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1 CAPfTULO l

LA UNIVERSIDAD DE CóRDOBA:
DE LOS ORfGENES COLONIALES HASTA LA SECULARJZACIÓN
DEL SISTEMA EDUCATIVO

Los ORfGENES DE LA UNIVERSIDAD DE CóRDOBA

En.jg\lg_4;: J,9_:1J, _d paplJ. Greg�rio XV ?:\ltE>.!':ÍZÓ..?:...:E?..<!?.s �"-s c:?l<:­


gios de la Compañía de Jesfu. que funcionasen a más de doscientas
millas de la Universidad · n#s cercana a conferir grados universita..
dos. Esta disposición 'hizo iposible que el Cole_gio Máximo que la ·
orden había organizado en la ciudad de Córdoba pudiese ostentar ·

el tirulo de Universidad. Los jesuitas habían instalado en 1607 un


noviciado que en 161 O se habla convenido en Colegio Máximo.
En 1613, el obispo de la diócesis, fray Fernando de Treja y Sac
nabria, donó cuarenta mil pesos a dicho colegio para la formaliza­
ción de cátedras de Latín y Teología, que fueron inaugu!l].das du­
rante el año slguiente) con la asistencia a eHas de .unós cincuenta
estudiantes. Varios �studiosos han visto en este acto la verdadera
fundación de ia Universidad. Pero recién a partir de 1623 la ins­
titución adquirió la denominación de Universidad de Córdoba del
Tucumán. Si bien experimentó transformaciones sustanciales du­
rante los siglos de la dominación colonial en América, en este
episodio se hallan los orígenes de la actual Universidad de Córdo­
ba, la primera casa de estudios superiores fundada en el territorio
que ocupará, siglos más tarde, el Estado nacional argentino. Entre
1538 y 1812 se crearon en todo el espacio colonial hispanoameri­
cano treinta universidades. En este sentido, la polltíca de la Coro-.
na española tendiente a fundar o a autorizar la fundación de uní-
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versidades en sus dominios coloniales se diferenciaba claramente sobre la lnstltuci6n. Pero las. uni.versi�ades pres�rvaron la imprpp.ta \'
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de la implementada por la portuguesa, que monopolíz6 en la Uni­
versidad peninsular de Coimbra 1a concesi6n de grados universita�
r. ríos para todos los habitantes de su extenso imperio.

;¡ La casa de estudios fundada p"or los jesuitas en C6rdoba se


. formación"del clero y, secundariamente, en la de médicos y abogados.
Por lo general estaban compuestas, como ya señalamos, por cuatro
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·

.; encuentra dentro de las llamadas .universidades menores o grandes facultades; la de Artes, que administraba los estudios prepa-·
;¡' conventuales. El sistema de enseñ.anza superior que la Corona es­ ratorios, y las de Derecho, Medicina y Teología.
.
, pañola organiz6 en sus colonias contemplaba dos tipos de univer- A lo largo de los. tres siglos de dominaci6n española en Amé­
sidades: h.ey mayor�s, oficia!� o ge�er�l.�s, ,P�.�,.R-n . 1�4Q;. ..J._po�ro, --· rica, diversas· órden'e'.$ religiosas impulsaron, a menudo con éxito1
!tr:� me�.9J:�.$..! Las· primera. s, entre las que se eñt::ontraban las ele la fundación de universidades sobre l a base de instituciones
�xico y Lima;-respei:aoañ.laC!ásica organizaci6n de las Universi­
·

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conventuales c<:ttegios' y� existente-s y siguiendo, en ténninos ge�
dades medievales. Ss .dividj.an..en_s:_t¡;¡,go grandes facultades;.I.eo.lo.,.. neraies, el modelo mencionado ant�Fiorm'ente. Al igual que los
obispos o las audiencias, solicitab . an del rey y del papa los privile­
gía, De���ho�.. Artes�Y.:M'e'�u�JI!.�-�. �.� o;ganrzaciOñ>esta:b'i··r�spirada
.

'é.il"hi"d.e la casa de estudios de .\Salamaii�!il"§.�.e.nJ::.'?.!lJ:La.l:!;t,R:.�� .!flet.�­ gios para otorgar grados académi cos: Muchas de estas iniciatiY:as
autorizaciones emanadas en
s!���LB,.eal..P.atro":a.�o z !?c P.:\P-l1i!f_q!,!Ía.�;.� g.'JJaba-suJw¡,::;ig.J?...ep..].?l:ttQ.,. fueron apoyada s por la Corona . Las
..Y.::·p�oveia los fon.clqe �ara _su mant:�:timiento. Éstas eran las univer­ tal sentido. "tenían como objetivo posibilitar a las elites criollas la
•. ..

sidades en el pleno sentido del térni:ino;•Allí las autoridades eran formacl6n necesaria para acceder a los puestos de la administra�
elegidas por el claustro y los catedrátícos aCcedían a sus cargos a ci6n en el Estado y en la Iglesia.
través de rigurosas'''Oposiciones. Las universidades menores, tam­
bién llamaclas particulares por las leyes de Indias, tenían facultades
restringidas para · otorgar grados y sus privilegios eran limitados. LA ENSENANZA
En cierto sen,tido,· ·.m_�-m!�t..Y�r.daderas�uniY.�r..�jdad�s..�.&:� .GQlegi.os
sup.edores··con..p, r�y- \. !!'g!gs.. �J:..Q.tg'lf\!l,s, P.!?.! ,r.pap�Y..�I rey para_cgp­ Las pautas que regían la organización de la Universidad de Córdo­
. ba y- sus funciones derivaban, como ya sefíalamos, del modelo
ceder. grad.QsHJJ!!iversit�J?§.... Su existencia est2.ba por otro lado su­
pedit �da justam�;-;;�·� la ausencia de otra Universldad a menos de universitario surgido en Europa occidental en tiempos medievales.
doscientas millas. En su gran mayoría, como sucedía en los casos Este modelo se consolidó en la Castilla medieval a través de la
de Córdoba y Charcas, se trataba de instituciones controladas, en Universidad de Salamanca y se trasladó posteriormente a América.
forma directa, por 6rdenes religiosas. L.g_?.fg���:";:i?.�..de_lo¡- e•_tud,)?s exdula a las llamad�s,artes mecá­ .
La institución universitaria surgió en Europa entre fines dei ':l��as o -ci�;?cias lucrativ:?.�, <_Jbededel:ido asr a 'la·co·ñSideraci6n�ne�
siglo XII y principios del XIII. El modelo instituciona.l que acompañó gatlva que im:p·erabá entonce·s en torno al trabajo-manual o al lucro
su origen iba a conservarse, con escasas modificaciones, en la mayor pecuniario. También en este contexto los estndios impartidos en
parte del mundo occidenta.l hasta las primeras décadas del siglo XIX. la Facultad de Artes eran considerados como una fase preparatoria
!.:as, .institu�iones universitari�.R�rgieron como r,��� W�.�4? .�4�J�s inicia-.--� para los estudios superiores que se cursaban en las facultades de
tivas de· maestro'( :V. de ·estudiant' es,·p'aii;. asociáf"it'c6'6''�('Óbjeio ·de. Derecho, Medicina y Teología.
En esta estructura de organiZación de los estudios, la sl.iscipH"
..
d.efeiider �W üit.er�ses')i.:p·a:,¡ileg�'?§- La autorizaoi6n· para poder ense"
.

fiar era· Útorg3.da, púf' lci'..genefa.J., por las aUtoridades eclesiásticas y, na superior pgr excel.encia era hq:eo�9. gf.�.. La co!g:epci<iii::;,edieval
gradua.lmente, al comenzar la Edad Moderna, en a.lgunos Estados deJ-cOiioci'iñientO · man ��Jl�a -�n� .estructura fue!-i:emente jerárquica
europeos el poder político compartió con el eclesiástico la jurisdicción �n la que las d"ísdplinas acadédtic�s �staba,:;-·o.rrícúlacfai" i:ñ un

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modelo CJ,Ue cuh:n,iélePa con la teología. Por otra parte, en la orga­ Parthenicas y estaban dedicadas a la Virgen Maria. La quinta prue- ·
nliaC!oñ qÚe los jesuitas otorgaron a la Universidad de Córdoba, ba recibía el nombre de Ignaciana, en honor a San Ignacio de
se contemplaban sólo dos factiltades: la de Artes y la de Teología. . Loyola. Luego el estudiante debía defender una proposición y las
:Para los jesuitas, el estudio era esencialmente un modo de alabar a conclusiones generales de la teología. Si era aprobado podía recibir
, .. Dios y un instrumento de mediación hacia la espiritualidad. El el titulo de doctor, siempre y cuando hubiese sido ordenado pre- -
·:;': objetivo esencial de la educación no radicaba en la realización viamente. Sólo después de la expulsión de los jesuitas, en el caso
. personal sino que era el medio para ganar almas. cordobés, este último requisito fue dejado a un lado.
Los estudios en la Universidad de Córc\oba se basaban en la Son escasos los testimonios que permiten reconstruir los as­
llamada Ratio studiorum. Este documento orientaba toda la activi­ pectos concretos que asumía la enseñanza en Córdoba, al menos
dad educ;;:tl��--J�''I,; ·Compañía. Había sido estructurado a media­ durante su primer siglo de existencia. En los estudios de artes,
dos del siglo XVI y a finales de ese mismo siglo habia adquirido su consagrados a la filosofJa, se seguía predominantemente la o b . ra de
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conformación definitiva. De acuerdo con él, la enseñanza se divi­ Aristóteles. En la Facultad de Teología, la enseñanza incluía a la
. niveles. Se i::onteinpfiiba, eú pri'iii.er tÚffilfi'��--j�.._
día !'!1 _\(istintos llamada teología dogmática, el estudio de las Sagradas Escrituras y
iñs-i:r,uc����i.f:. .Pr. :��� tas letras, matemática· y doctrina -erlstlari ��- ,
- la teología moral, vinct1lada estrechamente con la poli-cica. Los
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urla' :,;;;gunda etapa se -afrontii.b"á d estudio''di. 'las 'huñútrriaades. textos seguían a Francisco Suá.rez y a Santo Tomás de Aquino. Por
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· éñla incor-:
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tUno de los Objetivos prlncipales;··en este caso, consistía lo general, la enseñanza de la mayoría de las disciplinas se basaba
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��- �1} .F_�"4u�!.4�.. g.9:ffi�t:9._de.t;e .=!!-�9§ y lo.s..esJ;g9).m��� �y:�_ !?.J� J;.@ .


· potación del latín, ya que toda la enseñanza se impartía en dicha i rt g
lengua. 1..J>artj, r .4.;;_.,a q';'í_ s.e pa?aba..a.]qs eS:t�eJ.!'� pi'Q]?,¿_'!::.r:<:nte parte de su tiempo en . c opiar-las lecciones diarias de sus maestro. s.
·
��d'?res. En p;lmedugar a las artes 1o filoso({<!;_,bos-.¡;_�tudíosen L�-� �je: rdcios.:P.!-:�ag����-�!.� �o�� .e� J.Q,@g$. J�.�.�-�E�tu:!.��$__.9.clen­
este ám!:iito'contemplaban ;¡a vez tres ramas: l6gic.a, flsicl..y-ñíe� . tádas hitciá los estudios teológicos, se organizaban eñ torno a dos
·

.,.,t�1$lS�· . .Se seguía aS! el esquema propuesto flor klStótéléS-·y'T¿;··· -- . grandes prácticas:l'l-.J�c�gray )g, diÚUlta. Ambas erai'l'��'fisiderad�s
·cursos duraban tres años. Aquí podían obtenerse los títulos de có'rnoIler�rupi.entas �til�s tílf!.H' ..Pa':'a l.�- formacl6n-de.los est¡,¡dian­
bachiller, licenciado y maestro en Artes. El primero de estos. títu­ tes en réi:mino�_gs;¡¡.eral.es CQilJ.Q,.p,a,ra. .e! �escubriJ;nientQ de la ver-
dád. Estás'dos prácticas esrab�n situadas éñ el c�ntro de los proce­
·
.

los era obtenido luego de pasar un examen de 16gica, al finalizar el


segundo· año de los estudios. Al promediar el tercero se daba el ·dllrlientos escol�sticos de aprendizaje. La Lectio consistía. (!:Senc.ial�
examen para licenciado que consistía en una defensa de doce con­ mente, en el proceso �� adquisic.i<$n del C()U?CÍmj;:nto..a . travás·•de f•
clusiones de toda la filosofía. El último de los exámenes se hada los-textos. El maestro era concebido como un lector que debía · ·

terminados los dos años de pasantía, cuando ya el estudiante habla ocuparse de la lectura y el comentario de aquéllos. El estudiante,
comenzado los cursos de 'teología. Una vez aprobado este examen a la vez, ..d,ebía preocuparse por adquirir un conjunto de -récnicas
se ohtenía el tÍtulo de maestro. que le posibilitasen comprender el senddo de los textos y resolver
Cuando los estudiantes superaban los estudios en la Facultad las dudas .generadas por ia lectura. Éstos expresaban 'la visión de
de Artes, podían optar por seguir en la de TeologJa. Alli se otorga­ aquellos autores que constituían las verdaderas foentes de autori­
ban los tlttl!os de bachiller, licenciado y doctor. Para obtener el dad. Estaba en estos últimos y no en el examen de la naturaleza o
primer título e! estudiante debía defender en un examen nneve del mundo físico y real el centro de la enseñanza universitaria. En
conclusiones de la Summa theologica, de Santo Tomás� Para acce­ la disputa1 mientras tanto, uno de los alumnos1 que ocupaba la
der al de doctor en Sagrada Teología debía demostrar, en princi­ cátedra junto al profesor, exponía y defendía una conclusión. Lue­
pio, que había pasado cinco pruebas durante los seis años qne go, dos o tres estudiantes objetaban los argumentos utilizados. La
duraba su carrera. Las cuatro primeras recibían el nombre de defensa y la impugnación de las conclusiones constituían ejercicios -

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basados en la estructura del silogismo y obligaban al expositor a zar los cursos, el rector deb.ía co�vocar al claustro. Este último
estudiar cada proposición en forma profunda y exhaustiva. estaba integrado por todos los doctores y maestros que en ese
_r.nomento se hallasen en la ciudad, el cancelario y los catedriticos.
El claustro era responsable po.r el cumplimiento de las constitucio­
ESTUDIANTES, MAESTROS Y AUTOBJDADES nes de la Universidad.
Otro aspecto central que tuvieron que resolver lo$ padres
La educación, en particular la superior, constituyó una de las jesuitas que gobernaban la casa de estudios era la obtenci6n de
tareas fundamentales de la Compañia de Jesús, En Europa, sus recursos para el mal!--tenimiento de. los miembros de la comunidad
miembros se preocupaban sobre todo por la formación de dis­ universiútii3:Ftri.ñtb�C:itedráticos como estUdiantes. Cabe recordar,
tintos sectores de la nobleza y el clero. Las primeras autoridades en este sentido1 que la Universidad recibió, al ser fundada, una
laicas y eclesiásticas de la Hispanoamérica colonial le otorgaron cuantiosa donaci6n por parte del entonces obispo de la di6cesis de
a la orden una función esencial en este ámbito. En el caso Tucumán, fray Fernando de Tre)o y Sanabria,. Esta donación fue·
cordobés, distintos tipos de documentos vinculados con la fun­ incorporada al patrimonio de la Compañia. Los fondos a partir de
dación de la casas"de estudios y sus prim,eras actividades' testi­ los que obtenían su sustento, tanto el Colegio de Montserrat, que
monian cómo el propósito central collsisría en la formación del albergaba a los estudiantes "que provenÍan de diferentes·sitios del
, clero para la diócesis del Tucumán. Las universidades colonia- espae;io rioplatense) como el noviciado jeSuita Y la Universidad,
1es deblan preparar a aquellos sectores de las elites criollas con­ tenían su origen entonces en las rentas que generaban las estancias,
sagrados al servido de la Iglesia o la monarqula. De todos ·campos1 ganados y las prOpiedades urbanas que1 a través de com�
modos, la Univer'�idad de Córdoba se orientó fundamental­ pras, donaciones o mercedes, acumuló la orden en el Rio de la
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mente a la formación de dérigos, básicamente de aquellos que Plata. A estos ingresos se sumaba lo proveniente de los derechos
-integrarían el clerÓ'· secular, los cabildos catedralicios; los párro­ universitarios, en particular de las propinas que debían abonar
cos, pero tambiéJ?.i',de los miembros de diferentes órdenes reli­ aquellos que deseaban 'obtener los grados y títulos. :La propina era
giosas e inclt+.so de·- los futuros catedráticos de las casas de estu­ una suma que el aspirante al titulo debla distribuir entre los doc­
dios. En el á14bit:o rioplatense� coU1.o en· otros lugares del espa­ tores, maestros y bachilleres que asistiesen a su graduaci6n. A
cio hispanoan:lericano, tanto las autoridades civiles como las menudo los estudiantes solicitaban la abolición de éstas por la
eclesiástic�s co1icedieron a los jesuitas desde principios del siglo imposibilidad de pagarlas.
·
XVII un papel ceritral en la actividad religiosa y educativa en ·
términos generales.
·

Por otra parte, durante sus primer.os años, la Universidad fue LA UNIVERSIDAD .BAJO_EL. .CONTROL DE LOS FRANCISCANOS
resolviendo algunos de los problemas básicos de su organizaci:ón: .
La institución reguló su gobierno y funcionamiento interno a par.. En 1767, los jesuitas fueron expulsados de los dominios de la
tir de las constituciones, fijadas en '1-6.6.4._p.or el padre Andrés de Corona" española. El rol decisivo que sus instituciones· de enseñan­
Rada: Este ordenamiento fue aprobado recíf,.&��!m l LI?..,\lS,y, disponía za superior cumplian en 1a formación de las elites locales hispano­
que la Universldad se_;:��q.$�!?_��ada�_P.RF.ll� -��q,¡:dfY�:!JñJ::ª'�:;�tª}.:_l.p___.. � americanas no fue un factor menor en la toma de· decisiones que
Mientras el primero presidl?;_l•J!I.í.l�:rsiaad; el segundo se ocupa­ culmin6 con la expulsión. Durante el siglo XVIII tuvo lugar un
ba fundáme"Íltalm:JOn�e··<Ae.Ja.. §.UpervÍsÍÓn y VJ.gi!anciá'· de los' estu;:•-­
.
proceso de reformas que involucraron distintas vertientes de las
·di.os: Ambos eran-designados 'po(�)":'provincial"d�: la Compañfa·de·-· 7-::> estructuras políticas españolas. En este contexto se pro"dujo tam..
J��ó"s·:Mb..e--acti.erdo con las constitucioneS, todos los años al coffien--
.. bién un proceso de transformación del sistema de educación supe-
-t:...�.-·�-"'"'··

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rior. Si bien la Reforma estaba dirigida especialmente sobre los nes. Las universidades fueron sometidas progresivamente al poder
colegios mayores y meno.res -sitios de residencia de los j6venes de la Corona. Así, a partir de la expulsi6n de los jesuitas, se procu­
· estudiantes-.- y sobre .las universidades mayores� sus efectos se raba asegurar para el poder real la capacidad de supervisar los planes
hicieron sentir en todas las instituciones educativas. Los monarcas de estudios y el contenido de las asignaturas.
borbones .e ilustrados que Uegaron durante el siglo XVIII al poder En Córdoba los cambios afectaron progresivamente también
en Esp�a eran conscientes� en cierta �edidaJ del estado de anqui­ al ordenamiento e implementaci6n de los estudios. El fortaleci­
losamiento de los organismos universitarios que reflejaban, aun­ miento de la influencia de la Corona en la Universidad se verific6,
que agudizados, los rasgos de un proceso común a instituciones entre otros aspectos, a partir de la designacl6n del virrey como
similares del resto de Europa. Los reyes de la nueva dinastía se
propusieron modificar los contenidos de los, programas universita­
) vicepatrono de ésta. Con las nuevas disposiciones, la Universidad
pasaba a reconocer como principal autoridad al gobernador de
rios y fortalecer el poder real, debilitando así el predominio ecle­ ! Buenos Aires� primero, y luego al virrey, a partir justamente de la
siástico. En este contexto asumieron también el desafío de incidit '¡ introducción de la figura del vicepatronato. De acuerdo con las
sobre la comp.oslc.ión de _los cuerpos de catedráticos, cuestionados · normas establecidas por las autoridades de la monarquía espaliola,
por su escasa predisposición a· adoptar las novedades g<;:neradas por se preveía que los maestros jesuitas expulsados fuesen reemplaza­
los cambios en el mundo de la ciencia, por su baja dedicaci6n y dos por eclesiásticos seculares que no profesasen su doctrina. Sin
por su tendencia a dividirse permanentemente en núcleos faccio­ embargo, "''tS::.órdob.a, se presentaba un problema paF�i_ ,;u!ar,,Y era
�o.s. La corrupc�Pll: imper�nte en 19.5 cp¡�giQs maypres qu�. �lpj.a.b.�.n . . que _1� �aY._or ?.��tfcl: los .rri�.!!!.Qf:<?s dél <:\er� s ���ar se_,h,�b..f� .... .
, ,
sobre todo a jóvenes de escasos recursos fue otro de los factores formado en las msnt\l_ClQ>;:\��..�9.\lq\l<;!das. . p.oflos·¡esmtas y compar­
que impulsó la Reforma. Est� movimiento de camQio en el sistema tí'ái?s:flrr:icfin i:iüe i:o; .de.. aqt!élla: be hecho, la '¡JraciiciCiradlei:Ó'nal .
universitario cobr6 especial impulso con Carlos III, que trat6 de iie la Universidad consisda,.·básicamente, en gtaduar sobre todo a
elevar el nivel científico de los estudios estimulando el intetés por· religiosos seculares ya que, como señalamos, uno a�)os obj�¡Jv..os
' 1
la ciencia y homogeneizando los planes de estudios. Este moví­ de la Universidad.. eraJa formaci6n de un clO'ro letraC!ú".j:,'á:ra los
miento; que .incidió decisivamente en la expulsl6n de los jesuitas �¡-;r-;¡:tos ·de ¡; �egiones d�l T;,cumán y ei Paragnay. El obispo ele la
de los dominios de la Corona española� encontró fuertes resisten.. d:lót:ési.S, al ser co-nsultado en· relación con estas cuestiones, sugirl611
das en las mismas universidades y se debilítQ progresivamente otorgar el control de la enseñanza a los miembros de la orden \
durante el reinado de Carlos IV, ya a finales del siglo XVIII. El franciscana. A partir de entonces se inició una larga disputa entre \
temor a que las casas de estudios se convirtiesen en centros de
fermento de ideas revolucionarlas provocó un retroceso notable en
los miembros del clero secular y los de la orden de San Francisco
por el control de .la Universidad.
\
'
)
el desanollo de los proyectos de transformación universitaria. La controversia se prolong6 hasta.principios del sigfo XIX.
En este marco de cambios,e los reyes españoles se propusieron Las disposiciones reales que acompañaron el proceso de expulsi6n
asumir un control más estricto de diferentes facetas de la realidad de los jesuitas y la orientaci6n de la política de la Corona espaliola
hispanoamericana, Y aquí también las vinculadas con el sistema edu.. en lo referente a la enseñ�nza superior favorecían las aspiraciones
cadvo no tenían una importancia secundaria. Las modificaciones de los clérigos seculares. Pero éstos tuvieron un éxito s6lo r_elativo
que el sistema universitario hispanoamericano experimentó durante en SU intento de asumir el' COntrol de la casa de estudios S)lperiores,
eL siglo XVIII pueden leerse desde diferentes perspectivas. En prin­ En 1778 una real orden dispuso que se les entregara la Universi­
cipio, como se ha señalado, cabe destacar que ese siglo fue testigo de dad. Sin embargo, el virrey no aplicó la medida basándose en un
una pol!tica que tendió a fortalecer de manera sistemática al poder informe de fray José Antonio de San Alberto, que habla sido desig­
regio en detrimento de distintos tipos de instituciones y corporacio� nado obispo de Córdoba del Tucumán durante ese mismo afio. La

20 21
P6
máxima autoridad colonial fundamentó su decisión en el hecho de práctica. El2 de "":ero de 1808 �\_d¡¡,us¡;_rg _ sói.P'':'n} 6 con l�p.¡esen­
que la Universidad de Córdoba no podia ser equiparada a las cia del gobecnador.intend�ñr-e: Dos.dias después, -lc)s·.:;n;;;m.br6s de
demás univ�rsidades de la mona-r:qufa. De acuerdo con sus argu­ át¡1iei 'n'6��-.raro'11' r.eC't��- ?:};�r�gorio·.Punes�..�e a�zíó .�nton::es,_p.l).a
mento s la de Córdoba no podía ser considerada formalmente n:u�;��:���pa. en la historia de Ia U niver�idad. .
· ·

como una Universidad y, por otro lado, no habla fondos suficien­


,
-

tes para dotar sus cátedras: que eran dictadas por entonces en
'•. ·
-
..

forma gratuita por los franciscanos. El debate ponía de manifiesto LA" UNIVERSIDAD Y EL· MOVIMIENTO DE LAS IDEAS DURANTE EL

ei estatus ambiguo que conservaba todavía. la Universidad. Sin SIGLO XVIII.: LAS CIENCIAS NATURALES
embargo, también se hizo notar d mayor peso que los .representan­
tes de la autoridad real adquirían ·en la vida de la antigua ca,sa de El.,mar!"gJc:\e()lógico y doctrinario de los .estudios impartidos en la
esrudlos cordobesa. U,nlver�idat:!'de· C6iélobi' 'éra.;·" pdf. supuesrc;;···¡if·esciiJas'ifga·. ·Ésta
En Verdad, los ca�bios en la enseñanza habían come"nz-ado c �·ns·1S·Ha···-esencia.1In·e·n-re-···en· un·. métodrl�-q�ie ··p;g.�:cift·f�"--�l' · hO�Q _ re
ant;,. de la expulsión de los jesuitas, cuando todavía la Universidad. J[�gara la ver�":.(cL�!:velada:·r;;:-<:sc:O:I�I�1_c�:·p§.§:IP.!Ii!'i\i:�;:·;¡:J��j�� �! 4
\estaba controlada por la orden fundada por San Ignacio de Loyola. ejerClcio"'é!T.la. raz6ñ; lleg�C�.:"li..Yerdad �s.llgi(J.�, ...� . t;;¡flostr arla y
.

¡un factor relevante fue el impulso otorgado al estudio de la juris­ ¡3fopo?l:lonaHe 'irrstruiíi�;;:;:;s para defeñd'�rla tant.R�. d di:Lií���d:u-
) prudencia. En este contexto fue creada la primera cátedra de De- 1:�� � _<:orrt?-�5!:�::·.���-�-� �r�J�r'�l CO'í1
· - �� i" d' 1;i 1erifQ �- - " �;�i �- � al, de · :���;do
recho Civil o Instituta, propuesta en 1790 por el virrey

con ·útiCéoncepción, no podía sobrepasar los Hmites que le fijaba
Arredondo. Esta .cinlciativa habla sido impulsada, durante largo el dogma religioso. La�.ElcC?_CÍones filosóficas, derivadas o asoCiadas
tiempo, por el Cablldo de la ciudad. En 1793 se abrió la segunda a la escolástica, no eran, en· coñ.Sécuerl'da, autónomas slno que
cátedra, lo que oti.rgó i la casa de estudios la posibilidad de con­ dependían de una serie de verdag.�.!U;.QJHení<!.?A !?'.�.dii¡l¡:;r>!'nte- on·el
dbg ma,··,É��t'.:S§:llpófaha;"á.};;:;:;;� z, en--un.¡;q)¡j¡¡,r,¡,w..d\; .,;w-tgd.(lades
..

ferir g rados no s61� ·en Artes y en Teología sino también en Dere­


n
cho Civil en las cátegorias de· bachiller, licenciado y doctor. c<i_i¡;íó.:�.!_�:��i'.I�,s. J:: .s�':..t?.,.!?,e.J�¡ !?� .e�.�;!�.i.�J!\.Jg!¡;��""'· ;c_�
La ·presión ·.del clero secular para asumir el control de la sentenc1as ..extra¡das, d� . �oncüw�..e,ks¡iis¡;tc;;.qs . o d.�.. k.:\,\.1!;>.1\a. .
. .. .

Este sistema de pe�s��i��to, conflgur�do . Y. �onsolida"do, en


.

Universidad aument6 al finalizar el siglo, expresándose a través de


sus rasgos esenciales) en tien1pos medievales, conformaba el arma­
� ..

una serie· de memoriales elevados ante el virrey. Fue sobre todo


Ambrosio Punes, hermano del entonces deán de la catedrai y futu­ z6n de los estudios universitarios en el mundo hispánico y era el
ro rector) quien encabezó la campaña denunciando ante el virrey que, entonces, predominaba en la Universidad fundada por los
lo que entendía era un proceso de creciente deterioro de la institu­ jesuitas. Los procesos y los tiempos que llevaron a que su dominio
ción. En esta campaña obtuvo un decidido apoyo de los vecinos de se.resquebrajase en el ámbito de la enseñanza superior .rioplatense
la ciudad. Finalmente,. una tea[ cédula, emitida en diciembre del constituye un tema fundamental de la historia de las ideas y ha
año 1800, ordenó fundar una nueva Universidad en Córdoba. Sido objeto cie distintos tipos dé controversia.
Esta debía tomar la deL\ominación de Real Universidad de San Indudablemente, la lenta erosi6n del predominio escolástico
Carlos y de Nuestra Señora del Montsenát. J;)¡;".sst. a,J()rffilJ. se dab� ! en la ·enseñanza cordobesa debe ser analizada en el marco del
fin a la existencia de la antigua Universidad ¿¡;eada'd6S'Siglos anteS movimiento de las ideas del siglo XVIII ep. el mundo hispanoame­
por los jesuitas) s.e apartaba a los franciscanos· de su · gobierno Y- seA� ricano. Es innegable que diferentes sectores de la Iglesia católica
erigía u_na Universidad mayor cOn los privilegios y prerrogativas �;-1 _/ acusaron, de diversa forma, er impacto de la presión que el desa­
que gozaban las universidades de este tipo creadas en Españ;¡ y ...,... rrollo de la ciencia y la filosofía modernas ejercían sobre el sistema
América. Pero la Real Cédula tardó ocho años en ser puesta eri j .
de creencias que sostenía su prédica y su accionar. Esto dio lugar

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f

durante el siglo XVIII a un intento de apertura, tÍmido y pardal, minadas vertientes del pensamiento cartesiano1 en particular las
a estas novedades en el campo de la filosofía y del conocimiento en vinculadas con la clencla experimental. Por supuesto) siempre
términos generales. Pero) por lo generaL se procuró incorpora,r tratando de conciliar estos conceptos con los principios de· la
estas novedades al marco más amplio de la escolástica, que seguía filosofla aristotélica. Dentro de la orden esta tendencia fue tam­
constituyendo el armazón de los estudios universitarios en el ám­ bién combatida y resistida, pero era evidente la ·existencia de un:a
bito rioplatense todavía a mediados del siglo XIX. corriente que cuestionaba los principios aristotélicos en el campo
Es preciso recordar, en este contexto, que la Compafi.ía de de la físlca1 aun cuando éstos segufan siendo absolutamente
Jesús se erigió desde sus origenes en firme defensora de los dere­ hegemónicos en los de la lógica y la metafísica. Algunos estudio­
chos del papado y de la ortodoxia religiosa. Sin embargo,. es sos han destacado que los jesuitas, en Córdoba, tendían a seguir
posible advertir cómo en el seno de la misma orden las doctrinas las enseña.nzas de Manuel Maignan, un fraile y físii::o·ffáñ'cés.C!e"
derivadas, por ejemplo, del cartesianismo, fueron objeto de de­ la ptl,,;:,era Íi:ifiad det siglo·:XVII que ex¡'ioiiía condtisiones·Cteriv;;::'
bate. La XV Congregación General de la Compañia de Jesús, que 'd·as d� las obras 'de'Di:si::ártes y·Gassendl. ·Pór ottd ·ü."d:o;•.en ··este
se reunió en Roma en 1706, abordó el análisis del sístema filosó-. m:is�o con:t'extO, p�Íede meP.clOriarie'l?:Jritro<?.u�ci.ón_ ,�!} .l.a. e p.se­
fico de Descartes. Una comisi6z:. para los estudios an�lizó el sis­ ña�za cordobesa ·de la ob.¡;:, .el,, Is;�.a.c .Newton. Fue un s.���!','l.9.1=S..
tema y concluyó aconsejando que se recome::ndase a los maes#'os jésuita de origen inglés, Thomas Falknei:; -qüi'en dífi:[ndió sus
.."i·'"'· '. ' .
de filosofía la defensa de la doctrina aristotélica. Se señalaba !%.Jls. Otra innovación part!Culiimente significativa se vincula,
' • o> ••• ,...., .. .,.. ....... .. ·��··--··""-
,. -k�

enfátic.am.en.te que aquéLLos debJa,P. r�ch.azar. el sistema carte$iafl:.p en. .. este caso,_con_..eLlntento.. de.lmplementar, .,todavÍa en .. época .. ..
.
en . todos los aspectos que se contradijesen con la filosofía de jesuítica, una cátedra de Matemática. La XVI·Congregación Pro­
Aristóteles y se ()rdenó la confección de un catálogo que contU:­ vincial, que tUVo lugar· en Córdoba en·l762, acordó solicitar al
viese las proposiciones condenables de Descartes. Otras d.os 9�n- · general de la Compañía la constitución d e una cátedra d e Mate­
gregaciones reunidas en 1730 y 1751 volvieron a ratificar la va­ mática para aplicar sus·noc.iones al·campo de los estudios de la
lidez del sistema aristotélico. J:':n este sentido, es preciso destacar f!sica ·y la geografía. La cátedra se inauguró en 1763 pero, apa­
varias cuestiones. En primer término La. insistencia en la prohibi� rentemente, nunca 'llegó a funcionar.
ci6n testimonia, en forma l.ndirecra1 el' atractivo que diferentes La tendencia a la renovación de los estudios en el campo de
a,spectos del pensamiento cartesiano ejercían sobre los miembros las ciencias naturales J?rosigui6 cuando los franciscanos se hicieron
de la orden. Por otra parte, en estas mismas congregacio.ne� s_e cargo el e la Universidad. En este aspecto es posible advertir una
advierte una notable preocupación por moderar la tendencia a continuidad con los moderados cambios implementados durante
concen.trarse en disputas interminables de teología especulativa, el dominio jesuítico desde el siglo XVIII. La tendencia a adoptar
en sutilezas metafísicas e incluso por insistir en la posibilidad de principios, conceptos e instrumentos de la fJsica que se alejaban de
compatibilizar el sistema aristotélico con los resultados de la fí-· los postulados aristotélicos y tomaban las ideas surgidas de la revo­
sica experimental. lución deni:Ú'ica de los siglos XVI, XVII y XVIII y de la física
Es probablemente en el ámbito de la enseñanza de la flsica experimental se profundizó. En este marco, la obra de fray Ellas
donde la autoridad aristotélica fue Cllestionada con mayor frrme­ del Carmen es particularmente significativa. E;n sus cursos, dicta­
za. El avance de la ciencia en el siglo XVII puso en cuestión las dos en la Universidad durante 1784, este fraile franciscano incluía
afirmaciones de aquélla sobre los fenómenos naturales. Durante distintos tipos de aportes de la física moderna. Introducía algunos
las primeras décadas del siglo XVIII es posible ·advertir entre de los principios cartesianos y las ideas de Newton. Pero no ában­
miembros de la orden y enrre algunos catedráticos de la Univer­ donaba los principios de la escolástica en su planteo más general.
sidad de Córdoba una cierta predisposición a incorporar deter- Asumía así el problema de la conciliación entre dogma y ciencia y

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admitía incluso la posibilidad de que ángeles y demonios incidieran que la Universidad estuvo bajo control de los jesuitas y aquel en el
en el desarrollo de los fenómenos físicos. que estuvo sujeta al dominio franciscano, en el ámbito de la teo-
Este tipo de testimonios muestra> al igual que otros, los lúnites logía moral, vinculada estrechamente con la política y el derecho,
que experimentaba la renovación de la enseñanza en la Univúsidad es posible advertir una dara ruptnra. Ésta debe comprenderse tam·
cordobesa del siglo XV1II. La labor intelectual seguía desarrollándo­ bién en el marco más amplio del movimiento de ideas propio del
se en los cauces 'tradicionales, todavía a fines de ese siglo. El movi­ siglo XVIIL En el ámbito de las ideas políticas este siglo presenció r
miento de renovación se llevaba a cabo en forma tímida, presentaba un fortalecimiento de las doctrinas regalistas. En la mayor parte de \
un notable eclecticismo y no lograba romper los marcos del pensa· los Esút.dos..t:?��9P.�.�? . $e afirmaron. por entonces aquellas nociones i
miento escolástiCo. Éste seguía siendo el que limitaba el proceso de . .

q;te procU&hi·.rrj �ídHBCcir la Stlpremacía del. po er rea� sobre las t.s..�;::· ,.
_ confo�maban los re1nos e Integraban 'f4''�·':;
transformación de la enseñanza en la casa de estudios superiores d1st1ntas corpor:ac1ones que
mediterránea. En este contexto, la presión por mantener y conservar las sociedades. La oposición a las tradiciones ideológico-pollticas !"'"'
el caráCter teológico de la enseñanza se manifestaba a través de las que sostenían los jesuitas en el ámbito de la teología fcteron un )
f:ictor relevante en el proceso que 1lev6 a su expulsión de dlstint!Js ,J_
actitudes de algunos de los protagonistas más relevantes de la socie­ .¡··
Estados europeos.
dad cordobesa, algunos de ellos sin relación directa con la Univer­
La Compañía de Jesüs contaba con varios pensadores de sin­
sidad. Un episodio acaecido en 1801 y vinculado con la compra de
un laboratorio de fislca exp�rhnental testimonia también dicha ten� gülar relevancia en el ámbito de la teología polltica. El m<ts impor­
si6n. El entonces rector, Fray Pedro José Sullivan, se propuso adqui­ tante de ellos era Francisco Suárez) cuyas enseñanzas eran seguidas
rir un laboratorkf para la Universidad pero se encontr6 con la férrea en los colegios y universidades bajo· control de la orden ...S,u.árez
oposición de los ifiiembros del Cabildo de la ciudad. Éstos sostuvie­ sostenía que el origen de las sociedades radic.aba en el consenti-
ron que el prop·ó�íto central de la Universidad era la concentración "'mieiiro'''ife''fas fap1ilias. st l:ílen admitía el ��igen divino. dci poder
en los estudios t�i>l6gitos y que la física experimental no contribuía . poHHéo;·subráyaha que 'dicllo'poder,J��ta c§ncé'dldo al·'prir{dP,e
al desarrollo de'Íós mismos. El rector defendió su propuesta y llegó pO:ta'VéliiY'pbt el b'ién éofí'i:ú'n é!Elá s-;Jdedad: _b,!'"'a2._;erdo'co� esta
concéj'leión;. agüé! 'li() recibía el' podefp<rlítlco inmediatamente de
a ·contar en su dí;p uta. con el Cabildo con el apoyo del propio virrey.
Dios. El pQder residía en!� comunidad, y el acto de obedie¡¡,da al
El fiscal en lo civil,_ y Real Hacienda del virreinato, que apoyó .
goberñáfite era él resültadt>-Cie''íln·'pO:cl'o"efi ffe'Tos'nomhres y no
también los argumentos del rector, destacaba la importancia de la \" ., ..
. ..
' ..·····�···. ...... .. . ...... ......
. ,, �·· . .. . ....... ,,de}
Uftfl instip.fS!q..n..d� ...OJ!gep. �iylno. Apa.tente'mente estas ldeas eran
..
física experimental en la propia formación del teólogo. El episodio
· - . � , .. .. . ...· , ,�,.

mostraba una vez más los límites que encontraba 1a propia expan­ dÍfundidas a partir de ":princfpl;.;ls del siglo XVIII en Córdoba a
sión de las ideas ilustradas en el ámbito rioplatense. La ilustración tr.a.:yé�..9.�Ja.s::átedra de Qerecho Canónico. Desde iilllse tJ:ªnsmiÍ'fa
era·E.quí, como prácticamente ..en to.�o el ámbito hispano, .extrema-­
. una visión pactÍft(t, .de lo§�[�':-ªa!!;!en:tos. c:[éJa atitorídad ,pdítka.
damente moderada y no formulaba ningún cuestionamlento-.rad.ical S"e·gtlnCOircé'fl"dones de estas caractetfstlcas, dicha autoridad radi­
·
ni a lalglesia ni a los dogmas fundamentales de la religión católica. caba antes en la comunidad que en las personas particulares. De
este modo, siguiendo las ideas de Suárez, el príncipe se hada del
poder como resultad!> de la voluntad de los hombres. Esto trans­
LA UNivERSIDAD Y LAs mEAs DURANT � �� si;;_.;'�n: formaba a la obediencia al gobernante en un acto de naturaleza
LA TEOLOGfA Y EL PENSAMIENTO POLíTICO
.esencialmerite humaD.o. ·

Es preciso señalar que estas ideas se articulaban, además, en


.
Así como es posible advertir una cierta continuidad en lo que se el marco de un sistema que recibió el nombre de probabílista.
refiere a la enseñanza de las ciencias naturales entre el periodo en Según esta doctrina, creada en _realidad por los dominicos, frente

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f

a una situacLón dudosa era lícito seguir una opini6n pfobable, Benigne Bossuer, uno de los principales inspiradores del regalismo
aunque no fuese la más probable. En este contexto se sostenía que europeo. Pocos años antes, el ya mencionado obispo de Tucumán ¡·.
la ley dudosa ;c�o generaba obligaciones y qu•, ame ella, primaba la fray José Antonio de San Alberto, designado en 1786 para trans- ¡
libertad de conciencia. formar la Universidad en el marco de los proyectos de reforma ¡
·

Los jesuitas defendieron durante el siglo XV11I estas -ideas académica sostenidos por los Borbones, defendió también doctri- '¡
1
) que, en articulación con la dqctrina suari. sta, permitían aceptar el
·t· iranicidio como una sentencia probable. Suárez mismo admitía)
aunque con limltacion es1 que un pr.ínclpe que g9bernaba
nas regalistas inspiradas en Bossuet. Condenaba el regicidio y se-
ñalaba. que el poder se originaba directamente en Dios, quien lo .
transmitía al rey. Éste� a su vez, no estaba obligado a rendir cuenta J
2'� ·,r tirán�camente podía s�r muerto con el consentimiento de todS. la de sus actos. Al mismo tiempo, San Alberto condenaba_las doctri-'
..1 'J/ comunidad política. De esta manera se contemplaba la licirud del nas de los jesuitas por heréticas y- sediciosas.
·, 1 asesinato del rey en defensa de dicha comuni4ad. El tirano podía

\r,���� entonce_ s ser muerto, aunque· sólo se preveía esta posibilidad en


T casos extremos. LA UNIVERSIDAD y LA SOCIEDAD
Estas doctrinas. no era compartidas por otras órdep.es religio­
sas. El probabilismo fue cuestionado por teólogos vinculados con La ciudad de Córdoba eStaba situada en un lugar privilegiado
distintas congregaciones religiosas y constituyó uno de los ejes de desde el punto de vista geográfico. Esto provocaba que recibiese
las criticas que recibió .durante e.\ siglo. .XY\:0: .!Jl or!ieJ;J, (u)¡,d;u;\>. P.Rr P�.r:.r:gª��tl:�.�.��-9:.��---qh_l.JJ:.vtq�. _d� . 4tY.���o.� p�p.�qs 9-�L �.�P.�.cfo_ .�.!f-4ª­
Ignacio de Loyola. Las nuevas ideas sobre el poder real dlfundi,las meric.ano. Como ya señalamos, al inaugu.rarse sus cursos� eh 1614,
durante aquel siglo partian de presupuestos diametralme¡;tte contaba con unos cincuenta estudiantes. Durante los siglos XV1I y
_,opuestos. Uno de los objetivos de la Reforma que en el carppo de . XV1II recibió alumnos de Poros(, de Tucumán, de Salta, de Co­
la enseñanza superior desarrolló la Corona española durante el rrientes, 4e Sa�tiago de Chile, de Buen'?s Alres o La ·paz, entre
siglo XV1II tenía como fin desterrar de los claustros las doctrinas otros lugares. Por supuesto, todos ellos pertenedan al sector prlvi- ·
. probabilistas, la idea de la licitud del rb.nicidio y afirmar posturas legiado de esta sociedad, al de los españoles, fuesen ya de origen
regalistas. criollo o peninsular. Casi desde sus orígenes, los estudiantes resi­
·

El desarrollo de;. estas ideas se en1narcaba en el resurgimiento dentes en Córdoba estaban divididos en varios grupos que vivian
y difusión de los principios del derec . ho rom.ano impulsado por la,s en ámbitos diferente�·; por lo general" en los colegios o seminarios
monarquías ilustradas del siglo XV1II. Los principios del derecb,o existentes en la ciudad: Proveriíari éritorices del Colegio Máximo
ron:.ano ap?.nidan contrapuestos a los del derecho can6nJcol cuya de la Compañía de Jesús, de[ Seminario de Santa Catalina Virgen
enseñanza habían impulsado órdenes como la de -los jesuitas en los y Má.ctir o del- Colegio Real de Nuestra Señora de Montserrar. A_
ámbitos universitarios. La teoría del origen divino del poder real ellos se sumaban los residentes en la ciudad que acudían ·a los
pasó a constituir así un elemento centra[ de la doctri- na defendida claustros para recibir una formación moral e intelectual de natura­
por los monarcas ilustrados que se impuso progresivamente en la leza religiosa. En los colegios residían aquellos que aspiraban al
enseñanza universitaria. grado de doctor en Teología y, consecuentemente, al grado sacer­
En Córdoba, las nuevas concepciones sobre el poder político dotal, ya fuese como clérigos seculares o como miembros de la
fueron difundidas a través de la cátedra de Derecho Civil organi­ Compañía de Jestis. Todos estaban sometidos a una rigurosa disci­
zada a partir de 1791. Un estudiante de esta cátedra, Jerónimo piina que involucraba sus hábitos, vestimentas y costumbres.
Salguero de Cabrera y Cabrera, sostuvo una serie de proposiciones La sociedad colonial estaba escindida en dos grandes secto­
en 1793 inspiradas en las ideas del obispo de Meaux, Jacques res, aunque las barreras enue ambos no siempre fueron excesiva..

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-. ,.
.
e�
n;tente rígidas e internamente cada sector presentaba importantes ámbito rioplatense se hizo más urgente. Por ese entonces> la Unl­
divajes. · P o r un lado, estaban los miembros de la llamada gente versida� 4abía experimentado una serie de cambios relevantes que
favoreélan el cumplimiento de esa funci6n. DesdeJ ?.?� f.<;.. otorga­
. .:
decente, los espafioles; y, por otro, las .castas que incluían a mes­

tizos, indii?;enas, mulatos y �sclavos. El acceso a la Universidad ba;'!o . \[t:;Jg� g� .d,.()ctp.r .�)os l�}.Só>C�>.X <Cn,tre... 1'79J�':Y-.1Z9,�, . como -ya
1 est�ba reservado a los primeros. Aunque, el prop6sito central de 1'13.f?.aliffiqsl se había org�Z.ido . la ense.B:añ·za del derecho civi�...,La
·

; la creaci6n de la casa de estudios superiores de Córdoba era la ú''ii.Tvers'idad· tloplatensf' "d:el'sigló' 'XVIU,- y--tamb'i'éñ ta det xi:x,
j formación de un clero letrado, los conocimientos que allí se im­ cumplió un papel esencial en la formaci6n de la elite letrada y le
:; partían eran particularmente útiles para todos aquellos que aspi­
propordo?:.?-.J<?,�)��.�r.y..mentos indispensables para el ejercicio de la
j raban a seguir uná. carrera en el marco de li burocracia colonial. adminisúaCiUi"l5'liró'2ratica y el poder politlco. Quienes aspiraban
J Los nombramientos de funcionarios para cargos locales y reales a incorporar esos instrumentos y conocimientos debían acudir
i dependían de. una red de favores privados, herencia, necesidades
entonces a Córdoba) a Charcas, a Santiago de Chlle o a algunas de
financieras de la Co·rona y, en algunos casos, también del mérito las institucioneS de enseñanza que comenzaban á crearse en Bue­
y los conocimientos, aunque el peso de cada uno de estos factores nos Aires. Los vínculos entre la buJ:ocrªc;_ia colonial, los ,.;ni��bros
fue modifid.ndose con el tiempo. A menudo los cargos se ven­ de la elite p�t5rrt)�" ur�jina y \os d<:l t;l_�UStJ:O 4�-�inte..'.g�)" .Univer­
dían, aunque ciertos puestos considerados clave se mantuvieron sidad 'se volvieron. pmbién .ppr...en.ron<;!CS más .�.§trecj¡qs. El hecho
bajo el control de la monarquía. Hacia fin<J.les. del siglo XVIII, la sé 'ha:tlit·evril:eX:te dur�nte el proceso de· ¡;,:;--¡;:;�h;s·por la indepen­
pd.ctica de la venta de cargos fue .progresivamente dejada a un ·dencia. Como han destacado varios especialistas, de los veintinue­
lado en el marc6 de la' política centralista implementada por los ve congresales que firmaron el Acta de la Independencia en el
Barbones. Hab·¿f pasado por los claustros de las casas de estudios Congreso de Tucumán en 1 8 16, catorce hablan pasado por los
superiores nó c�·nstituía por eÍltonces una condlci6n nece'saria . claustros cordobeses. P er9 también los universitarios cordGbeses
para ocupar pUeStos e n l a mayor�a de los cargos del sistema ad­ cumplirían una función destacada en los congresos y asambleas
ministrativo cqt;mial, aunque era exigido para el ejercicio de rioplatenses de 1 8 13, 1 826 y 1 853. En los claustros cordobeses se
algunos de ell0S":y funciones. Por ejemplo, las universidades de fornlaron durante los últimos años del siglo XVIII y los primeros
San Marcos de 'Lima y de México proporcionaban a los criollos del XIX figuras centrales de la historia polltica rioplatense de la
de los virreinatos respectivos los conocimientos de dereCho civil. primera mitad ese último como José Maria Paz, Dalmacio Vélez
y can6nico para ocupar los cargos de la Audiencia. El a<;:ceso a la Sarsfield, Gaspar Rodriguez de Francia, Juan Ignacio Gorriti o
burOcracia proporcionaba un ingreso fijo y permitía afianzar un ·
Manuel Derqui.
lugar de privilegio en el seno de la gente decente. de las ciudades Es importante tener en cuenta aquí que, aunque la sociedad
coloniales híspanoai:hericanas.. Fr.ec.uentemente el acceso .a la admitía la · divislón entre dos sectores claramente diferenciados� era
Universidad pod.ía erigirse en un mecanismo clave para el ascenw posible para los miembros de determinados grUpos étnicos ingre­
so dentro de la elite. A menudo, sobre todo en; áreas marginales sar en el sector privilegiado. Muchos mestizos eran admitidos
como el Río de la Plata, era compatible con la administraci6n de como p arte de la población española, sobre todo en las áreas
la propiedad o el comercio. En muchas ;,egj.?;P,��;,:·\1\ .S:,arrera buro- periféricas del imperio. D e este modo, la categoría de españoles,
. crática aseguraba- los puestos más prominentes ,de laS elites y era . en el Rlo de la Plata, involucraba a un gran número de individuos
el camino elegido por quienes� aun perteneciendo a ésta, conta­ con rasgos físicos claramente no europeos.
ban con escasos medios económicos o fortuna. Durante el siglo XVIII, en diversas regiones de Hispanoamé­
Cu,a.ndo en 179 5 se cre6 la Audiencia de Buenos Alres, la rica colonial se acentuó, aunque en forma tímida, un proceso de
formación de juristas para que desempeñasen funciones en todo el movilidad social que favorecía a distintos sectores de las castas y

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í 1
que1 en algunos casos) tendía a. diluir las diferencias entre ciertos
miembros de éstas y los españoles. La. administraci6n borb6nica
tomó una serie de medi<;l.;�.� que fortalecieron ese proceso. Los esp;¡_­
biese a los miembros de las CaStas el. ingreso a la Universidad. Sólo
muy gradualmente y, durante el siglo XIX, estas pr:icticas fueron
abandonadas.
l
ñoles asentados en América reaccionaron contra esta tendencia y
procuraron limitar el ascenso de dichos grupos. Así, la elite hisp:i­
nica se manifestó en forma abierta en defensa del orden social LA UNIVERSiDAD DURANTE
slgn_ado po.r la divlsi6n en estamentos diferenciados por caracterís­ LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
ticas raciales. A finales del periodo colonial. y durante roda la
prlme�a mitad del siglo XIX operaron mecanismos de segregación 'l!n.a de las primeras tareas que asumió el �_:��·- !:,!}.P..�� como auto­
que tendían a limitar el acceso a la Universidad y el papel de ésta ndad fue la reforma de sus planes de estudios. E¡,�J.ª 1_?,,. §,� aprobó
como instancia para el ascenso sociaL '::� nuevo .2��'.; .J:.a;.a_J'f.Y ni:':ersidad, s¡ ue com�nzó a aplicarse en


_
La o bligadón de demostrar la pttreza de S4ngre fue convir­ a§.;:ü s!s..J_8l2_.,.c!!'§J!U�ui.e .s e�.a¡¡:ntl?:a;.:[:?J?�E.��_cl,!;'-�or-sup ren:;t_o. La
tiéndose hacia finales del periodo colonial en un requisito exclu­ propuesta de) deán profundizaba .la>�endenc1a rerwya�?ra c¡�.h�- \
yente para ingresar a la -Universidad y acceder a los titules. Así, "'b!acome!lll;>ctó"düránte"el--·sigtcí'XVIfr;'-¡;er<f'en 'ella se inanifesta- \
bañ,u;;� ve�· ;n¡s;-ias dificultades pará.romper con el marco esco- !
eran discriminados en forma direct.i los miembros de las castas,
africanos, mulatos y mestizos que integraban la mayor parte de la lástico y cqn la impronta religiosa que signaba a la: c;a�a de estudios
. cordobesa... Se.. evidenciaba,. todavía,.Ja imposibl!idad� de .rráspasac . . .
{''
población. cordobesa. .Es preciso . tener en. cuenta . .aquf que. las
constituciones de la Universidad aprobadas en· 1 664 no consagra­ los límites impuestos po'r las tradiciones implantadas con la funda- ·
ban en forma explicita a la pureza de sangre como un requisito ción ·de la Universidad. El deán señalaba entonces la necesidad d�­
para ser admitido. ·Pero cuando en 1 7 1 0 un hijo ilegítimo solicitó dar cabiqa en el rr_¡arco d!tl!!s-estúdii:i:<i' ·filÚiíficos"a·'¡a:-·;rltmé'tréty .
que le fuera concedido ·el título de maestro en Artes, el claustro ·]a geometda:· afirmando que sÜ··eii:ú:dió, no"podia"'liíüitarse sola- i ··
.debió considerar esp'ecialmente el pedido. Resolvió acceder a la mente.. ; dos-�sp��t¿-s teÚÍcos, Fundó entonces y dotó los recursos.
p';;�;·i-;;- implemeñtao6ñ!I;;"üña cátedra de Matemáticas en la Uni-¡
solicitud pero esrabledó que, a partir de entonces, los aspirantes
debían demostrar tanto su legitimidad como su pureza de sangre. versida�, inrro dujo Jq. e_nseñanza de las lenguas modernas y redujo
. . ·
\
Los episodios se reiteraron posteriormente. En 1786, el claustro el espa:cw dediCado a !.a metafísica. ,
volvió a prohibir en forma explfclta la graduación a los ilegitimas. . Pero, simu!tanéamente, resaltaba el valor de la teolo�fa esco- \
De acuerdo con estas disposiciones no podían ser admitidos aqu!!­ lástica por sus servicios a la causa de la rel.igl6n. Sostenía, sin :
Ilos que no do.cumentasen su "legitimidad i limpieza de sangre, embargo, que del uso prudente y moderado de ésta se había pasa­
con la partida de fe de bautismo e información de un· juez de lugar do al más "deplorable- abuso", sucediendo al estudio de las verda­
de su nacimiento),. Aunque estas exigencias ya habían comenzado deras fuentes de D íos interminables cuestiones "frívolas, curiosas e
,
a ser abolidas antes de la revolución, todavía en 1 832 el rector impertinentes '. La teología dogmática1 señalaba el deán, debía
recha.:zó por sú origen la inscripción de un j oven que deseaba ma­ enseñarse de modo amplio 'y completo para situar a la juventud en
tricularse, y obtuvo aqui, nuevamente,. el respaldo del claustro condiciones de "defender las verdades de la religión y -refutar los
oponiéndose al criterio sostenido por los hombres del gobierno de delirios de la impiedad".
la provincia. Las discusiones mostraban cómo las instituciones y En su propuesta en torno al estudio de la jurisprudencia y la
prácticas propias del antiguo régimen seguían yigentes tod;a.vía en teología, podía advertirse también la imposibilidad de romper con
la etapa independentista. En una fecha tan tardía. como 1844 los ese mismo marco escolásticd. Proponía Funes, sin duda, moc!ifica­
miembros de la Universidad consiguieron que el gobierno prohi- ciones relevantes en ambas materias. Se evidenciaba aquí la necesi-

32 .33
P1 2
' .
dad de adecuar la ensefianza a los requerimientos del nuevo Estado En 1815 fue abolido el anriguo sistema de propinas y reemplazado
revolucionarfo, al desarrollo de nuevas tradiciones políticas 'Y a las por un nuevo conjunto de aranCeles. A ello se agregaron un grava­
exigencias derivadas de la necesidad de . formar adecuadámente al men sobre las rentas de la mitra del obispádo de Córdoba y un
personal político para el Estado. Así, sugerfa que en los cursos de derecho sobre las herencias transversales para el sostenimiento de
teología o jurisprudencia era indispens_�ble el�tudio. _cl�J?.J�Iórica la casa de estudios. Fln:almente, a esto se sumaban los ingresos
y·He"lós"pfiiidJ5fos'C!e1 d�rechp· ;;.a.�ty:¡U_j:a"fz:nieS.:E;, relación. con provenientes de hs rentas de[. antiguo patrimonio de la Universi­
los de judsptúdenda, agregaba la necesidad de in:duir el estudio del dad. Durante los primeros afios de la guerra de fa Independencia,
derecho ·romano y de las leyes patrias. También aquí se advertía la la institución adoleci6; además, de la falta de estudiantes. Esto se
n f �
in':i�t��cia en la :'�ces.i�¡¡� d�a..E:o�clón est;��� . e t.r!'. gl �� � y debió, en pii:�t�'?It'·T�"''i:tisis de las j erarquías burocráticas, tanto .
_ n
Estado al propon�r Ía. unnSg_..í:ld-.es.m.<;\!_o-:!iei- ·�_:;ho .::_�¡[ co el laicas como eclesiásticas, que se originó con la Revoluci6n. En la
can6rt.ico; ·indispensable,. co.ry..O··sefialab.g1_ ..en.. uñ�s.t�(Jg__s.:'a't6lic6'�:· consideración de Ias elites, esto� oficios fueron reemplazado's por
Este plan fue revisado en 1 8 1 8 a partir de una visita que· ;:¡;·¡¡l26ef' ¡ la carrera militar.
n
gobernador intendente de la provincia, Ma uel Antonio de Castro. . De todos modos> es preciso s�ñalar también · que durante las
Se incluyó una cátedra de Gramática Francesa, entre otros ·cambios décadas de ¡830 y 1840 la Universidad experimentó. pocos cam­
menores. En referencia a los cursos de filosofía se ordenaba qU:e los bios en su: organizaci6n y funCionamiento. Los planes de estudios
catedráticos debían cuidar que nó se eliminare totalmente el amode­ siguieron respetando las pautas sugeridas por el deán Funes al
rado uso de la.forma silogística'�, pero que tampoco se convirtiese a comenzar la etapa revolucionaria. La. casa de estudi'O's" contlnuQ,
ésta en un "abusó sofistico; ríd!culo, incivil i perjudicial". La visita su�ordinada al poder polltiq:> y, .c�irio l¡q:[e Bue!f!JS Air��1);>.J);gg.i­
también establéd-6 el arreglo del archivo de la Universidad y de su deci6 afectada por la inestabilidad instituciopal _ y_ [!',.,.!!§fi?,s.ez...de.,·
biblio teca. · "'" ·
-
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· igcuis6i'. "I'a:I· 'i'ez/'la 'litri'oV'aCill"!i.· ·�m:as·-¡¡ó"tiibk.dél .J5.efioéla�ft.nr :)tc-· ·
"
A partir dé1S20, con la caída del gobierno central, del que viñculá:dá con k irit�� d.ucd6n . de· illúl"cá.teara" de"bé���ho"Píi):>!Íco
por entopees dependía, la Universidad pas6 a jurlsd1ccl6n de las a"cargo de Siúíi'l�g� DerqGr�;,_�jJ�§�icicl:>1ó:ser.::&üp;;1mi.da-en
' autoridades de ·i.a provincia de Córdoba. Justamente, la caracterís­ i:�$'4.(J" por razone:. ptesupuest"áriá�. P�i-6, a pesar del cr,ciente pro­
tica principal de esta etapa radic6 en la dependencia cada vez ceso ·¿et d·ét�ifOrO; · en···· h. ·ur:;rverSidad mediterránea se formaron
mayor del poder político provincial. En diciembre de 1828, el varios de los principales protagonistas de la vida política argentina
gobierno de la provincia, "liderado entonces por Juan Bautista de la segunda mitad del siglo XIX. Como se recuerda en el texto
Bustos, emitió un decreto en el que . declaró que la Universidad que, con el seud6nimo de Vlctor Gálvez y el titulo de Memorias de
debla permanecer bajo la t(inroedlata inspección y patroci io ¡' del n un vie jo escribió Vicente QUesada, aunque "pobrísima\ la vieja
gobierno, al igual que todos ·los establecimientos de enseñanza Universldad ri:J.antenla en aquellos años su aureola de prestigio y
pública y las casas de regulares. Así, el poder político impuso su era muy superior a la Universidad porteña de los tiempos de Ro­
Jurisdicción sobre la Universidad, lo que, a la vez, le permitió sas. La instituci6n cumplía1 y sigui6 cumpliendo, un rol esencial
reservarse el nombramiento del recto"r y los catedráticos. en la socializacl6n de las elites provinciales.
·

Durante toda la década de ·1820, t'\lW�)a.;JJ¡:¡,-\V'f'iÚdad como


el Colegio de Montserrat: sobrevivieron en· un · contexto signado
por una extrema precariedad. Las vicisitudes derivadas de las gue­ LA NACIONALIZACIÓN
rras. de la Independencia afectaron al conjunto de las corporacio­
nes, y la Universidad no se mantuvo al margen de este proceso. Sus Luego de Caseros comenzó una nueva etapa en la vida de la Uni­
rentas fueron gravadas para hacer frente a los gastos de la guerra. versidad. Ésta fu,e. _trap.§ferida
-- - . . . a la j urisdicción nacional -"-n-1--854.
.. . - .. -.------�--�-��------.. ..
·
. _

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P13
T

;
·'f Tanto la Universidad como el Colegio de Montserrat fueron .
na- les en el ámbito de la Universidad de Córdoba. En 1 870, Sarmlen- ·
· cionalizados y su sostenimiento quedó bajo la responsabilidad del ro le encargó, formalmente, la organización de la Facultad de
gobierno nacional. Up_ notable esfuerzo �e realizó durante la etapa <=.��n_cias F�ic�-�ate�á�icas y lo autoriz .ó a contratar a siete do- ;
.
de la Confederación, entre 1 854 y 1861, para au.ine(iiar la dota­ centes en Alemania para incorporá.rs e i la llueVa·i�stitudóü·�· EStos J·
ción de las cátedras e incrementar el p atrimonio bibliográfico de la profesores deberían ocuparse d� Ia .ens".Íj,.'!P.:l;a y laJr:.Y.�.s-�i_g,a�6.n. ..�n
lnstil::uci6n. T�dav!a entonces la Universidad estaba limitada a un el ámbito de la física, la 'química,- la minerJ'-!Qgíg,Ja. botánica, la 1
Instituto de Estudios Preparatorios, una Facultad de Teología y zoología y la astronomía. En �:.i<;rta'' . iji�:;li<;l,;¡,_q:><:\gs.. s::é;i§_Ji,;tctatWas 1
otra de Derecho. En 1 857 se sancionó una nueva constitución formaban parte de ún ens�yÓ p�a ·m.o � iflsa.da. J;l.'!tHr..a!,e7;'>..,¡;l.e. la 1
para la casa de estudios que determinó que su. rector) que _ conser­ enseñanz;t impartiiia en h<,Univ:ersidad,,. .organizado...de�4.�<.. �1..&s.t)l;' .·
vaba amplias atribuciones, seda elegido por el claustro con poste­ dO nacionaL
rior aprobación del gobierno nacional. El claustro, a su vez, iba a ·

Los ·Cientificos contratados por B¡.u·me.ister llegaron a partir


estar integrado par todos los doctores, licenciados y maestros gra­ de 1 s ·,;iCcq_;,�¡;n.;¡§ P.roéli�6 articul�r, ;;; el ,;,;:;;;,o ·a:mlíito·anrv�r­
duados .en ella más el obispo de la diócesis, el gobernador de la sitario, una academia di:'Cienci� Ex;t�_ias. l.a'r�lació!fC!é1"ñatura­
provincia y el presidente de la Nación. El claustro quedaba encar­ li;t� alemán' con los-profesÍ�;;·�¡;;�·· g_u� ¿¡ mismo habia contratado
gado de r.�solver los asuntos de mayor importancia y sus decisiones fue particularmente con,flictiva desde un principio debido a sus
conservaban el rango de reglas constitucionales. Las nuevas dispo­ intentos de controlar en forma estricta los trabaJos que éstos lleva­
sicione� eliminaron el f":<:J:O .a�.'l4�l!!ic() . y "�tli\>Ae�ier�m .q{le l()s ban . a. cabo. Varios .de .los� cientfficos..reto r-naro n-·entp nGes. a.Aleffia-· ·
catedráticos fuesen designados por concursos de oposici6n. nía, y el· prop io B urmeister renunció a la Academia en julio de
Las primeras qposiciones se verificaron en 1 863, cuando los­ 1 875. Posteriormente se organizó, en el espacia de la Universl<49.,
cambios politices vinculados con la calda del gobierno de la Cene una Facultad de Ciencias que tenía el mismo rango que las demás.
federación y el avance de los círculos mitristas forzaron cambios Un nuevo grupo de científicos también de origen alemán fue con­
i. ··...t'· relevantes en el profesorado de .la institución. Pero, un año des­ tratado para integrar su plantel docente. La Facultad comenzó a
; · pués, por inlciatlva de Eduardo Costa, ministro de Justicia, Culto
funcionar en forma regular aunque debió sortear los problemas
· e Instrucción Pública, tuvo lugar una nueva reforma del plan de derivados del escaso número de alumnos que frecuentaban sus
'estudios. La Facultad de Teología flle suprimida y los estudios de aulas. Hacia finales de)ll. <i�.qada.sur.gi6- el·-preyecto d,e crear, .en..su
Derecho renovados y mod,ernizados al eliminarse el estudio del seno, ulia. es�·�él2. cPnsag.rada a la .forr:n�c;i6� _de ag¡;l.tn.�nªor:�.s, .ªr­
. derecho natural e incorporarse el del derecho civil argentino. Con qultectos e irigérileros ·dvíles. Tiempo más tarde, la foxmación .de ·
· estas reformas, los estudios de la Universldad abandonaban en profesores ei}Jisica y materriátici1 pasó a· ser �ons.ider-ada .como··ñ:no
forma definitiva la armazón escolástica,_ de'sus_ objetiyo.s, EJ.>.as:ini_ciativ�s reforz"Q,an m .<::;órdoba una im­
A finales de esa misma década comenzaron los proyectos para portante · ·caracteríscica que� asumrria con parri�Ular vigor la Uni­
organizar en el seno de la U_niversldad, y en forma más sistemática, versidad argentina de finales del siglo XIX y del siglo XX:_.su
los estudios en el ámbito de las ciencias exactas y naturales. Ya orJ?.n>;ación pm.fe��9Jl.aUsta. ,,-·· · · ·
·· ·· ··· ' •·
Nicolás Avellaneda, en 1 869, cuando era ministro, había visitado
__

EQ_ 1 877 se había dispuesto la cr;¡¡¡,;;ió.n-d.e-.La...EacJ.!ltad de '·


la Universidad y sugerido la conveniencia de introducir cátedras C::J.e.ncias 1Vfec!ü::a�7,···er!'"l;879;' un".ñuevó proy:�cto _d�-�Eatt.t.to_fasa
en dichas disciplinas. El encargado de organizar tales esmdios fue · 1ª'- Universii:la.4 · cpntemplába·· lii' exiit<;'n.da...de cuatro · facultades:·
·

un científico alemán, Hermann B urmeister. En realidad Derecho y Ciencias Só�ia:lés, · Cierrd�� Fisíc�:.Mafemái:iéa:s;'Mécl'í�
· ···- . ... ,1
Burmeister ya había formulado tiempo atrás un proyecto con el dna .y FU.Osofía y ·IfAi'lj;lfn:ldides. },sí, la Universidad se · construía
••• • • �· > ��- • •

objetivo de estructurar un centro consagrado a las ciencias natura- sob.re la base de la existencia1 en realídad1 de tres grandes escuelas

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\
.
profesionales orientadas a la formación de médicos, abogados, in­ .
habitual en Buenos Aires. La de Cárcano sostenía la igualdad de 1
. genieros y arquitectos (los dos últimos se formaban en la Facultad derechos civiles entre los hijos· '�naturales, adulterinos, incestuosos j
de Ciencias Físico-Matemáticas). En 1 883 se estableció un est.atu­ y sacrilegos". Afirmaba la defensa de la libertad de pensamiento,. 1
\ to provisorio que determinaba, adem?s, una forma . de gobierno

· similar· a la que iba a imperar también en la Universidad de Bue­
n()S Aires y que estaba presidida por un rector y· conformada por
de conciencia" y basaba su . trabajo en la idea de la igualdad entre los ·
hijos en la esfera de lo específicamente civll y de la soberanía del ·:
Estado. La te�is fue, en u.na pri.g}J::r� presentací6n, rechazada P.Pt �:�
\ facultades gobernadas por consejos académicos con miembros vi­ opo':'�rs e":·.l:is ·doctrÍn'::�··d� :J:,:Igl:osia;·p'e'rt>' ·er"ConseJi)"Y\'i:ad.Mlic�, . .
) talicios.
A comienzos de la década de 1 8 8 0 la Universidad sufrió el

co . e!. r.�eP.�l<).9 :��l��,.��A<¿ip-9 :� )����::.��Iim:'n, .
d e .. ::esll;.;:d'!fli!�.el
réc!entemente deslg'!l,'!,do.,gob·ernail.or;'h-AR;:obO. E
<"
l conflicto ha­
"

embate de los grupos llbe1·ales ortodoxos que avanzaron sobre las b/3. · a�umido ya elliances el cariz de una ve·;a:;;:cr�ra lucha por la �
prerrogativas de la Iglesia. El resultado del impacto de este proceso Ilbertad de conciencia en el ámbito universitario.
de secularización de la p olítica y la educación que se verificó en la El episodio no terminó con la aprobación. El vicario capitu­
Argentina a partir de la década de 1 88 0 sobre Ios claustros cordo­ lar de la ciudad, monsefior Jerónimo E . Clara, condenó la decis16n
beses constituye una cuestión que merece un estudio en profundi­ del Consejo Académico y prohibió la lectura de la tesis. A1 mismo
dad. Parece evidente, de todos modos, que la institución nq logró tiempo cuestionó la Creación en la ciudad de una escuda nori:nal
permanecer .al margen d e este movimiento en el que desde el ESta­ Para niñas conducida por maes.tras protestantes y e1 avance de la
do se procuró controlar el. sistema educativo. Es imposible dejar de prensa liberal. El gobierno naciónal respondió a la vez suspendien­
recordar1 en este mismo co ntexto, que varios de los principales do al vlcarío. 'Tiempo más tarde) tres profesores de la Universidad
personajes del elen'éo gobernante que impulsó la ley 1.420, de ·
que se habían solidarizado con. el funcionario eclesiástico fueron
educación comú.n;;:y el avance sobre la jurisdicci6n ecl�siástica destituidos de sus cargos por el gobierno. La disputa lleg6 a invo­
eran de origen cordbbés, como Miguel Juárez Celman, Pl:"'esidente lucrar a· la Asociación Católlca de Buenos Aires, que condenó el
de la Nación entro:n 8 86 y 1 890, y Ramón J. Cárcano. accionar de las autoridades. Este movimiento llev6 luego a la ex­
En este mardG, el episodio vinculado con la presentáción y pulsión de José Manuel Estrada, profesor de Derecho Constitucio­
aprobacióri de la tesis doctoral de este último constituye una prue­ nal y Administrativo en la Universidad de Buenos Aires. Cárcano,
ba particularmente ilustrativa del grado de tensión que dicho pro­ mientras tanto, adquirió una enorme popularidad, tanto en Cór­
ceso de secularizaCión introdujo en la casa de estudios que habían doba como en Buenos Aires, .a raíz de estos episodios.
fundado los jesuitas a principios del siglo XVTI. Cárcano ya era, en La división entre cacólicos y liberales se acentuó progresiva­
1 884, a pesar de su juventud, una de las figuras centrales del mente en Córdoba a partir del acontecimiento que comenzó con la
liberalismo cordobés. Al terminar su brillante carrera como estu­ defensa de la tesis de Cárcano. Se dividió su elite polftica, los
diante habia sido designado profesor de Derecho Comercial de la miembros de su profesorado y también sus estudiantes. La tesis
facultad. Formaba parte, además, de un núcleo de estudiantes cuestionaba con vigor una tradición en la que las normas jurídicas
universitarios que apoyaba. la ·candidatura presidencial de Julio. habían estado i1npregnadas por principios teológicos. Pero Córdo­
Argentino Roca y que sostenía los principioq'".d�)g}�ns�P,gJ1Za laica, ba no podía permanecer al margen de los movlffiientos de secula­
el matrimonio civil y la separación de la Igiésl:i'y';:Fi:i,'�'t,;'d:o. En sus
·

rización del sistema educativo que afectaron a la Repúhllca duran­


Memorias, Cárcano recuerda que su tesis fue la primera en presen­ te los últimos años del siglo . Aunque la creación del ferrocarril y
tarse luego de la supresión de la prueba conocida con el nombre de el desarrollo de la red de transportes provocaron que Buenos. Aires
Ignaciana. Era la primera vez que se postulaba el acceso al grado la desplazara com9 principal centro universitario a principlos de la
doctoral a partir de la presentación de una tesis escrita como era década de 1 8 80, seguia siendo un lugar d e importancia estratégica.

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1•
' ' ¡
El peso que los hombres de C6rdoba y los antiguos egresados de ¡;
,,
la Universidad tuvieron en los equipos gobérnantes de la Argen­ ,.
t
tina entre 1 8 80 y 1 9 1 2 hada que fuese imposibl:e no atender con
especial preocupación las orientaciones de su ensefianza, parti�u­ t
larmente en el ámbito de la Facultad de Derecho. Era evidente, i
¡.
en este contexto, que el cerrado predominio de la tradición cat6-
¡.
lica más ortodoxa e intolerante habla quedado irremediáblemen­ í
te resquebrajada a principios de la década de 1 880, profundlzán­ �. CAPfTULO 2
dose de esta manera la separación de los campos universitario y
eclesiást_ico) �unque, sin .duda, la imp.r:on_ta r.eligiosa sigl:l_Í.6 si�n­
do un rasgo que distinguia a la casa de est:udios cordobesa. Un LA UNIVERSlDAD EN EL MARCO DE LA CRISIS DEL MODELO
notable testimonio de los cambios que trajo esta qécada l o brin­ ESCOLÁSTICO: EL CASO DE BuENOS .AIRES
da la propia actitud desafiante de un sector del estudiantado de
la ciudad mediterránea hacia las autoridades eclesiásticas de la
provincia que describe el �ismo Cárcano en sus me�orias. Allí Los ESTUDIOS SUPERIORES EN BUENOS .AIRES
cuenta que la tesis presentada inmediatamente después de la suya DURANTE LA ÉPOCA COLONIAL
era la . de .otro . destacado. _integrante. de la elite .liberal, José. Del
l'
Viso. El titulo de la tesis era "La lib ertad de testar". . Una vez Enrre los siglos XVIII y XIX·se- :verificaron: tnodif<caciones sustan�
obtenido el primer ejemplar de la imprenta, D ei Viso se lo envi6 ciales ·en las concepdones;en.torno.al·papel· del. conocimiento cien­
al vJcario, rogándole que tuviese "la caridad de condenarla con tifico y de · la enseii.anza superior ·en -Europa. Se verificó asi un
una enérgica pastoral". cambio en el perfil de -la.s instituciones_...de- e�señanza �upedOr 4e1
Viejo Continente que buscaba --s).lperar la -- crls.is - en 1�-- que éstas
estaban sumidas desde finales del pedodo moderno. La crisis era
resultado de la resistencia de las instituciones universitarias a
abandonar �1 m,;lde éscolástico del que habían surgido en tiempos
medievales. J\-�Io. lo,il_bi;¡, Pr()vocadO,}:¡';'e �1 .co."':o9 !..T ienro l rn �"!�i4o
en las universidades n() !iu!;>.i�ia incorporado los avancé$ cientificos
e lnt�lecmales"dé los tiempos modernos . .. También ·h1á.bfa impulsa­
do· él désarrollo de 18. formadó;;: · profesional en instituciones ·de·
altos estudios desvfnculadas de las universidades. Las acad�ias de
ciencias, las sociedades dentificas y las gElil/-4es.:<'�cue!as pq�o.)as
de lngenieila · Civil; Mirii:ir O' 'Veterinaria en Francia pasabán a
eJercer un predomlííló �ad; ·._;ez ·m�y�r sobre la invéstigacl6n. y la
instrucci6n.. de---los--pr0fesinrraie�·;· ·· · ... .. ·
·

�-·ya a flnales" del·"siglo XVIII un movimiento de reforma


busc6 separar a la Universidad dé la dominaci6n escolástica y de
la influencia de la Iglesia en términos generales. Esta tendencia
adquirl6 diferentes expresiones en los distintos Estados euro-

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