El tema de la “AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN” en el derecho penal, busca dar
respuesta al asunto de quién o quiénes son los autores de un delito y quién o quiénes sus partícipes.
La respuesta es inmediata: Será autor quien realiza el tipo, será partícipe
quien coadyuva en su perpetración con acciones intencionalmente cooperantes que tengan relevancia jurídico penal de cara al tipo catalogado y realizado por el autor. Hasta aquí el tema no tiene complicación alguna.
El autor por sí o instrumentalizando a un tercero, tratándose de la autoría
mediata, hace lo que el verbo rector del tipo penal describe: Mata, lesiona, roba etc. El participe lo es porque instiga o presta en contubernio con el autor, y sin penetrar el tipo con él, su ayuda haciéndose su cómplice. De ordinario, el autor es señalado en la norma con la fórmula “EL QUE”, para significar con ello que cualquier persona con capacidad de culpabilidad puede ser su protagonista. Así, El que mata a otro… del Art.106, es autor del delito de homicidio simple. No requiere el dispositivo cualidades especiales del autor como puede fácilmente advertir el lector. Hay casos sin embargo, en que el tipo penal exige un autor en particular, alguien con características o cualidades especiales para quien el legislador ha querido un tratamiento punitivo especifico, sea porque la cualidad suscita misericordia, y criterio de política criminal impone una consecuencia jurídica magnánima, tal el caso del infanticidio perpetrado por la madre sufriente de un estado puerperal, en agravio de su hijo naciente o recién nacido, sea que la cualidad, por el contrario, estimula un mayor reproche de la sociedad pues de la cualidad surgen deberes especiales cuyo incumplimiento son intolerables y la consecuencia jurídica, por tanto, debe ser severa, tal el caso del delito de peculado que perpetra el funcionario público a cuyo cargo están los caudales públicos que se pierden por su lenidad o se los apropia por codicia en flagrante infracción de deber.