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4.

- La persona en la concepción tradicional de los juristas


4.1. Posición formalista sobre la persona

Los juristas de formación normativista o formalista consideran que el derecho se reduce a la


normatividad, es decir, al ordenamiento jurídico positivo, por eso Carlos Fernandez Sessarego
(1968) dice que “el concepto de persona emergía, necesariamente, de dicho ordenamiento
jurídico. Si el derecho, según el positivismo formalista, es un sistema de normas, es evidente que
el tema relativo a la “persona” tiene que desarrollarse en el mero campo de la normatividad (…)”
(Pag. 93). Entonces diría que las normas es un objeto ideal, y por lógica la persona también se
reduce a la misma categoría objetal, es decir, la persona es para el formalismo jurídico una
construcción lógico, formal o ideal.

La persona no es un ente donde ciertas normas podrán crear como tal, por eso Guillermo A. Borda
(1955) manifiesta que “la persona, no es un simple centro ideal de imputación de normas, sino
representa una unidad de una pluralidad de normas (…)” (pag. 205). Es decir, que el derecho, en
tanto sistema de normas, no crea a la persona; sino la persona representa una unidad de variedad
de normas.

La persona, posesionando en normativista se puede decir que es un ente formal o ideal que la
existencia no depende del hombre, es independiente a éste ya que se le puede atribuir este
término no necesariamente al ser humano. Francesco Ferrara (s/f) citado por Carlos Fenandez
Sessarego (1968) menciona lo siguiente, “la personas sea individual o colectiva, no es una realidad,
un hecho, sino una categoría jurídica formal. La persona es una entidad ideal, una entelequia, que
se halla en el tiempo más no en el espacio, es así que no existe dificultad alguna para que esta
categoría formal y abstracta sea otorgada a entes que no sean hombres” (pag. 332).

Para deducir que la categoría persona se le puede atribuir a otros entes que no sean hombres,
podemos basar en la historia donde nos demuestra, según Ferrara, que en Roma se concedió esta
categoría de “persona” a algunos dioses como es el caso de Apolo o Júpiter y que, en los derechos
orientales, se reconocía como dotados de esta categoría a las plantas, a los animales y a las cosas
inanimados. En síntesis el término persona es independiente y para una representación no
siempre era necesario dotar esta categoría al hombre.

4.2.- Visión realista

Esta corriente define a la persona, no como un producto o resultado del ordenamiento jurídico
positivo, sino como un objeto real o natural, Por eso no hay más persona que el ser humano en
cuanto tal, es así, que las normas solamente tienen que reconocer acorde a la realidad, por eso
Antonio Borell (1955) sostiene que “la persona es el hombre, el ser humano en cuanto tal, con
independencia del reconocimiento del derecho objetivo, es así, que la calidad de persona es
inherente al ser humano”, (pág. 105). Cabe recalcar de que la persona no es solamente un
concepto jurídico, donde no implica ninguna condición de corporalidad y espiritualidad, al
contrario, la persona es inseparable del hombre y su naturaleza es humana.

Entre los autores que se afilian a una concepción realista sobre la persona, donde identifican con
los seres humanos podemos citar a Colin, Ambrosio y Capitant H. (1941), quienes “identifican a la
persona con los seres humanos. Estos son, para ellos, los sujetos del derecho, las personas
propiamente dichas. Estas personas son las únicas y verdaderas personas” (pag.132) entonces la
persona desempeña en la sociedad, como actora o protagonista de la vida social.

4.3.- Teoría ecléctica

Para los autores que se afilian a esta posición resulta necesario armonizar los puntos de vista
parciales del realismo y del formalismo con el propósito de lograr una visión completa y no
fragmentaria de una misma realidad, y para confirmar podemos citar a Spota, Alberto G. (1948)
quién estima que “el concepto de persona encierra un elemento formal y un elemento material. Es
así, que la dicha materialidad se puede observar en las organizaciones humanas para alcanzar fines
sociales, y la persona es un mero centro ideal de imputación de derechos y deberes desde que no
puede prescindirse del ente que realmente tiene la aptitud de ser dicho centro de imputación
(pag. 53), a base del autor podemos deducir que la persona como tal se diferencia entre persona
natural y jurídica ya que natural está encarnada en el ser humano, y la jurídica alude a
organizaciones con un cierto fin, entonces en esta diferencia podemos decir que la persona es un
elemento material como elemento formal, que es propio de la naturaleza de la persona jurídica la
organización de personas aparte del dato meramente formal y de los valores perseguidos por los
miembros de dicha organización.

Alfredo Orgaz, por otra parte y con toda razón, Alfredo Orgaz (1946) considera que “ninguna
cualidad jurídica puede existir por sí misma sino que necesita de un soporte o sustrato real,
entonces la Persona es el sustrato con la aptitud que le atribuye el ordenamiento jurídico (…),
(pág. 54), para entender mejor recordamos el origen etimológico del término persona, que no es
solamente el individuo humano, la colectividad, que representan el sustrato, ni tampoco lo es
únicamente la cualidad abstracta la “máscara”, sino la persona es un ente como real y como
subjetiva que tiene derechos y deberes.

4.4.- Concepción tridimensional de la persona

En ninguna de tales tesis se refleja lo que es el derecho en la experiencia humana, es decir, la


interacción dinámica entre vida humana social, valores y normas jurídicas, por ende la persona se
presenta como una interacción dinámica entre los mencionados tres objetos, como dice Carlos
Fernandez Sessarego (1963) que “la persona es el ser humano que, en cuanto libre, vivencia
valores, En tanto coexistencial, su conducta intersubjetiva está normativamente regulada, por lo
que se constituye en un centro de imputación de situaciones jurídicas subjetivas, de derechos y
deberes” (pag.176) así podemos afirmar que la persona está conjugada en los tres elementos del
derecho, como la vida humana, los valores que realiza y su conducta, las normas que regulan la
convivencia a través de la imputación jurídica subjetiva, donde tiene que cumplir los derechos y
deberes. También con esta concepción podemos confirmar que el derecho no se reduce a ninguna
de tales dimensiones, pero ninguna de ellas puede faltar cuando nos referimos al derecho.

5.- Sujeto de derecho y persona

En la actualidad, a diferencia del pasado no podemos confundir las nociones de sujeto de derecho
y de persona, aunque a simple vista es casi parecido, pero no lo es, porque ambos tienen
diferentes conceptos y definiciones, como dijo Carlos Fernández Sessarego (1968) “Ellas se
distinguen solamente desde un punto de vista técnico-jurídico, desde una perspectiva puramente
formal, donde el sujeto de derecho y persona son conceptos que se superponen, pero con el paso
del tiempo se pone de manifiesto una diferencia conceptual entre ambas nociones” (pag. 164).
entonces podemos distinguir al sujeto de derecho y persona desde el punto de vista técnico y
jurídico, esta diferencia se realizó al paso del tiempo, porque anteriormente se tomaba como si
fuera igual.

Sujeto de derecho, bien lo sabemos, es un ente al cual se le imputan situaciones jurídicas


subjetivas, es decir, derechos y deberes, Carlos F. Sessarego (1968) sostiene que “el concepto de
sujeto de derecho es el ente al cual el ordenamiento jurídico atribuye situaciones jurídicas
subjetivas” (pag.165), en otras palabras sujeto de derecho se refiere al ser humano, es decir, al ser
humano en sus cuatro maneras de presentarse en el mundo, desde su concepción hasta su
muerte. Cuatro maneras de ser que son asumidas y reguladas por el derecho a través del
ordenamiento jurídico. Es decir, como concebido, persona natural, personas jurídicas y personas
no inscritas.

En esta definición observamos que no sólo actúan como sujetos de derecho, la persona natural y
la persona jurídica, como tradicionalmente se advertía, sino que en ella siguen actuando, desde
tiempos remotos, la organización de personas no inscrita y el concebido.

En síntesis, el concepto de sujeto de derecho tiene siempre como correlato en la realidad al ser
humano, a todos los seres humanos sin excepción. Sólo el ser humano, en cualquiera de sus
cuatro maneras de ser, es sujeto de derecho, es así, que ningún otro ente de la naturaleza es
sujeto de derecho.

Conclusión.

 Al raíz de la historia las diferentes corrientes trataron de definir el concepto de la persona,


por ello los más representativos son el corriente formalista, realista, ecléctica y
tridimensional que de alguna y otra manera aportaron para definir, y concluir de que la
persona no solo es ente ideal sino también es material.
 El concepto de sujeto de derecho tiene siempre como correlato en la realidad al ser
humano, a todos los seres humanos sin excepción, en otras palabras solo el ser humano,
en cualquiera de sus cuatro maneras de ser, es sujeto de derecho.

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