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7. Parásitos externos y internos.

 
 
Todos pueden parasitar a las personas, por lo que son zoonosis, aunque 
previniendo que los animales se infecten con ellos y teniendo una buena higiene, 
una persona no debería contraerlos. 
 
Parásitos externos: 
 
Son los que parasitan principalmente la piel. En perros y gatos hablamos 
principalmente de pulgas o garrapatas. 
 
● La prevención de estos dos parásitos consiste en la aplicación de spots o 
collares durante las épocas de prevalencia. 
 
 
PULGAS:  
 
Son más frecuentes en épocas cálidas, primavera y verano.  
 
Las pulgas son insectos aplanados lateralmente que saltan encima del perro y le 
chupan la sangre. Ponen huevos que caen al suelo (camas, alfombras) y ahí es 
donde eclosionan y viven las larvas. En ocasiones podemos ver en los perros 
infestados unos puntos negros, que son las heces de las pulgas adultas y que sirven 
de comida a las larvas.  
 
Las pulgas transmiten enfermedades como Dipylidium, Bartonella, y la 
mixomatosis en conejos. 
 
Además, en perros es relativamente frecuente la alergia a la picadura de pulga, en 
concreto a uno de los componentes de la saliva.  

 
GARRAPATAS:  
 
Son artrópodos. No pueden saltar, simplemente esperan en las hierbas altas a que 
pase un animal para engancharse a él. Las garrapatas tienen una boca especial 
que introducen en la piel del animal para succionar la sangre y se quedan fijadas. 
Deben quitarse con pinzas evitando dejar parte del aparato bucal dentro. 
 
Son mucho más frecuentes en perros que en gatos. 
 
Las garrapatas transmiten la ehrlichiosis, babesiosis, borreliosis.. 
 

 
 
 
 
 
Vídeo:  
 
 

 
 
 

 
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 

 
 

 
 
 
 

 
 

 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

 
 
 
 
 
 

 
 

 
 
 
 

 
 
 
 

 
 
 

 
 
 

 
 
 
Parásitos Internos: 
 
Estos parásitos necesitan entrar al interior del animal para poder sobrevivir, 
alimentarse y reproducirse. Algunos se transmiten por vía oro fecal y otros 
mediante vectores. 
 
Nematodos:  
 
 
Las lombrices redondas o nematodos son gusanos parasitarios. Viven 
frecuentemente en el aparato digestivo de las mascotas, pero también en los 
pulmones, incluso en el hígado y corazón. 
 
Las que tienen más riesgo de zoonosis son las lombrices intestinales, pues son las 
más frecuentes. Los huevos de las lombrices pulmonares y intestinales se eliminan 
por las heces y si los ingiere una persona, por una higiene incorrecta, puede 
contagiarse. 
 
Se debe tener en cuenta que el animal al limpiarse esparce los huevos por toda su 
superficie. 
 
Existen dos tipos de lombrices, las redondas o nematodos, y las planas o cestodos, 
que veremos a continuación. Las redondas son típicas lombrices frecuentes en los 
niños, las planas son las tenias o solitarias. 
 
Son nematodos los géneros Toxocara, Ancylostoma, Ascaris, Dirofilaria… 
 
Todos los nematodos se contraen por la ingestión de huevos que se eliminan por las 
heces. 
 
Los nematodos se transmiten además por vía transplacentaria a los fetos y a través 
de la leche materna. Por eso la mayoría de los cachorros y gatitos cuyas madres 
no llevaban un control estricto de desparasitaciones tienen lombrices. 
 
 
 
 
Todos los parásitos intestinales provocan diarreas y en infestaciones masivas 
pueden provocar vómitos, anemia, desnutrición, hipoproteinemia, y ascitis.  
La prevención es la administración trimestral de un combinado de prazicuantel y 
otro antiparasitario como febantel o pirantel. En gatos que no salen al exterior ni se 
les da carne cruda, la administración puede ser semestral. 
 
Existen algunos casos especiales de nematodosis como Dirofilaria, del que ya 
hemos hablado. 
 
Los dos próximos no tienen que ver con los animales domésticos, pero como son 
enfermedades graves provocadas por nematodos vamos a poner unas líneas sobre 
ellas. 
 
Trichinella también es un parásito especial, aunque se dan muy pocos casos en la 
actualidad. El hombre se contagia por comer carne de cerdo o jabalí cruda 
(cuidado con los chorizos procedentes de caza de jabalí). Si la carne contiene 
larvas de Trichinella se desarrollarán en el intestino y se reproducen. Las larvas 
atraviesan el intestino y por el torrente sanguíneo se distribuyen por los músculos, 
corazón, hígado… La migración de las larvas produce fiebre, dolor, calambres… 
Una vez la larva ha salido del intestino, los tratamientos no tienen efecto. En casos 
graves la triquinosis puede llevar al individuo a la muerte. La prevención se realiza 
cocinando o congelando toda la carne antes de comerla. 
 
Por último los Anisakis son los parásitos del pescado. Si se comen sin cocinar 
pueden infestar el intestino y producir perforaciones que como resultado pueden 
provocar peritonitis y/o la infestación de otros órganos. Además producen muchas 
alergias. La prevención es la misma que para la triquinelosis (No sirve para 
alérgicos). 
 
FILARIOSIS: 
 
La filariosis canina , causada por Dirofilaria immitis se ha tratado en el apartado 
de la zoonosis. 
 
 
 
 
CESTODOS: 
 
Son el otro tipo de lombriz, las planas, llamadas con frecuencia tenias o solitarias. 
 
Son cestodos Tenia, Dipylidium, Echinococcus. 
 
Todos los parásitos intestinales se contraen por la ingestión de huevos que se 
encuentran enquistados en la carne de animales. 
 
Un dato curioso es que Dipylidium, se contagia por la ingestión de pulgas. Es 
frecuente ver “granitos de arroz” cerca del ano de los animales o en sus camas. 
Son partes de estas tenias. 
 
Todos los parásitos intestinales provocan diarreas y en infestaciones masivas 
pueden provocar vómitos, anemias, desnutrición, hipoproteinemia, y ascitis. 
 
 
OTROS ENDOPARÁSITOS 
 
LEISHMANIOSIS: ​Ya se ha hablado. 
 
Ehrlichiosis: ​Ya se ha hablado.  
 
Toxoplasmosis: ​Ya se ha hablado. 
 
Otros protozoos: ​Las giardias se transmiten mediante las heces, en las que se 
liberan unos quistes infectantes. El síntoma principal es la diarrea. El diagnóstico 
se debe hacer mediante análisis coprológico de las heces de varios días, pues se 
eliminan intermitentemente. El tratamiento es el metronidazol.  
 
 
Los coccidios son muy similares a las giardias en su transmisión y síntomas. 
Existen diferentes géneros como Isospora, Cryptosporidium, y Eimeri. El 
tratamiento se realiza con sulfamidas.  
 
 
 
 
 

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