Está en la página 1de 2

TRABAJO PRACTICO.

CASOS CLINICOS

De los siguientes casos clínicos diga:

1. Tipo de urgencia recibida:


 Psiquiátrica sin complicación orgánica
 Psiquiátrica con complicación orgánica
2. Diagnóstico presuntivo
3. Conducta seguida en urgencia

PACIENTE NO 1. Anne, una mujer de 32 años de edad, empezó a adelgazar y se despreocupó


de su trabajo, que empezó a decaer en cuanto a calidad y cantidad. Creía que sus compañeras
de trabajo hacían comentarios calumniosos sobre ella y se quejó de que un joven, que estaba
en la misma planta que ella, la había rodeado con el brazo y la había insultado. Su familia
presentó cargos y solicitó una investigación, que demostró no solo que la acusación no tenía
fundamento alguno, sino que el hombre en cuestión no había hablado con ella desde hacía
meses. Un día volvió a casa después del trabajo y, al entrar, rió enérgicamente, miró a su
cuñada con desconfianza, no quiso responder a sus preguntas, y cuando vio a su hermano, se
puso a llorar. No quería ir al baño porque decía que había un hombre que la miraba a través de
las ventanas. No comió nada, y al día siguiente dijo que sus hermanas eran unas «malas
mujeres», que todo el mundo hablaba de ella y que alguien había tenido relaciones sexuales
con ella, y a pesar de que no podía verlo, «siempre estaba por allí».

La paciente ingresó en un hospital psiquiátrico público. Al entrar en la recepción, se rió fuerte y


se puso a gritar de forma constante: «¡Ella no puede quedarse! ¡Deber irse a casa!». Hizo
muecas y realizó varios movimientos estereotipados con las manos. Cuando ya estaba en
planta, no prestó atención a las preguntas que le realizaban, aunque hablaba consigo misma
en un tono infantil. Andaba continuamente; caminaba de puntillas, como bailando; señalaba
sin centrarse en un punto concreto, y sacaba la lengua y se chupaba los labios como un bebé. A
veces gemía y lloraba como una niña, pero sin derramar lágrimas.

A medida que fueron pasando los meses, permaneció en un estado ridículo, infantil, distraído,
inaccesible, con muecas, gesticulación, señalando los objetos de un modo estereotipado y,
normalmente, hablando consigo misma en un tono extraño y elevado, así que muy poco de lo
que decía era comprensible. Su enfermedad continuó empeorando, su aspecto físico seguía
siendo desaliñado y presentó un cuadro de extrema introversión y regresión, sin mostrar
interés por las actividades de la institución ni por los familiares que la visitaban.

PACIENTE NO 2. Hombre de 38 años traído al Hospital Mental por tres policías, quienes
tuvieron dificultad para arrestarlo. Fue sorprendido en la calle hablando incoherencias y
agrediendo a los transeúntes. Cuatro días antes de su hospitalización empezó a hablar
exageradamente, no dormía, se sentía feliz e inspirado. A pesar de estar desempleado, retiró
sus ahorros del banco, viajó a otra ciudad, se hospedó en un hotel lujoso y en tres días
despilfarro el equivalente a seis meses de sueldo. Regalaba dinero en la calle, invitaba a
desconocidos a comer y beber. Proyectaba grandes negocios, hablaba incesante e
incoherentemente y a la menor contradicción se tornaba agresivo. Sufrió cuatro episodios
similares y dos depresiones severas durante los tres años previos a la hospitalización.

PACIENTE NO 3. Hombre de 40 años, jefe de personal de una industria, quien desde hace dos
meses presenta decaimiento, llanto sin causa, tristeza, pesimismo y una progresiva
incapacidad para desempeñar sus obligaciones, o disfrutar sus pasatiempos. Se queja además
de pérdida de apetito, insomnio severo (se despierta a las 4 am), frialdad de las extremidades,
perdida casi total de la libido y una excesiva preocupación por la salud de sus hijos y su esposa.
Piensa que su enfermedad le llevara a perder el empleo y que ya nunca recuperara su salud.
Hace tres años tuvo un episodio similar, pero más leve, que mejoro espontáneamente después
de cuatro meses.

Fuente: 1. Kaplan & Sadock Manual de Bolsillo de Psiquiatría Clínica 6ª Edición


2. Fundamentos de psiquiatría 5ª Ed

También podría gustarte