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“El deseado de todas las gentes”

“El deseado de todas las gentes”: Cristo Jesús.

Este escrito se enfoca en la mayoría de los momentos de la vida de Jesús,


mostrando su historia desde otra perspectiva, pero siempre dejando claro
quién era él y su naturaleza divina. Todo lo que necesita la humanidad es
dejar que Jesús tome el control de sus vidas, pero el detalle está en que no
todos lo aceptan como aquello quien murió para darnos la oportunidad de
la salvación.

El comienzo de este libro nos remonta al principal deseo que tiene el ser
humano de una búsqueda constante de algo que ahora no posee,
implantado por el mismo Dios misericordioso, quien desea que sus hijos
busquen lo mejor para el bien eterno de sus vidas.

En contraste está satanás, quien ha pervertido los pensamientos de la


humanidad haciéndoles creer que esos deseos pueden ser satisfechos con
placeres, riquezas, lujos, fama y poder, hasta que se dan cuenta del gran
vacío en sus corazones.

Podríamos tener todas las riquezas y lujos que hay en este mundo, pero si
nos falta Dios, entonces siempre sentiremos ese vacío en nuestros
corazones que no puede ser llenado con las cosas materiales de este
mundo. El único que puede llenar nuestros corazones es nuestro creador y
padre, Dios; puede llenarles de tal manera que nunca se vuelvan a ser
defectuosos o faltantes de algo.

“El deseado de todas las gentes” quien es el único que puede llenar y
satisfacer todo anhelo, así como lo hizo Jesús de Nazaret, de lo cual no se
ha contado ni siquiera la mitad.
El propósito de este es presentar el amor de Dios por medio de Jesús y la
divina hermosura de su vida, de la cual todos pueden participar y así como
pudieron experimentar los discípulos, desde una transformación de
caracteres terrenales a celestiales el amor y generosidad profundo por las
almas de todas las naciones y razas, también nosotros podamos
encontrarnos cara a cara con el poderoso Jesús, quien transforma y salva a
los que acuden a Dios por intermedio de él.

Cristo, el gran yo soy fue el mediador entre Dios y la humanidad, el que,


siendo santo, inocente, sin manchas, apartado de los pecadores, no se
avergonzó de nosotros y nos llamó hermanos. Gracias a Cristo existe esa
conexión entre el cielo y la tierra, la humanidad forma parte del amor
infinito de Dios. El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios se pueda
dar a conocer conforme a su eterno propósito, con el cual las acusaciones
de satanás no tienen peso ante la obra redentora de la gracia de Dios.

Cuando satanás estaba a punto de triunfar, el hijo de Dios descendió como


embajador de la gracia divina y su amor se manifestó a favor de la especie
caída como señal de misericordia y llegado el tiempo la deidad se glorifico
derramando la gracia sanadora sobre el mundo sin interrupción hasta que
se cumpliese el plan de salvación.

La gracias que Dios nos muestras y por la cual hoy podemos tener la
oportunidad de ser salvos, esta gracia aun está presente hoy en día, pero
estamos tan cegados por el pecado que en la mayoría de las ocasiones no
podemos verla, ni a Dios poniéndola de manifiesto de nuestras vidas.

En el día del juicio final cada alma perdida entenderá la naturaleza del
rechazo de la verdad, y toda mente cegada por la transgresión
comprenderá el verdadero pecado y a juicio del universo Dios quedara
libre de toda culpa por la existencia o continuación del mal y que no había
defecto en el gobierno de Dios.

En los tiempos de Jesús la verdad que él predicaba era impopular en el


lugar del cual había salido, el orgullo en los corazones de los nazarenos
hacía que no aceptaran las enseñanzas de Cristo y no aceptaban su
doctrina, así los dominaba el odio para matar a aquel que era perfectos
delante de ellos.
Tal y como dijo después: “Nadie es profeta en su propia tierra”

Pero aun con el rechazo que cada día sufre, a pesar de haber dado su vida
por nosotros y que nosotros no le demos el lugar que le corresponde Él
estaba dispuesto a llevar nuestras cargas, sufrir nuestras dolencias; a sufrir
como expiación por nosotros, con esto nos esta invitando a derramaran
las diferentes cargas que agobian nuestras vidas sobre él. Conocía muy
bien todas las angustias que el ser humano pasaba e invitaba a toda la
humanidad a dejarle a él sus problemas y dificultades. Cristo se ponía
como un claro ejemplo de abnegación, él estaba en perfecta armonía con
la ley divina y se presentaba en su interior con una perfecta paz, así
también esperaba que fuera con sus seguidores, que estuvieran en
armonía con la ley de Dios y estuvieran en paz.

Quiero concluir este reporte de lectura con una pregunta ¿Qué es lo que
te impide depositar todas tus cargas a los pies de Cristo para luego
seguirle? Tranquil@ Él mismo lo dijo, su carga es ligera, aunque sus
hombros llevo los pecados de toda la humanidad, aun así, Él está
dispuesto a llevar todas aquellas cargas que nos impiden dejar que Dios
more en nuestros corazones llenándolos por completo del “Deseado de
todas las gentes”.

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