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Mentalización.

Revista De Psicoanálisis Y Psicoterapia, abril 2017 1


Mentalización, Patrón Vincular, Conflicto.


Gustavo Lanza Castelli

El análisis de los patrones relacionales vedad diferentes y que requieren de aborda-


disfuncionales y su aplicación en la com- jes también diversos. Se trata de aquellas per-
prensión de la psicopatología y en la práctica turbaciones en cuya base se encuentra el
de la psicoterapia, ha sido considerado de la conflicto psíquico, por un lado, y aquellas
mayor importancia por parte de una serie de otras en las que lo predominante es el déficit
autores en los últimos treinta años (Horo- en una serie de funciones y capacidades,
witz, 1987, 1997; Luborsky, 1984; Luborsky, reunidas por ellos bajo el término “mentali-
Crits-Christoph, 1998; Strupp y Binder, zación”.
1984). Tenemos, entonces, tres enfoques diver-
Entre ellos, sobresale posiblemente Les- sos sobre la psicopatología y la clínica.
ter Luborsky, creador del Core Conflictual En el presente trabajo postulo que la ar-
Relationship Theme Method, cuya utilidad ticulación de los mismos permite alcanzar
para la investigación es reconocida por un una visión más rica y compleja acerca de los
gran número de profesionales (Bond, Han- desenlaces psicopatológicos y del abordaje
sell, Shervin, 1987; Crits-Christoph et al., psicoterapéutico, en comparación con la vi-
1988; Jarry, 2010; Johnson et al., 1989; sión que se logra desde cualquiera de dichos
Wilcsek et al., 2000), así como su capacidad enfoques considerado de modo exclusivo y
para servir de guía en la conducción de la con independencia de los otros dos.
psicoterapia (Book, 1997; Luborsky, 1984; Guiado por una idea similar, he propues-
Luborsky, Crits-Christoph, 1998). to recientemente un modelo integrativo
A su vez, desde el punto de vista del psi- (Lanza Castelli, 2016a) en el que la mentali-
coanálisis más clásico se continúa enfatizan- zación, los patrones vinculares y el conflicto
do la importancia del conflicto intrapsíquico tienen cabida junto a otros componentes.
en la determinación de los distintos síntomas Prosiguiendo con ese interés, entonces, de-
por los que vemos consultar a los pacientes seo en este trabajo poner el acento de modo
en nuestra práctica cotidiana (Mentzos, particular en los tres factores mencionados y
1984). en sus interrelaciones, llevando a cabo nue-
Laplanche y Pontalis lo consideran como vas precisiones.
constitutivo del ser humano y refieren cómo A tal efecto, realizo en primer lugar al-
el psicoanálisis lo enfoca desde diversos pun- gunas puntualizaciones sobre el constructo
tos de vista: conflicto entre el deseo y la de- mentalización y consigno algunas precisio-
fensa, conflicto entre los diferentes sistemas nes sobre los patrones vinculares en la se-
o instancias, conflictos entre las pulsiones, gunda parte de este trabajo. En lo que hace al
conflicto edípico, etc. (1968). tema del conflicto, no me detengo en la con-
Por su parte, Peter Fonagy y colaborado- ceptualización del mismo, si bien lo utilizo
res (1993) establecen una diferencia de la abundantemente en el presente escrito.
mayor importancia entre dos tipos de per- Tras reseñar sucintamente qué entende-
turbaciones, que reconocen orígenes y gra- mos por mentalización, transcribo un mate-

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rial clínico que analizo con cierto detalle La mentalización adecuada supone la
desde estos tres ejes, tratando de mostrar las habilidad para diferenciar los propios pen-
relaciones que podemos encontrar entre los samientos de la realidad efectiva, de modo tal
mismos. que el sujeto aprehende (aunque sea de mo-
do implícito) el carácter meramente repre-
La mentalización: sentacional de aquéllos (Allen, Fonagy, Ba-
teman, 2008).
Podemos caracterizar sucintamente a la De este modo, podemos decir que me-
mentalización diciendo que consiste en la diante el adecuado funcionamiento de la
capacidad para comprender el comporta- mentalización se discierne (de modo explíci-
miento propio y ajeno en términos de esta- to o implícito) la vigencia de un territorio
dos mentales. Esta capacidad es un determi- cualitativamente diferenciado: el territorio
nante clave para la organización del self, la de lo mental, consistente en un espacio in-
regulación emocional y el establecimiento de terno en el que se afirma la realidad psíquica
relaciones interpersonales satisfactorias. Su (Freud), en tanto diferente de la realidad
adquisición tiene lugar en el interior de las material, aunque relacionada con la misma.
relaciones de apego tempranas (Fonagy et al., En este espacio interno pueden operar
2002). una serie de procesos (cognitivos y regulado-
Para trazar una breve semblanza de la res) sobre los contenidos (representaciones y
misma resulta útil diferenciar en el marco afectos) que en él se encuentran. Entre ellos
teórico que la sustenta, tres teorías evolutivas encontramos el prestar atención, identificar,
y tres funciones o capacidades centrales. denominar, reflexionar sobre, contener, mo-
Las teorías evolutivas, íntimamente in- dular, traducir en acción, etc.
terrelacionadas y basadas en gran parte en la Podríamos decir también que en dicho
psicología del desarrollo son: la teoría de los espacio pueden tramitarse los estados menta-
distintos estadios en la constitución del self, les en tanto eventos subjetivos, lo cual inclu-
la teoría de la constitución de las representa- ye el procesamiento simbólico de la expe-
ciones secundarias para simbolizar la expe- riencia personal, mediante el cual ésta ad-
riencia emocional, la teoría acerca de la na- quiere un carácter “como-sí”, necesario para
turaleza de la subjetividad previa al recono- que sea tolerada y para que sea posible arti-
cimiento de la mente como agente represen- cularla cognitivamente (Lecours, 2007).
tacional (Bateman, Fonagy, 2004). Esta modalidad mentalizada de funcio-
Las tres funciones son: la comprensión namiento mental es precedida en el desarro-
de la mente ajena, la comprensión de la men- llo por modos prementalizados de experi-
te propia (que incluye la mentalización de la mentar la subjetividad.
afectividad) y los procesos de regulación Distinguimos tres de ellos:
atencional y emocional (Bateman, Fonagy, 1) En el “modo de equivalencia psí-
2004, 2006; Fonagy et al., 2002). quica” el niño considera que sus
Dada la amplitud de estas conceptualiza- pensamientos no son representa-
ciones, me ceñiré en este trabajo a caracteri- ciones de la realidad, sino copias
zar someramente sólo las dos últimas teorías de la misma, necesariamente ver-
mencionadas. daderos y compartidos por todos.
La mente como agente representacional Otro tanto sucede con el adulto
(mentalizante) y los estadios prementaliza- en el que se ha reactivado este
dos de la subjetividad: modo prementalizado: la realidad

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psíquica y la realidad fáctica son y se daba cuenta que por sí misma no podía
para él indiscernibles y la primera detener esa tendencia a hostigar cada vez
tiene el valor y la fuerza de la se- más a su pareja, lo que haría que él se cansa-
gunda. ra y la dejara.
2) En el “modo hacer de cuenta” La paciente tenía 42 años en ese momen-
(pretend mode), el niño logra dis- to y era la madre de dos hijos casi adolescen-
cernir -particularmente durante tes. Se hallaba separada del padre de los
el juego- el carácter meramente mismos desde hacía seis años y desde hacía
representacional de sus pensa- casi un año tenía una relación amorosa con
mientos (por ejemplo, de sus fan- su Jefe, al que llamaremos Sergio, dueño de
tasías) pero con la condición de la empresa en la que ella trabajaba, casado y
que estén rígidamente separados padre de dos hijos.
del mundo real. El adulto en el La relación entre María y Sergio había
que tiene vigencia este modo, sido muy intensa y pasional desde el comien-
puede verbalizar una serie de zo, y durante ese tiempo se había ido hacien-
pensamientos, fantasías y repre- do cada vez más íntima y profunda.
sentaciones que están disociadas Sergio gozaba de mucha libertad en
de su realidad subjetiva. cuanto al uso de su tiempo libre, por lo que
3) En el “modo teleológico”, la ac- María podía verlo todos los días en la casa de
ción se convierte en el criterio ella durante más de dos horas, y salir a co-
central. Así, el sujeto evalúa las mer al menos una vez por semana, así como
acciones en función de sus resul- pasar juntos algunos fines de semana en los
tados y no de las intenciones sub- que él aducía viajes de negocios.
yacentes a las mismas (Allen, Fo- Por motivos que sería un poco largo
nagy, Bateman, 2008). enumerar acá, desde hacía tres meses atrás la
Cuando hay fallas o déficits en el menta- esposa de Sergio había comenzado a sospe-
lizar, se combinan dos aspectos entrelazados: char que su marido le era infiel, por lo que lo
la pérdida de la capacidad de mentalizar y la llamaba por teléfono más de lo acostumbra-
reactivación de modos prementalizados de do y le hacía escenas de celos con cierta fre-
experimentar la subjetividad (Bateman, Fo- cuencia, en las que le inquiría por los llama-
nagy, 2004; 2006; Fonagy et al., 2002). dos que había hecho con su móvil, los luga-
res a los que él decía que había ido, etc. Asi-
Material clínico mismo, le reclamaba que pasara más tiempo
con ella, que le dijera que la amaba y que
La paciente, a la que llamaremos María, disfrutaba del hecho de estar juntos.
consultó en un estado de preocupación cre- A raíz de estas actitudes, Sergio había
ciente por las reiteradas peleas con su pareja, comenzado a “hacer mejor letra”, acompa-
provocadas, según manifestó, en gran parte ñando a su esposa con mayor asiduidad a
por ella misma, en un crescendo que no era distintas actividades, tales como ir de com-
capaz de detener y que amenazaba con pras y asistir a reuniones sociales. Como
arruinar una relación que tenía para ella la consecuencia de estas ocupaciones, había
mayor importancia. cancelado algunas citas con María y había
Su demanda consistía en que la ayudara llegado tarde algunas otras veces. También
a entender qué era lo que le pasaba, y a po- había espaciado las llamadas telefónicas, que
nerle un freno, porque se veía cada vez peor antes realizaba varias veces al día

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Al decir de la paciente, en este último que a él le fuera cada vez más difícil encon-
tiempo y en virtud de estos episodios y de las trar tiempo para verse como antes, debido a
sospechas de la esposa, Sergio estaba más la presión de la esposa, y que eso terminara
nervioso, a raíz de lo cual habían tenido al- por arruinar la relación.
gunas discusiones muy airadas, que habían En ese momento relató el último inci-
comenzado a enturbiar la relación. dente que había ocurrido: Sergio había que-
Refirió también que en las últimas sema- dado en ir a la casa después del trabajo, a las
nas, cuando él no llamaba o llegaba tarde, seis de la tarde. Eran ya las ocho de la noche
ella se ponía intranquila, ansiosa y se enojaba cuando la llamó, diciendo que no podría ir.
mucho, de modo tal que, cuando él final- A esa altura María estaba muy ansiosa, alte-
mente la llamaba (tenían un acuerdo según el rada y enojada. Refirió que una escena que se
cual ella nunca debía llamarlo a él) o la veía, le había cruzado por la mente era que la es-
ella estaba muy alterada y descontrolada, lo posa lo había ido a buscar al trabajo y que
que la llevaba a hacerle reproches y cuestio- Sergio se había ido con ella. Dijo entonces
namientos, lo que molestaba a Sergio, quien que sentía que la esposa “se lo arrancaba” y
se encontraba ya nervioso de por sí debido a que ése era su miedo mayor y la raíz de sus
las actitudes de su esposa, y hacía que éste le inseguridades.
respondiera con intolerancia y enfado, a cau- Le dije entonces que pensaba que cada
sa de lo cual María se ponía todavía peor. vez que él llegaba tarde o no llamaba, ella
El crescendo en las peleas había llegado a debía tener algún pensamiento similar al
tal punto, que María comenzó a pensar que mencionado, y que suponía que ésta era una
la relación se haría insostenible de continuar razón más de fondo (y no sólo las ganas de
las cosas por ese carril. Fue ése el motivo que verlo) para sentirse angustiada y con enojo
la llevó a consultar. en esas ocasiones. María asintió y dijo que en
Hablando del profundo malestar que la los últimos tiempos este pensamiento era
embargaba ante las ausencias o demoras de cada vez más recurrente y que eso era algo
Sergio, María lo explicaba aduciendo el pro- que la angustiaba particularmente.
fundo amor que sentía por él, las ganas Refirió también que alguna vez, mientras
siempre intensas de verlo y encontrarse con tenía estos pensamientos, se había puesto a
él, o, al menos, de poder hablar un rato por escribir en su diario, cosa que hacía última-
teléfono, si el encuentro no era posible. mente cuando quería “descargar” algún ma-
La paciente enfatizaba que no dudaba del lestar que la embargaba. Recordaba ahora
amor de Sergio, y toda una serie de detalles que en algunas de esas ocasiones se había
que refiriera parecían corroborar lo acertado podido decir a sí misma -mientras escribía-
de su apreciación. Él le había dicho que se que se estaba “haciendo una película”, con lo
separaría, dado que la relación con la esposa cual había logrado tranquilizarse y sentirse
se hallaba sumamente desgastada y hacía mejor.
tiempo que no le ofrecía ya satisfacción al- Agregó, mientras hacía este relato, que
guna, pero no todavía, ya que consideraba ahora que me contaba esto suponía que el
que sus hijos eran todavía pequeños. Si bien hecho de poner estos pensamientos por es-
María expresó que aceptaba de buen grado crito la había ayudado a pensar en lo que le
esa situación, habló no obstante de sus “inse- pasaba, relativizar sus temores y decirse lo de
guridades”. la película, ya que ella era una persona emo-
Cuando le pregunté a qué se refería con cional e impulsiva que no se detenía mayor-
esa expresión, la paciente dijo que se refería a mente a reflexionar, sino que vivía con in-

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tensidad sus emociones y les daba curso en la 1) No me llamó…y eso me intran-


acción, excepto en aquellas ocasiones en las quiliza y enoja (porque lo amo).
que se ponía a escribir.
Le comenté entonces que pensaba que, 2) No me llamó (= me lo arrancan)
tal como ella misma había advertido, la ver- …y eso me intranquiliza y enoja.
dadera causa de sus inseguridades, angustias
y enojos, no era sólo el hecho de que él se 3) No me llamó (me hago la pelícu-
demorase o no fuese, sino la significación la)…me calmo y disminuye mi
que ella le atribuía a estos hechos, vale decir, enojo.
su suposición de que la esposa se lo estaba
arrancando, y que por esa razón -según ella Mientras la entrevistada se encuentra en
suponía- él no se había hecho presente. Di- la posición consignada en 1) atribuye al no
cho de otra forma, lo que ella llamaba su pe- llamarla de él, a su ausencia -debida a sus
lícula, a partir de la cual interpretaba los actitudes de hacer mejor letra ante la presión
acontecimientos, parecía ser, en todos estos de la esposa- el ser la “causa” de su malestar
casos, la raíz de su malestar. y su enojo, considerados como reacciones
En estos términos concluyó la primera naturales dado el amor que le tiene, lo que lo
entrevista, en la cual quedaban planteados ya extraña y el deseo, siempre presente, de verlo
los temas principales que nos ocuparían en o, al menos, escucharlo. En ese sentido, se
los meses siguientes, durante los cuales lle- vive a sí misma como pasiva y reactiva (la
vamos a cabo una terapia psicoanalítica foca- causa, activa, está en la acción de él, relacio-
lizada en el conflicto planteado, que tuvo los nada a su vez con la presión de la esposa).
mejores resultados: María estabilizó su esta- María parece experimentar esta ausencia
do de ánimo y la relación retomó el modo como poseyendo una eficacia directa, que no
placentero que había tenido con anteriori- tiene más mediaciones en factores internos
dad. Un año después, Sergio se separó final- de ella que el amor mencionado y las ganas
mente de su esposa para comenzar a convivir de verlo.
con María. A partir de esta vivencia se desencadena
En lo que sigue, dejo de lado el relato de la reacción referida: inquietud, enojo, acción
la serie de temas que surgieron en esos me- de reprocharle la ausencia.
ses, para centrarme exclusivamente en el En algunas ocasiones la paciente ha in-
problema mencionado hasta acá, a los efectos tentado regular esta respuesta sofocando la
de poder focalizar en los temas que dan el expresión de sus emociones. Este intento, sin
título a este trabajo. embargo, no le ha dado resultado ya que,
según refiere, dicha expresión siempre ter-
Relaciones entre la mentalización, el conflicto minaba apareciendo de un modo u otro.
y el patrón vincular. Sintetizando: en esta posición, la creen-
cia consciente de María es que la acción (au-
A los efectos de comenzar a pensar en es- sentarse) de él es la causa de su malestar. La
tos conceptos, así como en su interrelación, posición subjetiva es pasiva y reactiva y su
será de utilidad condensar en tres frases reacción se encuentra naturalizada, justifica-
las distintas escenas relatadas por María en la da.
primera entrevista: Por lo demás, desde esta posición, la re-
gulación o resolución de su estado emocio-
nal, sólo podría venir desde Sergio, ya que

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éste es considerado la “causa” de aquél, lo Por último, en 3) cuando María, gracias


que deja a la paciente a merced de estados a la actividad de escritura logra tomar dis-
emocionales que no puede regular por sí tancia de sus pensamientos y discernir la
misma. creencia como tal “creencia”, puede diferen-
Cuando María se encuentra en la posi- ciarla de los hechos y cuestionarla en su va-
ción 2) es porque ha logrado detectar sus lor de verdad.
pensamientos involuntarios (que no advertía Todo sucede entonces como si se dijera
en la posición 1), consistentes en que la es- “no es que de hecho ella me lo arranca, sino
posa se lo está arrancando. En ese caso en- que yo construyo una creencia según la cual
cuentra un motivo mayor para su angustia y es eso lo que sucede”. Esto mismo la paciente
enojo, pero no sólo en relación a él, sino lo expresa con sus propias palabras cuando
también en relación a su esposa, hacia la que dice que hay veces en que se da cuenta que
se activa un sentimiento de competencia “se hace la película”. Dicho discernimiento le
hostil, que se hallaba presente de un modo permite calmarse y disminuir su enojo (regu-
mitigado en la posición 1). lación emocional debido a la desactivación
La actividad (arrancar) aparece atribuida de la equivalencia psíquica y al predominio
a la esposa, causa de la ausencia de él. El del mentalizar).
enojo hacia Sergio se basa en que -según su- María puede ver ahora que la “causa” de
pone María- se ha dejado llevar por la acción su malestar y enojo no residen en una con-
de la esposa y la ha dejado de lado a ella en ducta (no llamarla) motivada porque Sergio
toda una serie de ocasiones. intenta hacer buena letra con su esposa, o en
La relación entre ausencia y enojo es una acción realizada por la esposa (arrancár-
ahora claramente mediada por pensamientos selo), sino en su propia actividad constructi-
referidos a la actividad de la esposa, consis- va que crea la “película” en la que tal cosa
tente en arrancárselo. ocurre, basándose en hechos concretos que
Sintetizando: en esta posición, la creen- son interpretados desde dicha “película”.
cia de María es que la ausencia de Sergio se Sintetizando: en esta posición la creencia
debe a una acción de la esposa, ante la que él de María es discernida como tal y diferencia-
cede. Lo central en este punto es que ella no da de los hechos. La posición subjetiva es
discierne esta creencia como “creencia”, sino activa-constructiva, y la reacción emocional
que supone que refleja un “hecho”. La posi- se halla aminorada, debido a una regulación
ción subjetiva es pasiva y reactiva y su reac- -ahora activa- de su parte.
ción se encuentra naturalizada, justificada. Lo que ha ocurrido aquí es que la entre-
Este considerar como reales a los pensa- vistada ha logrado utilizar el espacio de la
mientos involuntarios, a las propias creen- escritura como soporte y extensión de un
cias, como si fueran un reflejo fiable de los espacio mental en el que puede tomar dis-
hechos mismos, así como los efectos que esto tancia, cuestionar y someter a crítica su pro-
tiene en la activación de sus emociones, es pia creencia involuntaria, con lo cual ésta
expresión de la vigencia del modo prementa- adquiere para su portadora el carácter de
lizado de equivalencia psíquica, según el cual “realidad psíquica” y pierde su carácter de
los pensamientos son reflejos de los hechos, “realidad fáctica”. Como consecuencia de
no construcciones subjetivas acerca de los ello disminuye su poder para desencadenar
mismos, tal como fue comentado con ante- emociones displacenteras (Allen, Fonagy,
rioridad. Bateman, 2008), ya que dicha realidad psí-
quica puede ser cuestionada o, como en este

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caso, desacreditada en su valor de verdad aspecto de la problemática, en la dimensión


fáctica (es sólo una “película”). del argumento, de los contenidos.
Esta posibilidad testimonia que María Veremos entonces en lo que sigue una
posee una buena capacidad de mentalizar, forma de articulación de dos de los tres en-
que colapsa en determinados momentos de foques mencionados en el título de este tra-
alta activación emocional, dando lugar al bajo, así como la manera en que dicha arti-
funcionamiento transitorio en equivalencia culación amplía nuestro abordaje clínico,
psíquica. Pero cuando -por medio del poner que hubiera sido considerablemente más
por escrito- puede recuperar su capacidad estrecho si nos hubiéramos manejado sola-
mentalizadora, es capaz de tomar distancia mente con la variable mentalización.
de sus creencias, discernirlas como creacio- Yendo entonces ahora al argumento de
nes de su propia mente y, por tanto, cuestio- la película, cabe decir que en el trabajo tera-
narlas y relativizarlas, lo que le permite péutico fuimos detectando que en algún lu-
atemperar y regular mejor sus afectos, así gar de su Inconsciente María sentía que era
como las acciones hacia las que ellos la impe- ella (la “tercera en discordia”, según dijo) la
len (Bateman, Fonagy, 2016). que le estaba “arrancando” a Sergio a la es-
Si María tuviera un déficit en la capaci- posa de éste.
dad de mentalizar más profundo y duradero, Pero sobre aquello (que era vivido en lo
de modo tal que no pudiera salir del modo profundo por ella como una acción hostil
de equivalencia psíquica, posiblemente se extractiva) recaía la crítica del Superyó, que
desregularía emocionalmente (como algunas acusaba a la paciente por dicha acción.
veces le había ocurrido) en forma continua- La culpa subsiguiente, ponía en acción
da, y la relación con Sergio podría perturbar- un mecanismo proyectivo, apto por lo demás
se seriamente. para dar cumplimiento al castigo que María
En las consideraciones desarrolladas has- suponía merecer.
ta este punto nos movemos en el terreno de Podríamos poner en palabras este castigo
la teoría de la mentalización, y vemos la uti- y la proyección implicada, de la siguiente
lidad e importancia que posee contar con la forma: “Dado que tú le has arrancado su es-
capacidad de diferenciar los pensamientos de poso a la esposa de Sergio, y te has converti-
los hechos, tal como esta teoría destaca una y do en su amante, ahora mereces que, en cas-
otra vez (Allen, Fonagy, Bateman, 2008; Ba- tigo, ella haga lo mismo contigo y te lo
teman, Fonagy, 2016; Fonagy et al., 2002) arranque a su vez, con lo cual te quedarás
Pero si queremos ahondar aún más en sola, tal como pretendiste dejarla a ella, en
esta situación, damos en advertir que aún no tanto esperabas que Sergio se separase para ir
hemos averiguado el origen del “argumento” a vivir contigo”.
de la “película” que construye María y que El hecho de que en los últimos tiempos
con los elementos que hemos puesto en jue- las discusiones entre Sergio y María se hu-
go hasta este punto, no podemos inferirlo. bieran incrementado, al punto de comenzar
Para ello nos hace falta ahora cambiar el a poner en riesgo una relación que hasta ese
enfoque y virar desde una orientación cen- momento se desenvolvía en los mejores tér-
trada en la capacidad de mentalizar, a otra minos, se encuentra en línea con esta conje-
centrada en el conflicto psíquico, que fue la tura, en tanto pudimos ver en estos hechos
predominante en el trabajo analítico que una intención (inconsciente) de arruinar la
tuvo lugar, en el cual pusimos el foco en este relación y “devolverle” a Sergio a su esposa.

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Si nos preguntamos ahora por la relación respectivamente, tal como se encontraban al


entre mentalización y conflicto, diríamos que comienzo del análisis, podríamos llevar a
en la perturbación anímica que padecía Ma- cabo la siguiente caracterización:
ría el determinante principal era el conflicto Conflicto: tiene que ver con el “qué”, con
intrapsíquico (entre sus deseos y acciones y la trama argumental (contenido) que se des-
el superyó). pliega, la cual supone distintos momentos
La contribución de las fallas en la menta- (arrancar el marido – ausencia de éste por
lización a este conflicto, se deja ver en aque- acción del arrancar de la esposa – reacción
llos momentos en los que María funcionaba emocional – discusiones con Sergio). En este
en equivalencia psíquica y entonces conside- caso encontramos un doble conflicto inter-
raba que “realmente” la esposa de Sergio se personal: por un lado, el conflicto con Sergio
lo estaba arrancando, lo que hacía que se (expresado como reproches, críticas y recla-
pusiera ansiosa y enojada ante las ausencias mos), que se desenvuelve en el nivel vincular
de Sergio, y que cuando hablaba con él le y en el plano de las acciones (discusiones).
hiciera reproches y cuestionamientos de un Por otro lado, el conflicto entre María y la
modo cada vez más virulento y descontrola- esposa de Sergio, por ver quién se queda con
do (en lo cual vemos la incidencia del con- él (según la vivencia de María). Tiene lugar
flicto y de las fallas en el mentalizar, en la en el nivel vincular y se despliega en parte en
modalidad vincular). el terreno de las acciones (relación de María
En cambio, cuando -gracias a la media- con Sergio) y en parte en la fantasía de Ma-
ción de la escritura y ya antes de comenzar ría, en tanto supone que la esposa de Sergio
su trabajo analítico- lograba incrementar su se lo quiere “arrancar”. En un nivel más pro-
capacidad de mentalizar, lo que le permitía fundo, en la fantasía de arrancarle a Sergio a
discernir que estos pensamientos eran crea- su esposa, la cual conecta con fantasías y ex-
ciones de su propia mente (“película!”), dis- periencias infantiles, que dejo sin desarrollar
minuían su enojo y su ansiedad y podía ha- acá.
blar con Sergio en otros términos. La motivación del conflicto se encuentra
El conflicto continuaba en ese caso den- en el amor a Sergio, que lleva a una serie de
tro de ella, con cierto grado de activación (ya acciones que María categoriza como “arran-
que se había “hecho la película”), pero podía car”.
ser mantenido a raya por medio de la capaci- Estas acciones entran, a su vez, en con-
dad de mentalizar, en tanto se ayudaba me- flicto con el superyó, cuya eficacia implica el
diante el poner por escrito. castigo consistente en que María padezca
No obstante, el que dicho conflicto se aquello mismo que quiso hacerle padecer a la
mantuviera vigente en lo inconsciente, sin esposa de Sergio (y que en parte había con-
ser trabajado, hecho consciente y, eventual- cretado).
mente, resuelto, hacía que María se encon- Hay, por tanto, tres frentes de conflicto
trara expuesta a que una intensificación del en lo actual: dos vinculares y uno intrapsí-
mismo, acompañada de un descenso en su quico, que es el vector determinante, según
capacidad de mentalizar (reemergencia de la hemos comentado ya: es la culpa de María la
equivalencia psíquica) (Lanza Castelli, 2013), que le hacía suponer (por vía de proyección)
se tradujera una y otra vez en discusiones y que la esposa se lo quería arrancar y la que -
peleas que ponían en riesgo la relación. posiblemente- incrementaba la hostilidad
Si sintetizamos ahora los componentes hacia Sergio, en parte con la intención (in-
del conflicto y la capacidad de mentalizar, consciente) de arruinar la relación.

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Podríamos postular que en la base de es- c) Regulación emocional propiciada


tos frentes se encuentra un conflicto edípico, por esta última operación. En este
lo cual implica suponer que lo que se pone caso, el mentalizar se expresa co-
en escena es la reedición de una situación mo modulación de un componen-
triangular vivida en la infancia con el padre te del conflicto: la reacción emo-
como objeto de amor y la madre como rival a cional.
vencer, tal como pudimos reconstruir en este Vale la pena reiterar, entonces, que el
análisis. mentalizar no tiene que ver con el “qué”, con
Mentalización: tiene que ver, no con el el contenido o argumento (conflicto), sino
“qué”, sino con el “cómo”, con el modo en con una serie de procesos y capacidades que
que se despliega el conflicto, lo que supone determinan el modo en que éste es enmarca-
una serie de procesos y capacidades que lo do, modulado y tomado como objeto.
enmarcan, lo modulan y lo toman por obje- Dado que estos dos ejes (mentalización y
to. conflicto) tienen una independencia relativa,
Como fue dicho ya, la capacidad de men- podríamos imaginar variaciones en el eje
talizar de María es alta y se expresa -aún an- mentalización, manteniéndose constante el
tes de comenzar su análisis- en las siguientes conflicto en juego, lo que ocasionaría desen-
operaciones: laces diferentes.
a) Identificar los pensamientos in- De este modo, podríamos suponer que si
voluntarios derivados del conflic- el nivel mentalizador de María hubiese sido
to, según los cuales la esposa de más bajo, ésta no habría podido salir del
Sergio se lo arranca. En este caso, modo de equivalencia psíquica ni cuestiona-
la capacidad de autoobservación do sus pensamientos involuntarios, con lo
(mentalización) toma como obje- cual su angustia no habría podido disminuir,
to un aspecto de dicho conflicto. ni tampoco los reproches hacia Sergio y las
b) Discernir dichos pensamientos críticas que le dirigía. Posiblemente este es-
como construcciones de su propia tado de cosas hubiera llevado a una pertur-
mente y no como reflejo de los bación vincular mayor, dado que es de supo-
hechos mismos (“película”). En ner que éste hubiera reaccionado de un mo-
este caso, se da un cambio en el do cada vez más hostil ante los reiterados
modo de ser vividos dichos pen- reclamos hostiles de María.
samientos, que pasan de consti- Si la regulación emocional hubiera sido
tuir (para su portadora) una también de bajo nivel, los sentimientos de
realidad “fáctica”, a consistir en María podrían haberse traducido como esta-
una realidad “psíquica”. Vemos llidos emocionales, entremezclados con un
en juego en este pasaje, otra face- vendaval de reproches y críticas, que hubie-
ta del mentalizar, consistente en ran perturbado seriamente la relación.
enmarcar al conflicto en un espa- Como vemos, entonces, a medida que
cio mental que María poseía, si disminuye la calidad del mentalizar se in-
bien para disponer del mismo le crementa la desregulación emocional, el es-
era necesario recurrir al poner pacio mental en el cual es posible tramitar
por escrito, sin lo cual no podía los conflictos va disminuyendo y éstos se
conquistar el rendimiento men- despliegan cada vez más en el mundo exte-
cionado. rior, a la vez que disminuye la capacidad pa-
ra elaborarlos o gestionarlos adecuadamente.

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Podríamos decir entonces que se realiza miento de María hacia Sergio), que no apare-
un pasaje del mentalizar a la vigencia del ce en modo alguno en él, antes bien, las ra-
modo teleológico (predominio de la acción), zones del enojo son inicialmente considera-
citado en el apartado sobre mentalización. das por María como consistentes en la frus-
Patrón vincular: Por último, si quisiéra- tración de su deseo amoroso, debido a la
mos relacionar los ejes del conflicto y el conducta de su amante.
mentalizar con el eje del vínculo (patrón vin- En un momento posterior, cuando María
cular) deberíamos comenzar por discernir en detecta sus pensamientos involuntarios y
este último tres momentos, que correspon- descree de ellos, el conflicto intrapsíquico
den al deseo, la respuesta del objeto y la continúa sin manifestarse y sin ser detectado
reacción del self ante dicha respuesta, tal por ella.
como fueron caracterizados por Lester Dicho conflicto determina parcialmente
Luborsky y Crits-Christoph (1998): la interacción vincular (incluyendo el con-
flicto vincular), pero no se escenifica ni se
1) Deseo de ser amada y de recibir despliega en este escenario, como tampoco lo
demostraciones de Sergio. hace en el escenario del otro conflicto vincu-
2) Ausencias de este último lar (con la esposa de Sergio), si bien lo de-
3) Enojo, reproches, críticas. termina también por medio del mecanismo
de la proyección.
A los efectos de articular, en primer tér- Entendemos por “escenificarse o desple-
mino, el patrón vincular y el conflicto, dire- garse en el escenario vincular” una situación
mos que -según han desarrollado largamente interpersonal en la que alguna persona hicie-
Fonagy y colaboradores- la conducta del otro ra las veces del Superyó que condena, y juz-
es siempre interpretada por medio de la Fun- gase o criticase a la paciente. En este caso, el
ción Interpretativa Interpersonal (Bateman, conflicto intrapsíquico y los elementos que lo
Fonagy, 2004). Y es esta interpretación la que componen, se habrían puesto en escena en
decide acerca de las emociones y acciones un ámbito interpersonal. Pero ninguno de
que se siguen de ella. los episodios relacionales relatados por Ma-
En este caso, tal como hemos consigna- ría se hallaba integrado por tales componen-
do, la FII se encuentra comandada por un tes.
mecanismo proyectivo, debido al cual las Por lo tanto, en ninguno de los conflictos
ausencias de Sergio se explican por la actitud vinculares analizados se despliega el conflic-
de la esposa (arrancar) y la pasividad de to intrapsíquico, pero sí ha de ser visto como
aquél ante dicha actitud. un factor fundamental en la producción de
Según hemos conjeturado, el conflicto aquéllos.
intrapsíquico (entre el Superyó y el deseo y la Por esta razón, es menester mantener la
acción de María de “arrancarle” el marido a diferenciación entre ambos conflictos (el
la esposa) determina la proyección mencio- intrapsíquico y el vincular, que forma, en
nada, y determina, por tanto, la reacción de realidad, parte del patrón vincular) e inda-
enojo y la conducta de María hacia Sergio. gar, en cada caso, hasta qué punto el primero
Hasta este punto, entonces, diríamos que se despliega, o no, en el segundo, ya que esta
el patrón vincular detectado, que entraña un alternativa tiene lugar en toda una serie de
conflicto interpersonal con Sergio está de- ocasiones, pero no en todas.
terminado en gran parte por el conflicto in- Sintetizando la relación entre conflicto y
trapsíquico (la culpa incrementa el hostiga- patrón vincular, diríamos que nos encon-

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tramos con dos alternativas: a) el conflicto alta sintonía, funciona adecuadamente en


intrapsíquico determina (o incide en) el con- forma automática.
flicto vincular, que forma parte del patrón Cuando hay un déficit en este punto, la
vincular, pero no se escenifica en él. b) el persona no puede anticipar cómo incidirá en
conflicto intrapsíquico se despliega en el al otro lo que haga o diga, y actúa impulsi-
conflicto vincular y forma también parte del vamente o con poco tacto
patrón vincular. Por último, el momento lógicamente
Por su parte, la contribución de la capa- posterior es el del despliegue de la acción en
cidad de mentalizar al patrón vincular se el espacio intersubjetivo, cuyo objetivo es la
manifiesta en el “cómo” de su despliegue y satisfacción del deseo. Un mentalizar ade-
realización. cuado supone que se lleva a cabo una acción
1) En relación al primer vector (deseo del mentalizada (Lanza Castelli, 2016b), a dife-
sujeto) incide en la capacidad para identifi- rencia de una impulsiva o bizarra.
car y denominar el deseo de que se trate, en 2) Cuando se produce, entonces, lo que
la medida en que éste no haya sucumbido a llamamos respuesta/acción del otro, vemos
la acción de la represión, con lo cual se vuel- que dicha respuesta o acción es mediatizada
ve inobservable. por una Función Interpretativa Interpersonal
Si incluimos la dimensión interpersonal, (Bateman, Fonagy, 2004, 2006) que -como su
además de la intrapsíquica, podríamos decir nombre indica- interpreta la respuesta o ac-
que junto con dichos deseos encontramos ción del otro asignándole un significado.
también anticipaciones -habitualmente pre- La interpretación que se lleva a cabo
conscientes- respecto al modo en que el otro puede ser automática o deliberada. La prime-
responderá a la exteriorización del deseo de ra, que suele ser intuitiva, es expresión de la
que se trate. mentalización implícita o automática, que es
Cuando el mentalizar funciona adecua- no consciente y no reflexiva. Tiene un tiem-
damente, las anticipaciones estarán basadas po de procesamiento rápido y procesa estí-
en el conocimiento del otro, de su forma de mulos en paralelo (postura, tono de voz, ges-
reaccionar ante la situación en la que se en- tos, modo de hablar y de mirar, etc.), a la vez
cuentra, o basadas en ciertas claves conduc- que requiere poco esfuerzo, atención con-
tuales y contextuales, en el conocimiento de centrada o intención.
cuáles son los estados mentales esperables La mentalización deliberada es conscien-
dadas ciertas circunstancias, etc., que supo- te, verbal, deliberada y reflexiva. Implica un
nen un buen funcionamiento de la capacidad procesamiento serial y lento que requiere
de mentalizar y permiten construir conjetu- atención concentrada, intención, conciencia
ras plausibles referidas a la forma en que el y esfuerzo.
otro recibirá la manifestación del deseo del Esta interpretación (automática o delibe-
sujeto. rada) puede funcionar con un grado mínimo
El funcionamiento de esta actividad anti- de distorsión y aprehender adecuadamente el
cipadora (que forma parte del mentalizar) es significado de la respuesta/acción del otro en
fundamental para dosificar el modo y la can- términos de estados mentales. En este caso,
tidad de información que se le brinda al otro, estamos en presencia de una mentalización
así como para llevar a cabo la regulación o exitosa, que se basa en la construcción logra-
eventual inhibición de la acción que se des- da de un modelo de la mente del otro, plau-
pliega en relación con él. En relaciones de sible y de menor o mayor complejidad.

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Pero dicha interpretación puede también Consideraciones finales


estar sesgada (o comandada) por los esque- Querría retomar ahora un párrafo que
mas self-objeto internos, de modo tal que la consigné en la introducción de este artículo,
acción del otro queda interpretada y traduci- a los efectos de contrastarlo con el recorrido
da desde los propios esquemas interpretati- que hemos realizado:
vos disfuncionales de forma automática, co- “Tenemos, entonces, tres enfoques diver-
mo ocurría con María cuando suponía que la sos sobre la psicopatología y la clínica.
tardanza o ausencia de Sergio tenía que ver En el presente trabajo postulo que la ar-
con que su esposa se lo estaba arrancando. ticulación de los mismos permite alcanzar
3) El tercer vector de este patrón vincular una visión más rica y compleja acerca de los
tiene que ver con la reacción del self a la res- desenlaces psicopatológicos y del abordaje
puesta/acción del otro, mediatizada -como psicoterapéutico, en comparación con la vi-
fue dicho- por la interpretación que de ella sión que se logra desde cualquiera de dichos
hace la Función Interpretativa Interpersonal. enfoques considerado de modo exclusivo y
Según sea la interpretación que se lleve a con independencia de los otros dos”.
cabo, así será la emoción que se active. A los efectos de dicha contrastación, val-
En relación a esta emoción, existen una drá la pena hacer una síntesis de las conside-
serie de posibilidades: raciones realizadas en este artículo y de las
La primera de ellas es que se encuentre interrelaciones que encontramos entre men-
simbolizada, o que se haya resomatizado talización, conflicto y patrón vincular.
(Krystal, 1988) y se exprese como alteración Mentalización y conflicto: la mentaliza-
orgánica. Esta falla en la simbolización se ción consiste en una serie de capacidades que
relaciona con perturbaciones en la constitu- enmarcan, modulan y toman como objeto al
ción de las representaciones secundarias para conflicto. Pertenece al orden de los procesos,
simbolizar los afectos, que es un importante mientras que el conflicto al orden de los con-
déficit en el terreno de la mentalización (Ba- tenidos.
teman, Fonagy, 2004). En el caso de María, el buen funciona-
Si se encuentra simbolizada, tenemos dos miento de su mentalizar, permitió que el
alternativas: o será identificada en mayor o trabajo con ella se desarrollara en lo esencial
menor grado, con lo cual habrá mayores po- mediante una terapia orientada al insight,
sibilidades de regularla, en lo que podríamos con intervenciones fundamentalmente de
llamar “mentalización de la afectividad” corte interpretativo.
(Allen, Fonagy, Bateman, 2008; Feldman No obstante, en una serie de ocasiones
Barret et al., 2001; Fonagy et al., 2002), o en las que la activación emocional hacía que
caerá bajo una defensa que impedirá su desa- la paciente entrara en el modo de equivalen-
rrollo, la mantendrá inconsciente, la despla- cia psíquica, se hacía necesario apelar a otro
zará sobre otra escena, etc. tipo de intervenciones (no interpretativas)
Por último, surgirá una acción dirigida para ayudarla a recuperar su capacidad de
(o no) hacia el otro que puede verse inhibida mentalizar, y sólo entonces era posible con-
por una defensa, o desplegarse sin trabas. tinuar con el trabajo centrado en las inter-
A su vez, esta acción tendrá variados pretaciones.
grados de mentalización, e irá desde la ac- En otros (numerosos) casos, en los que
ción impulsiva y descontrolada hasta la ac- las fallas en el mentalizar son mucho más
ción plenamente mentalizada (Lanza Caste- pronunciadas que en María, éstas alcanzan
lli, 2016b).

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tal dimensión que se vuelve necesario un trón vincular, sea que se despliegue, o no, en
trabajo que se aboque a ayudar al paciente a ese escenario.
que restablezca su capacidad mentalizadora Pero esto sucede cuando hay suficiente
(mediante una terapia orientada a la menta- constitución de un espacio mental y de teji-
lización: Kirsch, Brockman, Taubner, 2016), dos representacionales de cierta riqueza (o
para que se vuelva abordable el conflicto sea, un buen nivel de la capacidad mentali-
(Lanza Castelli, Bilbao Bilbao, 2017). zadora), como para que el conflicto quede
En otras ocasiones, por último, el con- enmarcado en ellos y sólo secundariamente
flicto no ha alcanzado tanta importancia en se traslade al ámbito del actuar.
la determinación de las perturbaciones del En otras ocasiones, cuando el espacio y
paciente, por lo que sólo se torna necesario las representaciones mencionadas son muy
focalizar sobre los trastornos en el mentali- precarios (debido a fallas en el mentalizar), el
zar, que son los responsables de sus proble- conflicto -carente de ese marco- se despliega
mas. directamente en el espacio interpersonal,
Vemos entonces que el tener presentes creándose patrones vinculares altamente
ambos puntos de vista conjuntamente, nos problemáticos.
ayuda a identificar los focos de trabajo y a Considero, entonces, que resulta de la
proceder en consecuencia. mayor utilidad, enfocar las manifestaciones
Mentalización y patrón vincular: el men- clínicas de los pacientes que nos consultan,
talizar se encuentra presente en los tres vec- desde este triple punto de vista, no sólo por-
tores del patrón vincular. En el primero, en que de ese modo alcanzamos una visión en-
la identificación del deseo, en las expectati- riquecida, tridimensional, del caso de que se
vas respecto a la respuesta del otro y en la trate, sino también porque dicha perspectiva
mentalización de la acción en la que dicho nos permite identificar con mayor claridad
deseo se lleva a cabo. En el segundo, por me- los focos sobre los que será necesario traba-
dio de la Función Interpretativa Interperso- jar, así como el eje (o la combinación de ejes)
nal, que interpreta la respuesta del otro. En en el que se encuentran ubicados, y actuar en
el tercero, por medio de la simbolización y consecuencia, utilizando las intervenciones y
modulación de la respuesta emocional y la técnicas que sean pertinentes en cada eje.
mentalización de la acción, motivada por En un trabajo anterior, junto con Itziar
dicha respuesta. Bilbao Bilbao y desde una perspectiva similar
Cuando los patrones vinculares disfun- a la propuesta en este artículo, hemos llevado
cionales se encuentran en el centro de las a cabo un análisis comparativo entre dos
perturbaciones y preocupaciones del pacien- pacientes cuyo conflicto era muy similar,
te, será pertinente -según el enfoque que pero en los que la marcada diferencia entre la
propongo- tratar de identificar el aporte de capacidad de mentalizar de uno y de otro,
las fallas en el mentalizar a dicha problemáti- sugería una indicación de psicoterapia muy
ca, como así también el aporte de la dimen- diferente para cada uno de ellos (Lanza Cas-
sión del conflicto. telli, Bilbao Bilbao, 2017). Ésta es, a mi en-
Conflicto y patrón vincular: como hemos tender, una de las aplicaciones y utilidades
visto ya, el conflicto intrapsíquico suele de- clínicas más importantes del enfoque que
terminar (o incidir en) el conflicto interper- propongo en este trabajo.
sonal que encontramos en el interior del pa-

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