Está en la página 1de 2

Caso para análisis

Los hechos
Luisa Martínez, egresada en 1994, de Ingeniería en Acuicultura en una Universidad de Valparaíso, con gran prestigio, ha
trabajado en la empresa “Cultivos del Sur”, como jefe de centro hace 8 años. Ingresó a esta empresa realizando su
práctica profesional en un centro con la menor producción de Salmones y gracias al aporte, al desempeño y a la
confianza demostrada ante sus superiores, fue contratada por tiempo indefinido y llevada a trabajar a otro centro, con
mayor producción, en donde se pudiera desarrollar, debido a su buena gestión demostrada. Cultivos del Sur, exporta el
70% de su producción de Salmón a países Asiáticos, su procesamiento se realiza en una planta perteneciente a la misma
empresa, para su posterior distribución. Además, la empresa cuenta con 30 centros de agua de mar y 10 centros de agua
dulce, entre la Décima y Duodécima Región.
Dentro de las garantías otorgadas por la empresa, se considera el beneficio gratuito de la vivienda. Esto le permite vivir
tranquilamente con su esposo y sus dos hijos. La fortuna de Luisa es que su marido gana un buen sueldo, lo que le
permite a ella trabajar por vocación sin que su interés sea el dinero que gana. En conclusión, Luisa es una mujer exitosa,
con una carrera que le permitirá crecer rápidamente como profesional, además de su gran dedicación que la lleva a
cubrir jornadas de trabajo que comienzan a las 7:00 a.m., con una inspección general del centro y entrega de las tareas a
realizar durante el día a los operarios. Dentro de sus responsabilidades, Luisa realiza cosecha de las balsas jaulas,
dependiendo de la demanda de los clientes. Esto, además implica llevar el registro de la producción cosechada en la base
de datos de la empresa y por cada cosecha detallarlo en las facturas de despacho. Semanalmente, Luisa debe hacer
entrega de un informe acucioso de todas las actividades, control de parámetros abióticos, control de enfermedades,
alimentación y cosechas, al jefe de departamento de producción, el señor Eduardo Valenzuela.
Cierto día, Luisa se dirigió a hacer entrega del informe al Señor Valenzuela, quien después de analizar las cosechas
realizadas durante el último período, le ofrece aumentar, considerablemente, sus ingresos y en forma independiente a lo
otorgado por la empresa. Se trataba de enviar una parte de lo cosechado en el centro en que ella trabajaba, con destino
a un socio de su jefe, quien procesaría el producto con miras de ser enviados a otros mercados distintos a los que atiende
regularmente la empresa. Las ganancias serían distribuidas entre los dos socios con una participación importante a Luisa.
En primera instancia, la reacción de Luisa fue negarse rotundamente a esta propuesta, ya que, iba contra todos sus
principios personales y profesionales. Al mismo tiempo, Eduardo le advierte con disimulo que de no realizar lo que él
pedía, se vería en la obligación de finiquitar su contrato. Además, le comenta que si ella lo delata ante sus superiores, no
tendría la credibilidad ante estas personas, por ser él de un mayor cargo y por tener más experiencia y contar con la
confianza de los directivos de la empresa.
El sentimiento de angustia que invadió a Luisa, frente a aquel dilema ético, que la tomó por sorpresa, no arrojó una
respuesta inmediata, por lo que ella solicitó un plazo de tres días, para decidir cuál era la mejor opción. En el transcurso
de esos tres días, ella pensaba que si algo resultaba mal, la más perjudicada sería ella, ya que su jefe tendría la autoridad
y credibilidad ante los gerentes para demostrar que él era inocente y que no estaba al tanto de lo sucedido, pues estaba
de acuerdo con su socio, ante cualquier eventualidad.
Luisa prefirió guardar silencio y discreción con su esposo y familia, por miedo a que él pudiera complicar aún más la
situación, tratando de intervenir en la empresa. Una vez cumplido este plazo, Eduardo se dirigió a Luisa en busca de una
respuesta, la que finalmente sería la que él esperaba, pues ella accedió a sus peticiones y de esta manera lleva a cabo la
oculta transacción de cinco toneladas mensuales de Salmón. Para no levantar sospecha, ella decidió no involucrar a más
personas, que trabajaban en el centro, por lo cual tuvo que contratar a otro conductor de uno de los camiones de
Cultivos del Sur, para el traslado de la carga al otro destino.
El trabajo que ella tenía que hacer, consistía en registrar menos producción de la real. Al momento de realizar la
cosecha, Luisa registraba el número de peces en forma normal, pero la carga que se despachaba para este otro efecto lo
hacía en forma paralela. Una vez que los peces se encontraban en los camiones, se concretaba el despacho y el camión
ilegal se iba a otra planta de proceso, acordada por estos dos socios. Seis meses después, la junta mensual de la
directiva de la empresa, le solicitó Luisa un informe que incluía el comportamiento extraño de Eduardo, debido a que ella
era la más cercana. La sospecha se presenta con dineros no justificados a su nombre y vacíos en relación a la producción,
que podían tener alguna conexión con esas cuentas. A pesar de la presión que sentía Luisa, no tuvo el coraje para decir la
verdad, pues de alguna manera ella ya estaba involucrada. Una vez que terminó la junta con los dueños de la empresa,
decidió hablar con Eduardo para ponerlo en alerta de la sospecha que levantaba su enriquecimiento repentino y
finalmente lo convenció de no volver a hacer despachos paralelos, por el bien de la empresa y por el bien de ellos.
Preguntas
1. ¿Qué valores (virtudes) o antivalores se involucran en el caso?
Deshonestidad
La mentira
Desleal
2. ¿Qué opina de la decisión de Luisa de participar en la actividad ilícita?,¿cuál cree que fue el motivo que hizo que
participara en algo incorrecto?
Tuvo miedo que le finiquitaran el contrato y que le fuera creíble lo que estaba haciendo el superior de ella
3. ¿Qué pudo haber hecho Luisa para no involucrarse?
Hablar con la verdad de lo que estaba pasando en el centro
4. ¿La decisión de no comentar nada con el esposo y familia es justificable?
Es justificable ya que como ella no quería perder su trabajo no por el dinero sino porque ella amaba su trabajo en dicha
empresa y tuvo el temor de que su esposo actuar ante dicho problema y tuviera problemas con sus superiores
5. ¿El constante remordimiento es suficiente castigo para quien hizo algo indebido sin aparentes consecuencias?
SI.

También podría gustarte