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2do EXAMEN DE ARBORICULTURA (FOR621)

ALUMNO: Alina González Pulido


Matrícula: 11931017
Contesta justificando cada uno de los siguientes escenarios.
1. Describe como se es el movimiento del agua en función de las diferentes texturas del
suelo. Si alguien te sugiere agregar grava o arena en el fondo de una cepa, que le
contestarías (justifica).
El agua en el suelo puede mantenerse retenida en los poros o puede ser infiltrada por la gravedad
a capas más profundas. El movimiento del agua puede ser tanto vertical como horizontal. La
permeabilidad del suelo representa la facilidad con la que el agua se puede mover, y está
determinada por la textura y la estructura. Un suelo con mayor contenido de arenas tendrá mayor
infiltración vertical y débil retención para el movimiento horizontal. En suelos más arcillosos el
agua se moverá más fácilmente de manera horizontal y lentamente en vertical. Esto se deberá a
que las arcillas forman espacios porosos más pequeños y más numerosos que las arenas, logrando
una mayor capacidad de retención del agua. Los suelos de textura franca por lo general tienen la
mayor capacidad de mantener el agua disponible (Fernández y Trillo,2005; Shaxson y Barber,
2005; Food and Agriculture Organization of the United Nations, s.f.)
El agregar arena o materiales grueso puede llegar a causar un cambio en la textura del suelo, si se
añade en grandes cantidades, o s se hace en capas completas de dicho material. Esto puede causar
acumulación de agua al fondo de la cepa y originar pudrición o reducir el contenido de aire, por lo
que lo recomendable es preferir un suelo mezclado, con tendencia a textura franca y no hacer
capas de materiales gruesos.

2. ¿En qué se diferencia la poda recomendada a árboles jóvenes con la de arbolado maduro?
Favor de describir cada uno de los tipos que son recomendados en cada caso.
La poda de árboles jóvenes se realiza antes del cierre de la copa, y es la llamada formativa o
estructural. Puede iniciarse desde el vivero hasta antes de alcanzar la madurez. En esta se favorece
la formación de un solo tronco principal mediante la eliminación de codominancias, ramas muy
cercanas o cruzadas. Mediante esta práctica se busca el desarrollo de una estructura fuerte en el
árbol propiciando el ahusamiento del árbol y la distribución adecuada de ramas. Además, las
podas en arboles jóvenes generarán un menor daño que las podas realizadas en adultos, ya que
serán de menor tamaño permitiendo una compartimentación más rápida (Kerr y Morgan, 2006;
Llorens, s.f.; Sociedad Internacional de Arboricultura, s.f. a; Secretaría del Medio Ambiente, 2015).
Un árbol adulto puede requerir de la poda por motivos de mantener su salud, por seguridad o por
estética. Los principales tipos de poda realizados en arboles adultos son:
De limpieza. Eliminación de las ramas muertas, enfermas, con inserción débil o con poco vigor.
Aclareo. Retiro de ramas para mejorar la estructura e incrementar la penetración de la luz y el
movimiento del aire a través de la copa. Reduce el peso de la copa, pero mantiene su estructura.
De elevación de copa. Eliminación de las ramas inferiores de un árbol para proporcionar espacio
para la realización de actividades debajo de ella o a estructuras.
De reducción. Para disminuir el tamaño de un árbol, proporcionando espacio libre en altura, pero
manteniendo la forma y estructura del árbol (Secretaría del Medio Ambiente, 2015; Sociedad
Internacional de Arboricultura, s.f.b).
3. Describe los principales requerimientos de elementos minerales para árboles urbanos.
Menciona al menos 3 ejemplos en la literatura. Suponiendo, que se recomendara 1.5 Kg
de N, aproximadamente, cuanto fertilizante (30-9-7) se necesitaría para un árbol con 175
m2 de área de goteo. ¿Por qué usaría el término “aproximadamente”?
Los elementos minerales son esenciales para los arboles cuando no puede completar su ciclo de
vida sin él, cuando su acción no se puede reemplazar y su efecto es directo en la panta. Existen 16
elementos esenciales para el crecimiento de árboles, los macronutrientes son: nitrógeno (N),
fósforo, (P), potasio (K), magnesio (Mg), azufre (S) y calcio (Ca); los micronutrientes son hierro (Fe),
manganeso (Mn), cobre (Cu), boro (B), zinc (Zn), molibdeno (Mo) y cloro (Cl), estos se absorben del
suelo. Los elementos carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O), se obtienen del aire y del agua
(Harris, 1992; Rivas, 2013)
Se ha estudiado la importancia del N y P en el crecimiento de algunos pinos, que durante la etapa
de cierre de copas tienen una alta demanda de estos elementos (Fox et al., 2007).
También se ha encontrado que algunas especies son sensibles a la deficiencia de nitrógeno y a la
deficiencia de azufre provocando un bajo rendimiento en el crecimiento, además el desbalance de
calcio/magnesio y magnesio/potasio afecta el crecimiento en altura (Ramírez et al.,2014).
Incluso llega a considerarse la adición de elementos minerales (principalmente nitrógeno, pero
también fosforo, potasio, magnesio, azufre, boro y zinc) como una práctica esencial en la
sobrevivencia de árboles jóvenes, aplicando fertilizantes para reforzar el desarrollo de los árboles
en su tercer y cuarto año de vida, la principal respuesta es un mayor crecimiento y la mejora en los
procesos fisiológicos (Ferrini et al., 2005).
Dosis recomendada de fertilizante: 1.5 kg de N en 100 m2
Área bajo la copa: 175 m2
Fertilizante a utilizar: 30-9-7
Cantidad de nitrógeno: Cantidad de fertilizante:
1.5 - 100 Se divide N requerido / % de N en fertilizante
x - 175 30% de N en el fertilizante
X= (175*1.5)/100 =2.625 Kg de N = 2.625/0.30= 8.75 Kg de fertilizante
El contenido nutrimental del suelo puede modificarse al aplicar fertilizantes, sin embargo, la
cantidad de fertilizante que se aplica puede ser modificada por las interacciones que sucedan en el
suelo dependiendo de su pH, textura, CCIC, etc., la presencia de otras plantas diferentes a la que
se pretende fertilizar, el tipo de fertilizante y el momento y método de aplicarlo también pueden
la cantidad de elementos minerales e incluso la fertilidad natural del suelo puede alterar nuestras
dosis de fertilización. (Lázaro-Dzul et al., 2012).
Fernández, RJ y N Trillo (2005) La textura del suelo como fuente de heterogeneidad; sus efectos
sobre la oferta de agua para las plantas. En: La heterogeneidad de la vegetación de los
agroecosistemas. Editorial Fac. M. Oesterheld, MR. Aguiar, CM Ghersa y JM Paruelo (Eds.)
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Ferrini, F., Giuntoli, A., Nicese, F. P., Pellegrini, S., & Vignozzi, N. (2005). Effect of Fertilization and
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