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1.

Identificar y tratar las causas: monocultivo intensivo, introducción de especies


invasoras, falta de limitación o protección en el área natural

2. Definir Objetivos: trazar un plan de restauración adecuado o específico para la zona a


tratar partir de las condiciones históricas del ecosistema. Encontrar alternativas
sustentables para que las actividades económicas del área se sigan llevando a cabo, pero
con menor impacto ambiental. Involucrar de manera dialógica, educativa y práctica a la
comunidad para que tengan en cuenta no solo sus derechos a un ambiente sano sino sus
deberes para garantizarlo y mantenerlo

3. Desarrollar y aplicar metodologías: para poder restaurar una zona se necesita una
primera fase enfocada en la investigación y su respectivo muestreo; la segunda se
enfoca en la articulación de la comunidad mediante incentivos para la implementación
de los proyectos, evitando su invasión de infraestructura en zonas naturales y;
finalmente, en la tercera fase se implementarán procesos de restauración basados en las
dos fases anteriores de la siguiente manera:

• Perdida de cobertura Vegetal: aislamiento del área degradada mediante cercas


vivas, replicación y reincorporación de especies nativas de la zona y supresión
de los agentes de tensión mediante policultivos

• Degradación del Suelo y erosión: etapas de descanso para el suelo o rotación de


especies de cultivo, manejando las especies invasoras mediante el equilibrio
con especies nativas. Por otra parte, según artículos académicos de la revista
internacional de evaluación del ciclo de vida, la aplicación de fertilizantes es la
fase del cultivo de fresa que más impacto negativo ambiental gracias a su huella
de carbono, eutrofización y acidificación, por lo que se requiere sustituir
fertilizantes convencionales, como la urea, el sulfato de amonio y el cloruro de
potasio, por tecnologías más sustentables como los fertilizantes a base de
nitratos. El sector agropecuario es responsable por el 23% de las emisiones
globales de gases de efecto invernadero (GEI)

• Perdida de hábitat y recursos genéticos: mediante corredores biológicos, los


cuales franjas de vegetación que permiten el flujo de plantas o animales de una
región a otra, lo que favorece la permanencia, la conectividad y la migración
entre los parches de vegetación. Por tanto, un corredor ecológico permite el
intercambio del material genético entre poblaciones para mantener la
variabilidad genética de las mismas para que puedan persistir en espacio y
tiempo adecuados

La degradación de los suelos se refiere a la disminución o alteración negativa de una o varias de


las ofertas de bienes, servicios y/o funciones ecosistémicos y ambientales de los suelos,
ocasionada por factores y procesos naturales o antrópicos que, en casos críticos, pueden originar
la pérdida o la destrucción total del componente ambiental (IDEAM, 2004).
Conjunto de factores físicos y geográficos que inciden en el desarrollo de un individuo, una
población, una especie o grupo de especies determinados.
La erosión de los suelos se define como la pérdida físico-mecánica del suelo, con afectación en
sus funciones y servicios ecosistémicos, que produce, entre otras, la reducción de la capacidad
productiva de los mismos (Lal, 2001). La erosión es un proceso natural; sin embargo, esta se
califica como degradación cuando se presentan actividades antrópicas no sostenibles que
aceleran, intensifican y magnifican el proceso.
La degradación de suelo por erosión se refiere a “la pérdida de la capa superficial de la corteza
terrestre por acción del agua y/o del viento, que es mediada por el ser humano, y trae
consecuencias ambientales, sociales, económicas y culturales”

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