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La piel en llamas
de Guillem Clua
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XXXII Premio de Teatro Ciutat d’Alcoi 2004
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Premio Serra d’Or de la Crítica de Barcelona al Mejor Texto
Teatral del 2005
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La piel en llamas
PERSONAJES
FREDERICK SÁLOMON
HANNA
BROWN
IDA
ESPACIO
La suite de un hotel en un país en posguerra. La decoración es
eminentemente occidental, nada lujosa y una poco pasada de moda.
Domina un blanco sucio. De hecho, todo tiene una pátina de suciedad
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imperceptible e imposible de borrar.
a.
En primer término, una salita con el mobiliario de rigor y una pequeña
nevera que hace de mueble bar. Una puerta conduce a la salida. Un arco,
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del cual cuelgan unas cortinas, separa la salita del dormitorio. Allí, una
cama de matrimonio y un gran ventanal con una mesita delante. Otra
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puerta da paso al lavabo. Hay un libro sobre una de las mesitas de noche.
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TIEMPO
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Contemporáneo.
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NOTA 1
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NOTA 2
Ida habla con acento y sin la fluidez de los demás personajes. El acento
tiene que ser inventado: no tiene que relacionarse con ninguna otra
lengua conocida. El país en el cual transcurre la acción tampoco tiene un
referente concreto.
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Mediodía.
El ventanal está abierto de par en par. Una violenta brisa hace ondear las
cortinas. La luz de un sol implacable ilumina la cama deshecha. De vez en
cuando, el ruido de un coche. En el exterior, el tráfico no es denso.
De repente, un grito de mujer. Lejano, de la calle, diez pisos más abajo. Una
nube amortigua la luz del sol. Silencio. Se abre la puerta. Entra Frederic
Sálomon con una maleta. Es un hombre de unos cincuenta años, con un traje
de lino crudo y guantes blancos. Sus movimientos son resolutivos, seguros y
nada torpes, a pesar de su obesidad y una evidente cojera.
Tras él, Hanna, una chica a punto de agotar la veintena, pequeña, biliosa pero
con cierto atractivo inexplicable. Se nota que ha intentado vestirse de manera
elegante –con una blusa y una falda– y no ha tenido mucho éxito,
probablemente por falta de recursos económicos. Mira a su alrededor con
suspicacia y camina temiendo que el suelo esté a punto de abrirse bajo sus
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pies. Lleva un bolso amplio consigo.
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SÁLOMON (Indignado)
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El mejor hotel de la ciudad. Bueno, eso es lo que dicen. El mejor hotel de
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la ciudad y tengo que subirme la maleta yo mismo. (A Hanna) Pase, pase.
No se quede en la puerta. No vayan a creer que... Pase, siéntese.
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de la mesita.
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SÁLOMON
Y encima esto. Pero qué cojones tienen... (A Hanna) Lo ha oído, usted,
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¿verdad? Lo ha oído tan bien como yo. La mejor suite del mejor hotel de
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la ciudad. Y ya ve.
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HANNA
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SÁLOMON
Las cosas aquí no son como en ninguna otra parte del mundo,
afortunadamente.
HANNA
¿Pasa algo, señor Sálomon?
SÁLOMON
No... por un momento me ha parecido que...
Sálomon respira hondo y mueve la cabeza como si quisiera expulsar una idea
absurda. Decidido, coge el albornoz con prudencia, se mete en el lavabo y
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La piel en llamas
SÁLOMON (A Hanna)
Usted siéntese. Póngase cómoda, si puede.
Cuelga. Observa las bragas con asco y desaprobación y las tira a una
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papelera.
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SÁLOMON
a.
Perdone, no creí que... Si quiere, podemos hacer la entrevista en otro
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lugar, no lo sé, más salubre.
HANNA
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SÁLOMON
¿Seguro?
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HANNA
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SÁLOMON
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HANNA
El ministro de Turismo y Comunicación.
SÁLOMON
Eso. Veo que se ha documentado.
HANNA
Es mi trabajo.
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HANNA
Usted mismo.
SÁLOMON
¿Quiere tomar algo mientras tanto?
HANNA
No. Estoy bien.
HANNA
Hacía años que soñaba en hacerle esta entrevista.
SÁLOMON
Gracias.
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ca
HANNA
Significa mucho para mi.
a.
SÁLOMON
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¿Para qué periódico me ha dicho que trabaja?
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HANNA
¿Para cuál va a ser? Sólo hay uno en el País.
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SÁLOMON
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HANNA
Lo cerraron el mes pasado. Por antipatriótico.
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SÁLOMON
Vaya, me sabe mal.
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HANNA
¿Por qué?
SÁLOMON
Hombre... ¿No le sabe mal a usted?
HANNA
No es mi diario el que han cerrado.
SÁLOMON
Igualmente...
HANNA
¿Cuándo estuvo aquí por última vez?
SÁLOMON
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HANNA
¿Y cree que en todo tiempo ha cambiado algo?
SÁLOMON
Ahora tienen una democracia.
HANNA
Una democracia que también cierra periódicos.
SÁLOMON
Pero una democracia, al fin y al cabo. Y deberían estar orgullosos de ella.
Sobre todo usted.
HANNA
¿Yo?
t
ca
SÁLOMON
¿Cuántos años tiene? ¿Veinticinco? ¿Treinta? Ha pasado la mayor parte
a.
de su vida en guerra. ¿Me equivoco? Ahora en cambio...
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HANNA
Seguimos en guerra, señor Sálomon. Que no oiga las bombas no
dr
SÁLOMON
Pero ahora tienen un plan de paz.
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HANNA
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SÁLOMON
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armario.
HANNA
¿Espera que le de las gracias?
SÁLOMON
¿Por qué?
HANNA
Por la paz.
SÁLOMON
¿A mi?
HANNA
A usted. A su país. A Naciones Unidas. ¿Qué diferencia hay?
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La piel en llamas
SÁLOMON
Vaya tontería.
HANNA
Por eso le dan el premio, ¿no?
SÁLOMON (Amargo)
Yo no he hecho nada.
HANNA
Ya lo sé.
SÁLOMON
Mierda.
t
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Sálomon los recoge rápidamente. Los vuelve a dejar en su sitio y va a cerrar el
ventanal. Pero antes, se detiene. Mira al exterior. Mira hacia abajo y retrocede
a.
un paso, sorprendido por lo que ve. Mira a Hanna, asustado, y vuelve a mirar
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hacia la calle.
SÁLOMON
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HANNA (Inexpresiva)
Está desnuda.
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SÁLOMON
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Está muerta.
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HANNA
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SÁLOMON
Pero... cuánto tiempo ha estado...
HANNA
Es el edificio más alto de la ciudad. Algunos vienen aquí sólo para
asegurarse una muerte fácil.
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La piel en llamas
SÁLOMON
A ver si mueven el culo... Como es posible que... Por el amor de Dios.
Pausa. Sálomon sigue absorto con lo que pasa fuera. Mientras, Hanna se sitúa
detrás suyo.
SÁLOMON
Ahora, ahora salen.
SÁLOMON
Es una mujer joven... Debe tener su edad, más o menos. No estoy
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seguro... Pobre chica.
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Pausa. Él sigue observando.
a.
Hanna carga el percutor. Sálomon no lo oye.
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SÁLOMON
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HANNA
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En este momento, Ida sale del lavabo. Es una mujer de la misma edad de
Hanna, vestida de manera elegante, aunque no demasiado, con un
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SÁLOMON
Estuve a punto de no venir, ¿sabe? Por eso. Por la muerte. Por el día que
es hoy. Seguro que lo sabe. Se ha documentado. Es su trabajo. Por todo.
Por el premio. Una cosa es ver todo esto por la tele y otra...
Pausa.
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La piel en llamas
SÁLOMON
Nadie se ha dado cuenta. Una mujer se acaba de quitar la vida y nadie se
ha dado cuenta.
HANNA
La gente aún tiene miedo de acercarse a las ventanas.
SÁLOMON
No debería... Mire, alguien más lo ha visto. Unos pisos más abajo. Lleva
un vestido precioso.
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ca
SÁLOMON
Si me disculpa un momento... Enseguida empezaremos la entrevista.
a.
Siéntese, póngase cómoda. Yo... am
No acaba la frase y se mete en el lavabo.
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BROWN
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Hola, preciosa.
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IDA
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BROWN
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IDA (Preocupada)
Como siempre. ¿Cómo está?
BROWN
¿Yo? Bien, bien.
IDA
Sara.
BROWN
Ah. Sigue en curas intensivas.
IDA
¿Pero está mejor?
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BROWN
Igual.
IDA
¿Cuándo la podré ver?
BROWN
Aún es pronto, Ida.
IDA
Pero...
BROWN
Tiene que estar aislada.
IDA
No entiendo por qué me hacen esto.
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BROWN
Es lo mejor para ella.
a.
IDA
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Lo mejor para ella es estar con su madre.
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BROWN
¿Te estás quejando?
al
IDA (Sumisa)
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No.
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BROWN
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IDA
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BROWN
Así me gusta.
IDA
Pero yo... sólo quiero darle un beso. Estar a su lado.
BROWN
Piensa que cualquier infección podría ser fatal. ¿Es eso lo que
quieres? ¿Matarla con uno de tus besos?
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La piel en llamas
BROWN
Estamos haciendo todo lo que podemos.
IDA
Perdone.
BROWN
No pasa nada.
IDA
Le he traído su cuento preferido. A lo mejor se lo podría pasar a
alguna enfermera o... no lo sé. Le gusta que se lo lean antes de
acostarse.
Hanna saca dinero de la cartera de Sálomon, los cuenta, ve que hay mucho.
Los vuelve a dejar en su sitio. Saca una foto. La observa con curiosidad.
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BROWN
ca
Ida...
a.
IDA am
El protagonista es un cerdito, ¿sabe? Un cerdito que viaja en globo y
se va encontrando con animales. A Sara le hace mucha gracia los
imite. ¿Le dirá a la enfermera que los imite? Si no los imita, el
dr
BROWN
No te prometo nada.
al
IDA
at
Podrá oírlo, ¿verdad? Podrá oírlo aunque esté... así. Lo leí una vez
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en una revista.
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BROWN
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SÁLOMON
Cuando quiera, podemos empezar.
IDA
Cuando quiera, podemos...
HANNA
Si no se encuentra bien...
BROWN
Si no te encuentras bien...
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La piel en llamas
Ida niega con la cabeza y se dirige a la cama. Una vez allí, se quita la
parte superior del vestido, lenta y sumisa. Lleva un sujetador azul. Brown
deja el maletín y la observa.
SÁLOMON
Si es así, confío que me dejará leer la entrevista antes de que se
publique.
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ca
HANNA
Como quiera.
a.
am
Brown se acerca a Ida y le acaricia la piel suavemente. Empieza a
besarla, primero con delicadeza, después con pasión.
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SÁLOMON
Usted dirá.
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HANNA
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SÁLOMON
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¿Cómo dice?
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HANNA
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SÁLOMON
¿Esto forma parte de la entrevista?
HANNA
Sí.
SÁLOMON
Tengo... un eczema. N... no es agradable.
HANNA
¿Desde cuándo?
SÁLOMON
¿Tenemos que hablar de mis manos?
HANNA
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La piel en llamas
SÁLOMON
No veo por qué.
HANNA
De sus manos ha salido la fotografía más famosa de la historia. Yo creo
que eso las hace importantes.
SÁLOMON
Pues si quiere, hablemos de la foto.
HANNA
¿Le molesta el tema?
t
SÁLOMON
ca
Efectivamente. No pienso responder a preguntas de tipo personal. Se lo
tendría que haber advertido antes.
a.
Pausa. Hanna respira hondo. Cede. Ambos asumen sus papeles de
am
entrevistadora y entrevistado.
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HANNA
¿Qué opinión le merece que nuestro gobierno le haya otorgado el Primer
an
SÁLOMON
Recibirlo nos llena de orgullo a mi, a mi profesión y al Estado que
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HANNA
¿Qué piensa hacer con el millón de dólares del premio?
SÁLOMON
Los donaré íntegramente a programas sanitarios y de reconstrucción.
SÁLOMON
¿No ha dicho que tomaría notas?
HANNA
Lo haré cuando me diga algo que no sepa.
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La piel en llamas
HANNA
¿No lo ve exagerado?
SÁLOMON
El qué.
HANNA
Un millón de dólares, por una foto que tiró hace veinte años.
SÁLOMON
No es una foto cualquiera. Usted misma lo ha dicho.
HANNA
Precisamente. Ya le han otorgado todos los premios que existen. ¿Cree
que necesita aún más publicidad?
t
ca
SÁLOMON
Este premio no es publicitario. Ni para mí ni para la foto.
a.
HANNA
am
Claro que no, pero para el País, sí.
dr
SÁLOMON
¿Qué quiere decir?
an
HANNA
al
Tenemos una tasa de mortalidad infantil del cincuenta por ciento, más de
un tercio de la población está infectado por el virus del sida, las escuelas
at
usted. Precisamente a usted. ¿No cree que se trata una gran campaña de
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márketing?
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SÁLOMON
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HANNA
Nadie se las pide. Lo único que quiero son declaraciones honestas.
SÁLOMON
¿Qué quiere? ¿Qué cierren su diario también?
HANNA
La niña.
SÁLOMON
¿Qué niña?
HANNA
La niña de la foto. ¿De qué bando era?
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La piel en llamas
SÁLOMON
Esto no tiene importancia.
HANNA
Era del bando perdedor. Un bando que, veinte años después, está en el
gobierno.
SÁLOMON
Usted no se ha mirado bien la foto.
HANNA
Le aseguro que sí. Más de lo que querría.
SÁLOMON
Entonces no ha entendido nada.
HANNA
t
¿Qué es lo que tengo que entender exactamente?
ca
SÁLOMON
a.
Pues que la foto no conoce bandos. Sólo hay lo que se muestra: una niña
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de seis o siete años volando por los aires por culpa de una bomba que
explota justo detrás suyo.
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HANNA
Sólo eso...
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SÁLOMON
al
convertido en un símbolo.
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HANNA
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SÁLOMON
w
HANNA
Eso es lo que piensan en todo el mundo, claro. Que una criatura con los
cabellos y la espalda en llamas a punto de morir es un símbolo de paz...
SÁLOMON
¿Para usted no lo es?
HANNA
No.
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La piel en llamas
SÁLOMON
¿Qué simboliza, entonces?
HANNA
Venganza.
SÁLOMON
¿Venganza?
Pausa.
SÁLOMON
t
¿Por qué me cuenta todo esto?
ca
HANNA
a.
Es la verdad. am
SÁLOMON
Ya sabe que dentro de un rato estaré comiendo con el Ministro de
dr
de esta manera.
al
HANNA
Mi patriotismo está fuera de toda duda. Y lo seguirá estando cuando la
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entrevista se publique.
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SÁLOMON
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HANNA
En todo este tiempo he visto la fotografía de la niña por todas partes.
Todos la recortaban de las revistas y los periódicos, salía por televisión...
Sé que en su país se han hecho millones de reproducciones, se han
fabricado camisetas, gorras, pósters... de todo. Incluso hay ciudades que
han pintado murales en sus calles. ¿Me equivoco?
SÁLOMON
Ya sabe que no.
HANNA
Se han escrito libros sobre ella. Usted mismo ha firmado unos cuantos.
Ha sido objeto de tesis doctorales, documentales televisivos... Algunos
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La piel en llamas
SÁLOMON
Bueno, con la efigie del Che Guevara pasó más o menos lo mismo.
HANNA
No fue lo mismo. No sea modesto.
SÁLOMON
Bien... tiene razón, por qué negarlo.
HANNA
Estará satisfecho.
SÁLOMON (Asiente)
Es lo máximo a lo que puede aspirar un fotógrafo. Que la gente haga
t
suya una imagen...
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HANNA
a.
... y haya negocio con ella. am
SÁLOMON
¿Me puede decir qué no es un negocio hoy en día? Incluso la paz lo es.
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HANNA
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SÁLOMON (Alterado)
No será capaz.
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HANNA
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Tranquilo. Bromeaba.
w
Sálomon no se ríe.
w
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HANNA
Así que lo máximo a lo que puede aspirar un fotógrafo... Y usted lo
consiguió a los veinte años... ¿Qué hizo después?
SÁLOMON
Seguí ejerciendo mi profesión.
HANNA
Más lejos no podía llegar.
SÁLOMON
No tenía ninguna necesidad.
HANNA
Pero nunca más trabajó de corresponsal de guerra.
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La piel en llamas
SÁLOMON
No.
HANNA
¿Por qué?
SÁLOMON
Por la pierna.
HANNA
¿Y por nada más?
SÁLOMON
Señorita...
HANNA
Hubo otras razones, ¿verdad?
t
ca
SÁLOMON (Severo)
No pienso responder a eso.
a.
HANNA
am
Si no me lo cuenta, al final tendré que inventarme las respuestas.
dr
SÁLOMON
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HANNA
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SÁLOMON
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HANNA
¿Cómo dice?
SÁLOMON
Es una buena periodista, joven, habla mi idioma con fluidez, no soporta
este régimen... ¿Qué hace aún en el País?
HANNA
Es donde he nacido. Y donde están enterrados los míos.
SÁLOMON
¿No quiere una vida mejor?
HANNA
¿Qué quiere decir? ¿Más dinero?
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La piel en llamas
SÁLOMON
Por ejemplo.
HANNA
Si quisiera más dinero me dedicaría a hacer felaciones a los delegados
de Naciones Unidas.
SÁLOMON
No creo que lo hiciese.
SÁLOMON
Igualmente, no hablaba sólo de dinero. Me refería a tener un vida más...
digna. Con agua caliente y sin restricciones de luz. ¿No lo preferiría a...
t
todo esto? Quiero decir... ¿No le gustaría ser más... feliz?
ca
HANNA
a.
¿De verdad que le interesa saberlo o sólo trata de ser amable?
am
SÁLOMON
Me interesa.
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HANNA
an
SÁLOMON
¿Usted qué cree?
at
SÁLOMON
¿Qué apunta?
w
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HANNA (Leyendo)
Pregunta: ¿cree que nuestro pueblo es feliz? Respuesta: recuperarse tras
una guerra tan larga y cruel es difícil, pero tengo la certeza de que el
nuevo gobierno está haciendo todo lo posible para garantizar el bienestar
de todos los miembros de la sociedad, sean del bando que sean.
SÁLOMON
Yo no lo habría dicho mejor. Pero aún no ha respondido a mi pregunta.
HANNA
Me parece que es una cuestión demasiado personal.
SÁLOMON
Como las que usted intenta hacerme a mí.
HANNA
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La piel en llamas
SÁLOMON
¿Qué más quiere saber?
HANNA
Hábleme de la foto. Del momento en que la hizo. ¿Cómo fue?
SÁLOMON
Esto lo puede leer en cualquiera de los libros que se han publicado sobre
el tema.
HANNA
Preferiría oírlo de sus labios.
t
ca
Mientras habla, Sálomon se dirigirá al armario, sacará un vaso de plástico
precintado de su maleta, irá a la nevera y se servirá un whisky, a pesar de que
a.
ahí mismo hay unos cuantos vasos de vidrio. am
Brown deja ir otro gemido de placer.
dr
SÁLOMON
Eran los últimos días de resistencia de la capital. Los rebeldes
an
constantes. Cada día había dos, quizás tres. Bueno, qué le voy a contar...
at
sangre.
w
w
SÁLOMON
Ese día estaba en un colegio del centro. La llevaban unos misioneros.
w
Tenía que hacer fotos del día a día de los críos, de los profesores... de
cómo intentaban seguir adelante con un simulacro de normalidad. Ya
sabe, el lado humano de la guerra para el suplemento dominical. De
repente, empezaron a sonar las sirenas. Todos corrimos al refugio
antiaéreo. No estaba lejos. Yo me entretuve echando fotos y cuando me
quise dar cuenta, ya tenía a los aviones encima. Me di prisa, pero en la
entrada del refugio eché un último vistazo al colegio. Entonces la vi. Una
niña se había quedado atrás. Salió corriendo, con un libro bajo el brazo.
Cuando estaba en medio de la plaza, se detuvo. No sabía hacia dónde
dirigirse. Todos los edificios en ruinas le debían de parecer iguales,
pobrecilla. Se quedó allí, plantada, perdida... Cogí la cámara, enfoqué y
justo en ese momento, una bomba cayó sobre la escuela. La explosión
fue brutal. Las llamas lo invadieron todo y la onda expansiva lanzó el
cuerpo de la niña diez metros adelante.
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La piel en llamas
SÁLOMON
Por un momento, por una milésima de segundo, mientras volaba por los
aires... la niña me miró. Miró a la cámara. Yo no me di cuenta hasta que
revelé las fotos... Quise ir hacia ella, para ayudarla, pero un proyectil
estalló cerca de mi y perdí el conocimiento. Por eso tengo la pierna así...
SÁLOMON
Más tarde supomos que la resistencia escondía municiones en escuelas y
hospitales. Por eso la explosión fue tan violenta.
t
ca
BROWN
Cuidado no manches el vestido. Tengo que devolverlo esta tarde.
a.
IDA
am
¿Me lo puedo quedar?
dr
BROWN
No lo necesitas para salir del hotel. Has traído ropa tuya, supongo.
an
IDA
al
Sí.
at
HANNA
w
SÁLOMON
w
No.
BROWN
Ida.
SÁLOMON
Fue como si la tierra se la hubiese tragado.
Ida coge las bragas y, esta vez sí, desaparece en el lavabo. Al cabo de
un rato, oiremos el ruido de la ducha. Brown se incorporará, se secará el
sexo con las sábanas y se irá vistiendo.
SÁLOMON
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La piel en llamas
HANNA
¿Ni siquiera los profesores o los misioneros del colegio?
SÁLOMON
Algunos afirmaron reconocerla. Pero ya conoce la estúpida manía que
tenían los curas de bautizar y poner nombres bíblicos a las criaturas
huérfanas... Removí cielo y tierra para averiguar su nombre real, pero sin
éxito. La niña salió de la nada y volvió a ella, para siempre.
HANNA
¿Por qué la quiso buscar? ¿Se sentía culpable?
SÁLOMON
t
Claro. No tenía ni treinta años, entonces. Si la hubiese llamado cuando se
ca
quedó detuvo en medio de la plaza, habría venido hacia mi y no le habría
pasado nada.
a.
HANNA
am
Y la foto no habría existido nunca.
dr
SÁLOMON
Exacto.
an
HANNA
al
SÁLOMON
.c
HANNA
Tiene razón. Como periodista no me la debería plantear. Pero no puedo
w
SÁLOMON
Ella ni se dio cuenta de lo que pasó. De hecho, seguramente ni se dio
cuenta de que yo estaba allí.
HANNA
Entonces quizás no. Pero, ¿y si sobrevivió? Habría visto la foto, años
después. ¿No cree que ella se la habría planteado un millón de veces,
esa pregunta? ¿Por qué no me ayudó ese hombre?
SÁLOMON
Creo que es altamente improbable.
HANNA
¿Qué la ayudase?
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La piel en llamas
SÁLOMON
Que siga viva.
HANNA
¿Así cree que murió?
SÁLOMON
He dicho improbable, no imposible.
HANNA
En este caso, si la niña hubiese muerto, debería tener aún más motivos
para haber querido ayudarla, ¿no cree?
SÁLOMON
Señorita... Cualquier cuestión moral relacionada con este tema yo me lo
he planteado mil veces y mucho más intensamente que usted. Es inútil
pensar qué podríamos haber hecho, cómo podría haber sido todo... El
t
pasado no se puede cambiar.
ca
Pausa.
a.
HANNA
am
¿Qué haría si la encontrase hoy?
dr
SÁLOMON
¿A la niña?
an
HANNA (Asiente)
al
Imagínese que está viva, que ya es toda una mujer, que está, por
ejemplo, en una de las habitaciones de este hotel.... Imagínese que se
at
SÁLOMON
w
No lo sé.
w
HANNA
w
Yo creo que sí. Se debe de saber sus facciones de memoria. ¿Qué sería
lo primero que le diría? ¿Le pediría perdón?
SÁLOMON
La guerra no fue culpa mía.
HANNA
Es curioso cómo puede cambiar la vida en un segundo, ¿verdad? El día
menos pensado le cae una bomba encima, o ve a una niña que sale del
colegio... o alguien le apunta con una pistola, y todo se vuelve del revés.
¿Pensaba en eso antes?
SÁLOMON
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La piel en llamas
¿Cuándo?
HANNA
Antes, en la ventana. Cuando ha visto a la mujer que se ha suicidado.
SÁLOMON
Más o menos.
HANNA
Será difícil para usted. Teniendo en cuenta el día que es hoy. Usted
mismo lo ha comentado.
t
ca
HANNA
Disculpe, es que... bueno, seguro que me entiende. Usted es... Frederick
a.
Sálomon. Con esto lo digo todo. Un mito viviente del fotoperiodismo.
am
SÁLOMON
No exagere.
dr
HANNA
an
SÁLOMON
Nadie quiere saberlo todo.
at
HANNA
.c
Yo sí.
w
SÁLOMON
w
podría aprender más cosas de usted que al revés. Y eso que le doblo la
edad.
HANNA
¿Ha recibido amenazas de muerte alguna vez?
SÁLOMON
Sí. Bueno... nada serio. Anónimos. Últimamente, correos electrónicos.
Algunos incluso con virus informáticos.
HANNA
¿Y qué le decían?
SÁLOMON
Nada. Tonterías. Acusaciones absurdas.
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La piel en llamas
HANNA
¿Por ejemplo?
SÁLOMON
Por ejemplo lo que usted misma me ha reprochado antes. ¿Cómo lo ha
dicho? La desgracia de nuestro pueblo convertida en un símbolo frívolo
del sentimiento de culpabilidad de Occidente.
HANNA
¿No habrá creído que yo le amenazaba?
SÁLOMON
No, claro. No es la única que piensa así. Hasta en mi propio país tengo
que escuchar cosas así. Los estudiantes, ya se sabe. Los mensajes
normalmente van más allá.
HANNA
t
¿Le asustan?
ca
SÁLOMON (Dejar ir una carcajada)
a.
No. Para asustarme hace falta algo más que cuatro líneas escritas por un
am
fanático que necesita una cabeza de turco. Es uno de los inconvenientes
de la fama: por arte de magia, te conviertes en responsable de las
desgracias de gente que vive a diez mil kilómetros.
dr
HANNA
an
sentir ofendido.
at
SÁLOMON
.c
HANNA
Cuénteme que hace Frederick Sálomon un día de cada día.
HANNA
Quizás para usted no.
SÁLOMON
Lo más normal del mundo... Me levanto, preparo el desayuno...
HANNA
Vive solo.
SÁLOMON
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La piel en llamas
Sí...
HANNA
¿Qué más?
SÁLOMON
Me voy a la redacción, al centro de la ciudad.
HANNA
En coche.
SÁLOMON
Claro.
HANNA
¿Qué marca?
t
SÁLOMON
ca
Depende. Ahora en verano, un Chrysler descapotable. ¿Le gustan los
coches?
a.
HANNA
am
No domino mucho el tema. ¿Y una vez en la redacción?
dr
SÁLOMON
Bueno, dirijo la revista.
an
HANNA
al
Ya no trabaja de fotógrafo.
at
SÁLOMON
Tengo un equipo de profesionales excelente.
.c
w
HANNA
Pero ya no coge la cámara.
w
w
HANNA
Y al final del día vuelve a casa. A lo mejor va a cenar a algún restaurante
de moda. O va a ver un musical. Y espera que llegue el día siguiente.
SÁLOMON
Al final ha conseguido que le hable de mi vida privada.
HANNA
Por lo que me ha contado...
SÁLOMON
Ya le he dicho que mi día a día es bastante aburrido. Supongo que ya
tendrá suficiente material para la entrevista, ¿no?
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La piel en llamas
HANNA
Sí. Con la documentación que tengo y lo que me ha contado... ya estará.
SÁLOMON
Pues si me disculpa... Ha sido un placer conocerla.
HANNA
Falta algo.
SÁLOMON
Qué.
HANNA
Parece mentira que precisamente usted no haya pensado en ello. De
alguna manera habrá que ilustrar la entrevista.
t
ca
SÁLOMON
Ah, claro. ¿Ha traído cámara?
a.
HANNA
am
No. Le haré un retrato.
dr
SÁLOMON
¿Un retrato? ¿Quiere decir un dibujo?
an
carboncillo.
at
SÁLOMON
¿Es habitual este procedimiento en su periódico?
.c
w
HANNA
No. Ha sido idea mía. Fotografiar al fotógrafo más famoso del mundo
w
SÁLOMON
¿Tardaremos mucho?
HANNA
No. Será sólo un esbozo. Siéntese, póngase cómodo y no se mueva.
HANNA
Y no se preocupe, que quedará muy bien. Las fotos quizás no pueden
mentir, pero el carboncillo le aseguro que sí.
SÁLOMON
Y las fotos también, créame.
Página 27
La piel en llamas
Ida sale del baño con los cabellos mojados. Se ha puesto un albornoz del
hotel. Lleva una bolsa de plástico con el vestido azul dentro.
BROWN
No hace falta. Volveré a sudar.
Le pasa la mano por los cabellos. Ella hace el gesto de retirarse, pero se
contiene.
BROWN
Hoy te has esforzado. Tus mamadas son mejores que las de
algunos hombres...
t
ca
IDA
¿Ha traído las pastillas?
a.
BROWN
am
Claro. No me gusta tener deudas con nadie. Y contigo aún menos.
dr
BROWN
al
IDA (Asiente)
w
BROWN
¿Qué se dice?
IDA
Gracias, doctor Brown.
BROWN
Ya sabes que para mí es un placer poderte ayudar.
Ida se aferra a las pastillas como si fuesen el tesoro más preciado del
mundo.
IDA
Si hubiese algún cambio... quiero decir, si despertase... me lo diría
enseguida, ¿verdad?
Página 28
La piel en llamas
BROWN
Claro que sí.
IDA
Hasta la semana que viene, entonces.
BROWN
Espera.
Sálomon se mueve.
HANNA
No se mueva.
Ida se detiene.
t
ca
BROWN
No te vayas aún. Tengo una sorpresa para ti.
a.
IDA
am
¿Un regalo?
dr
BROWN
Quizás sí, no lo sé.
an
IDA
No le entiendo.
al
at
IDA
w
BROWN
Ida, la enfermedad de tu hija no se puede curar, ya lo sabes.
IDA
Aquí, no. Pero en los Estados Unidos...
BROWN
Ahí tampoco. Pero con el tratamiento adecuado podría vivir muchos
años, como una persona normal. A lo mejor a tu gobierno le
interesaría mandar a la niña allí. Sería un gesto humanitario que la
opinión pública internacional vería con muy buenos ojos.
IDA (Ilusionada)
¡Mi niña, a Occidente!
Página 29
La piel en llamas
BROWN
Espera, espera, no corras tanto. Antes que nada, mi amigo tiene
que dar su aprobación. Hay que asegurarse que Sara pueda
soportar un viaje tan largo sin problemas.
IDA
Seguro que podrá. Es fuerte.
BROWN
Y después tendríamos que conseguir que los medios de
comunicación sigan la historia. Esto no será un problema, claro. Se
mueren por noticias como ésta.
IDA
¿Cuándo se la llevarán?
BROWN
t
Ya veremos. Si todo va bien, en unas semanas. Tenemos que
ca
seguir el coma, ver cómo evoluciona. (Pausa) Eres una mujer
afortunada, Ida.
a.
IDA
am
¿Por qué no me lo ha dicho antes?
dr
BROWN
al
IDA
.c
BROWN (Alarmado)
w
IDA
A los Estados Unidos. Con Sara.
BROWN
Ah, no lo sé. Supongo que sí. Los periodistas querrán hablar con
alguien. Con la protagonista de la historia. Y ésa eres tú. ¿Te das
cuenta? Si todo sale bien, estarás en todos los periódicos y en todos
los canales de televisión. Te harás famosa.
IDA
Me da igual la fama. Yo sólo quiero que mi hija viva.
BROWN
Claro que sí.
IDA
Página 30
La piel en llamas
BROWN
Para eso están las Naciones Unidas, ¿no? Para garantizar la
democracia, escribir planes de paz y ayudar a los más
desfavorecidos.
IDA
Hablo en serio.
BROWN
Tú quieres salvar a tu hija y yo quiero salvar a vuestro gobierno,
lavándole un poco la cara. Todos salimos ganando, ¿no crees?
IDA
A mi nuestro gobierno me importa una mierda.
t
BROWN
ca
No digas palabrotas. Aún no dominas nuestra lengua y ya te dedicas
a ensuciarla... Esto tendremos que cambiarlo.
a.
Sálomon consulta su reloj.
am
SÁLOMON
dr
HANNA
No. Y no se mueva.
al
BROWN
at
¿Tienes hambre?
.c
BROWN
w
Ida no responde.
BROWN
¿Cenaste ayer?
BROWN
Esto no puede ser. Tienes que comer. Si no comes no tendrás
fuerzas para nada, y entonces no servirías de mucho. ¿No te pagan
suficiente en la fábrica ésa en la que trabajas?
Página 31
La piel en llamas
BROWN
¿Cómo demonios te hiciste esto? Nunca me lo has contado.
IDA
No lo sé. No me acuerdo.
Pausa.
IDA
¿Le puedo preguntar algo, doctor Brown?
t
BROWN
ca
Dime.
a.
IDA
¿Por qué se quita el anillo de matrimonio cuando estamos juntos?
am
Brown no responde. Deja de masajear. Se mira la mano en la que llevaba
dr
el anillo.
an
IDA
¿Le da vergüenza? ¿O teme que se lo pueda robar?
al
BROWN
at
IDA
w
Respeto.
w
BROWN
w
Sí.
IDA
¿Respeto por quién?
Brown no responde.
IDA
Por ella, claro.
BROWN
Crees que es ridículo.
BROWN
Página 32
La piel en llamas
IDA
Pensaba que se lo quitaba porque quiere a su mujer.
BROWN (Descolocado)
Sí, por eso... también.
IDA
Si yo quisiera a alguien no dejaría que se marchase a la otra punta
del mundo.
Brown no responde.
t
IDA
ca
¿Tiene hijos?
a.
BROWN (Orgulloso) am
Cuatro. Tres chicos y una chica. El mayor ingresará en la
universidad el año que viene. Dice que quiere ser diplomático.
dr
IDA
¿Están sanos?
an
BROWN
al
Naturalmente.
at
IDA
¿Tiene más chocolate? A Sara le encanta.
.c
w
contestar.
w
HANNA
Ya está. Ya se puede relajar.
SÁLOMON
Ya era hora.
SÁLOMON
Ahora sí que hemos terminado, ¿no?
Página 33
La piel en llamas
HANNA
¿No lo quiere ver?
Brown cuelga.
SÁLOMON
El qué.
HANNA
El dibujo. Estoy segura que nunca ha visto ninguno igual.
BROWN
Mi amigo ya ha llegado.
t
SÁLOMON
ca
No hace falta.
a.
BROWN
Me está esperando abajo.
am
SÁLOMON
dr
Me fío de su talento.
an
BROWN
Tú espérame aquí. No tardaré.
al
HANNA
at
en la cama, inquieta.
w
SÁLOMON
Qué... qué coño...
HANNA
¿No lo gusta?
SÁLOMON
Pero cómo se atreve... ¡Si es una broma no tiene gracia!
HANNA
No le gusta. Vaya decepción.
SÁLOMON
Página 34
La piel en llamas
HANNA
Y eso que me he esforzado.
SÁLOMON
¡Que se largue!
HANNA
¿Cuál es el problema? ¿No se le parece lo suficiente?
t
En este momento se gira y se da cuenta de que Hanna le está apuntando. Se
ca
queda mudo.
a.
Ida se incorpora, coge el libro de la mesilla de noche y lo hojea.
am
HANNA
Cuelgue ahora mismo.
dr
No, no pasa nada. (...) No, da igual la habitación. No envíe a nadie. (...)
No hace falta, gracias.
al
SÁLOMON
.c
¿Qué hace?
w
HANNA
w
con un revólver.
SÁLOMON
¿Qué quiere?
HANNA
Que se mire mi dibujo.
Ida saca una foto de entre las páginas del libro, la coloca en la cabecera
de la cama, con sumo cuidado, y se sienta a su lado. Es la foto de una nia
pequeña.
HANNA
¡Que se lo mire!
Página 35
La piel en llamas
Sálomon lo hace.
HANNA
Y ahora dígame... ¿Se le parece o no?
SÁLOMON
¿Por qué me hace esto?
HANNA
Limítese a responder, por favor. No olvide que la entrevistadora soy yo.
SÁLOMON (Amargo)
Sí. Se le parece.
t
ca
HANNA
Siempre me han dicho que soy muy buena fisonomista. Nunca olvido una
a.
cara, yo. Tienen una aire, ¿verdad? Ya lo dicen que las hijas se parecen
más a los padres que a las madres.
am
SÁLOMON
dr
¿Cómo lo ha hecho?
an
HANNA
Tiene una foto suya en la cartera. Muy tierno. He creído que podría ser
al
divertido.
at
SÁLOMON
¿Divertido? Esto es... monstruoso.
.c
w
HANNA
Lo que más me ha costado ha sido reproducir su famosa fotografía. Hace
w
tiempo que no la veo. Pero diría que me ha salido bastante bien. Sólo es
w
Sálomon no puede apartar la mirada del dibujo. Sus ojos desprenden una
mezcla de asco, terror y una tristeza inmensa.
HANNA
No ponga esa cara. Es su creación. La imagen que le ha hecho famoso.
La única diferencia es que la niña ya no es un personaje anónimo. Se
trata de su hija la que vuela por los aires con la piel en llamas. Es su hija
quien le mira con horror, a punto de morir aplastada como un mosquito.
¿Verdad que ahora no le parece... cómo lo ha dicho... un símbolo de paz?
Sálomon lanza el bloc a la otra punta de la habitación, con rabia y un grito que
no puede ahogar.
Página 36
La piel en llamas
IDA
Y tras recorrer muchos y muchos kilómetros, el globo del cerdito
aterrizó en el país de la serpiente. “Buenos días,” dijo el cerdito.
“Buenos días,” respondió la serpiente, muy muy triste.
SÁLOMON
¿Qué quiere de mí?
HANNA
¿Otra pregunta obvia, señor Sálomon?
IDA
t
“¿Qué especie de animal eres tú?”
ca
Sálomon no responde. Se voz se irá rompiendo poco a poco.
a.
HANNA
am
Le habría podido matar hace rato. Incluso antes de la entrevista.
dr
IDA
“Soy una serpiente,” dijo la serpiente.
an
HANNA
al
Pero habría sido demasiado fácil. Inútil, diría. Y cobarde. Una ejecución
nunca debe ser por la espalda, aunque siempre se hagan así. Quería
at
verle la cara. Quería que supiese por qué se merece morir. Y quería
.c
IDA
“¿Y por qué estás tan triste?”
w
HANNA
...una migaja de pena...
IDA
“Porque no tengo amigos. Todos los animales me temen,” dijo la
serpiente. Y se puso a llorar.
SÁLOMON
¿A qué grupo pertenece? ¿Al Frente de Liberación del Pueblo?
IDA
Página 37
La piel en llamas
SÁLOMON
Nadie lo diría.
HANNA
No me insulte.
IDA
“A mi no me das miedo,” dijo el cerdito.
SÁLOMON
No me puede matar.
HANNA
¿Por qué no?
t
ca
IDA
“¿Por qué no? Deberías tenerme miedo.”
a.
SÁLOMON
am
Oirán el disparo.
dr
IDA
“Tu piel es preciosa y está llena de colorines,” repuso el cerdito.
an
HANNA
al
IDA
“No es culpa tuya que tengas los colmillos llenos de veneno.”
.c
w
SÁLOMON
Medio hotel sabe que está conmigo. Atarán cabos.
w
w
IDA
“Y si lloras tan amargamente, no puedes ser mala,” añadió.
HANNA
Soy una respetada periodista del diario oficial del régimen. Parece que se
le haya olvidado. Esta mañana he cantado el himno nacional con mis
compañeros de redacción y esta tarde estaré en estado de shock por
haber sido la última persona que le ha visto con vida.
IDA
La serpiente observó al cerdito con sus ojos de serpiente llenos de
lágrimas. Y el cerdito se conmovió. “¿Te puedo acariciar?” preguntó.
SÁLOMON
No... no será capaz...
Página 38
La piel en llamas
IDA
“Claro que puedes,” susurró la serpiente con una sonrisa.
HANNA
Claro que puedo.
IDA
El cerdito, poco a poco, se acercó a ella y pasó su patita por las
escamas de la serpiente. “Tu piel es suave. No me lo esperaba,”
exclamó, sorprendido.
SÁLOMON
En mi cartera hay dinero. Divisas. Quédeselas.
HANNA
¿Cuánto me ofrece?
t
SÁLOMON
ca
Todo lo que hay. Quinientos dólares, más o menos.
a.
IDA am
“Si aquí no eres feliz, puedes venir a viajar conmigo en mi globo,”
propuso el cerdito.
dr
HANNA
¿Es éste el precio de su vida? ¿Quinientos miserables dólares?
an
IDA
al
SÁLOMON
.c
IDA
El cerdito se separó de ella, asustado. Por suerte, la serpiente no le
w
SÁLOMON
¿Por qué me hace esto?
IDA
La serpiente volvió a llorar, y mientras se arrastraba hacia su cueva,
dijo con su voz de serpiente: “¿Entiendes ahora por qué estoy tan
triste?
HANNA
Le estoy haciendo un favor, señor Sálomon.
Página 39
La piel en llamas
HANNA
Debería darme las gracias. No todo el mundo tiene la oportunidad de
morir de una manera tan... coherente.
SÁLOMON
¿Pero qué dice?
HANNA
Piénselo. Después de veinte años vuelve al País que le hizo famoso para
dejar de vivir... Y precisamente hoy, en un día tan y tan especial. En el
aniversario del día de la muerte de su propia hija. ¿No cree que es de lo
más adecuado?
Sálomon no responde.
t
Ida se estira sobre la cama, contemplando la fotografía.
ca
HANNA
a.
Espero que antes de venir haya tenido tiempo de llevar flores a su tumba.
am
Sálomon rompe a llorar.
dr
SÁLOMON
Por favor... Déjeme ir. Le juro que no diré nada a nadie. Por favor, se lo
an
ruego...
al
HANNA
No se rebaje tanto. No lo soporto en un hombre.
at
SÁLOMON
.c
HANNA
w
HANNA
Está bien. Quiero que haga algo por mi.
SÁLOMON
¿Qué?
HANNA
Que responda a una pregunta. Si la respuesta es correcta, le dejaré ir. Si
no, dispararé.
SÁLOMON
¿Sólo eso?
Página 40
La piel en llamas
HANNA
Así de fácil.
SÁLOMON
Es... una salvajada.
HANNA
Me parece que no tiene opción.
Pausa..
SÁLOMON
De acuerdo. ¿Cuál es la pregunta?
HANNA
t
¿Cómo me llamo?
ca
SÁLOMON
a.
¿Qué? am
HANNA
Eso. Que cómo me llamo. Diga mi nombre.
dr
SÁLOMON
an
¿Ésta es la pregunta?
HANNA
al
HANNA
w
SÁLOMON
Lo siento, yo...
HANNA
No lo sabe. Y le importa una mierda, ¿verdad? Bueno, ahora no, claro.
Ahora su vida depende de eso.
SÁLOMON
Por favor...
HANNA
Hanna. Me llamo Hanna.
Página 41
La piel en llamas
SÁLOMON
Hanna.
HANNA
Lo siento.
SÁLOMON
No me dispare.
HANNA
Deme una razón para no hacerlo.
SÁLOMON
Yo no le he hecho nada.
HANNA
Sí que lo ha hecho.
t
ca
SÁLOMON
¿Yo? ¿A usted?
a.
HANNA
am
¿Aún no lo ha entendido?
dr
HANNA
Míreme bien. Fíjese. ¿No le suena mi cara?
al
HANNA
.c
sorpresa y dudas. Su mano se dirige a la boca, que se mueve sin emitir sonido
w
alguno. Hanna sonríe con un aire de falsa inocencia. Y justo entonces, alguien
llama a la puerta. Sálomon da un respingo, consulta su reloj.
SÁLOMON
Son... deben de ser... los del comité, que vienen a buscarme.
HANNA
Échelos.
SÁLOMON
¿Cómo quiere que... Tengo que comer con ellos. La ceremonia...
HANNA
¡Me la suda! Invéntese cualquier excusa.
Página 42
La piel en llamas
HANNA
Y no haga ninguna estupidez. Les estaré escuchando.
BROWN
¡Sálomon, chaval!
SÁLOMON (Disimulando)
Brown, ¿cómo va?
t
ca
BROWN
¿Cómo has tardado tanto? (Se fija) Eh, ¿has llorado?
a.
SÁLOMON (Niega con la cabeza)
am
Es... una alergia.
dr
SÁLOMON
Ahórrate la diplomacia, ¿quieres?
at
SÁLOMON
w
Es perfecta, gracias.
w
BROWN
¿Queda whisky o ya te lo has ventilado? (Advierte el vaso de plástico)
Vaya, veo que tus costumbres no han cambiado...
SÁLOMON
¿Cómo está Gladys?
BROWN
Página 43
La piel en llamas
SÁLOMON
Deberías estar más por ella.
BROWN
Bah, ella ya tiene a su profesor de golf.
BROWN
¿Te encuentras bien?
SÁLOMON
¿Qué? No... Sí. Es... este calor. Y los nervios y... todo esto.
BROWN
t
Es este País que no te sienta bien. Ni a ti ni a nadie. La Organización
ca
Mundial de la Salud tendría que prohibirlo.
a.
SÁLOMON (Tampoco se ríe esta vez)
Oye...
am
BROWN
dr
SÁLOMON
Me temo que no voy a poder asistir.
al
SÁLOMON
w
No bromeo.
w
BROWN
w
SÁLOMON
Que no.
BROWN
¿Qué me he perdido?
SÁLOMON
Nada. Tengo que... resolver un asunto.
BROWN
¿Y no puede esperar ese asunto?
Página 44
La piel en llamas
SÁLOMON
No.
BROWN
A ver si te entiendo. No hace ni una hora que has llegado... ¿y ya tienes
un compromiso más importante que un almuerzo con el Ministro de
Turismo y Comunicación? Sin contar con los embajadores de los quince
países más poderosos del mundo.
SÁLOMON
Más o menos.
Brown se pasea por la habitación, observa cada detalle. Incluso parece que se
entretenga un rato contemplando la cama en la que yace Ida. De repente, otra
sonrisa.
BROWN
t
¿Cómo se llama?
ca
SÁLOMON
a.
¿Qué? am
BROWN
Es una mujer, ¿verdad?
dr
Sálomon no puede evitar mirar hacia el lavabo, espantado. Tiene miedo del
an
SÁLOMON
¿Cómo? Yo... no...
at
de un delito.
w
w
BROWN
¿Quién es? ¿Una prostituta? ¿Un amor de hace veinte años?
w
SÁLOMON
Brown, por favor...
BROWN
No has perdido el tiempo. ¿Dónde la tienes? ¿En el baño? No... tú eres
todo un clásico. La debes de tener escondida en el armario.
SÁLOMON
Tú no lo entiendes.
BROWN (Severo, de repente, pierde los nervios y, por primera vez, dice
tacos)
No. Eres tú quien no lo entiende. A Naciones Unidas le ha costado más
organizar este maldito almuerzo que escribir el plan de paz. Este
almuerzo es la primera muestra de acercamiento del País a Occidente
Página 45
La piel en llamas
SÁLOMON
Seguro que te puedes inventar una excusa...
BROWN
La excusa ya la tenemos. La excusa es tu premio de mierda, una fachada
para los borregos que ven la tele. Para eso te necesitamos. Sólo por eso.
Para que aparezcas, te atiborres de marisco y hagas un discursito
emotivo sobre los derechos humanos. Nada más. Me parece que no es
pedir demasiado.
SÁLOMON
Te lo pido como un favor personal.
t
ca
BROWN
No estás en condición de pedir favores.
a.
SÁLOMON
am
Brown, somos amigos.
dr
BROWN
Exacto. Y me gustaría que lo siguiéramos siendo. ¿Es así como pagas
an
Sálomon no responde.
at
BROWN
.c
SÁLOMON
Di mejor la marioneta.
w
BROWN
¿Y qué? Ya lo fuiste hace veinte años. Tu foto fue un arma más. Por eso
se le dio una difusión sin precedentes, ya lo sabes.
SÁLOMON
Igualmente...
BROWN
No te quejes, Sálomon. Ser una marioneta, como tú dices, te solucionó la
vida. Desde entonces has vivido de renta. ¿Y qué has hecho de bueno en
todo este tiempo? Ya te lo digo yo: nada. Pudrirte en tu despachito
occidental y vivir del pasado. Llorar por los rincones, completamente solo,
y quejarte, quejarte, quejarte: “¿Por qué el mundo es tan injusto? ¿Por
qué a mi?” No me extraña que tu mujer...
Página 46
La piel en llamas
Pausa.
BROWN
Perdona que sea tan duro, pero me juego mucho. Y tú también.
BROWN
Dentro de una hora te quiero en el Palacio Presidencial. No te entretengo
más. Soluciona tu... asunto.
Va a salir.
SÁLOMON
t
¿Cómo?
ca
BROWN
a.
Hace un rato una prostituta local se ha lanzado de una de las ventanas
del hotel.
am
SÁLOMON
dr
Ya la he visto.
an
BROWN
No nos costará tirar tierra por encima. Pero tú ten cuidado. No nos
al
BROWN (Confidente)
w
Brown coge la puerta y sale. Inmediatamente, Hanna sale del lavabo. Aún lleva
la pistola, pero no le apunta. La sostiene despreocupadamente, como si fuese
una muñeca de trapo. Se miran, desafiantes, durante un buen rato.
HANNA
Por unos momentos he pensado que se iría con él. ¿Por qué no lo ha
hecho? Ahí fuera le esperan las cámaras, los aplausos, el prestigio...
Sálomon, sin decir nada, la observa, la desnuda, la escanea para captar cada
detalle.
HANNA
Ah, claro... La curiosidad. Un mal vicio... Ya sabe lo que dice el refrán: la
curiosidad mató al periodista.
Página 47
La piel en llamas
SÁLOMON
¿Ya no me quiere disparar?
HANNA
¿Ya no quiere huir?
Sálomon no responde.
HANNA
La conversación con su amigo me ha dado qué pensar. Mi vida ha sido
una mierda, se lo aseguro, pero la suya...
Brown entra. Lleva los mismo papeles con los que ha salido antes. Ida
guarda la fotografía dentro del libro y se incorpora de la cama enseguida.
BROWN
Perdona que haya tardado tanto. Me coincidido con alguien a quien
t
hacía tiempo que no había visto.
ca
SÁLOMON
a.
Brown habla demasiado. am
IDA
¿Qué le ha dicho? ¿Cómo ha ido?
dr
BROWN
an
HANNA
.c
No sé quién de los dos perdió más en esa explosión. En todo este tiempo
w
yo he salido adelante.
w
BROWN
w
HANNA
Tuve suerte. Pude estudiar y progresar en un mundo que se pudría.
IDA
¿Y cuándo se la van a llevar?
BROWN
Ya lo veremos.
HANNA
Pero usted, en cambio...
IDA
Mi Sara, en Occidente...
Página 48
La piel en llamas
HANNA
En Occidente, el paraíso terrenal, la cuna de la democracia, la tierra de
las oportunidades... y no ha sabido aprovechar ninguna. Ha sido un
desgraciado durante veinte años.
BROWN
Una vez allí, calculan que el tratamiento durará un mes o un mes y
medio, antes de que pueda dejar el hospital.
HANNA
Quítese los guantes.
IDA
¿Y después?
SÁLOMON
¿Qué?
t
ca
BROWN
¿Después de qué?
a.
Hanna lo vuelve a apuntar con la pistola.
am
HANNA
dr
IDA
at
BROWN
w
HANNA
Démelos.
IDA
Oh, doctor Brown, gracias, gracias...
HANNA
Gracias.
Página 49
La piel en llamas
BROWN
De nada. Pero hay un pequeño detalle que aún no hemos tratado.
IDA
¿Cuál?
BROWN
El precio.
Hanna huele los guantes, como quien no quiere la cosa. Le gusta el olor que
desprenden. Los deja a un lado.
IDA
¿Qué precio?
BROWN
Esto no te saldrá gratis.
t
ca
Ida se separa de él. La alegría desaparece de su cara.
a.
HANNA
¿Cómo se siente?
am
IDA
dr
BROWN
¿Quién habla de dinero? ¿Me has pagado con dinero hasta ahora?
al
SÁLOMON
w
BROWN
No. Esta vez no habrá suficiente con una mamada rápida. Por
cuatro pastillas, aún, pero ahora estamos haciendo negocios serios,
tú y yo.
HANNA
Tiene un concepto de la humillación realmente curioso.
BROWN
No te puedes ni imaginar cómo ha subido el precio de los billetes de
avión últimamente.
IDA
Haré lo que sea.
Página 50
La piel en llamas
HANNA
Me da lástima, ¿sabe? No creo que le mate. Aún le haría un favor.
SÁLOMON
¿Qué quiere entonces?
HANNA
Aún no lo sé. (Adoptando el tono de Sálomon del principio) Pero siéntese,
póngase cómodo. Ya pensaremos algo.
t
BROWN
ca
Para empezar, te meterás en la bañera y dejarás que me orine
encima de ti. Si te digo que abras la boca, abrirás la boca. Si te digo
a.
que tragues, tragarás. Después vendremos a la cama y te ataré. No
am
sé cómo, aún. Me gusta improvisar. Lo único seguro es que no te
podrás mover por ti misma. Yo lo haré por ti. Te penetraré por la
vagina y por el ano. En ese momento te recomiendo que te relajes.
dr
BROWN
Pues no esperemos más.
w
Brown coge las cortinas del arco que separa la salita de la habitación y
las corre con fuerza. El ruido de las anillas de metal sobre la barra suena
a sentencia de muerte y se mezcla con otro ruido, mucho más
ensordecedor, que proviene del exterior, como un trueno demasiado
cercano, como una montaña que se rinde y decide hundirse.
SÁLOMON
¿Qué ha sido eso?
HANNA
Seguramente un edificio que se ha desplomado. Ocurre a menudo. La
guerra los ha agujereado demasiado.
Página 51
La piel en llamas
HANNA
No sufra por el hotel. Éste no se va a caer. Adivine quién se alojaba aquí
durante la guerra.
Pausa.
HANNA
¿No me quiere preguntar nada?
SÁLOMON
Creía que la entrevistadora era usted.
HANNA
No se haga el interesante. Sé que se muere de ganas.
t
SÁLOMON
ca
Se equivoca.
a.
HANNA
Me ha buscado durante veinte años... ¿y ahora tiene los huevos de
am
decirme que no me quiere hacer ninguna pregunta?
dr
SÁLOMON
Exacto.
an
HANNA
al
SÁLOMON
Porque dudo que sea usted.
.c
w
HANNA
Lo duda.
w
w
SÁLOMON (Asiente)
No me creo ni una palabra de lo que me ha contado. Seguramente no es
más que una... fanática en busca de atención.
HANNA
Le he dicho que no me insulte.
SÁLOMON
Lo siento, es lo que creo.
HANNA
¿Entonces, por qué no ha huido antes?
SÁLOMON
Página 52
La piel en llamas
HANNA
¿No confía en mi palabra?
SÁLOMON
¿Se supone que he de confiar en alguien que me está apuntando con un
arma?
SÁLOMON
Una muerte coherente. Eso es lo que ha dicho. Si tiene que matarme,
¿no cree que antes debería asegurarme de que usted es la persona
adecuada? Ése era su plan, ¿no? Pues sigámoslo. Sea coherente usted
misma y convénzame.
t
Tras un momento de reflexión, Hanna se coloca delante de Sálomon, deja la
ca
pistola a un lado y empieza a desabrocharse la blusa, lentamente. Cuando la
tiene bien abierta, se gira y descubre parte de su espalda superior. Con una
a.
mano se levanta los cabellos. Vemos que la espalda de Hanna, la nuca y parte
am
del cuero cabelludo están invadidos por una enorme cicatriz, resultado de una
quemadura.
dr
manos tiemblan un poco, echando en falta los guantes, cuando las sitúa sobre
los hombros de Hanna, sin atreverse a tocarlos. Respira profundamente y, con
al
la expresión de quien llega a casa tras un largo viaje, pasa los dedos por
encima. Poco a poco, recorre la superficie de la piel deformada por el fuego.
at
.c
Al cabo de un rato, separa las manos, como si estuviese haciendo algo malo y
esperase su castigo. Se retira un paso. Ve la pistola. Advierte que está a su
w
HANNA
¿Me cree ahora?
SÁLOMON
No.
HANNA
Pues no se me ocurre una prueba más concluyente.
SÁLOMON
Página 53
La piel en llamas
Tendrá que esforzarse más. Usted no es la única chica del País con la
piel quemada.
HANNA
Claro que no. Pero mis marcas coinciden con las quemaduras de la foto.
¿No cree que sería demasiada casualidad?
SÁLOMON
Nadie habla de casualidades.
HANNA
¿Qué insinúa?
SÁLOMON
Antes me ha dicho que se había leído mis libros.
HANNA
t
Y qué.
ca
SÁLOMON
a.
Ya debe saber que en todos estos años han sido muchas las mujeres que
am
han afirmado ser ella. La mayoría aseguraban que las llamas no habían
llegado a consumir su piel, o que con los años las heridas habían
desaparecido. Pero otras...
dr
HANNA
an
SÁLOMON
Hay personas que están dispuestas a cualquier cosa por dinero, por la
at
HANNA
w
SÁLOMON
w
Hubo madres que llegaron a… los primeros años… Me traían a sus niñas
pequeñas… deformadas por el fuego.
HANNA
Yo no soy así.
SÁLOMON
Eso yo no lo sé.
HANNA
¿Pero cómo puede creer que yo...
SÁLOMON
Le repito que no sería la primera.
HANNA
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La piel en llamas
SÁLOMON
Lo siento, pero usted es una impostora hasta que no me demuestre lo
contrario. Una impostora igual de loca que las demás.
HANNA
Las demás querían aprovecharse de usted con mentiras. Yo no le he
pedido nada.
SÁLOMON
No. Usted sólo quería matarme.
t
ca
SÁLOMON
Y quizás aún quiere. No crea que se lo voy a poner más fácil que a ellas.
a.
HANNA
am
Está bien. Pues pregunte. Pregúnteme algo que sólo pueda saber yo.
dr
SÁLOMON
¿Qué sentido tiene? Seguramente se ha estudiado toda la bibliografía
an
HANNA
at
SÁLOMON
w
Quizás sí.
w
HANNA
Claro que sí.
SÁLOMON
¿Cuántos años tenía entonces?
HANNA
Siete.
SÁLOMON
¿Conserva muchos recuerdos de ese día?
Página 55
La piel en llamas
HANNA
Algunos. Pocos. Los menos importantes, supongo. Pequeños detalles. Le
seré sincera. Hay cosas que no sé exactamente si son recuerdos, o
imaginaciones, o imágenes que me asaltaron después, cuando leía sus
libros… Todo es como una nebulosa…
SÁLOMON
Una nebulosa… Una buena manera de cubrirse las espaldas, por si
comete algún error.
HANNA
Esa mañana desayuné un vaso de leche y un plátano. Me acuerdo
perfectamente porque hacía meses que no comía fruta.
SÁLOMON
Eso no nos ayuda mucho.
t
HANNA
ca
Durante todo el día sopló un viento muy fuerte, del norte, creo.
a.
SÁLOMON am
Pasa a menudo en esa época del año. Sea más concreta, por favor.
HANNA
dr
SÁLOMON
Pues, por ejemplo, por qué no sabían nada de usted los misioneros y los
al
HANNA
Ésa no era mi escuela.
w
w
SÁLOMON
¿Ah, no? ¿Y cuál era?
w
HANNA
La del orfanato de las monjas Escolapias. Estaba ahí cerca, seguro que lo
recuerda. Antes de llegar al Mercado Central.
SÁLOMON
Muy adecuado.
HANNA
¿Qué quiere decir?
SÁLOMON
Aquel orfanato fue destruido cuando cayó la ciudad y, como seguramente
sabrá, no quedó ni una monja con vida, y aún menos virgen, cuando los
rebeldes lo ocuparon. Ningún testigo que pueda confirmar su historia.
Página 56
La piel en llamas
HANNA
Es la verdad.
SÁLOMON
En ese caso debería darme las gracias.
HANNA
No veo por qué.
SÁLOMON
Si no le hubiese caído la bomba encima, habría vuelto al orfanato en el
que asegura haber estudiado y habría acabado violada, mutilada y
muerta en manos de unos guerrilleros sin escrúpulos. Y no
necesariamente en ese orden.
Hanna no responde.
t
SÁLOMON
ca
Si esa no era su escuela, ¿qué hacía allí?
a.
HANNA am
Después de clase, fui a buscar a una amiga mía que sí estudiaba en ese
centro.
dr
SÁLOMON
¿Cómo se llamaba?
an
HANNA
al
Ida.
at
SÁLOMON
¿Ida qué?
.c
w
HANNA
w
Ida... no lo sé.
w
SÁLOMON
Ida es un nombre común aquí. ¿Cómo la llamaban los misioneros?
HANNA
No lo sé.
SÁLOMON
¿No me ha dicho que eran amigas? Debería recordarlo.
HANNA
¡Le digo que no lo sé, hostia! Se llamaba Ida. ¡Ida y punto!
Pausa.
SÁLOMON
¿Por qué fue a verla?
Página 57
La piel en llamas
HANNA
Tenía que darme un libro.
SÁLOMON
¿Qué libro?
HANNA
El que sale en la foto.
SÁLOMON
¿Y quedaron en la escuela?
HANNA
Sí.
SÁLOMON
¿Y por qué no en su casa? O en el orfanato.
t
ca
HANNA
No lo sé.
a.
SÁLOMON
am
Quizás sus clases acababan antes que las de ella.
dr
HANNA
No lo sé. Quizás sí. No me acuerdo.
an
SÁLOMON
al
HANNA
Sí, pero me entretuve.
.c
w
SÁLOMON
¿Por qué?
w
w
HANNA
Estaba cagando.
SÁLOMON
¿Y su amiga no la esperó?
HANNA
Ya sabe que no.
SÁLOMON
¿No la vio nunca más?
HANNA
No.
SÁLOMON
Página 58
La piel en llamas
HANNA
Yo no he dicho que me llevaran a ningún hospital.
SÁLOMON
¿A dónde la llevaron entonces?
HANNA
No lo sé.
SÁLOMON
Claro. Tampoco lo sabe.
HANNA
Qué le voy a hacer.
t
SÁLOMON
ca
Sólo recuerda lo que le conviene.
a.
HANNA
¿Cree que tengo memoria fotográfica?
am
SÁLOMON
dr
HANNA
Los primeros recuerdos que conservo después de la explosión son de
at
SÁLOMON
w
ayuda, ¿verdad?
w
HANNA
Me contaron que se me habían llevado a las montañas del sur antes de la
caída de la ciudad. Es lo único que sé. Allí crecí, estudié y no volví aquí
hasta que fui mayor. Fue entonces cuando vi su maldita foto por primera
vez.
SÁLOMON
Esta conversación está empezando a cansarme. La he escuchado en
demasiadas ocasiones ya.
HANNA
Página 59
La piel en llamas
De acuerdo, supongamos que tiene razón. Que todo es mentira. ¿Por qué
debería querer matarle entonces?
SÁLOMON
A lo mejor sólo quería hacerme creer que quería matarme.
HANNA
Un poco rebuscado, ¿no cree?
SÁLOMON
¿Por qué no lo hecho, entonces?
HANNA
¿Por qué no lo ha hecho usted?
t
SÁLOMON
ca
Volvamos al momento de la explosión.
a.
HANNA
¿Qué quiere saber?
am
SÁLOMON
dr
HANNA
Me asusto. Salgo lo más rápidamente posible.
al
SÁLOMON
at
HANNA
w
SÁLOMON
w
¿Por qué?
HANNA
Me he dejado el libro. Me doy cuenta cuando estoy a punto de salir a la
calle.
SÁLOMON
¿Están a punto de bombardear la ciudad y usted sólo piensa en un libro?
HANNA
Es el libro de Ida, mi amiga. No lo puedo perder.
SÁLOMON
Es lo único que tiene.
HANNA
Página 60
La piel en llamas
Hanna parece hacer un esfuerzo por recordar. A medida que habla, sus
propias palabras la van afectando más y más.
SÁLOMON
Continúe.
HANNA
El libro está en el piso superior. Lo cojo y corro hacia las escaleras. Las
bajo de tres en tres. Tropiezo. Me caigo. Me hago daño en la rodilla. Me
sale sangre, pero no lloro. Oigo los motores de los bombarderos encima
de mí. Los cristales de las ventanas tiemblan. Un proyectil debe de haber
explotado cerca. Me levanto. Me duele la pierna, pero me doy prisa. Llego
t
al vestíbulo. Tengo miedo. El ruido de los aviones es tan fuerte que
ca
parece que hayan entrado dentro del edificio y me persigan como perros
salvajes. Otra explosión. Las vigas crujen. Cae polvo del techo. Yo sólo
a.
pienso en correr, correr, correr... Salgo de la escuela. La plaza está
am
desierta. Me falta el aire. Quizás por el cansancio, o por el pánico, no lo
sé... Miro a mi alrededor. Todos los edificios me parecen iguales. No
encuentro el refugio. Me detengo. Intento ver a alguien, alguna cosa que
dr
me diga “¡ven, Hanna, es por aquí!” Pero no veo nada, no veo a nadie. Lo
único que pienso es “sálvate, sálvate” pero mis pies están clavados en el
an
de repente...
at
grito de dolor extremo que rasga el aire y acaba ahogado por una
w
SÁLOMON
¿Y de repente?
HANNA
A partir de aquí no recuerdo casi nada. Sólo sensaciones, imágenes fijas,
irreales, como si las hubiese soñado. Un silencio brutal, una sola nota,
muy aguda, que me perfora el cerebro. Y oscuridad...
SÁLOMON
¿Nada más?
HANNA
Página 61
La piel en llamas
No lo sé.
SÁLOMON
¿Me vio?
HANNA
¡No lo sé!
SÁLOMON
Estaba allí. Yo estaba allí. ¿Me vio mientras saltaba por los aires, Hanna?
HANNA
¡¡No lo sé!! ¡¡No lo sé!!
SÁLOMON
Claro que sí. Me vio. Fue una milésima de segundo, pero me vio.
Apuntándola con la cámara.
t
ca
HANNA
La cámara... un ojo negro, negro y brillante... que me miraba.
a.
SÁLOMON
am
¿Y qué más?
dr
HANNA
Sólo es un sueño.
an
SÁLOMON
al
¡Qué más!
at
HANNA
Una camisa, una chaqueta, quizás.
.c
w
SÁLOMON
Una chaqueta. ¿De qué color?
w
w
HANNA
No lo sé.
SÁLOMON
Sí lo sabe.
HANNA
¿Amarilla?
SÁLOMON
Amarilla.
HANNA
Y algo más.
SÁLOMON
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La piel en llamas
Qué.
HANNA
De otro color.
SÁLOMON
¿Rojo?
HANNA
Sí.
SÁLOMON
¿Dónde?
HANNA
¿Es sangre?
t
SÁLOMON
ca
Le he preguntado dónde.
a.
HANNA
¿En el brazo?
am
SÁLOMON
dr
Un brazalete.
an
HANNA
Un brazalete.
al
SÁLOMON
at
Pausa larga.
w
Brown descorre las cortinas poco a poco. Está a medio vestir, sudado,
w
SÁLOMON
Podrías ser tú...
Página 63
La piel en llamas
HANNA
¿Me crees ahora?
SÁLOMON
Claro que podrías ser tú... Mírame a los ojos.
Hanna le mira.
SÁLOMON
¿Por qué has esperado tanto? ¿Por qué no has dicho nada antes?
HANNA
Me habrían tomado por loca.
SÁLOMON
¿Te das cuenta de lo que significa, si realmente fueses tú?
t
HANNA (Asiente)
ca
Que tengo todos los motivos del mundo para odiarte.
a.
SÁLOMON
Los mismo que yo, Hanna. Los mismos que yo.
am
Dicho esto, Sálomon se acerca al bloc en el cual Hanna ha hecho del dibujo.
dr
SÁLOMON
Hoy. Precisamente hoy.
al
SÁLOMON
.c
SÁLOMON
Llegó un momento que no quería mirarla. No quería mirarte. En tus ojos
había terror, sorpresa, tristeza... Me miraste a punto de morir y vi todo
eso. Pero sobretodo, desprecio. Desprecio por mi, por nosotros, por todos
aquellos que tuviesen la indecencia de seguir viviendo. Desprecio.
Desprecio. Eso es lo que me hacías sentir. Tú. (Mira a Hanna) Ella.
Pausa.
SÁLOMON
Murió sin mi. Mientras yo trataba de encontrarte. Murió en ese Occidente
de colores pastel. ¿Qué sentido tiene el paraíso si no puede salvarle la
Página 64
La piel en llamas
Pausa.
SÁLOMON
Escondí todas las copias que tenía. Todas. La original, las portadas de
las revistas que había hecho enmarcar, tan orgulloso... Lo escondí todo
en el desván. ¿Y puedes creerte que no he vuelto a subir al desván en
veinte años?
SÁLOMON
Pero no dejé de verte. A ti. A ella. Da lo mismo. No pude dejar de veros.
t
Estabais en todas partes. En todas partes. En la televisión, en la calle, en
ca
las tiendas de recuerdos, en los restaurantes de comida rápida... Cuando
pensaba que podía empezar a olvidaros, tus ojos me volvían a atacar
a.
desde el lugar más inesperado. Traidores, siempre. Mirándome desde
am
cualquier rincón de la ciudad. Des de cualquier ciudad del mundo.
SÁLOMON
Habría dado lo que fuese por borrar esos ojos. Para quitármelos de la
al
mundo.
.c
arma.
w
SÁLOMON
w
Nunca habría pensado que las cosas acabarían así, que sería capaz de
hacer... lo que estoy a punto de hacer.
BROWN
Has estado fantástica. No entiendo por qué no te has hecho
profesional. Te habrías ganado bien la vida.
Página 65
La piel en llamas
SÁLOMON
Ven conmigo.
HANNA
¿A dónde?
SÁLOMON
Hay un montón de gente que te querrá conocer. Querrán oir tu historia y
volverse a emocionar, como hace veinte años.
HANNA
No es esto lo que buscaba.
SÁLOMON
Yo tampoco. Pero no nos queda más opción. El pasado no lo podemos
cambiar. Olvidémoslo. Da igual quién he sido yo y quién has sido tú. A
partir de ahora podemos ser lo que nosotros queramos.
t
ca
Hanna no responde.
a.
SÁLOMON am
¿Entiendes lo que quiero decir?
HANNA (Asiente)
dr
¿Y si me niego?
an
SÁLOMON
No lo harás.
al
BROWN
.c
SÁLOMON
w
BROWN
Tiene que llegar un nuevo cliente.
BROWN
¿Me oyes?
IDA
¿Qué?
Página 66
La piel en llamas
BROWN
Que tienes cinco minutos para dejar la habitación.
HANNA
Tienes las manos suaves, no me lo esperaba.
t
Y cuelga..
ca
SÁLOMON
a.
Recoge tus cosas. El gobierno te invita a comer.
am
Hanna guarda la pistola y el bloc en su bolso.
dr
BROWN
Ida. ¿Me has entendido?
an
Ida no responde.
al
BROWN
at
HANNA
w
¿Vamos?
IDA
Doctor Brown.
SÁLOMON
Adelántate y espérame en recepción. Tengo que arreglarme un poco.
BROWN
Dime.
HANNA
Como quieras.
Hanna va a salir.
Página 67
La piel en llamas
IDA
¿Va al hospital?
BROWN
¿Cuándo? ¿Ahora?
SÁLOMON
Hanna, espera.
IDA
Ahora, esta tarde, cuando sea.
BROWN
¿Por qué quieres saberlo?
t
Ida se levanta lentamente. Cogerá el libro de encima de la mesilla de
ca
noche y se lo dará.
a.
SÁLOMON
Cuando cuentes tu historia al Ministro y a los embajadores... no digas que
am
miraste al cielo cuando estabas en medio de la plaza. La niña no lo hizo
nunca. Y mi chaqueta era blanca. No amarilla.
dr
SÁLOMON
al
HANNA
No, claro que no.
.c
w
SÁLOMON
Venga, vete. Yo ahora bajo.
w
w
IDA
Es el libro para Sara. Se lo dará a la enfermera, ¿verdad? Es el
último favor que le pido.
IDA
Sobre todo que imiten a los animales. Si no imitan a los animales, el
cuento no tienen ninguna gracia.
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La piel en llamas
IDA
¿Qué hace?
BROWN
Ida, tu hija murió anoche.
BROWN
Lo siento.
Y dicho esto, se va. Ida se queda quieta, como una estatua de sal,
tratando de asimilar lo que Brown le ha dicho, aterrada, descompuesta.
t
ca
Ida reacciona. Corre hacia el teléfono. Descuelga. Llama..
a.
IDA (Al teléfono, en un susurro)
Buenos días. ¿Es el Hospital de la República? (...) Llamo para saber
am
si... La paciente de la habitación 161... Sí, curas intensivas...
Cómo... ¿Cómo está? (...) Su madre. (...) Ida... (Está a punto de
dr
boca para emitir un grito que no oímos. Sólo lo escucha ella, dentro de su
w
Sálomon se separa del ventanal. Cuando se gira, alguna cosa sobre la cama le
llama la atención. No la había visto antes. En ese momento, parece que las
miradas de Sálomon e Ida se crucen. El hombre se acerca a ella para coger el
libro que Brown ha lanzado.
Vuelve al libro. Lo abre. Lo hojea. Encuentra la foto entre sus páginas. La saca.
La observa. Y deja ir una lágrima. Lentamente, casi ceremonialmente, lo cierra
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La piel en llamas
y, como si fuese el objeto más delicado del mundo, se lo lleva con él fuera de
la habitación. Y parece que cojee más que nunca.
t
ca
Una violenta brisa vuelve a hacer ondear las cortinas. De repente, el grito
de mujer. Lejano, de la calle, diez pisos más abajo. Una nube amortigua
a.
la luz del sol. Silencio. Se abre la puerta y entra Sálomon con una maleta.
am
Con la misma maleta que al principio.
vuelve a caminar temiendo que el suelo se esté a punto de abrir bajo sus
pies.
an
SÁLOMON (Indignado)
al
SÁLOMON
Y encima esto. Pero qué cojones tienen... (A Hanna) Lo ha oído,
usted, ¿verdad? Lo ha oído tan bien como yo. La mejor suite del
mejor hotel de la ciudad. Y ya ve.
HANNA
Las cosas aquí no son como en su país, señor Sálomon.
SÁLOMON
Las cosas aquí no son como en ninguna otra parte del mundo,
afortunadamente.
Página 70
La piel en llamas
HANNA
¿Pasa algo, señor Sálomon?
Oscuro.
t
ca
a.
am
dr
an
al
at
.c
w
w
w
Página 71