Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
4
sociales en América Latina
121
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
122
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
123
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
124
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
125
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
126
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
127
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
128
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
129
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
130
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
131
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
132
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
133
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
134
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
135
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
Aunque poco antes de las elecciones el triunfo del frente parece difícil, se
producen dos hechos que contribuyen decisivamente a llevarlo al gobierno.
En primer lugar, se profundiza el distanciamiento de algunos de los católicos
sociales de la Juventud Conservadora, descontentos por la debilidad del pro-
grama social y la reticencia a incorporar los aspectos más significativos de la
doctrina social de la Iglesia. De hecho, dicho distanciamiento termina con
la creación de una nueva fuerza, la Falange Nacional (Ponce de León, 2020).
Más importante aún, poco antes de las elecciones, el Movimiento Na-
cional Socialista intenta un golpe de Estado para apoyar el regreso de Ibáñez
al poder, cuya candidatura estaba en discusión en ese momento. El golpe no
tiene eco en el Ejército y es ferozmente reprimido, lo que lleva a Ibáñez a
retirar su candidatura y a dar libertad de acción a sus seguidores, muchos de
los cuales optan por apoyar el Frente ante la brutal represión ordenada por
Alessandri (Riquelme Segovia y Fernández Araba, 2015).
El gobierno de la coalición de izquierda –una experiencia hasta entonces
inédita en América Latina– no es sencilla y debe sortear varias conspiracio-
nes e intentos golpistas. No obstante, tras la represión de los alzamientos y
en vistas de la relativa moderación de su programa económico –que bien
puede calificarse de reformista– no se producen nuevas reacciones militares.
Finalmente, tras los vaivenes iniciales, el gobierno logra afirmarse y avanzar.
En 1939, en un contexto sacudido por la nacionalización del petróleo en
México, se crea la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO). Un
instrumento a través de la cual el Estado chileno intenta pasar de las políticas
de estímulo y protección, a las más directas de planificación. Una medida que
goza del apoyo y la colaboración activa de los trabajadores de la Confederación
de Trabajadores de Chile (CTCh). Los planes de reforma agraria, empero, dan
escasos resultados. En parte, debido a la resistencia de los sectores terratenien-
tes cercanos al gobierno. De igual manera, la sindicalización rural tiene poco
impacto. En cuanto a la CORFO, tampoco se avanza con el proyecto original
de financiamiento a través de impuestos directos, entre ellos a la renta. En su
lugar, para atenuar las resistencias empresariales, se toman créditos externos y
se aplican nuevos impuestos a las empresas cupríferas norteamericanas. Lo que
se da en llamar una “política de compromiso” para moderar el programa y ase-
gurar una cierta gobernabilidad (Riquelme Segovia y Fernández Araba, 2015).
Los cambios, de todas maneras, aunque dispares según los sectores,
resultan importantes: en una muestra de ello, el gasto estatal en servicios
136
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
s ociales pasa del 2,5 % del PBI en 1925 al 18 % en 1955 (Riquelme Segovia
y Fernández Araba, 2015). Además, sobre todo en las ciudades, se ponen
en marcha planes de vivienda y salud con el fin de satisfacer la creciente de-
manda derivada de las migraciones y el salto en la tasa de urbanización que
ronda el 60 % en 1950. Los industriales, por su parte, se ven igualmente be-
neficiados por subsidios y políticas de protección, sobre todo los vinculados
a la producción de alimentos.
En el plano de los derechos políticos, el gobierno de Pedro Aguirre Cerda
apoya el proyecto de voto femenino, redactado por las representantes del
Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena, creado en 1935. Su
aprobación, de todas maneras, deberá esperar una década, hasta el gobierno
de González Videla.
Entretanto, al interior del Frente, la unidad cruje. El pacto entre la
Unión Soviética y la Alemania nazi entre 1939 y 1941 genera fuertes ten-
siones. Principalmente entre los socialistas –que buscan un acercamiento a
EEUU–y los comunistas que intentan mantener la neutralidad. Tras varios
choques, finalmente, las tensiones conducen a la salida del Partido Socialista
del Frente en 1941, aunque no del gobierno.
De todos modos, a pesar de los roces, el gobierno logra un buen de
sempeño electoral en 1941. Los radicales obtienen el 20 %, seguidos de
los socialistas con el 17 % y los comunistas con el 12 %. En contraste,
liberales y conservadores reúnen entre ambos apenas el 30 %. Es decir,
doce puntos menos que tres años antes (Riquelme Segovia y Fernández
Araba, 2015).
En 1942, el frente devenido Alianza Democrática vuelve a imponerse
con la candidatura del radical Juan Antonio Ríos, quien gana la disputa
interna al referente de la izquierda Gabriel González Videla. Dado su perfil
más centrista, obtiene también el apoyo de otras fuerzas como la Falange
Nacional. Como se señaló, la escisión democristiana que había abandonado
el Partido Conservador. También Alessandri apoya a Ríos y con él la parte
reformista del Partido Liberal. Esto le permite imponerse con el 55 % de los
votos sobre la candidatura de Ibáñez, que tras su exilio en la Argentina, con-
grega el voto de las derechas enarbolando discurso de tintes antioligárquicos
y nacionalistas. Si bien centrado en la idea de orden social, no deja de lado
la reivindicación de los derechos sociales al tiempo en que ensaya una dura
crítica a la clase política en su conjunto.
137
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
138
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
139
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
4.3.1. El cardenismo
140
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
141
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
142
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
143
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
144
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
145
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
146
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
147
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
148
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
149
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
a ntivarguistas en las revistas oficiales –lo mismo que en los programas radia-
les– pero constituyen una muestra del peculiar estilo conciliador que Vargas
da al autoritarismo estadonovista (De Souza Neves y Rolim Capelato, 2004).
Entretanto, a lo largo de esos años se van aprobando diferentes derechos
sociales. Entre ellos, los denominados institutos de retiro y pensiones, al
punto que a finales de la década, la previsión social se encuentra extendida a
casi todos los trabajadores urbanos. En 1940 se establece el salario mínimo,
el Tribunal del Trabajo y el impuesto sindical, que fortalece rápidamente a
los sindicatos, esenciales en el proyecto corporativista de Vargas.
Dicho proceso, concluye, en parte, con la codificación de las leyes labo-
rales en 1943: la denominada Consolidación de las Leyes de Trabajo. La ex-
pansión de los derechos sociales, sin embargo, tiene limitaciones importan-
tes. La principal, como ocurre en el Chile del Frente Popular, es el trabajador
rural. A pesar de la reorientación de la economía que se viene dando desde
comienzos de la década y que ha fortalecido a los trabajadores urbanos, las
clases populares rurales siguen siendo el grueso de la clase trabajadora, más
aún en un país como Brasil, cuyo nivel de urbanización está lejos del alcan-
zado por sus vecinos del sur. Para los trabajadores del campo, el varguismo
tiene pocas políticas específicas, en clara disonancia, por ejemplo, con el
cardenismo mexicano.
Otra limitación es la inexistencia del derecho a huelga, que, por el con-
trario, es reconocido por las experiencias reformistas del Cono Sur y la
constitución mexicana de 1917. Aun así, el impacto de la política social
de Vargas resulta importante y lo convierten en un líder popular. En una
prueba de ello, tras su derrocamiento en 1945, se multiplican las moviliza-
ciones a su favor, los denominados “queremistas”, llamados así por el grito
que los aunaba: “queremos a Vargas” (French, 1998). Por otro lado, a pesar
del apoyo de los militares al candidato de la Unión Democrática Nacional,
el principal partido de oposición al varguismo, el presidente electo por la
asamblea nacional es finalmente el exministro de Guerra de Vargas, Eurico
Gaspar Dutra, quien cuenta explícitamente con su apoyo.
A su vez, la constitución de 1946, que da por terminado el Estado Novo
y reinstala la república y la democracia liberal, preserva los derechos socia-
les del período anterior. Vargas, entre tanto, es elegido senador y en 1950
vuelve a la presidencia obteniendo más del 50 % de los votos, apoyado por
el Partido Trabalhista Brasileiro que él mismo había creado en 1945.
150
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
151
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
En Argentina, la crisis produce un caída del orden del 40 % en los términos
del intercambio y una disminución del 9 % en el volumen de las exporta-
ciones (Belini-Korol, 2012). Entre 1929 y 1932, el PBI se contrae un 14 %,
el salario real un 10 % y el desempleo roza, en el pico de la crisis, el 15 %.
Menos profunda que en Chile, la crisis alienta de todos modos una reorien-
tación de la economía hacia el mercado interno y favorece la aplicación de
nuevos instrumentos de intervención estatal.
El gobierno militar del general José Félix Uriburu, surgido del golpe
de Estado de 1930, crea la Comisión de Control de Cambios y aprueba
por decreto nuevos impuestos pensados para atenuar el déficit fiscal. Entre
estos impuestos, establece uno a la renta que previamente Yrigoyen había
intentado aprobar sin suerte en el parlamento. Aprueba también una subida
de aranceles del 10 %, que si bien se propone como temporal se prolonga
a lo largo de la década. Esta medida genera condiciones favorables para el
avance del proceso de sustitución de importaciones.
152
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
A partir de 1932, con el gobierno del general Agustín Justo, los instrumen-
tos de intervención estatal se multiplican: se crea el Banco Central –otro de los
proyectos que el yrigoyenismo no había conseguido aprobar durante su primer
mandato–, y el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias. Este último está
destinado a absorber los activos “tóxicos” de los bancos (Rougier-Sember, 2018).
Se implanta en paralelo el desdoblamiento cambiario, una herramienta clave
para alentar la industrialización vía el encarecimiento de las divisas de las impor-
taciones consideradas “no prioritarias”. Se crean, también, las juntas reguladoras
de la producción que buscan fijar precios mínimos, limitar la producción o
comprar los excedentes, tal como el gobierno federal había hecho con el café en
Brasil poco antes. Las juntas tienen además, entre sus objetivos, el de aportar
conocimiento técnico para mejorar la productividad.
Estas medidas, sumadas a la subida de precios y el alza de la demanda
externa a partir de 1933, cuando varias sequías afectan a Canadá, Australia y
EEUU, explican la relativamente rápida recuperación del PIB. En 1937 los
precios de los cereales ya superan los niveles previos a la crisis y los términos
del intercambio de las exportaciones argentinas alcanzan los niveles más al-
tos del período anterior (Belini y Korol, 2012). En 1939 el PIB nacional es
ya un 15 % más alto que en 1929.
153
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
154
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
155
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
156
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
157
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
158
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
159
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
160
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
161
América Latina entre la reforma y la revolución: de las independencias…
162
El tiempo de las reformas sociales en América Latina
163