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Sáinz José Luis. Las Siedlungen Alemanas de los años 20, Frankfurt, Berlín, Hamburgo. Editorial Colegio Oficial de León y
Castilla. Destino, España. 1995.
Fotografía de la patria, modelo de los años 1920. Publicación conmemorativa del 50 aniversario de la Iglesia de San José,
Siemensstadt, 1985.
La necesidad de vivienda.
Siedlungen y la ciudad.
La política de
vivienda de los
sindicatos obreros y
los ayuntamientos
socialdemócratas
estaba fuertemente
circunscrita o los
instrumentos reales
urbanísticos que
disponían en esos
momentos las
autoridades
municipales para,
adquirir el suelo y
controlar el
crecimiento de las ciudades. Sin embargo, todas las propuestas de reforma de la legislación
tendentes a publificar el suelo o a facilitar su obtención era impedida por los partidos de la
derecha, representantes de los propietarios de suelo y de las empresas constructoras. Las
ciudades más adelantadas con técnicos de primera línea en sus oficinas municipales
elaboraron planes generales o reguladores intentando resolver el crecimiento de la ciudad
dentro de los problemas específicos del momento: la carestía de la vivienda y la expansión
de la industria. De ahí surgieron los planes generales en los que las Siedlungen constituían
una de las principales materias primas para componer la ciudad.
El ejemplo más
significativo es el
de Frankfurt, con
Ernst May al frente
de la oficina del
Ayuntamiento. La
teorización de la
ciudad por medio
de los principios de
los núcleos
satélites
(Trabantenprinzip)
se dio en ésta
ciudad con notable
éxito, lo que
permitió un plan general en lo que las Siedlungen eran los nuevos elementos urbanos para
componer la ciudad. En el origen de toda esta aportación estaban las experiencias
municipales de los ayuntamientos alemanes antes de la guerra y las teorías que en función
de éstas se desarrollaron en diversos manuales de urbanismo y en especial el de Paul Wolf,
Sfadtebaw. El tema central de Wolf era la gran ciudad, destacando entre otras, la cuestión
de su relación con el campo. En esta aportación se contemplaba la expansión de la ciudad
invadiendo el campo, desde el centro a la periferia y a su vez la penetración del campo en
la ciudad, hasta llegar al mismo límite de la ciudad histórica. Los modelos de Martin Wagner
para Berlín no hacían otra cosa que desarrollar estas teorías.
Lindenhofteich (lago) en el área urbana mencionada Lindenhof en Berlín-Schöneberg cerca de Alboinplatz (lugar), construida
entre 1918 y 1921 por Heinrich Lassen y Martin Wagner. El parque también está en la lista y fue proyectado por Leberecht
Migge.
Así, se planteó el problema desde una nueva óptica. el de los suburbios, que estaban
dotados de características a medio camino entre la ciudad histórica del XIX y el campo, es
decir entre el espacio construido continuo y la naturaleza. Según esta concepción, en el
suburbio las dos realidades, la ciudad y el campo, se interpenetraban. De esta manera Wolf
perfeccionaba la teoría de la ciudad jardín de Howard, ya que no negaba la ciudad
tradicional por medio de la ciudad jardín, sino que restablecía la relación entre ciudad y
naturaleza que se había perdido en la ciudad decimonónica. Wolf representó el inicio de la
experiencia alemana que desarrollarían y llevarían a la práctica Wagner, Taut, l-
hilberseimer y May y que se resume en la ciudad construida por medio de unidades
residenciales situadas en la naturaleza, en relación armónica con ella. El centro de las
investigaciones de los arquitectos racionalistas era la vivienda, y fue en éste campo en el
que más se avanzó. Las demandas de cientifidad que se generaliza ron en esa época a
todos los sectores, se aplicaron a la vivienda en dos campos preferentemente. Por un lado,
analizando de forma sistemática las necesidades especiales de habitar, lo que produjo todo
el cuerpo teórico de la vivienda mínima. Por otro lado, a la construcción estableciendo una
utilización más adecuada los materiales. Pero no se concebía a la vivienda como un
elemento aislado, sino que se ponía en relación con el entorno inmediato y con la ciudad.
Le Corbursier, Gropius, Hans Schmidt, estudiaron tipos de vivienda al tiempo que se
sometía a crítica su capacidad para estructurar su forma urbana. A su vez las agrupaciones
de viviendas formaban una unidad residencial. Cada unidad residencial era una célula de
la nueva ciudad, en ella se mezclaban las soluciones de edificios altos y casas bajas, el
centro y la periferia. La zonificación por tipologías de la ciudad continua del XIX fue
completada por la creación de unidades residenciales, las Siedlungen caracterizadas por
una autonomía dentro del conjunto urbano. El concepto de zona residencial fue
transformado en núcleos residenciales autónomos, articulados con el centro tradicional.
Aunque las circunstancias de la postguerra concentraron la atención sobre los nuevos
suburbios obreros, bien cierto es que no se olvidó el centro de la ciudad. Como ya se ha
señalado la concepción de las unidades residenciales satélites comportaban una
transformación de la ciudad en su conjunto y la designación de un nuevo papel al centro
tradicional. Las Siedlungen alemanas son un proceso de complementación y mejora de la
ciudad tradicional, constituyendo una alternativa a la residencia, estableciendo una solución
al problema de la relación entre centro y periferia entre la ciudad compacta y el campo. No
obstante, es cierto que la reflexión sobre la ciudad histórica está mucho menos
desarrollada. La visión sobre el centro histórico se basaba en criterios de complementación
y acabados de la ciudad, y de sustitución y transformación radical, imponiendo el higienismo
a los tejidos históricos y propugnando a sustitución de la edificación y complementación
estructural de la ciudad por medio de intervenciones puntuales.
En estas tres ciudades se llevó a cabo la construcción de vivienda social de forma masiva.
En ninguna ciudad de Alemania tuvo tanta importancia la vivienda social y en ninguna otra
se alcanzó un nivel tan alto en sus resultados. En otras ciudades se construyeron también
Siedlungen modernas, como por ejemplo Hannover, con una cantidad no despreciable de
ellas, y en otras se construyeron las emblemáticas Siedlungen de Celle o Karlsruhe. A lo
largo de los años veinte se desarrolló un camino a través del cual evolucionó la idea de
Siedlungen, que se fue perfeccionando poco a poco en función de los debates en cada
ciudad, en suma, de sus condiciones históricas.
Asentamiento de Dammerstock en Karlsruhe
Bruno Taut, la ciudad residencial de Carl Legien en Berlín (construido 1928-30) © Arthur Köster / VG Bild-Kunst / Bauhaus
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La Siedlung Weisse Stadt también recogía lejanamente la idea del patio, esta vez con dos
bloques perpendiculares entre sí, en una suerte de punto intermedio en relación con la más
radical solución de Siemensstadt, donde el edificio conocido como el Largo Lamento, de
leartning, se dispone perpendicularmente a los bloques de Hiring y Gropius en estructura
de peine. En cierta medida se estaban abandonando cada vez más las leyes de la ciudad
del XIX, para dar lugar o una nueva ciudad construida en función de la orientación, de la
posición del sol, de la dirección de los vientos, de la posición de los bosques y las zonas
verdes, como es el caso de Onkel l‟oms l-lütte de Taut. Es un camino titubeante al principio,
pero firme en sus últimos tramos. En Berlín las investigaciones sobre la vivienda
experimentaron un importante desarrollo, que se evidenció en las plantas de las Siedlungen
de Taut y en los edificios de Gropius y especialmente los de Scharoun de la Siemensstadt.
Las plantas de Scharoun manifiestan un verdadero cambio en el concepto de la vivienda y
su disposición, especialmente en la claridad de las áreas de día, de noche y los servicios y
sus relaciones. Pero en Berlín falta esa labor de dirección, esa investigación de un equipo
que observamos en Frankfurt. En Berlín se aprecian ante todo las grandes figuras
individuales de la arquitectura, que brillan con luz propia.
Siemensstadt, Berlin