de muestran la realización de esa donación en una
que Dios está más allá de los conceptos, más forma interior que se escapa a las trampas del
allá de las representaciones filosóficas o popu- concepto. La experiencia mística nos pone en
lares, más allá de las simples capacidades de relación con ese fundamento último que sólo es
la gnosis humana. Podría afirmarse que el aban- posible expresarlo en términos simbólicos y que
dono que se hacía de Dios por parte de quienes en la teología se ha llamado el ágape. Sólo una
emigraban del cristianismo, era el abandono de experiencia mística nos pone en relación con
su imagen distorsionada por la presentación Dios, una relación que nos constituye como su-
conceptual e histórica de él. jetos pasivos de la apelación y nos constituye
como amor. Quien ha tenido esa experiencia la
El documento de Aparecida es consciente de comunica. Es su deber imperioso ser testigo de
estas fallas: que ha sido elegido y ha sido llamado. No por
deber ni por imposición, sino por su carácter
“Según nuestra experiencia pastoral muchas difusivo, el amor impele a la acción testimonial.
veces la gente sincera que sale de nuestra Igle- Esta acción testimonial es recogida en el núme-
sia no lo hace por lo que los grupos “no católi- ro 14 de la Encíclica Deus Caritas est, donde
cos” creen, sino fundamentalmente por lo que gracias al ímpetu de la experiencia, fe, liturgia y
ellos viven; no por razones doctrinales sino ethos se convierten en la misma cosa: una si-
vivenciales; no por motivos estrictamente dog- multaneidad de llamada, celebración y respues-
máticos, sino pastorales; no por problemas ta. Así la liturgia y la ética no son reflexiones
teológicos sino metodológicos de nuestra Igle- posteriores de quien ha tenido la experiencia,
sia. En verdad, mucha gente que pasa a otros sino simultaneidad de quien ha experimentado
grupos religiosos no está buscando salirse de el paso de la donación en la profundidad inma-
nuestra Iglesia sino que está buscando sincera- nente de su ser. Quien ha sentido el paso de
mente a Dios.”9 Dios por las habitaciones de los hombres, es
quien tiene la experiencia del acontecimiento
La conciencia actual del cristianismo es cono- definitivo y, con temor, da testimonio de las in-
cedora de estas deficiencias presentes sobre calculables posibilidades para nuestra historia.
todo en las iglesias occidentales. Y es notoria el
ansia de espiritualidad y de sentido en un mun- El compromiso ético está unido a la experien-
do sometido al tráfago de información, produc- cia. La única experiencia ética original es la cer-
ción y consumo. No es extraño, por tanto, que canía de lo Incondicionado como llamamiento
se descubran de nuevo los veneros místicos de al ser humano en su carne. La experiencia fun-
la humanidad: religiones orientales, misticismo damental que origina la ética es una cercanía
suffi entre los musulmanes, meditación trascen- íntima con la fuente que es el mismo amor. Quien
dental. Dentro del cristianismo hay un siente la experiencia sólo puede testimoniarla.
redescubrimiento del Maestro Eckhart, Dionisio De lo contrario, la ética se reduce a un deber al
Areopagita, Santa Teresa y San Juan de la Cruz. estilo kantiano, a una imposición heterónoma, o
a una búsqueda incesante e inútil de fundamen-
En la teología se vuelve a pensar en la sabidu- to. Sólo desde la llamada del amor, el hombre
ría más que en la elaboración conceptual y en la se constituye como amor y da amor a todo hom-
revelación vivida más que en un conjunto de bre. Este amor a todo hombre no es un amor
____________________________
iv
Es especialmente notorio el esfuerzo de filósofos como Lévinas, Jean Luc Marion, Michel Henry, Jean Louis Chretien, por mostrar la
donación del fenómeno pleno fuera de los marcos de la metafísica tradicional10.

138 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


universal abstracto sino el reconocimiento de perfectamente recibir entre los procedimientos
cada ser humano como destinatario irrecíproco de la donación, la donación del rostro concreto
de mi amor. Si hay reciprocidad no puede haber del otro. El otro no es una invasión abstracta,
legítimo amor. sino un llamado del amor. Sólo la fenomenología
de la donación, nos dice Marion, está en grado
La experiencia es la experiencia del amor. Tan- de restituir al amor la dignidad de un concepto
to Emmanuel Lévinas como Jean Luc Marion, abriendo así la vía a una correcta individuación
tratan de entender a Dios como no contamina- de los otros. No se trata, entonces, de
do por el ser. Lévinas lo entiende desde la llega- intersubjetividad o de interobjetividad (lo que
da abrupta del Otro. Marion trata de entenderlo puede llevar a la indiferencia), sino de
como ágape (I Jn 4,8) que se da y se da sin interdonación. Aquí se mira la ética desde el
condiciones previas. Dios se abandona totalmen- punto de vista de la experiencia mística del otro
te a la donación hasta el punto que él es don y que se me da, no como objeto que es el proble-
donación. El amor no se da sino abandonándo- ma grande de las ciencias objetivantes, ni como
se, transgrediendo continuamente los límites del otro yo igual a mí que es el problema de las
propio don, hasta instalarse fuera de sí. Ese es metafísicas unificantes. Es la interdonación del
Dios sin el ser. Y el sujeto es el adonado, el in- amor que nos plantea el problema del eros y el
terpelado, distinto al sujeto husserliano consti- ágape, resuelto en una intercomunicación total
tuyente de los objetos que al final permanece y no dualista.
solipsísticamente en sí, incapaz de encontrar a
los otros. El sujeto adonado que se define como Se puede en un cuadro, sintetizar el esquema
el que recibe el don y se recibe del don, puede de esta clave de lectura:

Revelación Experiencia Testigo


Amor Mística Ética
Donación Ágape Interdonación
Donante Sujeto pasivo Respuesta al don
Dios en Cristo Discípulo Teología moral social
Fuente Constituido testigo Hacia los otros

El documento de Aparecida asume plenamente El número 226 del documento de Aparecida sin-
esta filosofía y esta teologíav . El discípulo es tetiza así las acciones que se han de empren-
quien ha tenido la experiencia de Dios en Jesu- der para llegar realmente a la realización del pro-
cristo y la respuesta a esa experiencia que es ceso experiencia- testimonio:
una llamada, es el testimonio (el discípulo va al
mundo y expresa su experiencia). El discípulo “Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro
no es un técnico o un ingeniero social, no es un ejes:
profeta de desgracias ni un contestador profe-
sional, no es un trabajador sicológico o social, a) La experiencia religiosa. En nuestra Iglesia
sino que va más allá: es el testigo de la vida, es debemos ofrecer a todos nuestros fieles un
la antorcha de la luz, es el amante de los hom- “encuentro personal con Jesucristo”, una ex-
bres. No es la vida, la luz y el amor sino el testi- periencia religiosa profunda e intensa, un
go que va a llevar la vida, la luz y el amor. Y no anuncio kerigmático y el testimonio personal
es una imposición ni un mandato en sí, sino una de los evangelizadores, que lleve a una con-
iluminación y una propuesta. versión personal y a un cambio de vida integral.

____________________________
v
Es innegable el influjo de la Encíclica Deus Caritas Est en el documento de Aparecida tanto en cuanto a la experiencia como en cuanto a la
doctrina social de la iglesia como testimonio de la experiencia. Es como providencial o un signo de los tiempos, que el documento de
Aparecida marche por estos rumbos de una filosofía y una teología de la donación.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 139


b) La Vivencia Comunitaria. Nuestros fieles bus- no específicamente en el contexto de la expe-
can comunidades cristianas, en donde sean riencia mística exceptuando cuando habla de la
acogidos fraternalmente y se sientan valo- vida religiosa11), sí está referenciado en la DCE.
rados, visibles y eclesialmente incluidos. Es Y allí hay un punto que no aparece tampoco en
necesario que nuestros fieles se sientan real- el documento pero que es necesario colocar acá:
mente miembros de una comunidad eclesial la mística del sacramento eucarístico. En el do-
y corresponsables de su desarrollo. Eso per- cumento se habla profusamente de la Eucaris-
mitirá un mayor compromiso y entrega en y tía pero no hace énfasis en la mística del en-
por la Iglesia. cuentro agápico que se da en ella aunque implí-
c) La formación bíblico-doctrinal. Junto con una citamente se reconoce. Los números 13 y 14 de
fuerte experiencia religiosa y una destacada DCE hablan de esta mística:
convivencia comunitaria, nuestros fieles ne-
cesitan profundizar el conocimiento de la “La « mística » del Sacramento, que se basa en
Palabra de Dios y los contenidos de la fe ya el abajamiento de Dios hacia nosotros, tiene otra
que es la única manera de madurar su expe- dimensión de gran alcance y que lleva mucho
riencia religiosa. En este camino acentuada- más alto de lo que cualquier elevación mística
mente vivencial y comunitario, la formación del hombre podría alcanzar12. Se entiende, pues,
doctrinal no se experimenta como un cono- que el ágape se haya convertido también en un
cimiento teórico y frío, sino como una herra- nombre de la Eucaristía: en ella el ágape de Dios
mienta fundamental y necesaria en el creci- nos llega corporalmente para seguir actuando
miento espiritual, personal y comunitario. en nosotros y por nosotros. Sólo a partir de este
d) El compromiso misionero de toda la comuni- fundamento cristológico-sacramental se puede
dad. Ella sale al encuentro de los alejados, entender correctamente la enseñanza de Jesús
se interesa de su situación, a reencantarlos sobre el amor13.
con la Iglesia y a invitarlos a volver a ella.”
La Eucaristía como lugar místico es el momen-
Estos cuatro ejes indican, en forma por demás to en que se puede dar la experiencia del en-
muy específica, todo el proceso: una experien- cuentro agápico y por tanto, la exigencia de salir
cia de fe, una vivencia comunitaria de la expe- a testimoniar. La Eucaristía tiene en sí una es-
riencia, una profundización de la Palabra y como tructura mística que no se puede desconocer:
consecuencia de la experiencia, la misión. “Voy allí se da la etapa purificativa (la parte peniten-
porque he sido llamado”. Aquí se ve claramente cial), la etapa iluminativa (la escucha de la pala-
que se pasa de una formación meramente inte- bra que anuncia el misterio) y la etapa unitiva (la
lectual, conceptual y tradicional, a una forma- presencia real comulgada íntimamente por los
ción de tipo experiencial y testimonial. Hay que creyentes). Se da una experiencia unitiva místi-
sacar las consecuencias de ésto. Se cambia el ca que desemboca en un salir, un ite missa est
proceso de formación y se va a otro proceso que no clausura la experiencia sino que la pro-
que es el indicado en la Sagrada Escritura: “Es-
longa en la acción apostólica del cristiano. Se
toy aquí porque me has llamado”. Se puede co-
ha tenido la experiencia de profunda comunión
legir que la experiencia es una experiencia mís-
con el que se hace presente, Jesucristo, y de
tica que se expresa racionalmente y que lleva a
allí nace como de una fuente, el ímpetu de ir a
un testimonio ético. La ética cristiana no es así
una simple obediencia a un mandato o el cum- contar lo que ha sucedido.
plimiento de una ley externa, sino una exigencia
de respuesta a un llamado. Se supera la excesi- Esta instancia mística hay que recuperarla en
va autonomía del sujeto y se pasa a una toda comunidad para que la Iglesia de América
heteronomía amorosa: respondo porque he sido latina viva en la Eucaristía el misterio de una
llamado con un amor absoluto y mi respuesta manera mística, real, experiencial, y no como
es respuesta amorosa, no obligada o simple- una tradición, costumbre o norma externa. Sólo
mente temerosa. así la vida cristiana será vida eucarística14. Esto
implica lógicamente otra manera de celebrar la
Aunque el Documento no habla explícitamente Eucaristía dándole todo el tiempo, la prepara-
de mística (sólo cita esta palabra tres veces y ción, la estética y el sentido necesarios.

140 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


Doctrina social de la iglesia movimientos religiosos espiritualistas, seudo
místicos o emotivistas. La reflexión teológica es
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) ha venido planteada en el documento desde el evangelio
evolucionando. Especialmente a partir de Juan leído en la iglesia y en su historia (que no es
XXIII cuando la reflexión sobre lo social comen- otra cosa que la manera como la iglesia ha vivi-
zaba en el análisis de la realidad y no en los do la fe en contextos disímiles). Aquí el docu-
principios filosóficos. De una DSI teórica, filosó- mento plantea algo fundamental en la línea de
fica, fuertemente jusnaturalista, con un estatuto Deus Caritas est: la labor del discípulo no es
epistemológico de carácter deductivo, se fue competir científica y técnicamente (aunque debe
pasando a una reflexión evangélica sobre la rea- ser competente) con los técnicos y científicos.
lidad vivida por las comunidades cristianas. La La labor del discípulo es dar un testimonio de lo
DSI se va convirtiendo en teología moral social.v i que ha vivido: el amor. Y esto dentro del trabajo
El estudio de la vida social no se reduce sólo a que realiza codo a codo con los demás hom-
la filosofía social, ni sus objetos son sólo la fa- bres: haciendo lo mismo, el sentido, sin embar-
milia y el trabajo como se consideraba anterior- go, es diferente.
mente. Lo social es supremamente amplio (su-
jeto, instituciones y cultura) y se desarrolla en Es importante notar que el Documento recono-
campos extensos (vida política, vida económi- ce el carácter público y social de la fe17. El cris-
ca y vida social). La DSI se encuadra en la teo- tiano dice su palabra públicamente. No se trata
logía moral social como ámbito amplio de la vida de imponer o volver al régimen de cristiandad
del hombre tratando no de dar normas externas sino de proponer un estilo de vida, una nueva
(lo que sería un legalismo o un moralismo), sino forma de relación entre los hombres, denuncian-
que es la experiencia de comunión con Dios y do lo inhumano y anunciando lo plenamente
con los hombres en Cristo en y a lo largo de la humano: la revelación dada en Jesucristo, ros-
historia. No es una consideración técnica (aun- tro divino del hombre y rostro humano de Dios18.
que se apoya en ciencias sociales y humanas) Esta afirmación, profundamente bíblica y
sino, además, una presencia evangélica en el teológica, corresponde también a reflexiones de
mundo16. Como teología moral social se trata la filosofía contemporánea que consideran al
de la reflexión sobre la realidad social hecha hombre no como un sustantivo sino como un
desde el evangelio y la tradición para iluminar el verbo: abrirse. El hombre es la apertura, el abrir-
quehacer cristiano en el mundo. Como reflexión se a Dios, y Dios es la manifestación del amor
sobre la realidad social implica partir del análi- en su totalidad que constituye al hombre en su
sis de lo que viven las comunidades como mira- ser, es decir, amor. Dios es la vida que hace al
da del discípulo a su entorno17. En el Documen- hombre vida y éste se descubre como vida en lo
to no hay un análisis técnico de la globalización más profundo de su ser19. Lévinas participa de
sino una mirada desde la percepción de las co- este pensamiento cuando habla del otro como
munidades y sus pastores, fijándose especial- irrupción que me llama y me constituye respon-
mente en los efectos inhumanos de ella como sable de él. Estas concepciones se oponen a
se puede ver en el capitulo segundo. La iglesia otras concepciones antropológicas modernas
latinoamericana ya ha tenido la trágica experien- que no alcanzan a decir lo que es el hombre
cia de detener la reflexión únicamente en lo que pues al dar demasiado poder al yo, no permiten
aportan las ciencias sociales y los enfoques ideo- la manifestación que es puro don, regalo. Per-
lógicos. Estos han dado la impresión de moder- manecen dando vueltas alrededor de lo mismo
nizar los análisis pero realmente han reducido (pragmatismo estético, sensaciones corporales,
el ámbito de la mirada y han provocado el des- particularismo individualistas) que lleva a la con-
cuido de la espiritualidad. Eso lo captan las co- clusión de que todo vale. Y todo vale mientras
munidades y buscan, como compensación, satisfaga al sujeto individual, encerrado en su

____________________________
vi
“Su objetivo principal es interpretar esas realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del
hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia la conducta cristiana. Por tanto, no pertenece al
ámbito de la ideología, sino al de la teología y especialmente de la teología moral.” 15
vii 21
Valdría la pena recuperar la filosofía del encuentro de Martín Buber por su afinidad con el amor-ágape cristiano y las reflexiones de
Ferdinand Ebner, Rosenzweig y Gabriel Marcel.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 141


esfera privada, sin interés o preocupación por Así lo social no aparece como un añadido a la
los demás. Al punto que se puede mirar una fe, ni como una norma externa a la misma, sino
masacre por televisión sin ninguna incomodidad que el testimonio social es algo propio y consti-
ni para la conciencia ni para el estómago. tutivo de la respuesta dada por quien ha tenido
el encuentro. La DSI se aleja de lo mandado
La comprensión de la profunda antropología para convertirse en pura donación de lo recibi-
contenida en la afirmación arriba citada, basta- do y en encuentro de interdonadores de expe-
ría para proponer un vasto designio de evange- riencia.
lización y ésta se resume en otra frase: el que
ha sido llamado (fe) responde donándose a los El campo de la DSI, así entendida, va invadien-
demás (ética), o mejor, quien ha sido amado do positivamente todos los aspectos de la vida
(experiencia), dona el amor que lo ha constitui- social del hombre: política, economía, ecología,
do (testimonio). Quien ha tenido la experiencia educación, etc, donde el cristiano realiza su tra-
se siente impelido a comunicarla. Aquí está toda bajo. Así se superan los problemas ocasiona-
una teología y una filosofía del encuentro a par- dos por una concepción externizante de la DSI
que se ve como algo utópico e irrealizable, o la
tir de la interdonación que permitiría una ética
concepción de la misma como una opción ideo-
muy diferente a las actualesvii.¿Pero el testimo-
lógica que pretende ser una tercera vía entre
nio es algo válido hoy? ¿No será el testimonio
sistemas socio-políticos enfrentados. La DSI,
simplemente la proposición de una verdad his- más bien, aparece como la contribución de los
tórica en un momento dado? ¿Será el testimo- cristianos a construir una sociedad justa, dialo-
nio simplemente morir de una manera fanática gando, proponiendo y construyendo una convi-
por una idea más? ¿Es posible el testimonio en vencia libre, justa y participativa, construcción
una sociedad instrumentalizada? ¿ El testimo- en la que participan no sólo los mismos cristia-
nio no será la transmisión de una idea aprendi- nos sino también todos los hombres que bus-
da acríticamente de la sociedad en que se vive? can sinceramente un mundo más humano.
Estas son críticas que vienen del pensamiento
filosófico actual. Nietzsche, Heidegger, Vattimo, A veces, la iglesia se ha entendido como la guar-
presentan estas críticas22. Reconociendo que diana de la verdad entendida ésta como conjun-
puede darse testimonio de tipo fanático, de tipo to de definiciones o como la que custodia unos
partidista o de tipo fundamentalista, Bernard contenidos conceptuales. Para algunos, custo-
Welte aporta una línea de salida cuando dice diar el depósito de la fe, ha sido defender la pu-
que el testimonio es testimonio de una verdad reza categorial o conceptual de unos enuncia-
dada en el contexto de un encuentro personal. dos teológicos. Bien lo dice el documento:
La revelación cristiana, explica Welte, opera en
“No resiste a los embates del tiempo una fe ca-
términos de un encuentro personal, no de la afi-
tólica reducida a bagaje, a elenco de normas y
liación a una ideología, enseñanza coyuntural o
prohibiciones, a prácticas de devoción fragmen-
grupo determinado. Sólo la experiencia del en-
tadas, a adhesiones selectivas y parciales de
cuentro personal, permite a alguien decir: “Pue- las verdades de la fe, a una participación oca-
do abandonarme, puedo confiar”. Ese encuen- sional en algunos sacramentos, a la repetición
tro personal es el que hace que lo manifestado de principios doctrinales, a moralismos blandos
esté allí presente en forma real. El testimonio o crispados que no convierten la vida de los bau-
de quien ha tenido el encuentro, muestra al even- tizados”23.
to Jesús real y presente. La tradición, en este
sentido, no es una colección de elementos ma- Pero más bien, es la Verdad de Cristo la que
teriales y conceptuales, sino la verdad de lo que guarda y defiende a su iglesia.
una vez sucedió y que aparece como verdad en
cada nuevo evento de una existencia histórica “Los cristianos no defienden la verdad de la re-
capaz de verdad22. velación; la verdad de la revelación es la que los

____________________________
vii 21
Valdría la pena recuperar la filosofía del encuentro de Martín Buber por su afinidad con el amor-ágape cristiano y las reflexiones de
Ferdinand Ebner, Rosenzweig y Gabriel Marcel.

142 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


defiende a ellos, la que les sostiene. No es la esta conciencia en sus propios miembros, de
iglesia la que defiende a Cristo, sino Cristo el modo que a través de su actuación —así como
que defiende a la iglesia...porque si no, las ver- por su hablar, su silencio, su ejemplo— sean
dades que la iglesia proclama se testigos creíbles de Cristo” 27.
presentarían...como una ideología propia de la
iglesia24. Ser testigos creíbles de Cristo. He ahí el meollo.
Por mucho tiempo se confió la defensa de Cris-
Lo que verdaderamente deben hacer los cristia- to a los argumentos teológicos y conceptuales,
nos es mostrar que el modelo cristiano de vivir a la perfecta construcción de los edificios dog-
es único, insustituíble, plenamente humano y máticos o a la rica historia espiritual y cultural de
que, por tanto, quien sigue a Cristo está en la la iglesia. Pero esto no va más. Todo lo anterior
verdad de la vida y tendrá vida eterna. No es la tiene sentido y valor si está respaldado por la
adhesión a una doctrina, sino la respuesta a un acción concreta de los cristianos y que se vea
llamado. “No se comienza a ser cristiano por una que nace de la experiencia y no del deber o de
decisión ética o una gran idea, sino por el en- la competencia del mercado o de la tarea profe-
cuentro con un acontecimiento, con una Perso- sional. La misión en esta perspectiva no busca
na, que da un nuevo horizonte a la vida y, con crear una sociedad cómoda o lograr un bienes-
ello, una orientación decisiva”25. Se insiste en el tar material humano, o reducir los índices de
término “acontecimiento” que bien puede signi- necesidades básicas insatisfechas, sino crear
ficar también “evento”, “apropiación”, “manifes- un hogar humano para Dios y un hogar divino
tación”, y que es lo que marca la misión de la para el hombre. ¿No es esto el inicio-fin del Rei-
iglesia. La misión no es un proyecto pastoral, ni no de Dios?
un programa bien hecho, ni unas acciones in-
tensivas, sino que es compartir, testimoniar y La experiencia del amor es una experiencia uni-
anunciar la experiencia del acontecimiento de versal. Dios no es una experiencia restringida a
Jesucristo en la total historia del mundo26. una confesión sino que es una posibilidad hu-
mana. El cristianismo tiene conciencia de ser la
experiencia total de Dios en Jesucristo, pero no
Conclusión puede negar la presencia de ese amor en otras
religiones o confesiones religiosas. Y mucho
Quizás el cristianismo se estaba volviendo una menos, puede considerar, en forma exclusivis-
ideología o una visión más del mundo que com- ta, que posee únicamente la verdad, como tam-
petía por el mercado religioso. Heidegger sitúa poco puede aceptar que todas las expresiones
la caída del cristianismo precisamente en que históricas y culturales de la experiencia de Dios
por volverse moderno y acomodarse a los tiem- sean iguales. Hay una experiencia humana co-
pos nuevos, transforma su ideal de vida en una mún, una apertura a una exigencia infinita de
cosmovisión o una visión del mundo27. La fe se sentido, que se manifiesta plenamente, para los
vuelve algo subjetivo, una experiencia estética cristianos, en la donación de Dios en Jesucris-
personal y el vacío que deja se llena con estu- to. Allí radica la especificidad cristiana que se
dios e investigaciones sobre el mito o sobre la propone a la humanidad. No es una imposición
historia de las religiones. Queda una fe sin nin- sino una propuesta de plena salvación.
gún Dios o un Dios sin quien lo experimente. El
cristianismo ha de volver a su esencia de ser Además, estamos en una sociedad pluralista,
experiencia vivida, experiencia comunitaria y donde hay libertad de elección y de vivencia. El
experiencia transmitida de la donación del amor cristiano aprende a compartir con quien no tie-
de Dios en Jesucristo, sin preocupaciones de ne su propia fe, enriqueciéndose del otro y apor-
marketing, rating o estadística. “Estos son los tándole lo propio de su fe. En un mundo
que buscan al Señor, conviven con El y luego pluralista, se comparte la riqueza espiritual que
proclaman en el desierto o en la ciudad que el se tiene pero no se discrimina ni destruye al otro.
amor es posible.” “En consecuencia, la mejor Y la verdad que el cristiano presenta, es la ver-
defensa de Dios y del hombre consiste precisa- dad existencial de una presencia que se da y se
mente en el amor. Las organizaciones caritati- da cambiando al hombre de sujeto potente en
vas de la Iglesia tienen el cometido de reforzar sujeto dado, pasivo, que recibe la totalidad de

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 143


Dios y por eso puede ser testigo de la misma Referencias
totalidad de Dios. Así el cristiano se presenta
con la totalidad de su verdad existencial provo- 1. COX, Harvey. La ciudad Secular. Barcelona: Pe-
cando en los otros una experiencia semejante. nínsula, 1968.
De la actitud mística, se presentan algunos ele-
2. ________. Fire from Heaven. Reading,
mentos para una antropología nueva: Massachusetts: Addison-Wesley Publishing
Company, 1995.
• El hombre creyente se constituye por la lla-
mada de Dios, anterior a todo. La esencia 3. KEPEL, Gilles. La revancha de Dios. Madrid:
Alianza Editorial, 1991.
humana se da por la llamada y la respuesta
a esa llamada. Ser hombre significa estar 4. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la
abierto a la recepción de Dios y desde esa Conferencia de Aparecida. Brasil : Benedicto XVI,
experiencia recibir a los demás, en un pro- 2007. s. 46.
ceso de donación e interdonación. 5. BASTIAN, Jean-Pierre. La mutación religiosa de
• Dios hace al hombre libre, lo libera de sí mis- América Latina. Para una sociología del cambio
social en la modernidad periférica. México : FCE,
mo y para sí mismo. La libertad no es
1997.
encapsulamiento pues la donación perma-
nente de Dios constituye al hombre en un ser 6. CESAR, W y SHAULL, R. Pentecostalismo e fu-
nuevo en cada momento de su vida. Dios lo turo das igrejas cristãs. Petrópolis-São Leopoldo:
abre a cada momento. Esa libertad no lo cie- Vozes-Sinodal, 1999. p. 294-295.
rra sino que lo abre en la donación del amor 7. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la
a los semejantes. Conferencia de Aparecida, Op. Cit., s. 178.
• Todos son llamados, cada uno recibe a Dios 8. BENEDICTO XVI. Carta encíclica DEUS CARI-
en un proceso de unidad-pluralidad que no TAS EST (DCE) del Sumo Pontífice
niega las diferencias pues hace diferente a Benedicto XVI a los obispos, a los presbíteros y
lo diferente. Es el proceso humilde del amor diáconos, a las personas consagradas y a todos
que no deja nada para sí sino que se retira los fieles laicos sobre el amor cristiano [online].
dándose y se dona ocultándose. Roma : Benedicto XVI, 25 de diciembre de 2005.
[Citado agosto 2008]. URL disponible en <http:/
/www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/
Las líneas para una evangelización que surgen
encyclicals/documents/hf_ben-
de una posición mística: xvi_enc_20051225_deus-caritas-est_sp.html>

• El hombre es un sujeto humilde puesto por 9. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la


Dios (abierto, pasivo, humilde, histórico…) y Conferencia de Aparecida, Op. Cit., s. 225.
que es constituído en la llamada del amor 10. ARBOLEDA, Carlos. Profundidad y cultura. Del
(mística de la apelación). Sentir la experien- concepto de Dios a la experiencia de Dios.
cia. Crear actitud mística de respuesta: es- Medellín: UPB, 2007.
cuchar, atender, responder, agradecer, oír a 11. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la
Dios que llama (arte, sufrimiento, liturgia be- Conferencia de Aparecida, Op. Cit., s. 220.
lla, naturaleza, silencio, palabra, oír…). Mos-
12. ________. Carta encíclica DEUS CARITAS EST
trar que Dios se revela en lo más profundo
(DCE), Op. Cit., s. 13.
del ser humano (“Más cerca de mí, que yo
mismo”). 13. ________. Carta encíclica DEUS CARITAS EST
(DCE), Op. Cit., s. 14.
• Testimoniar esa experiencia ante los demás
creando un mundo humano. 14. _______. Discurso de Apertura de la Conferen-
cia de Aparecida, Op. Cit., s. 251, 262, 305, 316,
En síntesis, la Evangelización hoy no es más 354, 363.
que el anuncio de una experiencia mística que 15. IOANNES PAULUS II. SOLLICITUDO REI
transforma a todos los hombres por el testimo- SOCIALIS. Carta encíclica promulgada el 30 de
nio eficaz de una comunidad de fe que es la diciembre de 1987. Rome : Ioannes Paulus II,
iglesia. 1987. s. 41.

144 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2


16. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la 23. BENEDICTO XVI. Discurso de Apertura de la
Conferencia de Aparecida, Op. Cit., s. 372, 400. Conferencia de Aparecida, Op. Cit., s. 12
17. ________. Discurso de Apertura de la Conferen- 24. MARION, Jean Luc. “La irracionalidad de una
cia de Aparecida, Op. Cit., s. 33. racionalidad sin razón”. Entrevista con Silvio
18. ________. Discurso de Apertura de la Conferen- Guerra.[online]. En: Huellas. Revista Internacio-
cia de Aparecida, Op. Cit., s. 505. nal de Comunión y Liberación. N. 3 (mar. 2007).
[Citado agosto de 2008]. URL disponible em
19. ________. Discurso de Apertura de la Conferen- < h t t p : / / w w w. h u e l l a s - c l . c o m / 2 0 0 7 S / 0 3 /
cia de Aparecida, Op. Cit., s. 107. lairracionalidad.html>
20. HENRY, Michel. Encarnación. Salamanca: Sí- 25. BENEDICTO XVI. Carta encíclica DEUS CARI-
gueme, 2001. Citado por: MARION, Jean Luc.
TAS EST (DCE), Op. Cit., s. 1
El fenómeno erótico. Buenos Aires: El cuenco
de Plata, 2005. 26. ________. Discurso de Apertura de la Conferen-
cia de Aparecida, Op. Cit., s. 160, 278e, 279,
21. BUBER, Martín. Martín Buber por su afinidad con
284
el amor-ágape cristiano. En : ________. Yo y Tú.
Madrid: Caparrós, 1993. 27. HEIDEGGER, M. Holzwege. Frankfurt: Vittorio
22. O’CALLAGHAN, Paul. »El testimonio de Cristo Klostermann Verlag, 1950. p. 70, 74. Citado por:
y de los cristianos. Una reflexión sobre el méto- CARRASCO PIRARD, Eduardo. Heidegger y el
do teológico: 5. los creyentes cristianos, testi- cristianismo. [online]. Santiago de Chile : Uni-
gos en el testigo.» [online]. In: Scripta Theologica. versidad de Chile, s.f. [Citado en agosto de 2008].
38.2. Vol. 543, No. 26 (may-aug. 2006); [Cita- URL disponible en <http://www.uchile.cl/faculta-
do de Academic OneFile. Thomson Gale. 17 July des/filosofia/publicaciones/revfiloso/60/pdf/
2007]. eduardocarrasco.pdf>

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 145

También podría gustarte