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L a perseverancia por encima de las preocupaciones

<<Mas el que persevera hasta el fin este será salvo>> Mateo 24:13

“Sin la perseverancia no se puede alcanzar la salvación”

María había trabajado incansablemente para lograr un objetivo muy concreto:


ahorrar dinero para comenzar sus estudios universitarios. Cuando tenía
suficiente dinero se matriculó en la universidad. Llena de emoción comenzó a
tomar las primeras clases. En principio todo era color de rosa. Le emocionaba
cada cosa nueva que aprendía. No obstante, en la medida en que las lecturas,
los exámenes y los trabajos de investigación aumentaban, también fue
disminuyendo el interés de María por sus estudios. Comenzaron a llegar los
desvelos, las tensiones entre el trabajo y la universidad… Todo esto provocó
un gran desánimo en María. Luchó consigo misma y trató una vez más de
sentir pasión por sus estudios; pero a la hora de hacer la tarea, su mente
divagaba en otros temas. Cansada de sus fracasos académicos y de su falta
de concentración en la vida estudiantil, María regresó a su pueblo y abandonó
la universidad.

¿Fue correcta la decisión de María?

En ocasiones pasamos por situaciones que nos hacen sentir desanimados,


vencidos, como si no pudiéramos dar nada mas de nosotros; sentimos que no
hay soluciones a nuestro alcance. En ese momento, justo en ese momento es
que debemos de trabajar mas duro, sacar fuerzas de donde no tenemos para
que en el momento que lleguemos a la meta al mirar hacia atrás podamos
decir “no fue fácil, pensé en dejarlo todo, pero ahora veo que todo aquello valió
completamente la pena”.

El crecimiento en la vida espiritual es como una carrera universitaria. Tendrás


altos y bajos. En algún momento sentirás que no vale la pena leer la Biblia; que
cuando decides orar, tu mente dista mucho de las palabras que salen de tu
boca. Pero no por ello hemos de desistir en nuestros esfuerzos de ser mejores
creyentes. No debemos renunciar a que Dios siga construyendo la mejor
versión de cada uno de nosotros. La solución a nuestros fracasos espirituales
no es alejarnos de Dios, sino acercarnos más decididamente a él.

En el reloj de Dios las cosas suceden justo a tiempo. Él sabe todas las cosas.
Entre ellas, sabe de nuestras luchas internas y, si se lo permitimos va a ganar
la victoria por nosotros. Tal y como dice 1 Pedro 5: 7 <<Echando toda
vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros>>. En otra
versión dice “Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se preocupa
por ustedes”.
A veces en nuestra vida cristiana también tenemos momentos en los cuales
dudamos de nosotros mismos y de nuestra fe. Nos dejemos arropar por los
problemas y olvidamos que Dios siempre está al control, aunque no lo veamos.

Ser perseverante es una cualidad que cada cristiano debe de poseer, pues
este camino no es fácil, la senda que hemos decidido seguir están y estará
llena de vicisitudes. En este mundo tendremos pruebas y aflicciones, sin
embargo, debemos de confiar en aquel que ha vencido al mundo. El camino es
largo y angosto no todos pondrán llegar al final de este, pero, aunque caigas, el
detalle está en no permanecer para siempre en el suelo.

Sería grandioso que al final de los tiempos, se diga de ti y de mí lo que Juan


registró con respecto a la Iglesia de Éfeso: “Has sufrido, has sido
perseverante, has trabajado arduamente por amor de mi nombre y no has
desmayado” (Apocalipsis 2:3).

“Sin la perseverancia es imposible alcanzar la salvación” Y tú como cristiano,


¿qué tanto puedes soportar para perseverar y alcanzar la meta, la corona de
vida eterna? Recuerda: <<Mas el que persevera hasta el fin este será
salvo>> Mateo 24:13

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