Año 2. Nro. 77. C . actualidad a diario, se entrega gratuitamente con el diario Crítica de la Argentina del 16 de agosto de 2009.

Prohibida su venta por separado.

+ Quentin Libreros Vladimir

Bayly
Cucurto
Beber
Tarantino
Lo mío es reírme
de ley
Historias y tesoros
Putin
Qué le ven los rusos al
Comidas de cosas que no de una especie hombre que lleva diez
Moda son divertidas. años en el poder.
Salidas en extinción.
actualidad a diario

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 buscador

Todos amamos
Nueva York

A
diez años de la salida
de la guía turística de
Horacio de Dios
sobre Nueva York, la más
vendida en ese momento,
el periodista y viajero
incansable acaba de lanzar
una nueva edición de aquel
libro, esta vez escrito en
colaboración con su hijo
Julián de Dios, también
periodista y fotógrafo.
La Guía completa de
Nueva York está dividida
en capítulos según las
divisiones de esta ciudad
fascinante y en cada uno
de ellos los autores
incluyeron mapas y un
recorrido detallado y bien
dateado, historias y
anécdotas que circulan por
cada zona, así como
también consejos precisos
para no perder tiempo,
evitar aglomeraciones, no
gastar de más, dónde
comer y las mejores
tiendas para comprar ropa,
diseño, objetos, discos o

Vuelve Palermo a la BAF

libros.
Los de Dios conocen a la
perfección cada rincón de

la Gran Manzana y en esta
guía logran transmitir todo
lo que saben en un tono
coloquial, como si un
amigo te contase con
pasión un viaje que hizo
sin dejar de lado una
mirada aguda sobre los
neoyorquinos.
L
a semana de la moda de Buenos
Aires, que incluye 19 pasarelas
con las colecciones primavera-
verano, se prepara para una nueva
edición que se acerca al diseño de
autor. Se presentarán trece diseñado-
res y seis marcas masivas en una
apuesta a los estilos singulares antes
que a la tendencia.
El martes 18 estará dedicado a un
desfile esperado, el de la marca rocke-
ra A.Y. Not Dead, la primera colección
que la firma presenta después que fue
comprada por otra de ropa femenina,
aunque a cargo del departamento
creativo siguen sus dos fundadoras,
Noel Romero y Ángeles Chavallier. El
miércoles 19, la encargada de la aper-
tura oficial será una de las referentes
del diseño local, Nadine Zlotogora. Le
seguirá la marca Cook, luego vendrán
las estampas de Mariana Dappiano y
una vez que se vean los accesorios de
Prüne, el día cerrará con dos firmas
con estilos depurados: Vero Ivaldi y
Kostüme. El jueves comienza con
Rapsodia. Más tarde vuelve a Baf la
palermitana Cecilia Gadea, seguida
por Paula Cahen d’Anvers, María Cher
y las estructuras envolventes de Cora
Groppo y las propuestas futuristas de
la firma masculina Grupo 134. En la
última jornada, Fernando More y
Aldana Strifezza, ganadores del con-
curso Semillero, podrán subirse por
primera vez a una pasarela y atrás de
ellos las tribunas se llenarán de teens
en el desfile de Cómo Quieras Que te
Quiera. Otra de las presencias más
esperadas será la de Marcelo Senra,
el creador que mejor pudo fusionar el
diseño de autor con las raíces argenti-
nas. El último día promete: después
de Wanama, dos creadores locales,
Vicky Otero y Martín Churba para
Tramando, serán los encargados de
cerrar una semana que vuelve a hacer
eje en la diversidad de estilos.
Por otro lado, el 20 de agosto se dicta-
rá el Seminario de Tendencias a cargo
de WGSN, que profundizará sobre los
comportamientos en moda de tribus
urbanas y como sucedió en la edición
anterior, las firmas del showroom ven-
derán durante todo el evento.
Baf Week: 19, 20 y 21 de agosto en La
Rural, predio Ferial de Buenos Aires.
Entrada: $20. Seminario de tenden-
cias: $250. Más información en:
www.bafweek.com.

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 La fascinante
tierra de Nunö

E
l ilustrador Mariano

Los ex
Enríquez, más
conocido como Nunö,

¿
expone en el Centro
Quién no fantasea con la posibilidad de que un ex se vaya a vivir con una nueva Cultural Borges, hasta el
pareja? ¿Qué sentiríamos en caso de que eso suceda? ¿Seguiríamos con nuestra vida 31 de agosto, una serie de
normal o todo se teñiría de extrañas sensaciones difíciles de explicar? Esto es más o imágenes que incluye
menos lo que le sucede a Elizabeth en la obra de teatro Tu eres para mí, que un día se fotografías, dibujos,
entera de que César, su última pareja, está por encarar una convivencia con su nueva novia. pinturas y tecnología
Tu eres para mí es una historia chiquita escrita y dirigida por Mariana Obersztertein, que digital. Los seres que crea
parte de esta noticia difícil de masticar y transcurre en los días siguientes, cuando la vida este artista difícil de
cotidiana de Elizabeth se tiñe de sentimientos que parecían superados. encasillar, también
diseñador y músico, bien
Tu eres para mí. El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034). podrían entrar en la
Sábados a las 21. Entrada: $ 30. categoría de surrealistas
pero también tienen
elementos del cómic, del
Libros sí, alpargatas no La verdad de la milanesa animé japonés y por su

L L
os compañeros y por qué no los de la contra as milanesas no fallan nunca. Aunque haya pulcritud responden a la
también, tendrán desde el 20 al 22 de diferencias: común o napolitana, finita o estética publicitaria. En la
agosto la posibilidad de asistir a la primera gruesa, frita o al horno, recién hechas o de muestra Nunö in
Feria del Libro de Temática Peronista, donde se hace días. Las milanesas tienen múltiples facetas y Mosterland se podrá
exhibirá y venderá gran parte de la literatura en el Club de la Milanesa las ofrecen todas. Pero justamente apreciar ese
relacionada al movimiento político más popular de además, esta cadena funciona como toda una rescate a la infancia y los
la Argentina. Se incluyen actividades como institución: quienes pertenecen al club (la cuentos fantásticos gracias
conferencias, mesas redondas y presentaciones inscripción se hace www.elclubdelamilanesa.com o a un estilo hiperrealista
de ensayos sobre la vida de Juan Domingo Perón en los locales) tienen un 20 por ciento de deformado.
y Evita, su pensamiento, la historia del partido descuento en cenas y al mediodía un café y postre La creatividad de Enríquez
peronista, la actualidad, peronismo y mujeres y de regalo. Hay más de 150 variedades, desde las ha sido reconocida en
debates entre los que participarán Eduardo clásicas hasta las más sofisticadas como una que varias oportunidades, entre
Jozami, Antonio Cafiero, Norberto Galasso, viene con puerros, parmesano y jamón. No habría ellas por la Society of New
Lorenzo Pepe, Pacho O’Donnell, María Seoane, que irse de este mundo sin probarlas todas. Design que lo galardonó en
Horacio González y Octavio Getino. Club de la Milanesa: Gorriti 5702 y (Monroe 1402 2003 y 2008 con el premio
Feria del Libro de (Capital ), a la excelencia y también
Temática Maipú 663 la Society of New Design
Peronista: del 20 (Vicente prestigiosa asociación
al 22, de 14.30 a López) y Jujuy internacional de editores,
21 en el Museo 2298 (Rosario). ilustradores, fotógrafos y
Evita (Lafinur elclubdela- directores de arte que le
2988). Gratis. milanesa.com otorgó el Premio de Plata.

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 BAstArdos sin GloriA.
Brad Pitt es uno de los
protagonistas de la última
película de Tarantino.

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 “Siempre tuve El escenario de la última
película de Quentin
Tarantino, a punto de

la fantasía de
estrenarse en el país, es la
Segunda Guerra Mundial.
La acción, la de “un montón
de chicos” que se proponen

hacer caer al
acabar con los nazis. La
manera en que transcurre,
muy Tarantino. El director
habla aquí de qué es lo que

Tercer Reich”
define su estilo, de cinefilia
y de por qué cree que todas
las mujeres son fuertes.

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 A
los 46 años, Quentin Tarantino se
dejó tentar por un “gran tema”. Su
película Bastardos sin gloria, a
punto de estrenarse en la Argentina,
se desarrolla durante la Segunda Guerra
Mundial. El director la describe como “un
montón de chicos en una película de misión”;
se trata de una fantasía concretada: la de des-
truir el Tercer Reich, y Tarantino lo logra pren-
diendo fuego a lo que más ama: el cine.
–¿Eligió a Diane Kruger porque le recuerda a
“
Uma Thurman?
Cuando estoy –No (risas). Si hubiese querido a Uma habría
escribiendo una elegido a Uma (risas). No. Fue, francamente,
porque ella me recordaba a Shoshanna (el per-
película, imagino sonaje protagónico). Shoshanna es un perso-
risas; cuando la naje que me preocupó por un largo tiempo y
estoy editando, lo que he tenido en mente durante años, así que
hago sabiendo que fui muy preciso para elegir quién la encarnaría.
Y tenía que ser la adecuada. Pero conocí a
habrá risas. Ésa es Mélanie Laurent. Daniel Brühl ya había sido
mi expectativa. elegido, y audicionaron juntos, él leyó con ella
Cuando la veo con y fue como la magia de las antiguas estrellas de
público la primera cine. Me dije: “Dios, si esto fuera una película
en los años 40, Daniel y Mélanie serían los que
vez y escucho las interpretarían estos papeles”. Me di cuenta de
risas, sé que la que sería una maravillosa colaboración entre
película está hecha.” los dos.
–Cuando estaba en Berlín, ¿encontró un bar
llamado Tarantino’s?
–Sí.
–¿Que sintió cuando entró?
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–Fue genial. Había escuchado algo sobre
este bar, mucha gente me había contado y
hasta me habían dado la cajita de fósforos del
lugar. Finalmente, dije: “Tenemos que ir”.
Ese día cenamos y después nos fuimos al bar.
Era un lugar genial (risas), muy genial. Quiero
decir: lucía como un bar que hubiese abierto
yo, en Alemania o en cualquier otro lado. El
color es genial, tiene mis afiches por las pare-
des, constantemente pasan mis películas en
una pantalla gigante y suenan mis sounds-
tracks.
–Y cuando usted entró…
–Entré y resultó que el dueño sólo amaba
mis películas. Abrió ese bar hace tres años, sin
saber si yo entraría por esa puerta alguna vez.
Fue genial cuando caminó hacia mí y me dijo:
“¡Bienvenido a tu lugar!” (Risas) Después tuvi-
mos unas cuantas fiestas allí. Hemos tomado
muchos tragos en ese lugar. Fue una locura.
–¿Cómo se siente cuando escucha hablar
acerca del “estilo Tarantino”? ¿Cómo describi-
ría su estilo?
–Escuché que se tiraba ese término. No sé si
está bien que yo lo diga. Pienso que es más para
que otra gente me diga a mí cuál es mi estilo. Es
una pregunta difícil, ya que cuando hacés lo que
hacés, no estás del todo consciente de cómo es lo
que querés hacer, sino que simplemente lo hacés.
Pero, bueno… una de las cosas es solo un toque,
es un sentido del humor que hay en mis pelícu-
las. En todas hay algo que estoy tratando de lle-
12/08/2009 22:08:51

var a cabo. Y una de las cosas que creo que estoy
tratando de hacer es llegar a reírme de cosas que
no son divertidas. Quiero decir que, cuando yo
escribo mis películas, oigo risas. No estoy dicien-
do que es una desenfrenada comedia, pero hay
risas. Cuando estoy haciendo la película, imagino
risas; cuando la estoy editando, lo hago sabiendo
que habrá risas que van a redondear las cosas.
Esa es mi expectativa, y cuando, finalmente, veo
la película con un público por primera vez, ésa es
la conclusión. Es como una receta de cocina, que
necesita un último ingrediente para que salga
correctamente. Y así es para mí: no sucede hasta
que termino de ver la película con audiencia. Esa
es la recompensa. Y escuchar sus risas es saber
que la película está hecha. Ahí me digo: “Ahora
está terminada”. Pero parte de ese método, de
esta locura, es la idea de que se ríen de cosas de
las que normalmente no se ríen y podría ser
incluso cuestionándose “¿por qué me estoy rien-
do de esto?”. Pero usted se está riendo de todos
modos, y también de lo malo, usted es cómplice
(risas).
–¿Cuál era su imagen de Alemania antes de
hacer esta película y cuánto ha cambiado des-
pués de que fue y trabajó con tantos alemanes?
–Tu imagen siempre va a cambiar drástica-
mente después de vivir y trabajar durante ocho
meses en un lugar. Tenía mi pequeño departa-
mento, mi pequeña ruta por donde caminar, los
bares y restaurantes que me gustaban, ahora hay
amigos que tengo que visitar. Alemania es mía
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Acción. Tarantino
en rodaje y una
escena de la
película.
ahora. Es como que puedo ir y visitar amigos por
el resto de mi vida. Y tengo lugares donde ir, que
ahora son míos. Por lo tanto, una de las mejores
cosas de filmar en un lugar es llegar a convertirlo
en eso. No puedo ser muy específico sobre las
cosas que yo no había pensado antes, las que
fueron una revelación, todo eso. Lo de hacer caer
al Tercer Reich, en el modo en que lo hice, darles
eso a amigos míos judío-americanos, es una fan-
tasía maravillosa. He tenido esa fantasía siempre.
Y no fue hasta que empecé a hablar con los ale-
“
manes sobre el tema que me di cuenta de que era
su fantasía también. Las tres últimas generacio- Cuando sos
nes, al menos –más aún, pero voy a decir con
criado por una
seguridad las tres últimas generaciones– han
tenido esa fantasía. Y ellos responden a esa fan- madre soltera y ella
tasía, y frente a esta película de deseo, tanto es una mujer
como cualquiera, sino más que cualquiera. Una fuerte... Uno piensa
de las cosas que me dijeron fue un gran tema: les
que todas las
encantó el guión, pero una de las cosas que ama-
ban fue que no sabían si se podría hacer en mujeres son
Alemania. Algo como “no sé, no sé si estamos fuertes.”
autorizados para hacerlo, podrías salirte con la
tuya, pero esto no se puede, no se le ocurriría
incluso a un alemán hacerlo, si lo hacés, debés ser
cuidadoso, maldita sea (risas)”.
–¿Sacrificaría su colección de películas por
matar a Hitler?
–Oh sí. Sí, sí, sí (risas). Por supuesto.
–¿Espera una recepción diferente en Alemania?
¿Diferente que el resto del mundo?
–Sí, creo que va a ser diferente, porque va a ser
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 más popular. Creo que con el elenco alemán que
tengo, trabajando en la máxima calidad, y siendo
Las nuevas chicas Tarantino capaz de oír un diálogo hablado en alemán, pero
aun así en mi estilo de diálogos y con todos los

E
sta vez le tocó hacer de Bridget von Hammersmark en la nueva de Tarantino. aspectos que hablamos antes… sí, tiene que ser
Allí, Diane Kruger aprovecha haber nacido –julio del 76– en Baja Sajonia, uno de los países con mejor recibimiento.
Alemania. Cuando todavía era Diane Heidkrüger se fue a Londres para ser –En su película, el cine salva el mundo, pero
bailarina en el Royal Ballet, pero una lesión cortó ese sueño. Volvió a Alemania, se usted usa el celuloide para explotar todo. ¿Es una
convirtió en top model y al poco tiempo se mudo a París, por sugerencia del cineasta especie de metáfora para usted? ¿Qué intenta
Jean Luc Besson (El quinto elemento, 1997), para ser actriz. decir con esto?
El 2004, profesionalmente, fue su año. Debutó en Hollywood con tres –Bueno, por un lado, lo que es interesante para
películas. Su primera aparición fue nada menos que en la superproducción Troya, mí es que hay una metáfora muy jugosa y, por
haciendo de Elena. Apareció junto a Brad Pitt, Orlando Bloom y Eric Bana. Diane otro lado, no hay metáfora: es todo literal. Es la
accedió al pedido del director Wolfgang Petersen de subir unos kilitos. Este película en sí misma la que hace caer al Tercer
esfuerzo fue el único que los críticos le reconocieron. Peores fueron los Reich, ¿de acuerdo? Me encanta la dualidad del
comentarios cuando, meses más tarde, se estrenó El departamento, melodrama hecho de que funciona como una gran metáfora,
romántico que protagonizó junto a Josh Hartnett, el fachero de Vírgenes pero también es una realidad y no sólo una pre-
suicidas, Pearl Harbor y La dalia negra. Pero la belleza de Kruger pudo más. Ese sunción poética; pero es la película la que lo lleva
mismo año se estrenó La leyenda del tesoro perdido, donde protagonizó junto a adelante. Amo esa dualidad. Recuerdo que, en
Nicolas Cage, Jon Voight y Harvey Keitel. En 2007 filmó su secuela, La leyenda un punto, tenía a la protagonista iniciando el
fuego y me dije “OK,
¿con qué debería iniciar
el fuego?, ¿con una pelí-
cula de judíos?, ¿fue la
creación de Goebbels la
que hizo caer a los nazis?,
¿o debería iniciar el fuego
con la primera parte de
La Grande Illussion?”
Entonces sería papá Jean
(Renoir) el que hizo caer
al Tercer Reich (risas).
–Inglourious Basterds
es el título con que se
estrenó en Estados
Unidos, en 1978, la pelí-
cula del italiano Enzo
Castellari Quel male-
detto treno blindato,
¿hubo alguna influencia
de Castellari en el film?
–Sí, bastante. Como
Sam Peckinpah (Perros
del tesoro perdido: el libro de los secretos, con el mismo casting más Ed Harris. de paja), Castellari es un maestro de la cámara
En las películas en las que le toca trabajar a Kruger siempre hay belleza, éxito de lenta. Tiene grandes secuencias en cámara lenta
taquilla y buenos repartos. En Bastardos sin gloria, tiene la chance de volver a en sus películas y son geniales. Y salieron un par
cruzarse con Brad Pitt, actuar con Daniel Brühl (Good Bye Lenin) y ser dirigida de esas secuencias en cámara lenta en la película.
por Tarantino. Pero porque yo soy un gran fanático de la labor
El director la convocó, en un principio, para ser la protagonista, pero la joven de Castellari.
actriz francesa Mélanie Laurent cautivó al director y se quedó con el rol de –Él estaba terminando una película titulada
Shosanna Dreyfus. Nacida el 21 de febrero de 1983 en París, debutó como actriz Bastardos del Caribe, ¿ha visto que Bastardos sin
tras una reunión casual con Gérard Depardieu y logra tener un pequeño papel en gloria le dio impulso a Castellari en el mercado?
Un pont entre deux rives, en 1998. Desde entonces, filma a razón de dos películas –Sí, los Bastardos del Caribe (risas)... podría
por año. Sus grandes ojos claros y su rostro angelical son una mezcla explosiva tener que hacer un cameo en esa película
cuando se combinan con su talento. Comenzó, así, a hacer su camino, siendo (risas).
reconocida por el público y los críticos de su país. Hoy, con la expectativa obvia, –Bastardos sin gloria, como todas sus películas,
pega el salto internacional con un papel protagónico en la nueva de Tarantino. En está perfectamente hecha, aunque usted nunca
Cannes, donde se presentó la película, jugó de local y bailó con Tarantino en la fue a la escuela de cine. ¿Cómo aprendió? ¿Es
alfombra roja. Se robó las cámaras. posible aprender cine solo mirando películas?
–Es gracioso. Para mí, la mayoría de las escue-

10

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las de cine no enseñan tanto estéticamente, me
refiero a lo que se necesita para llegar a tener una
estética propia. Y, de hecho, parte de convertirse
en un artista es en realidad el descubrimiento de
la propia estética. Quiero decir: se puede enseñar
la sincronización de sonido con imagen, o algu-
nos trucos de edición diferentes, o pueden ense-
ñarte a hacerlo con una cámara de alta resolu-
ción y blablablá, te muestran algunas películas,
pero parte de todo artista es descubrir su estéti-
ca. Empezás haciendo, diciendo “me gusta esto y
esto no“. Y después, pero después, una vez que
empezaste, “quiero ser un artista”, entonces tenés
que empezar a darte cuenta realmente de la dife-
rencia entre un buen trabajo y un mal trabajo.
No es igual a “me gusta esto, no me gusta esto”. Y
así le empezás a dar forma a tu estética. Y lo
ponés en práctica. Puedo decir que la persona
que más me influyó, sobre todo en mi narración,
en mi forma de hacer cine o en mis graciosos
niveles técnicos, tanto como en los temas, fue la
crítica Pauline Kael. Ella fue. No fui la a escuela
de cine, pero leía sus columnas y estoy aquí para
decir que pienso que cualquier crítica de cine es
mejor que cualquier escuela de cine, mejor que
cualquier profesor. Ella me enseñó una estética y
yo la aprecio. No estoy diciendo que estoy de
acuerdo con ella todo el tiempo. Puedo estar en
desacuerdo con muchos de sus comentarios,
pero es una forma de ver el cine que me afectó, y
me sigue afectando. Pero ahora también, en lo
que tiene que ver con el hacer películas en parti-
cular, me tomó un tiempo darme cuenta de que,
no mientras hacía películas sino antes, me trans-
formé en cineasta. Me di cuenta de que no nece-
sitás saber todo. Que no necesitás saber cómo
tomar un montón de luces y ponerlas para crear
determinado efecto. Hay gente que hace eso por
mí. Ése es un buen ejemplo, porque yo no sabía
cómo crear cierta iluminación, uno no las crea.
Para decirte donde me ocurrió esto: fue antes de
que hiciera Perros de la calle, estaba en el
Instituto Sundance, hice unas cuantas escenas
de esa película y uno de mis directores de recur-
sos fue Terry Gilliam. Tuve una linda conversa-
ción con él. Tenía miedo: tenía todas estas mara-
villosas imágenes en mi cabeza y estaba asustado
con que el día que empezara a filmar no hubiera
sentido del estilo, con que no hubiera mirada,
que todo acabara por ser monótono. Había visto
esa clase de películas y ¿cómo hacía para que mi
visión estuviera en la página? En la pantalla,
quiero decir. Entonces, le dije a Terry: “Vos tenés
algo muy visual, ¿cómo lo lográs en la pantalla?”
Él me dijo “bueno, Quentin, el tema es que no
tenés que hacer esto o lo otro, vos contratás gente
para hacerlo. Lo que tenés que hacer es contratar
grandes profesionales, de quienes admires su
trabajo y simplemente articules con ellos lo que
querés. Tenés que poder decirles qué querés y
06-12-TARANTINO-160809.indd 11
“
articularlo de una manera que puedas entender-
La mayoría
lo; entonces, si vos lo entendés, ellos también”.
En ese momento mucho de los misterios se fue- de las escuelas de
ron. Estaba como “yo sé qué quiero, sé que puedo cine no enseña lo
hablar de eso, y que puedo explicártelo, ésa es que se necesita
una de las cosas que puedo hacer”… bueno, eso
para llegar a tener
es TODO lo que necesitás hacer (risas).
–Sus películas siempre tienen personajes feme- una estética
ninos muy fuertes, ¿por qué es eso? ¿Podría tener propia. Y, de
que ver con el hecho de que su madre ha sido una hecho, parte de
influencia muy importante en su vida o hay
convertirte en un
otras razones?
–Bueno, no, no, eso sería. Estoy seguro de que artista es en
es, definitivamente, una de las razones, pero realidad el
también creo que es la semilla original. Es un descubrimiento de
hecho que cuando sos criado por una madre
la propia estética.”
soltera, y ella es una mujer fuerte y, a continua-
ción, uno... mujeres fuertes, así es como uno
piensa que son todas las mujeres. Con mi mama
criándome y siendo exitosa, nunca sentí que
había algo que una mujer no pudiera hacer. La
mujer solo se limita con sus propias insuficien-
cias. No con las insuficiencias del mundo. Porque
nada limitó a mi mamá. Por lo que tiende a
atraerme y por pensar en las mujeres como fuer-
tes, entonces cuando escribo, termino escribien-
do sobre eso.
–¿Fue Doce del patíbulo (Dirty Dozen) una
influencia para su película?
–Adoro esa película, amo esa película. Sí, fue
una gran influencia. Pienso que podría ser más
que una influencia, que acabó convirtiéndose
como en el punto de inicio. Cuando me senté a
escribir Bastardos sin gloria pensé que iba a
escribir mis Doce del patíbulo. No resultó de esa
manera, pero es eso lo que me llevó a sentarme
a escribir. 
11
12/08/2009 22:09:18
 Emociones verdaderas
Por leonardo M. D’Espósito
U
no no sabe bien dónde ubicar a Quentin Tarantino, y ésa
es precisamente una virtud. Por una parte, es una especie
de heredero de los cineastas que tomaron Hollywood por
asalto en los 70, esos cinéfilos como Scorsese, De Palma –el más
admirado por Mr. Q– y Spielberg. Por otra, su cinefilia no proviene de
ir a cinematecas o de la televisión de aire –como en el caso de los
mencionados–, sino de vivir (casi) dentro de un videoclub.
Finalmente, hay algo más: aunque sus películas pertenecen
inequívocamente a géneros (e incluso, seamos francos, a géneros
más bien marginales como el blaxplotation o las artes marciales), es
un ser inteligente que sigue a –su otro cineasta admirado– Jean-Luc
Godard, o más bien al joven Godard de Sin aliento o Alphaville antes
que al reflexivo y casi hermético Godard de Histoire(s) du cinéma o
Notre musique. Sin embargo, si bien esta dimensión surge cuando uno
analiza la manera en que Tarantino construye sus películas a partir de
retazos de otras, el espectáculo suele apabullarnos. Sea la catarata
de estrellas que descerraja Tiempos violentos, sea la bellísima y
sangrienta batahola final de Kill Bill I, sea el tremendo corte de oreja
de Perros de la calle, esos elementos suelen hacernos olvidar la
reflexión que hay respecto del cine. Sin embargo, ahí está: la pregunta
de Tarantino es qué importancia tiene el cine en nuestra experiencia
cotidiana, qué nos da, por qué lo recordamos.
Por eso es que Tarantino refiere constantemente a films
marginales, al cine “malo” o despreciado por el gran sistema; por
eso es que el film que le dio fama final se llama Pulp Fiction. La
pulp fiction es la ficción popular y barata impresa en papel de pulpa
12
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en los Estados Unidos y vendido por centavos, fantasías rústicas
de sexo y violencia. Justamente tal rusticidad es la que le permite
al director y guionista escribir esos diálogos filosos e inteligentes
que son su marca de fábrica y que comentan el rol de la cultura
popular en la cultura general. O, más bien, establecen la identidad
entre esas dos culturas.
Hay otro aspecto de Tarantino que se escurre en sus películas: el
humano. A pesar del humor sardónico y muchas veces negrísimo, a
pesar del aura de cosas divertidas e inútiles que cada uno de sus
films parece irradiar, el director está mucho más preocupado por
darle un espesor humano a sus personajes que por la solidez de sus
tramas o la espectacularidad (creciente; Tarantino fue aprendiendo a
filmar el movimiento película a película, siempre un poco mejor) de
sus imágenes. El mejor ejemplo es la secuencia de Kill Bill 2 donde la
Novia descubre que está embarazada en medio del ataque de una
asesina a sueldo. En esas perlas originales, nacidas de las arenas
bastardas del arte bajo, cristalizan emociones y sentimientos
auténticos que difícilmente encontremos en otra parte. La cinefilia
obsesiva de Tarantino es diferente de la de los setentistas: para él, el
cine es parte integral de la vida contemporánea y fluye como un río
que permite darle forma a la verdad de nuestros sentimientos. Pocas
cosas hay más verdaderas que el llanto final de Harvey Keitel,
decepcionado en su amor viril, en Perros de la calle; que la
declaración de paz interior de Bruce Willis tras matar a un rival en el
ring en Tiempos...; que la mirada enamorada de Robert Foster al
despedir a Pam Grier en Jackie Brown; que el pedido de perdón de
Lucy Liu en Kill Bill. Si de algo es maestro Tarantino es en condensar,
en esos momentos cinematográficos, emociones verdaderas.
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 el canalla sentimental
La monja loca
N
o soy hombre de asis-
tir a conciertos.
Prefiero, si acaso,
comprar el disco. Los con-
ciertos son caros, exigen un
esfuerzo físico considerable
(subir y bajar escaleras,
saludar a la gente, someter
mis posaderas al rigor de
una silla plegable) y suelen
dejarme aturdido y triste al
encontrarme hacinado en
medio de un amasijo de
gente escandalosamente
feliz (más feliz de lo que yo
nunca he estado ni estaré) y
que sabe todas las cancio-
nes de memoria y las canta
más ruidosamente que el
propio cantante (canciones
que, por supuesto, yo
conozco a duras penas y
cuyas letras ignoro a pleni-
tud: nunca he podido
aprenderme una canción
entera, ni siquiera el himno
de mi país).
A pesar de todo ello, allí
estaba sentado en la fila
siete, asiento 14, del
American Airlines Arena de
Miami, esperando a que
comenzara el concierto de
Ricardo Arjona, quien había
tenido la generosidad de
visitarme en mi programa
de televisión (sorprendién-
dome con su inteligencia y
sentido del humor, diciendo
que mi bisexualidad se
debe a que soy “un glotón”
y a que “cualquier colectivo
me lleva a mi casa”) y de
invitarme luego a su con-
cierto.
No estaba en mis planes ir
a un concierto de Ricardo
(ni de nadie) en este último
tiempo antes de morir en
una clínica suiza bebiendo
veneno dulce a diez mil
14
14-15-BAYLY-160809.indd 14
euros el vaso, pero, contra
todo pronóstico, me dije
que debía hacerlo por razo-
nes de cortesía (Ricardo
había sido muy amable al
venir al programa), por
razones de avaricia pura (la
entrada me salía gratis) y,
principalmente, por razones
de investigación sociológi-
ca: todas las mujeres que
en mi vida han sido, absolu-
tamente todas (tampoco es
que sean tantas, pero son
más de las que habitan en
mí), me habían confesado,
en algún momento de la inti-
midad amorosa o del inter-
cambio de fluidos y secre-
ciones, que nunca podrían
amarme a mí como amaban
a Ricardo Arjona. Esto era
entonces algo que me intri- sito y papichulo, de modo Liberace, tengo cáncer termi-
gaba desde hacía ya más que sobarse conmigo les nal y moriré a fin de mes, ya
de dos décadas: que cual- parecía una manera diverti- me han dado la extremaun-
quier mujer que aceptaba o da y estimulante de perder ción, mi pene es tan diminuto
se resignaba a ir a la cama el tiempo a la espera de que no alcanza las dimensio-
conmigo terminaba dicién- que saliera Ricardo. Me nes de un frijol, un garbanzo o
dome que el sueño de su sentí humillado, ultrajado. una habichuela), pero la bulla
vida era conocer a Arjona y Sentí que estaba calentán- era tal que mis coartadas no
hacer el amor con él. Hubo dole el público a Ricardo. conseguían disuadir el furor
incluso una joven que, en Sentí que estaba hirviéndole uterino de las fanáticas de
plena escaramuza genital, el agua para que él se Arjona, quienes se sacaban
me dijo (cómo se han desin- tomara el té. Sentí que yo una foto conmigo como quien
hibido las chicas de ahora) era solo un bocadito o se come un pan duro antes de
que estaba pensando en canapé para esas mujeres engullirse el lomo fino. Diré
Arjona y no en mí y por eso voraces que habían acudi- algo de lo que me enorgullez-
cerraba los ojos. do aquella noche a devorar- co: no rechacé un solo pedido
Lo que no calculé, por tonto se el plato de fondo, el de foto y a todas les dije que
y atropellado, fue que llegar legendario cantante, seduc- estaban lindas, regias, guapí-
al concierto a las siete y tor y domador de fieras, simas, y sonreí siempre con la
media de la noche sería un Ricardo Arjona. mansedumbre de un bobo
error, pues Ricardo salió a Un tanto abrumado por las asustado.
cantar a las nueve, y duran- fricciones, los halagos, los Cuando Ricardo salió al esce-
te esa hora y media de pellizcos y el roce de meji- nario y comenzó a desplegar
espera algunas mujeres que llas con tantas mujeres sus dotes de hechicero y
me reconocieron vinieron a ardientes, procuré espan- sumió en un estado de hipno-
tomarse fotos conmigo y a tarlas echando mano a mi sis profunda a la multitud
decirme que me encontra- conocido repertorio de piro- variopinta, pensé que me
ban agradable, gracioso, tecnia verbal (soy impoten- encontraba a salvo del acoso
vagamente atractivo, modo- te, soy más gay que de sus admiradoras y que
12/08/2009 18:47:24

podría disfrutar tranquila-
mente de sus canciones,
especialmente las de su últi-
mo disco, Quinto piso, que
había escuchado antes de
entrevistarlo.
Fue entonces cuando apare-
ció la monja loca.
No estaba en mis planes
hallarme en el concierto de
Ricardo aquella noche,
pero, sobre todo, no estaba
en mis planes advertir ate-
rrado que una monja loca
vendría caminando hacia mí
con una determinación sui-
cida, con la mirada trastor-
nada, en una suerte de
vuelo kamikaze, poseída por
una fe inquebrantable, dis-
puesta a cumplir una misión
redentora, purificadora, no
exenta de sangre derrama-
da.
Podría alegarse que “una
monja loca” es una tautolo-
gía. En principio, suscribo
esa idea o calumnia: toda
monja, por definición, ha de
estar más o menos loca;
dicho de otro modo: una
mujer razonable no podría
ser una monja. Pero escribo
con énfasis el adjetivo “loca”
porque esta monja no era
una monja ordinaria, cual-
quiera: era joven, guapa,
estaba enteramente vestida
de monja (o de novicia), con
un hábito color café o cara-
melo, y estaba en Miami, en
el concierto de Ricardo
Arjona. Todo ello me dejó, a
la vez, perplejo, estupefacto
y devorado por el miedo de
quien ve acercarse la muer-
te en la forma improbable de
una monja de cejas pobla-
das y mirada flamígera.
Un número de preguntas
quemantes se agolparon en
14-15-BAYLY-160809.indd 15
mi mente: ¿Por qué una
mujer joven y atractiva se
torturaba siendo monja?
¿Qué hacía una monja vesti-
da como tal en un concierto
de Ricardo Arjona? ¿Sería
realmente una monja o un
travesti o drag queen?
¿Cómo era posible que
todavía existiera una monja
en Miami, donde la canícula
abrasadora se encargaba
de extinguirlas a todas sin
piedad, del mismo modo
que no podrían sobrevivir
pingüinos en Miami?
Resignado a que al parecer
estaba escrito en mi destino
morir acuchillado por una
monja loca en un concierto
de Arjona, esperé gallarda-
mente esa cita con la muer-
te. Sentí, como dicen que
sintió Borges en una casa
alquilada en Ginebra, en
junio de 1986: ha llegado la
muerte, está aquí, y es fría,
helada.
La monja atropelló sus
pasos, clavó su mirada
ardiente sobre mí, me sujetó
de los brazos, me miró
como si fuera a hipnotizarme
o a exorcizarme o a vampiri-
zarme, me miró con una gra-
vedad de monja que le ha
perdido el miedo a todo lo
humano, y me dijo:
-Te amo, Jaime Baylys.
Antes te odiaba, pero ahora
te amo.
Dos cosas llamaron podero-
samente mi atención: el
aliento de la monja delataba
que se había empujado
recientemente comida
enchilada o encebollada, y
sobre sus labios voluptuo-
sos se asomaba un vello
incipiente más recio y viril
que el mío.
Por jaime bayly
La monja no me dio oportu-
nidad de decir palabra y
prosiguió gritándome al
oído, sin dejar de sujetarme
los brazos:
-Antes te odiaba, Jaime
Baylys. Pero una noche, en
el convento, vi una fila de
hormiguitas caminando
ordenadamente y de repen-
te noté que una hormiguita
se salió de la fila y se fue a
caminar por su cuenta, se
perdió solita, alejándose del
resto de las hormiguitas, y
en ese momento comprendí
que esa hormiguita perdida
eras tú, Jaime Baylys.
Por puro instinto de supervi-
vencia, atiné a comentar:
-Sí, sí, esa hormiguita era
yo.
-Eras tú, Baylys, eras tú
–siguió la monja-. La hormi-
guita perdida eras tú. Y mi
misión es llevarte de regreso
a tu familia de hormigas.
La monja loca parecía
embriagada de un amor
tóxico y muy segura de que
nada le impediría cumplir su
misión.
-Gracias, muchas gracias
–le dije.
Ella me tomó de la mano,
me miró como si hubiese
hallado al gran amor de su
vida y me cantó al oído lo
que en ese momento estaba
cantando Ricardo en el
escenario: “¿Qué estas
haciendo tú, qué estoy
haciendo yo, subastando en
el mercado besos tan impro-
visados con despecho al
portador?”
Luego me dijo, sus manos
sudorosas enlazadas con
las mías, su bigote incipien-
te en entredicho con sus
ojos almendrados:
-Eres mi hormiguita, Jaime
Baylys. Te amo.
Me pareció evidente que si
me negaba a ser su hormi-
guita, la monja me mataría.
Por eso me uní al coro de
Ricardo y canté: “¿Qué
estás haciendo tú, qué estoy
haciendo yo, malgastando
en cualquier cama lo que se
nos dé la gana para vengar-
nos de los dos?”
En un momento de distrac-
ción, cuando la monja sacó
una cámara digital y se puso
de espaldas a Ricardo y
empezó a dispararse fotos
en las que ella salía sonrien-
do con Arjona al fondo, salí
corriendo como un demente,
sorteando a los guardias de
seguridad, corriendo como
un atleta olímpico, sintiendo
el aliento acezante de la
monja loca que venía agitán-
dose detrás de mí, gritando:
-¡Hormiguita, hormiguita, no
te me escapes!
Corrí y corrí a toda prisa,
trepé como cien escaleras a
una velocidad de la que me
creía incapaz (pero mi vida
estaba en juego y no podía
dejarme alcanzar) y en
algún momento salí del coli-
seo, bajé como un lunático
las escaleras, esquivé a un
mendigo, subí a mi auto y
salí disparado. A lo lejos,
jadeando en la playa de
estacionamiento, la monja
me hacía unos gestos
ampulosos y enfáticos, unos
gestos que podían ser los
de una bendición o una con-
dena a muerte o los de un
insulto cantinero.
A salvo de la monja loca,
pensé: Está claro que si
Dios existe, tiene que ser un
comediante. 2
15
12/08/2009 18:47:25
 moda real

Teórico y práctico

El look matinal
de estudiantes
de producción
y diseño, en la
cuadra de una
universidad
privada, en LiLa, 20 años,
Palermo. estudia diseño gráfico
Saco sin marca, regalo de la
abuela; pulóver heredado de
fotos: otra abuela; y mini pied de
diego parueLo. poule y bufanda, todo
producción: comprado en Berlín. Botitas
maría fernanda (unos $ 300), Febo.
maineLLi

16-21-MODACALLE-160809.indd 16 12/08/2009 22:59:25

 Lucía, 20 años, estudiante
de producción de modas
Saco viejo de Kosiuko; vestido
(u$s 40), H&M de Nueva York;
bufanda tejida por ella; botas
(u$s 20), H&M; y cartera de
feria artesanal.

16-21-MODACALLE-160809.indd 17 12/08/2009 22:59:30

 Natalia, 31 años
Camisa (unos $ 280), Tucci;
pollera (arriba de $ 300), De
La Ostia; botas compradas en
el exterior; y collar ($ 70) de
Escuela de Sirenas.

16-21-MODACALLE-160809.indd 18 12/08/2009 22:59:51

 Albertina, 18 años,
estudiante de
relaciones públicas
Saco y calzas sin marca
y camisa (unos $ 300),
Akiabara; botas compradas
en su provincia, Entre Ríos;
cartera (arriba de $ 280),
Prüne; cinturón ($ 20),
Todo Moda; y gafas
(unos $ 500), Infinit.

16-21-MODACALLE-160809.indd 19 12/08/2009 22:59:55

 Luisa, 24 años, de Bogotá
Campera de cuero sin marca;
pulóver Mango; calzas
compradas en Miami;
zapatillas (unos $ 220),
Converse; y mochila
(alrededor de $ 150),
Jansport.

16-21-MODACALLE-160809.indd 20 12/08/2009 23:00:12

 Alejandra, 21 años,
es colombiana y estudia
diseño gráfico
Cartera, vestido y saco
de marcas colombianas
(no recuerda los precios);
zapatos comprados en
Londres; y gafas Ray Ban
(unos u$s 200).

16-21-MODACALLE-160809.indd 21 12/08/2009 23:00:16

 vidrieras

M. F. M.

Mezcla pura
C
uando por una calle
porteña aparece
alguien con un par de
zapatillas vistosas, combi-
nadas con diferentes
estampas y telas retro de
flores, cuadros, pinceladas
o manchas de colores estri-
dentes y lunares, no hay
dudas: se trata de un dise-
ño de Puro, la firma de cal-
zado y accesorios creada
por Itatí Montechiani y
Gabriel Pozner, dos jóvenes
de treinta pico que tuvieron
la valentía de inventarse
como diseñadores y hace
cinco años lanzaron esta
firma que crea objetos de
colección.
Ella es diseñadora gráfica y
antes de Puro trabajaba
para una empresa; él era
fletero en otra. Pozner
desde muy chico amaba
las zapatillas, siempre
andaba en busca de lo en el barrio de Palermo estaba menos difundido. modelo que entraba muy
nuevo y mientras más raro y Viejo, y ahora están sacan- Itatí: –La moda retro estaba bien, entonces lo mezclába-
vanguardista mejor. Un día do más de cinco mil al año, recién surgiendo y en el cal- mos con otra cosa y eso
pensó que podía hacerlas: que venden en su local –en zado había un nicho para daba un nuevo género como
diseñó un modelo, se lo ese mismo barrio–, en el ocupar, había zapatillas de resultado. Nosotros hacemos
encargó a un artesano y interior y en países como deporte y urbanas, pero más lo que nos gusta pero tam-
quedaron geniales. Uruguay, Chile, España, bien clásicas y sin mucho bién queremos que guste, y
Después vinieron años de Puerto Rico y Colombia. color, o que cumplían con los a partir de eso fuimos
investigación en corte y –¿De qué se encarga cada parámetros que imponía la armando una identidad pro-
modelaje de calzado que le uno en Puro? moda de afuera temporada pia junto con el público que
permitieron abrirse un cami- Itatí: –Diseñamos los dos, tras temporada. nos sigue y le gusta lo que
no hasta llegar a Puro, una pero Gabriel es el que pro- Gastón: –Y después este hacemos.
marca con la que se identi- pone más ideas y yo voy estilo lo fuimos aprendiendo Itatí: –Si miramos para atrás,
fican diseñadores, artistas haciendo mis aportes. Él con las colecciones, viendo creo que hay una coheren-
plásticos, periodistas, acto- está más en el desarrollo lo que iba gustando y lo que cia, que el estilo se mantie-
res, músicos –como la del calzado y yo en todo lo no. Por ahí sacábamos un ne. Pero desde hace un par
banda Ambulancia, integra- relacionado con bolsos y de años nos fuimos jugando
da por Mike Amigorena, un carteras. más por el patch de telas y
fanático desde mucho tiem- –¿Cómo encontraron el esti- mezclando cada vez más los
po antes de convertirse en lo? colores.
Martín Pells– y extranjeros Gastón: –Lo fuimos encon- –¿Qué décadas quisieron
que dicen no encontrar trando de a poco. Teníamos rescatar?
nada igual en Europa ni en una base claramente retro. Itatí: –En principio, fueron los
los Estados Unidos. En Hace cinco años que 70, pero después incluimos
2003 fabricaron 20 pares empezamos, pero hace los 80 y los 90.
que vendían en una de las siete que teníamos la idea Gastón: –Ahora es un mix de
ferias de la plaza Serrano, de la marca, cuando lo retro las tres décadas, porque nos

22

22-23-VIDRIERAS-160809.indd 22 12/08/2009 20:00:18


gustan todas esas estéticas
y tratamos de que puedan
convivir con fluidez.
Itatí: –Ahí creo que está la
base de nuestra identidad.
–¿Qué conceptos básicos
de diseño se manejan en
Puro?
Itatí: –La mezcla y desestruc-
turar la idea de que hay que
combinar. Nuestro estilo
tiene ese objetivo: que nada
combine. Yo estoy mucho
tiempo atendiendo en el
local y nuestros clientes la
verdad es que no se preocu-
pan por combinar.
Gastón: –La idea es propo-
ner una forma de vestirse en
la que conviven un montón
de cosas distintas: texturas,
colores, formas y estilos y
con eso se abre una posibili-
dad infinita de jugar.
Itatí: –Cuando empezamos,
puede ser que a algunas
personas a las que les
encantaban nuestras zapati-
llas las miraban y se pregun-
taban con qué se las podían
poner, pero hoy ya no escu-
cho esos comentarios, no sé
si es porque el público cam-
bió o porque nosotros propu-
simos algo distinto.
–¿Con qué materiales traba-
jan?
Gastón: Para el calzado,
usamos cueros y todo tipo
de telas; y los bolsos son de
materiales sintéticos y telas
antiguas originales, que por
lo general son saldos que
22-23-VIDRIERAS-160809.indd 23
vamos encontrando en el
mercado. Por eso las pro-
ducciones son limitadas y
rotativas. Los bolsos, por
ejemplo, rotan cada quince
días, son los mismos mode-
los pero hechos con diferen-
tes telas.
–¿Se parecen las zapatillas
que fabrican hoy a las que
hicieron al principio?
Gastón: –Sí, hay modelos
que están desde que empe-
zamos, como las que cierran
con velcro. Nosotros empe-
zamos siendo la marca de
los velcros, que por ese
entonces no se usaban
mucho. Pero con el tiempo
abrimos otras posibilidades,
sumamos los cordones y
muchos más colores.
Puro saca anualmente dos
colecciones y cada tanto
aparecen novedades. Para
el invierno 2009 presentó
dos líneas conceptuales
bien definidas. Proyecto Ver
agrega tejidos de lana
exclusivos, producidos en la
misma marca y que remiten
a la estética del pulóver tipo
Bariloche. La otra línea está
basada en los dibujos del
artista plástico norteamerica-
no Trystan Bates, quien vive
la mitad del año en Buenos
Aires y la otra en Europa y
es otro fanático confeso de
la marca. Fue Bates quien
propuso a los diseñadores
dibujar para una nueva
línea, con la temática del
sexo. Para la colección del
próximo verano se incluirán
bordados étnicos y la temáti-
ca serán los amuletos. Estas
son apenas las novedades
de una marca que, desde su
nacimiento, genera objetos
coleccionables y artísticos
originales, únicos y que
aportan color al estilo
urbano. 
Puro: Jorge Luis Borges 2184.
Por anticipado
F
iel a un estilo que rescata
valores como lo neto, lo
puro y lo funcional, la
firma de diseño Kostüme
acaba de presentar su
colección número 18. De las
primeras colecciones para la
primavera y el verano que
aparecen en el mercado local,
la marca de Camila Milessi y
Emiliano Blanco se adelantó al
ser seleccionada para
participar de la Feria Premium
Exhibition de Berlín, con un
stand en la que mostró su
nueva propuesta en ese
mercado y ante la prensa
internacional.
En Moscú la firma sorprendió
con sus prendas de formas
geométricas, volúmenes
suspendidos y el oversize, que
tanto distingue a esta dupla
creativa que empieza a expandirse por el mundo. Kostüme
profundiza aún más su estilo geométrico; con prendas como
prismas y encastres perfectos; de líneas bien definidas en
recortes, escotes, bolsillos, guardas, pliegues y efectos ópticos en
blanco y negro más colores como el gris, el coral y el azul.
Los diseñadores viajaron a Moscú, una ciudad que les ha servido
de inspiración en varias colecciones, para presentar esa nueva
línea que incluye vestidos cortos y otros hasta por debajo de la
rodilla, faldas volumétricas, babuchas con caída, camisas con
volados y pantalones
amplios, confeccionados
en viscosa, seda
natural, voile de
algodón, cotton satin,
voile couting y lino de
algodón. Esta nueva
propuesta ya se
encuentra en el local de
Recoleta y promete
convertirse en una de
las más esperadas y
originales de la próxima
edición del Buenos
Aires Fashion Week.
Kostüme: República de la
India 3139.
23
12/08/2009 20:00:42
 Dúo
di
ná
mi
coGastón Caba tiene un
trabajo raro: inventar
personajes para que otros
–una agencia publicitaria,
una productora de dibujos
animados chinos, una
marca de ropa– los
compren. Como si eso
fuera poco, está su hija
Lara, de nueve años,
que no sólo interviene
en los dibujos de papá,
sino que se la pudo ver
en muestras de arte
vendiendo los propios.

24

24-27-PERSONAJES-160809.indd 24 12/08/2009 22:55:43

 25

24-27-PERSONAJES-160809.indd 25 12/08/2009 22:55:47

 Por Santiago Rial Ungaro
S
i el hecho de enviudar es una desgra-
cia, en el caso de Gastón “Gato” Caba
la confusa y dramática muerte de su
ex pareja (producto de las complica-
ciones de un tratamiento de ortodoncia mien-
tras estaba embarazada) derivó en una nueva
vida con Lara, su pequeña pero sorprendente
hijita de nueve años. Juntos conviven, traba-
jan, dibujan y cantan. “Yo antes vivía con mi
mamá, pero después de que murió, viví un
rato en Roca y después me vine a vivir con
Gato”, sintetiza Lara, que derrocha desparpa-
jo y habla de su papá como “Gato”. Aunque
tiene buena memoria, confiesa que no se
acuerda de las cosas que la traumatizaron.
Prefiere recordar, haciendo gala de cierto
gusto macabro, cómo en su último viaje al
dentista se la pasó preguntándole al taxista
sobre los choques que había tenido.
Gato y Lara empezaron a vivir juntos en el
2007, durante unas navidades no demasiado
felices. Para Lara, luego de años de vivir en el
sur, al principio fue muy difícil aceptar que
Gato, que hasta entonces sólo era un papá
ausente que aparecía cada tanto de visita en el
sur con regalos, empezara a imponerle reglas,
límites. “Yo antes me llevaba bien con él por-
que siempre me traía un regalo, de China o
algo así”, confirma Lara y concede: “Pero
ahora nos estamos llevando un poco mejor”.
Gato asiente: “Fácil no es, eso seguro.
Tener que hacer el papel del bueno, el
malo, el feo y el lindo; y hacer la
comida, lavar los platos, la ropa...
Es así... la mitad del tiempo
tengo que hacer de papá pero
la otra mitad, de mamá. Lara
es maravillosa pero su
misma personalidad es
tan fuerte y compleja
que muchas veces la
quiero acogotar. Por ejem-
plo, los días que peor se porta
viene y me pregunta: ‘¿Cómo
me vengo portando hoy?’, para que
yo le diga que bien y le lave sus
culpas. Para mí es un gran apren-
dizaje y me queda mucho camino
por recorrer”.
Gato y Lara son padre e hija pero
también son un equipo creativo, en
una tarea nada convencional: el tra-
bajo de Caba es inventar personajes.
Algunos de ellos tienen suerte y son
adoptados para alguna publicidad,
un chiche, una colección de reme-
ras, muñequitos de colección o
lo que sea.
26
24-27-PERSONAJES-160809.indd 26
Desde 2005, Gato viaja periódicamente a
China, de donde proviene la mayoría de sus
propuestas laborales, al punto que se le puede
considerar un chino adoptivo o, directamente,
un “argenchino”: un argentino que trabaja
para China y se siente inspirado, más estética
que políticamente, por ese país.
“Durante años acá me criticaron por ‘esos
dibujitos chinos’ que hago. Pero cuando esta-
ba en China y les preguntaba a los chinos
sobre lo que yo hacía, me decían que nada que
ver, que lo mío era totalmente occidental.
Nacido en la zona de la represa El Chocón
(zona de la que su tatarabuelo, don Bustingorri,
era, en otros tiempos, propietario), Gato ini-
ció su experiencia laboral porteña con
Pictoplasma, una comunidad de artistas que
se encarga básicamente del desarrollo y del
diseño de personajes, editando libros que fun-
cionan luego como catálogo, de lo que pueden
salir luego licencias para dibujos animados,
para muñecos, para un sitio web o para algu-
na campaña de publicidad. Así fue como los
dibujos de Gato empezaron a participar en
muestras en otros países.
En un momento de bastante desesperación
laboral, Gastón tuvo un buen día la curiosa
idea de diseñar una familia de personajes que
eran jugadores de pingpong y armar un sitio
virtual con eso. Ese fue el inicio de Ping Pong
Remix, una experiencia providencial.
“El pingpong tiene esa cosa de juego
intelectual que se juega de a dos,
y así se me ocurrió la idea de
invitar a 70 ilustradores de
todo el mundo, en una espe-
cie de intercambio de valores,
ya que cada uno podía usar
mis ilustraciones y yo tam-
bién terminaba viendo qué es
lo que pasaba con mis perso-
najes en otros contextos, a la
vez que cada uno se vinculaba
entre sí, abriendo el juego”.
El resultado de
esta experiencia
fue un súper sitio
con colaboraciones
de 70 ilustradores de todo el mundo,
que al segundo día de estar online
salió reseñado en los portales de dise-
ño más importantes del mundo y ya
tenía 70 mil visitas. A raíz de eso,
Gato empezó a viajar periódicamen-
te a China con sus proyectos de
ilustración y diseño.
Como carambola de esta expe-
riencia, también lo invitaron a
Hong Kong: “Ver mis dibujos
en todos los kioskos de Hong
12/08/2009 22:56:24
 Kong fue muy raro. Hasta me llegaron a pedir
Eduardo carrera
que firmara autógrafos. Y hasta ahora, una
vez al año viajo a China”.
Este es el punto en que Lara se suma a la
historia, porque de a poco ella también fue
colaborando con las actividades de su papá:
“En realidad ella es súper curiosa con la
compu, que es algo que está muy ligado al
tema de la ilustración. Y un buen día yo le
había mostrado un dibujo que había hecho
para una remera de Outer Space, una marca
de Taiwán. La mía era una versión más bien
masculina y ella me dijo que tenía que hacer
una versión femenina, con diferentes colores.
Se sentó en la compu y eligió los colores. Y al
final salió así... y quedó buenísima”.
Este año, las colaboraciones tomaron otro
rumbo: en el último Arte BA fue Gato el que
le ayudó a Lara a armar una carpeta para que
comercializara sus tiernos dibujos infantiles.
Así lo cuenta Lara: “Todo empezó en la
fiesta de una amiga de papá. Yo me puse a
vender cuadros a 10 centavos, y como vi que
los vendía, empecé a venderlos a 20 centavos,
y al final terminé vendiéndolos a 15 pesos”.
Con menos de una década de vida, Lara ya
parece entender la dinámica del mercado del
arte. En ArteBa llevó 30 dibujos y empezó a
ofrecerlos a la gente que deambulaba por la
feria. “Yo iba con mis dibujos y, como hago
siempre, se los ofrecía a los que pasaban:
‘Estos dibujos los hago yo. ¿Quieren verlos?’.
Hasta hubo una nena que los compró”. “En
realidad –interviene Gato–, apareció la madre
con la nena de la mano, una señora muy
sofisticada, que le preguntó a Lara si le podía
mostrar los dibujos a su hija y ella eligió. Fue
muy divertido”.
La experiencia se repitió durante la inaugu-
ración de la muestra de papá Caba en Palermo:
“Solamente vendí siete dibujos, pero gané
setenta pesos porque subí los precios”, comen-
ta Lara. De hecho, sus dibujos se pueden ver
en el sitio www.colorenelblanco.com, nombre
que sale de una canción, ya que Lara también
compone sus canciones con un tecladito de
juguete.
A la hora de enumerar sus influencias, Lara
nombra a Hanna Montana, Los Caramelos,
Los Parchís y Jonas Brothers, pero también
música que seguramente le pasa Gato, como
Björk, Pulp, Joselito y Regina Spektor. Gato
también compone canciones y planea editar
este año su primer disco solista, en el que
narra sus experiencias como forastero, como
en el caso de “El intruso”, una canción que
cuenta su experiencia de venir del sur y
encontrarse con las dificultades de adapta-
ción al cerrado ambiente porteño. “A nivel
amistades estoy mucho mejor que hace un par
24-27-PERSONAJES-160809.indd 27
“
de años, pero igualmente mis amigos o son de Gato y Lara
alguna provincia o de algún suburbio, pero no
suelen ser porteños”, acepta Gato. “Me pasó
son padre e hija y
hasta en Berlín de encontrarme con un argen- un equipo creativo.
tino –de cuyo nombre Gato no quiere acor- El trabajo de él
darse– que directamente me increpó con un es inventar
antipático: ‘¿Vos qué haces acá?’. Y yo llegué
ahí por mi laburo”.
personajes.
Lo mismo les sigue pasando a Gato a y su Algunos de ellos
hijita Lara, pero se sabe que, a veces, lo que no son adoptados para
nos mata nos fortalece. Aunque a veces Gato alguna publicidad,
se sorprende de cómo los prejuicios pueden
aparecer en los lugares aparentemente más
un chiche, una
abiertos y espirituales: colección de
“El año pasado fuimos con Lara a tomar remeras, muñecos.
unas clases de canto devocional en un Centro
Cultural Bhagavad Gita. Iban señoras y algún
que otro señor, y se pagaba con un alimento
no perecedero. Pero solamente fuimos tres
clases. Se ve que les inquietaba la presencia de
Lara, o que cantara bien, no sé. Un día el pro-
fesor me pidió que vaya sin Lara o no vayamos
más. Se ve que hay gente que necesita hacerse
la mística, anda a saber”.
Como sea, para Gato y Lara las cosas no son
simples. Pero basta verlos por ahí, en algún
recital o en alguna muestra para darse cuenta
de que se trata de un dúo dinámico, que sabe
hacer de la necesidad virtud, y del azar una
oportunidad permanente.
“Lo que nos salva es la música, los dibujos,
ésas son las cosas que nos conectan –afirma
Gato–. Ella canta todas mis canciones; y yo
las de ella, claro. Ayer me decía a mí mismo
que cuando cantamos los dos parece una voz
computada, porque las voces suenan muy
parecidas. La epifanía cotidiana hace que
todo el esfuerzo valga la pena”. La unión hace
la fuerza. 
27
12/08/2009 22:56:45
 tras cartón

El Primer lector

Q
ueridos lectores,
¡conocí a mi Primer
Lector! Estoy
chocho. Es un muchacho
en la flor de la edad,
periodista de profesión (si
al periodismo se le puede
llamar profesión). Un
jovenzuelo que, en vez de
estar persiguiendo
paraguayas culonas en
Fantástico Bailable, pasa
las noches en vela
leyendo mi extraordinaria
obra atolondrada.
Ojo, es cierto que hoy día
cualquier perejil lee;
cualquier salame de
ligustrina se hace adicto
a cualquier cosa,
cualquier gil de goma de
esos que se compran una
pc en mercado libre.com;
se abren un blog y
comentan paparruchadas:
esta es la época de las
adicciones. Pero ese no
es el caso, por fortuna, de
mi Primer Queridísimo
Lector que es culto; que
lee con conocimiento de morir! Porque está bien, porque yo podré amar Y muchísimo más allá de
causa, que antes de mí tienen razón, en las como te amaba a ti; pero a la lectura, está la
ha leído a Gombrowicz, a bailantas se venden las ti, no te amarán, como te intencionalidad de los
Ova Lamborghini, a ediciones piratas de mis amaba yo”. ¡Fantástico, lectores. Lo que nunca
Fabián Casas. Gente libros a granel; pero más ideal para el levante tenemos que ser es
grossa. Un tipo culto, que que nada los tickesco! lectores malaleche, que
no se come cualquiera, cumbianteros los compran Pero más allá del levante los hay a raudales.
un ser crítico. para saber de qué va la callejero, la lectura es Cuántas veces escuché
Un lector es ante todo un cosa y lo agarran como cosa seria. Muchas veces las peores críticas contra
ser crítico, la lectura un manual para levantarse suele ser un sacrificio y no las personas; lectores que
asegura el proceso minas. Y la lectura no es un simple divertimento. ¡A fueron a Puán, que hasta
productivo de la glucosa para levantarse minas o Proust hay que regarle seis militaron en un centro de
que nos vuelve seres sí, está bien ¿por qué meses de nuestra vida; a Estudiantes, en Sociales,
críticos. no?; quién no se encaró Rimbaud hay que de repente te salen con
¡Y eso es lo importante, una tilinga, una ticki, soportarle una perorata de cada pelotudez.
que tengo un lector de leyéndole un poema de un mundo apocalíptico; Sin ir más lejos, hace un
nivel! ¡Un lector con dos Mario Benedetti o de con Juan Gelman hay que par de días ya vieron el
gramos de cerebro! ¡Y Ernesto Cardenal. Ese de llorar por todos sus quilombo que se armó con
encima con buen humor! poster: “Al perderte yo a compañeritos-pajaritos un libro de Graciela
¡Un lector que me exige a ti, tú y yo hemos perdido, caídos! Fernández Meijide y Hebe

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28-29-CUCURTO-160809.indd 28 12/08/2009 18:46:10


encontrarnos con nosotros
mismos.
A este país le va tan mal,
no por el incremento a los
valores de la soja, o la
destrucción de la industria
de autopartes. ¡No, no y
no! A este país le va mal y
le seguirá yendo mal un
buen rato, porque nadie
lee; y los que leen, como
los intelectuales de
izquierda o profes de la
UBA, solo lo hacen para
florearse o atacar a sus
adversarios o para teorizar
a Marcelo Tinelli.
Este país ha perdido 30
millones de lectores y eso
también es un genocidio.
Pero más allá, de la gran
función social de los
lectores, yo estoy chocho
con el mío; el mío privado,
uno que es solo para mí,
que no me traiciona con
Jaime Bayly ni la
elocuencia crítica de
Piglia. ¡Al fin, un ser que
ha leído cada una de las
de Bonafini. ¡Y eso pasa pavadas que escribo hace
porque son lectores mala más de diez años, sin
leche, lectores malos que parar!
entienden todo para su Y todo ocurrió gracias al
lado! Una letra separa al padrino de mi hijo, que de
pelado del peludo y al vez en cuando se
pelotudo del mal lector, convierte en el gran
disculpen ustedes, el Asador de Guantes
bruto exabrupto. Blancos del barrio de
Ser un gran lector es ser Montserrat (lo que
mejor cada día. Buenos demuestra a las anchas
lectores, como mi colega que, asador, asador,
lector, Esteban Raies, que puede ser cualquiera).
leen por placer, para Me llamó y me dijo “Cucu,
reírse o informarse; para venite a comer un asado
comprender mejor a los que viene tu Primer
demás. La lectura Lector, un tipo que te
desarrolla la curiosidad, admira más que al Che
nos pone bellacos, nos Guevara”. Y me re preparé
alimenta el fanatismo de como una mina que va a
28-29-CUCURTO-160809.indd 29
Washington Cucurto
bailar con su tachero. Lo
conocí en la terraza de la
casa de mi amigo el
asador y fue inolvidable.
Mi Primer Lector es mucho
más inteligente que yo y
encima tiene una madre
que se prepara unas
facturas espectaculares.
No sé el nombre de la
madre del gran lector,
pero pongámosle que se
llama Juana, solo para
poder agradecerle.
¡Gracias, mamá de
Esteban Raies, no la
conozco pero he probado
sus facturas y son es-pec-
ta-cu-la-res!
Mi primer lector me dijo:
“¡Cucu, cómo me cago de
risa con tus eufemismos!”
Y no supe si era un elogio
Nadie lee. Y los que leen, solo lo hacen
para florearse o atacar a sus adversarios o
para teorizar a Marcelo Tinelli.
o un insulto revertido.
“Cucu, las columnitas de
La Ciudad de la Furia, me
hacen cagar de risa”.
Que un tipo te diga eso o
directamente te putee, es
lo mejor que me puede
pasar en la vida. Quiere
decir que por suerte,
todavía no escribo al
pedo, que este narrador
omnisciente, todavía
conmueve.
Todavía no puedo creerlo,
queridos lectores, un tipo
que se juega por libros de
títulos exóticos, libros
donde lo más importante
es el título. Hasta quitarle
Panamá a los yanquis;
Veinte pungas contra un
pasajero y un clásico de
la literatura
latinoamericana.
Humildemente se los
recomiendo: Cosa de
negros. ¡El libro preferido
de Jorge Rial! Otro de mis
admiradores. Los otros
días le leyó un pedazo de
mi libro al aire a Belén
Francese o a alguna de
esos gatos en su
programa. ¡Gracias,
Jorge, cuando quieras voy
a tu programa con todos
mis amigos periodistas del
gremio rural!
Escribo esto en honor de
Esteban Raies, un hombre
al que vi una sola vez en
mi vida y no sé si lo
volveré a ver. Ambos
somos lectores, de cierta
forma estaremos siempre
unidos, habitantes de un
mismo mundo que no se
conocen entre sí.
¿Qué más puedo decirles
que ustedes no sepan?
Empezaré y terminaré
muchas cosas, señores
lectores, pero lo que
nunca abandonaré es mi
loca manía de leer.
Y hasta qué punto la
lectura no es un acto
solitario, sino grupal.
Gracias a ella, acá
estamos en la foto,
Esteban, yo y la nenita
que se hace la mona, es
mi hija Morenita. 2
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12/08/2009 18:46:14
 Que los hay, los hay
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30-33-LIBREROS-160809.indd 30 12/08/2009 22:19:03

y Dicen que los libreros son una especie en extinción,
pero aquí hay al menos tres que aseguran que
siempre habrá algún lugar para ellos.

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30-33-LIBREROS-160809.indd 31 12/08/2009 22:19:07

 Por Enrique Symns
fotos patricio pidal y claudio herdener
L
os grandes editores de medios o los
legendarios productores de la radio
son reemplazados por burócratas.
Las editoriales son atendidas por
rufianes elegantes. Los curadores son más
importantes que los genios de la plástica. Ya no
hay grandes rockers, sino diagramadores de
hamburguesas musicales como Santaolalla. No
es el barco, es el capitán. No es la taberna, es el
tabernero. No son las librerías, es el librero. ¿Se
extinguen los libreros? Encontramos tres que
aseguran que siempre habrá libreros.
Desaparecieron librerías legendarias como
Platero o Fray Mocho. Pero libreros, hay.
La muerte de las aventuras
“
Club Burton (en la esquina de Estados Unidos y
Chacabuco, en San Telmo) es una librería que
Algún día parece más vieja de lo que es. Tiene olor al siglo
voy a hacer una pasado aunque apenas tiene cinco años. Es
exposición con vetusta, predomina un silencio que te ahuyenta
todo lo que cuando entrás. El vendedor te mira y ya sabe que
no vas a comprar nada. En la vidriera hay algu-
encontré en los nas novedades de Anagrama a buen precio y
libros. Por otras modernidades, pero enseguida te das cuen-
ejemplo, un plazo ta de que lo que hay adentro es para expertos en
fijo de 34 mil historia, o para quien desee comprar cinco
tomos sobre la vida de San Martín, o los tres
dólares”, dice tomos sobre la historia de Panamá.
Víctor Malamud. El dueño se llama Salvador Gargullo, está
EN EL ONCE. Un hallazgo, la librería de Víctor Malamud. Tiene tantas anécdotas como libros.
32
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esperando con una botella de un excelente vino
tinto y para colmo me regala dos libros excepcio-
nales: Textos y cartas inéditas de Antonín Artaud
y un libro sobre el ajenjo escrito por Phil Baker.
Gargullo tiene 45 años y una vida dedicada
exclusivamente a los libros.
“Trabajé como editor de lenguas en Santillana
y como editor de ficción en Alfaguara, hasta que
cometí el tremendo error de convertirme en
editor justo en 2001. Edité una colección de
libros llamada El muelle y me fundí de inmedia-
to. Encima, después tuve un derrame cerebral y
justo cuando las sombras me devoraban me
crucé con una mujer que, piadosamente, me
quiso restituir a la luz del mundo y compró esta
esquina. Era el año 2003 y San Telmo prometía
movimiento. Pensé: ‘¿Qué meto acá adentro?’. Y
me di cuenta de que de lo único que sabía era de
libros. Cuando comprendés que no servís para
nada, te sentís maniatado.”
Gargullo no canjea libros ni recurre a las edi-
toriales. Tiene un stock no muy grande: 10 mil
ejemplares. Le señalo la enorme pared dedicada
a historia y política, con autores de todos los
países de América Latina, y le pregunto si en su
librería ésa es la especialidad.
“Eso es todo de izquierda, lo que hay en esa
pared me chupa un huevo. No es lo mío. Todo
eso lo conseguí en mi primera aventura como
librero: desembarqué en Rosario junto a un
amigo para visitar a la viuda de un historiador
llamado Armando Grela. Fuimos a un sótano
húmedo y sucio con cinco mil tomos completa-
12/08/2009 22:19:23

Ávila. Miguel Ávila en su librería. Empezó a los 14 años como cadete en Platero, de la calle Talcahuano.
mente en ruinas oliendo a podrido. Y así nació
esa pared. Pero esta librería fue fundada con la
intención de constituir el mayor catálogo sobre
viajes y viajeros. Por eso se llama Club Burton,
en homenaje al viajero inglés Richard Francis
Burton.”
Gargullo me señala un estante con aproxima-
damente doscientos tomos, todos dedicados a
los viajes. Le insinúo que la realidad indica que
la pared con historia y política acumula cerca de
dos mil tomos y que el estante de viajes está casi
vacío.
“Es muy triste, hoy no podés vender los libros
que vos preferís, sino los que prefiere la gente. Se
acabaron los viajes, ya no hay más aventuras ni a
nadie le interesan. La lógica de hoy es vender lo
que la gente quiere. San Telmo, igual que el
mundo, ha perdido sus misterios y leyendas.”
Dolorosa colección
Víctor Malamud –dueño de Tercera Fundación,
de Sarmiento y Jean Jaurés– tiene 65 años, es
grandote y apenas si puede moverse desde el
pequeño reducto donde esconde su parálisis. El
camino que lo llevó a los libros fue muy penoso.
“De chiquito tuve poliomielitis. En el año 1952
no había vacuna y ni siquiera penicilina. Estuve
internado en la Casa Cuna mucho tiempo, inmo-
vilizado, sin nada que hacer, así que los libros
llegaron como único consuelo, qué otra cosa
podía hacer. Cuando mejoré un poco, me propu-
sieron una cura y fue para peor. Un médico
militar quiso hacer un experimento conmigo y
me llevó a las aguas termales en Copahue
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(Neuquén). Me agarraron entre un montón de
conscriptos para que él me hiciera un estira-
miento muy doloroso y después me enyesaron.
Cuando me sacaron el yeso, los huesos se habían
soldado mal y una pierna quedó 10 centímetros
más corta. Me pidió disculpas y me insinuó que
no le contara a nadie.”
Víctor hizo la carrera de psicología y descubrió
que vender apuntes y libros era un buen negocio
que lo podía ayudar a pagar sus estudios. Se
recibió y trabajó 35 años como psicólogo experto
en criminología. cafecito e ir al cine. Hoy, la libre-
Estamos hablando ahora de 100 mil libros. Y
en esa apretada esquina de reducido tamaño que
es su librería hay 50 mil. Es una jungla de libros
en la que solo él puede sumergirse. Lo que más
trabaja es humanidades, filosofía y política. Pero
tiene libros difíciles de conseguir y joyas narrati-
vas desaparecidas. Es un comprador muy com-
petitivo de bibliotecas.
“Con los años empecé a coleccionar las cosas
que encontraba en los libros cuando uno compra
una biblioteca. Algún día voy a organizar una
exposición con todo lo que encontré en los
libros. Por ejemplo: un plazo fijo vencido de 34
mil dólares. Nunca pude sacarme de encima el
pensamiento de la angustia y la desesperación
de la mujer que lo ocultó allí y nunca más lo
encontró. Siempre hay dolor en lo que encon-
trás. Cartas hermosas y terribles. Una viuda de
un médico famoso que había sido asesor de
Alfonsín me vendió la colección con la condición
de que borrara o eliminara los sellos con el nom-
bre. Adentro de esos libros encontré un extremo
Es un arte
Por Silvina Ross*
N
ací y viví entre los
libros. Mi casa fue-
ron las librerías que
fundó en Rosario desde 1937 mi
padre, Arnoldo Ross, un canillita
sin estudios de la zona de
Pichincha que se convirtió en
librero porque era un entusiasta,
un visionario y porque sabía que
los libros y el arte eran la mejor
forma de entender el mundo.
La profesión de librero es la que
nos dio a sus herederos sentido
a nuestra existencia. Me siento
su continuidad, no sólo por
hacer crecer la librería, sino tam-
bién por fundar, hace treinta
años, un sello con el que he teni-
do el orgullo y la gran responsa-
bilidad de editar las obras com-
pletas de los dos pensadores
más importantes de Argentina;
Raúl Scalabrini Ortiz y Rodolfo
Kusch.
Nuestra librería fue la primera,
antes que las de la avenida
Corrientes de Buenos Aires, en
permanecer abierta por las
noches. Fue un lugar de encuen-
tro para los rosarinos que venían
a pasear al centro, a ver las
novedades en libros, las exposi-
ciones de cuadros, tomarse un
ría está en un edificio señorial de
cuatro pisos, con un auditorio y
centro cultural.
Cuando escucho a un lector
(prefiero llamar así a nuestros
seguidores y no clientes), hablar
con su celular a alguien diciéndo-
le “estoy en Ross”, me sorprende
lo que hemos crecido y cómo for-
mamos parte del inconsciente
colectivo de la ciudad.
Considero la del librero una pro-
fesión que, como la de médico,
ayuda a prevenir enfermedades,
como la de abogado, que intenta
resolver conflictos; pero la mía,
además, ayuda a hacer crecer
espiritualmente a los lectores,
buscadores seguramente de
utopías.
* Librera y editora.
33
12/08/2009 22:19:27

Club Burton. En San Telmo. Tiene pocos años, pero está bien añejada.
casi patológico de la obsesión desenfrenada.
Libros llenos de dinero caducado con anotacio-
nes sobre cómo usarlo: ‘5 pesos comer, 3 pesos
bar’. Millones de papeles que nunca volvió a bus-
car ni a encontrar.”
Malamud cuenta una historia detrás de otra:
“Una vez, voy a Martínez, era una colección tre-
menda; me daba la sensación de que su dueño
había sido un nazi. Sin embargo, no había un
solo libro sobre el nazismo. Trataban sobre
armas, trampas, aparatos de tortura. Antes de
irme, le pregunté a la mujer que la vendía si su
Los preferidos padre había sido nazi y se quedó helada: ‘¿Cómo
sabe?’, me dijo. El padre había sido capataz de
Salvador Gargullo una estancia. Un dictador, un hombre siniestro,
(Club Burton): criminal y peligroso. Cuando ella quiso escapar-
–Toda la obra de Marcel se, él la amenazó con un cuchillo y ella lo denun-
Schwob (“un escritor genial”). ció. Lo internaron en un psiquiátrico para evitar
–Los cuentos de Remy de la cárcel. Por las noches, entraba un enfermero y
Gourmont (“un cuentista se lo cogía hasta sangrarlo. Le contagió un sida
olvidado pero excelente que fulminante. El nazi murió violado y de sida”.
prometo obsequiarle”).
El emperador
Víctor Malamud El dueño de la librería Ávila (ex Del Colegio),
(Tercera Fundación): Miguel Ávila nació y se crió en un pueblito del
–Jacques Prévert (“un poeta sur de Córdoba. No tuvo padre y su madre no
maravilloso”). podía mantenerlo ni criarlo. A los 13 años deci-
–La obra completa de Mario dió acompañar a un hombre de su pueblo, que
Benedetti (“un monstruo”). era muy peronista. Llegó a Buenos Aires el 17 de
octubre de 1955. Deambuló hasta que se escon-
Miguel Ávila (Ávila): dió en un conventillo de la calle Chile, donde una
–Facundo de Sarmiento (“uno familia le dio de comer y le tiró un colchón.
de los libros más “Buscaba trabajo y no conseguía, hasta que
extraordinarios que se han antes de cumplir los 14 fui cadete de la librería
escrito”). Platero, en Talcahuano al 400. Era una librería
–Las memorias de José María emblemática. Ahí conocí a Carlos Astrada,
Paz (“una obra muy bien Alfredo Yano, los hermanos Frondizi. Después
escrita”). de Platero, donde estuve hasta los 23, me fui a
–“Si tuviera que elegir un solo trabajar a Fray Mocho, fundada por Marcos
libro, Cien años de soledad”. Zinman. Con los años, terminé siendo librero
34
30-33-LIBREROS-160809.indd 34
en sociedad con la viuda de don Marcos”. Fray
Mocho cerró y los socios se dispersaron. Era
tanta la cantidad de libros que Ávila había
coleccionado que decidió abrir una librería en
Piedras 111.
“Un día, mi hija me comenta que van a cerrar
la Librería Del Colegio y van a poner un
McDonald’s. Del Colegio no fue la primera libre-
ría de Buenos Aires, pero existía desde el año
1700. Era una especie de boliche que se llamaba
La Botica, porque se vendía de todo. De ahí
viene el dicho ‘de todo como en Botica’. Me aga-
rra un ataque de nacionalismo y al día siguiente
llamo al padre Arce, que era el párroco de la
iglesia San Juan Bautista. El cura no sabe qué
hacer y con timidez se cruza y le pregunta al
kiosquero si sabe quién es el dueño de ese local.
‘¿Me está cargando? –le contesta el kiosquero–,
es de ustedes, le pertenece al arzobispado’.”
Mucho más difícil fue visitar a Cayetano
Lisiardo, que era el administrador de los bienes
del arzobispado. Miró la tarjeta de Ávila y la
desechó. “Le largué mi cháchara nacionalista”,
cuenta el librero. “¿Usted quién se cree que es
para hablarme así?”, lo interpeló Lisiardo con
desprecio. “Soy librero, vendo libros en Piedras
111”. La cara de don Cayetano se iluminó.
–Es un librería hermosa –dijo–, está bien, el
lugar es suyo.
–No. No lo quiero para mí… debe haber
muchos libreros que sí pueden…
–Déjese de joder, o lo agarra usted o nadie
–cerró el tema Lisiardo.
El caudal de libros de Ávila es incalculable.
Todas las vidrieras son temáticas. Sobre Alsina
es todo Historia antigua: Egipto, Roma, Medio
Oriente. A continuación, cine, teatro y literatura.
En la ochava están las novedades. Sobre la otra
calle está la historia argentina y la historia del
folclore y los aborígenes.
Sobre los viejos tiempos, cuenta Ávila:
“Cuando yo era cadete en Platero, se compraba a
un promedio de dos o tres bibliotecas por sema-
na. Las bibliotecas más importantes que yo
compré fueron las de Enrique Barba, director de
la Academia Nacional de Historia, y la biblioteca
de Ángel Maseira. Te digo esos nombres porque
ya pasó el tiempo, pero el código de omertà del
librero jamás se puede quebrar”.
Ávila tiene libros valiosos. “Vos sabés que hay
un tipo fascinado por Ricardo Molinari –con-
fía–. Aparece una edición antigua, lo llamás para
que venga a verla y se vuelve loco, no le rompés
la cabeza pero sacás buena ganancia. Hay libros
que nunca dejás de buscar, como El refranero
criollo, en la edición original de Peuser. Tengo
uno sobre las herejías, aberraciones y crímenes
cometidos por los papas. Un libro del siglo XVII.
Pero yo no estoy a la búsqueda de coleccionistas.
Estoy para dialogar con el lector.” 
12/08/2009 22:19:38
 los libros de

Víctor Laplace*
“Adonde esté, voy a una librería”
cualquier cosa.
–¿Se prepara con lecturas
para su trabajo?
–Lleva mucho tiempo la
investigación para el actor.
Cuando hice de Perón, me
leí todo lo que se puede
imaginar. Desde Historia del
peronismo de Hugo Gambini
hasta Las mujeres de Perón
de Araceli Bellota.
Para cualquier personaje
siento que me hace falta
mucha literatura, para armar
el personaje, para entenderlo
o crearlo.
diego paruelo

Por Nicolás Peralta
–¿Cuentas pendientes?
–Me gustaría meterme con
los griegos y tratar de
entender, porque todo hecho
Julio Cortázar. de la vida termina siendo
gustaría saber y entender “Me encantó leer una tragedia griega.

¿
Cuál fue el último libro
que compró?
–Me compré el último
de Cortázar, Papeles
inesperados. Leo mucho
Cortázar, incluso sus
poemas, que no conocía en
los años 60. Siempre es un
placer volver a ellos, porque
encuentro cosas nuevas.
–¿Le gusta ir a librerías?
–Sí, siempre voy a las
librerías. Adonde esté. El otro
día estaba en San Andrés de
Giles, encontré una hermosa
y entré. Siempre hay algo
que no había leído. Me da
felicidad meterme a comprar
libros. Me gusta buscar
maravillas entre los libros
olvidados, no tanto los de
moda o las novedades,
aunque se puede encontrar
algo bueno también. Me
gusta descubrir nuevos
filósofos. Hace no
demasiado tiempo descubrí
al filósofo francés Michel
Onfray. Me dio justo en la
tecla sobre temas que me
más de la filosofía. Eso
siempre es un placer,
terminás un libro y vas
descubriendo otros: estaba
leyendo La potencia de
existir e inmediatamente me
enganche con La razón del
gourmet.
–Entonces, ¿filosofía es lo
que más lee?
–Me gusta mucho la
filosofía. Voy de Nietzsche a
Schopenhauer con facilidad.
Me gusta Savater, me gusta
Sebreli, me gustan muchos.
Trato de leer todos los
autores que pueda.
–¿Alguna vez un libro lo
desilusionó?
–No, trato de meterme, por
mis tiempos acotados, con
lecturas seguras. Dentro de
lo inseguro y de los mundos
maravillosos que propone
siempre un libro. Nunca me
regalaron un libro que no me
gustó. Y si me pasó, no me
acuerdo
–¿Le gusta conocer la
personalidad de los
escritores?
algo inédito, aunque
siempre le descubrís
cosas nuevas.”
Rainer Maria Rilke.
“Excelente. Lo leí de
chico, obligado por
un profesor de lujo:
Witold Grombowicz.”
Michel Onfray.
“Está entre mis
favoritos. Este filósofo
dio en la tecla de lo
que busco”.
–Sí, leo los libros de
correspondencia para
conocer aspectos más
personales de los autores.
Mis preferidas son las cartas
de Flaubert, las de Oscar
Wilde y las de Vincent van
Gogh. También leo muchas
biografías.
–¿En qué momento no
soporta leer?
–El trabajo del actor
necesita un proceso creativo
que no te permite leer
–¿Presta o regala?
–Regalo. Mi biblioteca es
mi biblioteca. Si lo querés, lo
compro y te lo regalo. El
último que compré para un
amigo, Lorenzo Quinteros,
fue Arte del buen vivir, de
Schopenhauer. Me gusta, me
marcó mucho y se lo regalé
a muchas personas antes,
sirvió para introducirlos en
algún aspecto de la filosofía.
–¿De dónde viene su
gusto por la lectura?
–Tuve la suerte de acceder
a una formación increíble.
Cuando era chico, vino a mi
Tandil natal Witold
Grombowicz a dar clases, y
él nos obligó a leer a Rilke, a
Flaubert y a otros grandes
autores. Teníamos una peña
cultural los sábados, donde
él nos decía qué era lo que
había que leer y qué no. Fue
un gran privilegio tener un
maestro así, que nos
incentivó tanto a la lectura.
Me quedó para siempre. Y
en buena hora. 
*Actor

35

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 56

36-40-PUTIN-160809.indd 56 12/08/2009 19:54:45

 Diez años a
la putinesca
Vladimir Putin acaba de cumplir una década en el poder en la que
restauró algo así como el “sentido común” de Rusia, ese que comparten
desde el antiguo funcionario soviético hasta los profesionales post
perestroika. Ex agente de la KGB devenido en celebridad, reparte fotos
oficiales mientras nada, pesca o monta a caballo en cueros. El mejor elogio
que recibe de sus compatriotas es el de encarnar a “una persona normal”.

por alFredo grieco Y BaVio Obama, pero en el Kremlin las metamorfosis

L
os norteamericanos odiaban a los
rusos. Pero los rusos siempre se
rieron de los norteamericanos: la
burla es un sentimiento más disol-
vente que el odio. En los últimos tiempos,
nunca se rieron más que cuando el presidente
George W. Bush dijo que había mirado a los
ojos de Vladimir Putin y había visto “su alma”.
Los rusos nunca tuvieron ese privilegio visio-
nario. Son ojos fríos, claros, profundos: vacíos.
Los de un ex agente secreto de la KGB. Un
hombre que escucha más de lo que habla y
que, cuando habla, lo hace con un lenguaje
generalmente insípido, muy cuidado: inteli-
gente en el peor sentido de la palabra. Un
lenguaje de burócrata de la Unión Soviética.
Por detrás, todos los occidentales que no son
el tejano Bush sospechan de la crueldad de sus
nervios de acero. Que le permiten combatir
sin piedad a la oposición y a los “terroristas”
chechenos. El envenenamiento con polonio de
su ex colega de los servicios secretos fue ya el
antepenúltimo de los capítulos de una historia
de represiones inexorables. La muerte en
Londres por envenenamiento del ex espía
Alexander Litvinenko alarmó a Gran Bretaña
y a las demás naciones europeas acerca de un
posible atentado con armas sucias: una radio-
actividad baja pero no por ello menos letal.
Bush Jr. fue sucedido por el negro Barack
son más sutiles, menos coloreadas. Es tan cier-
to que Dmitri Medvédev sucedió a Putin en la
presidencia rusa como que su primer acto fue
nombrar al ex espía en el cargo
de primer ministro. Y, para
que no quedaran dudas, Putin
muchas veces se sigue sentan-
do en la silla presidencial. Esta
semana cumplió diez años en
el poder: la década putiniana
cambió a Rusia para siempre,
pero entre los cambios no se
entrevé su partida del poder.
Por no estar
Mujeres desnudas que nada-
ban en estanques con peces
dorados en templos del strip-
tease, langostas vivas que se
volvían rojo escarlata al hervir-
las, caviar del mar Caspio al
precio de Tokio, drogas de
Caracortada en Moscú y
Leningrado (que rápidamente volvió al nom- cinturÓn negro. Putín
bre zarista ortodoxo de San Petersburgo), crí- es amante del yudo y
menes de una mafia cada vez más poderosa, lo practica en público.
oligarcas cada vez más ricos que vivían en
palacios cada vez más a prueba de balas mien-
tras las multitudes hacían cola para comulgar
con su primer Big Mac en el primer
McDonald’s. Ésta era la nueva Rusia que

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36-40-PUTIN-160809.indd 57 12/08/2009 19:54:52

 había nacido cuando el Muro cayó definitiva-
mente y la Unión Soviética desapareció en
1991.
Hoy las mujeres siguen nadando desnudas.
Más se ha demolido de la antigua arquitectura
urbana soviética, para reemplazarla por
estructuras de vidrio y acero que parecen
recién traídas de Chicago o Los Ángeles, donde
reinas de belleza de casi dos metros circulan
con modelos a medida de Versace o Dolce &
Gabbana. Pero ya hace tiempo que los adoles-
centes urbanos debutaron con el primer Big
Mac. Los profesionales clasemedieros tienen
más fe en el consumo. No comerán langosta,
pero los shoppings están llenos y provistos. La
política no le importa a casi nadie. Al partido
de gobierno le faltaba un líder. Los años de
Boris Yeltsin, el ex cuadro comunista que se
había convertido en el primer líder de la nueva
Rusia, fueron como los de una película porno
a la que le faltaba una estrella viril. Ahora
ex agente. Putin suele Rusia la tiene: se llama Vladímir Vladimirovich
mostrarse usando armas Putin.
y exhibiendo habilidad y Un ex espía al que le encanta el yudo y que
fortaleza físicas. Bajo lo practica en público todas las veces que
estas líneas, subiendo a puede. Que felicitó al presidente israelí Moshe
un submarino. Katzav como “todo un hombre” porque está
acusado de violar a unas diez mujeres. Que le
dijo a un periodista
extranjero que hizo
una pregunta moles-
ta “que se venga a
circuncidar a Rusia”.
Un presidente fuerte
para un país fuerte.
Rico, como Venezuela
hoy, por los precios
que siempre aumen-
tan del petróleo y del
gas. Con una infla-
58
36-40-PUTIN-160809.indd 58
ción que cae y un crecimiento económico que
sube.
El apóstol
Como san Pablo, Vladimir Putin quiere ser
todo para todos. “El que no lamenta la caída
de la Unión Soviética no tiene corazón, pero el
que quiera restaurarla no tiene cerebro” es
uno de sus lemas favoritos, que repite en los
discursos. Es una frase pragmática, que busca
erigir un retrato de cuerpo entero del primer
hombre práctico en el gran país de los eternos
idiotas, demonios, jugadores, adolescentes,
humillados y ofendidos, criminales no siem-
pre castigados.
Quiere demostrarles a los rusos que los códi-
gos nucleares de Rusia están en buenas manos.
Y a los occidentales, que Rusia sigue siendo
una potencia nuclear y que por eso debe ser
respetada. Pero en los últimos meses, no le
hacen falta esfuerzos a Putin. Con la venta de
gas y petróleo a Europa occidental, tiene
garantizada la atención de los occidentales. El
ex presidente francés Jacques Chirac le conce-
dió, con gran pompa y circunstancia, el grado
máximo de la Legión de Honor, la más codi-
ciada condecoración de su país.
El mismo pragmatismo ha conducido a
Putin a librar sin miramientos una segunda
guerra en Chechenia, la república islámica que
busca su independencia en el extremo sur de
Rusia. La primera guerra la había perdido
Yeltsin. El práctico Putin se declaró triunfa-
dor. Estableció el terror en Chechenia: los
escuadrones de la muerte, la tortura y la des-
aparición son prácticas cotidianas. A la mayo-
ría de los rusos, que teme atentados kamikazes
en sus ciudades (las viudas chechenas se hicie-
ron famosas por ellos), les parece un mal
menor con tal de vivir en paz.
Una persona normal
El mayor elogio que se suele reservar a Putin
por parte de los rusos es que es “una persona
normal”. Algo así como el tipo ideal del anti-
guo funcionario soviético: trabaja mucho de
nueve a cinco, pero solamente para llegar a
casa cuanto antes. Para la elite intelectual,
esto se debe a que la opinión pública es inerte.
Las elites, por supuesto, son minorías. Y a
Putin lo votan, con menos coacción que con-
vencimiento o al menos resignación, tanto los
jubilados pobres (un voto que les arrancó a los
comunistas) como los profesionales jóvenes,
que solo conocen el mundo después de la per-
estroika de Gorbachov.
12/08/2009 19:55:12
 en cueros. Las fotos oficiales de las últimas vacaciones: deportes, torso desnudo, imagen de tipo recio.

Simbólico y posmoderno

S ímbolos zaristas, símbolos soviéticos, símbolos sui géneris. Todo vale para Vladimir
Putin, que quiere ser todo para todos. Boris Yeltsin había remplazado la bandera roja
con la hoz y el martillo por la bandera tricolor de los zares, y el escudo comunista por el
águila bicéfala. También el himno: lo remplazó por “Una canción patriótica”, una compo-
sición instrumental (y felizmente sin letra) de Mijail Glinka. Pero Putin pensó que tenía
que hacer una concesión a los comunistas, y llamó a Serguei Mijalkov, coautor del himno
estalinista de 1943, para que cambiara la letra (“Partido de Lenin, con la fuerza del pueblo
/ llévanos al triunfo del comunismo”). Mijalkov la puso al día, menos marxista, más reli-
giosa, pero siempre nacionalista (“Rusia única, inimitable / tierra única protegida por
Dios”). Fue un movimiento estratégico: la mayoría de los rusos no lamenta la pérdida de
la ideología comunista, pero sí del “imperio interior”, que era la grandeza de la patria: las
repúblicas que antes integraban la URSS y que ahora son independientes.

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36-40-PUTIN-160809.indd 59 12/08/2009 19:55:50

 Esta persona tan normal, sin embargo, ini-
ció su carrera gracias a un romanticismo. El
abuelo de Putin había sido cocinero de Stalin
en una de sus propiedades rurales. Pero
Vladímir Vladimirovich, que nació en 1952,
un año antes de la muerte del dictador, creció
en un edificio gris de Leningrado. Ahí nació su
enamoramiento por las novelas de espionaje.
En Primera persona, un libro de entrevistas
publicado en 2000, contó que desde que leyó
aquellos libros y vio algunos films quiso ser
espía: “Una profesión en la que los esfuerzos
de un solo hombre conseguían lo que ejércitos
enteros no podían conseguir. Así lo veía yo”.
Por querer ser el 007 ruso, Putin estudió
derecho, fue reclutado por la KGB y desti-
Juan Manuel nado a Dresde, en Alemania oriental. Un
Barbas. Llegó a puesto cómodo, en el que bebía litros de
estar en la selección cerveza y engordó once kilos. Pero allí vivió
Sub 20. Lo la caída del Muro; allí destruyó sus archivos
detuvieron en un secretos antes de regresar a Rusia. Trabajó
robo. Ahora enseña después en la intendencia de Leningrado
en un club de baby. hasta que Boris Yelstin lo llamó a su lado y
lo hizo su heredero.
Muerte a la oligarquía
Para una persona normal, todo tiene que vol-
ver a ser como antes. El poder tiene que estar
concentrado en el Kremlin. Por lo que libró
arquetipo. Los rusos lo ven como un hombre común.
Celebridad. Su perfil público lo asemeja a Berlusconi.
60
36-40-PUTIN-160809.indd 60
una guerra contra los oligarcas adversos: los
dueños de los grandes conglomerados de la
era soviética. Fundamentalmente, el gas y el
petróleo, las industrias de la química, de los
metales y del acero, la especulación inmobilia-
ria, y el más político de los sectores económi-
cos: el de los medios de comunicación, un
sector que además era nuevo en Rusia.
El control de las telecomunicaciones que
alcanzó Putin es tan perfecto como el de Silvio
Berlusconi en Italia. Y con los Berlusconi, los
Putin (Vladímir y su esposa Luzmila) son bue-
nos amigos. Ya veranearon juntos en la propie-
dades del Cavaliere en la mediterránea isla de
Cerdeña.
En el papel, la Constitución rusa es demo-
crática. El disidente ruso Sergei Kovalev
recuerda que la soviética también lo era. Sólo
que estaba prohibido invocarla en beneficio
propio: “No es para los rusos, es para que los
negros norteamericanos piensen que vivimos
bien”, le había dicho, seriamente, un funciona-
rio. Así, la actual Constitución proclama que
Rusia es una Federación. Pero hasta este prin-
cipio básico cambió Putin: suprimió la elec-
ción popular de los gobernadores y ahora son
designados directamente por él.
El porvenir de una ilusión
Independientemente de su ideología, casi nin-
gún politólogo, ruso o extranjero, estará en
desacuerdo con que el régimen actual está
basado sobre una idea, más bien arcaica: la de
que el régimen actual es una gran potencia
que tiene sus intereses propios y de la cual
todos los rusos son los servidores y súbditos
obligados. Es una concepción oriental, bizan-
tina, del Estado, que contradice todos los
principios de la civilización occidental.
Sin embargo, hay una pregunta que está en
todas las bocas rusas: ¿cuál es el futuro de
Putin? ¿Quiere ser zar, patriarca, médium
como Rasputín, presidente de Gazprom, el
mayor monopolio mundial de gas y petróleo?
“Yo no me puedo presentar como candidato
para una tercera presidencia –dijo Putin hace
unos días a los espectadores de su gran show
anual por televisión–. Pero espero contar con
la confianza de todos ustedes y seguir influ-
yendo de cerca en todo lo que pasa en el país”.
El futuro de Vladímir Putin, su sucesión, es
una de las mayores cuestiones que le quedan
por resolver a un país al que no le faltan inte-
rrogantes sobre su futuro. El ex agente de la
KGB confía en que elegirá bien. No hay una
verdadera oposición, en la Rusia actual, que se
atreva a contradecirlo. 2
12/08/2009 19:56:08
aviso master.indd 3 12/08/2009 15:09:20
 autos

Mazda RX8 2010

Autito volador
E
s una máquina que cer la Ferrari oriental: no
alcanza una veloci- lo pusieron atrás como
dad de 234 kilóme- acostumbran los italia-
tros por hora. Son 231 nos— ubicado a lo largo
CV que aceleran, tran- del capot (de costadito,
quilos, de 0 a 100 Km/h para que el mecánico
en 6.4 segundos. Es una esté más cómodo), y es
coupé muy pistera, en de tracción trasera.
verdad un restyling de un Compite con autos del
modelo ya existente nivel del Alfa GT o el
desde 2003. Es el Mitsubishi Eclipse, por
Mazda RX-8. citar dos ejemplos.
Nació como sucesor de Los cambios más noto-
la RX7, una fiera deporti- rios se ven en los deta-
va de Mazda producida lles, como los faros. Las
entre el 78 y 2002,
con una gran com-
petencia con los
Nissan y los Toyota
en Asia y Europa.
Aquel deportivo era
también una coupé
de dos o cuatro
plazas —según el
mercado—, de
diseño inspirado en la líneas le dan una cara
marca Lotus. Vendió
algo más de 811 mil uni-
más agresiva y moderna
que la del modelo ante-
Utilidad más comodidad
H
dades y tuvo tres gene- rior, apoyada en nuevos
ace 25 años que
raciones de motores: faldones laterales, sali-
Renault se da maña
una de 1.2 de 100 cv, das de escape de mayor
para mantenerse
una segunda de 1.3 y de diámetro y llantas de
peleando la punta del ran-
145 cv, y una tercera aleación de 19 pulgadas
king de ventas en el seg-
generación que llegó a en color gris grafito. Por
mento de las camionetas
tener unos 200 cv. Aquel fuera dibuja una afilada
utilitarias. Sobre todo
RX7 ganó las 24 horas silueta de 4,46 metros
entre las grandes. La
de Le Mans en el 79 y de largo, por dentro
Trafic es el modelo que
en el 91. Por eso el RX8, tiene capacidad para
hizo roncha, pero no es el
si bien se considera cuatro personas. Las
único. La marca del
como una evolución del dos puertas traseras se
rombo presentó nuevas
anterior, también tiene la abren en sentido contra-
versiones de su modelo
obligación de respetar rio a las delanteras. Al
Master. El retoque que se
esos laureles. En princi- abrirlas todas, queda un
hace cada año. importante según se dice,
pio, se convirtió, en los gran hueco sin obstácu-
La trompa quedó rejuve- vienen las innovaciones
últimos años, en uno de lo en el medio. Es una
necida: tiene capot, parri- más peculiares: una mejor
los favoritos de los com- idea tomada de autos de
lla, faros y paragolpes distribución de los acce-
pradores de la marca superlujo.
nuevos. Pero el exterior, sorios —como portaobje-
japonesa. Con transmisión manual
que tiene rasgos seme- tos y gabinetes— y,
Esta nueva versión trae de seis velocidades y de
jantes a la nueva Kangoo, sobre todo, una palanca
un motor delantero buena estabilidad en las
no es el cambio principal. de cambios tipo “joys-
—para los que dicen curvas y adherencia en
En el interior, que es lo tick”, integrada al panel,
que Mazda quiere pare- ruta, es el nuevo RX8. 2

42

42-43-AUTO-160809.indd 42 12/08/2009 18:43:46

 En la calle

Juan ,38 años,

Motoquero desde los 17.

¿ Por qué la moto y no el auto?

–No se compara con nada. La moto tiene algo de rebeldía.
No sé, el auto no es para mí. Me gustan, quizas, los clási-
cos, como algún Falcon, el Valiant o alguna coupé de Dodge.
Pero a una buena chopera no hay con qué darle. Hay una comu-
nidad muy copada, nos juntamos todos los sábados en General

d Rodríguez o en Mercedes. Me encanta subirme, siempre con

casco, y sentir el viento en la cara
–Mi tía te diría: vos sos el paragolpes.
–(risas) Uno no piensa en eso, uno solo siente la adrenalina,
el viento en la cara. Trato de tener cuidado, no me mando como
loco. Me gusta la velocidad, pero cuando da.
–¿Cuál es la mejor del mundo?
–La mía. Aunque si veo una CVO Fat Bob, me vuelvo loco. Es
una nueva de Harley Davidson que tiene algo de clásica. Un
caño
–¿Cuál fue tu primera moto?
–Una Siambreta, de mi tío, modelo 63. Creo que era de 125cc
o 250cc. Empecé a laburar apenas terminé la secundaria para
entrar al mundo de las choperas. Empecé con las Yamaha,
Zanella. Pero pasé por muchas marcas. Hoy estoy conforme con
como para ubicarla más $138.210 del minibús lo que tengo. No te voy a decir la marca, porque en realidad la
cerca del conductor y más profesional. retoqué mucho y es creación mía. Me gusta pensar eso.
así liberar más espacio Este nuevo modelo de la –¿Tu película favorita? La respuesta es obvia...
para la circulación den- marca francesa es fabri- –Easy Rider (Busco mi destino). Con Dennis Hopper como
tro de la cabina. En este cado con un motor die- actor y director, Peter Fonda, Jack Nicholson. 94 minutos hacien-
segmento, este artilugio, sel 2.5 de 16 válvulas y
do fuerza para dejar de pensar en las motos y entender la trama.
es una innovación. 115 CV, más caja de
–¿Podrías vivir así, en el camino?
Los precios van desde sexta. Los frenos ABS
los $ 96.760 hasta los son opcionales. 2 –Me gusta pensar que sí.

43

42-43-AUTO-160809.indd 43 12/08/2009 18:44:16

 tiempo
Con coronita
Es la “segunda marca” de Rolex. Pero no
alcanza con eso para definirla: sus relojes
tienen un interesante perfil propio.
S
on algo así como los
otros Rolex. Los
hermanos menores de
la gran casa de Ginebra.
Los Tudor son relojes
importantes, robustos, con
escudo dinástico como
logotipo y aspecto de vida
eterna, con nombre
nobiliario y una interesante
historia de adaptación a los
estándares
contemporáneos, que hoy
exhibe una colección de
piezas deportivas y
cancheras, en su mayoría
masculinas.
La relación con Rolex tiene
definición de origen, pues
la archifamosa casa
fundada por Hans Wilsdorf
en 1905 no nació en Suiza
exactamente, sino en
Inglaterra, para más tarde
establecerse
definitivamente en Genève.
Cuando, en 1946, Wilsdorf
decidió crear una segunda
marca, la bautizó como la
dinastía monárquica en
honor a ese pasado anglo.
Tudor nació para abastecer
la demanda de relojes de
alta calidad a menor precio
que los intimidantes Rolex.
Y para eso cambió la
estrategia y bajó el nivel de
exclusividad que se
manejaba como estándar
de producción de los Rolex,
utilizando máquinas
fabricadas por ETA –la casa
suiza proveedora de
calibres de muchos
grandes nombres de la
relojería–, a diferencia de
los Rolex, que llevaban
44
44-RELOJES-160809.indd 44
máquinas realizadas
íntegramente en los talleres
de la casa.
En la última feria de Basilea,
los modernos Tudor
crecieron con la
incorporación de una nueva
gama de modelos
Hydronaut II, para amantes
del buceo, en versiones de
cronógrafo y con fechador.
Súper deportivos y grandes
– 41 y 31 milímetros–, con
biseles de colores –negro,
plateado, azul– que le dan
su inequívoco aspecto
submarino. Creados para
las profundidades marinas,
son herméticos hasta 200
metros y se presentan con
esferas diferentes: negra,
rutenio, sol plateada, blanca
o azul.
En su cuadrante, los quince
primeros minutos,
importantes para las fases
de descompresión,
aparecen destacados por
una línea roja que habla del cuyo diseño guiña al DEPORTIVOS Y
alma deportiva del reloj; la cuentarrevoluciones de los MASCULINOS.
correa, de caucho negro, coches G.T.; con correa de Las piezas
de Tudor tienen
reproduce al mismo tiempo cuero, va perfecto para esa identidad.
la punta del escudo Tudor, eventos sociales y hasta
tan de abolengo. Hay un tiene una versión blanca,
modelo de alta tecnología para señoras tuercas.
en la misma colección: El alma más clásica de la
Hydro 1200, cuya caja colección de esta casa
hermética hasta 1.200 tiene lugar en los Date y
metros, con una válvula de Date Day, con cajas de aire
helio que permite que los retro, pero chic, con un
gases no penetren en el perfil muy suave que
reloj. incorpora un doble bisel
Por otro lado, se presentó que permite crear diferentes
Tudor Grantour, inspirado en versiones de la caja: toda
el universo estético de las de acero, de acero y oro
carreras automovilísticas, combinado y de cerámica
con un cronógrafo en rojo negra o blanca. 
12/08/2009 20:32:11
 tecno
Todo para el pulgar
Tecnología touch en un walkman y un nuevo modelo slide de celular,
para la parte del cuerpo más mimada de la tecnología: los dedos.
VIDEOCÁMARA SAMSUNG HMX-H105
Las palabras “alta definición” son la
muletilla de este siglo e inundan
prácticamente cualquier ámbito
tecnológico: televisión, cine, videojuegos
y también videocámaras, como las
últimas de Samsung que filman en HD
(high definition) y cuentan con una nueva
tecnología de almacenamiento conocida
como SSD (Solid State Drive) gracias a
la cual estos gadgets pueden grabar y
borrar más de un millón de veces. Con
menos emisión de sonidos acústicos y
de calor, la nueva HMX-H105 consume
ocho veces menos carga de batería que
una videocámara de disco rígido,
reduciendo el uso de energía y
colaborando con el cuidado del medio
ambiente. Cuesta unos 3.999 pesos.
45-TECNO-160809.indd 45
CELULAR LG GT360
Los teléfonos llamados sliders van
avanzando para alegría de los
pulgares. Es el caso del LG GT360
de LG que destaca por su teclado
“Qwerty” deslizante para escribir
mensajes de texto de una manera
más ágil y efectiva. Otras
características son su touch screen
para el discado de llamadas, las
funciones e-mail Wizard, de
administración de correo electrónico
y de seguimiento de SMS, que
posibilita mantener el historial de los
chats de texto (viendo ambos lados
de la conversación en tiempo real),
Bluetooth y USB, cámara fotográfica
de 2 MP, una tarjeta de memoria
MicroSD de 2GB, MP3 y Radio FM.
SONY ERICSSON WALKMAN W395
La tecnología touch llegó a los walkman.
Por ejemplo, el modelos NWZ-X1060 de
la serie X de Sony viene con una panta-
lla táctil OLED (Diodo Orgánico Emisor
de Luz) que le aporta al panel colores
más nítidos, tecnología Digital Clear
Audio (con clear bass y clear stereo) y
auriculares con sistema digital noise
cancelling con un software que permite
bloquear el sonido ambiente.
Simplemente presionando un botón el
usuario puede activar o apagar el modo
DNC. Y una yapa: curiosamente, permite
captar una conexión Wi-Fi para hacer
búsquedas en internet, bajar contenido
desde un Podcast, ver videos en
YouTube, por ejemplo. Viene con una
memoria de 32GB y cuesta 2.799 pesos.
45
12/08/2009 23:07:13
 46

46-55-DESALOJOS-160809.indd 46 12/08/2009 21:23:12

 Desalojados El lado B del boom
inmobiliario es la crisis
habitacional de la ciudad.
Mientras suben los precios
para alquilar o comprar
vivienda, unas diez mil
familias fueron desalojadas
en los últimos dos años.
Volvieron los desalojos de
propiedades del Estado y hay
mil personas más en la calle
que en 2008.
La vida en la calle, en un
hotel o en una casa tomada.

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46-55-DESALOJOS-160809.indd 47 12/08/2009 21:23:25

 Por Lucía Álvarez
fotos E. C./ L.M.H. / P. C.
D
ale, arriba, vamos”, fueron los pri-
meros gritos que despertaron a
María esa madrugada. Tres hom-
bres de buzo negro con capucha
rompían a palazos su rancho debajo de la auto-
pista.
“Dale, ¿qué te pasa? Arriba. ¿O querés que te
traiga a los de la barra?” María se arrastró de
rodillas por el piso, con la panza de ocho meses
colgando y sin levantar la cabeza. Sólo veía los
pantalones estilo militar y las zapatillas que lo
pateaban todo. A unos metros, un camión de
basura camuflado esperaba con el motor prendi-
do la señal de avance. El chiflido fue agudo. Los
hombres tiraron los colchones, las frazadas, la
“
ropa y las tres bolsas de lienzo blanco con botellas
Para recibir de plástico y cartones adentro del camión.
Se escuchó un forcejeo. El hijo de cinco estaba
una ayuda por prendido de uno de los changuitos.
emergencia –Soltalo, pendejo de mierda –repitió el hombre
habitacional de de capucha negra, tironeó más fuerte y arrancó el
diez cuotas, que changuito de un empujón. María corrió desespe-
rada y llegó justo para comerse el palazo. El golpe
suman hasta siete le costó varias hemorragias y una internación.
mil pesos, una de Tirada en el piso, llegó a ver un auto sin paten-
las condiciones es te y las letras de una de las gorras negras: UCEP.
presentar la La sigla designa a la Unidad de Control del
Espacio Público creada por el decreto 1.232 con
fotocopia del DNI el objetivo de mantener calles y plazas libres de
del dueño del usurpadores. El grupo opera oficialmente desde
inmueble que se octubre de 2008, pero según Facundo Di Filippo,
alquila. Una misión presidente de la Comisión de Vivienda de la
Legislatura porteña, existe desde la gestión ante-
casi imposible rior. Está compuesto por 25 empleados de planta
cuando gran parte transitoria que dependen del Ministerio de
de los inquilinatos Ambiente y Espacio Público a cargo de Juan
son flojitos de Pablo Piccardo. Tiene un presupuesto de un
millón de pesos, salarios que rondan los dos mil y
papeles. denuncias de la Defensoría del Pueblo, organiza-
48
46-55-DESALOJOS-160809.indd 48
ciones de derechos humanos y legisladores de la
oposición por malos tratos en sus operativos noc-
turnos. Piccardo no respondió las preguntas de C
sobre La UCEP, sí lo hizo –por mail– un vocero
que las definió como “sin sentido”.
Los operativos de la UCEP son sólo el elemen-
to más indiscreto de una forma de abordar el
déficit habitacional de la ciudad.
La emergencia se hace visible en las villas,
crecen los nuevos asentamientos, el amontona-
miento de gente en pensiones, inquilinatos o en
la calle. Los desalojos de propiedades privadas
se multiplicaron desde 2007 y desde enero de
este año también se registran en propiedades
públicas. A este panorama se suman los aumen-
tos de precios para alquilar o comprar, una
mayor autonomía del mercado inmobiliario y un
vaciamiento presupuestario del Instituto de
Vivienda de la Ciudad (IVC).
Mientras María –ahora instalada precaria-
mente sobre la avenida Belgrano– cuenta su
historia, el bebé, que ya tiene tres meses y la
boca enchastrada de yogur, mira con curiosidad.
También su marido mira, más bien relojea y
controla.
–La gente tiene miedo, mi marido tiene miedo.
Pero yo no. Son demasiados los golpes en la
vida.
Desde que se fue de su casa en Lanús, María
vivió cuatro años en un vagón abandonado y tres
en una casa tomada en Balvanera. Cuando la
desalojaron, en 2005, el gobierno, dice, le prome-
tió una vivienda prefabricada en Alejandro Korn,
de la que todavía no tiene noticias. Pasó estos
años entre pensiones e inquilinatos, en cientos de
paradores de la city porteña y armó rancho en
cada autopista e iglesia. Después de aquella
noche decidió cambiar otra vez, de Constitución
a San Telmo.
Hoy su vida consiste en pasar mañanas y
tardes sentada en esta misma vereda; casi sin
moverse. Los kilos de más, las canas que empie-
zan a asomarse y un jogging desgastado la
hacen ver como una matrona en decadencia.
Tiene 39 años.
Son las seis de la tarde y el sol está cayendo en
pleno centro. María sigue con la mirada a la gente
que corre a la salida del trabajo y hamaca el
cochecito del bebé. Nadie la mira.
Cuando el marido termina de ajustar los carto-
nes a la carreta, la familia ya está lista para una
nueva mudanza a la 9 de Julio donde los compa-
dres esperan con el fuego listo para la cena.
Caminan por Perú. Hay una casa de ropa para
hombres; los restos polvorientos de lo que fue
una parrilla; un local de Puma; una tienda de
rulemanes y en la esquina, una pintada en letras
rojas: “Libertad a los presos paraguayos”.
Al compadre de María le dicen el Tucu. Tiene
12/08/2009 21:23:36
 los ojos rojos como en los dibujitos y un aliento a
vino que voltea. Vive en Buenos Aires desde hace
veinte años, pero su acento está intacto. Es verbo-
rrágico y cordial y también algo temerario. Su
mujer aparenta tener por lo menos diez años más
que él, pero no hay forma de chequear la intui-
ción. En quince minutos de charla con el Tucu,
ella no abrió la boca.
Hace dos meses que él volvió de trabajar la
temporada de la pera en Neuquén y los 2.500
pesos que ganó ya se fueron entre hoteles y pen-
siones. Muestra la factura: 75 pesos por dos
noches. El Tucu necesita sostener todo lo que dice
con comprobantes.
La maña no es sólo por desconfianza y no le
pertenece sólo a él. El endurecimiento de los
requisitos para recibir subsidios a partir del
decreto 960 de 2008 hizo que cada factura se
convirtiera en un trofeo de guerra. Por ejemplo,
para recibir una ayuda por emergencia habitacio-
nal de diez cuotas, que suman hasta siete mil
pesos, una de las condiciones es presentar la foto-
copia del DNI del dueño del inmueble que se
alquila. Una misión casi imposible cuando gran
parte de los inquilinatos y pensiones son flojitos
de papeles.
Ahora el Tucu y su familia están otra vez en la
calle. Venden galletitas en los semáforos y piden
una voluntad a cambio del diario El Argentino.
Todavía no se cruzaron con la UCEP, pero el Tucu
está preparado. “Ya me dijeron de ésos, que son
46-55-DESALOJOS-160809.indd 49
de La Doce y que se vienen con una Trafic gris”.
Dice que tiene un cuchillo, y con las dos manos
que tiemblan exagera su largo, que si vienen por
su nena les mete una puñalada en el estómago y
que no le importa nada.
La hija del Tucu es igual a su mamá: tiene pelo
azabache con caída perfecta y orejas grandes. El
pantalón, las zapatillas y la campera son rosa
pastel. Juega con el hijo de María en el pasto:
corren, se revuelcan, investigan hormigas, de vez
en cuando interrumpen. Los dos forman parte de
ese 12% de menores de cinco años de la ciudad
que, según el Centro de Estudios Legales y
Sociales (CELS), vive en situación de indigencia.
–Es como el pastor que tiene que cuidar a sus
ovejas. Yo soy ese pastor –dice el Tucu con los ojos
vidriosos y lo interrumpe su mujer por primera
vez. Tiene la voz un poco ronca y la misma tonada
que él; ella también es tucumana:
–Tenemos miedo, yo sé lo que pasa, por eso
no hablo. Nosotros no hacemos más que no
tener casa.
La cena está a punto de servirse; a la ranchada
le queda una hora antes de que cierren las rejas
del parque. Después, cada familia llevará las
carretas a su rincón o a su escondite. María tapa-
rá a su hijo pequeño y acostará al bebé con ella, lo
protegerá con un abrazo. El Tucu dormirá con un
ojo abierto y el otro cerrado, tocando algunas
Lourdes. Vive en un hotel
veces el cuchillo debajo del colchón. Los dos des- con dos hijos. “Todos paga-
pertarán con cada ruido extraño. mos por estar acá”.
49
12/08/2009 21:23:47
 “ Éste no es un
hotel usurpado,
todos entramos
pagando. Nos
hicimos cargo de
Noche en el Abasto
La cita con Rosa es en Balvanera, a dos cuadras de
la plaza Miserere y a media de las vías del tren, en
la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires
(CIBA). En la zona circula la ansiedad de los luga-
res en tránsito: la gente camina con distancia,
muchas cosas. esquiva puestos, se adelanta uno, dos, tres pasos
con el semáforo en rojo; apenas siente la cumbia y
Todavía estamos
el olor a las promociones de comida barata que
pagando una unen a esta zona de la ciudad con el conurbano
deuda de bonaerense. La calle del local es solitaria y oscura.
electricidad que Al frente hay un hotel y dos casas viejísimas que
funcionan como inquilinatos. No tienen anuncios,
tenía el dueño, de
ni recepción, ni ropas colgando; nada que haga
28 mil pesos.” sospechar de esas dos casas con descascaradas
paredes color verde manzana.
La discreción es ley cuando de alquilar pieza se
trata. La discreción y el arreglo con los inspectores
y la policía. Sólo eso explica que, según varias
organizaciones, nueve de cada diez lugares que
alquilan cuartos no tengan las habilitaciones, ni
los permisos correspondientes. “Cuando alquilás
una pieza nunca sabés dónde te estás metiendo,
quién es quién, ni dónde vas a terminar”, confesa-
rá Rosa unas horas más tarde.
Rosa tiene todos los rasgos andinos: tez trigue-
ña, perfil aindiado, timidez hasta en la forma de
mover las manos –casi no salen de los bolsillos–, el
pelo espeso y un flequillo rebelde que se levanta
como volado. Es además chaparra y una gran
cocinera de picaronadas y polladas.
Llegó de Perú hace cinco años, después de cua-
tro días de viaje y un solo trasbordo en la frontera
argentina. Vino sola. Meses después llegaron su
marido y sus cuatro hijos a la pieza que alquiló por
160 pesos en la calle Zelaya, la misma a la que el
Gobierno de la Ciudad puso empedrado y convir-
tió en peatonal turística.
Aguantaron hasta el invierno. Cuando ya los
plásticos colgados del techo no resistían las inun-
daciones y los manchones de humedad llegaban a
un marrón intimidante, se mudaron a la calle
Pueyrredón, a una pieza sin agua por la que les
50
46-55-DESALOJOS-160809.indd 50
pidieron 500 pesos de garantía. “Cuidate que acá
hay de todo, paraguayos, peruanos, bolivianos, de
todo” fue lo único que le dijo el encargado, con la
plata en la mano. El nuevo hogar quedaba en un
piso 13; Rosa pensó que era un mal augurio.
Al poco tiempo comenzaron los rumores: que
se viene el desalojo, que el encargado está desapa-
recido, que en su pieza no hay nada, ni en los
cajones, ni en el armario. Rosa se dio cuenta de
que era cierto cuando a fin de mes nadie apareció
para cobrarle.
–Los que te alquilan vienen, dicen que son los
responsables, les pagás cada mes y ellos te hacen
el recibito con un lapicero. Vos no sabés nada
cuando entrás, yo no pensé que ese hotel tan gran-
dazo podía estar usurpado. Después se hacen
humo cuando llegan los verdaderos dueños.
La experiencia de Rosa es excepcional. Desde
que en 2006 algunos cambios legislativos endure-
cieron las penas por usurpación, ya casi no que-
dan grupos que tomen casas para alquilar o ven-
der piezas. Hoy la gran mayoría de los hoteles en
la ciudad son de propietarios que alquilan sus
cuartos o gente que alquila una casa y a su vez
subalquila las habitaciones. Los conflictos en estos
casos surgen por aumentos de precios –en
Constitución o Barracas las habitaciones pasaron
de 300 pesos en 2003 a mil en 2009–, o porque el
hotelero quiere invertir el inmueble en otro nego-
cio. Si la gente se resiste defendiendo sus derechos
a locación, los mismos con los que cuenta alguien
que alquila un departamento, llegan los apuros,
los aprietes y los matones.
El 1º de mayo pasado, a las cinco de la mañana
llegó el desalojo.
El relato de Rosa es más agitado en este punto,
suena como a los equipos de tortugas del Counter
Strike. Los policías suben a la terraza –tac, tac, tac,
las botas se escuchan por las escaleras–; bajan
juntos y se quedan dos en cada piso; abren las
puertas con patadas –pum–; sacan a la gente –gri-
tos y llantos de bebés–, empujan las cosas al pasi-
llo, cierran las puertas con candados. Limpio el
13.
Ahora sí se ven sus manos, tiene las uñas pinta-
das de un rosa casi transparente. Cuenta con sus
dedos lo que no llegó a sacar antes de que la poli-
cía barriera su habitación: la cama, la mesa, una
alfombra, los vasos, un acolchado de lana y la
plancha.
Esa misma madrugada la familia se mudó al
local de la CIBA, a la habitación donde está ahora
sentada con las piernas cruzadas a la altura de los
tobillos. Al lado de ella hay una silla vacía donde
se suponía iba a estar sentado su marido. Pero
Roger tuvo una huida rápida y eficaz en el comien-
zo: “Bueno, vamos a decir lo mismo, pues, mejor
con ella sola, ¿sí?”
Después de una hora Rosa sale a la recorrida
que una vez al mes hace por uno de los hoteles del
12/08/2009 21:23:59
 Abasto, y en la que pide 15 pesos a cada familia
para los abogados que se ocupan del litigio. En la
calle garúa. Ella se pone la capucha y cierra hasta
el cuello la campera negra impermeable.
–Yo no conocía el invierno. Donde vivía apenas
corría un viento fresco, nada de lluvias –dice y su
cara se llena de rocío.
Rosa es de Chosica, una ciudad a cuarenta
minutos del centro de Lima, sin salida al mar y
con un río de aguas mansas. Ahí tiene casa, terre-
no y familia, pero el trabajo fue siempre cosa difí-
cil. “Hice de todo, hasta estuve en la construcción
de muros para contener los derrumbes del Huayco.
Siempre me pagaron una miseria, mi sueldo no
llegaba a los 150 pesos”, cuenta. Hoy trabaja lim-
piando casas por hora y Roger está desocupado.
En las escalinatas de lo que fue un mercado
quedan dos emos y un flogger disputando territo-
rio. No hay gente de shopping, ni turistas y un
aroma a comida andina se repite en cada esquina.
El Abasto es mucho más peruano de noche.
El hotel de tres pisos queda en una cortada con
empedrado y garabatos en las paredes.
Quienes justifican los desalojos argumentan
que la ciudad está colapsada y que no hay terre-
nos. Según el censo de 2001, hay 110 mil viviendas
desocupadas; es el último dato oficial y tiene ocho
años.
El hotel tiene mucho movimiento. Las puertas
se abren y se cierran y por los pasillos circula gente
que va al baño, a la calle, a la única cocina por piso
–“A ver, ¿están todas las hornallas ocupadas? ¿Sí?
¿Todavía? Habrá que esperar un rato”–, a la pieza
del vecino, del pariente o del amigo; nadie parece
estar en la habitación correcta. En cada abrir y
cerrar de puertas, se escapan algunas intimida-
des: los finales de una bachata –“No es amor, no es
amor, es una obsesión”–, el olor a pollo frito o a

humo de guiso casero; se ven cuartos recargados
de chucherías y cuartos pelados, familias enteras y
gente sola.
Manuel es uno de los que caminan agitados por
los pasillos. Sube y baja escaleras con ojotas imita-
ción hawaianas y campera de jean con corderito.
Sale de su pieza y se mete en la de su primo, y
después en la de su viejo, y así.
La pieza de Lourdes es un espacio de tres por
tres con una mesa, cuatro estantes y un placard
rectangular, una heladera chica, un ventilador de
piso, dos radios –una prendida, la otra da la sen-
sación de que no funcionara–, una tele también
prendida y la cama en la que duerme su bebé y
sobre la que Cristian, su hijo mayor, está sentado
y muestra en una sonrisa sus dos únicos dientes de
leche.
–Éste no es un hotel usurpado –la entrevista la
empieza ella–. Todos los que estamos acá entra-
mos pagando por la pieza, yo pagaba 150 pesos
cuando entré.
La puerta se abre sin que nadie toque. La vecina
“
que se asoma por el costado no dice nada, pero Antes
intercambia con Lourdes una mirada cómplice.
tardaban años en
–Es que ahorita estoy hablando, es una entre-
vista –dice Lourdes inquieta. sacarte. Ahora, en
–Yo vine a ver la tele. Tú, tu boca con ella; y yo, dos meses estás
mi mirada, allá– responde la mujer, de unos cin- afuera”.
cuenta años, y señala el televisor, que ya está en el
canal correcto. Es un culebrón brasileño. La radio
y los ruidos del pasillo hacen que apenas se escu-
che el doblado al español. Lourdes acepta.
–En marzo de 2006 el dueño nos quiso sacar a
todos, justo cuando los nenes empezaban las cla-
ses. Así que unas señoras fueron al CGP y ahí
vieron que el hotel no estaba ni habilitado ni regis-
trado. Vinieron después asistentes sociales a ver
cómo se vivía, cómo estaban los cables, la cocina y
pusieron la faja de clausura. Pero nosotros nos
quedamos adentro y el dueño nos puso un juicio.
La vecina ya tiene un ojo y una oreja puestos en
cada escena. Se debate entre el amante de la mula-
tona y la entrevista; finalmente se decide:

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 “ Rosa llegó
sola a Buenos
Aires. Meses
después llegaron
su marido y sus
–Pero acá nos hicimos cargo de muchas cosas.
Todavía estamos pagando una deuda de electrici-
dad que tenía el dueño, de 28 mil pesos –en el
pasillo hay una factura de luz que confirma el
dato: “Consumo 4.440 pesos; Deuda 4.523”–.
Además, los calefones son nuestros, compramos
cuatro hijos a la uno para cada piso. No nos pueden sacar así
nomás.
pieza que alquiló
–Mira, la cosa está bien difícil, ¿sabes? A mí me
por 160 pesos en pasaron la voz de que ahora Perú está mejorando,
la calle Zelaya. quién sabe… también extraño.
A la salida del hotel se ven las letras luminosas
del Shopping Abasto y el cartel del nuevo edificio
de la zona: “Cocheras optativas. Parrilla en el últi-
mo piso, jacuzzi, solarium. Detalles de categoría y
confort”. Un dibujo de gente disfrutando del sol, la
pileta y el asado, con verdes muy verdes y un cielo
Caribe. Desde la reactivación económica en 2003,
la CIBA calcula que el ochenta por ciento de lo
que se construyó en la ciudad fueron edificios
lujosos.
“No vivimos de arriba”
Ángel Gallardo y Corrientes. Unas veinte bicicle-
tas hacen de corralito a la asamblea y cortan la
calle Troilo a la mitad. Los vecinos que pasan se
asoman, pero no se animan. Miran a la ronda y
ofrecen una mano esquiva a los volantes: “¡Basta
de desalojos. Reconstitución de la huerta orgáz-
mika ya!”
–Compañeros, silencio, compañeros. –Las ras-
tas del pibe con el megáfono cuelgan hasta la
cintura. Son negras y prolijas; parecen salidas de
una máquina de hacer chorizos. Habla tranquilo y
mueve sus manos como si bailaran un reggae.– A
ver si nos callamos y escuchamos a la compañera,
por favor –dice y le pasa el aparato a una mujer
con gesto de preocupación.
La mujer se llama Alejandra y tiene 35 años. No
usa trenzas de macramé, ni tiene más de un agu-
jerito en cada oreja; su buzo azul marino y su
pantalón gris desentonan con los colores chillones
de los jóvenes militantes. Ella apoya un pie en el
52
46-55-DESALOJOS-160809.indd 52
auto abandonado que está detrás y, erguida, se
lanza a hablar sin megáfono. Mira al frente.
–Mi casa tiene fecha de desalojo. Si no hacemos
algo, mi familia y yo terminamos en la calle.
–Termina la frase y se envalentona con la pitada a
un cigarrillo que está en las últimas. Se la nota
confiada, en terreno conocido. Hablar frente a
esos jóvenes le debe recordar algunas imágenes de
la infancia: los preparativos para las tomas de
casas abandonadas; el aguante con colchones y
frazadas esperando a la policía; los días en los que
ella, su mamá y su hermana se sentaban en el
banco de la comisaría esperando la salida del
viejo.
Alejandra vive desde 1983 en una propiedad
municipal del barrio de Almagro. Su familia per-
tenecía a Techo y Trabajo, un movimiento de
inquilinos creado cuando Buenos Aires era un
terreno fértil para las ocupaciones. Hoy la agrupa-
ción no existe, pero dejó su huella.
La situación, por eso, no es nueva para
Alejandra. El primer recuerdo que tiene de un
desalojo es de hace veintisiete años. Ella, con suer-
te, llegaba al metro y medio. Todavía no había
terminado la dictadura y, cansado de los controles
militares en el tren a Hurlingham, su papá había
decidido alquilar una piecita sobre la calle Yatay.
Pronto se quedó sin trabajo y sin plata. La estadía
duró tan poco como la paciencia del hotelero.
–Lo que pasa es que esta vez es distinta –dice
Alejandra con cara de acidez estomacal–. Antes
tardaban años en sacarte, ahora en dos meses
estás afuera.
Aunque no hay datos oficiales, la Coordinadora
de Inquilinos de Buenos Aires calcula que entre
2007 y 2009, 10 mil familias fueron desalojadas
de sus viviendas y la Asesoría General Tutelar de
Buenos Aires asegura que hay mil personas más
en situación de calle que el año anterior.
Alejandra cuenta que se enteró de la noticia
hace tres semanas. “Yo no tengo obligación de
decirle esto, pero el baldío tiene la orden y sólo
falta que Macri firme el decreto. Es cuestión de
días”, le dijo en complicidad un jovencito de la
Administración de Bienes. Cuando escuchó la
palabra “baldío”, Alejandra frunció el ceño y
movió un poco la mandíbula. Respiró hondo y
trató de hablar, pero en su garganta ya no circula-
ba el aire. El empleado siguió: “Parece que va a
subasta”.
–La venta está arreglada de antemano, ahora
las propiedades se venden con las vacas adentro
–cuenta Alejandra caminando por la calle Perón.
La familia tomó esa casa gris de techos altos y
ventanales –catalogada como “baldío” en los pape-
les municipales– porque Susana, su mamá, traba-
jaba en el Hospital Italiano. Hoy, las dos creen que
esa misma cercanía es la que amenaza con dejar-
las sin lugar donde vivir: “Para mí esto es lobby del
Hospital”.
12/08/2009 21:24:12
 La desconfianza se sostiene en los supuestos
negocios que hay en las ventas de propiedades
municipales a privados, muchas veces a precios
muy por debajo del valor de mercado. El
Gobierno de la Ciudad vetó en enero de este
año la Ley de Emergencia Habitacional, un
proyecto aprobado por todo el arco opositor
que impedía los desalojos en terrenos fiscales.
La casa queda en la calle Pringles, no hay
ningún número en la puerta. Un pasillo oscuro
y al descubierto conecta el cuarto de Alejandra
con el de su mamá y su hermana. En total, son
once los que viven ahí. Ella está al frente, en una
pieza dividida por un placard y una cocina que
en verdad es un patio con techos de chapa.
Alejandra hace que cada uno de sus hijos
salude. Están cinco de siete, y el nieto. La más
pequeña, contará después, tiene un retraso
madurativo, no puede ir al colegio y por eso
Alejandra tuvo que dejar de trabajar limpiando
casas por hora. El turno para un diagnóstico en
la Casa Cuna es en enero de 2010.
En la cocina se siente el frío igual que afuera.
Un lavarropas que sólo centrifuga chilla como
chancho y se mueve para atrás y para adelante.
Sobre la mesa están los dos flanes que Alejandra
prepara cada sábado. Ella pone la pava.
–Cuando llegamos acá no había ni agua,
teníamos que ir a buscar a la YPF de la esquina.
En estos años nosotras pagamos todo: luz, telé-
fono, agua, gas, hasta las deudas. –Otra vez la
maña de los comprobantes. Alejandra busca la
bolsa vieja de la zapatería Lucerna donde guar-
46-55-DESALOJOS-160809.indd 53
da todos los papeles.– Además intentamos
comprarla con crédito, o cualquier cosa para
regularizar nuestra situación. Nunca quisimos
vivir de arriba.
En noviembre de 2004, cuando recibieron el
que hasta ahora era el último aviso de desalojo,
Alejandra organizó una movilización a la
Administración de Bienes que terminó con la
toma del edificio. Consiguieron un convenio
para la resolución definitiva y un crédito indi-
vidual –por la Ley 341– de 120 mil pesos.
–Hace años que estamos buscando casa para
comprar –interrumpe para escupir el primer
mate. Después escupirá otro y otro más, cinco
en total–. Pero cuando decís que es con un cré-
“
dito del IVC nadie te acepta, porque saben que
esa plata no existe. Y cuando encontrás uno
que sí, el tasador o el arquitecto te lo frenan Desde que en
seguro. 2006 se
El IVC sufrió una reducción del presupuesto endurecieron las
de 480 millones a menos de 120. En lo que va
del primer trimestre de 2009 se ejecutó el
penas por
3,24% de ese presupuesto. usurpación, ya casi
Un grito del fondo y la madre de Alejandra no quedan grupos
llega para los últimos mates. Dulces y lavados, que tomen casas
mala combinación. Susana tiene el pelo caoba,
brillante, como si se acabara de teñir, que con-
para alquilar o
trasta con el polar turquesa. Tiene unos lentes vender piezas”.
para leer de cerca que usa al final de la nariz,
igualito a una directora de escuela.
–Peleamos esta casa de gobierno en gobier-
no. No nos van a sacar de acá –dice Alejandra y
a su mamá se le infla un poco el pecho. 
53
12/08/2009 21:24:15
 Noche de ronda
Por Pablo Galfré mudanza. Pero este tipo de mudanzas no son con canastos de

H
mimbre y peones fornidos, sino que cada uno guarda sus
ace dos semanas Stella Maris y su bebé vivían pertenencias en cajas de verdulería, valijas, mochilas y bolsas
en un departamento detrás del Cementerio de de consorcio. El living de este caserón grande y antiguo, esti-
la Chacarita. El dueño, un chico joven que tam- lo art noveau, con vitreaux que separan los ambientes espa-
bién vivía ahí, les alquilaba la habitación de 2x2 ciosos, con techos y paredes recién pintados que llegan a los
pero con condiciones: prohibido usar el living y la cocina. Eso seis metros de altura, está plagado de heladeras oxidadas,
sí, antes del cinco de cada mes tenía que desembolsar 400 cunas maltrechas, armarios desarmados, muchísimas bolsas
pesos. Hasta que un día este chico le dijo: “Stella, esto no va de residuos y gente que corre de aquí para allá. Alguien grita:
más. Necesito que te vayas”. Y ella le rogó que le diera un mes “¡Rápido con la mudanza, antes de que llegue la policía. Que
para buscar otro lugar, que la cosa estaba difícil para una no nos pase lo de la otra vez!”
madre soltera y con poca plata. Pero el tiempo otorgado fue “¿Qué pasó la otra vez?”, pregunta este cronista, que se hace
de tan solo una semana, un imposible para una inmigrante pasar por el hijo de la patrona de la casa donde Stella Maris
ilegal con sueldo de empleada doméstica que, por obvias limpia por horas.
razones, figura aquí con el nombre cambiado. “La mayoría de ellos vive así desde hace años. Se van
Stella Maris supo que tenía dos opciones: de patitas en la mudando de una casa ocupada a otra hasta que llega la orden
calle con su crío a gachas o llamar a lo que algunos en el de desalojo. Así sucesivamente. Y la última vez llegó la poli y
ambiente llaman “la mafia peruana de las casas tomadas”, hubo que coimearlos –explica Stella mientras guarda unos
una definición exagerada de malhechores que alquilan habi- ositos de peluche de su hijo en una bolsa en la cual no entra
taciones en casas ocupadas ilegalmente. nada más–. Es que no nos queda otra. Las pensiones nos
El modus operandi es el siguiente: en días de lluvia, rechazan por inmigrantes, alquilar un departamento legal-
cuando hay menos policía en las calles, dan vueltas por mente es imposible sin una garantía y no llegamos ni a pagar
Chacarita, Villa Crespo y barrios aledaños en búsqueda de el mes de depósito. Yo con mi bebé (hoy se lo dejó a una
casas que aparenten estar deshabitadas. Ponen un papelito amiga) a una villa no quiero ir.”
en la puerta y si después de una semana Su habitación ya está vacía. Donde antes
sigue allí, significa que no está habitada.
Revista C acompañó había una cama marinera junto a un
Ideal para forzarla, ocuparla y alquilar la odisea de un grupo armario, un televisor y un pequeño graba-
las habitaciones hasta que llegue la orden de inmigrantes que dor, una estufita y una mesita con una
de desalojo, que puede ser en tres meses, hornalla, ahora no hay nada más que una
seis o un año.
alquila piezas en casas lamparita que pende del techo.
Stella Maris revolvió en su cartera des- ocupadas ilegalmente. Mientras trasladamos las cosas de su
ordenada, encontró la tarjeta que una Una fallida mudanza habitación al living, Stella comenta que, si
compatriota le había dado y llamó por bien saben que son timados por los abre-
teléfono. Del otro lado, una voz con su
nocturna y una pelea casas, les conviene este sistema, porque
misma tonada andina le explicó cómo era entre bandas que los pagando entre 1.000 y 2.500 pesos, según
el sistema: primero, un solo pago de 1.300 dejó sin techo. el tamaño de la habitación, pueden llegar
pesos por la habitación; segundo, 500 a vivir ahí por un año o más, hasta que
pesos por un contrato de alquiler simbólico; por último, 200 llegue el desalojo. “Hay quienes llevan viviendo así hasta
pesos por mes para que un abogado frenara la orden de des- cinco años. Pero yo no quiero más esta vida, sin un lugar fijo
alojo hasta cuando fuera posible. Al hombre que le ofreció el donde vivir con mi bebé. Me da mucha rabia”, dice y se está
trato lo llaman El Argentino. por largar a llorar pero un “¡Stella, Sofía, llegó vuestro flete!
Stella aceptó y se mudó a una habitación muy grande de un Rápido con las cosas”, detiene las lágrimas y enciende su
caserón inmenso ubicado en Villa Crespo. El problema para pequeño motor interior.
ella y las otras diez familias que se mudaron fue que la orden Stella Maris debe tener un parentesco con las hormigas.
de desalojo llegó a la semana siguiente de ocupar la casa. Asombrosamente carga sobre su lomo dos grandes bolsos y
Hicieron un par de averiguaciones y se enteraron de que en acarrea a su vez dos bolsas de residuos, una en cada mano.
Barracas el clan que les alquiló tenía una casa tomada pero Debe estar llevando 70 kilos, y eso que ella no pesa más que
deshabitada. El planteo fue: o les dejaban ocupar la nueva 45. Me agacho para ayudarla y me dice al oído: “Hacete el
casa por el dinero que ya habían pagado o hacían la denuncia pelotudo que ese que está ahí es el Beto, uno de los aguantes
ante la policía. de El Argentino, y si se entera de que sos periodista te caga a
Hoy, diez de la noche, Stella Maris y treinta personas más patadas”.
–esposas y maridos, niños y adolescentes, madres solteras y Una vez que todas sus pertenencias están en la calle, Stella
bebés, todos inmigrantes sin papeles, todos trabajadores– le pregunta al fletero si cree que entrarán todas sus cosas y
están organizando los últimos detalles para empezar la las de su compañera, Sofía, si no es mucho para un solo viaje.

54

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 El fletero mira las cosas, pensativo, y luego el flete. Mira las
cosas de nuevo, esta vez decidido, y dice: “Pues tendrán que
entrar, ¿no?”. Como si fuera un ajedrecista de las mudanzas
empieza a acomodar cada una de las piezas con suma preci-
sión: un bolso acá, la cama allá, la cómoda desarmada entra
si empujamos, se escucha que algo se rompe y todo ha enca-
jado.
Arrancamos y durante el viaje de Villa Crespo a Barracas
Stella explica lo que es un aguante: son los gorilas que se
quedan, precisamente, aguantando dentro de las casas ocu-
padas hasta que lleguen los nuevos inquilinos. “Por el reparto
de las habitaciones, va a haber muchas peleas, porque esta
casa es la mitad de chica que la otra. Vas a ver que van a llegar
y empiezan a tirar las cosas en las habitaciones para ver quién
elige primero. Todo termina roto. En cada mudanza algo
perdemos.”
La puerta de la casa tomada –típica casa chorizo del sur de
la ciudad, con una puerta alta y de madera de dos hojas, las
paredes derruidas con pintadas que dicen, por ejemplo, “yuta
puta”–, está custodiada por otro aguante. Es retacón y luce
una musculosa de básquet y los brazos cruzados sobre su
pecho fornido. Enganchada a él, una adolescente provocativa
con un top blanco y traslúcido advierte, una vez más:
“¡Rápido, antes de que venga la policía!”.
Obedientes, quien escribe y cinco personas más, formamos
un pasamanos desde la culata del flete hasta la puerta de la
casa: un valija, una bolsa de residuos, el televisor... Una caja
con platos se desfonda y cae al piso casi al mismo tiempo que
se escuchan gritos de mujeres nerviosas –“¡No nos peguen!”–
y exclamaciones de hombres rudos y violentos –“¡¿Qué están
46-55-DESALOJOS-160809.indd 55
haciendo acá?!”–; dos de ellos entran a los empujones mien-
tras ajustician al urso de la puerta, que ya no le da el piné
para aguantar a nadie.
La puerta se cierra de golpe, el fletero se va, cinco de los que
se estaban mudando desaparecen a la vuelta de la esquina y
yo me quedo solo en esta calle oscura del sur de Buenos
Ai-res. Muchas de las pertenencias de Stella Maris quedaron
desparramadas por el piso. Cuando estoy por levantar la bol-
sa con los ositos de peluche me llama al celular y me dice que
raje de ahí antes de que salga alguno de los aguantes y me
pregunte quién soy. Y yo, obediente una vez más, rajo de ahí.
Al día siguiente Stella explica lo que pasó: resulta que la
ban-da de El Argentino y sus secuaces se habían metido en
terri-torio enemigo. Las casas tomadas de Barracas y gran
parte de la zona sur eran manejadas exclusivamente por un
perso-naje conocido como Roster. Éste, ante la intromisión,
mandó a sus aguantes a que rajaran a patadas a la banda
rival y a quienes querían vivir en su casa ocupada, que ya
tenía otros inquilinos esperándola.
“Eran como siete, dos mujeres y cinco hombres. Cuando
uno de ellos le puso un arma en la cabeza a uno de los aguan-
tes pensé que nos iban a matar a todos y me puse a llorar”,
cuen-ta Stella y agrega que finalmente todo se tranquilizó,
que la bronca la tenían con El Argentino y no con ellos que
finalmente eran unos perejiles que habían sido estafados.
Esa noche todos durmieron ahí como pudieron, con las
cosas tiradas pero no sin antes comer un rico pollo frito con
Inka Cola, invitación de los aguantes de Roster. Eso sí: a la
mañana siguiente estaban todos en la calle con sus bártulos
a cuestas buscando otro lugar dónde vivir. 
55
12/08/2009 21:24:39
 platos
Un tano en el frío
Escapado del cliché del destino turístico, Il
Gabbiano ofrece en Bariloche, desde hace dos
décadas, una auténtica cocina italiana con una de
las mejores cavas del país.
Por Silvina Pini
B
ariloche no es sólo tru-
cha ahumada y guiso
de cordero. La cocina
italiana existe y cuenta con
un restaurante que le rinde
honores. Mimí Barchetta y
Guillermo Kempin abrieron
Il Gabbiano –la gaviota en
italiano– en 1986, después
de vivir varios años en
Italia. En los 90 funcionaron
dentro del hotel
Panamericano Bariloche
con otro nombre, y desde
2001 están en el kilómetro
23 de la avenida Bustillo,
muy cerca del Llao Llao, en
una casa con un jardín al
frente.
El dúo Barchetta-Kempin
se reparte los roles clási-
camente: ella en la cocina,
él en el salón y en la cava
–su tesoro–, que es el
segundo corazón del res-
taurante. Kempin eligió una
por una las 400 etiquetas
que esperan que les llegue
la hora. Su entusiasmo,
que empezó hace años, lo
ha transformado en un per-
sonaje del mundillo del
vino, al punto tal que en
2007 elaboró un corte en
la bodega Zuccardi junto
con uno de los enólogos.
Si Mimí es discreta,
Guillermo es efusivo, aun-
que con los años ha mode-
rado su defensa militante
de la cocina italiana frente
a los paspados que la
reducen a pizza y lasagna.
Hay varios salones y la
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ambientación es cálida y
sencilla: una paleta de
colores que remiten a la
Toscana se combinan con
ladrillo, hierro, madera, vaji-
lla sofisticada y buenas
copas acordes a la impor-
tancia de la cava.
La carta, no muy larga, está
escrita en pizarras por la
guadalupe gaona
sencilla razón de que se
modifica a diario según los
productos de estación y la
inspiración de Mimí.
Entrenados, los mozos
explican cada plato. Pronto
llegan a la mesa dos exce-
lentes amuse bouche: una
sopa crema de calabaza en
shot de diseño y tres burs-
chettas distintas.
Una de las claves de la
buena cocina de Mimí es la
elección de la materia
prima y el buen trato que
reciben en la cocina: jamón
de Parma, queso grana
Padano, mortadela de
Bologna, bresaola, que van
a parar a entradas frescas
y generosas, tal como se
puede disfrutar en el anti-
Il Gabbiano
Público: familiones, parejas,
turistas –a veces son más rui-
dosos los argentinos que los
brasileños– y cocineros que
van allí cuando no están traba-
jando.
Cava tesoro: visítela. Alberga
unas cinco mil botellas de 40
etiquetas diferentes, proceden-
tes en su mayoría de la
Argentina, pero también de
Italia, Francia, España y
Portugal. Kempin se sabe vida
y obra de cada una.
Textual: es el nombre de un
vino que Kempin elaboró junto
con Rubén Ruffo de Bodega
Zuccardi, en Maipú, para el
restaurante. Son sólo 600 bote-
llas y es un corte con dos
Malbec, dos Tempranillo y
Cabernet Sauvignon.
Estado de ánimo al pagar:
comió rico y abundante, pero
puede ser que se pregunte si
lo están tomando por turista
extranjero.
pastino toscano ($45) o en
la ensalada griega ($45).
Las pastas son uno de los
platos fuertes. Riquísimos
los spaghetti carbonara
($50) con huevo y panceta
y los ravioli ai burro de erbe
fresche ($55), ravioles de
espinaca con manteca y
hierbas. Y para dejarlo
claro: la superpopularidad
de los ravioles que hasta se
venden en la góndola del
súper, juega en contra a los
que están hechos a mano,
uno por uno, con una masa
de un grosor determinado y
un relleno preparado espe-
cialmente sin conservantes
ni espesantes. Así son los
de Mimí. Hay ravioles y
ravioles. Otra pasta reco-
mendable son los pappar-
delle alla Boscaiola ($50)
con hongos y un toque de
crema.
También suele haber algu-
nos platos de carnes vacu-
na, cabrito o cordero y
algunos pescados. Los
postres no escapan a la
12/08/2009 18:31:53
 regla de la cocinera de
manejarse con lo que ofre-
ce la estación. Qué mejor
que dejarse llevar por los
fantásticos membrillos fres-
cos para servirlos con hela-
do y que se sumen a los
postres clásicos italianos
como el tiramisú o la panna
cotta.
De paseo por Bariloche,
cuando se canse de la
tabla de ahumados, haga
como los cocineros locales
y vaya a comer tano a Il
Gabbiano. 
Datos
Av Bustillo km 24,300,
Bariloche. Tel. (02944)
44-8346, Llao, Llao,
Bariloche. www.gabbiano.
com.ar Abierto por la noche,
martes cerrado. Solo efecti-
vo, conviene reservar. Precio
promedio por persona, $130
con un vino de precio medio.
56-57-PLATOS-160809.indd 57
el mozo
Miguel Angel Oteyza, 63 años, cuarenta en Bar Domus
–Se pasó más de media vida en esta gale- –Cafetería en su mayoría, algunos también
ría (Vuelta de Obligado), ¿cuánto kilóme- almuerzan. Está el que tiene el ritual, que
tros habrá caminado acá adentro? abre a las diez, y diez y cinco tiene el café
–Desde hace poco atiendo los locales de con la medialunas.
la galería y la calle, antes era sólo el bar. –¿Un momento que recuerda?
Ahora estoy más viejo, pero camino más y –Cuando filmaron La Tregua.
más rápido.
–¿Se hizo amigos en la galería? Bar Domus, Vuelta de Obligado,
–Un montón, pensá que muchos locales Belgrano.
tienen más de cincuenta años. Ahora, a
las cuatro, tengo que ir a un local donde
ocho mujeres toman un curso de tejido, a
levantar el pedido.
–¿Y es un poco como si entrara el galán?
–Y bué, hay que atenderlas un poco a las
chicas…
–¿Piden fiado de los locales?
–Sí, sobre todo los empleados, que andan
cortos, pero yo me hago responsable, soy
su garantía. La mano está dura para ellos,
y a mí me conocen.
–¿Qué es lo que más le piden?
57
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 Bariloche gourmet
No todo es esquí en la nieve, se puede viajar al Sur sólo por las mesas de invierno.
Por Silvina Pini
Q
ué cosa lo que produce el acostumbramiento.
Cómo destiñe la magia repetir una experiencia.
Habría que tener ojos de niño o de brasileño para
conmoverse cada vez que se ve, se toca o se pisa la
nieve. De textura indefinida, la nieve cae en cámara lenta y sin
hacer ruido y provoca en el neófito una alegría casi tonta. Sólo
nieva, pero el día se convierte en algo
extraordinario. Bariloche es sinónimo
de nieve en los meses de invierno: el
muñeco con bufanda de colores y nariz
de zanahoria, los perros San Bernardo,
los estudiantes por docenas identifica-
dos con camperas con el nombre del
colegio que hacen culopatín en la pen-
diente blanca y los expansivos brasile-
ños que llegan en charters desde San
Pablo –aterrizan veinticinco mil cada
58
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invierno pero parecen un millón– que exteriorizan su asombro
como si los demás no los fueran a entender.
Bariloche es el segundo destino turístico nacional en impor-
tancia, después de Buenos Aires, y se lo puede disfrutar a cual-
quier edad y presupuesto. No hace falta más que un par de
buenas piernas para iniciar una caminata desde el Centro
Cívico por la Bustillo, hacia al Llao Llao, y ver aparecer y des-
aparecer entre las araucarias, raulíes y ñires, el azul Nahuel
Huapi y los cerros de cumbres nevadas.
En el kilómetro cinco aparece el primer
clásico de clásicos, el teleférico del cerro
Otto, al que también se podría haber lle-
gado en colectivo de línea, el 20, o en un
micro de excursión que incluye traslado,
subida y bajada al cerro y un “refrigerio”
en la confitería de la cumbre. Conviene
elegir un día con buena visibilidad para
ver desde la cima, a 1.405 metros, el paisa-
je. Los inquietos subirán y bajarán por
12/08/2009 20:28:33
 explanadas, barandas y miradores desde donde se ven paisajes
distintos. Los friolentos pueden pasar directamente a la confi-
tería giratoria que en veinte minutos habrá pegado la vuelta
mostrando lo que hay a los cuatro puntos cardinales. Con un
chocolate caliente y un strudel de manzana –o un suculento
goulash con carne o un puchero suizo, según la hora– sobre la
mesa, por la ventana apaciblemente irán pasando Villa La
Angostura, la ruta a El Bolsón y el brazo Blest por donde se
cruza a Chile por vía lacustre; sobre el
oeste emergerá la cordillera con el cerro
Tronador como vigía detrás de los filos
del Catedral y del López y más allá los
cerros Capilla y Millaqueo –entre otros–
y más al norte, el macizo Huemul. En el
lago aparecen las islas Victoria, Huemul
y Gallina y detrás, los cerros Villegas,
Leones y las Buitreras al este. Un minuto
de giro más y aparecerán el cerro Carbón,
el Ñireco, el Ventana y detrás el Meta, el
58-60-BARILOCHE-160809.indd 59
lago Gutiérrez cerrándose el círculo con el lago Moreno. La
ciudad parece chiquita a pesar de que se apoya a lo largo de 36
kilómetros sobre el lago, desde Dina Huapi hasta el Llao Llao.
El Otto tiene su adrenalina: hay cuatro pistas de trineo para
grandes y chicos. “Trineo” es una manera delicada de llamar al
culopatín, porque no se trata del clásico carrito tirado por
perros, al estilo esquimal, sino un asiento de plástico con una
manija entre las piernas de donde agarrarse para frenar. Las
bajadas para los adultos son largas y
vertiginosas, no exentas de algún derra-
pe en las curvas, y se puede subir al
punto de partida a pie o por el funicular.
Es imprescindible llevar ropa adecuada
y guantes, porque las manos van hacien-
do equilibrio en la nieve.
El reposo del guerrero
La montaña y el esfuerzo de intentar
conquistarla, es agotador. Por eso elegir
59
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 un buen lugar donde tirar los huesos y llenar la panza es impor- Unos pocos kilómetros más, en el 25, la avenida Bustillo ter-
tante. Son variadas las opciones en la ciudad y a lo largo los 25 mina con un final a todo trapo: el hotel Llao Llao, levantado por
kilómetros de la Bustillo, desde modestos hoteles dos estrellas el arquitecto Bustillo en 1939, hoy patrimonio histórico cultural
en el centro –copado por estudiantes con los que no es reco- de la ciudad. El marco natural del hotel es imponente: enclava-
mendable convivir– hasta los cinco estrellas, pasando por caba- do entre los lagos Moreno y Nahuel Huapi y los cerros Capilla,
ñas de madera con todos los servicios. López y Tronador, su estilo canadiense de madera, piedra y
En pleno centro, el Panamericano es el único cinco estrellas tejas es elegido por pasajeros de distintos estilos. Los amantes
con todos los servicios que cuenta con un casino. Son dos torres del esquí cuentan con traslados al cerro en distintos horarios.
gemelas, unidas por un puente que cruza la avenida San Pero los que se quieren quedar en el hotel, no la pasarán mal.
Martín. El casino ofrece también shows de música y una buena La piscina climatizada y cubierta, pero conectada al exterior, es
oferta gastronómica, para quienes se hospedan o no en el hotel. un punto obligado. Nada como sumergirse en el agua caliente,
En la torre vecina está el mineral spa, en el piso nueve, con un apenas con la cabeza asomada cual hipopótamo, y aspirar el
lounge con impactante vista al lago. Entre los servicios, cuentan aire de montaña y apreciar el Tronador y el lago Moreno, mien-
con traslados al cerro y un espacio en la base donde dejar botas, tras dos cauquenes pasan a los chillidos. El spa ofrece varios
bolsos y llegar luego de la epopeya del esquí en busca de un café masajes y tratamientos corporales y faciales, en boxes privados
y un toque dulce. con vista al exterior y productos franceses. Los chicos cuentan
El hotel cuenta con uno de los top 10 de restaurantes, con el kids club y salones con juegos. La oferta gastronómica
Tinto, propiedad del hermano de la prin- también es variada: el winter garden con
cesa Máxima de Holanda, Martín Dónde comer su buffet de mediodía es un sitio encanta-
Zorreguieta, con una cocina con influen-  Tinto Bistró. Av. San Martín 536, Centro. do por la vista y calidad de los productos y
cias orientales y mediterráneas, excelen- (02944) 40-9200. Cocina con influencias el servicio. Por la noche, el restaurante
te carta de vinos y tragos en un ambiente orientales y mediterránea. Sólo noche. principal, Los Césares, propone una carta
retro muy interesante.  Il Gabbiano. Bustillo km 24,4. Tel. (02944) sofisticada, como para que se justifique
Un clima muy diferente propone Los 44-8346. Alta cocina italiana (ver sección calzarse el único par de zapatos con taco.
Juncos Lodge, en el kilómetro 20, encan- Platos). Sólo noche. El chef ejecutivo Rodrigo Ayala logró una
tadora casa del año 40, toda de madera y  El Casco. Bustillo 11,5. Tel. (02944) carta sofisticada y lujosa: foie gras a la
piedra, con apenas cinco habitaciones y 46-2929. Cocina de autor. Mediodía y plancha, en armonía con pato Pekín, coulis
una cocina casera, de autor e impecable. noche. de zanahoria al cardamomo y pan de espe-
Flavia Michelin, la dueña, imprime su  Yuco. Bustillo 23,600. Punto panorámico cias; codorniz asada al horno, guarnición
estilo cálido en todos los detalles: la vajilla Atalaya. (02944) 44-8436. Cocina de de la Provence, con pimientos y berenje-
que era de su abuela, los velones que autor. Sólo noche. nas; solomillo de cerdo relleno con casta-
enciende a la noche, la música que dispara  I latina. Vicealmirante O’Connor 541, ñas, laqueado con miel de cassis, manza-
desde la compu de su minioficina y el bar Centro. (02944) 42-8520. Nuevo restau- nas gelificadas y vino tardío son alguno de
que queda abierto toda la noche, aunque rante de cocina latina. Mediodía y noche. los platos. Combinado con bodegas, pre-
en la casa queden sólo los huéspedes,  El boliche de Alberto. Villegas 347, para menús a precios más accesible.
quienes reciben una llave de la puerta de Centro. (02944) 43-1433. Tradicional Bariloche se ha vuelto, para decirlo con
entrada. Junto al bar, hay un pequeño parrilla. Mediodía y noche. palabras del marketing turístico, un desti-
cuaderno, el honesty book, donde cada  Chocolates Rapa Nui. Mitre y Villegas, no repitente: dan ganas de volver. Y por
huésped anota si abrió un vino o si se sir- Centro; Aeropuerto y en la base del eso la gastronomía ya no es sólo la tabla de
vió un whisky. En Los Juncos no hay plas- Catedral. ahumados, los guisos de cordero, la tru-
mas, ni frigobar, ni siquiera teléfono en las cha. Ideas innovadoras reaniman la oferta,
habitaciones, pero sí una pastelería casera como la de los colombianos que se jugaron
que no se ve en otros lados –panes, scones, por abrir I latina, un restaurante de cocina
budines, medialunas– para comer con el americana y tragos en pleno centro; la
desayuno con café de Nesspreso y jugo impecable cocina de autor de Martín
recién exprimido. El chef y hermano de Erkekdjian en El Casco Art hotel; el maes-
Flavia, Gabriel Sagrado, prepara a la noche tro Fernando López Scharpf, desde Yuco,
algunos platos riquísimos como sopa de en el kilómetro 24; y Naan con su pro-
remolachas asadas y jugo de pomelo rosa- puesta ecléctica de platos del mundo.
do; börek (cigarros de masa phila rellenos de cabra y hierba Y para picar a toda hora, para comprar de souvenir, para
frescas de la huerta) con salsa teriyake; gravlax de trucha con llevarse puesto, siempre estuvo, está y estará el chocolate que
verdes; cordero braseado con torre de vegetales asados y papi- despierta verdaderos fanáticos. La familia Fenoglio, ícono
nes dorados; mom’s fish, una receta de su madre con pescado chocolatero de la ciudad, comenzó su imperio cuando Aldo
blanco, manteca, limón, crema y cookies de vainilla; spicy Fenoglio llegó de Turín en el 46 y al año siguiente abría el
pudding, torta de merengue y helado de café. primer local. Hoy, con nombre nuevo, Rapa Nui, continúa la
Muy cerca de Los Juncos, está el ahumadero Weiss, adonde tradición familiar su nieta Leticia que acaba de inaugurar dos
se puede ir caminando, antes de perderse un buen rato y subir locales nuevos que se suman al tradicional y gigante del cen-
y bajar por callecitas hasta dar con un claro con una vista alta al tro: uno en el aeropuerto y otro en la base del Catedral.
lago o bajar hasta la playa de piedras de canto rodado y escu- Chocolate con nieve es una buena combinación que sólo
char el silencio del agua azul. Bariloche puede dar. 

60

58-60-BARILOCHE-160809.indd 60 12/08/2009 20:28:41

 copas
Dios salve al Gin
Histórico aguardiente de cereales, adusto e
incoloro, el Gin sigue presente en las barras del
mundo por la revalorización de los tragos.
Por Elisabeth Checa
L
os británicos probaron
la ginebra, que con-
vertirían en Gin, en
1585 en Holanda, adonde
llegaron los mercenarios
ingleses para colaborar
con los holandeses en su
lucha contra Felipe II, el
rey de España. Un traguito
de este aguardiente perfu-
mado los envalentonaba
en las batallas. Por su
autoría compiten ingleses
y holandeses. Pero es que
hay dos tipos de gin: el
holandés, más perfumado
y rústico –la ginebra que
no se sabe bien por qué
razones se convirtió en un
momento dado en el
aguardiente ícono argenti-
no por excelencia– y el Gin
inglés, pasión de la reina
madre, a quien se le
podría aplicar la sentencia
de Bernard Shaw: “El gin
para ella era como la leche
materna”. En todo caso,
siempre es un aguardiente
de cereales aromatizado
con enebro, heredado de
unos monjes del norte de
Italia que empezaron a
macerar enebro en alcohol
en el siglo X.
El gin se produce a través
de un aguardiente de
cereal neutro y se re-desti-
la con varios aromatizan-
tes, llamados botánicos.
Cada casa tiene sus pro-
pios y secretos botánicos,
que diferencian a un gin
de otro. Pero siempre el
enebro es el ingrediente
esencial.
61-COPAS-160809.indd 61
Desde hace unos años es en un género. Porque con
furor en España, donde lo gin, pizca de vermouth
siguen llamando ginebra y seco y hielo para trabajar-
lo consumen, sobre todo, lo, hay pocas variantes. A
en su forma más inocente lo sumo cambiar el chiste
de gin tonic, a cualquier del fondo de la copa:
hora y en cualquier lugar. cebollita o aceitunas. La
La ginebra vive allí un secuencia no puede ser
nuevo momento de esplen- infinita.
dor, con una serie de mar- prevenir malarias y otras Uno de los mejores, más
cas que están revolucio- pálidas tropicales. El G&T originales Martini, lo probé
nando el mercado para jamás pasó de moda, es en el restaurante 647, en
imponer la mejor calidad. una combinación irrempla- San Telmo: Gin con –en
Unas reivindican las fórmu- zable y perfecta. lugar de vermouth seco–
las más tradicionales Especialmente si su base una pizca de Caol Ila, un
(como la francesa Citadelle es un gin de buena cali- single Malt potente y ahu-
o la azulada The London dad. Cada gin le presta su mado, de sabor inefable.
Gin); en otras, un nuevo personalidad al trago. El Todos estos tragos pueden
ingrediente se convierte en Bombay Saphire, mi prefe- ser maravillosos, creativos,
una revelación para el rido, por ejemplo es más duros o blandos pero
paladar (como la escocesa sutil que el potente están lejos del histórico,
Hendrick’s, que incorpora Thankeray, mucho más ese que los argentinos lla-
pepino y pétalos de rosa). rústico. Huele a establo, maban “clarito”. Un Dry
Otras marcas perfeccio- como la ginebra consumi- Martini preparado en el
nan al máximo las técnicas da en la pampa húmeda. momento, con amorosos
de destilación (como la El Beefeater, algo más cuidados, bebido lenta-
Ten, la versión excelsa de ligero y neutro, es muy mente, bien seco pero con
Tanqueray). El bar Bristol bueno para mezclas. charme, transforma cual-
de Madrid tiene una colec- El gin es tambien el prota- quier encuentro en un acto
ción de 80 gin (o ginebra). gonista del universal Dry civilizado. Al estar trabaja-
La mezcla del Gin Tonic, Martini, esa equilibrada do con hielo pierde algo
tan energizante cuando el mezcla, seca como un lati- de su graduación alcohóli-
asfalto se derrite, tiene un gazo, servida siempre en ca y no adormece las
origen medicinal. La quini- la grácil copa campanita papilas. Por el contrario,
na, base del agua tónica, de diseño simple y exquisi- las despierta para los
se usaba en la India para to. Se está transformando goces del comer. Por algo
se llama, a estos cocktails,
la botella aperitivos. Hasta puede
Santa Julia hacer olvidar a los melan-
Syrah Rose 2009 ($ 16) cólicos anoréxicos su
Llega justo para despedir el invierno. Este Syrah siempre me spleen sensorial. Un buen
gustó, pero en esta cosecha está mejor que nunca, más seco, Martini debería saber
fresco y voluptuoso. Desde el brillante color hasta sus aromas como si no estuviera allí en
florales y frutados. Una gloria por pocos pesos. Es uno de los absoluto, solo una nube
primeros rosados de la última cosecha que llega a las góndo- fría. Ni vodka ni sake ni
las. Se elaboró como auténtico rosé, no es producto de san- pisco pueden reemplazar al
gría, no es resto. Para beberlo ya: en unos meses habrá perdido sus gin. Preguntadle a la Reina
efluvios y sus encantos. Sírvalo bien frío (10 grados). Isabel de Inglaterra. 2
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 62

62-65-TANGALANGA-160809.indd 62 12/08/2009 19:32:25

 El abuelito
jodón
Tiene 92 años y todavía se sube a un escenario para hacer “shows”
en vivo, que consisten en llamar gente, alterarla y terminar a las
puteadas. Putear es un arte, dice, en el que no tiene competencia.
La vida del Dr. Tangalanga, de los casetes piratas al best seller.
Por Pablo Taranto
Fotos: Eduardo Carrera
A
lguno bajó, volvió a subir y dejó
entreabierto, en un extremo del
escenario, el cortinado rojo, y
desde las mesas de la izquierda,
pegadas a las paredes de empapelado barroco
del Roxy de Niceto Vega, un par de flacos arri-
man sus celulares o sus camaritas a la rendija
y se revelan un secreto que ya sabían. El foto-
grafiado es un señor muy mayor, calvo y son-
riente, sentado en un sillón, el bastón en la
mano derecha y en la izquierda, un tarrito de
pegamento para postizos. Llega otro tipo, o el
mismo, y cierra el telón, que al rato se abre del
todo para que varios cientos de espectadores
que promedian los treinta y pico o menos ova-
cionen a un artista que ya tiene noventa y dos
años y que, ahora sí con gorra, barba y bigotes,
es el Dr. Tangalanga.
El tipo hace en vivo lo que durante cuatro
décadas ha hecho desde su casa (y eventual-
mente desde estudios de radio o televisión):
“jodas” telefónicas, un género humorístico que
él inventó y en el que no admite competencia.
El método es bien conocido: Tangalanga llama
a su víctima, por ejemplo el tipo del garage al
que le reclama por la supuesta sustracción del
pasacasete del auto de su sobrino, lo saluda
con cortesía, lo enrosca con frases educadas
pero confusas, y cuando ya lo tiene a su mer-
ced, le suelta, como al pasar, un improperio
gratuito, el tipo no entiende, el doctor insiste,
dice orto o mierda o puto o pelotudo, el tipo
engrana y lo putea, Tangalanga dobla la apues-
ta desde su relajado anonimato y sin que se le
mueva un pelo, lo forrea de lo lindo, y de ahí en
más, la duración e intensidad del intercambio
62-65-TANGALANGA-160809.indd 63
de barbaridades, picantes e impasibles las del
doctor, histéricas las de su víctima, dependen
únicamente de las coronarias del burlado, por-
que las del longevo doctor, la persona más
puteada del país -más que los réferis, que los
colectiveros, que los ministros-, parecen estar
en perfecto estado.
Sin el disfraz, tiene pinta de abuelito bueno,
y sin duda lo es, pero en escena es implacable,
y aunque lo que hace pueda generar algún
rechazo, vergüenza ajena, piedad por el
pobre diablo al que le colma la
paciencia, Tangalanga ejerce el
arte de la provocación con
tanta pericia y, al mismo
tiempo, con tanto candor,
como un niño viejo que
dice palabrotas, y es tan
preciso en la administra-
ción de sus agravios, tan
hábil en la construcción
de ese discurso que inser-
ta la puteada justa en el
momento exacto, que es
imposible no soltar la carcajada
al escuchar sus cargadas más famo-
sas, que proliferan en Internet.
Lo del Roxy fue un viernes. Casi dos horas en
escena (un sillón, una mesa, un teléfono), mar-
tirizando a un imitador de Sandro, a la china
del súper, al que puso un aviso para vender una
iguana y a unos cuantos más, todo en vivo. Al
lunes siguiente, don Julio, que sigue ocultando
su apellido (aunque sus fans lo conocen) por
temor a las represalias de, calcula, unas cuatro
mil personas embromadas desde mediados de
los 60, saluda desde un sillón en su departa-
mento de Retiro, sin gorra ni postizos, pero se
los pone cuando le presentan al fotógrafo.
63
12/08/2009 19:32:26
 Trabajé ¿Todavía tiene miedo a que lo fajen? “No,
nunca tuve miedo. Me habrán buscado para
muchos años en
fajarme, pero no me enteré”, dice, y se pone a
compañías contar su vida tal como era antes de ser
importantes, no era Tangalanga.
joda, pero sí, la Julio nació en Balvanera, en 1914, el menor
puteada siempre la de ocho hermanos, era chicato, le decían
“Colorado” y trabajaba en el taller de compos-
tuve fácil". tura de calzado de su papá, hasta que, gracias
a un curso inconcluso de taquigrafía y dactilo-
grafía en las academias Pitman, consiguió
empleo, primero en Bunge & Born, y luego en
Colgate Palmolive, donde trabajó treinta y
cuatro años y llegó a ser, sin tener la primaria
completa, gerente de compras. Ahí conoció a
su gran amigo Sixto, que tenía una plantación
de menta y le vendía a los fabricantes de den-
tífrico, a Colgate y a Odol, donde Julio trabajó
otros veintitrés años. En el ‘64, Sixto enfermó
de cáncer y quedó postrado. Julio lo visitaba
varios días a la semana. “Un día, me dice:
‘mirá ese rope, no sabés lo que me cuesta. Hay
un veterinario que me faja unas cuentas
de la gran puta’.” Ese fue el primer
llamado. Al veterinario. Julio grabó
la conversación con el tipo, escan-
dalizado por los desplantes de
Tangalanga (que todavía no era
Tangalanga pero empezaba a
ser), y se la hizo escuchar a
Sixto, que se moría de la risa, y
así mientras duró su enferme-
dad, unos treinta o cuarenta lla-
mados.
Sixto murió ese mismo año. Y
Julio prosiguió su vida de gerente más
o menos jodón. En el ’69, asegura, le sugi-
rió al encargado de publicidad de Palmolive
que eligiera a Susana Giménez para el aviso de
Cadum. Pero ya no llamaba para hinchar a
nadie, hasta el ’80, cuando, poco después de
jubilarse, una hepatitis lo dejó dos meses en
cama y, para no aburrirse, volvió a las andadas.
A fines de esa década, los amigos, la doble
casetera y el boca a boca de los que se reían y
copiaban para hacer reír a otros, ya lo habían
hecho famoso: el Dr. Tangalanga.
Era un mito aun antes de aparecer en los
medios. Lo tentó Gasalla y Tangalanga le dijo
que no: tenía miedo de que lo reconociera
alguno al que había jodido. Pasaron años
hasta que lo convenció Guinzburg para traba-
jar en Peor es nada, le inventó una máscara
(que pronto mutó en el bigote y la barba grises
y la gorra con visera) y lo largó al aire. Más acá
en el tiempo, en 2003, conquistó al público
juvenil con sus apariciones en la Rock & Pop,
junto a Matías Martin. Hoy, Tangalanga lleva
vendidos 400 mil casetes y cedés, además de
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las miles de grabaciones piratas que circulan
en Internet, en sus shows jamás sobra una
entrada, y el próximo dos de septiembre, en La
Trastienda, presentará El Libro de Oro del Dr.
Tangalanga. Vida, llamadas y jodas de un filó-
sofo telefónico, prologado cariñosamente por
el flaco Spinetta, fan y gran amigo del doctor.
Todo eso es Tangalanga, el que atormenta
giles para regocijo de multitudes.
Cómodo en su sillón, en una oficinita tapiza-
da con fotografías de sus hijos, nietos y bisnie-
ta, don Julio parece menos dañino que su
personaje, hasta que empieza a hablar. Todo lo
que dice esconde una broma, una rima zum-
bona, un remate burlón, y es difícil sonsacarle
conceptos más o menos fundamentados: la
táctica y la estrategia del escarnio teléfonico, la
fenomenología de la puteada… Nada de eso.
Tangalanga manda fruta, tira un chiste, otro.
A los 92 años, se ve, no quiere que le vengan a
pedir explicaciones. Todo le resbala. Vive a
metros de lo que fue la embajada de Israel.
¿Estaba acá cuando el atentado? “No, estaba
mi señora. Con la explosión se cayó de la cama.
Pero el tipo que estaba con ella, ese no se cayó.
‘Salí volando’, me dijo mi señora. ‘Lástima que
aterrizaste’.”
¿Cuál es la gracia de Tangalanga? De movi-
da, la cargada, compartida con muchos (el
público) y sufrida por uno solo (la víctima),
una variante muy argentina del humor cuyo
apogeo llegó con las cámaras ocultas. Dan
pena, a veces, las víctimas. Dice Julio que pre-
fiere llamar a “gente jodida”, que al principio
solo llamaba a comerciantes que sabía no muy
honestos, o a tarotistas, mentalistas, vendedo-
res de espejitos de colores, pero que después
empezó a llamar a cualquiera, “aunque predo-
minan los malos”, se ataja.
El cebo es ese tono ceremonioso con el que
Tangalanga inicia sus llamados, aprendido
durante décadas en el mundo empresarial, y
su voz de señor mayor. “Mirá, yo trabajé
muchos años en compañías muy importantes,
tratando asuntos de importancia, no era joda,
pero sí, la puteada siempre la tuve fácil”, con-
fiesa, como si hiciera falta.
No hay una técnica específica, un método,
dice Tangalanga. “Nunca estudié un llamado.
Agarro el teléfono y chau”. Quieren imitarlo,
pero no les sale. “Les cortan. En lo de Tinelli,
¿Pachu y Pablo eran?, bueno, ellos lo hacían
con libreto, y eso no va. La cosa tiene que ser a
lo que salga”. Si hay una clave en el humor de
Tangalanga, esa parece ser, más que el insulto,
la ubicuidad del insulto. Y enseguida, la virtud
de permanecer inmutable ante la catarata de
insultos del otro y, en el colmo de la caradurez,
responder, por ejemplo: “Pero usted me está
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 Fan número 1. Spinetta cantó en su cumpleaños y escribió el prólogo de El libro de oro del Dr. Tangalanga.

faltando el respeto, hijo de puta”, y así reavivar en vivo, y de vez en cuando a pedido de algún Nunca estudié
la rabia del engañado. “Si te agarro, te mato”, guitudo que paga para joder a algún conocido. un llamado. Agarro
y amenazas por el estilo, adornadas con reta- “Ahora ando mal de las gambas, ni tendría que el teléfono y chau.
hílas de puteadas. Pero no hay manera. ir a los shows. Ando con bastón. Es más, se
Tangalanga es solo una voz irritante del otro acaba de ir el kinesiólogo, que viene tres veces
En lo de Tinelli lo
lado de la línea. No está. Da direcciones falsas por semana. Pero a mí me gusta cuando la hacían con libreto, y
para que lo vayan a buscar, o un falso número gente se ríe. Eso es lo que me hace sentir bien”. eso no va. La cosa
telefónico, que el otro anota. “Acá me sobra un Y entonces, sigue. tiene que ser a lo que
número”, dice el otro. “Metételo en el orto”. –¿Alguna vez le dio lástima alguna de sus
víctimas?
salga".
Su público lo adora, y está compuesto por
gente de todas las edades, gran cantidad de –El imitador. En el aviso decía que imitaba
famosos que cultivan su amistad, sobre todo voces nativas y extranjeras, voces de animales,
en el mundo de la música, y por un montón de de motores gasoleros y nafteros… Bueno, él se
pibes que no habían nacido cuando Tangalanga lo buscó. Me di cuenta, después, que el tipo
ya se había jubilado y que pugnan por sacarse estaba buscando laburo.
una foto con él al cabo de cada show. A los –¿Y la joda que más disfrutó?
otros, los involuntarios partenaires de sus –Esa. La del imitador.
jodas telefónicas, les hubiera gustado agarrar- –¿Y la del tano techista al que parece que va
lo a trompadas. ¿Alguna vez lo demandaron? a darle un infarto?
Dice el doctor que “algo hubo, un par de –Esa también. Para el hincha de
audiencias de conciliación, no mucho más”. Tangalanga, esa grabación es bár-
En los casetes, los nombres de las víctimas bara.
están borrados, explica Roberto Fasano, fan, –¿No cualquiera sabe putear,
representante, administrador del sitio web, no?
compilador de las grabaciones de Tangalanga –No. La puteada tiene que
y celoso custodio de su identidad, muy simpá- estar bien ubicada. A mí me
tico y también muy proclive a interrumpir paró una vez un muchacho,
cada vez que Julio, que al cabo tiene 92 piru- saliendo del Bauen, y me dice:
los, hace una pausa. Dice Fasano que hay otras ‘Tangalanga, por favor, ¿me
tres mil llamadas inéditas del doctor, que putea?’ ‘Andá a la puta que te
“están guardaditas”. parió’. ‘Ahora me puedo morir
Ahora solo llama durante los espectáculos, tranquilo’, me dijo. 2

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 mi vida
por carolina balducci
El delicioso infierno del infiel
Parte I
D
iego está de viaje de trabajo y es la pri-
mera vez que me quedo sola desde que
vivimos juntos. Es viernes a la tarde y
Mariana, que desistió con eso de no hablarme
porque nos aburrimos mucho calladas, me dice
que nos vayamos de joda esta noche. Estamos
echadas en el futón al fondo de la oficina, donde
hay unos estantes polvorientos con archivos. En
los tiempos en que curtía con David, esa rata
difunta, veníamos a parar acá. Mariana y yo tomamos té.
–¿Irnos de joda a dónde, con quién? –le pregunto. Ella me
dice que con un par de tipos que conoció el otro día en un boli-
che en Ramos.
–¿Ramos? Por Dios, Mariana, Ramos ya no es para noso-
tras.
Ella me dice que Ramos es para todo el que quiera divertirse.
Y que debería considerar una escapada de vez en cuando hacia
“el lejano oeste” porque allá “todo se puede”.
–¿Qué es todo, Mariana? ¿Alzarse la pollera y abrirle las patas
a un chabón en un baño? No sé qué querés decir con “todo”.
Desde que Diego se fue, hace tres días, Mariana no ha hecho
si no tratar de sonsacarme. El otro día me dijo que viéramos una
peli, que ella la alquilaba y yo cocinaba en casa. Que para acom-
pañarme, me dijo, y que igual ella no tenía nada que hacer. Le
dije que sí, que me encantaba el plan, y la muy perversa alquiló
esa peli en la que Diane Lane caga a Richard Gere con ese pin-
tor que quién no querría lamer todito… Por suerte todo termina
para la mierda.
Ahora Mariana me dice que aproveche que estoy “soltera” por
un par de días más, y que estas oportunidades no se presentan
tan a menudo. Cuando dice oportunidades abre los ojos enor-
mes y se muerde los labios. No entiendo cuál es la gracia. No
diré que nunca fui infiel, obvio que sí fui, no conozco a nadie que
no lo haya sido. Pero el punto es que la infidelidad tiene que
venir con las ganas incontenibles de coger con otro que no sea
tu novio, marido, pareja. Yo, aunque el ritmo ha estado lento
últimamente, solo quiero coger con Diego. Le digo a Mariana
que ni que el pintorcito ese se me pusiera enfrente lo cagaría a
mi chico.
Mariana sopla su té y deja que el vapor le humedezca la cara.
Luego dice que mi “discursito” sobre el tema de los cuernos es
pura sanata, y que lo que pasa es que no me he expuesto a una
situación donde todo eso que digo se ponga a prueba.
–Y bueno, sí, ¿para qué mierda quiero exponerme? Es como
estar a dieta y mudarse a una repostería, ¿de qué me sirve?
Mariana dice que para probar cuán fuerte es mi compro-
miso.
–Ay Mariana, no necesito probarle nada a nadie, mucho
menos a vos.
C. Actualidad a diario, es una publicación propiedad de Papel 2.0 S.A. Maipú 271, Ciudad de Buenos Aires.
Registro de la propiedad intelectual 722.212. Impresión: Kollorpress S.A. Uruguay 126 - Avellaneda. Distribuidora Sanabria S.A.
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y yo
Ella alza los hombros. Y dice “claro”. Estas son las
ilustración fidel sclavo
cosas que, una vez más, me irritan de minas como
Mariana. No pueden aceptar que algunas, contra-
rio a todo pronóstico, podamos comprometernos.
Ella se levanta del futón, pone la taza de té en un
estante y abre una ventanita alta que hay en la
pared. Luego se saca un cigarrillo del escote y lo
enciende.
–¿Querés? –me ofrece después de darle una
pitada larga. Yo sigo con mi té caliente entre las
manos. Niego con la cabeza. Ella se sonríe, no
entiendo cuál es el chiste ahora. De repente toda mi situación de
vivir en pareja le parece tan graciosa. Almorcé mucho y estoy
llena, no quiero discutir; además, la última pelea con Mariana
fue fatal, así que lo dejo pasar.
–¿De qué te reís? –es todo lo que digo. Mariana me mira y
niega con la cabeza: que me voy a molestar, dice. Le digo que no
sea boluda, que me diga. Ella me mira fijo unos segundos y
luego habla.
–¿Vos qué pensás que está haciendo tu chico ahora? –pregun-
ta en medio de una risita maricona. Le digo que no me venga
con ese “discursito”. Ella vuelve a sonreírse y sigue:
–Es que me parece tan increíble que hayas cambiado tanto,
Carolina. Que de repente te hayas convertido en una “esposa
fiel”. Cuando te conocí no eras precisamente una mojigata.
Yo le contesto enseguida, como si esta frase que ahora salta de
mi boca hubiese estado esperando, agazapada, el momento de
salir:
–Yo sé que no he sido una santa, Mariana, pero tampoco he
sido feliz. Y ahora lo soy.
Mariana larga una risa escandalosa, tose, me dice que le
venda esa frasecita a Adrian Suar, para que haga una tira en el
trece. Yo me levanto del futón y le digo que se calme, que el jefe
o alguno de los chicos nos van a descubrir acá, en pleno boludeo.
Pongo mi té en el estante, le saco el cigarrillo de la mano y fumo.
Tiro el humo por la ventanita. Ella sigue riéndose.
–Qué pelotuda que sos –digo, pero qué se le va a hacer, es
verdad: yo misma me oí tan cursi. De todas formas pienso que
es una injusticia que a una no se le permita revolcarse en almí-
bar una vez cada tanto… Mariana me saca el cigarrillo de vuelta,
chupa e insiste:
–Dale, boluda –suelta una bocanada espesa–, vamos de joda,
no te vas a arrepentir.
Por la ventanita entra una brisa fría, me froto los brazos. En
la oficina se oyen pasos rápidos, luego una puerta que se cierra
y todo queda en silencio.
–Mirá, Caro, te prometo que si la estás pasando mal, nos
vamos, ¿ok? –dice Mariana, seria, sabiendo perfectamente que
esa gran mentira clásica es todo lo que necesito para caer.
–Ok –le digo, quizá demasiado rápido. Y vuelvo a mi té.
Continuará… 2
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