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REVISION BIBLIOGRAFICA SOBRE LA ANSIEDAD EN ESTUDIANTES

UNIVERSITARIOS

Yoisy Jiménez Paredes, Gabriela gandarillas Rodríguez, Sheyla Quica Quispe,

RESUMEN:

Palabras claves:

ABSTRACT:

Keyword:
Introducción

La ansiedad es uno de los problemas psicológicos más extendidos en nuestros días.


Al respecto Agudelo, Casadiegos y Sánchez, (2008) mencionan que la ansiedad “es uno
de los trastornos psicológicos más registrados en los centros de salud en población general
y con mayor presencia en el ámbito universitario (Citado por Martínez, 2014, p.64) .

Si bien existió un interés por la ansiedad desde el siglo XX, tuvo una incorporación
tardía en cuanto a su estudio, pues se dio recién desde 1920, por ser parte de la existencia
humana, pues todas las personas sienten un grado moderado de la misma, siendo ésta una
respuesta adaptativa (Sierra, Ortega, & Zubeidat, 2003).

En cuanto a su definición, Bojorquez (2015) define la ansiedad como “ una


emoción de carácter desagradable, que subjetivamente se experimenta como una
sensación de aprehensión o temor indefinido, que surge en una situación ante la que el
individuo percibe una amenaza”. Por lo que es correcto decir que la finalidad de la
ansiedad es proteger al organismo y sus intereses; si nos encontramos ante una situación
de peligro (por ejemplo, se incendia la casa) tenemos que estar preparados para una acción
inmediata, necesitamos que en nuestro cuerpo se produzcan una serie de cambios,
encaminados a superar con éxito la situación (escapar de la llamas, sobrevivir).

Respecto al estado fisiológico de la ansiedad, ésta se acompaña de cambios


orgánicos que preparan a la persona para la defensa o huida, como son el aumento de la
frecuencia cardiaca, la presión arterial, la respiración y la tensión muscular, sumando al
aumento de la actividad simpática (temblor, vértigos, mareos ), no obstante todos estos
cambios son respuestas normales ante situaciones de estrés (Navas & Vargas, 2012).

En general, el término alude a la combinación de distintas manifestaciones físicas


o mentales que son atribuibles a peligros reales, sino que se manifiestan ya sea en forma
de crisis o bien como un estado persistente y difuso, pudiendo llegar al pánico. Su
existencia, repercute de manera importante en el adecuado funcionamiento de quienes la
padecen, no solo en el ámbito personal, sino también en el plano escolar y social (Sierra,
Ortega & Zubeidat, 2005).

Para Jacquelinee Rojas Livia, coordinadora de la carrera de sicología de la


Universidad Privada del Norte (UPN), “la ansiedad empieza a manifestarse en la
adolescencia y esto hace que en algunos casos los jóvenes se sientan atraídos por el
consumo de drogas para minimizar el problema o reducir la preocupación que tienen sobre
el futuro” (Citada por Romero, 2015). Por lo que se concluye también que la influencia
de la ansiedad en el ámbito educativo tiene importancia considerable en el desempeño
educativo, pues es frecuente observar cómo algunos estudiantes tienen ejecuciones
académicas bajas en situaciones caracterizadas por altos grados de ansiedad.

Aunque anteriormente se especificó una definición sobre la ansiedad en las


personas, se entiende que si la ansiedad es excesiva ocasionan agobio, angustia, miedo y
preocupación constante que perjudican las actividades, en este caso del estudiante,
generando descenso de su rendimiento académico, deterioro de sus relaciones
interpersonales y de su salud. Sin embargo, cuando “se mantiene en unos niveles
equilibrados resulta beneficiosa, pues ayuda por ejemplo a afrontar los retos que se
presentan en la vida universitaria”(Bojorquez, 2015). Por lo tanto, cumple una función
adaptativa, pero también puede adentrarse en terreno patológico, cuando el deterioro
psicosocial y fisiológico en la persona, es significativo (Sierra et al., 2003). La ansiedad
pasa a ser una enfermedad cuando los síntomas son graves, penetrantes y duraderos, y
cuando interfieren en la vida cotidiana, de forma constante.

Gasull (2012) asegura que la ansiedad no siempre es patológica y de hecho casi


todas las personas la manifiestan con unas características “normales”, como
consecuencias diversas de la vida cotidiana. Por lo que es fundamental diagnosticar si la
ansiedad obedece a un estado emocional o patológico.

Todos los individuos experimentan ansiedad en alguna etapa de su vida; esta se


caracteriza por una sensación de aprensión difusa, desagradable y vaga, que se manifiesta
por la incapacidad de estar sentado o de pie durante un tiempo (…) En una condición
clínica normal, es una señal de alerta que advierte de un peligro inminente y permite al
individuo tomar medidas para afrontar dicha amenaza. (Kaplan, Sandock y Sadock, 2009,
citado por Cardona, Pérez, Rivera, Gómez, Reyes, 2015)

La ansiedad es una reacción emocional implicada en los procesos de adaptación


ante eventos aversivos o peligros anticipados. Existe un nivel de ansiedad que se considera
normal e incluso útil, se le denomina umbral emocional y permite mejorar el rendimiento
y la actividad. Sin embargo, cuando la ansiedad rebasa ciertos límites, aparece un deterioro
de la actividad cotidiana. En este caso, a mayor ansiedad, habrá un menor rendimiento, lo
que constituye un punto de partida para los trastornos por ansiedad. (Celis, et al, 2001)

El ministerio de Sanidad y consumo (2008) asegura que entre los problemas de


salud mental, los trastornos de ansiedad se asocian con sustanciales niveles de
incapacidad. Esta disfuncionalidad tiene un impacto considerable en el bienestar personal,
en las relaciones sociales y en la productividad en el trabajo, con el agravante de que su
alta prevalencia y el curso recurrente o incluso crónico de muchos de ellos, los puede
hacer tan inhabilitantes como cualquier otra enfermedad física crónica.

La época universitaria constituye un periodo de la vida donde la mayoría de los


estudiantes son adolescentes o adultos jóvenes, lo que implica que son una población
donde se consolidan los proyectos de vida, se adquiere la mayoría de edad, se asumen
nuevas responsabilidades sociales y aumentan las presiones psicosociales, lo que puede
redundar en una mayor vulnerabilidad frente a trastornos psicosociales como el síndrome
ansioso. Es por ello que los universitarios constituyen un grupo de riesgo para la ansiedad
por sus exigencias psicológicas, sociales, académicas y elevado estrés. (Cardona, et al,
2015).

Como se mencionó ansiedad es una sensación desagradable o de temor y pude ser


desatada pos diversos factores. Ansiedad ante los exámenes Spielberger, (1980) sostiene
que vivimos en una época asociada fuertemente a exámenes, así, para ser aceptados en la
universidad un estudiante necesita tener notas promedio y un buen rendimiento frente a
los difíciles exámenes de admisión, por ende no es sorprendente que la ansiedad producida
por tales pruebas sea un problema común en estudiantes (citado por De La Cruz, 2017).
Para Rosario (2008), la ansiedad frente a los exámenes es un comportamiento muy
frecuente, más aún en una población escolar que afronta presión social muy centrada en
el éxito académico.
En el contexto de lo comentado, el objetivo principal del presente estudio es
analizar reflexiva y críticamente las teorías científicas de un dominio específico y los
instrumentos psicológicos que se emplean para su medición, así como también cualquier
otro aspecto que sea relevante o pertinente en la revisión bibliográfica de un constructo.
BIBLIGRAFÍA

Bojorquez, J. (2015). Ansiedad y rendimiento académico en estudiantes universitarios.


Lima, Perú.
Gasull, V. (2012). Los trastornos de ansiedad. In Educación sanitaria e interrogantes en
patologías para la oficina de Farmacia. Madrid.
Martínez, V. (2014). Ansiedad en estudiantes universitarios: estudio de una muestra de
alumnos de la Facultad de Educación. Revista de La Facultad de Educación de
Albacete, 63–78.
Navas, W., & Vargas, M. (2012). PSIQUIATRÍA TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
REVISIÓN DIRIGIDA PARA ATENCIÓN PRIMARIA. Revista Médica de Costa
Rica Y Centroamérica LXIX, (604), 497–507.
Romero, R. (2015). Salud: Conoce los trastornos mentales más frecuentes en Perú.
Correo.
Sierra, J., Ortega, V., & Zubeidat, I. (2003). Ansiedad , angustia y estrés: tres conceptos a
diferenciar. REDALYC, 3.
Rosario, P y Núñez, J. (2008). Ansiedad ante los exámenes: relación con variables personales y
familiares. Rev. Psicothema 2008. 20(4), 563-570.

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