Factores protectores:

Según Aguiar y Acle (2012) los factores protectores se encargan de disminuir los efectos
negativos de la exposición al estrés, como algunas personas que han vivido experiencias
difíciles.

Muñoz, Molina, Ochoa, Sánchez y Esquivel (2020) mencionan que existen factores
protectores que evitan la emergencia de problemas emocionales durante la pandemia, los
principales son: afrontamiento positivo, actitudes resolutivas y el sentido del humor.

Macías, Madariaga, Valle y Zambrano (2013) confirman que el afrontamiento positivo es

una manera que la persona usa para manejar situaciones estresantes, tolerando y aceptando
aquello que sobrepasa su realidad, ya sea otorgándole otro significado al estímulo, a través
de las acciones, pensamientos, afectos y emociones que el humano utiliza a la hora de
encarar la situación desbordante. Igualmente son las actitudes resolutivas que posee el ser
humano planeando soluciones realistas para afrontar la situación de la mejor forma.

Además, es posible evidenciar que el humor funciona también como un moderador del
estrés, aunque tiene un efecto indirecto en relación con la salud, al relacionar humor y
estrés este reduce el riesgo de la salud de cada persona. Esto gracias a que existen
experiencias estresantes que están acompañadas de efectos adversos posibles de afectar
nuestro sistema inmune. Además, al tener un buen sentido de humor aporta a que las
personas tengan un bienestar social, ya que se destacan por ser competentes, atractivos y
cercanos agrega Lazarus (1991).

Por otro lado, Arequipeño y Lastra (2015) en sus estudios demuestra que el optimismo es
un factor protector en los adolescentes para afrontar la ansiedad, porque les ayuda a
prepararse para percibir y afrontar las dificultades que se presentan de forma positiva,
permitiéndoles encontrar una mejor solución.

Finalmente, Muñoz, Molina, Ochoa, Sánchez y Esquivel (2020) resaltan la resiliencia como
un factor protector individual ante el estrés, es la capacidad en la que se enlazan aspectos
biológicos y en el desarrollo de la personalidad, para lidiar con la adversidad y recuperarse
de forma espontánea, es importante ya que las personas que poseen resiliencia, tienden a
tener una personalidad bien estructurada, son tenaces y optimistas, mostrando menor riesgo
de enfermedad mental.

Referencias bibliográficas

Aguiar E. y Acle G. (2012). RESILIENCIA, FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN EN

ADOLESCENTES MAYAS DE YUCATÁN: ELEMENTOS PARA FAVORECER
LA ADAPTACIÓN ESCOLAR. Acta Colombiana de Psicología, 15 (2), 53-64.
ISSN: 0123-9155. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=79825836002

Arequipeño, M. y Lastra H. (2015) agrega el título

Lazarus, S., y Folkman, S. (1984). Stress, appraisal and coping. New York: Springer Pub.
Recuperado de https://link.springer.com/referenceworkentry/10.1007%2F978-1-
4419-1005-9_215

Macías M., Madariaga C., Valle M. y Zambrano, J. (2013). Estrategias de afrontamiento

individual y familiar frente a situaciones de estrés psicológico. Psicología desde
el Caribe, 30 (1), 123-145. ISSN: 0123-417X. Recuperado de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21328600007

Muñoz S., Molina D., Ochoa R., Sánchez O. y Esquivel J. (2020). Estrés, respuestas
emocionales, factores de riesgo, psicopatología y manejo del personal de salud
durante la pandemia por COVID-19. Acta Pediatr Méx 2020; 41 (Supl 1): S127-
S136. Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/actpedmex/apm-
2020/apms201q.pdf