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EL APOSTOLADO INTELECTUAL

EN LA MISION DE LA IGLESIA*
Pedro Arrupe, S.f.
Superior General de la Compañ IÍl de Jesús

INTRODUCCION Algunos esperarían, quizás, que co-


menzase este escrito definiendo qué es
No faltan quienes han puesto en du- el "apostolado intelectual". Me temo
da si el apostolado intelecutal sigue te- que no conseguiría una definición capaz
niendo cabida en la Iglesia de hoy, jus- de satisfacer a todos, ni que pudiese ob-
tamente preocupada como nunca por jetivar su rica complejidad. Me conten-
el urgente apostolado de tipo social que taré, por tanto, con decir sencillamente
busca la promoción de la justicia entre qué entiendo cuando uso esa expresión.
los hombres. La responsabilidad que
teng.., de procurar que un cuerpo apos- Me refiero tanto al apostolado que
tólico como es la Compañía cumpla ca- se ejerce mediante actividades intelec-
da vez mejor su misión, me impulsa a tuales, como al apostolado entre los in-
insistir en la necesidad de aportar nue- telectuales. Pienso en nuestros profesio-
vas energías al apostolado intelectual nales de las ciencias, la investigación, la.
hoy. De esto tratará la primera parte reflexión, la literatura, el arte, en los
de este escrito. dedicados a tareas docentes o formati-
vas, en nuestros publicistas, aun a nivel
Quienes están directamente dedica- de vulgarización. Y cuando digo "inte-
dos al apostolado de tipo intelectual se lectuales" aludo a los pensadores, inves-
interesarán, sin duda, mucho más por tigadores, hombres de ciencia, a los
cuanto aquí se dice. Sinembargo, todos profesionales de cualquier actividad típi-
deberíamos ser conscientes del puesto camente intelectual. Abarco también el
que este apostolado debe ocupar en el mundo de los jóvenes que se preparan
conjunto de nuestros compromisos; intelectualmente, sobre todo a niveles
y puesto que, en definitiva, la misión superiores, aunque el adiestramiento in-
de la Iglesia no es más que una, en ella telectual comience ya, por lo menos, en
se engloba cualquier tarea apostólica. la segunda enseñanza.

* Arreglo de nuestra redacción sobre una Carta acerca del Apostolado Intelectual. del 25 de diciem-
bre de 1976.

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- 1. EL APOSTOLADO INTELECTUAL "de los grandes problemas a los que la
EN LAS OPCIONES ACTUALES DE Iglesia y la humanidad deben hoy ha-
LA IGLESIA cer frente" (no. 60).

Qué relación existe entre "apostola- A su vez la promoción de la justicia


do intelectual" y "misión de la Iglesia exige que "estemos dispuestos a consa-
hoy"? Qué nivel hay que atribuir a este grarnos a los estudios austeros y pro-
apostolado en nuestra escala de activida- fundizados que se requieren cada vez
des en la actualidad? más para comprender y resolver los pro-
blemas contemporáneos" (no. 35; cf.
1. Crisis y Caml,¡io en el Mundo Inte- no. 44). Característica actual es, además,
lectual y Cultural la injusticia de las estructuras (nn. 31,
40). Ahora bien, cómo es posible anali-
Creo que es fácil contestar esas pre- zar esas estructuras e idear su reforma
guntas si sabemos intuir la realidad ac- sin un estudio a fondo?
tual. Baste recordar el diagnóstico que
de ella hizo el Concilio Vaticano II y, 3. Una Objeción
a su turno, los últimos Sínodos Episco-
pales: grave situación de injusticia y, Pero no se corre el peligro de volver a
en no menor medida, de profunda crisis alejarnos del mundo de lo real y volver
y transformación intelectual. a minusvalorar ese apostolado urgente
de preferencia por "el servicio de los
La XXXII Congregación General de pobres" (no. 60) y de activa solidari-
la Compañía de Jesús en su Decreto 40. dad "por los sin voz y los sin poder?"
señaló este segundo componente ya (no. 42).
desde el comienzo mismo, al decir que
"buen número de nuestros contemporá- La respuesta a esta dificultad debe ir
neos están fascinados, incluso domina- matizada. Efectivamente, mal podremos
dos por los poderes de la razón huma- servir a los pobres si no tenemos con
na" (no. 5) y al describir más adelante ellos un estrecho contacto y si nos falta
el impacto de los avances tecnológicos un mínimo de ex.periencia acerca de su
y de las ciencias humanas (no. 25). Esta vida.
"mutación cultural y socio-estructural"
está íntimamente relacionada con la se- Sinembargo no es menos cierto que,
cularización (no. 26). precisamente, para promover la justicia
y servir a los pobres, tenemos también
2. Dimensión Intelectual de las Op- que dirigir nuestra actividad a aquellos
cianes-clave que "tienen responsabilidad o influen-
cia sobre las estructuras" (no. 40L
Este cuadro adquiere perfiles aún más a los que pueden llegar a ser "agentes
concretos cuando se trata de señalar las de transformación social"o "multiplica-
tareas prioritarias que se deducen de dores para el proceso mismo de educa-
este diagnóstico: el servicio de la fe y la ción del mundo" no. 60). Ahora bien,
promoción de la justicia. Ambas tareas los intelectuales figuran entre quienes
conllevan un importante componente tienen influencia social. Y buena parte
intelectual. de los agentes de transformaci6n social
sigue reclutándose, aunque no exclusi-
En efecto, el servicio de la fe exige vamente, entre la juventud que estudia.
trabajar "en la búsqueda de un nuevo
lenguaje, unos nuevos símbolos" (no. 4. Exigencias de un Apostolado Inte-
26), en la renovaci6n y. adaptaci6n de lectual Especializado
las "estructuras de reflexi6n teol6gica,
de la catequesis, de la liturgia y de la La mayor seriedad intelectual posible
acci6n pastoral" (no. 54) yen el estudio es hoy exigencia para cualquier activi-
dad apostólica, sin que todo, evidente- cierto que en esta cita no se trata úni-
mente, se reduzca a eso_ Dos parecen ser camente del apostolado intelectual, pero
hoy las áreas que es menester privilegiar: es innegable que éste ocupa un puesto
la educación de la juventud ("que hay relevante en el pensamiento del Santo
que proseguir e intensificar") y la "in- Padre.
vestigación y reflexión teológica" (no.
60). De all í la urgencia de dedicar após- El 6 de agosto de 1975, en la audien-
toles "a la investigación científica o a la cia concedida a los Rectores y Presiden-
enseñanza, especialmente de las cien- tes de Universidades, confirmó de nuevo
cias sagradas, forma auténtica de apos- "la grave misión" que incumbe a todos
tolado eclesial". Y en verdad, no se res- en el campo de la cultura moderna.
petaría la dimensión intelectual inheren-
te a nuestras opciones apostólicas prefe- 6. El Tema queda abierto
renciales (el servicio de la fe y la promo-
ción de la justicia) si no se dedicara un No he pretendido aquí hacer un tra-
significativo contingente de apóstoles tado ni exponer en toda su profundidad
eclesiales a trabajar primaria y específi- teológica la relación entre inteligen-
camente en tareas de investigación y cia/conocimiento y fe/evangelización.
ciencia, y, en términos generales, en un Confío esta tarea a aquellos que han re-
apostolado explícitamente intelectual. flexionado más el tema. Una cosa queda
clara: la misión que hemos recibido y
Por lo demás, en no pocos casos, el nuestras propias opciones por el servicio
marco ideal para esta actividad no podrá de la fe y la promoción de la justicia exi-
ser otro que el de centros perfectamente gen que nos comprometamos en serio en
organizados, universidades, institutos de variadas formas de apostolado intelec-
investigación, colegios, revistas, etc. tual.
(cf. no. 7).
11. CONFIGURACION ACTUAL DEL
5. Recomendaciones del Papa Pablo APOSTOLADO INTELECTUAL
VI
Se deduce de cuanto llevamos dicho
En alocución del 3 de diciembre de que tenemos que seguir adelante con lo
1974 dirigida a toda la Compañía de que hasta aquí hemos hecho, limitándo-
Jesús el Papa puntualiza las consecuen- nos sencillamente a revigorizar lo que
cias que se siguen de la misión o envío pudo haber decaído, o que tenemos que
apostólico: "la investigación y la ense- lanzarnos a acometer obras nuevas y re-
ñanza teológicas, el apostolado de las estructurar las actuales?
publicaciones y ediciones, el apostolado
social y la actividad intelectual y cultu- Ambas cosas, diría yo, según los ca-
ral que desde las escuelas para la forma- sos. Y ello en virtud de un ponderado
ción integral abarca todos los grados de discernimiento que habrá que establecer
la formación universitaria y de la inves- en base a criterios objetivos y orienta-
tigación científica". ciones tanto de la Iglesia como de nues-
tra propia espiritualidad. Sobre algunos
Pocas líneas después en el mismo dis- puntos concretos quisiera detenerme un
curso el Papa reconocía como distintivo poco.
de los apóstoles de la Iglesia el hecho de
que "incluso en los campos más difíciles 1. Selección de Areas y Especialida-
y de primera línea, en los cruces de las des
ideologías, en las trincheras sociales,
donde quiera que ha habido y hay con- La selección del área de nuestro apos-
frontación entre las exigencias urgentes tolado intelectual debe hacerse en fun-
del hombre .y el mensaje cristiano, allí ción de los cr.iterios prioritarios exigidos
han estado y están" los apóstoles. Es por las actuales circunstancias de la hu-

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manidad: el servicio de la fe y la promo- Claro que no podemos hacerlo to-
ción de la justicia. Yesos mismos crite- do. No daríamos abasto y caeríamos
rios han de condicionar la orientación en la dispersión. Pero debemos tener
hacia el apostolado de las personas en ante los ojos el amplio abanico de posi-
formación o preparación. Porque no bilidades que se abre ante nuestro apos-
cualquier tipo de quehacer intelectual tolado y la lista de áreas de trabajo que
o de investigación encaja de la misma -en función de las necesidades y de nues-
manera en nuestra misión. Y por otra tros recursos- son compatibles con nues-
parte, todavía no estamos eficazmente tra vocación. Sé que a lo citado hasta
presentes en algunas áreas del mundo in- ahora habría que añadir el mundo de la
telectual donde deberíamos hallarnos. literatura y de las artes, y el de los me-
dios de comunicación social, sectores
En cuanto a las especialidades, los todos ellos en los que la colaboración
criterios de urgencia deben reservar los entre los apóstoles de la Iglesia ha ex-
primeros puestos a las ciencias sagradas perimentado en los últimos tiempos
(exégesis, teología, moral, espirituali- un consolador incremento.
dad). Nuestra responsabilidad es tanto
mayor cuanto que no son muchas las Para una elección más segura, habrá
personas que pueden prestar este ser- que tener en cuenta el talento y la voca-
vicio a la Iglesia. ción personal de cada uno y discernir
qué es lo más urgente en talo cual cir-
cunstancia y qué es lo más necesario en
La filosofía (cuya situación debe ser
una prospectiva de futuro.
revisada en más de un sitio) sigue en el
orden de preferencias, junto con las
ciencias antropológicas y, concretamen-
te, las sociales. 2. Investigación, Enseñanza, Otras
Areas de Apostolado Intelectual
Sigue siendo conveniente que algu-
nos, por lo menos, se dediquen a otras Idénticos criterios deben inspirar
ramas de las ciencias, a las matemáticas, también la distribución y justo equili-
a las ciencias naturales. Su elección ha brio de las fuerzas de la Iglesia entre in-
de ir precedida de un discernimiento vestigación, enseñanza, y otras formas
más exigente que el utilizado en el caso de presencia apostólica entre los inte-
de la teología y ciencias humanas que lectuales.
son opciones preferentes. Más de una
razón hay para dedicarse a ello. Recor- La investigación apunta a largo plazo,
demos la influencia de las ciencias de ti- criterio siempre privilegiado en la Iglesia
po natural en la formación de la menta- puesto que favorece bienes más durade-
lidad moderna. Por lo demás, cómo se ros. La educación de la juventud es uno
puede llevar a cabo una reflexión teoló- de los "campos en que está en juego to-
gica que sea inteligible sin un profundo da la persona humana". En cuanto a
conocimiento de las raíces científicas otras formas de presencia apostólica en-
de esa mentalidad? Más aún: cómo ha- tre los intelectuales, su importancia de-
cer presente la Iglesia y mantener los riva de que permite establecer trascen-
indispensables contactos personales en delltales contactos con hombres y mu-
un sector mundial de tan vital importan- jeres que tienen un influjo enorme sobre
cia como el cientffico y técnico, sin con- sus contemporáneos por no decir sobre
ceder a las ciencias el valor que les co- toda la sociedad y sus estructuras.
rresponde? No olvidemos, además, que
las conquistas de las ciencias exactas y Permítaseme añadir que todo centro
naturales son con frecuencia excelentes de estudios superiores de la Iglesia, muy
aportaciones a la victoria contra calami- especialmente los de estudios teológicos
dades y miserias de todo tipo. La cari- y filosóficos tienen la responsabilidad de
dad también llama por aquí. mantenerse en un alto nivel no solo

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docente, sino también de investigación, verdad interdisciplinario. Sabemos qué
al menos en una especialidad cuidadosa- difícil es en la práctica el trabajo inter-
mente bien elegida. Y los programas de disciplinario que supere al superficiali-
esta investigación deberán ser sometidos dad. Puede ocurrir, inciuso, que se co-
a constante evaluación no menos que mience a trabajar sin que cada uno vea
los programas docentes. claros y acepte los planteamientos de
otras disciplinas diferentes a la suya. Por
Por lo que toca al apostolado entre ello la Iglesia necesita investigadores de
los intelectuales -que ni es actividad un tipo nuevo: con gran capacidad de
científica a jornada completa ni activi- síntesis que les permita presentar solu-
dad docente propiamente dicha- querría ciones globales, de fondo, articuladas,
señalar que es importantísimo que los que son las que exigen los grandes
que se ded ican a él tengan suficiente problemas actuales de la humani-
preparación, incluso científica, en la dad. Hará falta también, hablando en
materia que cultivan aquellos entre quie- general, superar el individualismo y el
_nes se mueven y que actualicen constan- egocentrismo de quien se encastilla en
temente sus conocimientos -y también su propia especialidad.
los teológicos- para mantenerse a la altu-
ra de los problemas que se les presenten. Hemos de tener especial cuidado
al analizar una situación local concreta
a la luz Ge varias disciplinas. No será
3. Formación Continua de los Ope· suficiente el contar con especialistas
rarios Intelectuales. en varias cosas, sino que junto a quienes
enfocan el problema desde el ángulo in-
N i siquiera los investigadores y do- telectual, hay que tener en cuenta a
centes están inmunizados contra el in- aquellos que lo conocen experimental-
exorable envejecimiento de la primera mente, por ejemplo, uesde la experien-
formación. Todos, pues, deberían hacer- cia real de la pobreza.
se esta pregunta: he abandonado en to-
do o en parte el estudio serio y mi pues- Dada la uiversificación de especiali-
ta al día intelectual, quizás también la zaciones intelectuales, la extensión geo-
espiritual, desde que acabé mi doctora- gráfica ae la misma Iglesia, la amplitud
do o puco después? de contactos con grupos y culturas tan
diversas, tenemos posibilidades excep-
La llamada insistente a la formación cionales para actividades interdisciplina-
continua no se dirige sólo a los operarios rias. Y por lo mismo nuestra responsabi-
dedicados al ministerio pastoral. Esta lidad es mayor y estamos tanto más
formación continua en el terreno de lo obligados a colaborar como cuerpo a la
intelectual requiere de una fina percep- solución "de los grandes problemas con
ción acerca de la evolución de la teolo- que se enfrentan noy la humanidad y la
gía y, en no menor medida, capacidad misma Iglesia": problemas que casi
de asimilación de cuanto otros han ex- siempre son multidisciplinarios. Y cuán-
perimentado en sus contactos más direc- tas veces intentamos resolverlos de ma-
tos o más numerosos o más diversifica- nera claramente autosuficiente, porque
dos con todo tipo de gente. los atacamos sólo desde el ángulo de
nuestra propia e individual especialidad!

4. Colaboración, Interdisciplinarie- 4. Conservar la Sensibilidad y la Sen-


dad, Multidisciplinariedad cillez

A nadie escapa la importancia que Otra cualidad indispensable del apos-


hoy reviste la colaboración entre todos tolado intelectual hoyes una gran sensi-
los que cultivan especialidades diferen- bilidad hacia los hombres de cualquier
tes, lo cual requiere de un trabajo de clase, incluso las menos consideradas.

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Para ello es necesario que cese en compromiso apostólico intelectual. Pero
nosotros -y contribuir a que cese en tor- a todos los apóstoles de la Iglesia afecta
no nuestro- la arrogancia, el desprecio el llamamiento a una conversión de su
por los no-intelectuales, y cierta insen- estilo o modo de vida. Aun reconocien-
sibilidad que, como consecuencia de "Ia do las legítimas necesidades del trabajo
objetividad" puede afectar a veces alas propio de un intelectual, no hay por qué
intelectuales. vivir en todo como aquellos con quienes
trabajamos. No faltan intelectuales, de
Es ilusorio aspirar a abolir toda dife- credos muy diferentes, que lejos de
rencia entre las profesiones humanas: la comportarse como gente de recursos,
intelectual y la manual, por ejemplo. Pe- dan en esto un magnífico ejemplo. No-
ro es justo exigir que desaparezca el or- sotros que ansiamos identificarnos con
gullo o el desprecio que van asociados a Cristo pobre, podremos quedarnos atrás?
esas diferencias, y que se supriman los
privilegios que se fundan en ellas. No Un testimonio de pobreza adaptado
ha recibido de la sociedad cuanto tiene a las circunstancias es no solo posible,
cada uno de nosotros? Y no caemos fre- sino necesario en el apostolado intelec-
cuentemente en esa presunción de supe- tual.
rioridad? No nos aprovechamos, llegado
el caso, de lo que prácticamente es un
privilegio cuando lo que de nosotros se 6. Motivaciones Evangélicas del Com-
esperaba era un ejemplo de lo contrario? promiso Intelectual

Quienes se dedican en la Iglesia a un


5. La Pobreza en.1 Apostolado Inte- apostolado de tipo intelectual son, por
lectual lo general, religiosos, religiosas, sacerdo-
tes. Es ese título de apóstoles o de sacer-
El apostolado de tipo intelectual no dotes, como he dicho, el que justifica
queda al margen del hoy muy necesario nuestro acceso a la investigación, a la
testimonio de pobreza por parte de toda ciencia como profesión, a la enseñanza
la Iglesia. Y eso porque las dimensiones superior o a cualquiera otra forma de
de la pobreza no son materiales sola- servicio apostólico en el mundo intelec-
mente. Existe una pobreza de espíritu tual. Pero no basta que sea bueno el
que es poder ¡loner a disposición de to- punto de arranque. Es menester man-
dos cuanto hemos recibido: exigencia de tener ese equilibrio vivencial a lo largo
modestia, de colaboración, de generosi- del tiempo.
dad en comunicar nuestro saber, de aco-
ger a los pequeños. Quienes se dedican al apostolado in-
I telectual deber precaverse contra la ten-
Por otra parte, la necesaria solidari- tación de creer que servirían a Dios de
dad con los hombres que llevan una vida modo más adecuado en otras ocupacio-
difícil y son colectivamente oprimidos, nes aparentemente más pastorales. Por
no puede ser asunto sólo de algunos eso no deben permitir que tras unos po-
apóstoles en la Iglesia. Aplicándolo a cos años de trabajo científico, otros
nuestro caso, incumbe también a quie- ministerios más atrayentes desde algu-
nes dedican su vida al apostolado inte- nos puntos de vista vayan absorbiéndo-
lectual. Quizás no sean ellos quienes los con merma de su dedicación intelec-
tengan que "participar más de cerca la tual. Y por otra parte, por fidelidad a
suerte de las familias de ingresos modes- este mismo compromiso, deben mante-
tos", aunque no faltarán quienes se sien- ner viva con no menor claridad en su
tan inspirados a hacer compatible esa mente' y en su corazón, la motivación
participación y una vid.a de intenso tra- expresamente evangélica y apostólica
bajo intelectual. Yo querría animarlos por la que optaron por este tipo lJe tra-
a todos a descubrir ese nuevo estilo de i bajo intelectual.
y ahora preguntémonos: es posible y Escolares que hacen en él sus prime-
que, arrrastrados por la corriente de la ras armas antes de llegar a las órdenes,
vida y abandonado el frecuente repaso quiero precisar que la misma recomen-
de la historia de la propia vocación, dación vale para ellos: unión estrecha
nuestra éxistencia se haya ido reducien· con todos los que laboran en el aposto-
do a un profesionalismo Je la investiga· lado de la Iglesia.
ción o a cualquiera otra tarea intelectual
que ya ;10 tenga que ver nada con el ser· Quiero deciros una cosa que enseña
vicio Jel evangelio y que, para nosotros la experiencia: el que progresa en su
mismos y para los demás, se haya vacia· vida intelectual (de variedad profana o
do de su contenido apostólico? En caso no profana) sin progresar simultánea-
afirm¡;tivo, seamos conscientes de que a mente ne la profundización de su fe,
menos que se produzca una realimenta· se pone en peligro. Y de la misma ma-
ción de motivos en las fuentes iniciales nera, sin que pueda haber regla general
de nuestro compromiso, ponemos en pe· dada la diversidad de necesidades y cir-
ligro nuestra vocación y, en todo caso, cunstancias, el mantenimiento del equi-
corremos el riesgo de hacernos apostóli· librio de la vida sacerdotal e intelectual
camente estériles. Este esfuerzo por exigirá con frecuencia que tome alguna
reempalmar con los orígenes ha de ser parte en un ministerio pastoral más
periód ico, frecuente, incluso constante, directo o entre los más pobres.
como se ve en los ejemplos antiguos y
modernos. Finalmente, su vida ha de estar
celltrada siempre y e manera clara
en la Eucaristía, sacramento en que se
7. Fidelidad a la Iglesia que da la
cOllsuma la trasformación del mundo a
misión
la que pretendemos colaborar tanto por
Somos "hombres de misión", pero la ciencia como a través de la acción.
misión de la Iglesia, se entiende. He ci· (cfr. CG XXXI d.23, n.12; CG XXXII
tado más arriba las palabras de Pablo VI d.11, n. 35).
_ llamándonos "enviados de Iglesia" y
aplicando muy especialmente este cali· CONClUSION
ficativo, aunque no en exclusiva, a las
empresas de nuestro apostolado intelec- En resumen: no es este el momento
tual. Esto conlleva el que un apóstol de aflojar el compromiso en el apostola-
intelectual, <:)specialmente si se ocupa de do intelectual. Pero sí es el momento de
la Teología, debe tener en el ejercicio de discernir nuevos campos de aplicación
su justa libertad de investigación un fino de este apostolado. Es el momento de
sentido de su responsabilidad de ser' darle un estilo nuevo en armonía con
fiel a la Iglesia y conducirse en la prácti- las exigencias de fe y justicia. Es hora de
ca con responsabilidad. superar los individualismos aislados. Es
el momento de las obras interdisciplina-
8. Equilibrio entre vida religiosa y res y de la integración apostólica de
sacerdotal todas nuestas tareas. Y añadiré que es
también el momento de renovar la "mi-
Unas palabras finales sobre el punto, I sión" y el sentido de la misión.
ya tratado, del equilibrio entre nuestra
vida religiosa y sacerdotal en que debe- Los Provinciales, a la hora de planifi-
mos progresar. Los que son sacerdotes car los ministerios cara al futuro, tengan
"deben permanecer asociados a todos muy en cuenta el apostolado intelectual.
los demás sacerdotes en la unidad del
sacerdocio r;ninisterial para el servicio Pido también a los jóvenes con cuali--
de los hombres" (d.23, n.12). Teniendo dades para ello LJue se muestren disponi-
en cuenta que también hay Hermanos bles y se sometan de buen grado a esa
que ejercitan el apostolado intelectual lenta preparación que solo fructifica a
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largo plazo, prontos a abrazar una vida pia vocación, su abnegada vida, encauza-
de paciencia y, sobre todo, de fe. Que da ya en esa línea sin posibilidad je re-
los responsables de la formación los apo· torno, adquirirá nueva fecundidad. Será
yen y acompañen en ese esfuerzo. valioso ejemplo y el aliento que necesi-
tan los jóvenes para embarcarse en una
y por último, a todos aquellos que vida cuya austeridad no se les oculta. Pe-
ya hace años apostaron su vida a este ro el mejor ejemplo será siempre el de
apostolado y en él la consumen investi· una fraterna unión con los demás que
gando, enseñando, o en cualquiera otra se ocupan en otros apostolados y se
forma de presencia entre los intelectua· mueven en medios diferentes.
les, les pido que vuelvan los ojos a las
fuentes de su compromiso; que descu· Doy la última mano a este escrito
bran otra vez las motivaciones de entono en el momento en que el mundo entero
ces, si fuese necesario y que logren ese se dispone a celebrar la Navidad. Que
estilo nuevo de apostolado intelectual el Verbo de Dios nacido entre los nom-
hoy requerido. Y si las incomprensiones bres sea la verdadera Luz que ilumina
les hubiesen sumido en la amargura, bus· nuestro trabajo, la Sabiduría que guía
quen en el Senor fuerza para superar- nuestra palabra, la Presencia que habita
la. Renovándose así, a partir de la pro- en nuestro corazón.

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