Está en la página 1de 5

Programa de Investigación

Escolarización. Perspectivas históricas,


pedagógicas y políticas de la educación

Papeles de coyuntura
#2

Por Carina V. Kaplan (Doctora en Educación por la UBA, Profesora Titular Ordinaria de Sociología de la
Educación en FAHCE/UNLP, Investigadora Independiente del CONICET, Directora del Programa de Investigación
sobre Transformaciones Sociales, Subjetividad y Procesos Educativos IICE/UBA).

1
Emociones y Educación: Segundo, una vez que acordamos acerca de su
importancia, es preciso preguntarnos a qué se
una relación necesaria en alude con lo emocional: ¿de qué hablamos
debate cuando hablamos de emociones? ¿Nos
referimos siempre a lo mismo? ¿Qué
paradigmas existen en disputa? ¿Qué papel
Es indudable que en los tiempos actuales existe juegan las emociones en la producción y
un furor por la palabra reproducción del capitalismo desigual?
“emociones” cuando se hace referencia a la
educación y sus procesos. La educación Tal vez un poco esquemáticamente, podemos
emocional y la inteligencia emocional, por distinguir dos tipos de usos discursivos sobre las
ejemplo, están en boca de políticos, emociones. Uno se monta sobre la lógica de
legisladores y educadores a nivel nacional e mercado y otro sobre una racionalidad
internacional. En varios países se han científica. A su vez, desde el campo académico
promulgado leyes nacionales o locales y se se alcanza a registrar la existencia de un
promueven iniciativas escolares e paradigma reduccionista biologicista que
investigaciones científicas cuyo eje son las confronta con uno relacional de corte histórico-
emociones. ¿A qué se debe esta moda que cultural.
valora socialmente las emociones?
¿Qué significa este giro afectivo para la Hablemos de la lógica del mercado o de la
comprensión de las prácticas educativas? economía de los afectos. Illouz (2007) refiere a
un proceso de mercantilización de las emociones
Primero, me surge pensar que es muy que reconfigura la vida afectiva de los sujetos a
bienvenido el reconocimiento acerca del lazo partir del siglo XX, en lo que ella denominará
indisoluble entre la experiencia emocional y la como un estilo emocional terapéutico, cuya
experiencia educativa. De hecho, soy de las que característica principal es la racionalización
sostienen que el orden escolar es de naturaleza constante de las emociones. Este proceso tiene
fundamentalmente afectiva. A pesar de este como consecuencia colocar el plano afectivo en
supuesto, es dable vislumbrar que lo un lugar protagónico donde ciertas habilidades
sentimental ha tenido un tratamiento residual de comunicación (ser asertivo, mostrarse
en la tradición de la teoría social positivo, ser feliz a toda costa) se consideran
contemporánea y más particularmente en la manifestaciones específicas de capital social.
pedagogía. La educación sentimental ha sido Así, en una entrevista de búsqueda laboral el
una suerte de cenicienta, desconsiderada por empleador indagará sobre las habilidades
largos períodos en el campo hegemónico de las socioemocionales del aspirante acordes a cada
ciencias de la educación. puesto. Se ponderan ciertas emociones que se
adjetivan como positivas frente a unas negativas
El viraje afectivo relativamente reciente y que que habría que descartar. Ya en el puesto de
adquiere fuerza en el campo de la educación trabajo se trata de valorar la personalidad o
consiste en la confirmación de la inscripción de capacitar para “aprender de las críticas” y para
las emociones como categoría interpretativa “persistir a pesar de las dificultades”.
para poder acceder al corazón de las prácticas
de convivencia y de los resultados escolares. En La noción de competencia emocional, recreada
efecto, podemos afirmar que las interacciones y utilizada por el mercado, auto-
escolares se estructuran a través de circuitos responsabiliza a los individuos de sus éxitos y
afectivos que posibilitan comportamientos y fracasos en las diversas esferas de la vida;
aprendizajes diferenciales. promoviendo determinadas habilidades
socioemocionales para la formación del

2
trabajador bajo criterios empresariales de escolar. Hay una suerte de retorno al cerebro.
rendimiento. La cultura de la productividad Nadie puede poner en duda las importantes
económica opera para producir un modelo de contribuciones científicas de las
comportamientos en el cual se privilegian neurociencias. Sin embargo, sí se puede
formas de competencia donde las emociones poner en cuestión ciertos usos
se enjuician bajo la forma del intercambio mercantilizados de sus conceptos. Por
económico (una racionalidad de la estrategia, ejemplo, cuando se distingue entre cerebros
el valor calculado y la ganancia). Se valora el de pobres y cerebros de ricos.
arte de contenerse, de dominar los arrebatos
emocionales y de calmarse a uno mismo. Tal como lo revela el biólogo Stephen Gould
(1997), a lo largo de la historia, las
El mundo empresarial se vale, por ejemplo, argumentaciones reduccionistas
de la noción de Daniel Goleman sobre biologicistas, centradas en las
“inteligencia emocional” para aludir a características genéticas de los individuos,
competencias emocionales necesarias para se correlacionan con episodios de retroceso
transformarse en un político, en especial con las campañas para
trabajador “sobresaliente” o “estrella”: reducir el gasto del Estado en los programas
autoconocimiento emocional o conciencia sociales, o a veces con el temor de las clases
de uno mismo; autocontrol emocional o dominantes, cuando los grupos
autorregulación; automotivación y desfavorecidos siembran cierta
empatía o reconocimiento de emociones intranquilidad social o incluso amenazan
ajenas. con usurpar el poder. Este proceso de
biologización de lo social transmuta las
Bajo esta lógica del mercado de la diferencias sociales en diferencias entre
afectividad se apela a la positividad del “naturalezas”, pre-fijadas y predestinadas
individuo sintiente: “Hay que ser positivo ya desde el nacimiento. Llegando a sostener
a pesar de la adversidad”, “triunfa quien prejuicios tales como que existe un gen para
tiene una actitud positiva frente a la ser obrero.
vida”, “la desocupación depende de tu
propia voluntad”. Precisamente, la ideología del cerebro y de los
genes refuerza el efecto cuna al escindir el
El mercado suele adoptar además otras orden biológico del orden sociocultural; por lo
visiones que, tras el ropaje de cientificidad, cual responsabiliza a los individuos por sus
sostienen que la inteligencia emocional se batallas ganadas o perdidas.
aloja en el cerebro (excitación emocional
del cerebro, descargas), propio del Entrando entonces en mi propio
paradigma reduccionista biologicista. El posicionamiento para abonar al debate,
destino emocional estaría fijado en gran desde una perspectiva sociohistórica y
medida por condicionamientos innatos; lo cultural, donde se sitúan mis trabajos,
cual refuerza el sello de cuna. podemos sostener que la estructura afectiva
no es una formación dada, sino que es el
El sentido común traduce estas ideas resultado de un proceso de transformación
considerando que es el cerebro el que ama, cultural de largo plazo.
aprende, fracasa. Estamos en condiciones
de visibilizar el hecho de que, en los últimos Por tanto, desde un enfoque integral, digamos
tiempos, todo se vuelve a explicar por las que las emociones portan indudablemente un
funciones cerebrales: el amor, el enojo, la componente biológico pero que no puede
autoestima, el voto, el éxito o fracaso escindirse de lo simbólico. Ambos

3
componentes son móviles y dinámicos. Existe relaciones entre las personas.
una relación dialéctica entre biología y
sociedad. La investigación que llevamos a cabo con mis
equipos, que se centra en la relación
En la medida en que las emociones están existente entre la trama subjetiva de las
condicionadas por los contextos sociales no emociones y el cuerpo y las expresiones de
es posible abordarlas si no atendemos la violencia en contextos escolares, da cuenta
perspectiva relacional de los seres humanos. de cómo las y los jóvenes estudiantes de
Las emociones cobran su sentido más hondo sectores populares parecen internalizar en su
en las relaciones de biografía social y en el encuentro con los
intersubjetividad, en la convivencia que otros, categorías estigmatizantes y asignarse
nos hace humanos. dicha cualidad acompañado de un
sentimiento de vergüenza y de auto-
Las estructuras emocionales y las humillación. Es importante, entonces,
estructuras sociales son las dos caras de una advertir en ellos dichos sentimientos y
misma moneda. Ello significa que las vivencias de inferioridad no solo en lo que
emociones pueden ser comprendidas si y dicen y hacen, sino igualmente en la postura
solo si se interrelaciona mutuamente la corporal o en el efecto de vergüenza
dimensión estructural material de lo social producto de los mecanismos y relaciones
con la producción de la subjetividad. sociales de dominación simbólica. El
sentimiento de miedo a la exclusión atraviesa
Bajo el supuesto de que el orden social es de su emotividad.
naturaleza fundamentalmente afectiva y
considerando que los sentimientos están Ante la pregunta por sus miedos, las y los
enraizados en las estructuras de poder, una jóvenes son contundentes: “Tengo miedo de
de las preguntas más fundamentales a no poder progresar”; “me da miedo no cumplir
propósito del mundo social es la de saber mi meta” o “me da miedo el día de mañana no
cómo se perpetúan el conjunto de las ser alguien en la vida”.
relaciones de orden que lo constituyen
(Bourdieu, 2006). A los fines de intervenir Centrarse en las emociones no es
sobre esos mecanismos de conservación es entonces identificar las “positivas” para
preciso quitarles el velo a ciertas formas de satisfacer al potencial empleador y pretender
mercantilización de la vida sentimental en el que ellas se enseñen en las escuelas. Más bien
marco de las relaciones entre las es estar colocando la mirada sobre la
transformaciones del capitalismo salvaje y la experiencia emocional en contextos de
estructuración socio-psíquica de individuos y sufrimiento social. Se trata de preguntarnos
grupos. mejor sobre qué emociones predominan en
procesos de exclusión material y simbólica por
Las emociones, sostiene Ahmed (2018), son los que atraviesan las sociedades en las que
prácticas culturales que se organizan vivimos y cuál es el papel simbólico de la
socialmente a través de circuitos afectivos. escuela ante el dolor social.
Lo que sentimos no es tan solo un estado
psicológico sino un problema social, público Educar las emociones significa estar
y colectivo. Ello es así debido a que las disponibles para comprender las marcas
emociones no residen ni en los individuos ni subjetivas de las vidas precarias en un país
en los objetos, sino que se construyen en las donde más de la mitad de nuestra infancia
interacciones entre los cuerpos, en las está atravesada por las condiciones de la
pobreza y donde los sentimientos de

4
exclusión e inferioridad prevalecen. La intenta compensar las desigualdades de
cuestión es desafiar a la escuela para ayudar mercado bajo su lógica de naturaleza
a tramitar esa emotividad donde el miedo pedagógica y política.
social a no generar lazo es un signo de época.
Porque la escuela democrática tiene que En definitiva, celebremos que estamos
responder a la pregunta de si a través de sus debatiendo públicamente acerca del lugar de
prácticas y mecanismo, ensancha o reduce la las emociones en las relaciones educativas.
desigualdad que la antecede. La escuela Pero sepamos dónde estamos posicionados.

Bibliografía

 Ahmed, S. (2018): La política cultural de las emociones. México: UNAM.


 Bourdieu, P. (2006) Estrategias de reproducción y modos de dominación. En: Campo
del poder y reproducción social. Elementos para un análisis de la dinámica de las clases.
Ferreyra editor, Argentina.
 Goleman, D. (2006). Inteligencia emocional. Argentina: Kairos.
 Gould, S. J. (1997): La falsa medida del hombre, Barcelona, Drakontos.
 Illouz, E. (2007). Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo. Buenos Aires,
Argentina: Katz.

También podría gustarte