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Sea la modalidad de pesca la que practiquemos (desde embarcación, agua dulce, playa etc.)
los carretes van a “sufrir” pues es uno de los elementos que al fin y al cabo sufre más
desgaste y está en contacto con el agua que en el caso del medio marino es sumamente
corrosiva.
La buena noticia es que la aparición de modelos sellados, cada vez más presentes en el
mercado, ha conseguido que podamos minimizar bastante el mantenimiento básico que se
les debe hacer a los carretes si embargo una caída accidental al agua, la exposición
prolongada a la lluvia o al polvo etc pueden hacer que nuestro carrete requiera de unos
cuidados específicos que garanticen su correcto funcionamiento y prolonguen la vida útil
del mismo.
Por supuesto, el cuidado del carrete debe hacerse de forma regular, cada vez que volvamos
de pescar y cada cierto tiempo un mantenimiento más a fondo. A continuación le damos las
principales claves en este sentido.
LIMPIEZA DIARIA
Es importante destacar que solo tenemos que desmontar de nuestro carrete aquellas partes
que por su uso así lo requieran, el cuerpo del carrete no debe abrirse nunca para engrases y
limpiezas. En caso de algún problema derivado de su interior debemos enviarlo al servicio
técnico especializado.
En primer lugar quitaremos la arena, polvo, barro y restos que puedan tener nuestros
carretes con una brocha fina para poder seguidamente limpiar con un paño suave y un poco
de aceite fino todo el cuerpo y piezas desmontadas (manecilla, tapón de freno, bobina y
cuerpo del carrete).
Al limpiarlo con un paño con aceite conseguimos eliminar todos los restos de agua que
puedan tener nuestros carretes además de protegerlos de posible oxidación o deterioros en
su pintura. Debemos después dejar estas zonas totalmente secas sin restos de aceite para
evitar que la suciedad se pegue a ellos (polvo, arena…)
Especial atención deberemos tener en caso de que el carrete haya caído al agua, en cuyo
caso siempre es recomendable que retiremos la bobina y realicemos una limpieza algo más
a fondo. De hecho, teniendo en cuenta hasta donde se haya ensuciado el carrete, si le ha
entrado barro, arena o polvo, etc. deberemos valorar la realización de un lubricado del
mismo que explicaremos a continuación.
Lubricar un carrete de pesca no es una labor del todo sencilla, sin embargo se recomienda
que se realice al menos una vez al año, preferiblemente al comienzo de cada temporada.
Antes de lubricar el carrete hay dos cosas fundamentales a tener en cuenta:
– Debemos tener bien claro cuáles son los puntos en los que echar grasa y cuáles los que
necesitan aceite. Esto es:
Grasa: para los engranajes.
Si ya ha probado alguno puede que ya tenga su “preferido”, sino debe tener en cuenta que,
normalmente, cada marca tiene sus propios lubricantes por lo que será cuestión de probar
con cuál se encuentra cómodo.
Sea cual sea la grasa que utilicemos, lo más importante es que la utilicemos en muy
pequeñas cantidades, ya que los excesos aquí son realmente contraproducentes.
Dicho todo esto, conviene que comentemos los pasos a seguir a la hora de desmontar un
carrete:
Después vendrá la manivela que se quitará tras sacar los tornillos y tuercas que la
sujetan.
De esta forma, sacamos el muelle, la manivela y el freno.
No conviene pasarnos con el aceite: una única gota de de aceite en cada rodamiento
resulta más que suficiente.
Los materiales que necesitaremos son los siguientes: destornilladores pequeños de estrella y
planos, llave universal para la manivela, pinzas, un cepillo de dientes viejo, aceite especial
para rodamientos, grasa para engranajes, un recipiente pequeño con gasolina, un paño
limpio y papel de cocina.
Pasos a seguir:
Empezaremos por desmontar la manivela y todas las piezas que van junto a ella.
Posteriormente desmontaremos la tapa lateral para extraer la bobina. Limpiamos los
frenos centrífugos con un cepillo de dientes o una brocha fina. Ojo no se lubrican.
A continuación desmontamos todo el conjunto de engranajes y embrague,
revisamos el estado de los dientes de las corona y limpiamos los restos de suciedad
con un cepillo empapado en gasolina.
Pasamos a limpiar todas las piezas de una en una, una vez limpias y secas pasamos
a montarlas de manera inversa al proceso de desmontaje.
Lubricación: Una vez limpio el conjunto pasamos a lubricar los elementos
necesarios, para ello lubricaremos el guía hilos, los rodamientos de las tapas y el
mecanismo del piñón central.
MANTENIMIENTO REGULAR
Resumimos a continuación una serie de consejos de mantenimiento diario útiles que le
ayudarán a mantener su carrete como el primer día por mucho más tiempo.
Por lo tanto, comprobaremos siempre que el carrete está seco y lo haremos sobre
todo si lo vamos a guardar durante un largo periodo. Para secarlo, conviene dejarlo
al aire libre, sin la acción directa del sol.
Mantenimiento del guía hilos: Posiblemente sea la parte que mas mantenimiento
necesite debido a prácticamente su contacto continuo con el agua debido a su paso
de nuestra línea mojada por él. Podemos desmontarlo pero siempre con mucho
cuidado y ordenando las piezas de la misma forma que las vamos quitando. De esta
forma conseguiremos volver a montar nuestro guía hilos correctamente
Cada cierto tiempo debemos lubricarlo externamente en sus partes móviles, pues la falta
aceite acelerará el desgaste que se acentúa en un entorno especialmente corrosivo como el
marino especialmente si vamos a tener los carretes “parados” durante un tiempo
prolongado.