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Contratos de cuenta corriente bancaria y caja de seguridad en el nuevo Código

POR Ribera, Carlos E.

Sumario: I. Introducción. — II. Disposiciones generales de los contratos bancarios. — III. Contrato de
cuenta corriente bancaria. — IV. Servicio de caja de seguridad. — V. Conclusiones.

Cita Online: AR/DOC/2026/2015

I. Introducción

El libro Tercero de los Derechos Personales del Código Civil y Comercial de la Nación (en adelante CCyC) está
dedicado a los contratos y contiene 5 títulos.

El cuarto de estos títulos se refiere a los diferentes contratos y el capítulo 12 lo dedica exclusivamente a los
contratos bancarios con 42 artículos. En primer lugar establece preceptos generales de protección al cliente
bancario (arts. 1378/89), concordante con lo previsto en la Ley de Defensa al Consumidor y a las nuevas
disposiciones del CCyC (art. 1092 y ss.).

Luego regula en particular los contratos de depósito bancario de dinero, cuenta corriente bancaria, préstamo y
descuento bancario, de apertura de crédito, de servicio de caja de seguridad y el de custodia de títulos (arts.
1390/1420), alguno de los cuales si bien son de uso corriente en la práctica bancaria y son reglamentados por el
Banco Central de la Rep. Arg. (B.C.R.A.), no eran mencionados en el Código de Comercio.

La importancia que han adquirido en la actualidad los contratos bancarios justifica plenamente la regulación en
particular de la materia.

El proyecto del Código Civil de 1998 tenía una metodología diferente al nuevo texto respecto al tema que nos
ocupa. Sóo trataba el contrato de caja de seguridad y cuenta corriente bancaria y lo hacía en el libro IV dedicado
a los derechos personales dentro de los contratos en particular.

Es decir que no le dedicaba disposiciones generales, ni trataba contratos como el de depósito bancario, préstamo
y descuento bancario, etc.

Por ello el nuevo texto significa un notable avance en la materia, ya que establece reglas de carácter general
aplicables a estos contratos, para pasar luego a tratarlos en particular.

II. Disposiciones generales de los contratos bancarios

A modo de introducción a los contratos bancarios se establecen i) disposiciones generales respecto a la


transparencia de las condiciones contractuales y ii) a los consumidores financieros, de manera de reafirmar la
premisa del art. 42 de la Constitución Nacional.

Recordemos que la única referencia en cuanto a la transparencia de las transacciones de los consumidores
financieros eran los previstos en la ly 24.240 de Defensa al Consumidor, que se mantiene vigente aunque la ley
26.994 introduce algunas reformas en dicho texto legal.

 i. Transparencia en las condiciones contractuales 

Entre los Fundamentos del CCyC se explica que se establecen "normas que permitan orientar las prácticas
negociales de una manera que disminuya la litigiosidad y es por eso que se incluye una sección primera relativa
a la transparencia en las condiciones contractuales".

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Como novedad cabe mencionar que el art. 1378 establece: "Aplicación. Las disposiciones relativas a los
contratos bancarios previstas en este Capítulo se aplican a los celebrados con las entidades comprendidas en la
normativa sobre entidades financieras, y con las personas y entidades públicas y privadas no comprendidas
expresamente en esa legislación cuando el Banco Central de la República Argentina disponga que dicha
normativa les es aplicable." 

Conforme a esta disposición quedan comprendidos en los "contratos bancarios" no sóo a los contratos en los que
sean parte las entidades financieras, sino también cuando el BCRA los incluya en su normativa. Es decir que
quedan comprendidas entidades que si bien no son financieras por su actividad son reguladas por dicha
autoridad, como es el caso de las emisoras de tarjetas de crédito no bancarias.

Luego pasa a mencionar las reglas con el fin de hacer transparente la relación contractual, a cuyo fin establece
que:

— la publicidad, la propuesta y la documentación contractual deben indicar con precisión y en forma destacada
si la operación corresponde a la cartera de consumo o a la cartera comercial (art. 1379) (1);

— la información de los bancos debe ser clara respecto a la tasa de interés, gastos, comisiones y demás
condiciones económicas de las operaciones y servicios ofrecidos (art. 1379);

— no determinada la tasa de interés, se aplica la nominal mínima y máxima, respectivamente, para las
operaciones activas y pasivas promedio del sistema del B.C.R.A.;

— las cláusulas de remisión a los usos para la determinación de las tasas de interés y de otros precios y
condiciones contractuales se tienen por no escritas (art. 1379 y 1381) (2);

— debe celebrarse por escrito (art. 1380) (3);

— obligación del banco de comunicar en forma periódica el desenvolvimiento de las operaciones, al menos una
vez al año (art. 1382) (4);

— el cliente puede en cualquier momento rescindir un contrato por tiempo indeterminado. Solo se hará cargo de
las penalidades o gastos devengados antes del ejercicio de este derecho (art. 1383) (5).

Cuando se trata de una relación contractual celebrada con consumidores y usuarios, se prevé que deben
aplicarse las disposiciones relativas a los contratos de consumo, se establecen normas sobre publicidad,
información, obligaciones precontractuales y contenido.
 
ii. Consumidores y usuarios financieros 

En la actualidad, el tema del consumidor financiero tiene tanta importancia que merecía su tratamiento en
especial y previo a tratar los contratos de la materia, tal como acertadamente lo hace la nueva legislación.

Por ello cuando el cliente se trata de un consumidor dispone reglas de carácter general, que si bien algunas se
encuentran previstas en la Ley de Defensa al Consumidor (6), en la ley de Tarjeta de Crédito, y sin perjuicio de
lo previsto en el CCyC para los contratos de consumo en los art. 1092 y ss., interpretamos que la nueva
regulación completa la materia y su metodología es acertada.

A tal fin dispone:

— la aplicación supletoria de las disposiciones de los contratos de consumo en el art. 1093 (art. 1384) (7);

— reglas en materia de publicidad como ser respecto a los intereses, comisiones, costo financiero total, etc. (art.
1385) (8);

— reitera que el contrato debe ser celebrado por escrito (cc. art. 1380) y agrega otras reglas que aseguren al
consumidor financiero acceder a la información de los términos del contrato (art. 1386) (9);

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— se establecen obligaciones precontractuales tales como informar las distintas ofertas de crédito existentes en
el sistema y para el caso que se rechace la solicitud de crédito por la información negativa registrada en una
base de datos, deberá informar al consumidor su resultado y su fuente (art. 1387) (10);

— dispone la prohibición de cobrar suma alguna que no esté expresamente prevista en el contrato, cobrar
comisiones o costos por servicios no prestados (cc. art. 1379, segundo párrafo y art. 1388) (11);

— serán nulos los contratos en los que se omitiera la información "relativa al tipo y partes del contrato, el
importe total del financiamiento, el costo financiero total y las condiciones de desembolso y reembolso".
Interpretamos que esta regla no se aplica oficiosamente, sino que la nulidad sólo es a pedido del consumidor,
pues éste puede decidir continuar con el contrato, como se ha dicho, aplicando por ejemplo la tasa mínima del
sistema (art. 1381), y sin perjuicio de las sanciones administrativas que pudieran corresponder (art. 1389) (12).

III. Contrato de cuenta corriente bancaria

 i. Breves antecedentes En su redacción originaria el Código de Comercio no regulaba el contrato de cuenta
corriente bancaria. Si bien en el año 1873 hubo un proyecto de reforma elaborado por Villegas y Quesada que
incluía un título referido a la cuenta corriente, para lo cual los autores habían seguido el Código de Chile, fue la
reforma de 1889 la cual incluyó no sólo el contrato de cuenta corriente bancaria, sino también el de cuenta
corriente mercantil.

El texto legal se mantuvo hasta que la reforma de 1946 incluyó un párrafo al art. 793 del Cód. de Comercio  (13).
Al respecto, recordemos que con motivo de la nacionalización de los depósitos bancarios mediante el D-L
11.554 (14), se dictó el D-L 15.354 en el año 1946, el cual agregó el tercer párrafo del art. 793 del Código de
Comercio, permitiendo a las casas bancarias emitir certificados de saldo de cuenta corriente bancaria con fuerza
ejecutiva, lo cual permitió al propio acreedor, casa bancaria, crear un título para ejecutar a su deudor, sin que
éste hubiese intervenido en el mismo.

Pero el contrato continuó evolucionando y adquiriendo mayor preponderancia en su uso, por lo cual la ley
24.452, denominada Ley de Cheque, nuevamente reformó el referido artículo, permitiendo que "Se debitarán en
cuenta corriente bancaria los rubros que correspondan a movimientos generados directa o indirectamente por el
libramiento de cheques. Se autorizarán débitos correspondientes a otras relaciones jurídicas entre el cliente y el
girado cuando exista convención expresa formalizada en los casos y con los recaudos que previamente autorice
el Banco Central de la República Argentina".

Entre los antecedentes cabe mencionar que el Proyecto del Código Civil de 1987 proponía modificar la
normativa vigente mediante los arts. 1937 hasta 1948, admitiendo el débito de las operaciones no sólo propias
de su giro sino también los créditos o cargos resultantes de otros negocios que pudiera tener el cliente con el
banco, lo cual decía que no produciría novación de éstas.

 ii. Definición 

El nuevo Código, a diferencia del anterior, define en el art. 1393 al contrato de cuenta corriente bancaria. Dice
que es "el contrato por el cual el banco se compromete a inscribir diariamente, y por su orden, los créditos y
débitos, de modo de mantener un saldo actualizado y en disponibilidad del cuentacorrentista y, en su caso, a
prestar un servicio de caja" (15).

La fuente directa de este artículo es el Proyecto de Código Civil de 1998, reproduciendo mayormente la
redacción originaria, salvo en la parte final que el nuevo texto introduce un cambio importante en cuanto al
"servicio de caja" (16).

Ahora se adopta una definición legal descriptiva del contrato y sólo respecto a los deberes del banco (17),
aunque ello interpretamos no provocará dificultades porque debe ser interpretado complementándolo con lo
dispuesto en la Reglamentación del B.C.R.A., la cual establece detalladamente las obligaciones del
cuentacorrentista.(18).

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Es importante destacar que al final del artículo dice que "en su caso, a prestar un servicio de caja". Por ello tal
servicio es facultativo (19). Esta aclaración pone punto final a una discusión que enfrentó a la jurisprudencia
respecto a lo que se denominó como cuentas "no operativas" (20).

Cabe agregar que conforme el art. 1397 del CCyC el servicio de cheques no es necesario para la existencia del
contrato de cuenta corriente bancaria.

En cuanto a los créditos y débitos el art. 1395 dispone que:

 i. Se realizarán acreditaciones por:

— los depósitos o remesas de dinero;

— la cobranza de títulos valores; y

— los créditos otorgados por el banco por el cuentacorrentista.

 ii. Se pueden realizar débitos por:

— retiros que realice el cuentacorrentista;

— pagos o remesas que haga el banco por instrucciones de aquél;

— comisiones, gastos e impuestos relativos a la cuenta; y

— los cargos contra el cuentacorrentista.

Finalmente establece que los débitos pueden realizarse en descubierto, a lo cual agregamos que ello queda
sujeto a lo que establezca el B.C.R.A.

La fuente de esta norma es el art. 1320 del Proyecto del Código Civil de 1998.

Ello es concordante con lo dispuesto en los arts. 1394 del CCyC en cuanto dice que: "Otros servicios. El banco
debe prestar los demás servicios relacionados con la cuenta que resulten de la convención, de las
reglamentaciones, o de los usos y prácticas.", y el art. 1402 el cual dispone que: "Créditos o valores contra
terceros. Los créditos o títulos valores recibidos al cobro por el banco se asientan en la cuenta una vez hechos
efectivos. Si el banco lo asienta antes en la cuenta, puede excluir de la cuenta su valor mientras no haya
percibido efectivamente el cobro.", que reproduce el art. 1326 del Proyecto del Código Civil de 1998.

Las operaciones que pueden ser celebradas con la entidad bancaria se encuentran detalladas en la
Reglamentación de la cuenta corriente bancaria del BCRA. (21)

Para completar, el art. 1396 del CCyC dispone: "Instrumentación. Los créditos y débitos pueden efectuarse y las
cuentas pueden ser llevadas por medios mecánicos, electrónicos, de computación u otros en las condiciones que
establezca la reglamentación, la que debe determinar también la posibilidad de conexiones de redes en tiempo
real y otras que sean pertinentes de acuerdo con los medios técnicos disponibles, en orden a la celeridad y
seguridad de las transacciones."

Esta norma adapta el uso de la cuenta a la tecnología actual, superando el uso de la "libreta" a la cual hacía
referencia el art. 794 del Cód. de Comercio (22).

 iii. Certificado de saldo deudor 

El art. 1406 regula la estructura del certificado de saldo deudor. El precepto lleva como título "Ejecución de
saldo" y dice que "Producido el cierre de una cuenta, e informado el cuentacorrentista, si el banco está
autorizado a operar en la República, puede emitir un título con eficacia ejecutiva. El documento debe ser
firmado por dos personas, apoderadas del banco mediante escritura pública, en el que se debe indicar: 

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a) el día de cierre de la cuenta; 

b) el saldo a dicha fecha; 

c) el medio por el que ambas circunstancias fueron comunicadas al cuentacorrentista. 

El banco es responsable por el perjuicio causado por la emisión o utilización indebida de dicho título". 

En cuanto a los antecedentes de esta norma, debe mencionarse el Proyecto del Código Civil de 1987 el cual
proponía que el banco debía hacer conocer el saldo de la cuenta, que podía ser observado por el cliente. En
cuanto a las formalidades del certificado de saldo deudor para que tuviese fuerza ejecutiva debería ser suscripto
por dos personas apoderadas mediante escritura pública y debía contener los siguientes requisitos: 1) la fecha
del cierre de la cuenta; 2) el saldo; 3) el medio por el cual había sido notificado al cuentacorrentista; y 4) la
firma de dos apoderados del banco (art. 1947).

El nuevo texto es reproducción del art. 1330 del Proyecto del Código Civil de 1998.

La diferencia del art. 1496 con el art. 793 del Código de Comercio (23), es manifiesta. Esta disposición sólo
preveía que el título debe ser firmado por un gerente y un contador, cuya calidad no está tipificada, pues como
se ha dicho no se refiere al título profesional de éste sino a la función que desempeña en el banco (24).

Si bien se mantiene la exigencia formal que sean dos las personas que firmen el certificado, se introduce como
novedad que éstas deben ser apoderadas del banco mediante escritura pública, sin lo cual, agregamos, el título
será inhábil.

A diferencia del Código de Comercio que sólo hacía referencia a las personas que debían firmarlo (25), ahora se
aclara que el certificado deberá contener la fecha de cierre, el saldo a dicha fecha y el medio por el que ambas
circunstancias fueron comunicadas al cuentacorrentista, sin lo cual el título carecerá de habilidad para ser
ejecutado (26).

Además, la fecha en que se comunicó el cierre y el saldo es importante, ya que es el momento en que se produce
la mora del cuentacorrentista, tal como lo ha interpretado la jurisprudencia plenaria nacional comercial, que
recepta el nuevo texto legal (27); acorde con lo dispuesto por el art. 1078 del CCyC en cuanto establece que la
extinción del contrato por declaración de una de las partes, salvo disposición legal o convencional, se ejerce
mediante comunicación a la otra parte (28).

 iv. Servicio de cheques 

El art. 1397 establece: "Servicio de cheques. Si el contrato incluye el servicio de cheques, el banco debe
entregar al cuentacorrentista, a su solicitud, los formularios correspondientes." 

Se reproduce el art. 1321 del Proyecto del Código Civil de 1998 y el art. 1939 del Proyecto de 1987.

En la actualidad la cuenta corriente bancaria no se identifica necesariamente con el servicio de cheque, aunque
sí en sentido inverso. Es decir no puede haber servicio de cheque sin contrato de cuenta corriente. Conforme a lo
expuesto anteriormente, teniendo en cuenta que son muy variadas las operaciones que pueden celebrarse, la
nueva disposición establece su uso facultativo por el cuentacorrentista.

Pese a lo expuesto, parecería que aún queda algún resabio parcial de la necesidad del uso de cheque, pues la
Reglamentación del B.C.R.A. en su sección 1.2. dispone que en "las cuentas corrientes deberán contar con el
uso de cheques, salvo que estén abiertas a nombre de personas jurídicas, en cuyo caso podrá establecerse que
sea opcional la utilización de cheques". Es decir que, según la Reglamentación, para personas humanas
necesariamente debe contar con el servicio de cheque (29).

 v. Intereses 

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El art. 1398 establece: "Intereses. El saldo deudor de la cuenta corriente genera intereses, que se capitalizan
trimestralmente, excepto que lo contrario resulte de la reglamentación, de la convención o de los usos. Las
partes pueden convenir que el saldo acreedor de la cuenta corriente genere intereses capitalizables en los
períodos y a la tasa que libremente pacten." 

Si bien es similar al art. 1322 del Proyecto de Código Civil de 1998, difiere en que éste proponía la
capitalización mensual.

El Código de Comercio establecía que los intereses en la cuenta corriente bancaria se capitalizarán por trimestre,
salvo estipulación expresa en contrario (art. 795) y agregaba que la tasa del interés, comisión y todas las demás
cláusulas que establezcan las relaciones jurídicas entre el cliente y el Banco, serán fijadas por éstos (art. 796).

Con el nuevo texto se mantiene la capitalización de los intereses del saldo deudor, que puede ser mensual si así
lo hubiesen convenido las partes (30). Ello se opone la jurisprudencia que no admite la capitalización del saldo
deudor (31).

La nueva disposición introduce un cambio, pues si bien mantiene la capitalización trimestral, ahora establece
que el saldo "acreedor" de cuenta corriente también podrá generar intereses capitalizables conforme lo que
pacten las partes y a lo que establezca la autoridad de control financiero. En la actualidad la Reglamentación de
la cuenta corriente bancaria del BCRA, actualizada al 10/4/2015 dispone en el pto. 2.3. que: "No podrán
reconocerse intereses sobre los saldos de depósitos en estas cuentas" (32).

 vi. Solidaridad 

El art. 1399 establece: "Solidaridad. En las cuentas a nombre de dos o más personas los titulares son
solidariamente responsables frente al banco por los saldos que arrojen". 

Esta disposición reproduce la redacción del art. 1323 del Proyecto del Código Civil de 1998 (33) y es
concordante con el art. 833 del CCyC.

Si bien el Código de Comercio no hacía referencia al supuesto de cotitularidad de la cuenta, se había decidido
que abierta a orden conjunta o recíproca, cualquiera de los titulares puede ser constreñido al pago del total del
débito, debido que la titularidad del crédito disponible en una cuenta corriente bancaria pertenece a todas las
personas a cuyo nombre se abrió, ya que la responsabilidad contractual de sus titulares es solidaria (34).

 vii. Propiedad de los fondos 

El art. 1400 dispone: "Propiedad de los fondos. Excepto prueba en contrario, se presume que la propiedad de los
fondos existentes en la cuenta abierta, conjunta o indistintamente, a nombre de más de una persona pertenece a
los titulares por partes iguales". 

El nuevo texto legal es similar al art. 1324 del Proyecto del Código Civil de 1998, recordando que el Código de
Comercio no hace referencia al tema, por lo cual se recurría a lo dispuesto en el contrato de depósito civil y
comercial,

Los primeros comentarios publicados sobre este nuevo precepto han sido críticos, ya que el art. 1390 del CCyC
referido al depósito bancario, en cualquiera de sus modalidades (a la vista o a plazo), establece que el contrato
transfiere al banco la propiedad del dinero depositado. Por ello se ha dicho que debió hablarse de "propiedad del
crédito" o "disponibilidad de los fondos", pero no de propiedad de los fondos existentes (35).

También se ha comentado que la norma contradice lo establecido para los depósitos bancarios en el art.
1391 (36), pues se ha comentado que "se evidencia una doble confusión: una entre propiedad y disponibilidad
de fondos y la otra, acerca de la titularidad conjunta (propiedad de los fondos por partes iguales) o indistinta
(propiedad de los fondos en su totalidad de cada titular)" (37).

Estas tempranas críticas son coincidentes con lo decidido en un fallo de la justicia nacional comercial en el cual
se dijo que en el depósito de fondos en cuenta corriente bancaria la propiedad del dinero es sustituida por la

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propiedad del crédito que resulta de dinero depositado en el banco (art. 732, Cód. Civil) y respecto de dicho
crédito recae la obligación de custodia que asume la entidad financiera, y agregó que "Es elemento fundamental
del contrato de cuenta corriente bancaria la existencia de una disponibilidad que habilita al cuentacorrentista a
disponer en cualquier momento de la suma acreditada" (38).

 viii. Reglas subsidiarias 

En el art. 1401 se dispone: "Reglas subsidiarias. Las reglas del mandato son aplicables a los encargos
encomendados por el cuentacorrentista al banco. Si la operación debe realizarse en todo o en parte en una plaza
en la que no existe casa del banco, él puede encomendarla a otro banco o a su corresponsal. El banco se exime
del daño causado si la entidad a la que encomienda la tarea que lo causa es elegida por el cuentacorrentista." 

El texto es similar al art. 1325 del Proyecto del Código Civil.

El contrato de mandato se encuentra previsto en el art. 1319 del CCyC.

La nueva regla de interpretación que se establece ha sido reconocida por la jurisprudencia al decidir que debe
hacerse lugar al pedido de rendición de cuentas formulada por quien entregó al banco demandado valores cuyos
importes debían acreditarse en una cuenta y, una vez efectivizados, debían ser destinados a otra cuenta receptora
de los importes líquidos "pues tal relación implica una suerte de mandato o gestión de cobro, incumbiendo a la
entidad demandada rendir cuentas de los fondos percibidos y de su aplicación o destino, con la consiguiente
responsabilidad por los intereses devengados por los importes percibidos" (39).

En el mismo sentido se ha resuelto que "tratándose de cheques depositados en cuenta corriente, la transmisión
del título no se produce por una transferencia de la propiedad, sino en función de un mandato conferido al
Banco para que efectivice el crédito incorporado en el título y acredite el importe en la cuenta" (40).

Sin perjuicio de ello cabe mencionar que habiendo conflicto de intereses entre el banco y el cliente, el primero
debe posponer los suyos en la ejecución del mandato, por ejemplo de efectuar débitos sin fondos suficientes,
conforme lo establece el art. 1325 del CCyC (41).

 ix. Envío de resúmenes 

El art. 1403 establece que el banco deberá enviar un extracto de los movimientos de la cuenta y de los saldos
que resultan de cada crédito y débito, dentro de los 8 días de finalizado cada mes.

Además dispone que se presume aceptado si no es observado en el plazo de diez días de su recepción o alega no
haberlo recibido, pero deja transcurrir 30 días desde el vencimiento del plazo en que el banco debe enviarlo, sin
reclamarlo (42).

Prevé que las reglamentaciones o convenciones con el banco pueden establecerse plazos distintos, interpretamos
que no pueden ser inferiores.

Agrega que las comunicaciones podrán realizarse en la forma que disponga la reglamentación (medios
mecánicos, electrónicos, de computación u otros) (43).

La fuente de la disposición citada (art. 1403), es el art. 1327 del Proyecto del Código Civil de 1998.

A diferencia de lo que disponía el art. 793 del Código de Comercio, que el envío debe ser "después de terminar
cada trimestre o período convenido de liquidación", ahora el extracto debe ser remitido mensualmente. 

También mantiene lo dispuesto en el Código de Comercio (art. 793), en cuanto sienta que si dentro del plazo de
5 días "el cliente no contestare, se tendrán por reconocidas las cuentas en la forma presentada, y sus saldos,
deudores o acreedores, serán definitivos en la fecha de la cuenta". Pero ahora amplía el plazo para la
observación a 10 días y establece 30 días para reclamar la falta de remisión del extracto.

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Delega en el BCRA los medios de comunicación que pueden utilizarse para notificar al cuentacorrentista el
extracto bancario.

Sobre el tema de la presunción de conformidad del cliente (cfr. art. 793 Cód. Com.), la Suprema Corte de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires tiene decidido que si bien "el silencio luego de recibidos los extractos
hace presumir la conformidad del cuentacorrentista con los intereses que el Banco cargaba en su cuenta por las
operaciones en descubierto, cuando se plantea que las tasas aplicadas por "la entidad bancaria conducen a
resultados incompatibles con las exigencias de la moral y las buenas costumbres, la carencia de impugnación
por parte del cuentacorrentista en los términos del art. 793 del Código de Comercio, no implica conformidad
con las mismas y que la nulidad absoluta de las tasas de interés que conduce a resultados incompatibles con la
moral y las buenas costumbres impide aplicar lo dispuesto en el art. 793 del Código citado, pues la nulidad no
puede ser materia de renuncia anticipada, ni cabe considerarla subsanada por una suerte de consentimiento
tácito del obligado ((conf. CNCom., sala C, marzo 31-1995 en LA LEY, 1995-D, 803; CNCom., sala E, marzo
31 de 1999 en ED, 185-203)." Y agregó que "La facultad de la justicia para reducir un interés que considere
usurario se funda en el principio de que nada contrario al orden público y a las buenas costumbres puede tener
amparo judicial. Ello así, incluso si la liquidación no fue observada, el tribunal no puede aprobarla si sus rubros
no se concilian con la moral y las buenas costumbres..." ((Suprema Corte de Mendoza, sala I, marzo 26-1996 en
LA LEY, 1996-C, 715)" (44).

Estos antecedentes ponen de manifiesto que la falta de impugnación oportuna de los extractos bancarios, no ha
sido obstáculo para plantear la revisión de la tasa de interés por interpretar que fue abusiva, por lo cual, es de
suponer que se mantendrá esta doctrina judicial.

Comentando el art. 1403 se ha dicho que en este caso sería aplicable lo dispuesto por el art. 860 del CCyC. De
este modo la acción de revisión o arreglo de la cuenta corriente que establecía el art. 790 del Código de
Comercio, afirma, ahora puede encuadrarse en el art. 862 del CCyC el cual dispone del plazo de un año desde la
recepción del resumen (45).

 x. Cierre de cuenta 

El art. 1404 dice: "Cierre de cuenta. La cuenta corriente se cierra: 

a) por decisión unilateral de cualquiera de las partes, previo aviso con una anticipación de diez días, excepto
pacto en contrario; 

b) por quiebra, muerte o incapacidad del cuentacorrentista; 

c) por revocación de la autorización para funcionar, quiebra o liquidación del banco; 

d) por las demás causales que surjan de la reglamentación o de la convención." 

El nuevo texto reproduce en el inciso primero el art. 792 del Código de Comercio e incluye otros que había
propuesto el art. 1328 del Proyecto del Código Civil de 1998.

El cierre de la cuenta por quiebra del cliente, es concordante con lo dispuesto en el art. 147 de la ley 24.522 y el
previsto en el inciso c) es consecuencia de que la entidad deja de tener actividad.

La jurisprudencia ha decidido que es abusiva la conducta de un banco que apartándose de las disposiciones
reglamentarias y contractuales, mantuvo la cuenta abierta, en beneficio propio, de un titular fallecido, pues
existía un saldo deudor pasible de ser ejecutado en los términos del art. 793 Cód. Com., al solo efecto de
proseguir devengando lucrativos intereses (46).

Los supuestos de cierre de la cuenta cabe completarlos con lo que dispone la Reglamentación del B.C.R.A. (47).

 xi. Compensación de saldos 

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El art. 1405 establece que "Cuando el banco cierre más de una cuenta de un mismo titular, debe compensar sus
saldos hasta su concurrencia, aunque sean expresados en distintas monedas", lo cual no estaba previsto en el
Código de Comercio, pero sí en el art. 1329 del Proyecto de 1998 (48).

Como es posible advertir no se trata de la compensación de saldos en una sola cuenta, efecto propio de su
funcionamiento, sino que se trata de la compensación entre diferentes cuentas de un mismo titular.

Esta novedad presenta algunas críticas, pues no sería aceptable la compensación si por ejemplo se cierran
diferentes cuentas por quiebra de un mismo titular (art. 147 ley 24.522), pues en el supuesto que alguna de las
cuentas tuviese saldo acreedor, compensar un crédito con posterioridad a la sentencia, contradice abiertamente
lo dispuesto en el art. 130 de la ley concursal.

 xii. Garantías 

El art. 1407 dispone "Garantías. El saldo deudor de la cuenta corriente puede ser garantizado con hipoteca,
prenda, fianza o cualquier otra clase de garantía." 

Reproduce el art. 1331 del Proyecto de Código Civil de 1998 (49) y da la posibilidad expresa de garantizar el
eventual saldo deudor mediante garantías reales o personales, lo que era de uso en la práctica bancaria. En
cuanto a las garantías reales, la solución es concordante con la admisión expresa de las hipotecas abiertas o de
máximo (50).

 xiii. Prescripción acción cobro del certificado 

El nuevo Código no prevé expresamente el plazo de prescripción de la acción por el cobro de saldos deudores
derivados de contratos bancarios, ni en particular respecto al cobro del saldo deudor de cuenta corriente bancaria
(v. arts. 2560 y cc.).

Recuérdese que durante la vigencia del Código de Comercio, el tema había dividido a la jurisprudencia, algunos
interpretaban que corresponde aplicar el plazo quinquenal, aplicando por analogía el de la cuenta corriente
mercantil (art. 790, Cód. Com.) (51). En cambio otros tribunales tenían decidido que debía aplicarse el plazo
decenal del Código Civil, ahora derogado, pues no conteniendo el Código de Comercio un término especial que
contemple la prescripción de la acción por cobro del saldo deudor de la cuenta corriente bancaria, debe
concluirse en que es el previsto para la prescripción ordinaria de diez años contemplada por el art. 846 del
cuerpo legal citado (52). No faltaba una tercera posición, en cuanto se ha dicho que correspondía aplicar el plazo
de cuatro años, pues "el descubierto en cuenta corriente, puede obedecer a múltiples razones, pero nunca a la
concertación de un contrato bancario expreso. Asimismo, esta operación es excepcional y transitoria, de muy
corta duración y sin plazo pactado. En consecuencia, no es necesario recurrir a la analogía con la cuenta
corriente mercantil para determinar el plazo de la prescripción de la cuenta corriente bancaria, el cual encuentra
texto expreso en el ap. 2 del art. 847 del Código de Comercio —cuatro años—, máxime cuando en la especie, se
incluyen en el saldo deudor determinado, los gastos e intereses debitados en cuenta. Interpretamos que conforme
al nuevo texto del Código la prescripción debería ser la quinquenal prevista en el art. 2560 del CCyC.

 xiv. Prescripción de la acción de rectificación El uso de la cuenta puede dar lugar a abusos o errores y si bien
ello no puede ser discutido en el proceso ejecutivo, podrá ser motivo de análisis en el marco de un proceso
ordinario, antes o después de la ejecución.

Y tienen derecho a discutir las cuentas tanto el banco como el cliente, aun en el caso que este último no haya
impugnado oportunamente los errores.

Según las diferentes interpretaciones el plazo de prescripción puede comenzar a correr una vez cerrada la cuenta
corriente bancaria cuya rectificación se persigue o desde cada aprobación del saldo con motivo del envío
efectuado por el banco.

Durante la vigencia del Código de Comercio, ante la ausencia de una disposición legal expresa sobre el plazo
que debía aplicarse, se interpretó que era el quinquenal, interpretando los autores que debía contarse desde que

9
el cuentacorrentista se encontraba en condiciones de conocer la existencia de errores sustanciales o materiales
deslizados en la contabilización de su cuenta.

La jurisprudencia también había dicho que para la acción de rectificación el plazo de prescripción establecido en
el art. 790 del Código de Comercio, comenzaba a computarse desde el momento que quedaba aprobado el saldo
emanado de la cuenta corriente bancaria (art. 793 Cód. Com.). En este sentido, se sostuvo que el cliente puede
discutir la liquidación en el proceso ordinario posterior conforme lo establece el art. 551 del C.P.C.C., pues la
omisión de la impugnación del resumen de cuenta corriente bancaria, no impide la revisión del saldo, mediante
la acción prevista en el art. 790 del Cód. de Comercio (53).

El nuevo CCyC prevé un plazo general de prescripción liberatoria de cinco años (art. 2560). Si la acción se trata
de la rendición de cuentas por el uso de la cuenta corriente bancaria, como no se establece un plazo en
particular, deberá aplicarse el quinquenal mencionado (54).

Si la acción es de nulidad interpretamos que deberá aplicarse el plazo de dos años (art. 2562) el cual comenzará
a contarse desde que "el error o el dolo se conocieron o pudieron ser conocidos" (art. 2563, inc. a).

IV. Servicio de caja de seguridad

 i. Obligaciones del prestador del servicio 

Dentro de los contratos bancarios el flamante Código regula el servicio de caja de seguridad.

Como antecedentes se puede mencionar el Proyecto de Código Civil de 1987 que establecía que el prestador
respondía por la idoneidad de la custodia del local y por la integridad de la caja y lo en ella contenido, salvo
vicio propio de la cosa (art. 2238). El Proyecto de 1998 utilizó una redacción similar (art. 1300).

La diferencia que podemos mencionar es que en ambos proyectos el contrato de caja de seguridad había sido
tratado en el contrato de depósito.

En cambio el nuevo Código lo trata dentro de los contratos bancarios, lo cual es acertado pues como han
explicado los proyectistas tiene una naturaleza diversa.

El art. 1413 (55) si bien no define el contrato de caja de seguridad (56) establece las obligaciones del prestador
del servicio. Dice que responde frente al usuario:
 
— la integridad de las cajas, y su contenido. 

Agrega que tal responsabilidad es conforme lo pactado y las expectativas creadas en el usuario. 

Finalmente aclara que el prestador no responde por caso fortuito externo a su actividad, ni por vicio propio de
las cosas guardadas (57). 

Se ha criticado que no se defina cuáles son los casos externos a la actividad bancaria que exoneran de
responsabilidad a la prestataria del servicio de caja de seguridad (58), aunque interpretamos que esto es tarea del
juez, cuya decisión será conforme a las circunstancias de cada caso. 

Con otro criterio, se ha explicado el caso fortuito externo a la actividad que prevé el art. 1413 "apunta más a la
imprevisibilidad del evento que a su inevitabilidad". Por ello se ha dicho que no habrá responsabilidad "si el
caso fortuito o la fuerza mayor fuese inevitable, pero no cuando es meramente imprevisible", como ser guerra o
terremoto, pero sí deberá responder ante supuestos de hurto, robo, incendios, inundaciones, aun cuando se
hubiera adoptado las medidas de seguridad exigidas por la autoridad de control (59). 

Si bien el prestador del servicio puede o no ser una entidad financiera, pese a ello el contrato es regulado dentro
de los contratos bancarios, ya que la actividad es regulada por el Banco Central (60). 

10
Debemos agregar que al reglamentarse la ley 26.637 sobre seguridad bancaria (61), el B.C.R.A. dictó el Com.
"A" 5120, en el cual se establecen las pautas para dar debido cumplimiento a lo previsto en la citada legislación
que deben cumplir las entidades financieras en particular al tema que nos ocupa, en lo relativo al sistema
constructivo de las cajas de seguridad de alquiler (62). 

ii. Límite a la responsabilidad 

El art. 1414 dispone que el prestador no puede convenir la eximición de su responsabilidad, cláusula que se
tendrá por no escrita. Sin perjuicio de ello, siguiendo el Proyecto de 1998, establece que es válida la cláusula
que limita la responsabilidad hasta un monto máximo. En dicho caso el consumidor debe ser debidamente
informado (cfr. art. 1100 CCyC) y la norma aclara que siempre que el límite no importe una desnaturalización
de las obligaciones del prestador (63). 

Se ha criticado la validez de la limitación de la responsabilidad pues se ha dicho que "de nada sirve informar, si
el cliente no tiene posibilidades de modificar el contenido contractual", debiendo declararse a tal cláusula como
no escritas, aun cuando se haya informado al cliente, pues desnaturaliza las obligaciones emergentes del
contrato y restringen indebidamente los derechos del consumidor o cliente (64). 

En cambio se ha dicho que la cláusula es válida conforme a la autonomía de la voluntad y particularmente en el


servicio de caja de seguridad, pues caso contrario el banco se expondría a un deber resarcitorio desmesurado en
función del alto valor que podrían tener los efectos guardados. Pero también se aclara que la limitación
cuantitativa de la responsabilidad no ha de funcionar si el incumplimiento imputable al banco es por culpa grave
o dolo suyo (65). 

Si bien en la práctica deberá analizarse en cada caso si el límite de responsabilidad convenido es razonable,
como estos contratos habitualmente se celebran por muy larga duración, el límite que se fije con el transcurso
del tiempo puede ser que pierda razonabilidad, por lo cual la limitación se torne inoperante. 

Se ha dicho que si una persona tiene varios cofres de seguridad, la limitación debería ser por cada uno de ellos y
no por cliente; y que incluso el mismo criterio debería ser en el caso de pluralidad de clientes por una misma
caja (66). 

iii. Prueba del contenido de la caja 

El art. 1415 establece que la prueba del contenido de la caja de seguridad puede hacerse por cualquier
medio (67). 

En materia de prueba por el robo de cajas de seguridad, la doctrina ha dicho que teniendo en cuenta la
modalidad con que se desenvuelve este contrato, la prueba directa de la existencia de los objetos en la misma es
prácticamente imposible (68) o muy dificultosa. 

Por su parte, queda a cargo del cliente damnificado probar la existencia de los valores depositados que hayan
sido guardados en el cofre. 

Por ello se ha dicho que cabe aceptar cualquier medio de prueba y la particular eficacia que adquiere en estos
casos la prueba por presunciones (art. 163 inc. 5° del C.P.C.C.) (69). 

Teniendo en cuenta tales antecedentes, el nuevo texto incorpora la solución adoptada por la jurisprudencia y
doctrina. 

Sin perjuicio del reclamo del valor del contenido de la caja de seguridad, el damnificado se encuentra
legitimado para reclamar otros daños, como ser el moral (70). 

iv. Pluralidad de usuarios 

El art. 1416 dispone que cuando los usuarios del servicio de caja sean dos o más personas, cualquiera de ellas,
indistintamente, tiene derecho a acceder a la caja (71). 

11
Es reproducción textual de los proyectos de Código Civil de 1987 (art. 2240) y 1998 (art. 1303). 

v. Vencimiento del contrato y retiro de los efectos depositados 

El art. 1417 introduce como novedad que concluida la prestación del servicio de caja de seguridad, previa
intimación, podrá proceder a su apertura de la caja, cuya fuente es el art. 1305 del Proyecto de Código Civil de
1998. 

Para ello, previamente deberá comunicar fehaciente al finalizar el contrato con el apercibimiento de proceder a
la apertura forzada, lo cual podrá proceder una vez transcurridos 30 días. 

El contenido quedará a disposición del cliente, previo pago de lo adeudado, por el plazo de tres meses.

Si los efectos no son retirados el prestador, se autoriza a que el prestador pueda cobrar el precio impago de los
fondos hallados en la caja, a cuyo fin podrá proceder a la venta judicial de los efectos necesarios para cubrir lo
adeudado en la forma prevista por el artículo 2229, dando aviso al usuario. Para el caso que con los bienes
vendidos alcanzara a cubrir las deudas, dice que el resto de los efectos remanentes serán consignados
judicialmente por alguna de las vías previstas en este Código (72). 

V. Conclusiones

 El nuevo Código unificado introduce novedosos cambios que a nuestro criterio significan un avance
significativo en materia de contratos bancarios. 

Así, a diferencia de los proyectos anteriores, establece principios generales de protección al consumidor
financiero y de transparencia en las condiciones contractuales, acorde con los antecedentes previstos en la ley
24.240 y disposiciones relativas al contrato de consumo (arts. 1092 y ss. CCyC). 

Además, supera los proyectos que lo precedieron regulando, además de los dos que tratamos en el presente
trabajo, otros contratos bancarios de uso habitual, que hasta el momento no tenían tratamiento legislativo, salvo
en las reglamentaciones bancarias. 

En cuanto al contrato de cuenta corriente bancaria se adopta la definición del Proyecto de 1998, con una
modificación significativa pues el "servicio de caja" será facultativo. 

También se progresa en cuanto al empleo de medios informáticos en el uso de la cuenta en orden a la celeridad
y seguridad de las transacciones. 

Respecto al certificado de saldo deudor deberá contener el medio por el cual se comunicó el día de cierre de la
cuenta y su saldo a dicha fecha, momento en que se producirá la mora. 

En cuanto a la capitalización de los intereses que genere el saldo deudor, si bien establece un plazo trimestral,
deja librado a lo que convengan las partes, en realidad a lo que imponga la entidad. Así la capitalización podrá
ser mensual, admitiendo como novedad que el saldo acreedor, si es convenido por las partes, puede generar
intereses capitalizables. 

Establece que las reglas del mandato son aplicables a los encargos encomendados por el cuentacorrentista al
banco, incorporando así al texto legal lo que ha sido reconocido por la jurisprudencia. 

Introduce como novedad que cuando el banco cierre más de una cuenta de un mismo titular, debe compensar sus
saldos hasta su concurrencia. 

Recepta expresamente lo que en la práctica venía siendo aplicado, la posibilidad de garantizar el saldo deudor
de la cuenta corriente mediante cualquier garantía, incluso real. 

12
En cuanto al servicio de caja de seguridad admite como válida la cláusula que limita la responsabilidad hasta un
monto máximo, siempre que no desnaturalice la obligación del prestador. 

Incorpora al texto lo aceptado por la jurisprudencia y la doctrina respecto a que la prueba del contenido de la
caja de seguridad puede hacerse por cualquier medio. 

Por último, también innova estableciendo que finalizado el servicio de caja de seguridad, previa intimación, el
prestador podrá proceder a su apertura forzada de la caja, pudiendo cobrar el precio impago de los fondos
hallados en la caja, mediante venta judicial. 

A modo de síntesis final, más allá de que como toda obra humana sería perfectible, a nuestro criterio en lo que
hace a esta materia, el tratamiento que se hace de los contratos analizados es un progreso sustancial muy
importante en la materia, respecto al texto legal reemplazado e incluso a proyectos anteriores. 
 

Notas
 
(1) Art. 1379: "Publicidad. La publicidad, la propuesta y la documentación contractual deben indicar con
precisión y en forma destacada si la operación corresponde a la cartera de consumo o a la cartera comercial, de
acuerdo a la clasificación que realiza el Banco Central de la República Argentina. Esa calificación no prevalece
sobre la que surge del contrato, ni de la decisión judicial, conforme a las normas de este Código. Los bancos
deben informar en sus anuncios, en forma clara, la tasa de interés, gastos, comisiones y demás condiciones
económicas de las operaciones y servicios ofrecidos."

(2) Art. 1381: "Contenido. El contrato debe especificar la tasa de interés y cualquier precio, gasto, comisión y
otras condiciones económicas a cargo del cliente. Si no determina la tasa de interés, es aplicable la nominal
mínima y máxima, respectivamente, para las operaciones activas y pasivas promedio del sistema, publicadas por
el Banco Central de la República Argentina a la fecha del desembolso o de la imposición. Las cláusulas de
remisión a los usos para la determinación de las tasas de interés y de otros precios y condiciones contractuales
se tienen por no escritas." Es decir que ante la falta de su determinación se aplica la nominal mínima (cuando el
cliente sea deudor) y máxima (cuando el cliente sea acreedor), para las operaciones activas y pasivas promedio
del sistema, publicadas por el BCRA a la fecha del desembolso o de la imposición.

(3) Art. 1380: "Forma. Los contratos deben instrumentarse por escrito, conforme a los medios regulados por
este Código. El cliente tiene derecho a que se le entregue un ejemplar."

(4) Art. 1382: "Información periódica. El banco debe comunicar en forma clara, escrita o por medios
electrónicos previamente aceptados por el cliente, al menos una vez al año, el desenvolvimiento de las
operaciones correspondientes a contratos de plazo indeterminado o de plazo mayor a un año. Transcurridos
sesenta días contados a partir de la recepción de la comunicación, la falta de oposición escrita por parte del
cliente se entiende como aceptación de las operaciones informadas, sin perjuicio de las acciones previstas en los
contratos de consumo. Igual regla se aplica a la finalización de todo contrato que prevea plazos para el
cumplimiento."

(5) Art. 1383. "Rescisión. El cliente tiene derecho, en cualquier momento, a rescindir un contrato por tiempo
indeterminado sin penalidad ni gastos, excepto los devengados antes del ejercicio de este derecho."

(6) La ley de Defensa del Consumidor cuando hace referencia a las operaciones financieras para consumo y las
de crédito para el consumo, establece que bajo pena de nulidad deberá consignarse de modo claro, entre otros:
La tasa de interés efectiva anual. El total de los intereses a pagar o el costo financiero total. El sistema de
amortización del capital y cancelación de los intereses. La cantidad, periodicidad y monto de los pagos a
realizar. Los gastos extras, seguros o adicionales, si los hubiere.

13
(7) Art. 1384: "Aplicación. Las disposiciones relativas a los contratos de consumo son aplicables a los contratos
bancarios de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1093."

(8) Art. 1385: "Publicidad. Los anuncios del banco deben contener en forma clara, concisa y con un ejemplo
representativo, información sobre las operaciones que se proponen. En particular deben especificar: a) los
montos mínimos y máximos de las operaciones individualmente consideradas; b) la tasa de interés y si es fija o
variable; c) las tarifas por gastos y comisiones, con indicación de los supuestos y la periodicidad de su
aplicación; d) el costo financiero total en las operaciones de crédito; e) la existencia de eventuales servicios
accesorios para el otorgamiento del crédito o la aceptación de la inversión y los costos relativos a tales servicios;
f) la duración propuesta del contrato."

(9) Art. 1386: "Forma. El contrato debe ser redactado por escrito en instrumentos que permitan al consumidor:
a) obtener una copia; b) conservar la información que le sea entregada por el banco; c) acceder a la información
por un período de tiempo adecuado a la naturaleza del contrato; d) reproducir la información archivada."

(10) Art. 1387: "Obligaciones precontractuales. Antes de vincular contractualmente al consumidor, el banco
debe proveer información suficiente para que el cliente pueda confrontar las distintas ofertas de crédito
existentes en el sistema, publicadas por el Banco Central de la República Argentina. Si el banco rechaza una
solicitud de crédito por la información negativa registrada en una base de datos, debe informar al consumidor en
forma inmediata y gratuita el resultado de la consulta y la fuente de donde la obtuvo." En el segundo párrafo se
introduce como novedad que rechazada por el banco una solicitud de crédito por la información negativa
registrada en una base de datos, deberá informar al consumidor la fuente de donde la obtuvo. Se ha dicho que la
comunicación debe ser por escrito con el fin que el consumidor conozca fehacientemente tal información, con el
objeto de promover las acciones oportunas al caso (Martínez, Matilde S. Régimen legal de los servicios de
información crediticia. El tratamiento de los contratos bancarios en las normas de defensa de consumidores o
usuarios bancarios y en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, ED, 262 del 10/4/2015, nro 13.704). A
modo de antecedentes cabe recordar que como una especie dentro del amparo el art. 43, tercer párrafo, de la
Constitución Nacional, concordante con el art. 20 de la Constitución provincial, incorpora el recurso de habeas
data como un vehículo para tomar conocimiento, actualizar, exigir la rectificación o la confidencialidad de
datos, tanto existente en bancos de datos públicos como privados, siempre que estos estén destinados a proveer
informes. El instituto tuvo reconocimiento con la Ley 25.326. Esta acción tutela el conjunto de datos de una
persona, integrantes de la privacidad de la misma, cuando ésta sea lesionada por quienes dispongan, administren
o abusen de tales datos (Habeas Data después de la reforma, suplemento E.D., temas procesales, 1995, p. 54;
Cifuentes, Santos, Habeas Data operativo, protección datos privados de la persona, L.L. ejemplar del 15.11.95;
nota a fallo de Germán Bidart Campos en E.D. del 27.11.95; Sagües, Néstor, Habeas Data subtipos, J.A. n°
5964, 20.12.95, p. 31; Merovich, Carina, Habeas Data y los sistemas de información reflexiones acerca de la
nueva garantía constitucional, L.L. del 26.12.95, p. 2; Colautti, Carlos E., Reflexiones preliminares sobre el
"habeas data", LL, ejemplar del 4/6/96; entre muchos otros).

(11) Art. 1388: "Contenido. Sin perjuicio de las condiciones establecidas para los contratos bancarios en
general, ninguna suma puede ser exigida al consumidor si no se encuentra expresamente prevista en el contrato.
En ningún caso pueden cargarse comisiones o costos por servicios no prestados efectivamente. Las cláusulas
relativas a costos a cargo del consumidor que no están incluidas o que están incluidas incorrectamente en el
costo financiero total publicitado o incorporado al documento contractual, se tienen por no escritas."

(12) PAOLANTONIO, Martín E., Cuenta Corriente Bancaria en el Código Civil y Comercial, Sup. Esp. Nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación. Contratos en particular 2015 (abril), 232.Art. 1389: "Información en
contratos de crédito. Son nulos los contratos de crédito que no contienen información relativa al tipo y partes del
contrato, el importe total del financiamiento, el costo financiero total y las condiciones de desembolso y
reembolso". La ley 25.065 de Tarjeta de Crédito establece que el contrato deberá sujetarse a las prescripciones
legales "bajo pena de nulidad e inoponibilidad al titular, sus fiadores o adherentes" (art. 13).

(13) Desde un comienzo preocupó el tema respecto al cobro del saldo de la cuenta corriente bancaria por una vía
procesal que no fuera el juicio ordinario, pues este último proceso posibilitaba la discusión de la composición de
cada una de las remesas de la cuenta, lo cual prolongaba el reclamo indefinidamente. Ante ello los tribunales
permitieron a las instituciones bancarias preparar la vía ejecutiva mediante el reconocimiento del saldo al
cuentacorrentista. Pero ante su desconocimiento, el banco se veía imposibilitado de continuar la ejecución,

14
debiendo recurrir a la vía ordinaria (CAFed. de la Plata, "Banco de la Nación c. Kelly, 16/6/24, JA 13-54;
CCom de la Capital Federal, "Banco Británico de la América del Sud v. Aboud Hnos.", 14/12/27, JA 26-1315;
íd., 8/7/29, JA 30-476; íd., "Banco Alemán Transatlántico v. Heine y Cía.", 11/4/30, JA 32-1098. Al respecto
consultar: Erwin O. Rosenbusch, Carácter ejecutivo del saldo de cuenta corriente, JA, 26-319; Ernesto Eduardo
Martorell, El juicio ejecutivo en las operaciones bancarias, Ed Ad-Hoc, 1992, p. 95 y ss. También cabe recordar
que en 1934 se elaboró un proyecto de Código Procesal Civil y Comercial de Nación, que disponía carácter
ejecutivo al saldo definitivo de cuenta corriente bancaria (art. 404) (JA, T 46, secc. leg., p. 40).

(14) El sistema de nacionalización fue derogado por el D-L 13.125/57; v. Bollini Shaw-Boneo Villegas, Manual
para operaciones bancarias y financieras, Abeledo-Perrot, p. 34 y ss.

(15) El Código de Comercio no definía el contrato de cuenta corriente bancaria, establecía en el art. 791 que:
"La cuenta corriente bancaria es de dos maneras: a descubierto, cuando el Banco hace adelantos de dinero; o con
provisión de fondos, cuando el cliente los tiene depositados en él". Luego agregaba en el art. 794 que: "Todo el
que tenga cuenta corriente en un Banco, deberá recibir una libreta, en la cual se anotarán por el Banco las sumas
depositadas y la fecha, y las sumas de los giros o extracciones y sus fechas". El art. 797: "Todo Banco está
obligado a tener sus cuentas corrientes al día, para fijar su situación respecto del cliente."

(16) El Proyecto de Código Civil elaborado por la Comisión Especial de Unificación Legislativa Civil y
Comercial de la Cámara de Diputados, que obtuvo media sanción legislativa el 15/7/1987 en el art. 1937 decía:
"Cuenta corriente bancaria es el contrato por el cual un banco se obliga a mantener actualizada una cuenta, y a la
inmediata disposición del cuentacorrentista los saldos que pudiera haber a favor de este en dicha cuenta". El
Proyecto del Código Civil, unificado con el Código de Comercio de 1998, definía el contrato en el art. 1318:
"En la cuenta corriente bancaria, el banco se compromete a inscribir diariamente y por su orden los créditos y
débitos, de modo de mantener un saldo actualizado y en disponibilidad del cuentacorrentista, en su caso, y a
prestar un servicio de caja."

(17) La Reglamentación del B.C.R.A. prevé una extensa lista de obligaciones de las entidades respecto al
contrato de cuenta corriente bancaria, entre las cuales brevemente podemos mencionar las siguientes (pto.
1.5.2.): Tener las cuentas al día. Acreditar en el día los importes que se le entreguen para el crédito de la cuenta
corriente y los depósitos de cheques en los plazos de compensación vigentes. Enviar al cuentacorrentista un
extracto con el detalle de los movimientos. Las modificaciones en las condiciones pactadas

(18) Según la Reglamentación del contrato de cuenta corriente bancaria del actualizada al 10/4/2015 son
obligaciones del cuentacorrentista (1.5.1.): Mantener suficiente provisión de fondos o autorización escrita para
girar en descubierto; Recibir los extractos, hacer llegar a la entidad su conformidad o las observaciones a que
hubiera lugar, mantener la firma registrada; Avisar por escrito el extravío, sustracción o adulteración de las
fórmulas de cheques, Comunicar el cambio de domicilio, cambios de sus contratos sociales, etc.

(19) Kabas de Mortorell-Martorell, Los contratos bancarios. Sus modalidades en el Código Civil, en el Código
de Comercio y en el Proyecto de Código Civil y Comercial unificado de 2012, Rev. de Derecho Priv. y Com.,
Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2014, p. 391; Código Civil y Comercial de la Nación comentado, directores Rivera-
Medina, comentario a cargo de Carlos Gilberto Villegas, T. IV, La Ley, 2015, p.312.

(20) Recordemos algunos antecedentes al respecto: el funcionamiento de la cuenta corriente bancaria cobró
importancia con motivo de la prestación de diversos servicios bancarios como el derivado de la provisión y uso
de la tarjeta de crédito y de la transferencia electrónica de fondos. Con el objeto de permitir un cobro rápido y
eficaz de estas y otra clase de contratos (compra de valores en general, prestación de garantías, etc.), las
instituciones bancarias echaron mano al certificado. Esto dio lugar a que la jurisprudencia se expidiera acerca de
la habilidad de estos títulos, pronunciamientos que acuñaron el concepto de cuenta corriente "no operativa",
para identificar aquella en la cual no se ha prestado efectivamente un servicio de caja, mediante el libramiento
de cheques. Las cuentas operativas eran aquellas que operan con cheques es decir que se vinculaba toda la
operatoria del cliente con el banco a través de la cuenta corriente. La tesis clásica sostenía que sólo correspondía
asentar operaciones con cheques. Si ello se excedía cabía entonces aceptar defensas de inhabilidad de título. La
jurisprudencia comenzó a acoger la excepción de inhabilidad de título en los juicios en que los deudores
invocaban no haber trabajado y u operado con la cuenta mediante cheques. Frente a esta postura comenzó a
abrirse camino otra, sin duda influida por la realidad negocial. A través de las cuentas corrientes bancarias, los

15
bancos prestan numerosos servicios a la comunidad. Débitos automáticos para pagos de servicios públicos e
impuestos, etc. Por ello la sala D de la CNCom. (LL 1989-D-151) resolvió que la cuenta corriente bancaria no
se identificaba con el cheque sino a la inversa. El cheque no es el instrumento único para efectuar extracciones.
Siguiendo ese criterio otros fallos señalaron que "cualquier otra operación que pueda abarcar servicio de caja no
prevista por el art. 791 al 797 del Código de Comercio, debe ser expresamente contratada entre el cliente y
banco, pues la facultad de éste de emitir un certificado, sin la firma del deudor, debe ser interpretada
restrictivamente". Posteriormente y precisando aún más el concepto, terminaron identificando al instituto como
cuenta corriente bancaria "instantánea". El problema entonces se planteaba como se dijo (Alberti), en la picardía
de los bancos de pasar a la cuenta corriente no operativas débitos derivados de relaciones ajenas a la propia
cuenta, para poder luego emitir un título ejecutivo sin cooperación del deudor. Ante ello la jurisprudencia
mayoritaria se había opuso a la ejecución de estos saldos pues se ha resuelto que hay una evidente desviación
del uso del título (CNCom. salas A, B, C y E), mientras que una posición minoritaria está la sala D ("Bco. Coop.
de Caseros c. Caso", 19/5/88) (Sobre el tema consultar: Lubat, Gustavo M., La ejecución de deudas derivadas de
operaciones con tarjetas de crédito a través del saldo deudor en cuenta corriente bancaria, DJ 3/11/2010, 1,
LLOnline: AR/DOC/5544/2010). Sin perjuicio de lo que dispone la Reglamentación del B.C.R.A. en cuanto al
uso obligatorio de cheques en las cuentas cuyos titulares son personas humanas, a partir de lo que dispone el art.
art. 1393 del CCyC, como se ha dicho la cuenta corriente "no operativa" es compatible con el CCyC. Desde ya
que ello no significa "validar potenciales abusos en su utilización como título ejecutivo, que encontrarán su
respuesta normativa en disposiciones generales del CCyC y en lo previsto por el art. 1406, parte final, del
CCyC." (Paolantonio Cuenta Corriente Bancaria..., 232).

(21) Movimiento de la cuenta (pto. 2 de la Reglamentación de la cuenta corriente bancaria, B.C.R.A.): i.


Créditos: Mediante depósitos por ventanilla o cajeros automáticos. Depósitos de cheques u órdenes de pago
oficial nominativas. Por créditos internos y otros. ii. Débitos: Por pago de cheques. Transferencias ordenadas
por el cuentacorrentista (personal, electrónica, telefónica, vía "Internet", etc.). Débitos internos Extracciones a
través de cajeros automáticos y a través de terminales en puntos de venta. Débitos que puedan no requerir
autorización previa (ej. multas legalmente previstas, los impuestos que graven los movimientos). Pago de
préstamos, alquiler de cajas de seguridad, etc. Pago de impuestos, tasas, contribuciones y aportes, facturas de
servicios públicos o privados, resúmenes de tarjetas de crédito, etc. Comisiones pactadas Multas legalmente
previstas, Impuestos que graven los movimientos.

(22) Art. 794 C. Com.: "Todo el que tenga cuenta corriente en un Banco, deberá recibir una libreta, en la cual se
anotarán por el Banco las sumas depositadas y la fecha, y las sumas de los giros o extracciones y sus fechas".

(23) Art. 793 C. Com: "Por lo menos 8 (ocho) días después de terminar cada trimestre o período convenido de
liquidación, los Bancos deberán pasar a los clientes sus cuentas corrientes pidiéndoles su conformidad escrita, y
ésta o las observaciones a que hubiere lugar, deben ser presentadas dentro de 5 (cinco) días. Si en este plazo el
cliente no contestare, se tendrán por reconocidas las cuentas en la forma presentada, y sus saldos, deudores o
acreedores, serán definitivos en la fecha de la cuenta. Las constancias de los saldos deudores en cuenta corriente
bancaria, otorgadas con las firmas conjuntas del gerente y contador del banco serán consideradas títulos que
traen aparejada ejecución, siguiéndose para su cobro los trámites que para el juicio ejecutivo establezcan las
leyes de procedimientos del lugar donde se ejercite la acción. Se debitarán en cuenta corriente bancaria los
rubros que correspondan a movimientos generados directa o indirectamente por el libramiento de cheques. Se
autorizarán débitos correspondientes a otras relaciones jurídicas entre el cliente y el girado cuando exista
convención expresa formalizada en los casos y con los recaudos que previamente autorice el Banco Central de
la República Argentina". Luego de la reforma del año 1946 al citado art. 793 del Código de Comercio, su
redacción se conservó hasta comienzos de 1995 en que fue reformado por la ley 24.452 (Ley de Cheque) que
autorizó los "débitos correspondientes a otras relaciones jurídicas entre el cliente y el girado cuando exista
conformidad expresa en los casos y con los recaudos que previamente autorice el Banco Central de la República
Argentina". El BCRA al reglamentar la Ley de Cheques, en un primer momento prohibió la posibilidad de
generar saldos deudores de cuenta corriente bancaria por "operaciones instrumentadas mediante títulos que en sí
mismo no poseen fuerza ejecutiva", con lo cual frustró la posibilidad de recuperar los saldos impagos mediante
este título ejecutivo (Com. A 2329 del 21/4/95, pto. 1.1.1.4). Posteriormente estas Circulares y comunicaciones
del BCRA fueron reformadas, estableciendo que en la solicitud de apertura de cuenta corriente bancaria debía
contener "La conformidad expresa del cliente para que se le debiten de la cuenta corriente las comisiones
pactadas libremente al momento de la apertura o posteriormente, por los servicios que preste la entidad, y los
conceptos por operaciones concertadas con ello o con terceros (débitos automáticos) que el cuenta correntista

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haya contratado (Comunicación "A" 2621, publicación B.O. 28/11/97). Así se estableció que las cuentas
corrientes debían contar necesariamente con la posibilidad de uso de cheques y dispuso que era necesaria la
conformidad expresa del cliente para que se le debitarán de la cuenta corriente las comisiones pactadas
libremente. Por ello y en sentido coincidente con la nueva redacción del art. 793 párrafo tercero del Código de
Comercio, se dispuso que teniendo la conformidad del cuentacorrentista, puede debitarse el saldo deudor por
partidas que exceden el uso del cheque para reclamar su pago como título ejecutivo hábil, salvo que la cuenta se
abra al solo efecto de debitar el uso de aquella, en cuyo caso el título será inhábil. En consecuencia si el
cuentacorrentista no da su conformidad para el débito de operaciones instrumentadas mediante títulos que en sí
mismos no poseían fuerza ejecutiva, el título autocreado por el banco era inhábil. La Comunicación "A" 2621
fue reemplazada por la Comunicación "A" 3244 del 30 de marzo de 2001, aplicable desde el 4 de abril de 2001,
en la cual se estableció que podrán debitarse de la cuenta corriente "siempre que medie autorización expresa del
cliente" operaciones como el pago de préstamos, alquiler de cajas de seguridad, impuestos, tasas,
contribuciones, resúmenes de tarjetas de crédito (punto 1.5.4 de la Sección 1).

(24) La jurisprudencia ha dicho que al requerir el art. 793 del Cód. de Comercio la firma de un contador, no se
refiere al título de este sino a la función que desempeña en el banco (CNCom., Sala B, 14/6/79,"Banco de
Quilmes, SA c. Lignelli, Guillermo"). Por tal motivo se decidió que el certificado fue suscripto por quienes
reemplazaron de hecho al gerente y contador, sin que tal reemplazo derivara de resolución específica ni del
estatuto legal interno de la institución, el título será inhábil (CNCom., sala A, 25/3/86, "Banco Francés del Río
de la Plata v. Fasán, Eduardo y otro", JA 1986 —II-302; CACC San Martín, sala II, 23/2/00, ED del 11/9/00;
CACC Trenque Lauquen RSD-17-79; S 23-8-1988, "Banco del Oeste S.A. c/ Alduncín, Jorge Fernando s/
Cobro ejecutivo").

(25) Si bien el Código de Comercio no hacía referencia alguna en cuanto al contenido era de práctica que se
incluyera el número de cuenta, su denominación y la fecha de expedición.

 (26) No recepta el fallo plenario de la CNCom. "Banco de Galicia c. Lussich, Jorge" (5/9/69), en el cual se dijo
que la habilidad del certificado bancario del art. 793 del Código de Comercio exige que el saldo se determine en
ocasión de la clausura de la cuenta corriente, sin que sea menester demostrar que ha sido comunicado al cliente
o conformado expresa o tácitamente por éste.

(27) El tema del momento en que se opera la mora del cuentacorrentista, en un comienzo suscitó opiniones en
contrario. Mientras algunas decisiones interpretaban que la mora se producía automáticamente al momento del
cierre de la cuenta o al de emitir el certificado, otras sostenían que era necesario el pertinente reclamo (Por la
opinión que la mora se producía en la fecha de emisión del certificado v.: CACom., sala D, "Banco de Galicia
S.A. c. Ingerflon, H.", del 11/2/83, ED 104-766; a favor que la mora se producía en la fecha de expedición del
certificado: íd., sala A, "The Royal Bank of Canada S.A. c. Arahanlian, R.", del 20/8/81, L.L., 1981-D-465;
mora al momento del reclamo: íd., sala C, "Banco de Hurlingham S.A. c. Corp. Arg. Proteico Opoterápica
S.A.", del 15/2/80, Rep. L.L., XL, 197). Ante estos pronunciamientos encontrados se convocó a plenario en los
autos "Banco de Entre Ríos c. Genética Porcina S.A.", en el cual se dijo que la mora de base legal del
cuentacorrentista responsable del saldo deudor, requiere la comunicación del primer párrafo del art. 793 del C.
Com., o la comunicación del segundo párrafo del art. 509 del Código Civil (CACom., 21/11/84; L.L. 1985-A-
233; J.A. 1984-IV-653; E.D. 111-636). Esta también ha sido la solución adoptada por la S.C.B.A., al sostener
que la obligación derivada de un saldo de cuenta corriente bancaria se produce desde la interpelación del deudor
(art. 508 y 509, 2° párrafo del Código Civil), no siendo aplicable el sistema de la mora ex re (Fallo: 36.122 del
24/6/86). Por último cabe agregar que pese a lo decidido expresamente en el citado plenario "Banco de Entre
Ríos c. Genética Porcina S.A.", se han dictado pronunciamientos en contrario por parte de alguna de las Salas de
la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, al admitir que los intereses debían computarse desde el
cierre de la cuenta corriente, con fundamento en el art. 777 del Código de Comercio (CNCom., Sala D, julio 10-
992, en Doctr. Jud. rev. del 9/12/92, p. 963; ídem, íd., marzo 5-992, JA del 4/11/92, rev. n° 5801, p. 40; íd., íd.,
julio 10-992, Doctrina Judicial del 9/12/92, p. 963).

(28) Art. 1078: "Disposiciones generales para la extinción por declaración de una de las partes. Excepto
disposición legal o convencional en contrario, se aplican a la rescisión unilateral, a la revocación y a la
resolución las siguientes reglas generales: a) el derecho se ejerce mediante comunicación a la otra parte. La
comunicación debe ser dirigida por todos los sujetos que integran una parte contra todos los sujetos que integran
la otra;".

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(29) BARREIRA DELFINO comentado el art. 1397 del CCyC dice que ahora es facultativo el servicio de
cheques en las cuentas, por lo que deja de ser obligatorio como sucedía previo a la entrada en vigencia del
nuevo Código (aut. cit., La cuenta corriente bancaria en el Código Civil y Comercial de la Nación, Rev. de
Derecho Bancario y Financiero, 18/12/2014, IJ-LXXV-270).

(30) "Los intereses devengados del saldo deudor de una cuenta corriente bancaria deben ser capitalizados
trimestralmente desde la fecha de mora hasta la sentencia de grado, a fin de resguardar equitativamente el
derecho de ambas partes, pues, si bien acordaron la capitalización de los réditos en forma mensual, dicha
cláusula fue impuesta por el banco al momento de realizar la apertura de la cuenta". (CNCom., sala F, "Banco
Itau Buen Ayre S.A. c. Maimone, Cristian Alberto s/ ejecutivo", 27/12/2013, AR/JUR/94985/2013). "Los
intereses devengados del saldo deudor de una cuenta corriente bancaria deben ser capitalizados trimestralmente,
pues existe una expresa previsión legal al respecto en el art. 795 del Cód. de Comercio, que opera de pleno
derecho, salvo convención contraria" (ídem, sala A, "Banco del Buen Ayre SA c. Loria, Tomás Emilio y otros
s/ejecutivo", 13/3/2013, R/JUR/14531/2013). "Habiendo las partes pactado expresamente la capitalización de
los intereses en el contrato de cuenta corriente bancaria, corresponde hacer lugar a la capitalización de los
intereses fijados con posterioridad a la clausura de la cuenta desde que, el certificado de saldo deudor ejecutado
queda alcanzado por el art. 795 del Código de Comercio que autoriza la capitalización por trimestre de los
intereses devengados en la cuenta corriente" (íd., sala F, "Banco Santander Río S.A. c. Tripodi, Ricardo
Sebastián", 13/7/2010, LLOnline AR/JUR/46920/2010). "Los intereses devengados por el saldo deudor de una
cuenta corriente bancaria deben capitalizarse pues existe una expresa disposición legal —art.795, Cód. de
Comercio— que impone la capitalización trimestral automática en tanto no exista pacto en contrario" (íd., sala
A, "Citibank N.A c. Arale, Susana Beatriz", 29/6/2010, LLOnline AR/JUR/38717/2010).

(31) El cierre de la cuenta corriente bancaria cesa el derecho a mantener la capitalización —en el caso, mensual
— de los intereses generados por el saldo deudor, pues en tal circunstancia desaparece el fundamento sobre el
cual se asienta la disposición contenida en el art. 765 del Cód. de Comercio y, una decisión contraria, importaría
tanto como aceptar que el deudor debe afrontar una obligación que ha perdido su causa (CNCom., sala C,
"Creditia Fideicomiso Financiero c. C., M. A. s/ ejecutivo", 11/3/2014, LLOnline, AR/JUR/14955/2014). Sobre
el tema consultar: PAOLANTONIO, Martín E., "Capitalización de intereses y saldo de la cuenta corriente",
Revista de Derecho Comercial, del Consumidor y de la Empresa, 2013 (abril), p. 260.

(32) BARREIRA DELFINO dice que en la práctica generalizada del mercado bancario no se reconocen
intereses a esos saldos acreedores La cuenta corriente.

(33) El Proyecto de Código Civil de 1987 no establecía nada respecto a la solidaridad en el contrato de cuenta
corriente bancaria.

(34) CNCom., sala B, "Serafini, Sergio c. Shandra, Ifer" 23/5/1979; CNCom., sala A, 9/9/1991; ED, 145-686.

(35) "Código Civil y Comercial de la Nación comentado", directores Rivera-Medina, comentario a cargo de
Carlos Gilberto Villegas, T IV, La Ley, 2015, p. 323; "Código Civil y Comercial de la Nación, analizado,
comparado y concordado", direcc. Alberto J. Bueres, T. I, Ed. Hammurabi, 2015, p. 755.

(36) Art. 1391: "Depósito a la vista. El depósito a la vista debe estar representado en un documento material o
electrónico que refleje fielmente los movimientos y el saldo de la cuenta del cliente. El banco puede dejar sin
efecto la constancia por él realizada que no corresponda a esa cuenta. Si el depósito está a nombre de dos o más
personas, cualquiera de ellas puede disponerlo, aun en caso de muerte de una, excepto que se haya convenido lo
contrario."

(37) BARREIRA DELFINO, La cuenta corriente...

(38) CNCom., sala B, "Almagro Construcciones, S. A. c. Banco de Crédito Rural Argentino, S. A.",
13/12/1985, LL1986-B, 371, LLOnline: AR/JUR/2076/1985.

(39) CNCom., sala C, "Nortextil S.R.L. c. Banco Credicoop Coop. Ltdo.", 16/11/2004, DJ 2005-1, 1047,
AR/JUR/4784/2004.

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(40) CNCom., sala A, "Caja de Crédito Versailles Ltda., S. A., quiebra, s/inc. de rev., prom. por Sevel
Argentina, S. A.", 15/11/1988, LL1989-C, 168, AR/JUR/2380/1988.

(41) Art. 1325: "Conflicto de intereses. Si media conflicto de intereses entre el mandante y el mandatario, éste
debe posponer los suyos en la ejecución del mandato, o renunciar."

(42) El sistema de notificación del resumen ha sido criticado por Junyent Bas al decir que "se torna "kafkiano"
en punto a que si el banco no emite el resumen, el cliente deberá emplazarlo para que lo realice dentro del plazo
de treinta días desde que debió haberlo recibido, toda una labor compleja para quien opera diariamente como
consumidor, y sólo será factible que esta tarea la realicen empresas con una infraestructura contable que tengan
personal dedicado al efecto" (aut. cit., Los contratos bancarios..., p. 809).

(43) Art. 1403: "Resúmenes. Excepto que resulten plazos distintos de las reglamentaciones, de la convención o
de los usos: a) el banco debe remitir al cuentacorrentista dentro de los ocho días de finalizado cada mes, un
extracto de los movimientos de cuenta y los saldos que resultan de cada crédito y débito; b) el resumen se
presume aceptado si el cuentacorrentista no lo observa dentro de los diez días de su recepción o alega no haberlo
recibido, pero deja transcurrir treinta días desde el vencimiento del plazo en que el banco debe enviarlo, sin
reclamarlo. Las comunicaciones previstas en este artículo deben efectuarse en la forma que disponga la
reglamentación, que puede considerar la utilización de medios mecánicos, electrónicos, de computación u
otros."

(44) SCBA, causa Ac. 85.055, "Castagnari, Ernesto Pascual y otro contra Banco de la Edificadora de Olavarría
S.A. Rendición de cuentas", 24/3/04; ídem, Ac. 78.111, "Dondero Hnos. Concurso contra Atuel Fideicomisos
S.A. Incidente revisión concursal", 10/9/03, fuente JUBA

(45) Art. 860:"Obligación de rendir cuentas. Están obligados a rendir cuentas, excepto renuncia expresa del
interesado: a) quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio; b) quienes son parte en relaciones de
ejecución continuada, cuando la rendición es apropiada a la naturaleza del negocio; c) quien debe hacerlo por
disposición legal. La rendición de cuentas puede ser privada, excepto si la ley dispone que debe ser realizada
ante un juez." Art. 862: "Aprobación. La rendición de cuentas puede ser aprobada expresa o tácitamente. Hay
aprobación tácita si no es observada en el plazo convenido o dispuesto por la ley o, en su defecto, en el de
treinta días de presentadas en debida forma. Sin embargo, puede ser observada por errores de cálculo o de
registración dentro del plazo de caducidad de un año de recibida."

(46) CNCom., sala C, "Banco Itau Buen Ayre S.A. c. López, Nélida María", 13/11/2009, LLOnline
AR/JUR/58104/2009.

(47) La Reglamentación del B.C.R.A. (T.O. 10/4/2015) establece en la Sección 9 las causales de cierre en los
siguientes supuestos: Las contractualmente establecidas. La inclusión del cuentacorrentista en la "Central de
cuentacorrentistas inhabilitados". Falta de pago de las multas de la Ley 25.730. Causas legales o disposición de
autoridad competente.

(48) El Proyecto de Código Civil de 1987 no trató el tema.

(49) El Código de Comercio contenía una disposición similar para el contrato de cuenta corriente mercantil, el
art. 786: "El saldo puede ser garantido con hipoteca, fianza o prenda, según la convención celebrada por las
partes." El art. 1439 del CCyC también prevé la constitución de garantías en el contrato de cuenta corriente, ante
denominado mercantil. El Proyecto del Código Civil de 1987 no tenía norma relativa a las garantías en el
contrato de cuenta corriente bancaria. Boretto, Mauricio, Hipoteca abierta: un tema urticante (con especial
referencia a los contratos de cuenta corriente bancaria y cuenta corriente mercantil), LL 2002-C, 1150,
LLOnline: AR/DOC/937/2001.

(50) Art. 2189. "Especialidad en cuanto al crédito. El monto de la garantía o gravamen debe estimarse en dinero.
La especialidad queda cumplida con la expresión del monto máximo del gravamen. El crédito puede estar
individualizado en todos los elementos desde el origen o puede nacer posteriormente; más en todos los casos, el
gravamen constituye el máximo de la garantía real por todo concepto, de modo que cualquier suma excedente es

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quirografaria, sea por capital, intereses, costas, multas, u otros conceptos. El acto constitutivo debe prever el
plazo al que la garantía se sujeta, que no puede exceder de diez años, contados desde ese acto. Vencido el plazo,
la garantía subsiste en seguridad de los créditos nacidos durante su vigencia."

(51) El antecedente de la hipoteca abierta o de máxima se encuentra en el Proyecto del Código Civil de 1998
(art. 2093). Según Rivera la "cuenta corriente bancaria no constituye un contrato de crédito autónomo, y que los
asientos que en ella se hacen no importan novación, surge como consecuencia necesaria que el saldo de cuenta
corriente bancaria no es susceptible de ser objeto de la garantía hipotecaria, pues no es causa fuente de
obligaciones que satisfaga el principio de especialidad y accesoriedad de la hipoteca (CAUSSE, Jorge R.,
"Garantías hipotecarias con indeterminación sustantiva", E. D., diario del 6/11/79)" (Rivera, Julio César,
Contratos bancarios con garantía real, LL 1980-B , 854).

(52) CNCom., Sala D, marzo 22-1989; ED, 135-191; ídem, Sala E, octubre 29-1990; ED, 143-133; íd. Sala E,
octubre 29-1990; ED, 143-133.

(53) ZAVALA RODRÍGUEZ, Carlos Juan, Código de Comercio y Leyes complementarias, t. V, p. 88

(54) Art. 2555. "Rendición de cuentas. El transcurso del plazo de prescripción para reclamar la rendición de
cuentas comienza el día que el obligado debe rendirlas o, en su defecto, cuando cesa en la función respectiva.
Para demandar el cobro del resultado líquido de la cuenta, el plazo comienza el día que hubo conformidad de
parte o decisión pasada en autoridad de cosa juzgada."

(55) art. 1413. "Obligaciones a cargo de las partes. El prestador de una caja de seguridad responde frente al
usuario por la idoneidad de la custodia de los locales, la integridad de las cajas y el contenido de ellas, conforme
con lo pactado y las expectativas creadas en el usuario. No responde por caso fortuito externo a su actividad, ni
por vicio propio de las cosas guardadas."

(56) La doctrina define al contrato de caja de seguridad, ahora, como un contrato típico en virtud del cual una de
las partes, prestador se obliga un tiempo determinado (normalmente un año renovable) a conceder el uso de una
caja de seguridad (generalmente ubicada próxima al Tesoro en las entidades financieras), bajo ciertas
condiciones, y a custodiar y proteger la misma e indirectamente su contenido, y la otra parte, cliente, a pagar por
uso y servicio de custodia y protección un precio cierto en dinero en forma periódica (en la práctica en forma
anual) (MOEREMANS, Daniel, "Limitación de responsabilidad en el contrato de caja de seguridad", RCyS
2015-I, LLOnline: AR/DOC/4187/2014).

(57) No se considera caso fortuito o fuerza mayor el robo o hurto de los objetos depositados (MOEREMANS,
"Limitación de responsabilidad...").

(58) Así se ha dicho que "Una inundación es un hecho ajeno a la actividad bancaria, pero si un banco tiene un
local en una zona que normalmente se inunda ante lluvias de mediana intensidad y, aun ante dicha circunstancia,
mantiene las cajas de seguridad en un sótano cercano a la entrada, la inundación no parece un hecho tan
imprevisible (LEPIANE, Martín, "Consideraciones sobre el contrato de caja de seguridad a la luz del proyecto
de Código Civil y Comercial de la Nación", 19/2/2013, MJ-DOC-6163-AR MJD6163). Por nuestra parte, en
dicho caso el juez no podría eximir de responsabilidad a la prestataria, ya que su servicio no ha sido idóneo ni
conforme a las expectativas que exige el art. 1413 CCyC.

(59) HEREDIA, Pablo D., "Contratos bancarios: servicio de caja de seguridad en el Código Civil y Comercial",
Sup. Esp. Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Contratos en particular 2015 (abril), 279.

(60) Hay empresas que prestan exclusivamente este servicio con más prestaciones (horarios más extensos de
atención, lugares privados para realizar operaciones, etc.), sin tener relación con la actividad financiera.

(61) Dicha ley establece respecto a las cajas de seguridad de alquiler que el tesoro debe ser "blindado (cemento
y acero), en subsuelo o a nivel, separado de paredes medianeras, a prueba de incendio y de violación por
elementos mecánicos o soplete oxhídrico. Contará con dos puertas, una de las cuales deberá ser dotada de
cerradura tipo tripleconométrica" (art. 2).

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(62) Para ello se ha dispuesto que todas las cajas de las entidades deben contar con circuito cerrado de televisión
de seguridad (pto. 2.1.5.6.), estableciendo sus especificaciones técnicas y los lugares en que deben estar
ubicadas (pto. 2.1.5.6.2.), mencionando en particular que el recinto para la prestación del servicio de cajas de
seguridad debe ser monitoriado durante las 24 hs. (Com. "A" 5412/13). Se dispone que la finalidad es registrar
imágenes que permitan una clara identificación de las personas, contribuyan en la investigación de hechos
delictivos y aporten pruebas sustantivas (pto. 2.10).

(63) Art. 1414: "Límites. La cláusula que exime de responsabilidad al prestador se tiene por no escrita. Es válida
la cláusula de limitación de la responsabilidad del prestador hasta un monto máximo sólo si el usuario es
debidamente informado y el límite no importa una desnaturalización de las obligaciones del prestador".

(64) MOEREMANS, Daniel, El contrato de caja de seguridad en el nuevo Código Civil, elDial.com - DC1E1E,
publicado el 3/12/2014.

(65) HEREDIA, "Contratos bancarios: servicio de caja de seguridad ...", 279. Este autor cita como ejemplos de
causa grave o dolo el hecho de habilitar el acceso a la caja a una persona que no es el cliente ni persona
autorizada por él. Dice que en tal caso, el banco no puede limitar su responsabilidad, pues hay una clara culpa
grave suya.

(66) MOEREMANS, "El contrato de caja de seguridad...".

(67) Art. 1415. "Prueba de contenido. La prueba del contenido de la caja de seguridad puede hacerse por
cualquier medio".

(68) RIVERA, Julio C.; MEDINA, Graciela, "Responsabilidad del banco nacida del contrato de caja de
seguridad", Rev. de Derecho Privado y Comunitario, n° 18, p. 55. En el tema que nos ocupa, prueba del
contenido de la caja de seguridad, se ha decido conforme a las presunciones, las que constituyen un medio de
convicción consistente en recoger o interpretar una serie de hechos, hitos, circunstancias o indicios que
aisladamente carecen de un sentido final, pero unidos por simientes lógicas permiten llegar a determinadas
conclusiones por la fuerza de la convicción (CNCom., sala F, "S. T. M. I. y otro c. Banco Itau Buen Ayre S.A.
s/ordinario", 14/2/2013, DJ 21/08/2013, anotado por Aníbal Filippini, Vectores para razonar en materia de cajas
de seguridad, DJ 21/08/2013; CNCom., sala C, "Simao de Bosico, Elena M. c. Banco Mercantil Argentino S.A.
s/ordinario", 23/3/98, LL, 1999-D, 721; ídem, sala B, 1996/08/14, "Maquieira, Néstor y otro c. Banco Quilmes",
LL, 1997-E, 1007; Bustamante Alsina, Jorge, Responsabilidad de los bancos en la prestación del servicio de
caja de seguridad, LL, 1997-B, 79; Zingman de Domínguez, Nydia, Contrato de caja de seguridad bancaria, LL
2006-A, 1076; Moeremans, Daniel E., Contrato de caja seguridad, LL 2011-A).

(69) BARBIER, Eduardo A., "La prueba del contenido en las cajas de seguridad", comentario a fallo, J.A.,
1997-III-164; RUFINO, Marco A., "Responsabilidad de la entidad bancaria por robo de cajas de seguridad", LL
10/2/2006, 4; CNCom., Sala D, "Szulik Héctor y otro c. Banco Mercantil S.A.", 13/9/2000; íd., Sala A,
"Aramendi de Pittaluga María c. Banco Mercantil Argentino S.A.", 13/12/1996; íd., íd., "Grinberg de Ekboir,
Julia y otros c. Banco Mercantil Argentino S.A.", 6/8/2002; íd., Sala B, "Sucarrat Gustavo c. Banco de Galicia y
Buenos Aires S.A.", 26/3/1993; íd., "Quiquisola Roberto c. Banco Mercantil Argentino S.A. s/ordinario",
4/10/1996 LL 1997-B-80; íd., Sala C, "Rodo Jorge c. Banco de Galicia y Buenos Aires S.A. s/ordinario",
25/8/1997; íd., "García Nora Edith c. Banco de Galicia y Buenos Aires SA", 4/7/2008; CNACCFed., sala II,
"B., C. A. c. Banco de La Nación Argentina", 9/10/2007, JA 2008-I, 168, AR/JUR/10699/2007. Recordemos
que la CSJN tiene dicho que el derecho a la reparación tiene fundamento constitucional (Fallos: 308:1160,
"Santa Coloma"; 398: 1118, "Gunther"; 327:3753, "Aquino", 329:473, "Díaz c. Viaspa S.A.", y otros), por lo
cual la Suprema Corte de la Provincia de Bs. As. ha dicho que "todo posible cercenamiento al mismo debe
mirarse con especial cuidado (SCBA, Ac. 37.535, 9/8/88; Ac. 67.485, 5/4/00; Ac. 90.704, 21/12/05; Ac. 94.515,
12/4/06; Ac. 97.100, 10/2/08; Ac. 91.173, 17/6/09; Ac. 82.317, 10/9/03; Ac. 84.731, 7/9/05; Ac. 85.251,
24/5/06; Ac. 98.296, 22/12/08, JUBA.

(70) Sobre el tema, la jurisprudencia tiene decidido que "Es procedente el reclamo de indemnización del daño
moral sufrido como consecuencia del robo de una caja de seguridad contratada en un banco, pues se trata de un
hecho por sí mismo capaz de generar una alteración emocional" (CNCom., sala B, "Quisquisola, Roberto H. y
otro c. Banco Mercantil Argentino S.A.", 4/10/1996, cit., LL 1997-B-80; ídem, íd., "Alurralde, Carolina Inés y

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otros c. HSBC Bank Argentina S.A.", 13/9/2010, JA 2011-I, 50, AR/JUR/92138/2010; íd., sala C, "García, Nora
Edith S.A. c. Banco de Galicia y Buenos Aires" 14/07/2008, RCyS 2009-I, 53, AR/JUR/9294/2008; Juan
Manuel Prevot, Daño moral por la apertura indebida de cajas de seguridad, LL 2009-D, 303; Daniel
Moeremans, Contrato de caja de seguridad: Prueba del Contenido, LL 2005-E, 232; CNCom., sala D,
"Barmaymon, Raúl Norberto y otros c. Banco Itaú Buen Ayre S.A.", 16/3/2009 , LL 30/6/2009, 6 con nota de
Juan Manuel Prevot).

(71) Art. 1416: "Pluralidad de usuarios. Si los usuarios son dos o más personas, cualquiera de ellas,
indistintamente, tiene derecho a acceder a la caja"

(72) Art. 1417: "Retiro de los efectos. Vencido el plazo o resuelto el contrato por falta de pago o por cualquier
otra causa convencionalmente prevista, el prestador debe dar a la otra parte aviso fehaciente del vencimiento
operado, con el apercibimiento de proceder, pasados treinta días del aviso, a la apertura forzada de la caja ante
escribano público. En su caso, el prestador debe notificar al usuario la realización de la apertura forzada de la
caja poniendo a su disposición su contenido, previo pago de lo adeudado, por el plazo de tres meses; vencido
dicho plazo y no habiéndose presentado el usuario, puede cobrar el precio impago de los fondos hallados en la
caja. En su defecto puede proceder a la venta de los efectos necesarios para cubrir lo adeudado en la forma
prevista por el artículo 2229, dando aviso al usuario. El producido de la venta se aplica al pago de lo adeudado.
Los bienes remanentes deben ser consignados judicialmente por alguna de las vías previstas en este Código".
Moeremans, El contrato de caja de seguridad...".

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