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Como en días de Noé

Sermón inductivo

Por Nestor Felipe Nárez Villegas

Introducción

John Paton fue un misionero cristiano de origen escocés, hijo de piadosos padres que lo

consagraron al servicio a Dios desde su niñez1. Después de formarse y servir como pastor en

Glasgow, Escocia por algunos años, el deseo de servir como misionero entre los paganos lo

impulsaba a embarcarse a las misiones extranjeras, pero sus familiares, amigos y conocidos, e

incluso su iglesia deseaban disuadirlo de su intensión, ofreciéndole comodidad, mejor salario y

una mejor casa.

Como eso no funcionaba, en cierta ocasión un caballero de avanzada edad de apellido

Dickson, intentó disuadirlo mediante el temor: “¡Serás comido por caníbales!”- dijo-, pero Paton

respondió con palabras célebres registradas en su autobiografía2: “Señor Dickson, usted está

ahora avanzado en años, y su propia perspectiva es estar pronto descansando en la tumba, allí

usted será comido por gusanos; le confieso que si puede tan solo vivir y morir sirviendo y

honrando al Señor Jesús, no habrá diferencia para mí si soy comido por caníbales o gusanos; y en

el gran día de la resurrección, mi cuerpo resucitado se levantará tan hermoso como el suyo en la

semejanza de nuestro resucitado redentor”. Luego de casarse dos semanas antes partió a las islas

Nuevas Hébridas al noreste de Australia.

1
M. David Sills, El Llamado Misionero: Encuentre su lugar en el plan de Dios para el mundo, trans.
Andrés Carrodeguas (Reaching and Teaching International Ministries, 2014), 282.
2
Citado por Piper en John Piper, Alégrense las naciones (Editorial CLIE, 2007), 99.
En aquel lugar los desafíos no fueron menores, rodeado de nativos caníbales hostiles,

reticentes al evangelio de un extranjero. En aquel lugar enterró a su esposa e hijo, fue saboteado

continuamente y finalmente obligado a retirarse a una isla más receptiva, no sin antes ver la

mano de Dios librándole en repetidas ocasiones.

Henry G. Bosch, relata que en 1833, Carlos Darwin se dirigía a las islas del mar del sur

para buscar la evidencia del “eslabón perdido” que confirmara su propuesta evolutiva, pero a

diferencia de encontrar un homínido, se encontró con tribus bárbaras caníbales a quienes estudió,

llegando a la conclusión que esas personas se encontraban en la escala más baja del desarrollo

humano, lo más cercano a su eslabón buscado. Nada ni nadie les permitiría desarrollarse. Para su

sorpresa, 50 años más tarde, al regresar a las islas se encontró con otra realidad, pues habían

escuelas, iglesias y hogares habitados por ex caníbales que ahora vestían y se reunían para

cantar. ¿Cuál había sido la diferencia? John Paton había cumplido su ministerio en ese lugar y

Dios había obrado transformación en esas personas3.

A diferencia de la propuesta evolutiva y muchas teorías sociales enarboladas como la

solución a los problemas del hombre, la humanidad no está mejorando conforme al paso del

tiempo y la implementación de las mismas. Ciertamente los avances de la ciencia y la tecnología,

producto del uso de la inteligencia otorgada por Dios, han conseguido que nuestras vidas sean

más fáciles, acelerando los procesos en términos de alimentación, vestido, trabajo,

comunicaciones, transporte y salud, entre otros elementos. Los objetivos del llamado

progresismo han triunfado (aunque por medio del conflicto y derramamiento de sangre en

muchas ocasiones) exaltando los nobles ideales de libertad, aceptación e igualdad. Pero también

3
Paul Lee Tan, Encyclopedia of 7700 Illustrations: Signs of the Times (Garland, TX: Bible
Communications, Inc., 1996), 395.
se ha alcanzado grandes niveles de contaminación y deterioro de la naturaleza, la tecnología ha

desarrollado y trabaja por inventar mejores y más efectivos métodos de exterminio de la vida, y

en aras de la bandera del desarrollo se han derribado principios y valores que promueven la

seguridad y el verdadero avance de la familia y sociedad. Asimismo, se ha retrocedido el amor al

prójimo, el altruismo, el servicio y el sentido respeto por la vida. ¿Dios? ¡No está en el

pensamiento de los hombres! Para ellos es una invención muerta.

Paso a paso la humanidad avanza retrocediendo, lo que nos invita a reflexionar sobre

nuestros tiempos, ¿será que estamos en los momento finales de la historia de esta tierra? ¿Hemos

llegado al colmo del pecado y la ira del cielo caerá pronto sobre la tierra? ¿Jesús está próximo a

regresar como anunciaron nuestros abuelos y padres para salvar al pueblo que le esperó? Si esto

es cierto, ¿estoy listo para este solemne momento? Ante estas interrogantes, nadie necesita dudar

o ser engañado (ver Mat.24.4), Dios ha dejado en su palabra tanto las pistas suficientes para

conocer el camino a casa, como las instrucciones para llegar a tiempo y a salvo. Solo basta

estudiarla, reflexionar en ella y pedir que Él sea quién nos conduzca y enseñe a través de sus

líneas.

Desarrollo

Los días de Noé y los nuestros, días de contaminación

La decadencia moral y la expansión del pecado habían hecho que el mundo antediluviano

colapsara y no pudiera consentirse más el falso progreso de una magnífica, raza cuya existencia

se dirigía voluntariamente al terrible destino de la extinción total. La paga del pecado siempre ha

sido la muerte (Rom. 6:23), y un mundo entero se dirigía velozmente a la caja de cobro. La raza

humana necesitaba salvación, ¡Dios estaba dispuesto a dárselas! pero no quería recibirla.
Génesis 6:1-8 presentan la razón a la caída del diluvio universal que se llevó al mundo

antiguo. El relato sagrado nos transporta al ambiente, donde aun se perciben las bellezas de la

tierna creación; un lugar diferente donde el ciclo del agua es desconocido, no hay lluvia pero

todo brilla de verdor y vida; no hay arcoíris, pero el cielo es hermoso. Sin embargo, la magnífica

creación está manchada por todos lados, donde debería haber más belleza, se levantan grandiosos

monumentos preparados en honor al hombre, a los falsos dioses, incluso a la misma naturaleza,

pero olvidándose del Creador. El hombre se ha multiplicado sobre la tierra, toda ella está

ocupada, y junto con sus habitantes el mal, el pecado y la muerte gobiernan.

¿Qué se puede escuchar allí? En medio del canto sublime de innumerables aves, cruje el

llanto y lamento de los menos afortunados que fueron depredados por los poderosos malvados

que sin alma roban, matan y violan. ¿Acaso hay un Dios en los cielos?- Claman, alzando su

mirada en busca de auxilio en el cual dejaron de creer tiempo atrás -. La vida es considerada un

mero comercio, no solo por la esclavitud que es reducida ante los atroces actos de gente

depravada. Por el afán de enriquecerse y adquirir renombre, quiebran la naturaleza, pervierten a

los animales, deshonran a los hombres de la manera más vil. Grandes avances tecnológicos se

lograron también; hoy con 80 años los más ilustres cambian el mundo con sus invenciones, ¿qué

podría hacer uno de 800, con una mente cercana a la de Adán? ¿Qué prodigios científicos

inventarían que dejaran a los actuales como langostas en medio de gigantes? Sin embargo, sus

poderosas mentes crean perversiones en armonía con su vigor.

Génesis 6:1 y 2 también nos presentan a la estirpe de la promesa, aquellos descendientes

de Set, depositarios de la simiente del futuro Redentor, quienes por siglos han luchado contra la

corrupción, han sostenido la Palabra de Dios y su ley como segura guía. Sin embargo, en esta
ocasión la sagrada bandera se abate, porque las “hijas de los hombres” parecen ser buenas y

hermosas para ellos.

Podríamos tal vez imaginar un diálogo como este: -Amigo- le dice uno a su compañero-

no vas a creer lo que me pasó el otro día. ¿Qué te pasó?- Pregunta el otro- Resulta que con mi

familia fuimos a ofrecer sacrificio a la entrada del Jardín, como cada mes. La verdad yo estaba

allí, pero mi mente en otro lado, porque acabábamos de pasar el cruce del río Hidekel, y aunque

pasamos a la distancia pude percibir que se estaban bañando una mujeres, y por sus trajes de

baño amigo, ¡uff! te puedo asegurar que no eran de la familia de Set. Estaba viéndolas, pero mi

mamá se dio cuenta y con una mirada me regañó y seguimos de largo. Pero eso no fue todo, al

regreso nos las encontramos en el camino junto al camino con su familia, se habían quedado sin

combustible, aunque no lo sabíamos al principio. Mi papá después de descubrir el problema, les

compartió un poco, pero yo tuve tiempo para platicar con una de las chicas. Bueno… yo apenas

podía hablar, porque ya de cerca era otra cosa. Sus ojos son hermosos de por sí, pero tenía algo al

rededor que le hacía ver todavía más bella, ¡no sé qué era! Pero eso no es todo, yo creo que le

gusté porque me hablaba diferente, no sé cómo… es más hasta me tocó la pierna cuando

estábamos sentados, y desde la semana pasada hemos estado en contacto, quiere que la visite en

la ciudad y ¡claro que voy a ir!…

Aunque este es un relato inventado, ciertamente la Biblia nos menciona que los hijos de

Dios tomaron mujeres para ellos, escogiendo entre todas. A lo largo de la Biblia encontramos

órdenes directas de Dios para que el pueblo del pacto no se una con los irreligiosos salvo para

bendecir. En este texto encontramos una traición al pacto,“debido a la atracción de los sentidos
no se satisficieron con las bellas hijas del linaje piadoso, y con frecuencia eligieron esposas

entre los cainitas”4.

Razonaron a la manera de Eva, que las mujeres eran buenas (hermosas)5 para ellos y

alargaron su mano para hacerlas propias. ¡Cuánta razón tiene la Biblia al recordarnos que no nos

conviene confiarnos en lo que creemos correcto basado en nuestros sentidos, deseos y

conveniencias, pues “Engañoso es el corazón más que todas las cosas” -nos advierte el profeta

Jeremías (Jer. 17:9)- “y perverso, ¿quién lo conocerá?”. Continuamente nos vemos enfrentados

con decisiones de resultados eternos (cf. Prov. 14:12), ¿Qué veo, escucho, qué me gusta sentir o

probar? ¿Qué concesiones estoy dispuesto a realizar para asegurarme mi bienestar temporal o el

de mi familia? ¿Qué mandamientos quebranto, a quién admiro, a quién adoro? ¿En qué me

deleito?

Podemos preguntarnos con preocupación, ¿qué les pasó a los descendientes de Set, al

pueblo santo? Y también podemos responder a la luz de la Palabra que fueron víctimas de las

tentaciones a las que cedieron por abandonar los mandamientos de Dios. Fue lo mismo que le

ocurrió a Israel años después en las orillas del Jordán y será lo descrito por el profeta Juan,

cuando todo el mundo tenga que decidir a quién obedecer y adorar.

Israel y Baal Peor

Números 25 nos relata que el pueblo habitaba confiado en Sitim, entre grandes árboles

que le ofrecían sombra, resguardo y una vista que auguraba los deleites de la tierra prometida

que pronto tomarían como un regalo de Dios. Moisés y los líderes, consultaban la mejor forma

4
Nichol, et, al., 262
5
Del hebreo tov, misma palabra utilizada en Génesis 3:6
para llegar seguros y disfrutar pronto del cumplimiento de la anhelada promesa. Los enemigos

sabían que estarían derrotados y el pueblo de Dios sabía que saldría victorioso porque Dios es

fiel, pero Balac no estaba para nada feliz. Por consejo de Balaam (Núm. 31:16) el plan de ataque

sigiloso había sido puesto en marcha.

Los guardianes no se dieron cuenta del peligro que llegaba en forma de inocentes y bellas

damas que visitaban el campamento desde Madián cada vez con mayor frecuencia, simulando

cortesía, genuino desinterés y humildad. Lentamente su fueron amistando con los israelitas,

quienes bajaron la guardia atendiendo sus veladas peticiones ofreciéndoles alegría, y momentos

fugaces de placer y deleite. Primero les invitaron a comer ¿qué podría salir mal? Luego la

invitación fue a beber… no le haría daño a nadie ¿no es cierto? En seguida, y ya con los sentidos

embotados, la invitación fue más atrevida, participar de una fiesta sexual (“en Israel no se hace

algo así, y tal vez no vuelva a tener una oportunidad como está, sería tonto si lo dejo pasar” -

nuevamente razonaron-) a la que gustosos fueron. Ya envueltos de orgiástica celebración, se

inclinaron ante los dioses paganos, ofreciendo su cuerpo y corazón al enemigo. ¡Ese día

murieron 24,000 del linaje sagrado! ¿Así que… qué podría salir mal?

Fornicación espiritual en Apocalipsis

Este triste relato se presenta también en Apocalipsis en términos proféticos hacia el fin

del tiempo, solo que en esta ocasión el adulterio y fornicación es universal, tanto físico como

espiritual. Juan vio a los receptores de la ira final de Dios descritos de forma simbólica de

manera sorprendente. Aquí también hay prostitución ritual, y adoradores de todas partes del

mundo: “Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo, diciendo:

«Ven acá y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas
aguas. Con ella han fornicado los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se han

embriagado con el vino de su fornicación»”6 .

En contraste, siempre ha habido un remanente fiel que se ha mantenido puro. Apocalipsis

14:4, refiriendo a los salvados victoriosos del pecado dice: “Estos son los que no se han

contaminado con mujeres, pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera

que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el

Cordero”. En el diluvio fue Noé, en Sitim Eleazar, y en el conflicto final tú y yo.

Ciertamente el mundo entero se pervierte y dirige a la destrucción, cuando a una participa

de la fornicación física y espiritual.

El corazón malo produce cosas perversas.

¿Te has mirado al espejo esta mañana? ¿Qué viste? Obviamente no el rostro de otra

persona, sino el tuyo, con su belleza y también imperfecciones. Proverbios 27:19 menciona: “En

el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona”7. En días de Noé hubo Alguien

que miró el espejo de la tierra y en el corazón de sus habitantes, y encontró que ya no había cosa

buena en ellos: “Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo

designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal”8.

En Génesis 6:5 encontramos una descripción gráfica terrible de la condición del mundo

en ese momento. La Biblia es explícita en mencionar que la maldad (entendiéndose como todo lo

que no es moralmente bueno, como lo opuesto a la bondad o una perversión de ella9 ) era

6
Ap 17.1–2
7
Proverbios 27:19
8
Gn 6.5
9
Swanson, J. (2014). Diccionario de idiomas bíblicos: Hebreo. Bellingham, WA: Lexham Press.
muchísima, incalculable… ¡exagerada!10 en la tierra, tanto como la multiplicación de las

personas en la faz del mundo (cf. v.1). Esas mismas palabras las encontramos en el Salmo 145:7

pero en términos positivos refiriéndose a Dios, ¡quién es excesivamente bueno!. Pero no podía

ser menor la contaminación, si los últimos depositarios de lo bueno ya habían caído bajo las

artimañas del seductor.

Asimismo el texto deja fuera toda excepción a la norma ya que ¡TODO! designio (es

decir, inclinaciones naturales o deseos11), de sus pensamientos (que también puede entenderse

como sus planes, deseos12 o invenciones), producto de su corazón, se dirigía al mal. Por ello, la

Biblia nos invita a velar sobre nuestro corazón (ver Prov. 4:23 cf. Mat. 15:18,19).

Pero por favor no crean que esta condición, resultado de la caída de los últimos fieles

para unirse con el mundo, fue producto de la casualidad, no. 2 Pedro 3:5 nos informa que la

maldad antediluviana, y la futura fue, es y será una decisión voluntaria, al abandonar la Palabra

de Dios, su historia y sus mandamientos: “Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo

antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del

agua y por el agua subsiste”13.

Una vez abandonando la Palabra de Dios y alejando la influencia benéfica del Espíritu

Santo, el hombre no es más que carne, no muy diferente a los animales (ver. Gén. 6:3) siguiendo

solamente sus deseos e inclinaciones.

10
Ibídem.
11
Thomas, R. L. (1998). New American Standard Hebrew-Aramaic and Greek dictionaries : updated
edition. Anaheim: Foundation Publications, Inc.
12
Chávez, M. (1992). Diccionario de hebreo bı́blico (1. ed., p. 343). El Paso, Tx: Editorial Mundo
Hispano.
13
2 P 3.5
La actitud de Dios

Patricia14 era una dama de unos 40 años. Había crecido sin respeto ni amor por Dios,

presa del alcohol y las diversiones su vida se dirigía a la autodestrucción, hasta que finalmente

comprendió la necedad que querer vivir al máximo alejándose de la fuente de vida abundante.

Luego de entregarle el control de su existencia a Dios y experimentar una transformación real,

deseaba compartir ese mismo privilegio con sus conocidos, amigos y familiares. Sobre todo

quería que su hijo también descubriera el gozo de pertenecer a la familia del cielo y no solo a la

suya por sangre, por lo que hacía todo lo posible por hacerle ver esa importancia. Sin embargo,

no era tarea fácil.

Mario, el hijo de Patricia, desde niño manifestó afición por las emociones fuertes y un

ávido deseo de experimentar cosas nuevas, por lo que, sin un liderazgo paternal sólido, durante

su adolescencia cayó en las garras de la drogadicción, de la que no podía salir. Vez tras vez,

debía ser recluido en anexos de recuperación para drogadictos, en espera de su liberación. En

más de una ocasión la estructura de la casa debía ser modificada porque en su desesperación,

Juan se lastimaba con lo que encontrara a su paso, destruía las cosas de valor, o las vendía por

nada e incluso amenazaba la vida de su madre. Patricia amaba con intensidad a este muchacho, y

deseaba curarlo, pero Juan no lo permitía, lo que ocasionaba un gran dolor en su corazón

maternal.

Muchas veces cuando pensamos en los eventos finales de la historia de esta tierra,

podemos llegar a asustarnos o llenarnos de ansiedad. Algunos se molestan al pensar en la

destrucción que acontecerá antes y durante la venida de Dios, preguntan como hicieran los

antediluvianos, ¿cómo es posible que Dios destruya la obra de sus manos? ¿Acaso solo hay

14
Nombre alterado
maldad en su corazón? Muy al contrario, el registro bíblico nos recuerda que Jehová es el Santo

de Israel (Isa. 45.11), es luz y no hay tinieblas en Él (1 Jn. 1:5), es bueno (Sal. 107.1) y lo bueno

nada tiene que ver con lo malo (2 Cor. 6.14). Por ello su bondad, su luz y santidad consumen el

pecado y la maldad (Heb. 12.29), cuyo único propósito es engendrar la muerte (Sant. 1:15). De

esta forma, la destrucción del mal es misericordia, a fin de salvar a quien crea en él y le reciba.

El hecho de que la declaración en el versículo 3, “no contenderá mi espíritu con el

hombre para siempre”, siga después de la referencia a los casamientos no santificados del

versículo 2, sugeriría que el desagrado de Dios se manifestó esa práctica o por el terrible

resultado de ella. La palabra “contender” también significa regir, juzgar, apelar y argumentar.

Estas palabras indican que el Espíritu Santo no podría continuar obrando sino durante un corto

tiempo15, 120 años más. Esto nos muestra que habría un momento en el que, como resultado del

pecado universalmente extendido, la influencia del Espíritu Santo sería de tal forma rechazada

que no tendría sentido continuar argumentando o invitando al arrepentimiento, y debería

retirarse. Los hombres ya habían tomado su decisión final y pidieron con sus actos la muerte.

Dos textos más, nos muestran el accionar de Dios. En el 6:7 Dios declara que raerá,

borrará o exterminará totalmente16 a los hombres, lo cual nos recuerda la misericordia de Dios y

su compromiso para exterminar totalmente el pecado, aunque no es el ideal que los hombres lo

retengan; lo hizo en el diluvio y lo hará en el futuro. En el 6:13 Dios declara que destruirá a los

hombres con la tierra, cuyo significado e implicación es arruinar algo de tal manera que no

vuelva a servir17. Esto último recuerda la promesa bíblica sobre la futura inexistencia del pecado,

o la nula posibilidad de una futura sublevación (ver Nah. 1:9, Isa. 24:20, Mal. 4:1). Pero todo

15
Nichol, et. al., 262
16
James Swanson, Diccionario de idiomas bíblicos: Hebreo (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
17
Ibíd.
esto, aunque son actos de misericordia, extraños a su carácter compasivo y clemente (Núm.

14:18 cf. Isa. 28.21), son dolorosos.

“El “arrepentimiento” de Dios es una expresión que se refiere al dolor del amor divino

ocasionado por la pecaminosidad del hombre”18. Dios odia al pecado y debe destruirlo, pero sabe

que con ello destruirá también a sus criaturas que le rechazaron. La decisión es terrible, pero

necesaria, a fin de evitar la exterminación de los fieles y la extinción de la humanidad.

“Fue por misericordia para con el mundo por lo que Dios barrió los habitantes de él
en tiempo de Noé. Fue también por misericordia por lo que destruyó a los habitantes
corrompidos de Sodoma. Debido al poder engañador de Satanás, los obreros de
iniquidad se granjean simpatía y admiración y arrastran a otros a la rebelión. Así
sucedió en días de Caín y de Noé, como también en tiempo de Abraham y de Lot; y
así sucede en nuestros días. Por misericordia para con el universo destruirá Dios
finalmente a los que rechazan su gracia”19.

El papel del creyente fiel

En contraste con los hombres de renombre en la época antediluviana, valientes pero

terribles, alejados de la presencia de Dios, los nephilim, la Biblia nos presenta la vida de un

hombre diferente. De renombre, pero ante los ojos de Dios.

Lamec había escuchado de su abuelo que si la humanidad seguía el camino que llevaba,

muy pronto vendría una destrucción terrible (cf. Judas 14) que arrasaría con todos los impíos sea

por agua o por fuego, ¡qué esperanzador y terrible debería ser escuchar esa profecía! Enoc había

sido llevado al cielo, años atrás, dejando testimonio, que Dios es fiel para con quien le busca,

pero el mundo se encaminaba al desfiladero.

18
Nichol, et. al., 263–264
19
Elena G. de White, El conflicto de los siglos, ed. Aldo D. Orrego, Cuarta edición. (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1993), 532.
Cuando en el cuarto de parto gritaron “¡Es un niño, Lamec! ¡Felicidades! El corazón de

este fiel padre latía de alegría y pensaba co un suspiro dentro de sí: “Ojalá este niño traiga

descanso20 a la tierra maldita y nos alivie de tanto pesar” (cf. Gén. 5:29). Después de todo Noé

era la décima generación desde Adán, ¿acaso el Redentor prometido aun no llegaría?

Ciertamente no era el Redentor, pero tenía una gran obra qué hacer para Él en favor del mundo y

este padre lo preparó para ella. ¡Qué solemne responsabilidad recae sobre todo padre! El educar a

sus hijos para un servicio fiel a Dios y de utilidad para la humanidad.

Noé es presentado en escena en el versículo 9 con tres expresiones, que lo contrastan sus

contemporáneos en general: 1.- Noé fue un varón justo, es decir recto y de virtud21. 2.- Era

perfecto, cuyo significado contextial es completo, sin falta22; esta característica es resaltada entre

su generación. Es decir, para el tiempo en el que tocó vivir, con las condiciones perversas

circundantes, Noé fue lo que Dios requería de él en ese momento. Evidentemente Noé, procuró

agradar a Dios en todo. 3.- Con Dios caminó Noé. Esto nos habla de una viva de íntima

comunión y profunda relación espiritual con su Creador. ¡Qué diferencia con los que solo

querían engrandecerse a sí mismos! A Noé, Dios lo engrandeció con estas descripciones.

Si bien Noé es depositario de la salvación, no significaba esto que viviera sin problemas,

adversidades o retos que enfrentar, también las tuvo como nosotros, a fin de que Dios

manifestara con mayor esplendor su poder. La Biblia en Génesis 5:32 menciona la edad de Noé

al engrendrar a Sem, Cam y Jafet, 500 años. Este texto nos habla de una paternidad tardía del

patriarca, en contraste con sus predecesores (Adán engendró a Set a los 130 años, Set a los 65, su

20
“Tanto el nombre Noé”, nóaj, descansar”, como la palabra consolar”, najam, se derivan de una raíz
común que significa suspirar”, respirar”, descansar” y yacer””. Nichol, et. al., 259
21
Nichol,et al., 264.
22
Robert L. Thomas, New American Standard Hebrew-Aramaic and Greek dictionaries : updated edition
(Anaheim: Foundation Publications, Inc., 1998).
abuelo Matusalén tenía 185 años al engendrar a su padre Lamec, quien engendró a Noé a los 182

años). Noé tenía 500 años y aun esperaba cargar en sus brazos un tierno bebé.

Si bien este solo texto nos presenta la posibilidad de hijos trillizos en el año 500 de Noé,

Génesis 9:24 menciona que Cam era el menor de los tres, reduciendo así el argumento. Por otro

lado, Génesis 11:10 menciona la edad de Sem (aparentemente el mayor, de acuerdo al orden de

presentación en Génesis 5:32 y 6:10), dos años después del diluvio, de 100 años. Si

consideramos que Noé tenía 600 años cuando comenzó el diluvio (Gén. 7:6), entonces debió

tener a Sem a los 502 años de edad, dejando la posibilidad que el hermano mayor sea Jafet23

nacido a los 500 años de patriarca, ¡20 años después de la advertencia e instrucción pertinente al

diluvio y la promesa de salvación de la humanidad mediante su casa (él, su esposa, sus futuros

hijos y las esposas estos, en Gén. 6:18)! Noé, creyó a promesas, anuncios y eventos que aún no

veía (Heb. 11:7). Esa fe le salvó y condenó al mundo.

A la luz de este hecho, cuánto consuelo podemos encontrar en las adversidades, sabiendo

que “En muchas ocasiones Dios preparó a sus instrumentos escogidos para tiempos de crisis

guiándolos a través de largos períodos de chasco, para que pudieran aprender a tener paciencia y

para que confiaran en él”24.

Tal vez fue en el momento de su devoción personal cuando un ángel poderoso enviado

del cielo se le presentó y le comunicó los portentosos sucesos venideros: 1

Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de

violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera

de gofer; harás aposentos en el arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.

23
Génesis 10:21 deja abierta la oportunidad para entender que tanto Jafet como Sem pudieron ser los
mayores
24
Nichol,et al., 266
[…] Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir todo ser en que haya

espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Pero estableceré

mi pacto contigo, y tú entrarás en el arca, con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus

hijos25 (énfasis añadido).

¿Puedes llegar a imaginarte el torrente de emociones que fluían en el cuerpo de Noé al

escuchar estas palabras? ¿Qué un ángel te visite cuando estás leyendo la Biblia? ¿Eso es común,

verdad? ¡No!, Claro que no. Pasando ese hecho milagroso, ¿cómo recibirías la noticia si tú fueras

Noé? ¿Con temor, incertidumbre, alegría, emoción, ansiedad? Piensa que por fin se pondrá un

alto al pecado, a los pecadores; Satanás será refrenado en su accionar del mal, pero también

medita que todos los que no quieran entrar al arca, morirán. ¿Qué harías? …

El relato termina con una conclusión digna de resaltar e imitar por los Noé modernos, la

obediencia: “Noé lo hizo así; todo lo hizo conforme a lo que Dios había mandado”26.

¿Escogió Dios a Noé por ser el más capaz, el más hábil, con mayor recursos? La Biblia

nos dice, a pesar de las buenas cualidades resaltadas, su llamado fue por gracia “Pero Noé halló

gracia ante los ojos de Jehová”27. Fue un regalo, un favor inmerecido, que Dios otorga a los

pecadoores28. La Biblia nos mostró que habían hombres valientes, de renombre entre sus

congéneres (v. 4 u.p.), sin embargo, estos no estuvieron dispuestos a escuchar ni obedecer la voz

de Dios. No debemos olvidar que: ” lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los

sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo

25
Gén. 6:13.14, 17,18
26
Gn 6.22.
27
Gn 6.8.
28 28
Nichol,et al.,, 264
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte

en su presencia”29.

Pero por ser humilde no significaba que no debía buscar la excelente. Si no sabía, debió

aprender a leer los planos de Dios, a trabajar una madera muy diferente y de mayor resistencia

que la nuestra. Debió desarrollar estrategias para el cultivo y preservación de alimentos para los

animales representantes de toda la tierra para un año, además adiestrarse en el conocimiento de

zoología básica, sin dejar de ser un excelente padre de familia cristiano y un predicador

implacable, por palabra y ejemplo, de manera que “Cada martillazo dado en la construcción del

arca era un testimonio para la gente”30. Sí, “se hizo todo lo humanamente posible para que la

obra quedara perfecta; sin embargo, el arca de por sí no hubiera podido soportar la tempestad que

vendría sobre la tierra. Únicamente Dios podía guardar a sus siervos de las aguas borrascosas”31.

Cuando Dios nos llama construir y subir al arca de la salvación, debemos hacer todo lo que está a

nuestro alcance para hacerlo con maestría, y quitar el timón de nuestras manos, para que sea Dios

quien bogue en nuestro favor y en su honor.

Tragedia y salvación

La obra de construcción comenzó, y la noticia del loco anciano que construía un barco

donde no había agua y que incluso anunciaba que la leyenda del Dios amoroso de los cielos haría

caer un diluvio sobre la tierra para destruirla, superaba la credulidad de los impíos.

¡Arrepiéntanse por favor! No es un juego, su vida y la de su familia está en peligro, ¡prepárense,

entren al arca! Pero, aunque algunos al principio temen y se sienten conmovidos, 120 años pasan

29
1 Co 1.27–29.
30
Elena G. de White, Patriarcas y profetas, 82.
31
Ibíd., 72.
y el cielo se ve igual. Sería impensable que una gota de agua, símbolo y fuente de la vida, caiga

del cielo, solo se trata de un anciano fanático.

Los hijos de Set, se reúnen al rededor del arca en construcción y meditan sobre su

proceder, ¡cómo a una se unieron con las hijas de los hombres! ¿acaso está mal? No les ha

pasado nada malo hasta ese momento, Dios es bueno, no creo que destruya al mundo como dice

Noe. Es más ¿cómo sabemos que en verdad Dios habló con Noé? ¿Acaso no hablaría también

por nosotros que le adoramos? “[…] eran tantos los que se mofaban y los ridiculizaban, que

terminaron por participar del mismo espíritu, resistieron a las invitaciones de la misericordia, y

pronto se hallaron entre los más atrevidos e insolentes burladores; pues nadie es tan desenfrenado

ni se hunde tanto en el pecado como los que una vez conocieron la luz, pero resistieron al

Espíritu que convence de pecado”32.

Las burlas y los planes de entorpecimiento se hacían más frecuentes y más intensos, pero

la fe de los 8 fieles dirigidos por Noé crecía y se mantenía cual roca en medio de la tempestad. Si

bien no hicieron caso oportuno a la Palabra de Dios a través de sus siervos, la naturaleza que

obedecía a la voz del cielo hizo uno de los últimos llamados. Las aves del cielo, de dos en dos

pero en número incontable hasta oscurecer el cielo se dirigieron al arca entrando en perfecto

orden, seguidos de innumerables animales terrestres según su género ocuparon dócilmente sus

lugares preparados.

“El mundo miraba maravillado, algunos hasta con temor. Llamaron a los filósofos para

que explicaran aquel singular suceso, pero fue en vano. Era un misterio que no podían

comprender. Pero los corazones de los hombres se habían endurecido tanto, al rechazar

obstinadamente la luz, que aun esta escena no les produjo más que una impresión pasajera.33 De

32
Elena G. de White, Patriarcas y profetas, 72.
33
Ibíd., 75.
manera similar, a medida que nos acercamos al fin del tiempo la naturaleza llama con potente

voz, invitando a los hombres a entrar al Arca del cielo sacudiendo corazón incrédulos y

creyentes, pero a la vez, ante la “nueva normalidad” muchos se olvidan de ese momentáneo

temor endureciendo aun más sus corazones.

La maldad se había multiplicado sobre manera, pero todos habían sido advertidos. La

puerta se cerró. Los condenados quedaron fuera, mientras los salvados permanecían seguros.

Aun por siete días se burlaron de ellos, pero la terrible destrucción llegó, y el mundo

antediluviano desapareció. “Entonces “fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas

las cataratas de los cielos”. Vers. 11. El agua se veía caer de las nubes cual enormes cataratas.

Los ríos se salieron de madre e inundaron los valles. Torrentes de aguas brotaban de la tierra con

fuerza indescriptible, arrojando al aire, a decenas de metros, macizas rocas, que al caer se

sepultaban profundamente en el suelo”34.

El diluvio de fuego como resultado del abandono de la Palabra de Dios será terrible, pero

también un momento de gran gozo:

Cristo va a venir en las nubes y con grande gloria. Le acompañará una multitud de

ángeles resplandecientes. Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los

santos vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron y guardaron

sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los ha olvidado ni tampoco ha

olvidado su promesa. Volverán a unirse los eslabones de la familia. Cuando miramos

a nuestros muertos, podemos pensar en la mañana en que la trompeta de Dios resonará,

cuando “los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos

transformados. 1 Corintios 15:52. Aun un poco más, y veremos al Rey en su

34
Ibíd.,76.
hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Un poco más, y

nos presentará “delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría.” Judas 24. Por

lo tanto, cuando dió las señales de su venida, dijo: “Cuando estas cosas comenzaren a

hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.”35.

Conclusión

Noé predicó a todo el mundo durante 120 años y llegó el fin. Pablo y los

cristianos predicaron el evangelio a todo mundo (Colosenses 1:23) y luego llegó el fin de

Jerusalén, conforme a la profecía de Jesús. Así sucederá en nuestros días, el evangelio será

predicado por un pueblo justo que com que compartirá el mensaje de salvación en medio de la

corrupción a todo el mundo, entonces vendrá el fin.

La propagación de la maldad sobre la tierra será igual que en los días de Noé. Cuando

los hijos de Dios, vean que las hijas de los hombres son hermosas y quieran unirse a ellas,

entonces la ira alcanzará su plenitud. Esto es, cuando el mundo cristiano en general, vea atractivo

abandonar por completo los mandamientos de Dios por seguir los mandamientos de los hombres,

entonces el Espíritu de Dios no podrá más regir (contender) con el hombre.

“Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo”. Cristo nos dice cuándo ha de

iniciarse ese día. No afirma que todo el mundo se convertirá, sino que “será predicado este

evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el

fin”. Mediante la proclamación del evangelio al mundo está en nuestro poder el apresurar el

regreso de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino

apresurarla”36.

35
Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, 586.
36
Ibíd., 587.
Entonces: ¿podemos saber la fecha del regreso de nuestro anhelado Salvador? No, pero

¿podemos conocer cuándo se iniciará el fin del tiempo? Sí, cuando este evangelio sea predicado

en todo el mundo (Mateo 24:14), ¿anunciarás que Cristo cerca está?

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