Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DERECHO PENAL II
DICIEMBRE, 2012.
La tortura afecta a varios bienes jurídicos, si la tortura no es otra cosa
que infligir sufrimiento a alguien, temor, humillación, ahí aparecen implicados
varios bienes jurídicos, desde luego la dignidad o la integridad moral de la
persona sometida a tortura, sin duda cabe es tremendamente humillante que a
una persona se la ate, se la encadene, se le practiquen todos estos ejercicios
de sadismo que vienen aplicando los torturadores y se ha llegado a límites de
sofisticación extremos porque cuando se aplica la tecnología a la tortura se
alcanzan resultado aún más extremos e incluso se ha teorizado sobre la tortura
para intentar obtener un grado mayor de tortura. Otros bienes jurídicos que
intenta proteger el precepto son el del bienestar físico y psíquico, de la
integridad, de la salud de la persona y cabría hablar también de una como son
los relacionados con el proceso penal, ya que aquí una de las finalidades
perseguidas es obtener una confesión cuando la legislación garantiza el hecho
de no confesarse culpable. Por lo tanto, las garantías penales y procesales que
reconoce el ordenamiento jurídico también se ven vulnerados cuando se aplica
la tortura.
- Edad media y moderna: Allec Mellor establece que cada vez que el
crimen majestatis aparece en la historia, la tortura viene con él. La tortura es
para entonces una institución probatoria; no se aplicaba con el afán de
atormentar, sino en virtud de una aberración del pensamiento jurídico basado
en el principio de que nadie podía ser condenado a muerte sin previa confesión
SUJETOS
El sujeto activo del delito no es cualquiera, sólo serán autores del delito
de tortura los que tengan el carácter de autoridad o servidor público.
OBJETOS
El objeto material sería el sujeto pasivo del delito, que como se mencionó
con anterioridad puede ser cualquier persona física.
En materia de tortura los autores que se han ocupado del tema, se han
remontado a la definición primaria y clasifican al fenómeno básicamente en dos
tipos:
Padecimiento físico
Tortura Física
Es claro que la tortura no cumple con la finalidad para la que esta destinada,
que es falso aquello que se escucha que "en la tortura nadie se acuerda de
mentir". Es lamentable que a un hombre inocente se le arranque la confesión
de un crimen. Es innegable también que la intensidad del dolor o la flaqueza de
la persona hacen confesar al inocente lo que no ha cometido.
Las leyes compelen a los delitos públicos, pero qué hay de aquellos que se
cometen en las tinieblas, aquellos adornados con la impunidad. El riesgo que
existe de atormentar a un solo inocente debe, y de hecho se hace, valuarse en
tanto que existe la enorme posibilidad de cometer un mas grave atropello.
La definición incluye una cláusula que espanta; dice que el tormento se implica
por "sadistic pleasure". Aquí, efectivamente, se cumple el cometido, pues si no
se logra una confesión, sí se consigue una diversión o, por lo menos, un gozo
por parte de los torturadores. Esto ha sido abordado por muchos literatos, que
escudados en que la literatura es " ficción", denuncian sin comprometerse.
Peter Deeley nos brinda al respecto una definición que no deja margen a la
duda: "La tortura de la mente ha sido definida como la imposición de
sufrimientos mentales creando un estado de tensión y angustia por medios
diferentes a los ataques físicos.
La tortura sicológica es más efectiva en muchos casos que la física. Esto es sin
duda cierto si la víctima tiene un coeficiente intelectual por arriba del promedio.
Parece que la inteligencia hace la tortura física más tolerable, pero al mismo
tiempo expone más al individuo a la tortura mental.
CONDUCTA TÍPICA
RESULTADO TÍPICO
NEXO DE CAUSALIDAD
Entonces para que el delito de tortura sea tipificable, es que entre en todos
los supuestos que marca la norma, es decir, tiene que ser un servidor público
que, con motivo de sus atribuciones, inflija a una persona dolores o
sufrimientos graves, sean físicos o psíquicos con el fin de obtener, del torturado
o de un tercero, información o una confesión, o castigarla por un acto que haya
cometido o se sospeche ha cometido, o coaccionarla para que realice o deje de
realizar una conducta determinada.
AUSENCIA DE CONDUCTA
TIPICIDAD
ANTIJURIDICIDAD
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
ATENUANTES Y AGRAVANTES
CULPABILIDAD
PUNIBILIDAD
CONSUMACIÓN
TENTATIVA
CONCURSO DE DELITOS
PARTICIPACIÓN
PERSEGUIBILIDAD