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BREVE INFORME SOBRE LA MEDIDA CONMINATORIA

POR JORGE W.PEYRANO

I- La llamada medida conminatoria, conocida y usada en la Argentina ,


contribuye a la obtención del valor Eficacia en el proceso civil. Es que con
su auxilio se pretende doblegar la desobediencia registrada respecto de
mandatos judiciales de cualquier naturaleza (órdenes cautelares, sentencias
de mérito condenatorias, etc.).
2- El cumplimiento in natura de una imposición judicial consistente en un
hacer no personalísimo, constituye un síntoma de madurez del sistema
jurídico procesal de que se trate correspondiente.En los países de cuño
latino se registra una suerte de resignación respecto de la falta de
satisfacción en especie de lo dispuesto por los tribunales de justicia,
conformándose todos con los mecanismos de la ejecución por terceros o el
sustitutivo por indemnización de daños y perjucios.
3- Cierto es que teóricamente resulta difícil imaginar que una condena a un
hacer no personalísimo no pueda ser reemplazada por una ejecución por
terceros o por una reparación de perjuicios. Empero, sucede que en muchas
oportunidades dichos mecanismos de ejecución alternativos no satisfacen a
cabalidad las expectativas del beneficiario de la condena y tampoco las
exigencias de un buen Servicio de Justicia. Veámos: a) Satisface las
susodichas expectativas la circunstancia de que el beneficiario de una
imposición judicial de un hacer no personalísimo desobedecido, deba
adelantar de su peculio el importe necesario para que se concrete una
ejecución por tercero para luego intentar la repetición contra el
desobediente cuando no se sabe a ciencia cierta si éste cuenta con solvencia
o si contará con ella cuando –algún día, alguna vez- el mecanismo
alternativo de sustitución hubiera concluído?; b) El desobediente posee
personal altamente especializado para el cumplimiento de una órden
judicial (v.gr. se ha ordenado cerrar un alto horno metalúrgico, que no es
tarea sencilla y que sólo unos pocos técnicos se encuentran en condiciones
de cumplirla idoneamente) con el que no cuenta el beneficiario de la órden
judicial desconocida y cuya búsqueda y contratación por parte de éste es
extremadamente dificultoso y oneroso; c) Puede darse el supuesto de que la
desobediencia respecto de una condena a un hacer no personalísimo,
posibilite al desobediente seguir logrando pingües ganancias con una

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explotación comercial que, por sus características, no tiene un activo fijo
considerable a lo que se suma la inexistencia de bienes de importancia en
cabeza del desobediente. Dicho esquema, le aseguraría al desobediente
impunidad patrimonial a la hora de ser objeto de una ejecución sustitutiva
de daños y perjuicios. En supuestos, como el último, se advierte
especialmente, la necesidad de doblegar la voluntad renuente del contumaz
mediante una amenaza grave no consistente en una sanción pecuniaria, que
se concretaría de proseguir la conducta contumaz.
4- En función de todo lo expresado, se ha generado –pretorianamente y
sobre la base de la invocación de la garantía constitucional de la tutela
judicial efectiva y de una aplicación analógica de lo regulado en materia de
astreintes- la medida conminatoria, cuya descripción es la siguiente: se trata
de un medio de coacción procesal tendiente a que se cumpla una orden
judicial primigeniamente desobedecida que intenta obtener su cumplimiento
in natura y mediante el concurso de la voluntad del desobediente. Procura
doblegar tal renuencia con la amenaza de un desmedro, no pecuniario, de
entidad mayor que el beneficio que pudiera conseguir el desobediente, de
persistir en su proceder contumaz.

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