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CSIRO PUBLICACIÓN
Investigación de suelos, 2015, 53, 168–
177 http://dx.doi.org/10.1071/SR13339

Eucalipto la reforestación induce la repelencia al agua del suelo

LL WaldenA, RJ HarperA,C, DS MendhamB, DJ HenryAy JB FontaineA

AFacultad de Veterinaria y Ciencias de la Vida, Murdoch University, 90 South Street, Murdoch, WA 6150, Australia.
BCSIRO Land and Water, Private Bag 12, Hobart, Tas. 7001, Australia.
CAutor correspondiente. Correo electrónico: r.harper@murdoch.edu.au

Abstracto. Existe un interés creciente en la reforestación de eucaliptos para una variedad de propósitos en Australia, incluida la producción de
madera para pasta, la mitigación del carbono y la gestión de las aguas de captación. Los impactos de esta reforestación en la repelencia al agua del
suelo no se han examinado a pesar de que los eucaliptos a menudo se asocian con la repelencia al agua y la repelencia al agua tiene impactos en el
movimiento del agua a través y dentro de los suelos. Para investigar el papel de la reforestación de eucaliptos en la repelencia al agua y las
interacciones con las propiedades del suelo, examinamos 31 sitios en el suroeste de Australia Occidental con parcelas pareadas que solo difieren en
el uso actual de la tierra (pastosv. plantación). La incidencia y la gravedad de la repelencia al agua aumentaron en los 5 a 8 años posteriores a la
reforestación conEucalyptus globulus. A pesar de esta diferencia en la repelencia al agua, no hubo diferencias en las características del suelo, incluido
el contenido o composición de carbono orgánico del suelo, entre los suelos de pastos y plantaciones, lo que sugiere la inducción por pequeñas
cantidades de compuestos hidrófobos de los árboles. La incidencia de repelencia al agua del suelo fue generalmente mayor en suelos con superficie
arenosa (<10% de contenido de arcilla); sin embargo, para estos suelos, el 72% de los pastizales y el 31% de la plantación no eran repelentes al agua,
y esto era independiente de las propiedades medidas del suelo. El modelado por computadora reveló marcadas diferencias en las capas y el
empaque de ceras en superficies de caolinita y cuarzo, lo que indica la importancia de las interacciones interfaciales en el desarrollo de la repelencia
al agua del suelo. Se consideran las implicaciones de una mayor repelencia al agua para el manejo de plantaciones de eucalipto.

Recibido el 24 de noviembre de 2013, aceptado el 7 de octubre de 2014, publicado en Internet el 25 de febrero de 2015

Introducción
Existe un gran interés en la reforestación de eucaliptos, dentro de
Australia (Gavran 2013) e internacionalmente (Stand 2013), para la
producción de madera y pulpa de madera y la gestión del agua de
captación (Townsend et al. 2012) y cada vez más como una estrategia de
mitigación de carbono a través del secuestro de carbono o la producción
de bioenergía (Wu et al. 2008; Mitchellet al. 2012; Harperet al. 2014).
Dada la posible escala de actividad que puede desarrollarse, es
importante comprender las implicaciones para la sostenibilidad del suelo
y el agua (Cowieet al. 2006; Payne2010; Sochackiet al. 2013). Aunque se
han considerado las implicaciones de la reforestación en términos de
rendimiento de agua (Jacksonet al. 2005; Gerbens-Leeneset al. 2009),
calidad del agua (Díaz-Chávez et al. 2011) y almacenamiento de carbono
del suelo (Cowie et al. 2006; Harperet al. 2012), los impactos sobre la
repelencia al agua del suelo no se han considerado específicamente, ni
en términos de manejo continuo del sitio en plantaciones de eucalipto ni
como parte de los criterios de sostenibilidad para plantaciones de
bioenergía (Scarlat y Dallemand 2011). Esto es a pesar de la asociación
reportada de eucaliptos con repelencia al agua en plantaciones
Eucalyptus globulus en la Península Ibérica (Doerr et al. 1998; Ferreiraet
al. 2000; Rodríguez-Alleres y Benito2011) y en bosques naturales de
Australia (McGhie y Posner 1980; Crockfordet al. 1991; Prosser y Williams
1998; Harperet al. 2000).
En todo el sur de Australia, grandes áreas (~ 10Mha) de tierras
anteriormente dominadas por eucaliptos despejadas para la agricultura
experimentan diversos grados de repelencia al agua (Blackwell 2000;
Harperet al. 2000). Es dentro de estas regiones donde gran parte de los
Se producirá la reforestación de eucaliptos existente o planificada para la
mitigación del carbono (Mitchell et al. 2012).
La repelencia al agua generalmente se desarrolla debido a la
formación de recubrimientos hidrófobos en partículas y agregados del
suelo (Wallis y Horne 1992; Doerret al. 2000), y esto reduce las tasas de
infiltración de agua. Incluso para suelos porosos, donde el agua puede
ocupar los poros más grandes, los granos individuales no estarán en
contacto con el agua, por lo que se inhibe la infiltración.
Alternativamente, el material hidrófobo puede ocupar los poros en lugar
de revestir granos individuales, lo que también da como resultado una
humectabilidad reducida. En una superficie hidrofílica, el agua se
esparce sobre el suelo en una película continua, pero en una superficie
hidrofóbica el agua forma perlas en la superficie del suelo (Doerret al.
2000). La repelencia al agua está ampliamente relacionada con el área de
la superficie del suelo y, por lo tanto, es más probable que ocurra en
suelos con superficie arenosa (Harperet al. 2000), aunque existen
reportes de suelos con texturas más arcillosas (McGhie y Posner 1980).
La ocurrencia de repelencia al agua también está comúnmente
relacionada con la vegetación circundante (DeBano1981; Wallis y Horne
1992), y aunque en algunas situaciones puede verse agravado por los
incendios forestales (DeBano 1981), este efecto no siempre es
consistente (Doerr et al. 1996).
La repelencia al agua tiene varias implicaciones para el manejo
del suelo. La repelencia al agua reduce la capacidad de infiltración
de los suelos y a menudo se asocia con un aumento de la
escorrentía y la erosión (Witteret al. 1991; Ferreiraet al. 2000;
Shakesbyet al. 2000; Doerret al. 2003; Coelhoet al. 2005). Se pueden
establecer patrones de flujo preferenciales debido a la presencia de

Recopilación de revistas - CSIRO 2015 www.publish.csiro.au/journals/sr

Repelencia al agua y reforestación de eucaliptos Investigación de suelos 169

repelencia al agua, que a través del flujo de dedos aumenta la probabilidad de Métodos
que las sustancias nocivas se filtren en las aguas subterráneas (Bauters et al.
Selección de sitio
1998). Dentro de las regiones agrícolas, la repelencia al agua a menudo se
asocia con un bajo rendimiento de los cultivos debido a un humedecimiento Los suelos fueron muestreados en 2001 como parte de un estudio sobre los efectos de

desigual del suelo y una mala germinación (Blackwell2000).
Dada la extensión generalizada de la reforestación de eucaliptos
existente y planificada en el sur de Australia, la asociación de esta
especie con la repelencia al agua (McGhie1980; Ferreiraet al. 2000;
Shakesbyet al. 2007) y la reforestación que se produce en una
región en la que se ha informado ampliamente sobre la repelencia
al agua en tierras agrícolas (McGhie1980; Harperet al. 2000), este
estudio tuvo como objetivo (I) cuantificar el efecto de E. globulus
reforestación en el grado de repelencia al agua en los suelos del
suroeste de Australia en comparación con otros usos de la tierra
(agricultura y tierras de arbustos naturales); (ii) investigar las
posibles relaciones entre las propiedades del suelo y la repelencia al
agua a través de análisis estadísticos y simulaciones de
interacciones entre superficies de partículas y ceras; y (iii)
explorarán las posibles implicaciones para la gestión de las
plantaciones y los recursos hídricos.
E. globulus plantaciones sobre la fertilidad del suelo en el suroeste de
Australia Occidental (Grove et al. 2001; Mendhamet al. 2002B,2003, 2004;
O'Connellet al. 2003). Treinta y un sitios (Tabla1) fueron seleccionados
para abarcar el rango climático (precipitación media anual 574-1417
mm / año) de E. globulus en la región (Grove et al.2001). Los sitios se
definieron como un par deE. globulusplantaciones y pastos en el mismo
elemento de relieve, y se emparejaron sobre la base de la morfología del
suelo y las concentraciones de nitrógeno (N) y fósforo (P) totales como
indicador del historial de fertilizantes del sitio. Las áreas adyacentes de
plantaciones y pastos tenían el mismo historial de uso de la tierra antes
del establecimiento de las plantaciones. Para 10 de los 31 sitios, se hizo
una comparación adicional con la vegetación nativa ('matorrales'), que
estaba dominada por los árboles nativos.E. marginata y Corymbia
calophylla. Propiedades principales de cada uno de los 31 sitios, incluida
la Base de referencia mundial para las clasificaciones de recursos del
suelo (FAO2014), se resumen en la Tabla 1; propiedades adicionales del
suelo y del sitio y

Cuadro 1. Resumen de las principales características físicas y químicas del suelo en cada uno de los sitios (promedio de los usos de la tierra)
Todos los sitios tenían una comparación pareada entre E. globulus plantación (PL) y pasto (PA); los sitios marcados con un asterisco también tenían un bosque nativo (matorrales)
comparación. CS, arena gruesa; FS, arena fina; ST, limo; CL, arcilla

Sitio Tierra Localización Lluvia pH TN OC Exchang. cationes Partícula Agua

Clasificación (8S) (8MI) (mmyear–1) (%) (cmol+ kg–1) análisis de tamaño repelencia
(FAO) California Mg K N/A CS FS ST CL Pensilvania PL
(%) (METRO etanol)

Allison Acrisol férrico 34,62 117,30 776 5,0 0,41 4,9 2,51 0,74 0,12 0,37 48,2 28,8 5,0 18,0 0.0 0.4
Andrews * Acrisol férrico 34,93 118,01 821 4,4 0,22 3,1 1,30 0,57 0,15 0,19 33,3 59,9 2,6 4,2 0,0 1.8
Anning * Acrisol férrico 34,95 116,88 1289 4,5 0,35 4,3 2,90 0,62 0,21 0,16 53,3 31,0 5,9 9,8 0,0 1,6
Ayers * Xanthic Ferralsol 33.81 116.06 946 5.3 0.47 4.9 5.19 1.08 0.37 0.24 26.3 44.4 13.6 15.7 0.0 0.0
Browne Férrico Acrisol 33,95 116,02 995 4,7 0,34 4,2 1,93 0,32 0,15 0,10 49,4 31,7 6,9 11,9 0.0 0.0
Clarke 1 Acrisol férrico33,35 116,77 580 4.8 0.16 1.8 1.02 0.69 0.11 0.17 66.5 22.5 5.0 6.1 0.0 0.0
Clarke 2 Acrisol férrico33,36 116,78 580 4,6 0,20 2,8 2,21 0,51 0,16 0,30 67,2 22,8 3,3 6,6 0,0 0.0
Decke 1 Arenosol háplico 34,22 116,25 964 5,1 0,27 3,3 2,70 0,45 0,20 0,09 40,0 48,8 4,2 6,9 0,0 1.0
Decke 2 Acrisol férrico 34,23 116,26 964 5,0 0,33 4,2 2,13 0,37 0,19 0,16 45,9 38,2 6,6 9,3 0,0 0,6
este Arenosol háplico 34,25 116,21 1023 5,0 0,68 5,5 4,49 0,70 0,22 0,18 28,2 41,6 17,0 13,2 0,2 0.0
Flanagan 1 Xanthic Ferralsol 34,70 116,14 1417 5.3 0.36 5.0 3.04 0.94 0.40 0.24 34.8 30.1 14.3 20.8 0.0 0.0
Flanagan 2 Ferric Acrisol 34,70 116,13 1417 5,2 0,30 3,4 2,00 0,53 0,15 0,09 52,9 27,4 8.4 11.3 0.0 0.0
Geary Acrisol férrico 33,71 115,05 1028 5.3 0.38 5.3 3.60 1.20 0.24 0.27 49.7 27.5 5.8 17.0 0.0 0,6
Gibbs * Arenosol háplico 33,50 116,52 732 4,9 0,15 2,1 2,29 0,52 0,07 0,07 77,0 19,9 1,0 2,1 0,2 0,2
Pabellón 1 * Acrisol férrico 34,47 117,43 645 5,0 0,25 3,3 1,97 0,56 0,12 0,22 52,3 35,4 3,1 9,3 0,0 1.4
Pabellón 2 Arenosol háplico 34,49 117,39 661 4,7 0,19 2,6 1,82 0,42 0,09 0,12 55,3 39,3 1,7 3,6 0,2 1.4
Hartridge * Arenosol gléico 34,25 115,35 1086 4,9 0,26 3,6 1,75 0,42 0,15 0,21 71,8 18,3 2,2 7,6 1,6 2.0
Jeffries 1 * Arenosol háplico 33,60 116,65 640 5,2 0,07 1,6 2,92 0,59 0,10 0,05 83,3 15,3 0,6 0,8 0,0 0.4
Jeffries 2 Arenosol háplico 33,60 116,64 640 5,0 0,07 1,3 1,91 0,29 0,09 0,07 71,8 24,7 1,1 2,5 0,0 0.0
Lindsay Arenosol háplico 34,01 115,79 1007 4,7 0,46 5,0 2,59 1,15 0,58 0,36 18,2 42,7 19,6 19,5 0,0 0.0
Lubcke 1 Ferralsol ródico 33,32 116,58 650 5.1 0.16 2.7 1.74 0.39 0.12 0.20 62.9 25.1 2.7 9.3 0.0 0.0
Lubcke 2 Arenosol háplico 33,32 116,56 650 5,1 0,33 4,4 3,66 0,55 0,17 0,18 52,0 31,0 4,3 12,7 0.0 0.0
Linchar Acrisol férrico 34,68 117,50 724 4,5 0,26 3,2 2,01 0,86 0,17 0,19 55,7 31,0 2,8 10,5 0.0 0.0
Moltoni * Acrisol férrico 34,37 115,99 1358 4,7 0,26 3,7 2,23 0,38 0,18 0,08 49,9 29,4 6,9 13,8 0.0 0.0
Oates Acrisol férrico 33,69 115,51 926 5,4 0,20 2,6 1,82 0,35 0,17 0,18 43,8 47,0 2,9 6,3 0,0 0.0
Patmore 1 * Arenosol háplico 34,45 116,75 817 4,9 0,13 2,2 3,50 0,83 0,09 0,08 75,0 21,2 0,6 3,2 0,2 0.0
Patmore 2 Arenosol háplico 34,41 116,82 826 5,0 0,25 4,1 3,82 0,90 0,22 0,11 45,2 42,7 4,6 7,5 0,0 0,8
Robinson * Acrisol férrico Sur 34,07 115,11 1226 4,9 0,42 5,0 2,50 0,61 0,22 0,25 44,0 22,1 8,6 25,2 0.0 0.0
1 Xanthic Ferralsol 33.20 116.66 685 4,7 0,19 2,6 2,74 0,52 0,18 0,24 59,1 22,6 5,3 13,0 0.0 0.0
Sur 2 Xanthic Ferralsol 33.21 116.64 681 4,7 0,23 3,7 3,15 0,68 0,29 0,88 45,7 37,1 7,1 10,0 0.0 0.0
Caminante Haplic Arenosol 34.62 118.38 574 4,9 0,10 1,8 2,11 0,46 0,09 0,08 47,7 49,8 0,0 2,6 1,8 2.4
170 Investigación de suelos
correlaciones con la Clasificación Australiana de Suelos (Isbell 1996)
se describen en Grove et al. (2001). Los sitios son representativos de
aquellos dondeE. globulus se ha establecido en tierras agrícolas en
esta región y, además del gradiente de lluvia, abarca los principales
órdenes de suelo (14 acrisoles, 10 arenosoles y 7 ferralsoles) y
amplios rangos dinámicos de contenido de arcilla (0,7-23,8%) y
carbono orgánico del suelo ( SOC, 1.3–6.0%) (Tabla 1).
Los pastos en el estudio se establecieron 30 a 74 años antes del
muestreo, después del desarrollo (por ejemplo, deforestación,
fertilización, siembra) de bosques naturales o terrenos arbolados.
Los pastizales se manejaron de acuerdo con las prácticas agrícolas
estándar en la región (Squires y Tow1991) y estaban dominados por
especies anuales, como el trébol subterráneo (Trifolium
subterraneum) y capeweed (Caléndula Arctotheca), junto con una
variedad de pastos. En esta región, cultivos agrícolas como el trigo (
Triticum aestivum) o avena (Avena sativa) se cultivan de forma
irregular (cada 5 a 10 años) en los pastizales después de la labranza
hasta ~ 0,1 m de profundidad. Las áreas muestreadas de vegetación
nativa eran típicas de la región, con una jarrah (Eucalipto marginata)
sobrepiso y un sotobosque diverso de arbustos perennes y especies
no leñosas, similares a las gramíneas, así como anuales de invierno
y algunas geófitas (Grove et al. 2001).
Las plantaciones muestreadas se habían establecido 5-8 años antes. Los
suelos superficiales de las plantaciones no habían sido alterados desde que
estaban bajo pasto, excepto a lo largo de las hileras de siembra, que habían
sido profundamente rasgadas en el momento de la siembra (Groveet al.2001).
Solo un sitio tenía montículos presentes; sin embargo, se tomaron muestras
de suelo de ubicaciones entre hileras para asegurar que los datos no
estuvieran sesgados.
Muestreo de suelo
Dentro de cada sitio, se evaluaron los suelos para asegurar que las
propiedades del suelo coincidieran con los tipos de uso de la tierra
contrastantes (pastos, plantaciones, matorrales). Se tomaron muestras de
suelo a lo largo de un transecto de 40 m, y los transectos estaban al menos a
20 m del límite entre los tipos de uso de la tierra para evitar cualquier efecto
de borde. Dentro de los transectos, las parcelas (cada una de 6 m por 10 m,
norte = 4 por transecto) se establecieron para el muestreo de suelos. Dentro
de cada parcela, se recolectaron seis muestras de suelo superficial y luego se
agruparon para su análisis. Tanto para las plantaciones como para los pastos,
se tomaron muestras de suelo superficial a una profundidad de 0,2 ma
intervalos de 0–0,1 y 0,1–0,2 m en cada sitio. Para los 10 sitios donde se pudo
hacer una comparación con los matorrales naturales, se tomaron muestras de
0 a 0,05 y de 0,05 a 0,1 m. Además de las muestras de suelo superficial, se
tomaron muestras más profundas a 1 m de profundidad de un hoyo por
réplica en el subconjunto de 10 sitios con la comparación de uso de la tierra de
3 vías. Aquí, las profundidades muestreadas fueron 0–0,05, 0,05–0,1, 0,1–0,2,
0,2–0,3, 0,3–0,5, 0,5–0,7 y 0,7–1,0 m.
Análisis de suelo
Los suelos se secaron al aire y se pasaron a través de un tamiz de 2 mm.
La fracción <2 mm se analizó para una variedad de características físicas
y químicas. Los análisis incluyeron SOC (técnica de oxidación de
dicromato Walkley-Black), N y P total de Kjeldahl, cationes
intercambiables, Colwell (bicarbonato) P y pH (Rayment y Higginson1992)
y análisis de tamaño de partícula utilizando el método de pipeta y
estimación de arcilla (<2 metrometro),
LL Walden et al.
limo (2-20 metrom), arena fina (20-200 metrom) y arena gruesa
(200-2000 metrom) (Gee y Bauder 1986).
La caracterización del carbono del suelo incluyó el carbono total por
combustión y la composición del carbono por 13C resonancia magnética
nuclear giratoria de ángulo mágico de polarización cruzada (CPMAS
NMR) en un subconjunto de seis sitios (Mendham et al. 2002B). Las
cantidades relativas de carbono de cuatro regiones espectrales amplias
(alquilo, O-alquilo, carbonilo y aromático) se determinaron usando
análisis de RMN.
La intensidad de la repelencia al agua se caracterizó mediante la
prueba de molaridad del etanol (MED) (King 1981) en condiciones
estándar de laboratorio en suelo tamizado en seco y secado al aire desde
<2 m de profundidad. Esta prueba utiliza una serie de soluciones de
etanol en concentraciones entre 0 y 4METRO (incrementos de 0,2 METRO), que
tienen diferentes tensiones superficiales. La solución de concentración
más baja de una gota (~ 0,05 ml) con un tiempo de infiltración de <10 s
se toma como valor MED. Las muestras de suelo (~ 50 g) se colocaron en
una placa de Petri con una profundidad de ~ 1 cm. La prueba MED se
repitió tres veces en cada muestra y se utilizaron los valores MED medios
en los análisis estadísticos.
Medidas del árbol
Cuatro parcelas de medición de árboles (promedio 165m2 cada uno)
se marcaron en cada rodal del área donde se muestrearon los
suelos. La altura de los árboles se midió con un clinómetro
electrónico y los diámetros de los tallos se midieron a 1,3 m sobre el
suelo. Esta información se utilizó para calcular el volumen cónico del
tallo de cada rodal. El incremento anual medio (MAI) en volumen
sobre la corteza (m3 decir ah–1 año–1) se determinó a partir del
volumen total actual y la edad de la plantación.
Análisis estadístico
Nuestro primer objetivo fue evaluar el efecto directo de E. globulus
reforestación sobre la repelencia al agua de la superficie del suelo, con un
segundo objetivo de evaluar las covariables de repelencia (por ejemplo,
propiedades del suelo, clima y variables de los árboles).
Para evaluar el primer objetivo, aplicamos una prueba de rango con signo
de Wilcoxon emparejada en MED en parcelas emparejadas dentro de cada uno
de los 31 sitios. Usamos esta prueba no paramétrica debido a una alta
proporción de ceros en el conjunto de datos y la inadecuación relacionada de
las pruebas estadísticas paramétricas. Para la comparación de matorrales,
pastos y plantaciones en 10 sitios, usamos una prueba de Kruskal-Wallis, que
es un equivalente no paramétrico de un análisis de varianza unidireccional
(ANOVA). En ambos casos, las ubicaciones individuales se consideraron
réplicas y los diferentes usos de la tierra como tratamientos. Para los perfiles
de profundidad del suelo a 1 m, se calcularon los valores medios de MED y los
errores estándar para cada profundidad de muestra, y se probó la
significancia de las diferencias entre los grupos con un ANOVA de una vía.
Para cumplir con el segundo objetivo, analizamos las covariables
para investigar los impulsores de la repelencia en la escala de la parcela (
norte = 62). Los datos de repelencia (medida por MED) contenían una
gran cantidad de ceros; por lo tanto, clasificamos los datos en dos
grupos sobre la base de la repelencia (-0,1METRO MEDICINA) v. sin
repelencia (0 MED). Luego analizamos estos datos mediante regresión
logística. Antes del análisis, evaluamos las covariables para valores
atípicos y colinealidad. Como era de esperar, las características físicas del
suelo eran altamente colineales, por lo que usamos limo + arcilla
Repelencia al agua y reforestación de eucaliptos Investigación de suelos 171

contenido como nuestra única covariable física del suelo. Nuestro conjunto de
modelos incluyó regresiones univariadas de todas las covariables y
combinaciones aditivas bivariadas de uso de la tierra + todas las demás
covariables. Para la precipitación y la textura del suelo, consideramos las
interacciones con el uso de la tierra. Usamos el criterio de información de
Akaike (AIC) para seleccionar modelos y presentar todos los modelos dentro
de 2 unidades AIC del mejor modelo.
Simulaciones por computadora
La superficie de las partículas de arena se modeló con una
superficie de cuarzo escindida, mientras que las superficies de las
partículas de arcilla fueron representadas por la superficie similar a
la gibbsita de la caolinita. En este estudio preliminar, se utilizaron
moléculas de hexadecan-1-ol como cera representativa. Se
construyeron dos sistemas colocando suficientes moléculas de
hexadecan-1-ol en superficies modelo de caolinita y cuarzo,
respectivamente, para proporcionar una cobertura de 2,35
moléculas nm.–2. La energía potencial para cada sistema se calculó
con el campo de fuerza COMPASS (Sun1998), que se ha demostrado
que funciona particularmente bien en la descripción de
interacciones hidrofílicas-hidrofóbicas entre superficies orgánicas e
inorgánicas (Henry et al. 2005, 2006). Durante la dinámica
molecular, las interacciones electrostáticas se calcularon utilizando
el procedimiento de Ewald, y las interacciones de van der Waals se
calcularon con un procedimiento basado en átomos utilizando un
límite de 12,50 Å, un ancho de spline de 1,00 Å, un tampón de 0,50 Å
y un rango largo corrección de cola. Las simulaciones se realizaron
en el conjunto NVT, equilibrado para 500 ps seguido de la
adquisición de datos para 4500 ps, utilizando pasos de tiempo de
1,0 fs. La temperatura se mantuvo a 298 K utilizando el termostato
Andersen (Andersen1980) con una tasa de colisión de 1,0.
Resultados
Para la capa de 0 a 0,1 m en las 31 parcelas emparejadas, la mayoría
(81%) de los sitios de pastoreo no eran repelentes al agua, con valores
MED de 0 METRO (Higo. 1a); este porcentaje se redujo al 58% siguiendo
establecimiento de plantaciones. La proporción de sitios que
exhiben características de repelencia al agua (valores MED> 0METRO)
fue siempre mayor para los sitios de plantación que para los sitios
de pasto (Fig. 1a). De hecho, la repelencia al agua fue
significativamente mayor en las plantaciones que en los pastizales
(V = 3,PAG = 0,002). Para la comparación de 3 vías entre matorrales,
pastos y plantaciones, la frecuencia de repelencia al agua fue mayor
en los sitios de plantación (Fig.1B), con valores medios respectivos
para matorrales, pastos y plantaciones de 0,1, 0,5 y 2,0 METRO.
Utilizando una prueba conservadora de Kruskal-Wallis, las
diferencias entre estos usos de la tierra no fueron significativas
(Kruskal-WallisC2 = 3,0,PAG = 0,22).
Para todos los usos de la tierra, la repelencia al agua disminuyó
rápidamente con la profundidad (Fig. 2). Bajo los matorrales, la repelencia al
agua pareció ser mayor en profundidad (Fig.2); sin embargo, este efecto no
fue estadísticamente significativo. Para los 31 sitios emparejados, solo uno de
los sitios de plantación exhibió alguna repelencia al agua (0,2METRO) en la capa
más profunda (0,1–0,2 m), con el resto 0 METRO a esa profundidad.
Para la capa de 0 a 0,1 m, se habían comparado previamente
diferentes propiedades del suelo entre los diferentes usos de la tierra
(Groveet al. 2001; Mendhamet al. 2002B, 2003, 2004; O'Connellet al.2003
), y los datos individuales de uso de la tierra no se muestran aquí. Los
atributos del suelo evaluados se resumen en la Tabla1, sin diferencias
significativas dentro del sitio para ninguna de las propiedades físicas o
químicas del suelo entre usos de la tierra emparejados. La similitud de
los valores del análisis de tamaño de partícula en la capa de 0 a 0,1 m
entre los diferentes usos de la tierra valida la selección inicial del sitio y
demuestra que los sitios emparejados estaban bien emparejados.
No hubo diferencias en el contenido de materia orgánica entre los
usos de la tierra. 13El análisis de C CPMAS NMR reveló que los cambios en
las proporciones relativas de carbono de las cuatro regiones espectrales
(alquilo, O-alquilo, aromático y carboxílico), debido al uso de la tierra en
cada sitio, fueron relativamente menores. Los principales impactos del
cambio de uso de la tierra fueron un mayor material de O-alquilo en los
pastos que la vegetación nativa y las plantaciones (PAG = 0.048) y menor
contenido de carbono aromático en los pastos que la vegetación nativa.

100
(a) (B) Pastar
arbusto
Plantación
80
Proporción (%)

60

40

20

0
0 0-1 >1 0 0-1 >1
Repele el agua. clase (M etanol)

Figura 1. Proporción (%) de suelos en clases de repelencia al agua (METRO etanol) de gravedad creciente para la capa de suelo de
0 a 0,1 m: (a) parcelas pareadas bajo pastos y E. globulus plantacionesnorte = 31) y (B) Comparación de tres factores de
matorrales, pastos y E. globulus plantacionesnorte = 10).
172 Investigación de suelos LL Walden et al.

Repele el agua. (M etanol) Tabla 2. Valores medios (error estándar) para varios sitios, masas y atributos del
suelo (capa de 0 a 0,1 m) para sitios donde la repelencia al agua cambió (norte =
0.0 1.0 2.0 3,0
0.0 12) o no cambió (norte = 19) a través de plantaciones-pastos
comparación dentro del sitio

Escribe Atributo Repelencia del agua

Ningún cambio Cambio
0,2
No. de sitios 19 12
Sitio Lluvia anual 898 (65) 856 (62)
(mmyear–1)
Árboles Incremento anual medio 21 (3) 19 (3)
Profundidad (m)

0.4 (metro3 decir ah–1 año–1)

Tierra pH 4,9 (0,1) 4,9 (0,1)

N total (%) 0,28 (0,03) 0,26 (0,03)
Carbón orgánico (%) 3,5 (0,3) 3,5 (0,3)
Total P (%) 0,04 (0,01) 0,03 (0,01)
0,6
Colwell P (metrogg–1) 35 (5) 37 (7)
Exch-Ca (cmol+ kg–1) 2,6 (0,2) 2,5 (0,2)
Exch-K (cmol+ kg–1) 0,2 (0,03) 0,2 (0,02)
Exch-Mg (cmol+ kg–1) 0,6 (0,1) 0,6 (0,1)
0,8 Exch-Na (cmol+ kg–1) 0,2 (0,04) 0,2 (0,03)
Arena gruesa (%) 52 (4) 52 (4)
Arena fina (%) 30 (2) 36 (4)
Limo (%) 7 (1) 4 (0,6)
Arcilla (%) 11 (1) 8 (2)
1.0 Limo + arcilla (%) 18 (3) 12 (2)
Bushland Pastar Plantación

Figura 2. Repelencia al agua media (METRO etanol) para diferentes intervalos de profundidad
hasta 1 m de profundidad, en los tres usos de la tierra (matorrales, pastos y plantaciones).
100
Pastar
Plantación
Proporción de repelente al agua (%)

80
Sobre la base del cambio de MED relativo al uso de la tierra (plantación
menos pastos), los sitios se clasificaron como 'sin cambios' o 'cambios' (Tabla 2
). De los 31 sitios, 12 tuvieron un cambio positivo (media 0,9METRO), 19 tuvieron 60
cambios pequeños o nulos (media –0,02 METRO).
La regresión logística reveló efectos aditivos significativos del uso de
40
la tierra y limo + arcilla (pseudo R2 = 0,27). La plantación se asoció con un
aumento significativo en las probabilidades de que ocurra repelencia al
agua (probabilidades = 1.3, z = 2.1,PAG = 0.04) y un aumento en arcilla + 20
limo se asoció negativamente con probabilidades de repelencia
(probabilidades = –0.1, z = 2.6, PAG = 0,01). No se asociaron otras
0
covariables con modelos dentro de 2 unidades AIC, como lo corroboran <10 > 10
diferencias mínimas en las medias (Tabla2). Contenido de arcilla (%)
Para los sitios con <10% de arcilla, el 28% de los pastizales tenían
algún grado de repelencia al agua (> 0 METRO etanol), mientras que el Fig. 3. Proporción de suelos hidrófugos (> 0,0 METRO etanol, 0–0,1 m de suelo
capa) para suelos con <10% y> 10% de arcilla para parcelas pareadas bajo pasto y
69% de los que tenían plantaciones eran hidrófugos (Fig. 3). Para los
E. globulus plantaciones.
sitios con <10% de arcilla, la repelencia al agua promedio fue
0.22-0.13METRO y 0,67-0,19 METRO para pastos y plantaciones, lo que se
refleja en la regresión logística y los datos empíricos (Fig. 4). Es
importante destacar que el contenido de SOC no varió con respecto
Modelado
al cambio en MED (Tabla2). El contenido respectivo de COS para Se realizaron estudios de modelado por computadora para comprender los
pastos y plantaciones fue 2,81-0,25% y 2,75-0,17%, y esta diferencia mecanismos por los cuales la repelencia al agua puede desarrollarse en
no fue significativa. superficies de partículas de arena y arcilla. Las superficies del modelo se
Cuando se comparó el contenido de arcilla + limo con la repelencia al agua interactuaron con moléculas de alcohol graso de cadena larga para explorar
en todo el conjunto de datos, aparecieron dos grupos amplios (Fig. 4). Un las configuraciones y las fuerzas moleculares dominantes. Estas simulaciones
grupo demostró una disminución en la repelencia al agua con el aumento del revelan diferencias significativas en el empaque y la interacción de moléculas
contenido de arcilla + limo y estuvo compuesto principalmente por muestras de cera (alcoholes grasos) en superficies de arcilla (caolinita) y arena (cuarzo)
de plantaciones. Por el contrario, un grupo de observaciones en gran parte no (Fig.5). En particular, incluso con una cobertura de superficie relativamente
repelentes (valores 0 de MED) fue independiente del contenido de arcilla + baja (2,35 moléculas nm–2), se descubrió que las moléculas de cera adoptan un
limo. semiordenado, inclinado
Repelencia al agua y reforestación de eucaliptos
arreglo de empaque en la superficie similar a gibbsita de caolinita. El
análisis de las interacciones de los grupos funcionales proporciona una
clara evidencia de los enlaces de hidrógeno entre los grupos de cabeza
hidrófilos de las moléculas de cera y los grupos OH de la superficie de la
arcilla. En comparación, la misma cobertura en cuarzo conduce a una
disposición de dos capas de moléculas de cera. En la primera capa, las
moléculas son paralelas a la superficie de la arena y la interacción entre
las moléculas y la superficie está dominada por las fuerzas de van der
Waals. En la segunda capa, las moléculas están muy desordenadas y
orientadas para maximizar la unión de H entre los grupos principales de
moléculas vecinas.
Discusión
Efectos del uso de la tierra y las propiedades del suelo sobre la repelencia al agua
Este estudio ha demostrado que la reforestación con E. globulus
induce repelencia al agua en una variedad de sitios en el suroeste
de Australia Occidental (Fig. 1). Aunque este resultado no es
inesperado dada la naturaleza generalizada de la repelencia al agua
en los suelos agrícolas de esta región (Blackwell2000) y anterior
3,0
Pastar
Plantación
)
2.0
1.0
0.0
0 10 20 30 40
Arcilla + limo (%)
Figura 4. Cambio en la repelencia al agua (METRO etanol) con contenido creciente de
arcilla + limo para suelos de pasto y E. globulus plantaciones.
(a)
Figura 5. Estructura de las moléculas de cera en (a) una superficie de partículas de arena (cuarzo) y (B) una superficie de partículas de
arcilla (caolinita). Una molécula de cera es de color amarillo brillante para resaltar la estructuración de las moléculas en la capa
adyacente a las superficies de las partículas.
Investigación de suelos 173
informes de repelencia al agua asociada con eucaliptos, no se ha
cuantificado en el sur de Australia, a pesar de> 0.5Mha de
reforestación de eucaliptos en las últimas dos décadas (Gavran 2013
). Aunque la repelencia al agua se ha informado previamente en
E. globulus plantaciones en Portugal (Doerr et al. 1998; Ferreiraet al.
2000; Coelhoet al. 2005; Rodríguez-Alleres y Benito2011), una
característica de esos estudios fue que los diferentes usos de la tierra
eran geográficamente distantes con diferencias incontroladas de suelo y
sitio, mientras que en este estudio, el resultado se basa en sitios
pareados en los que estas diferencias se minimizan. De hecho, el análisis
de las características del suelo en sitios pareados no demostró
diferencias en otras propiedades del suelo, lo que refuerza la conclusión
de que la repelencia se indujo a través de la reforestación de eucaliptos.
Además, nuestros datos muestran que la repelencia al agua disminuye
rápidamente con la profundidad (Fig.2), como se informó anteriormente
(Barrett y Slaymaker 1989). Además, más allá de la capa de 0 a 0,1 m,
desapareció el efecto del uso de la tierra sobre la repelencia al agua. Esta
observación es contraria a las sugerencias anteriores de queE. globulus
induce repelencia al agua alrededor de las raíces de la planta (Doerr et al
. 1998).
Encontramos que la probabilidad y severidad de la repelencia al agua es
mucho mayor en suelos de superficie arenosa (Fig. 3) que en suelos más
limosos o arcillosos. Esto nuevamente refleja los resultados de los sitios
agrícolas en esta región (Harperet al. 2000; Roperet al. 2013). Otros estudios
también han encontrado una relación negativa entre el contenido de arcilla
del suelo y el grado de repelencia al agua (Crockfordet al. 1991). El riesgo de
que se desarrolle repelencia al agua en plantaciones específicas, o partes de
plantaciones, por lo tanto, depende en parte de la textura del suelo (Harperet
al. 2000) y este riesgo puede determinarse mediante un estudio de suelos
previo al establecimiento.
Aunque se encontró que los suelos arenosos eran
significativamente más susceptibles a la repelencia al agua (Figs. 3 y
4), cabe señalar que no todos los suelos en la clase de arcilla <10%
se vieron afectados, incluso después de la reforestación. En todos
los sitios, una gran proporción (42%) no exhibió repelencia al agua
50
después del establecimiento de la plantación (Fig.1), y las únicas
propiedades del suelo que difirieron entre los sitios donde se indujo
la repelencia o donde no fue el contenido de limo y arcilla (Tabla 2).
Además, algunos de los suelos arenosos, que de anteriores
(B)
174 Investigación de suelos
Se esperaría que los estudios fueran repelentes al agua, no repelentes,
incluso después del establecimiento de los eucaliptos (Fig. 4). Esto
plantea importantes cuestiones con respecto a la importancia relativa de
la química de la superficie de las partículas de diferentes tipos de suelo y
la formación de capas hidrófobas. Otros estudios podrían centrarse en
las razones de esta variabilidad y la posibilidad de que exista un factor
aún no considerado que afecte estos resultados.
Causa de la repelencia al agua
Hubo un aumento en la repelencia al agua pero ninguna diferencia en el
contenido total de carbono del suelo luego del establecimiento de
plantaciones en pastos (Tabla 1). Esto podría implicar que la repelencia al
agua se ve afectada por pequeñas cantidades de los compuestos que
causan repelencia (Doerret al. 2000) o que la composición de la materia
orgánica es importante para inducir la repelencia al agua. En el último
caso, el análisis de RMN mostró diferencias menores en el material O-
alquilo, que fue mayor para los pastos que para las plantaciones o
vegetación nativa, y menor carbono aromático para los pastos que para
la vegetación nativa (Mendhamet al. 2002a). El componente O-alquilo se
atribuyó al material de carbohidratos, que debería ser en gran parte
hidrófilo y, por lo tanto, conducir a una disminución de la repelencia al
agua. Sin embargo, los espectros de RMN no se resolvieron lo suficiente
como para descartar la presencia de compuestos O-alquilo más
hidrófobos. Por ejemplo, Roberts y Carbon (1972) atribuyeron la
repelencia al agua en suelos arenosos a compuestos hidrófobos de
origen húmico. El material húmico generalmente consiste en una mezcla
de polímeros grandes de base aromática con funcionalidad fenólica y
carboxílica capaz de interactuar con la superficie de las partículas del
suelo. Alternativamente, varios estudios (Francoet al. 2000; Doerret al.
2005; Mainwaringet al. 2013) investigó la contribución de los compuestos
y partículas que contienen cera al desarrollo de la repelencia al agua en
los suelos. Sugirieron que los componentes principales de estas ceras
eran ramificados y no ramificados Cdieciséis-C36 ácidos grasos y sus
ésteres, así como alcanos, fitanoles, fitanos y esteroles. Asimismo,
McKissocket al. (2003) informaron sobre una relación entre la repelencia
al agua del suelo y el contenido de carbono alifático, y el carbono se
atribuye a los ácidos grasos. Los grupos de cabeza hidrófilos de ácidos
grasos deben tener una afinidad natural por las superficies polares de
las partículas del suelo. Sin embargo, esta interacción da como resultado
que la cola hidrófoba del ácido graso se proyecta desde la superficie de
la partícula. Si los ácidos grasos son de hecho la causa de la repelencia al
agua del suelo, es de suponer que con el tiempo se forma una
monocapa ordenada de estas moléculas en la superficie de las partículas
del suelo. En comparación, la acumulación y la formación de capas de
moléculas de origen húmico será mucho más desordenada que la de los
ácidos grasos y puede conducir a una superficie hidrófoba menos
uniforme. Doerret al. (2000) también han sugerido que la acumulación
de material hidrófobo dentro de los poros del suelo, en lugar de recubrir
los granos individuales, puede ser responsable de la reducción de la
humectabilidad. Los estudios anteriores implican la participación de uno
o ambos de estos mecanismos en la inducción de la repelencia al agua
del suelo, pero los resultados aquí son insuficientes para identificar
categóricamente cualquiera de estos mecanismos.
Las simulaciones por computadora presentadas en este estudio indican
claramente diferentes empaquetamientos e interacciones interfaciales entre
moléculas de cera en superficies de arcilla y arena, respectivamente. Incluso
para un nivel bajo de cobertura (2,35 moléculas nm–2), cera
LL Walden et al.
Las moléculas de la superficie de cuarzo (arena) adoptan una disposición de
varias capas. En la primera capa, las moléculas de cera se encuentran planas
sobre la superficie, lo que hace que la mayor parte de la superficie sea
hidrófoba. Una segunda capa desordenada se forma sobre la primera capa,
acentuando la hidrofobicidad de la primera capa. En comparación, las
moléculas de cera en una superficie de caolinita (arcilla) adoptan una
disposición de empaquetadura inclinada y semiordenada de tal manera que
cubren 2,35 moléculas de cera nm–2 es insuficiente para transformar las
partículas completamente de hidrófilas a hidrófobas. En consecuencia, se
requieren niveles más altos de material de cera para hacer que las partículas
de arcilla sean hidrófobas en comparación con las partículas de arena.
Se requiere más investigación para caracterizar las cantidades y
la composición de estos compuestos orgánicos. Determinar tanto la
naturaleza química del revestimiento hidrofóbico como su
interacción física con las partículas del suelo será importante para
comprender (I) el proceso de repelencia al agua del suelo, (ii) la
variabilidad en la repelencia del suelo entre sitios, (iii) la estabilidad /
permanencia de los recubrimientos, y (iv) cómo quitar el
revestimiento o limitar su formación. Esto identificaría la causa
específica de este fenómeno y ayudaría con la formulación de
estrategias de mejora. Otros estudios también podrían examinar la
variación en la repelencia al agua en diferentesEucalipto especie,
que mostraría si diferentes especies secretan compuestos similares.
Dichos estudios también podrían basarse en lo que ya se sabe sobre
la química de las hojas de eucalipto (p. Ej., Bartonet al. 1989).
Implicaciones de la repelencia al agua
La repelencia al agua fue inducida por E. globulus en 12 de 31 sitios,
pero el grado en que estas diferencias corresponderán a diferentes
comportamientos del suelo, como cambios en la dinámica de la
escorrentía y la infiltración, no está claro. Para algunos sitios, solo
ocurrirá repelencia subcrítica, y se desconocen las implicaciones de esto
para el manejo de las plantaciones.
Una pregunta clave es si este cambio en la repelencia al agua es
significativo en términos de resultados de manejo de plantaciones y
cuencas hidrográficas y el desarrollo de indicadores de sostenibilidad
para tales proyectos. La repelencia al agua se desarrolló después de sólo
5-8 años deE. globulus establecimiento, y con rotaciones de 20 a 30 años
antes de la reversión a la agricultura (Harper et al. 2009), es posible que
se desarrolle una repelencia más severa y que lo que se ha informado
aquí sea una indicación temprana de un problema en desarrollo.
No hubo efectos medibles de la repelencia al agua del suelo sobre el
crecimiento de los árboles (Tabla 2). Los impactos más probables de la
repelencia al agua ocurrirán donde estas plantaciones se cosechan y
regeneran, o donde las plantaciones se devuelven a la agricultura (I)
después de una rotación de producción de biomasa (Harperet al. 2014) o
(ii) donde los sitios se consideran no rentables para una futura rotación
de plantaciones. Las altas tasas de crecimiento y supervivencia de las
plantaciones establecidas en tierras agrícolas a menudo se deben a la
utilización del agua almacenada en el suelo debajo de pastos o cultivos
de raíces poco profundas durante el uso agrícola anterior de la tierra
(Mendhamet al. 2011; Harperet al. 2014). Una consideración clave en la
gestión del agua de las plantaciones es la recarga del perfil del suelo
después de la cosecha y el rebrote para maximizar el crecimiento en la
segunda y las siguientes rotaciones (Mendhamet al.2011). Repelencia al
agua que se ha inducido durante la primera
Repelencia al agua y reforestación de eucaliptos
Será necesario gestionar la rotación, posiblemente mediante la manipulación de la
micro-topografía de la superficie, de modo que la escorrentía se capture en áreas
localizadas y se permita que se infiltre en el subsuelo. Esto deberá hacerse para
garantizar que las rotaciones posteriores no se vean afectadas y para evitar la
erosión por la acumulación de agua a gran escala que conduce a eventos
importantes de escorrentía.
Varios estudios han demostrado la inducción de repelencia al agua
después de incendios en eucaliptos y otros bosques (Prosser y Williams
1998; Shakesby2011; Cawsonet al. 2012). El fuego se utiliza para eliminar
los escombros y convertir las plantaciones en pastos, y los impactos de
esto en la repelencia al agua requieren resolución.
Finalmente, la repelencia al agua no se considera actualmente un
criterio para la certificación de biocombustibles / bioenergía (Scarlat y
Dallemand 2011); sin embargo, los resultados aquí presentados sugieren
que debe ser considerado en el futuro desarrollo de criterios de
sostenibilidad, dado que es inducida por la reforestación de eucaliptos.
Agradecimientos
Las muestras para este proyecto fueron recolectadas y analizadas en un
proyecto ideado por los Dres. Tim Grove y Tony O'Connell (CSIRO), y
financiado por el Centro Australiano para la Investigación Agrícola
Internacional, el Programa Agroforestal de Empresas Conjuntas, el
Departamento de Desarrollo de Recursos de Australia Occidental. y WA
Plantation Resources Pty Ltd. Paul Damon, Geoff Dimmock, Stan Rance, Tuyen
Pham, Shirley Snelling y George Wan ayudaron en el campo y en el
laboratorio. Esta investigación se llevó a cabo con la ayuda de los recursos
proporcionados en el NCI National Facility en la Australian National University
y el iVEC @ Murdochinstalación en la Universidad de Murdoch, proporcionada
a través del Plan Nacional de Asignación de Méritos Computacionales, con el
apoyo del Gobierno de Australia. Los doctores Grove y O'Connell participaron
en las primeras discusiones sobre este documento. Shelley McArthur, del
Departamento de Conservación y Gestión de Tierras de Australia Occidental,
realizó un análisis adicional en este estudio. El profesor Bernie Dell comentó
sobre una versión anterior del manuscrito.
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