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Métodos

para el
discernimiento
personal.
Misioneras Catequistas
de los Pobres.
2021
Contenido

Contenido ........................................................................................................................................ 1
Pasos para discernir lo que pasa en tu corazón. ............................................................... 2
Método de discernimiento de nuestro Padre Fundador: José Juan de Jesús
Herrera y Piña. ............................................................................................................................ 13
Proceso de Discernimiento ..................................................................................................... 14
Método de Discernimiento de los Discípulos Misioneros de Jesucristo en
Aparecida 266-275. .................................................................................................................... 15
Discernimiento de los afectos................................................................................................ 16
Tabla de discernimiento emocional. ................................................................................... 17
Libreta de discernimiento personal .................................................................................... 24

1
Pasos para discernir lo que pasa en tu corazón.

Pautas que ayudan a un alma a discernir los muchos movimientos que ocurren
dentro del corazón.

Iñigo no consideró ni se detuvo a examinar esta diferencia hasta que un día sus
ojos se abrieron parcialmente y comenzó a preguntarse por esta diferencia y
reflexionar sobre ella. Por experiencia, sabía que algunos pensamientos lo
dejaban triste, mientras que otros lo hacían feliz, y poco a poco llegó a percibir
los diferentes espíritus que lo estaban moviendo; mientras unos venían del diablo,
otros venían de Dios.

La revelación permaneció con él por el resto de su vida y la transmitió en sus


Ejercicios espirituales. Allí pudo ofrecer un conjunto específico de orientaciones y
consejos para ayudar a discernir en situaciones que regularmente se dan en la
experiencia espiritual. Desde entonces, muchos han encontrado consuelo en “sus
reglas” y consejos y acuden a ellas para comprender mejor los movimientos de
Dios en su alma.

La finalidad de “estas reglas” es ayudar a conocer las mociones, los movimientos


interiores que experimentamos cuando nos ponemos en situación de
discernimiento, movimientos a través de los cuales el Señor se nos hace presente.
Y a partir de aquí, saber qué mociones y sentimientos hemos de tener en cuenta y
cuáles hemos de desechar.

Primera regla: propio es de Dios y de sus ángeles en sus mociones dar verdadera
alegría y gozo espiritual, quitando toda tristeza y turbación, que el enemigo induce;
del cual es propio militar contra la tal alegría y consolación espiritual, trayendo
razones aparentes, sutilezas y asiduas falacias.

2
Comentario: Importantísima esta regla, parece mentira que San Ignacio pudiese
con tan pocas palabras decir tanto y resumir tantas verdades… “Propio es de Dios
y de sus ángeles, en sus mociones, dar verdadera alegría y gozo espiritual, quitando
la tristeza y la turbación”: si yo tengo una moción, un pensamiento que se me cruza
por la cabeza, una idea de hacer tal o cual obra, un proyecto (cualquier cosa que
uno pueda poner en tela de juicio si es de Dios o no): si me da paz, si me da alegría,
si viene con tranquilidad… signo es entonces que es de Dios. Habrá que hacer
algunas otras averiguaciones, pero ya uno tiene un gran parámetro para medir.

“Propio es del mal espíritu poner razones aparentes, sutilezas y asiduas


falacias”. El enemigo quita la consolación y alegría espiritual: si viene con
confusión, con tristeza, con duda… entonces eso no es de Dios. Dios quiere la cruz,
por medio de la cruz nosotros tenemos que llegar a la santidad, pero no nos quiere
tristes, no nos quiere turbados. Él quiere que seamos felices, Él nos quiere
alegres, aun en medio de las cruces. Él quiere que nosotros progresemos en la
virtud, y es muy difícil progresar en la virtud y llegar a la santidad si uno esta triste,
“un santo triste es un triste santo” y eso el diablo lo sabe, entonces hará todo lo
posible para que uno pierda la paz, para que uno se embadurne con pequeñas
cosas y se complique y de vueltas y vueltas con una cosa, la otra, y no encuentre
esa paz.

Muchas veces estas asiduas falacias no son otra cosa que escrúpulos… (si algo
está bien o no está bien, esto o lo otro, dudando de una cosa, de otra…) perdiendo
tiempo, perdiendo la paz. Es cierto que uno tiene que tener una conciencia delicada
y tratar de penetrar hasta lo último en las pequeñas cosas que Dios me está
pidiendo, pero eso no es ser escrupulosos. Por tanto, gran regla y que hay que
hacerla carne en nuestra vida: si algo no viene con paz, no es de Dios.

Hay que hacer algunas aclaraciones igualmente: una persona que comete un
pecado, en cierto momento puede sentir alguna “paz”, pero es muy distinta a la paz
de la que se está hablando aquí. San Ignacio supone que sabemos todo esto:

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La paz en el mal no es paz, la alegría en el mal no es alegría verdadera. Aquí se
está hablando de una paz espiritual, perfecta. Aquello que me contrista, que me
quita la paz, no es de Dios (una y otra vez repetírmelo). Puede ser que lo que me
quite la paz del momento es hacer una obra de caridad, muy perfecta y que me
cueste un poco, pero eso es del momento y uno en el fondo se da cuenta de que
eso es una cosa muy buena.

Hay veces que realmente me quita la paz una obra de bien y puede ser porque no
estoy llamado yo a hacer eso (pienso “quizás Dios me está pidiendo que haga ayuno
de quince días” y capaz que eso me quita un poco la paz, pero justamente porque
eso no es de Dios), por eso hay que tener cuidado porque incluso en las obras de
bien puede el ángel malo camuflarse, como ya vamos a ver.

Segunda regla. Sólo es de Dios nuestro Señor dar consolación al ánima sin causa
precedente; porque es propio del Criador entrar, salir, hacer moción en ella,
trayéndola toda en amor de la su divina majestad. Digo sin causa, sin ningún previo
sentimiento o conocimiento de algún objeto, por el cual venga la tal consolación
mediante sus actos de entendimiento y voluntad.

Comentario: Ya sabemos que es la consolación, ya lo aprendimos en la regla de


discernimiento para la primera semana. Si yo tengo una consolación “con causa”,
puede que sea de Dios o puede que no, si es “sin causa” entonces seguro es de
Dios.
¿Qué es tener una consolación con causa? Simplemente tener un motivo que
haga que a mi seme pueda ocurrir lo que estoy pensando (por ejemplo: veo una
película de la Madre Teresa de Calcuta, que dejó todo e hizo obras grandes,
entonces después se me cruza un pensamiento de que yo tengo que hacer lo
mismo; si soy padre de familia o madre de familia se me cruza el pensamiento de
que tengo que dejar todo y trabajar con los pobres, y me da consuelo eso porque
me parece que es buscar la santidad y seguir a Dios, pero aquí uno puede decir
“esto tiene una causa”, es cierta consolación pero… tiene una causa: acabo de
ver una película).

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Entonces uno ya puede dudar, porque si hay causa puede ser también del mal
espíritu, porque el diablo tiene entrada también hasta nuestra imaginación, tiene
poder sobre la materia, entonces algunas cosas de la imaginación él puede
utilizarlas, con el permiso de Dios por supuesto, y nosotros podemos creer que son
de Dios. O por nuestra misma naturaleza, por las cosas que hemos guardado en la
memoria (decimos “estaría bueno hacer esto, o lo otro”).

Si es con causa, entonces tener cuidado porque puede que sea de Dios o puede
que no sea de Dios. “Sólo es de Dios nuestro Señor dar consolación al ánima
sin causa precedente; porque es propio del Criador entrar, salir, hacer moción
en ella, trayéndola toda en amor de la su divina majestad”.

Si la consolación es sin causa, se me ocurre algo y no estaba pensando en eso, no


hay ninguna cosa inmediatamente anterior que yo pueda decir “se me ocurrió
esto”, entonces es signo de que es de Dios, porque “es propio de Dios entrar,
salir, hacer moción en ella (en el alma)”, solo Dios puede hacer eso, solo Dios
puede atraer al alma a su amor, sin pedirle permiso para entrar, por supuesto queda
nuestra libertad de aceptar eso o no, pero Él es el único que puede hacerlo.

Tercera regla. con causa puede consolar al ánima así el buen ángel como el malo,
para contrarios fines: el buen ángel, por provecho del ánima, para que crezca y suba
de bien en mejor; y el mal ángel para el contrario, y adelante para traerla a su
dañada intención y malicia.

Comentario: Esta regla complementa lo que venimos diciendo: también puede ser
que con causa sea el buen ángel el que me está dando una moción – el ángel de la
guarda o algún ángel de Dios – o incluso el mismo Dios, pero con alguna causa.

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No quiere decir que si hay alguna causa siempre sea una cosa mala, simplemente
que uno tiene que discernir un poco más, porque el ángel bueno será para que yo
haga cosas buenas, y el ángel malo será para que yo vaya perdiendo escalones en
esta subida a la santidad.

Cuarta regla. Es propio del malvado Ángel, que se forma bajo la apariencia de un
ángel de luz, entrar con el alma devota y salir consigo mismo; es decir, traer buenos
y santos pensamientos, conforme a tal alma justa, y luego, poco a poco, pretende
sacar al alma de sus engaños encubiertos y sus intenciones perversas.

Comentario: Uno tiene que entender esta verdad también. Puede ser que se me
ocurra hacer algo, o cambiar algo en mi vida (algún propósito o cualquier cosa que
sea) que aparentemente sea buena y que sin embargo no sea lo que Dios pide.

El diablo, lamentablemente, nos conoce muy bien, entonces – como veíamos en las
últimas reglas de discernimiento para la primera semana – él, como nos conoce, es
como un caudillo que va a atacar un castillo, él sabe cómo atacarlo, entonces si
nosotros vamos mejorando en la vida espiritual no nos va a ofrecer cosas
pecaminosas muy grandes, porque sabe que las vamos a rechazar, pero si puede
ofrecernos cosas menos buenas de las que estamos haciendo, algo bueno pero que
no es lo que tenemos que hacer (por ejemplo: una madre de familia que se le ocurra
que tiene que rezar cinco horas al día, ir a misa todos los días… y se olvida de sus
hijos, sin dudas que eso no es de Dios y esa puede ser una moción del ángel malo).

Si estoy cumpliendo el deber de estado en alguna cosa y me hace dejarlo por otra
cosa que parece buena, después cuando pasa el tiempo y veo las consecuencias
que tiene ahí me doy cuenta que realmente no era lo mejor; lo importante es verlo
antes, ver que incluso el ángel malo se puede disfrazar de ángel de luz.

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No todo lo bueno que se me ocurre es lo que Dios quiere. Hay que ver si me trae
paz, si no es menos bueno de la cosa que ya estoy haciendo, si no va en contra de
algún deber que tengo, etc.

Quinta regla. Debemos mucho advertir el discurso de los pensamientos; y si el


principio, medio y fin es todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel;
más si en el discurso de los pensamientos que trae, acaba en alguna cosa mala o
destructiva, o menos buena que la que el ánima antes tenía propuesta de hacer, o
la enflaquece o inquieta o conturba a la ánima, quitándole su paz, tranquilidad y
quietud que antes tenía, clara señal es proceder de mal espíritu, enemigo de nuestro
provecho y salud eterna.

Comentario: Ver si el comienzo, el medio y el fin de los pensamientos que se me


vinieron son buenos, o sea, inclinados a todo bien. Si hay alguna cosa que no es
tan buena, o es menos buena de la que estaba haciendo, o es destructiva, sin duda
que no es de Dios. Por ejemplo: un joven estudiante tiene que rendir un examen y
piensa “podría escribirle una carta a mi amigo fulano de tal… y se pone a
escribir la carta, y piensa que está haciendo una obra de caridad
impresionante, porque este amigo necesita esta carta, y tiene que escribirle…
y escribe una y otra y se da cuenta que hace tanto tiempo que no escribe,
¿¡tanto tiempo sin escribir una carta…” “cómo voy a dejar pasar este
apostolado epistolar!?” … se le pasa toda la tarde escribiendo cartas, llega la
noche cansado y piensa de nuevo… “el examen de mañana” … y al otro día lo
aplazan) Entonces ver: una cosa buena, (escribirle una carta al amigo es una obra
buena de apostolado) pero menos buena de la que estaba haciendo (porque tenía
que cumplir el deber de estado). El mal ángel lo distrajo de las cosas que estaba
haciendo.

Puede ser que sea del buen ángel recordarme al amigo… “cuando pueda le
escribo y listo”, pero si me pongo a hacer la cosa y me distraigo…

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Entonces tener cuidado y ver que incluso la misma cosa que se me ocurre puede
ser buena, puede traerme cierta intranquilidad, pero como dice San Ignacio al
terminar “si enflaquece, o inquieta o conturba el ánima”, quitándole la paz, la
tranquilidad, por más que sea buena también es sigo de que pueda ser del mal
ángel.

Sexta regla. Cuando el enemigo de la naturaleza humana ha sido percibido y


conocido por la cola de su serpiente y el mal final al que conduce, ayuda a la persona
que fue tentada por él a mirar inmediatamente el curso de los buenos pensamientos
que le trajo a su comienzo, y cómo, poco a poco, se propuso hacerlo descender de
la dulzura y el gozo espiritual en que se encontraba, hasta el punto de llevarlo a su
depravada intención; para que con esta experiencia, conocida y notada, la persona
pueda protegerse del futuro contra sus engaños habituales.

Séptima regla. En aquellos que van de bueno a mejor, el ángel bueno toca a tal
alma dulce, ligera y suavemente, como una gota de agua que entra en una esponja;
y el mal lo toca bruscamente y con ruido e inquietud, como cuando la gota de agua
cae sobre la piedra. Y los espíritus antes mencionados tocan de manera contraria a
aquellos que van de mal en peor. La razón de esto es que la disposición del alma
es contraria o similar a los dichos Ángeles. Porque, cuando es contrario, entran
perceptiblemente con estrépito y ruido; y cuando es así, entran silenciosamente en
su propia casa, a través de la puerta abierta.

Comentario: Generalmente si yo voy de bien en mejor, subiendo el camino


espiritual, las mociones de los buenos ángeles o de Dios mismo van a ser suaves,
van a ser como esa suave brisa que sentía el profeta que buscaba a Dios: lo buscó
en el viento, en el fuego, en el ruido y solamente Dios estaba en la suave brisa.

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Ver entonces en nuestra vida: si estamos de bien en mejor y se nos ocurre algo,
viene un pensamiento muy estrepitosamente, muy alborotadamente con falta de con
naturalidad… muy probablemente eso no sea de Dios.

A veces puede pasarle a una persona escrupulosa, que de un momento para otro
se dé cuenta “hice esto mal” y se le viene un pensamiento dolorosísimo de algo que
hizo mal y que casi no se había ni dado cuenta y de todas las consecuencias que
tiene… es un pensamiento muy estrepitoso: eso no viene de Dios; justamente el
diablo sabe que la persona es escrupulosa y por ahí le ataca.

Si fuese que Dios quisiere remordernos con alguna cosa que hemos hecho mal, es
muy distinto: es más suave, con la dulzura del arrepentimiento. Tampoco puede ser
que me dé cuenta que hice algo tan mal si en el momento que lo hice no me daba
cuenta, si puede ser algo para mejorar, algo en lo que no estuve tan bien, puede
ser una falta menor pero no puede ser un pecado grave sin haberme dado cuenta.

(Además, para que haya pecado mortal sabemos que tiene que haber pleno
conocimiento, pleno consentimiento, y materia grave). Y si uno va de mal en peor
uno no está en el camino de la virtud, sino que se ha apartado, entonces es el
contrario modo: las cosas que nos induzca, nos muestren o nos trate de proponer
el mal ángel, van a ser dulces, van a ser suaves, van a ser como connaturales a
nosotros, no van a entrar con estrépito a nuestra alma; y las del buen ángel si – por
los contrarios, como dice San Ignacio – .

Octava regla. Cuando la consolación es sin causa, dado que en ella no haya
engaño por ser de solo Dios nuestro Señor, como está dicho, pero la persona
espiritual, a quien Dios da la tal consolación, debe, con mucha vigilancia y atención,
mirar y discernir el propio tiempo de la tal actual consolación, del siguiente en que
la ánima queda caliente, y favorecida con el favor y reliquias de la consolación
pasada; porque muchas veces en este segundo tiempo por su propio discurso de
hábitos y consecuencias de los conceptos y juicios, o por el buen espíritu o por el

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malo forma diversos propósitos y pareceres, que no son dados inmediatamente de
Dios nuestro Señor; y por tanto han menester ser mucho bien examinados, antes
que se les dé entero crédito ni que se pongan en efecto.

Comentario: Tengo una consolación de parte de Dios, me doy cuenta que es de


Dios: es con paz, no hay ninguna causa precedente… pero tener en cuenta: una
cosa es lo que Dios me indica inmediatamente que tengo que hacer, que tengo que
cambiar, que tengo que mejorar, etc. y otra cosa es, a partir de eso, las
consecuencias que yo saco, que pueden ser de Dios y puede que no. Por ejemplo:
se me ocurre un pensamiento “tengo que entregarme todo (o toda) a Dios”, ese
pensamiento uno no puede dudar que es de Dios, entregarse así no puede ser de
la naturaleza humana, ni del diablo (porque nunca nos va a sugerir algo tan
perfecto).

Eso es de Dios, ahora “el alma queda caliente” dice San Ignacio y sigue
razonando a partir de los hábitos que tiene, las costumbres, la manera de juzgar,
entonces, si, por ejemplo, esa persona es escrupulosa: “tengo que entregar todo
a Dios significa que no tengo que mirar más nada, que no tengo que ir a ningún
lado, que no tengo que comer más nada, que no tengo que…”; o si la persona
es muy irascible: “significa que tengo que matar a todos los herejes, los
pecadores de la ciudad…” eso ya no es de Dios.

Entonces, cuando no tengo duda que la consolación es de Dios, discernir si es todo


de Dios o lo que sigue procede de mí mismo, procede del espíritu que – como dice
San Ignacio – queda caliente y suele razonar a partir de lo que Dios dio (de acuerdo
a lo que uno ya ha tenido antes) y eso puede hacer entonces que no sea bueno lo
que estoy terminando de decidir.

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Novena regla. Hay tres causas principales por las que podemos estar desolados:
1. Por descuidar nuestra vida espiritual… Admítelo, es culpa tuya.

2. Dios puede estar poniéndonos a prueba para ver si también le somos fieles
cuando no sentimos su presencia.

3. En ocasiones Dios nos enseña mediante la desolación que ninguna consolación


es fruto de nuestro propio hacer, sino que siempre es un don gratuito suyo, y no
debemos cometer el error de atribuírnosla.

Decima regla. Cuando estés en consolación nunca olvides que la desolación


llegará. Así que ponte en guardia y prepárate para la batalla.

Decima primera regla. En la consolación procura pensar en lo poca cosa que eres.
Humíllate y date cuenta de que sin Dios no puedes hacer nada. Por el contrario, en
la desolación piensa en lo mucho que puedes con su ayuda y que con su gracia
podrás resistir hasta la mayor oscuridad.

Decima segunda regla. El enemigo se comporta como una mujer que riñe con un
hombre. Así pues, se crece al reñir cuanto más huya y la esquive el hombre. Y
cuanta menos resistencia oponga, más se enfurece la mujer hasta llegar a ser como
una bestia salvaje. Pero si el hombre se mantiene firme y se encara con ella, la
mujer rápidamente se echa atrás y se enflaquece su ánimo.

El maligno se echa atrás enseguida cuando la persona a la que está tentando actúa
de manera diametralmente opuesta a la que él pretende con sus tentaciones. Por el
contrario, cuando la persona empieza a flaquear, a dejarse llevar por el temor y a
no oponer resistencia, el diablo acrecienta sus esfuerzos en hacer caer a esa
persona.

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Decima tercera regla. El enemigo también actúa como un amante prohibido.
Este enamorado que va tras la hija de buen padre o esposa de buen marido, no
quiere que salga a la luz lo que le dice y lo hace en secreto. Y le enfurece mucho
que la hija le confiese a su padre o la esposa a su marido lo que él pretende que
sea secreto, porque de ese secreto depende el éxito de su empresa, y el que salga
a la luz le trunca los planes.

Del mismo modo, cuando el maligno seduce con vanas promesas, no quiere que la
persona a la que está tentando se las confiese a un buen confesor que conoce como
suele actuar él, ya que el confesor advertirá a la persona y le dará buen consejo, y
hará que su estrategia falle.

Decima cuarta regla. Asimismo, el enemigo actúa como el caudillo que intenta
conquistar una ciudad amurallada. Tras examinar cuidadosamente la muralla,
dirigirá todo su empeño y sus hombres al punto más débil de esa muralla para entrar
por ahí.

Nuestro enemigo lo hace de igual manera. Nos rodea y nos escudriña, toma nota
de nuestras virtudes y vicios, y no nos ataca a través de nuestras virtudes, donde
probablemente podríamos resistirle, sino a través de nuestras debilidades.

¡Ahí las tienes! No te dejes vencer, sino aprende a defenderte bien tomando tus
fuerzas en Jesucristo.

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Método de discernimiento de nuestro Padre Fundador:
José Juan de Jesús Herrera y Piña.
Párrafo 3… quise ocultar aquella 1. Querer la voluntad de Dios.
impresión tratando el asunto con cierta 2. Escuchar las mociones:
indiferencia, intentando informarme De sí mismo/otros
bien después, reflexionar 3. Santa
maduramente delante de Dios y exigir indiferencia/desapego/libertad.
las pruebas obligadas en estos 4. No proceder con precipitación.
casos… 5. Informarse bien/consultar.
Le recomendé también, que pidiera 6. Reflexionar delante de Dios.
mucho para que Dios N. S. nos hiciera 7. Pedir oraciones.
conocer y después llevar a cabo su 8. Buscar confirmación.
divina voluntad. 9. Llevar a cabo su Divina Voluntad.
Párrafo 8…antes de dirigirme a la
Santa Sede, por un año entero no he
hecho otra cosa que pensar delante de
Dios este asunto, y con la reserva
necesaria, consultarlo con personas
autorizadísimas…
De una manera providencial se
llenaron los requisitos que proponía el
Sr. Arzobispo de Michoacán para
proceder con mayor seguridad.

Párrafo 3… quise ocultar aquella


impresión tratando el asunto con cierta 1. Tratar el asunto con indiferencia.
indiferencia, intentando informarme 2. Informarse bien.
bien después, reflexionar maduramente 3. Reflexionar maduramente delante
delante de Dios y exigir las pruebas de Dios.
obligadas en estos casos… 4. Exigir pruebas.
Le recomendé también, que pidiera
mucho para que Dios N. S. nos hiciera
conocer y después llevar a cabo su
divina voluntad.
Párrafo 8…antes de dirigirme a la Santa 1. No proceder con precipitación (un
Sede, por un año entero no he hecho año).
otra cosa que pensar delante de Dios 2. Pensar delante de Dios el asunto.
este asunto, y con la reserva necesaria, 3. Consultar con personas autorizadas.
consultarlo con personas 4. Llenar los requisitos para proceder
autorizadísimas… con mayor seguridad.
De una manera providencial se llenaron
los requisitos que proponía el Sr.
Arzobispo de Michoacán para proceder
con mayor seguridad.

13
Proceso de Discernimiento

Pedir a Dios libertad interior, indiferencia para buscar la voluntad de Dios.

Alternativas para discernir.


Frente a la alternativa:

• Ventajas.
• Inconvenientes o desventajas en cada uno de los actores, una vez que se ha
clarificado en comunidad, ir a orar.
• Durante la oración ver:
o ¿Cuáles son los sentimientos frente a cada una de las
alternativas? Pasear por las dos con sus ventajas y desventajas.
o ¿Qué ocasiona estos sentimientos?
• Compartir lo orado y estos dos puntos:
o Escribir todo lo que dice cada una.
o Vuelvo a oración viendo si lo que dice cada una modifica mis
sentimientos, si enriquece mi discernimiento, ¿lo cambia?
¿lo modifica?
• Con esto, volver a las 2 alternativas para ver a qué me inclino.
o Compartirlo con todo y sus causas.
o Escucharse y volver a escribir.
• Vuelvo a orar y tomo una decisión.

14
Método de Discernimiento de los Discípulos
Misioneros de Jesucristo en Aparecida 266-275.
José Luis Fernández de Valderrama (Misionero del espíritu santo).
1. La memoria agradecida.

Iniciamos el discernimiento haciendo “memoria”, renovando la conciencia de la


presencia y actuación del Espíritu de Dios en nosotros que nos ha amado desde
toda la eternidad, nos ha dado la vida y su Vida en su Hijo por el Espíritu.

2. Contemplando la realidad.

Trataremos de contemplar, escuchar y conocer en profundidad lo que acontece en


nuestra propia vida, en la de nuestros hermanos y en el mundo. Y al mirar la realidad
vamos intentando descubrir lo que está y no está de acuerdo con el proyecto de
Dios. Así vamos mirando, analizando, interpretando la realidad con nuestro Maestro
y con los hermanos y nos introducimos casi naturalmente en el siguiente paso del
proceso.

3. Interpretamos y juzgamos desde el Evangelio de Jesucristo.

Contemplar y discernir la obra que ha ido y sigue realizando el Espíritu Santo en


nosotros, en nuestra comunidad y en la sociedad, para colaborar con Él y secundar
su actuación. Y de ahí la importancia de la memoria agradecida y de la mirada
creyente de la realidad, porque para el cristiano buscar responder a la pregunta
clave del discernimiento: ¿qué quiere Dios de mí o de nosotros?, no significa
adivinar el futuro, sino descubrir la acción de Dios en nuestro pasado y presente,
para poner nuestra vida en sintonía con lo que Él ha ido y está haciendo en nosotros.

¿Los caminos que vamos intuyendo están fundamentados en el amor y son


generadores de vida? Los confrontamos con el criterio que el mismo Jesús nos ha
dado: el amor y la vida (cf. Jn 13,35 y Mt 25,40).

4. Actuamos como discípulos de Jesucristo en su Espíritu

Revisar, evaluar y confrontar nuestra actuación y tomar las decisiones que más nos
acerquen al plan de Dios. Compromiso.

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Discernimiento de los afectos.

El momento inicial de la autocomprensión es un auténtico discernimiento de los


afectos. Incluso antes de una autocomprensión intelectual o de un esfuerzo de
conocimiento, se trata aquí de escuchar los propios afectos, el propio sentir.

Sin caer de modo alguno en una autocomprensión narcisista, se trata, más bien, de
no escondernos a nosotros mismos ningún sentimiento, ningún afecto, tal vez con
el pretexto de que se lo juzgue como algo malo.

Todo aquello que es reprimido, en efecto, vuelve bajo otras formas y se convierte
en veneno que contamina la vida personal y comunitaria.

Realizando el discernimiento de los afectos nos disponemos a escuchar la llamada


de Dios, que pasa a través de la historia personal, comunitaria, social y eclesial, con
los sentimientos y los deseos que la misma suscita en nosotros.

Tomado de: El don de la fidelidad. La alegría de la perseverancia. Orientaciones


«Permaneced en mi amor» ROMA 2020.

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Tabla de discernimiento emocional.

Es una herramienta de acción para los que intentan ser más felices (consigo mismos
y con el mundo) y desarrollarse plenamente como personas al ejercer todo el poder
que le corresponde, en libertad. Es importante realizar todo el ejercicio de forma
escrita, ya que, en caso contrario, es difícil analizar los pensamientos.

Esta tabla consta de 6 ejercicios fundamentales:

Ejercicio 1: Las situaciones, se trata de que identifique y relate aquellas


situaciones que le alteran emocionalmente (los hechos que generan malestar) lo
más objetivamente posible, diferenciándolos de la interpretación o valoración
subjetiva que se hace de esos hechos, y hacerlo de la forma más concreta y
específica posible.

“Describir objetivamente las situaciones, en lugar de interpretarlas


subjetivamente, nos hace más eficaces a la hora de afrontarlas”.

Ejercicio 2: Las primeras emociones, se trata de dar una respuesta concreta ante
la pregunta: ¿Cómo me siento ante esa situación? Esto es, que identifique las
emociones y sentimientos (poner nombre a ese malestar emocional que siente) que
surgen en cada una de las situaciones difíciles que ha identificado.

“Identificar lo que sentimos, y ponerle nombre, es un paso fundamental para


poderlo cambiar definitivamente”.

Ejercicio 3: Los primeros pensamientos, se trata de encontrar los pensamientos,


frecuentemente automáticos y casi inconscientes, que están en el origen de cada
una de las emociones y sentimientos. Una manera de facilitar este paso es tratar de
responder a las siguientes preguntas: ¿Por qué me siento ansioso? ¿Qué pienso?
¿Qué es lo que se me pasa por la cabeza?

“Escribir las frases concretas que pasan por nuestra cabeza, sin censuras,
sin retoques ni maquillajes, es fundamental para poder analizarlas
y cambiarlas”.

17
Ejercicio 4: Las Distorsiones o errores Cognitivos. Nos referimos a formas poco
objetivas de ver las cosas, que además de producirnos malestar emocional nos
hacen sentir menos capaces de afrontar las situaciones.

Se trata de identificar cómo se está valorando e interpretando esa situación (qué se


piensa sobre ella), y ver si existen distorsiones para reestructurarlas (modificarlas)
a fin de lograr que las valoraciones sean más ajustadas a la situación y generen no
sólo menos malestar, sino incluso bienestar y satisfacción.

Las distorsiones más frecuentes en nuestra cultura son:

− Filtro mental: Fijarse sólo en lo negativo. Consiste en percibir sólo la parte


negativa de las distintas situaciones que nos rodean; ver sólo los problemas, las
dificultades, las limitaciones, los fracasos, etc. y no percibir ni valorar las partes
positivas (los éxitos, las oportunidades, las mejoras, etc.). Una forma específica
de filtro es la «descalificación de lo positivo».
− Etiquetaje: Poner etiquetas. Consiste en convertir nuestro propio
comportamiento o el de los demás en un rasgo de personalidad y juzgarlo
negativamente, cogiendo la parte por el todo (generalizando en exceso),
pasando del «ha hecho (esto)» al «es (así)». Esta distorsión puede producirse
tanto cuando pensamos en uno mismo («Soy un inútil») como cuando
pensamos en otras personas («Lo que pasa es que Manuel es un cobarde»).
− Sobregeneralización: Usar las palabras «siempre-todo-nunca-nada-jamás-
imposible». El uso de estas palabras representa también una forma de ver las
cosas, las situaciones, que generaliza en exceso. Los pensamientos de este
tipo casi nunca se ajustan a la realidad, y sin embargo hacen sentir (y actuar) a
la persona como si la realidad fuera así. Las consecuencias principales de
utilizar las palabras «siempre-todo-nunca-nada-jamás-imposible» son:
Aumenta la negatividad de la situación y por lo tanto las emociones de malestar
ante ella. Disminuye la sensación de poder afrontar y controlar esas situaciones
y disminuye la posibilidad de afrontar con éxito la situación.

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− Dramatización: Usar adjetivos desmedidos. Se manifiesta al dramatizar las
situaciones utilizando adjetivos desmesurados como «horroroso»,
«insoportable», «fatal», «terrible», «catastrófico», etc. Las consecuencias
principales del uso de adjetivos desmedidos son: Dramatiza la gravedad de la
situación y producir sentimientos de incapacidad para poder afrontar la
situación.
− Catastrofismo: Anticipar lo peor. Consiste en prever de antemano, que van a
ocurrir eventos o situaciones negativas (que en realidad son poco probables),
sin pensar en cómo se podrían prevenir o cómo se podrían paliar sus
consecuencias si llegaran a ocurrir. Suele detectarse esta distorsión porque
viene precedida, con frecuencia, por expresiones como: · «¿Y si...?» · «Seguro
que...». Los efectos principales de los pensamientos anticipatorios
improductivos (que también suelen llamarse «catastrofismo») son: Aumenta las
sensaciones de temor y ansiedad, y en general de vulnerabilidad. Bloquea la
capacidad para buscar soluciones y provoca, en ocasiones, una huida de la
situación.
− Lectura mental: Leer los pensamientos. Esta distorsión podría describirse de
la siguiente forma: tener la certeza de que se sabe lo que otras personas están
pensando, sintiendo o deseando (o las razones de su conducta), sin tener
pruebas objetivas para ello. El riesgo de utilizar lecturas mentales, es el de
equivocarse y actuar sobre la base de un diagnóstico que no es cierto. Las
intuiciones, igual que las hipótesis, hay que confirmarlas. Con frecuencia detrás
de este tipo de pensamiento suele haber una creencia errónea: imaginar que la
gente siente y reacciona de igual forma que uno mismo.
− Falacia de control por exceso: Creerse responsable de todo. Esta forma de
ver las cosas se produce cuando pensamos que tenemos TODO el control y,
por lo tanto, toda la responsabilidad sobre determinados sucesos o situaciones,
cuando, en realidad, no es así. Por ejemplo, pensar que somos los responsables
de la felicidad o del sufrimiento de los demás.

19
Las consecuencias negativas principales de las falacias de control por exceso
suelen ser: Genera sentimientos de culpabilidad. Conlleva dificultades para
delegar responsabilidades y produce agobio por exceso de responsabilidad.
− Falacia de control por defecto: Creerse no responsable de nada. Consiste
en pensar que no se tiene NINGUNA responsabilidad y, por lo tanto, ningún
control sobre determinados sucesos o situaciones, cuando realmente sí se tiene
algún tipo de control. Esta forma distorsionada de ver la situación puede tener
como consecuencias: La paralización de actuaciones dirigidas a modificar la
situación. La aparición de intensos sentimientos de impotencia y la disminución
de la probabilidad de cambiar la situación.
− Uso del «debería»: Transformar los deseos en obligaciones. Consiste en
convertir algo tan estimulante y motivador como los deseos en principios u
obligaciones morales. Cuando hablamos de deseos, la forma más adecuada de
expresarlos sería a través de verbalizaciones del tipo: «me gustaría», «quisiera»
... Las consecuencias de tratar de motivarnos sobre la base de principios
morales u obligaciones son: Obstaculiza la puesta en marcha de actuaciones
concretas y genera culpabilidad cuando no cumplimos «los deberes» que nos
hemos impuesto a nosotros mismos.

“Es importante, para nuestro bienestar emocional, estar atentos a la aparición


de pensamientos del tipo”: Esto no funciona... Es un tal, soy un cual... Siempre
igual, no avanzamos nada, nunca lo conseguiremos Esto es terrible, horroroso, fatal
¿Y si...?, seguro que... Estará pensando que... Soy responsable de esto, y de
aquello, y de... todo. Yo no tengo nada que ver con esto Debería...

Ejercicio 5: Los nuevos pensamientos. El objetivo de este ejercicio es, pues,


modificar los pensamientos distorsionados, cuestionando su validez, así como su
probabilidad de ocurrencia, tratando de cambiarlos por otros más adaptados a la
situación. Se trata, pues, de buscar pensamientos que sean más objetivos, justos y
realistas y menos automáticos, inconscientes y primitivos.

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Una posible pregunta clave para lograrlo es: ¿Cómo puedo valorar esta situación
de una forma menos distorsionada, más objetiva y realista? Es imprescindible que,
en esta nueva valoración de la situación, los nuevos pensamientos resulten creíbles
para la persona que realiza el ejercicio.

“Crear pensamientos más objetivos, más justos y más realistas, que sean
coherentes con mis valores, me ayuda a sentirme mejor y a tener más poder
sobre mi vida”.

Ejercicio 6: Las nuevas emociones. En este último ejercicio, que gráficamente


podríamos llamar «volver a sentir», la persona se pregunta: ¿Cómo me siento ahora
ante esa situación con estos nuevos pensamientos, los segundos, los no
distorsionados, los creados en el ejercicio anterior? Es decir, se trata de leer los
pensamientos más objetivos, justos y realistas creados en el ejercicio anterior e
identificar las emociones y sentimientos que esos nuevos pensamientos provocan.

“Con las nuevas emociones me siento mejor y aumentan las probabilidades


de que tenga éxito cuando afronte la situación”.

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Ejemplo:
Situación: (En tiempo de pandemia…) Entrar en casa, donde me esperan mis dos
hijos y mi marido.
Emociones Pensamientos Distorsiones Nuevos pensamientos Nuevas
emociones
Angustia “¿Y si contagio a mis Catastrofismo “Voy a tomar las medidas Tranquilidad
Culpa hijos o a mi marido?” adecuadas para reducir al
máximo el riesgo, sin bajar
la guardia”.
Impotencia “¡No puedo más! Falacia de “He decidido aprovechar la Satisfacción
¡Cuándo va a acabar control por situación para disfrutar más
la pandemia!” defecto de mis hijos y de mi marido,
y para hacer más cosas
juntos”.
Desesperación “Necesito abrazarlos Filtro mental “Vamos a reinventarnos Alegría
y sé que no puedo como familia amorosa:
hacerlo” vamos a utilizar el saludo
con los codos, las sonrisas
y otros gestos del lenguaje
no verbal, que pueden
darnos mucho juego y
mucha satisfacción”.

Pese a la historia cultural con la que cargamos, pese a la herencia genética que
traemos, pese a las presiones sociales que nos inundan, pese a todo ello, tenemos
el poder para crear nuestros propios pensamientos, para decidir cómo nos tomamos
las cosas, cómo afrontamos las situaciones de nuestra vida.

Tenemos ese poder. No lo perdamos, no lo deleguemos,


¡ejerzámoslo!

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Situación:

Emociones Pensamientos Distorsiones Nuevos pensamientos Nuevas


emociones

Referencias:
Gimnasia emocional. Pasamos a la acción. José Luis Bimbela Pedrola.

https://www.easp.es/project/gimnasia-emocional-pasamos-a-la-accion/

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Libreta de discernimiento personal

1) Discernir es aprender a reconocer por donde nos quiere


llevar Dios, para “dejarnos llevar por él”.

2) Requiere elegir lo que me da vida, y descubrir la vida


dentro de mí, sobre todo dejarla brotar desde mi propio
pozo, desde el manantial que tengo dentro, desde el agua
viva que hay en mi interior y que es la vida misma de Dios
en mí.

24
DISCERNIMIENTO PERSONAL Mes de _____ de _____
Semana del _____ al _____ de ______

Domingo__ Lunes __ Martes __ Miércoles __ Jueves __ Viernes __ Sábado __

Acontecimiento
Hecho que me
suscitó el
movimiento interno
más significativo en
este día.

Sensación
corpórea y
sentimiento
que brotaron en mi
durante este
acontecimiento.

Pensamiento
que acompañó a la
sensación y al
sentimiento.

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Deseos
A que me sentí
invitado en el
momento del
acontecimiento.

Calificación
Moción o treta en
estado de
consolación (vida) o
desolación (muerte)
¿por qué?

Invitación:
impulsos o
correctivos
Qué tengo que
impulsar, corregir o
cambiar.

Estado de
Animo
Trayectoria o
hilo conductor

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Invitaciones que el Espíritu de Dios suscito en mi con lo que viví en las semanas.

Trayectorias o
hilos 1ª Semana 2ª Semana
conductores

Tónica global de
la semana

a) Espiritual

b) Afectivo

c) Cognoscitivo

d)
Socio – político

e)
Físico-biológico

f)

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TRAYECTORIAS 3ª Semana 4ª Semana
o hilos
conductores

TÓNICA global
de la semana

a) Espiritual

b) Afectivo

c) Cognoscitivo

d)
Socio – político

e)
Físico-biológico

f)

TÓNICA DEL
MES:

Tomado del curso de discernimiento. CIRM 2020

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