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Oramos al Señor

Querido Jesús, hoy nos reunimos como

comunidad de catequesis para
conocernos y conocerte mejor. Bendice
a nuestra familia, a nuestro catequista y
a nuestra comunidad. Quédate con
nosotros, Señor.
Amén.

Escribe lo que recuerdas de

la celebración en familia:
………………………………
………………………………
……………………………….
 Pág. 18 y 19
¿A quién o quiénes les pedirías cuidarte si estuvieras
enfermo? ¿Por qué?

Escribe una lista de invitados para tu fiesta de cumpleaños

https://youtu.be/fKC6Wr6a4Ig
 Pág. 20
¿Qué
sentían los
discípulos ¿Qué pasó
antes del mientras
encuentro caminaban
con Jesús? entristecidos?

¿Qué hace
Jesús para
que estos ¿Qué sentían los
discípulos ya discípulos
no estén cuando
tristes? caminaban con
Jesús y
escuchaban lo
que Él les decía?
 Pág. 20
Mientras los discípulos caminan tristes hacia Emaús, Jesús
salió al encuentro de ellos.

Jesús los escuchó con cariño y, mientras les hablaba, en el

camino sus corazones se iban llenando de alegría.

Jesús partió el pan y se los dio; con este gesto ellos lo

reconocieron.

Lo que hizo Jesús con sus discípulos de Emaús también lo

hace con nosotros. Él sale a nuestro encuentro en la vida,
en nuestra familia, con los amigos, en el colegio, en nuestras
alegrías y tristezas.

La Iglesia nos enseña

“Jesús salió al encuentro de personas de situaciones muy
diversas: hombres y mujeres, pobres y ricos, judíos y
extranjeros, justos y pecadores…, invitándolos a todos a su
seguimiento”. (DA 147)
 Pág. 20

En cada Eucaristía Jesús El momento de leer los

sigue explicándonos las textos bíblicos en la
Escrituras y partiendo Eucaristía se llama Liturgia
para nosotros el pan, que de la Palabra, y el momento
es su propio Cuerpo. Él se de la consagración del pan
nos da como alimento de y el vino que se convierten
salvación, para que en el Cuerpo y Sangre de
siempre vivamos con Él Jesucristo se llama Liturgia
de la Eucaristía
 Pág. 22

En el corazón escribe tu compromiso para vivir lo que has

aprendido en este encuentro. Por ejemplo, cada mañana al
despertar le diré a Jesús: ¡Quédate conmigo, Señor