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Conferencia 11 .

Tema I. EL CESPEDÓN, RIEGOS Y TUTORES PARA


LA PLANTACIÓN EN ESPECIES UTILIZADAS EN
ZONAS URBANAS

10mo. Semestre de Ingeniería Forestal


Universidad Estatal Amazónica
Dr. Yoel Rodríguez Guerra
Mayo /Agosto 2022
Objetivo de la clase.
Valorar los principios del manejo silvicultural de
especies vegetales, a través de mejor manejo del
cespedón, riego inicial y tutores en condiciones
urbana y periurbana.
• El suelo urbano. El cespedón, riego inicial
y tutores, para especies vegetales en
condiciones urbana.
LOS SUELOS URBANOS
El problema de los suelos urbanos es que producto de la influencia antrópica y sus prácticas de
manejo, su calidad se ve afectada frecuentemente. Scharenbroch y Catania (2012) identifican
que dichos suelos tienen como características el ser muy densos y poseer poco espacio poroso
(pobres en estructura), lo que repercute en la capacidad de conducir y retener el agua, aire y
nutrientes; poseen un pH elevado y alta salinidad; presencia de contaminantes ambientales y un
bajo contenido de materia orgánica. Señalan, ade- más, que la condición degradada del suelo
limita el crecimiento y salud del arbolado urbano, y que por esta razón la evaluación y
mejoramiento del suelo urbano es imperativo para el establecimiento, crecimiento y longevidad
de los árboles en las ciudades.
La mayoría de las personas piensa en el suelo como una mezcla de elementos sólidos, tales como
minerales y materia orgánica. Sin embargo, los espacios abiertos en el suelo, llamados poros, son
igual de importantes. Su tamaño y distribución afectan el movimiento y disponibilidad de aire, y
humedad a través del perfil del suelo (Morgan, 1993). La composición ideal de un suelo es de un
25,0% de aire, 25,0% de agua, 45,0% de minerales y un 5,0% de materia orgánica. La adecuada
proporción de dichos componentes guardan relación con la textura y estructura del suelo. En ella
queda de manifiesto la importancia de la relación agua-aire, ya que en conjunto conforman el
50,0% de los componentes del suelo.
El Laboratorio de Relación Suelo-Agua- Planta de la Universidad de Chile (SAP, 2012) define
como textura a la compo-
Cespedón
Es la masa de tierra que envuelve las raíces y con la cual el árbol es transportado de un sitio a otro.
Los productores de especies vegetales en viveros, producen los árboles en envases de diferentes
tipos, los cuales van cambiando a medida que el arbolito crece hasta salir al mercado; éste sistema de
reempaque es recomendable para árboles menores de 3m.

Para árboles mayores de 3 m se combina la producción en envase y se planta en piso el árbol para
que desarrolle la talla deseada; cuando el árbol alcanza la altura, diámetro y calidad deseada se
banquea y el cespedón se envuelve con un fique (costal, arpillado) con firmeza, para que no se
rompan las raíces.
En cualquier caso, se debe revisar el cespedón del árbol para cerciorarse de que tiene buen sistema
radicular, que el substrato esté compacto y que las raíces no estén enrolladas alrededor de este
o que no tengan poda excesiva de raíces gruesas recientemente, ni raíces secundarias carentes
de pelos radiculares. Además que dentro del substrato no se encuentren evidencias o presencia de
organismos patógenos
Riego inicial
El riego es indispensable durante y después de la plantación debido a que el
individuo tiene su sistema radicular podado o reducido y, por ende, descompensado
con respecto al tamaño de su copa.

Debido al poco volumen de raíces absorbentes, el riego continuo ayuda a la


hidratación durante los primeros meses de plantado el árbol, mientras se fortalece
nuevamente.

Los riegos deben ser lentos, al caer la tarde o en la noche, para evitar en lo posible la
evapotranspiración y asegurar que el agua penetre al menos 30 cm de profundidad,
de lo contrario, las raíces buscarán la humedad y se volverán superficiales,
perjudicando el desarrollo del árbol. Es aconsejable agregar nutrientes al riego para
mejorar las condiciones fitosanitarias del individuo.
Con respecto a la realización de una taza de riego, se recomienda en este momento
realizarla de unos 5 a 10 cm de alto, y del ancho de la hoyadura. Además si se desea
efectuar fertilización se debe evaluar la planta y fertilidad del suelo antes de hacerlo.

En el caso de contar con suelos muy ácidos, compactados y carentes de toda


estructura, la enmienda que ha dado mejores resultados es el compost, ya que
aumenta el contenido de materia orgánica, mejora el drenaje y añade nutrientes
esenciales. Se recomienda realizar una mezcla de 1/3 de compost y 2/3 de la tierra
original para cada hoyadura (Cappiella et al., 2006).
TUTORES
Aunque el tutoreo o entutorado, no es recomendable para los árboles pequeños
porque dañan el tronco, se puede colocar un tutor grueso o dos fuera del cespedón,
anclados con firmeza para que no se inclinen, atando el árbol con cinta, no alambre o
hilo delgado, durante los primeros seis meses; los tutores deben quitarse antes de
llegar al año. En árboles grandes se usan uno, dos o tres tirantes repartidos para sujetar
el árbol al piso hasta que se afiance al suelo; se debe asegurar que los tirantes no pelen
la corteza del árbol y siempre estén bien tensados, pero no requintados.
TUTORES
Es conveniente colocarlo enterrado entre 60 a 70 cm, conjuntamente, durante la
plantación (Lell, 2006) para así evitar daños a las raíces. Esta recomendación es de
importancia dependiendo de la cercanía del tutor al pan de la raíz .

Se recomienda atar el tronco del árbol al tutor o a una rama suficientemente fuerte de
la planta, lo más alto posible, con una banda de tejido tipo arpillera, rafia, tela o
plástico de unos 5 a 10 cm de ancho (Lell, 2006).

Para evitar el estrangulamiento y/o rozamiento de la planta contra el tutor suele


emplearse la atadura llamada bastón, también suele emplearse en tutorado doble o
triple aunque estas últimas son recomendadas para la sujeción de plantas más grandes
(Lell, 2006).
MANTENIMIENTOS.
Una vez plantado el árbol, se inicia el proceso de cultivo. Si su mantenimiento no
es adecuado, es muy posible que el árbol no llegue a convertirse en adulto, y es
preferible tener un número reducido de árboles grandes y vigorosos, que miles de
ejemplares pequeños, estresados y moribundos.
En el medio urbano cada árbol requiere el desarrollo de labores silviculturales
como: podas, riego, fertilización, deshierbes, fumigación, protección contra el
vandalismo, entre otra.
Dado que no nacen solos, el cuidado de los árboles en las ciudades es exigente
porque son seres domesticados, es decir, que están condicionados debido a que
fueron sustraídos de su ambiente natural.
¡ Gracias !

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