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MONICIONES SEMANA SANTA 2020

Preparadas por P. Publio Díaz ocd

Introducción: Como todos los años, aquí les presento este recurso para las celebraciones de la
liturgia eucarística de los días santos. Aunque este año tomé mis previsiones en cuanto a su
elaboración, esta situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo todos, nos obliga a
celebrar la liturgia de estos días santos sin fieles, haciendo de dichas celebraciones más sencillas.
Sin embargo, la situación que vivimos de contingencia no debe hacer mermar la profundidad y
belleza de nuestras celebraciones que muchas serán transmitidas por TV, radio y otros medios
digitales. Es por eso que le presento mi humilde trabajo con el deseo de que pueda ser utilizado
como más convenga. Que la luz de Cristo resucitado ilumine las tinieblas de muerte que se ciernen
sobre el mundo y vuelva a traernos sosiego y paz.

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR.

Bendición y procesión de ramos.

Con un gesto sencillo y recordatorio de los acontecimientos que precedieron la Pascua de Jesús,
iniciamos esta semana de celebraciones que nos llevaran a la gran celebración de la Pascua de
Jesús, centro y culmen de todas las celebraciones del año litúrgico. La solemne bendición de los
ramos, la proclamación del Evangelio del ingreso de Jesús a Jerusalén y la procesión con ramos,
marcaran anticipadamente el sentido de estos días pues confirmamos que a través de su sufrimiento
y muerte, Cristo ha vencido y en su misterio hemos sido con El devueltos a la vida. Participemos no
solo en esta celebración con ramos victoriosos sino en cada celebración de estos días santos, que
marcaran pedagógicamente nuestra ruta hacia la celebración de la Noche Pascual.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° lectura: El canto del Siervo del profeta Isaías proclamado en el día de hoy, nos
descubre la figura del discípulo, del que es iniciado en la escucha para poder consolar al afligido.
Escuchemos.

Monición 2° lectura: La exaltación del Cristo glorioso pasa por el proceso del abajamiento que le
configura con la humanidad presa del pecado. Escuchemos.

Monición al Evangelio: El relato del Evangelio de la Pasión según San Mateo coloca al creyente en
el corazón del misterio de la muerte del justo que se convierte en signo de redención. Escuchemos
con atención del corazón las palabras del Señor.
Monición a la preparación de los dones: Lo que nos cuesta, lo que es símbolo de nuestro trabajo, es
ofrecido en el altar para que por obra del Espíritu Santo sean convertidos en el pan y el vino que nos
dan la vida.

LUNES SANTO.

Monición ambiental: Solo alcanzaremos nuestros objetivos cuando dirijamos


nuestros pasos hacia la consecución del bien deseado. El deseo de Jesús es salvar
a toda la humanidad. Por eso emprende con decisión y valentía su camino hacia la
Pascua.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° lectura: El siervo elegido es capacitado y ungido por el Espíritu para realizar la misión de
congregar y unir a todos los pueblos.

Monición al Evangelio: La gratitud de María se opone a la mezquindad de Judas Iscariote, Se


impone la gratitud que como perfume suave impregna todos los espacios del lugar. Escuchemos.

Monición a la preparación de dones: Lo que nos diste, Señor, te lo ofrecemos pidiéndote que estos
dones sean transformados en dones de salvación.

MARTES SANTO.

Monición ambiental: El siervo sufriente proclamado por Isaías recorre nuestra propia
andadura hacia la celebración del triduo pascual. Jesús asume en su vida y en su
misión, la muerte como muestra de fidelidad al proyecto del Padre Dios y su entrega por
amor a toda la humanidad.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° Lectura: Elegido desde el vientre materno, el siervo lleva sobre sus hombros una ardua
misión: congregar nuevamente al pueblo de Israel. Escuchemos.

Monición al Evangelio: Un corazón conmovido, el de Jesús, es capaz de descubrir la traición de


Judas. La oscuridad de la noche se hace cómplice del traidor. Escuchemos.

Monición a la preparación de dones:

Lo que somos y tenemos, lo ofrecemos en el pan y en el vino a fin de que por la acción del Espíritu
Santo sean transformados en el cuerpo glorioso del Salvador.
MIERCOLES SANTO (en Venezuela se hace una especial memoria a Jesús, el
Nazareno)

Monición ambiental: Los gemidos y lamentos que en la antigüedad recordaban


la traición de Judas, se convierten en contemplación adelantada del sufrimiento
del Señor Jesús que lleva sobre sus hombros, cual pesada cruz. Es el Nazareno, que se identifica
con el sufrimiento del mundo asumiéndolo en su propia carne. Sus pasos hacia el Calvario,
realizados con decisión, abren para el creyente, la vía dolorosa que conducirá a su Pascua gloriosa.

(Donde no se hace memoria de Jesús Nazareno): La amistad a todo terreno, aquella que es capaz
de dar la vida por el otro, es el pórtico que nos abre a la celebración de los misterios pascuales de
Jesús. La verdadera amistad excluye la traición porque ella es pura donación y entrega.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° lectura: la docilidad del siervo a la misión ofrecida y asumida, le permite afrontar toda
humillación, pues se sabe en las manos de su Señor. Escuchemos.

Monición al Evangelio: La traición de Judas es la negación plena de la amistad ofrecida por Jesús a
sus discípulos y esta tiene un precio: es tasada en treinta monedas. En la cena de los amigos es
puesto al descubierto las oscuras intenciones que lleva en su corazón el traidor. Escuchemos.

Monición a la preparación de los dones: Que nuestras vidas, ofrecidas en las especies del pan y del
vino, por el admirable intercambio de tu gracia, se transformen en alimento de vida eterna para todos
nosotros.

MISA CRISMAL

Monición ambiental: Esta celebración realizada en un día cercano a la Pascua, adelanta


significativamente las consecuencias del misterio de la muerte y resurrección de Cristo. La Iglesia
recibe la abundancia de gracias nacida en Cristo, muerto y resucitado. Su Pascua derriba toda
división y trae la novedad de la comunión con Dios y con los hermanos. Es así que, la Iglesia,
visiblemente representada por nuestro Obispo diocesano_______________, su presbiterio y los
fieles que se reúnen hoy en torno al altar eucarístico, manifiesta de modo singular esa comunión en
el cuerpo visible, la Iglesia, cuya cabeza es Cristo.

Esta misma Iglesia se convierte en receptora y dispensadora de la gracia nacida en la Pascua de


Cristo y que se distribuirá a los fieles a través de los sacramentos. Hoy se bendicen los oleos y se
consagra el Santo Crisma, para que la eficacia de la gracia sacramental pueda hacer vida en los
nuevos miembros de la comunidad eclesial y de todos los bautizados.

Celebramos con gozo la eficacia del misterio salvador que se nos concede a través de la muerte
redentora de Cristo y su glorificación en la Pascua.

Liturgia de la Palabra.
Monición 1° lectura:

El Ungido de Dios es signado por la fuerza del espíritu de Dios para anunciar la Buena noticia de
sanación y liberación para toda la humanidad, especialmente los más pobres.

Monición 2° lectura:

Cristo, principio y fin de la historia, es convertido por Dios Padre Sumo Sacerdote, que ofrecido en
sacrificio incruento nos hace partícipes de su reino.

Monición al Evangelio:

La sinagoga de Nazaret es el ámbito de la gran predicación de Jesús: El ha venido a traer la Buena


Noticia y en El esta se cumple.

Monición de bendición de los óleos y consagración del Santo Crisma:

El aceite era considerado por los pueblos antiguos como símbolo del bienestar y de las bendiciones
de Dios. A él se le agregaron otros sentidos como el de la dulzura y suavidad y de fuerza en los
momentos en que más se necesita, especialmente para expresar la fuerza y la salud necesaria
para la misión que se ha encomendado, de manera particular a los reyes, sacerdotes y profetas.
Pero es Jesús, el verdadero “Ungido”, “el Cristo”, el que posee la plenitud de los dones del Espíritu.
Los creyentes en Jesús, reciben la unción de ese Espíritu, siendo impregnados con los dones de su
gracia, de verdad, de santidad, de fuerza. Es esta vida de Dios, fruto de la Pascua de Jesús,
comunicada a través de los gestos sacramentales de la Iglesia para que todos tengamos vida y ésta
en abundancia. Los óleos bendecidos y consagrados en este día realizan de manera particular en
los sacramentos acciones especiales sobre el creyente: El óleo de catecúmenos fortifica, el crisma
consagra y el óleo de los enfermos lenifica las heridas del dolor y la enfermedad.

Monición de la Renovación de las Promesas sacerdotales:

El misterio de unidad nacido de la única Pascua de Cristo se hace visible en la comunión del Pastor
del Obispo diocesano y su presbiterio. Los presbíteros renovaran ante su obispo las promesas
realizadas el día de su ordenación sacerdotal, afianzando el vínculo de comunión y de colaboración
estrecha con su Pastor en la obra de evangelización y de santificación del pueblo de Dios.

Monición a la preparación de dones:

Nuestros dones se convierten en expresión de la generosidad del mismo Dios que nos la ha
proporcionado y que se transformaran por la acción divina en el cuerpo y la sangre de tu Hijo
Jesucristo.

TRIDUO PASCUAL
JUEVES SANTO

Monición ambiental:

Ha caído el sol, se acerca la noche. Pero la oscuridad no puede ocultar el misterio a celebrar: la
donación supera con creces a la mezquindad de los hombres. El don su pera todo cálculo. Jesús
realiza el gesto del amor entregado, dándonos su cuerpo y su sangre como prenda de salvación
eterna. Su mandato del amor debe reproducirse en cada Eucaristía y en el actuar cotidiano de sus
discípulos, perpetuando sus discípulos el mandato de renovar el gesto del pan partido y del cáliz
compartido hasta que El vuelva.

Monición al Gloria: El canto angélico, silenciado durante la Cuaresma, se deja nuevamente oír en
esta celebración que abre las puertas del triduo de la muerte, sepultura y resurrección del Señor. Su
tono festivo se silenciará hasta la noche santa de la Pascua como espacio para contemplar la
grandeza del misterio pascual a celebrar.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° lectura:

La Pascua de Israel se convierte en la carta de identidad del Pueblo Elegido. A través de ella, el
pueblo recordará siempre la acción liberadora de Dios sobre él.

Monición 2° lectura:

Realizar el gesto de Jesús en la noche de su pasión se convierte en el mejor anuncio para la


comunidad de los creyentes, del ministerio salvador de Cristo hasta su retorno glorioso

Monición al Evangelio: La cena pascual, comida en que se hace presente la donación de Jesús a
través de las especies del pan y del vino, cuerpo y sangre del Señor, no puede ser comprendida sin
en espacio de caridad y servicio a la que ella nos remite.

Monición al lavatorio de los pies:

Un gesto simbólico visibiliza lo proclamado en el Evangelio. La entrega por amor de Jesús solo es
comprensible desde el servicio continuo a sus hermanos. La entrega solo es completa cuando nos
ponemos a los pies de los hermanos como el que sirve.

Monición a la preparación de dones:

Frutos de la tierra, trigo maduro y racimos de uvas, triturados y molidos, convertidos en pan y en
vino, ahora son ofrecidos para ser transformados por la acción espiritual en el cuerpo y la sangre
entregados de Jesús.
Monición al traslado de la Eucaristía al altar de la reposición:

No son los bellos altares, ni los ricos adornos los que nos mueven. Un hecho funcional (guardar las
especies para la comunión del día siguiente) se transforma en el más sublime gesto de adoración a
Jesús que se ha quedado para siempre por nosotros en la Eucaristía. Contemplemos este sublime
don y rindámosle el pleno culto de adoración a Aquel que se ha quedado con nosotros hasta el final
de los tiempos.

VIERNES SANTO (se puede omitir la monición inicial y comenzar la celebración con
un gran silencio).

Monición ambiental:

Silencio. Todo se ha consumado. La traición se ha sobrepuesto sobre la inocencia del


justo. Pareciera que el mal triunfase sobre el bien. El silencio de la muerte cubre toda
la tierra. Su sangre derramada abona la tierra infecunda y hace presagiar una nueva
cosecha. La vida está para brotar. La muerte no es vencedora, ha sido vencida. Dejemos que esta
muerte redentora se actualice en nosotros matando a nuestro hombre viejo para resucitar a nueva
vida.

Liturgia de la Palabra.

Monición 1° lectura:

La figura del siervo humillado, desfigurado y abatido por el sufrimiento presentado en el canto del
profeta Isaías, vislumbra una nueva situación: la del siervo vencedor.

Monición 2° lectura:

El sacerdocio de Cristo es compasión y misericordia por la debilidad del hombre. El asume nuestras
flaquezas y nos hace participar de su misericordia que salva.

Monición al Evangelio:

El relato de la pasión de Jesús según San Juan nos acerca al centro del misterio salvador. Cristo
asume nuestra condición hasta someterse a la muerte de cruz donde ocurrirá su exaltación y la
salivación para todos nosotros.

Oración universal:

La sangre del inocente sube al cielo como ofrenda agradable a Dios e impetra sobre el pueblo de
Dios abundantes bendiciones. El grito de intercesión del crucificado es escuchado por el Padre
como plegaria por todas las necesidades del mundo y especialmente por esta situación de pandemia
que aflige toda la humanidad.

Veneración de la Cruz:
El madero de la cruz del cual pende el salvador, se levanta sobre nosotros como señal de bendición.
Nuestra veneración al madero santo es reconocimiento de la vida que nace de la cruz de Cristo.

Monición a la Comunión:

El cordero que se ha entregado en sacrificio por la salvación del mundo, se nos da como pan de
vida, que alimenta y tiene un beneficio sanador: quita el pecado del mundo. Nuestra comunión con
su cuerpo sagrado nos una permanentemente a su misterio de muerte y vida.

Momento mariano (después de la oración de la comunión): Se han cumplido las promesas del viejo
Simeón: “Y a ti una espada de dolor te atravesará el alma”: Si María, has bebido tu también el cáliz
de la amargura hasta el fondo. Pero este dolor que ha tocado tu corazón por la muerte de tu Hijo
inocente se convertirá en gozo y alegría al ver a tu Hijo resucitado. Te recordamos en este viernes
de pasión como la mujer fuerte al pie de la cruz (se podría cantar el Stábat Mater, Dolorosa u otro
canto a la Virgen apropiado para este día).

SABADO SANTO (VIGILIA PASCUAL):

Para el inicio de esta noche propondré tres tipos de moniciones.

Monición inicial n°1:

La noche ha extendido su manto de oscuridad sobre el mundo. . Ante ese manto, el


hombre explora su incapacidad e impotencia. Se genera el caos en su relación con Dios, con los
hombres y con la naturaleza que le rodea. Como un caballo sin bridas se desboca por las espesuras
de sus propios males.

L1: Impiedad, muerte, codicia, insolidaridad, intolerancia.

L2: Ateísmo, ideología, desamor.

L3: Destrucción, explotación desmedida, abuso de los recursos naturales.

Y en esta misma noche del sin sentido, surge la claridad, el fuego abrasador que iluminará como
columna de fuego la oscuridad en que está envuelto el hombre. Y esta noche será desde el
acontecimiento de la Pascua de Jesús, noche de salvación.

Vengan pues, hermanos, a celebrar. La invitación es para todos: de norte a sur, de este a oeste,
toda criatura celeste y terrestre, todos están invitados a caminar en esta noche más clara que el
mediodía, en la que haremos experiencia de la salvación que nos da el cordero de la Pascua, Cristo
el Señor, vencedor del pecado y de la muerte. Alegrémonos en esta noche en la que guiados por la
luz del resucitado avanzaremos por los valles oscuros y tenebrosos de la vida hasta la plena luz de
la vida nueva en que todo es gracia.

Monición inicial n° 2:
La noche abre el espacio ideal para nuestra celebración. Caminamos como pueblo a semejanza del
antiguo pueblo de Israel por el desierto de nuestra propia vida, confiados en las prome4sas de
salvación realizadas por Cristo, muerto y resucitado. Aleccionados por sus promesas y su Palabra
que nunca falla, sigamos su luz, esperando la realización de sus promesas de salvación en nosotros.

Monición inicial n° 3:

Para el pueblo hebreo, pueblo de la elección, la Pascua de la liberación de Egipto, fue, es y será
memorial de la actuación liberadora de Dios. Esta Pascua es prefiguración de la Pascua definitiva:
la de Jesucristo. Todavía en la comunidad judía se canta la importancia de esta noche liberadora. El
jefe de casa responde a las preguntas de los más pequeños sobre esta noche de celebración a la
que éste responde poniendo en evidencia la importancia de esa noche salvadora. Recogemos un
trozo de esta liturgia familiar judía que puede enmarcar la solemnidad con que somos llamados a
celebrar esta noche pascual(N= niños, A= asamblea:

N. ¿Por qué esta noche es diferente


de todas las otras noches?
A. DE TODAS LAS OTRAS NOCHES.
N. Que todas las otras noches
nos vamos a la cama pronto
y no nos quedamos levantados.
A. Y NO NOS QUEDAMOS LEVANTADOS.
N. Más esta noche, esta noche
estamos levantados.
A. MAS ESTA NOCHE, ESTA NOCHE
ESTAMOS LEVANTADOS.
N. ¿Por qué esta noche es diferente
de todas las otras noches?
A. DE TODAS LAS OTRAS NOCHES.
N. Que todas las otras noches
nos vamos a la cama pronto
después de haber cenado.
A. DESPUÉS DE HABER CENADO.
N. Más esta noche, esta noche hemos ayunado.
A. MÁS ESTA NOCHE, ESTA NOCHE
HEMOS AYUNADO.
N. ¿Por qué esta noche es diferente
de todas las otras noches?
A. DE TODAS LAS OTRAS NOCHES.
N. Que todas las otras noches
nos vamos a la cama pronto
y no esperamos nada.
A. Y NO ESPERAMOS NADA.
N. Más esta noche, esta noche
estamos esperando.
A. MÁS ESTA NOCHE, ESTA NOCHE
ESTAMOS ESPERANDO.
A. ¿POR QUÉ ESTA NOCHE ES DIFERENTE
DE TODAS LAS OTRAS NOCHES,
DE TODAS LAS OTRAS NOCHES?
N. Para estar levantados,
para haber ayunado,
para estar todos esperando.
A. PARA ESTAR LEVANTADOS,
PARA HABER AYUNADO,
PARA ESTAR TODOS ESPERANDO.
¡Cuán diferente es esta noche de las demás noches!

Rito del lucernario (Terminados los ritos del lucernario y la procesión se inciensa y se canta el
Pregón Pascual).
Monición al canto del pregón Pascual:
Una luz brilla en medio de la asamblea reunida en la penumbra de la Iglesia. El Cirio pascual,
bellamente adornado, y bendecido, junto a la asamblea reunida, se convierten en testigos del canto
de las excelencias de esta noche, noche de paso, que tendrá su cúspide en el solemne anuncio de
la resurrección de Cristo.
Liturgia de la palabra:
(Además de la propue4sta por el misal romano, se pueden hacer los dos modos que propongo; una
sola para toda la liturgia de la Palabra y otra para cada lectura:
Monición (modo 1);
Emulando a los primeros cristianos que se reunían para escuchar largos textos de las Escrituras en
una noche como esta, hoy nosotros, en actitud contemplativa, escuchamos paso a paso la historia
de salvación revelada en la Palabra de Dios. Cómo, desde el pecado original, Dios ha sido fiel a su
promesa de salvación aun en medio de las vicisitudes e infidelidades de su pueblo. Ha caminado
con su pueblo, paso a paso, hasta dar pleno cumplimiento en la persona de su Hijo Jesucristo
victorioso de la muerte por su resurrección.
Monición (modo 2):
Monición 1° lectura:
El gesto creador realizado por Dios anuncia el destino de toda la creación: todo es bueno.
Escuchemos.
Monición 2° lectura:
La oblación de Abraham de su único Hijo nos recuerda que la Pascua es la entrega sacrificial del
Hijo amado del Padre. Escuchemos.
Monición 3° lectura:
Paso del mar Rojo, paso de la muerte a la vida. El pueblo de Israel canta la liberación ejecutada por
Dios con mano fuerte y brazo extendido. Escuchemos.
Monición 4° lectura:
Con la figura de la esposa abandonada, Dios recuerda que su amor será siempre eterno.
Escuchemos.
Monición 5° lectura:
Dios es fuente inagotable que calma toda sed y toda hambre. En su alianza con la humanidad nos
ofrece ser todo para con su pueblo. Escuchemos.
Monición 6° lectura: La vida del pueblo de Israel nace de la capacidad de abrir sus oídos a los
mandatos del Señor. Escuchar, obedecer es igual a tener la vida. Escuchemos.
Monición 7° lectura:
El destino del pueblo elegido está ligado a su conducta perversa. Pero Dios manifestará su
misericordia y lealtad con el pueblo rebelde. Escuchemos.
Monición al Gloria:
Leídas las promesas del Antiguo Testamento, entonamos el himno pascual, bajo el tañir alegre de
las campanas preanunciando la Pascua de Jesucristo.
Monición 8° lectura: El bautismo introduce al creyente en el misterio de la Pascua de Cristo. Si
morimos con El, resucitaremos con El. Es la vida nueva prometida y actuada por Cristo.
Escuchemos.
Monición al Evangelio:
No está aquí, ha resucitado”. Dios no miente y ha cumplido con lo prometido. Jesús ha vencido a la
muerte. Noticia que apresura los pasos de las mujeres que comunicaran la alegre noticia.
Escuchemos.
Liturgia bautismal:
(Si hay bautizos):
Sumergidos los nuevos bautizados en las aguas de vida, adquieren la condición de hijos renacidos
que Cristo otorga a través de su muerte y resurrección.
(Si no hay bautizos):
La aspersión con el agua bendita, sellará en esta noche, nuestro compromiso de vivir con toda la
radicalidad posible nuestro propio bautismo.
Monición a la preparación de dones:
Pan y vino ofrecidos en la noche pascual, expresan toda la fuerza de la novedad manifestada en el
misterio de Cristo muerto y resucitado. Su entrega convertirá esta ofrenda en su cuerpo y sangre
glorioso.
Monición al rito de la Paz (se omite por las prescripciones sanitarias por pandemia)
Cristo ha derribado todo muro de división con su sacrificio y su exaltación. El mejor deseo en esta
noche pascual es que su paz habite con toda su fuerza entre nosotros.
Monición a la comunión: La Iglesia, revestida cual novia para su boda, se sienta a la mesa con su
Esposo, el resucitado, para participar en el banquete sagrado de su cuerpo y su sangre.
Monición Final: La fiesta apenas ha comenzado. Durante 50 días la comunidad recordando las
apariciones del resucitado celebrará con gozo su presencia renovadora en medio de nosotros. La
muerte no le ha podido, ha vencido y el resplandor de su vida ilumina con una fuerza tal la vida de
los creyentes. También hemos resucitado con El. Y en este camino pascual habrá quien nos
muestre quien en verdad es feliz pues creyó contra toda esperanza: María, la Madre de Jesús, nos
ayude a vivir la experiencia pascual en el día a día de nuestra vida. La saludamos con la oración
pascual “Reina del Cielo” o un canto adecuado.

DOMINGO DE PASCUA:
Monición ambiental:
Celebrar, hacer fiesta es una necesidad vital de todo ser humano, de toda
cultura y religión como expresión de una ruptura con lo cotidiano que le oprime y
condiciona. Es también la plataforma que lo lanza hacia la experiencia de algo
más que le renueva y le estimula a caminar.
La Pascua de Jesús nos envuelve en un ritmo de fiesta, pero a diferencia de otras fiestas, no se
queda en los cambios externos sino toca el corazón del hombre. La vida nueva que nos alcanza en
Cristo muerto y resucitado y nos despoja del hombre viejo, sumergiéndonos en la pura novedad de
quien ha nacido en las aguas bautismales.
Al celebrar en este día Pascua de Jesús y nuestra propia Pascua, renovamos la certeza que hoy hay
vida nueva para cada creyente y para toda la comunidad cristiana. Iniciemos, pues, esta celebración
manifestando el gozo y la alegría de sentirnos salvos.
Pregón sencillo de la Pascua (para ser proclamado como introducción al canto del Gloria)
Les anuncio hermanos la gran noticia:
¡Jesús ha resucitado!
Como la Magdalena y las piadosas mujeres, que han corrido presurosas al sepulcro, con los ojos
preñados de lágrimas, nos hemos plantado a las puertas de la tumba de la muerte. El desconsuelo
y las desesperanzas se han apoderado de nuestros corazones. Sin embargo, como una voz
silenciosa se repite en lo más íntimo de nosotros: El no es presa de la muerte, El lo dijo: “Yo soy la
vida y la resurrección”.
Y tú, oh Padre, has roto la piedra que sellaba su sepulcro y ha escapado la vida, sacando a tu Hijo
de la muerte.
Hoy aún, entre nuestras sombras de fe y el estupor que nos produce tal acontecimiento, se despierta
en el corazón de cada uno la alegría por tan gran noticia: ¡Si, verdaderamente ha resucitado!
Gozosos por esta Pascua que celebramos, elevamos al Padre y al Hijo por el Espíritu Santo, nuestra
glorificación y nuestra alabanza por siempre con el himno litúrgico: Gloria a Dios en el cielo….

Liturgia de la Palabra:
Monición 1° lectura:
La principal evangelización comienza cuando se testifica a Jesús que paso haciendo el bien sobre la
tierra. Es el primer anuncio que dan los discípulos del resucitado. Escuchemos.
Monición 2° lectura:
La muerte y resurrección de Cristo asegura al creyente la vida nueva que debe actualizarse de día
en día. Aspirando permanentemente los bienes del cielo. Escuchemos.
Monición a la secuencia:
Canto poético que exalta el acontecimiento de la Pascua de Jesús y que se convierte en humilde
plegaria al Cristo vencedor a fin de obtener la vida sin fin.
Monición al Evangelio ( ):
La loza no fue impedimento para que se manifestase la gloria del resucitado. La tumba vacía y el
sudario, testigos silentes de tal acontecimiento, que muestran a los discípulos la verdad de la
resurrección: la vida ha vencido a la muerte. Escuchemos.
(Lc 24 ): La decepción y el desconsuelo marcan el alejamiento de la ciudad donde se ha cometido
el incruento sacrificio del Maestro. Su palabra pronunciada en ese camino, enciende sus corazones
y abren sus ojos a la verdad de la Pascua. Escuchemos.
Monición a la preparación de dones:
La novedad de este día se hace ofrenda pidiendo que el Espíritu del Resucitado vivifique lo que
ofrecemos, transformando este pan y este vino, en el cuerpo glorioso de Jesús.
Monición a la comunión: La comunidad de los creyentes se acercan nuevamente al banquete
pascual, la Eucaristía, para comulgar sacramental con la persona, la vida, la misión y el destino de
Jesús. Este pan de vida nutra nuestras certezas en lo que sostiene nuestra fe: su resurrección.
Monición final:
Hemos finalizado el Triduo Pascual, pero iniciamos nuestras fiestas pascuales en homenaje al
Resucitado. Que la alegría de la Pascua se prolongue durante estos días haciendo profunda
experiencia de esa vida nueva que no se acabará. Recordamos a la Madre del cielo, en la alegría
que experimentó al ver a su Hijo resucitado diciendo: “Reina del Cielo”

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