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BRIZUELA ROMERO ALEJANDRA

DELITOS ESPECIALES: TORTURA

DERECHO PENAL II

MTRO. MIGUEL ÁNGEL PECH CEN

DICIEMBRE, 2012.
La tortura afecta a varios bienes jurídicos, si la tortura no es otra cosa
que infligir sufrimiento a alguien, temor, humillación, ahí aparecen implicados
varios bienes jurídicos, desde luego la dignidad o la integridad moral de la
persona sometida a tortura, sin duda cabe es tremendamente humillante que a
una persona se la ate, se la encadene, se le practiquen todos estos ejercicios
de sadismo que vienen aplicando los torturadores y se ha llegado a límites de
sofisticación extremos porque cuando se aplica la tecnología a la tortura se
alcanzan resultado aún más extremos e incluso se ha teorizado sobre la tortura
para intentar obtener un grado mayor de tortura. Otros bienes jurídicos que
intenta proteger el precepto son el del bienestar físico y psíquico, de la
integridad, de la salud de la persona y cabría hablar también de una como son
los relacionados con el proceso penal, ya que aquí una de las finalidades
perseguidas es obtener una confesión cuando la legislación garantiza el hecho
de no confesarse culpable. Por lo tanto, las garantías penales y procesales que
reconoce el ordenamiento jurídico también se ven vulnerados cuando se aplica
la tortura.

En la antigüedad, la tortura fue una importante institución que se definía


como el tormento que se aplicaba al cuerpo con el fin de averiguar la verdad. A
continuación se realizará un breve recorrido histórico:

-Antigüedad: Aplicación de tormentos para lograr la confesión de la


verdad, así como la base del sistema penal junto con la pena de muerte. En la
legislación romana se aplicó a los esclavos (Questio). El derecho germánico
aplicaba la fustigación, la marca, la decalvación y la mutilación; el derecho
canónico empleó la fustigación y los azotes.

- Edad media y moderna: Allec Mellor establece que cada vez que el
crimen majestatis aparece en la historia, la tortura viene con él. La tortura es
para entonces una institución probatoria; no se aplicaba con el afán de
atormentar, sino en virtud de una aberración del pensamiento jurídico basado
en el principio de que nadie podía ser condenado a muerte sin previa confesión

- España: En el fuero juzgo se contemplaban la calvación, la mutilación de


manos, de ojos, de nariz, etc. Las razones jurídicas que justificaban al maltrato
era que los hombres a veces cometen grandes errores y males
encubiertamente, de manera que no podían ser sabidos o probados y se les
tenía que torturar para saber la verdad; se utilizaba como sentencia al
condenar a alguno a ser azotado, desnudándolo al sol, untándole miel para que
fuera comido por insectos, además de la mutilación de la lengua para los
blasfemos y para quienes difamen al rey, mutilación de la mano a los
sacrílegos, y como pena principal se torturaba a los adúlteros, encubridores de
herejes, etc. En el fuero real, se usaba arrancar los dientes al testigo falso en
causa civil, hacer correr al reo desnudo recibiendo azotes, atravesar la lengua,
mutilar el pie, marcarlo en espalda y cara con una cruz.

- Colonia: Se usaba azotar a los vagos y ladrones en público.

- Época contemporánea: La pena de azotes se conserva en algunas


legislaciones, sin embargo los tormentos han desaparecido en todas las
legislaciones de los países civilizados, sin embargo existe quienes aboguen por
el mantenimiento de los azotes argumentando que carece de los
inconvenientes de la pena de prisión. En 1960 existía en Inglaterra el castigo
llamado “el gato de 9 colas” que tenía como objetivo causar un daño pasajero a
los reos. Aunque no se trate de penas corporales o tormentos, cabe mencionar
los procedimientos de esterilización que se han practicado en ciertas prisiones
de los Estados Unidos a los criminales con el objetivo de evitar su procreación.

- Siglo XX: Con el adelanto de la ciencia y la tecnología ha renacido el


tormento y la tortura, la mayoría de las policías del mundo siguen utilizando
algún tipo de tortura. Martínez menciona que lo llamativo de las formas
actuales de tortura es el sadismo por absorción de cierto refinamiento oriental
derivado de la sensibilidad física de los pueblos mongólicos: Su aspecto
morboso, se aprecia la predilección de los verdugos por martirizar los órganos
genitales de sus víctimas.

- Actualidad: Los tiempos avanzan en cuanto a la redacción de las leyes,


sin embargo en la práctica no hay variaciones, antes la tortura se realizaba
legalmente y en presencia del juez, hoy ilegalmente pero también con
conocimiento del juez. Hoy en día no se justifica puesto que existen otros
medios para averiguar la verdad.
NOCIÓN LEGAL

En nuestro país, el delito de tortura se contempla en la Ley Federal para


prevenir y sancionar la tortura, la cual menciona lo siguiente:

ARTICULO 3o.- Comete el delito de tortura el servidor público que, con


motivo de sus atribuciones, inflija a una persona dolores o sufrimientos graves,
sean físicos o psíquicos con el fin de obtener, del torturado o de un tercero,
información o una confesión, o castigarla por un acto que haya cometido o se
sospeche ha cometido, o coaccionarla para que realice o deje de realizar una
conducta determinada.

No se considerarán como tortura las molestias o penalidades que sean


consecuencia únicamente de sanciones legales, que sean inherentes o
incidentales a éstas, o derivadas de un acto legítimo de autoridad.

ARTICULO 4o.- A quien cometa el delito de tortura se aplicará prisión de


tres a doce años, de doscientos a quinientos días multa e inhabilitación para el
desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por dos
tantos del lapso de privación de libertad impuesta. Para los efectos de la
determinación de los días multas se estará a lo dispuesto en el artículo 29 del
Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda
la República en Materia de Fuero Federal.

ARTICULO 11o.- El servidor público que en el ejercicio de sus funciones


conozca de un hecho de tortura, está obligado a denunciarlo de inmediato, si
no lo hiciere, se le impondrán de tres meses a tres años de prisión, y de quince
a sesenta días multa, sin perjuicio de lo que establezcan otras leyes. Para la
determinación de los días multa se estará a la remisión que se hace en la parte
final del artículo 4o. de este ordenamiento.

SUJETOS

El sujeto activo del delito no es cualquiera, sólo serán autores del delito
de tortura los que tengan el carácter de autoridad o servidor público.

El sujeto pasivo puede ser cualquier persona física.

OBJETOS

El objeto material sería el sujeto pasivo del delito, que como se mencionó
con anterioridad puede ser cualquier persona física.

El objeto jurídico sería la vida y la integridad corporal.


CLASIFICACIÓN

Clasificar, como diría García Maynez, es un problema de perspectiva. Hay


tantas clasificaciones como criterios de división existen, pero la selección de
estos criterios no debe ser caprichosa.

En materia de tortura los autores que se han ocupado del tema, se han
remontado a la definición primaria y clasifican al fenómeno básicamente en dos
tipos:

 Padecimiento físico

 Padecimiento moral o de la mente.

Ambos infligidos a alguien en busca de arrancarle la confesión del delito que se


le imputa.

En el caso del término tortura, a diferencia del terrorismo o sabotaje, en el


renglón de los criterios clasificatorios, parece imperar la armonía. Así pues,
abordaré individualmente cada tipo:

Tortura Física

La tortura física es una realidad; ilícita universalmente, se practica


ocasionalmente o sistemáticamente por agentes policiacos. Es una penosa
realidad que degrada lo policiaco y envicia la vida pública porque corrompe la
salud del hombre, del acusado. Quienes la ejercen no se conforman con el
cuerpo --sin duda lo más común--, sino que llegan al alma de los detenidos.
Para muchos es un mal necesario, un lubricante de la máquina logística.
Ignacio Carrillo Prieto la llama... instrumental del proceso que conduce al
castigo y el hombre moderno la encuentra de nuevo y aún antes de la
existencia jurídica plena de su falta. Es un castigo anterior al castigo... .

Hemos aprendido a aceptar el sufrimiento como algo integral de la vida del


hombre, sabemos que jamás podremos erradicarlo del todo e incluso a veces
nos regodeamos en la sensación del dolor; sin embargo, no admitimos que se
inflija arbitrariamente a nuestros semejantes o a nosotros mismos.
El sufrimiento, el dolor, deben guardarse, sujetarse, contenerse y para eso
existen leyes.

En este apartado no interesa hacer un catálogo de tormentos o de las


diferentes muertes que se viven en la tortura: sumergir al reo en agua,
quemarlo completo o en partes, matarlo de frío y hambre, aplicarle
electroshocks, golpearlo, herirlo, etcétera; lo interesante y fundamental es
detectar que la tortura no es un castigo, como asegura Carrillo Prieto, una
pena, pues hay castigo o pena cuando un juez la impone, fuera de este
contexto, el sufrimiento es injuria, abuso, sadismo... todos merecedores de
castigo.

La tortura, tiene como objetivo extraer información o una confesión para


inculpar al sujeto de un delito determinado, Sin embargo, este sistema, como
afirmó en su momento Diderot:

Es una invención segura para perder a un inocente de complexión débil y


delicada y salvar a un culpable que nació robusto. Los que pueden soportar
ese suplicio y los que no tienen bastantes fuerzas para sufrirlo mienten
igualmente. El tormento que se hace sufrir en la tortura es seguro, pero el
crimen del hombre que lo sufre no lo es; ese desdichado al que (se le aplica)
tortura se preocupa mucho menos de declarar lo que sea que de liberarse de lo
que siente.

Es claro que la tortura no cumple con la finalidad para la que esta destinada,
que es falso aquello que se escucha que "en la tortura nadie se acuerda de
mentir". Es lamentable que a un hombre inocente se le arranque la confesión
de un crimen. Es innegable también que la intensidad del dolor o la flaqueza de
la persona hacen confesar al inocente lo que no ha cometido.

Las leyes compelen a los delitos públicos, pero qué hay de aquellos que se
cometen en las tinieblas, aquellos adornados con la impunidad. El riesgo que
existe de atormentar a un solo inocente debe, y de hecho se hace, valuarse en
tanto que existe la enorme posibilidad de cometer un mas grave atropello.
La definición incluye una cláusula que espanta; dice que el tormento se implica
por "sadistic pleasure". Aquí, efectivamente, se cumple el cometido, pues si no
se logra una confesión, sí se consigue una diversión o, por lo menos, un gozo
por parte de los torturadores. Esto ha sido abordado por muchos literatos, que
escudados en que la literatura es " ficción", denuncian sin comprometerse.

Henri Alleg, en su novela La tortura, nos da cuenta perfecta de ello y Franz


Kafka, en su cuento " En la colonia penitenciaria, no se queda atrás. También
la literatura mexicana cuenta con joyas al respecto en autores como: Vicente
Riva Palacio, José Revueltas, Salvador Elizondo, entre otros.

Veamos el caso de Kafka: Durante las primeras seis horas, el condenado


mantiene casi tan vivo como al principio, sólo sufre dolores. iQue tranquilo se
queda el hombre después de la sexta hora! Hasta el mas estólido comienza a
comprender, (...)

El explorador había sido recomendado por personas muy importantes, había


sido recibido con gran cortesía, y el hecho de que lo hubieran invitado a la
ejecución podría significar que se deseaba conocer su opinión sobre el asunto.

No es menos impresionante que Farabeuf, de Salvador Elizondo, donde el


autor se inspiró en la famosa fotografía de un suplicio chino, el de los "cien
cortes". La imagen del torturado que en ella aparecía le dio la pauta para
escribir su obscuro relato que esta permeado de una belleza perversa que
parte de ese recodo demoniaco (como veremos más adelante con Fromm), de
la naturaleza humana, donde coinciden erotismo y tortura.

Finalmente, la definición dice que la tortura se aplica también para descubrir a


los cómplices del detenido; pero esto es bastante absurdo pues, como ya se
señaló, la tortura física no es un medio oportuno para descubrir la verdad,
entonces ¿cómo se espera que pueda servir para encontrar supuestos
cómplices? Es pueril pensar que un hombre que se acusa a sí mismo de algo
que no cometió no acuse aún con más facilidad a otros.
Tortura Moral O De La Mente

Peter Deeley nos brinda al respecto una definición que no deja margen a la
duda: "La tortura de la mente ha sido definida como la imposición de
sufrimientos mentales creando un estado de tensión y angustia por medios
diferentes a los ataques físicos.

Hay acercamientos sociológicos que no son precisamente tan repugnantes


como el puñetazo o el puntapié: un individuo puede ser reducido a una piltrafa
sumisa sin que se haya puesto un dedo sobre él. Según el mismo autor, y
comparto su opinión, nada resulta más eficaz para producir resultados
determinados, que un continuo ataque a la mente.

A diferencia de la tortura física, en la de la mente no se puede predecir cuáles


serán los resultados. La primera marca al torturador en que momento debe
detenerse - antes de que muera el acusado - mientras que en la segunda no
hay medio para determinar la agonía mental. Tal vez sea esta la causa de que,
según informes, esta sea menos recurrida que aquella. Pero lo más grave del
asunto es que existen ciertas prácticas policiales, que aunque son
generalmente aceptadas, equivalen a la tortura mental o moral. Tal es el caso
de un interrogatorio prolongado que espera obtener sus resultados del
agotamiento físico del prisionero; o simplemente las amenazas e
intimidaciones.

G, van Heuvan Goedhart, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para


Proteger a Refugiados y Presidente de la Corte de Honor holandesa, escribió:

La tortura sicológica es más efectiva en muchos casos que la física. Esto es sin
duda cierto si la víctima tiene un coeficiente intelectual por arriba del promedio.
Parece que la inteligencia hace la tortura física más tolerable, pero al mismo
tiempo expone más al individuo a la tortura mental.
CONDUCTA TÍPICA

Inflijir dolores o sufrimientos graves, sean físicos o psíquicos con el fin de


obtener, del torturado o de un tercero, información o una confesión, o castigarla
por un acto que haya cometido o se sospeche ha cometido, o coaccionarla
para que realice o deje de realizar una conducta determinada.

FORMAS Y MEDIOS DE EJECUCIÓN

La Ley Federal Para Prevenir Y Sancionar La Tortura En Sus Artículos 3, 4 Y


5to Nos Dice:
Comete el delito de tortura el servidor público que, con motivo de sus
atribuciones, inflija a una persona dolores o sufrimientos graves, sean físicos o
psíquicos con el fin de obtener, del torturado o de un tercero, información o una
confesión, o castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche ha
cometido, o coaccionarla para que realice o deje de realizar una conducta
determinada.

No se considerarán como tortura las molestias o penalidades que sean


consecuencia únicamente de sanciones legales, que sean inherentes o
incidentales a éstas, o derivadas de un acto legítimo de autoridad.

ARTICULO 4o.- A quien cometa el delito de tortura se aplicará prisión de tres a


doce años, de
doscientos a quinientos días multa e inhabilitación para el desempeño de
cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por dos tantos del lapso de
privación de libertad impuesta. Para los efectos de la determinación de los días
multas se estará a lo dispuesto en el artículo 29 del Código Penal para el
Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en
Materia de Fuero Federal.

ARTICULO 5o.- Las penas previstas en el artículo anterior se aplicarán al


servidor público que, con motivo del ejercicio de su cargo, con cualesquiera de
las finalidades señaladas en el artículo 3o., instigue, compela, o autorice a un
tercero o se sirva de él para infligir a una persona dolores o sufrimientos
graves, sean físicos o psíquicos; o no evite que se inflijan dichos dolores o
sufrimientos a una persona que esté bajo su custodia.
Se aplicarán las mismas penas al tercero que, con cualquier finalidad, instigado
o autorizado, explícita o implícitamente, por un servidor público, inflija dolores o
sufrimientos graves sean físicos o psíquicos a un detenido.

RESULTADO TÍPICO

Alterar la salud o causar daños que dejen huella material en el cuerpo


humano.

NEXO DE CAUSALIDAD

El nexo de casualidad es el ligamento que uno a la conducta con el resultado


típico.

Para que el resultado se pueda atribuir a la conducta típica, se requiere un nexo


causal que los una.

Entonces para que el delito de tortura sea tipificable, es que entre en todos
los supuestos que marca la norma, es decir, tiene que ser un servidor público
que, con motivo de sus atribuciones, inflija a una persona dolores o
sufrimientos graves, sean físicos o psíquicos con el fin de obtener, del torturado
o de un tercero, información o una confesión, o castigarla por un acto que haya
cometido o se sospeche ha cometido, o coaccionarla para que realice o deje de
realizar una conducta determinada.

Si uno de estos ‘’requisitos’’ llegare a faltar, no estaríamos frente a un


delito de tortura.

AUSENCIA DE CONDUCTA

En este caso, la autoridad no tenía la intención de obtener información u


confesión de la persona física, y mucho menos tuvo la intención de hacer actos
que lo lesionen, por lo que no se trataría del delito de tortura.

TIPICIDAD

Es necesario que un funcionario público cause a una persona física


dolores o sufrimientos granes físicos o psíquicos.
ATIPICIDAD

Va de la mano con el nexo de causalidad, ya que para que el supuesto


jurídico sea valido y típico, deberá cumplir con lo que marque lo establecido por
la Ley. Si uno de esos elementos llegare a faltar, no podrá catalogarse como
dicho delito.

ANTIJURIDICIDAD

El delito de tortura es antijurídico ya que existe una contrariedad al


derecho, la ley protege la vida y la integridad corporal y si éste es afectado, se
actúa antijurídicamente.

CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN

La Ley menciona que no se considerarán como tortura las molestias o


penalidades que sean consecuencia únicamente de sanciones legales, que
sean inherentes o incidentales a éstas, o derivadas de un acto legítimo de
autoridad.

ATENUANTES Y AGRAVANTES

No se contemplan en la Ley para el delito de Tortura.

CULPABILIDAD

Dolosa, ya que el sujeto activo desea el resultado típico de torturar al


sujeto.

PUNIBILIDAD

ARTICULO 4o.- A quien cometa el delito de tortura se aplicará prisión de


tres a doce años, de doscientos a quinientos días multa e inhabilitación para el
desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por dos
tantos del lapso de privación de libertad impuesta. Para los efectos de la
determinación de los días multas se estará a lo dispuesto en el artículo 29 del
Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda
la República en Materia de Fuero Federal.
ARTICULO 11o.- El servidor público que en el ejercicio de sus funciones
conozca de un hecho de tortura, está obligado a denunciarlo de inmediato, si
no lo hiciere, se le impondrán de tres meses a tres años de prisión, y de quince
a sesenta días multa, sin perjuicio de lo que establezcan otras leyes. Para la
determinación de los días multa se estará a la remisión que se hace en la parte
final del artículo 4o. de este ordenamiento.

CONSUMACIÓN

El delito de tortura se consuma una vez que se infrinjan dolores o


sufrimientos graves al sujeto pasivo para obtener un beneficio.

TENTATIVA

Cuando un servidor público ha preparado todo para poder torturar a


alguien, pero por algún motivo esto no se ha completado, se deduciría que será
tentativa ya que con el objetivo de cometer el delito, ha comenzado su
ejecución por medios apropiados y no ha realizado todo lo que es necesario a
la consumación del mismo.

CONCURSO DE DELITOS

Se hablaría de un concurso ideal ya que del delito de tortura pueden


resultar lesiones o incluso homicidio.

PARTICIPACIÓN

ARTICULO 11o.- El servidor público que en el ejercicio de sus funciones


conozca de un hecho de tortura, está obligado a denunciarlo de inmediato, si
no lo hiciere, se le impondrán de tres meses a tres años de prisión, y de quince
a sesenta días multa, sin perjuicio de lo que establezcan otras leyes. Para la
determinación de los días multa se estará a la remisión que se hace en la parte
final del artículo 4o. de este ordenamiento.

PERSEGUIBILIDAD

Este delito se persigue de Oficio.

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