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Parte I: PREPARACIÓN
Paso 1
Encendemos nuestro cirio, como signo de la Luz que se va a acrecentando dentro
de nosotros, como signo de Cristo que es la Luz verdadera, En torno a esta Luz
recordamos la presencia del mismo Señor, vivo y actuante en medio de nosotros.
Señal de la Cruz
+Por la señal de la Santa Cruz, +de nuestros enemigos, +líbranos Señor Dios
nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
PEDIMOS:
Que el Señor, en su Divina Voluntad, derribe y derrumbe las murallas personales
y comunitarias del desamor en todas sus formas y expresiones, para que,
restaurado nuestro corazón, abierto al amor, se done y se entregue como signo
del Dios amor.
Que se derriben los muros que generan todo desamor, muros de envidias, de
intolerancia, muros de violencia física y verbal; muros de engaño y de infidelidad,
de mentiras que hacen tanto daño, y medias verdades, muros de vanidad, muros
de egoísmo, muros de soberbia, , muros de difamaciones, de murmuraciones,
muros de hipocresía y falsedad, muros de robos y de injusticia. Muros de
deslealtad, muros de divisiones, muros de soberbia espiritual, muros de creernos
perfectos, muros de rebeldía en contra de la Iglesia que buscan dividir, como
estrategia de satanás, muros de peleas y discusiones familiares, muros de
intolerancia, y todo lo que nos separe de una manera perfecta de amarte a ti
señor. Amen
Paso 2
Acto de Contrición
Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame
por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tu. Antes querría
haber muerto que haberte ofendido. Y propongo firmemente no pecar más y
evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén
Acto de Renuncia
En tu Divina Voluntad, Señor Jesús, Renuncio a todo pecado, a Satanás, a sus
fascinaciones y sus seducciones, a sus mentiras y promesas, y a todo ataque de
espíritus contra la Palabra de Dios.
Renuncio a cualquier ídolo e idolatría, a la música con mensajes subliminales, al
“tablero ouija”, a todo acto de juego de mediumnidad, al manejo del péndulo, a
instrumentos para encontrar “tesoros ocultos” o dinero enterrado, a los
maleficios, a la hechicería, a toda práctica de brujería, magia blanca, negra o de
cualquier color, santería, hechicería o vudú, a la mente atada, al ocultismo,
tormento y todas las expresiones del anticristo.
Renuncio a la muerte eterna, a toda forma equivocada de “medicina alternativa”
que bajo engaños haya ritualizado mi ser al Demonio, a las cargas negativas de
los antepasados, a la herencia de enfermedades, a las posesiones y a la maldición
con el cáncer.
Renuncio a mi intransigencia para perdonar; reniego al odio, al egoísmo, al orgullo,
a la soberbia, a la arrogancia, al engaño y celos; a la blasfemia, a la burla, a la
mentira, a la angustia, a la amargura, al temor, al rechazo y la discriminación.
Renuncio al adulterio, a la lujuria, a la promiscuidad y prostitución, aborto, a la
fornicación, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, bestialismo, al
consumo de pornografía, a los desenfrenos de las mujeres y varones, a la
esclavitud y a todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para
controlar, nulificar o desbordar mi sexualidad.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento,
codicia, avaricia, soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito
Renuncio a todo lo que me hizo olvidar la voluntad de Dios Padre, a la ingratitud
con mis padres.
Renuncio a la pereza y el bloqueo psicológico, para que Tú puedas entrar en mi
ser.
¡Oh María de la Divina Gracia, Madre Inmaculada, ayúdame a aplastar la cabeza
de satanás!
Espíritu Santo, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí.
Divino Jesucristo, enséñame a amar la divina voluntad del Padre. Amén, Amén y
Amén.
Credo de Nicea:
"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de
todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y
por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en
tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según
las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección
de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Paso 3
Visita al Santísimo
(Esta se puede hacer delante del Santísimo o en cualquier lugar que se encuentre
en oración)
¡DIOS MÍO YO CREO, ADORO, ¡ESPERO Y TE AMO!, ¡TE PIDO PERDÓN POR
LOS QUE NO CREEN, NO ESPERAN, NO ADORAN Y NO TE AMAN!
(Tres veces)
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Creo, Jesús mío,
que estás real
y verdaderamente en el cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Paso 4
ORACIÓN PARA LA LUCHA ESPIRITUAL
En tu Divina Voluntad, Espíritu Santo te pido con fe y confianza, por el tormento
que le causo la llaga de su mano derecha, por la salud de alma y cuerpo Nuestra
Santa Madre Iglesia, de nosotros, nuestras familias y del mundo entero,
especialmente de quienes están haciendo Este Sitio de Jericó.
Amén.
ORACIÓN DE PROTECCIÓN
En tu Divina Voluntad, Espíritu Santo te pido con fe y confianza, por el tormento
que le causo la llaga de su pie derecho, por la salud de alma y cuerpo de Nuestra
Santa Madre Iglesia, de nosotros, nuestras familias y del mundo entero,
especialmente de quienes se está haciendo este Sitio de Jericó.
Santísima Trinidad cúbreme con la Sangre Preciosa de tu Cordero Inmaculado,
guárdame con la armadura de Tu salvación completa, protégeme con el precioso
manto de la Santísima Virgen María, pon tus ángeles guardianes y guerreros en
torno a mí, para protegerme de todo mal y peligro, de toda perturbación en este
momento de oración, te lo pido en el nombre de nuestro señor Jesucristo.
Protégenos Señor Jesús colócanos a mí y a cada uno de los míos dentro de una
cápsula inmersos y sellados por tu Divina Sangre acompañados por la Santísima
Trinidad, la Virgen María y la corte celestial. Sella Jesús con tu preciosa Sangre
nuestra casa los vehículos que vamos a ocupar, los lugares en donde vamos a
estar, los caminos que vamos a recorrer. Sella con Tu Sangre todos los
concernientes a nuestras personas y nuestra misión. Amen
MARÍA AUXILIADORA RUEGA POR NOSOTROS (Se repite 3 veces)
PASO 5
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
En tu Divina Voluntad, Espíritu Santo te pido con fe y confianza, por el tormento
que le causo la llaga del costado, por la salud de alma y cuerpo de Nuestra Santa
Madre Iglesia, de nosotros, nuestras familias y del mundo entero, especialmente
de quienes se está haciendo este Sitio de Jericó.
Paso 6
Oración de Sellamiento
Señor Jesús en tu Divina Voluntad, hoy quiero que selles mi vida personal con
todas mis pertenencias:
Yo sello mi salvación con la preciosa sangre de Jesús. Yo sello mis sentimientos,
con la preciosa sangre de Jesús, para que todos mis afectos sean cubiertos. Yo
sello mis inquietudes con la preciosa sangre de Jesús, para estar seguro de
alcanzar la respuesta a mis necesidades. Yo sello mi corazón para que no entre
ningún espíritu de rencor, miedo, tristeza, amargura. Yo sello mi voluntad para
que esté dispuesta siempre a hacer el bien que yo quiero, y a no hacer el mal que
no quiero. Yo sello mi mente para que entre sólo pensamientos que me permitan
alcanzar el gozo, la paz, para que, cambiando mi manera de pensar, cambie mi
manera de vivir. Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mi cuerpo para que
reciba la salud, sea protegido del pecado, de enfermedades, adulterios y
accidentes. Yo sello mi consiente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser
biológico, psicológico, material, y espiritual para que el mal no pueda perturbarme
de ninguna manera. Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mi pasado para que
toda herida que me esté haciendo daño quede sanada con tu sangre bendita. Yo
sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con tu sangre
protectora. Yo sello mi futuro para que mis planes y proyectos sean preservados
de toda influencia del mal. Yo sello con la preciosa sangre de Jesús mis hijos
para que sean protegidos de todo accidente, dentro y fuera de la escuela o
trabajo, de cualquier atropello, al cruzar calles o avenidas; de alcoholismo,
tabaquismo, drogadicción, sexualidad, sensualidad, lujuria, obscenidad de
pandillerismo, de algún mal golpe, de caerle mal a alguien, de venganza, de apatía,
de indiferencia ante cualquier dolor ajeno, de indiferencia a la Eucaristía, de
desprecio a la virginidad, desprecio al respeto a los adultos, y a los propios
padres.
Yo sello mi economía y toda fuente de ingresos, enséñame a dar para recibir. Yo
sello mi boca para que mis palabras sean de bendición y no de maldición. Yo sello
mis oídos para que solo escuche la voz de Dios y así hacer su voluntad. Yo sello
mis manos para que trabajen en tu obra y para beneficio de los demás. Amén.
Te agradecemos Señor por tu sangre y por tu vida, ya que gracias a ellas hemos
sido salvados y somos preservados de todo lo malo.
Amén.
Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Señor me sostiene.
No temo a la multitud innumerable,
apostada contra mí por todas partes.
¡Levántate, Señor!
¡Sálvame, Dios mío!
Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos
y rompes los dientes de los malvados.
¡En ti, Señor, está la salvación,
y tu bendición sobre tu pueblo!
Paso 8
Oración para romper las Murallas (1)
Oh, Padre celestial, en nombre de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo y en su
Divina Voluntad, te pido que el poder que le diste a Josué y a sus compañeros en
los muros de Jericó, me sea dado a mi y a todos cuantos hagan esta oración. ¡Te
lo ruego, Señor!
Jesús, rompe todos los muros de plagas, adquiridas por la boca o por
contaminaciones, desde mis antepasados y hasta nuestros días, sobre mí y toda
mi familia.
Jesús, rompe todos los muros de maldiciones venidas de mis antepasados hasta
el día de hoy, sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe todos los muros de egoísmo, de celos, de vicios, sean ellos del
origen que sean, que pesan sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe los muros de las peleas, contiendas, disoluciones Matrimoniales, de
familias, de grupos parroquiales, de ministerios y de todo tipo de desunión, que
pesan sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe los muros de las dificultades financieras, falta de empleo,
problemas en el trabajo, falta de dinero, estafa, préstamos hipotecarios,
demandas y todas las dificultades del tipo que sean, que pesan sobre mí y mi
familia.
Jesús, rompe los muros de enfermedades, del tipo que sean, principalmente del
hígado, riñón, cáncer, leucemia, depresión, sida, asma, alergia, diabetes,
hipertensión, obesidad, lupus, Glaucoma, alcoholismo, drogas, prostitución y
todo tipo de enfermedades y desviaciones que pesan sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe los muros de los malos pensamientos, iluminaciones, de las falsas
religiones, y de verdad absoluta que nos hagan alejar de la iglesia, astucia de
satanás, que pesan sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe toda acción de satanás en mi vida espiritual y haz que, junto con
mi familia, seamos totalmente renovados por tu Sangre derramada en la Cruz.
Jesús, rompe todo ocultismo, en mi pasado y en la actualidad, sea este de magia,
sortilegio, dependencia, pacto, entrega a entidades sean estas del origen que
sean, que pesan sobre mí y toda mi familia.
Jesús, rompe todos los muros que impiden la obra de Dios en mi vida y en la de
mi familia.
Jesús rompe todo muro de brujería que haya sido lanzado contra mi, o contra mi
familia para vernos destruidos física, emocional, material y espiritualmente,
recobra el control tu oh señor! sobre nuestra vida, y aleja toda insidia de
Satanás.
Paso 11
Vamos a ofrecer este Santo Rosario pidiendo a María nos alcance de Su Hijo la
gracia del derrumbamiento de las murallas por las cuales nos hemos reunido a
hacer este cerco de Jericó.
JACULATORIA:
Sanación y Liberación de Raíces Profundas
SOLO SE HACE AL INICIO DEL SANTO ROSARIO 1 SOLA VEZ.
Ven, Espíritu Santo, penetra las profundidades de mi alma con tu poder. Arranca
las raíces más profundas y ocultas del dolor y del pecado que están enterrados
en mí. Lávame en la preciosa Sangre de Jesús y aniquila definitivamente toda
ansiedad que traigo en mí, toda amargura, angustia, sufrimiento interior,
desgaste emocional, infelicidad, tristeza, ira, desesperación, envidia, odio y
venganza, sentimiento de culpa y de autoacusación, deseo de muerte y de fuga
de mí mismo, toda opresión del maligno en mi alma, en mi cuerpo y toda
perversidad que él coloca en mi mente. Oh, bendito Espíritu Santo, quema con tu
fuego abrasador toda tiniebla dentro de mí, que me consume y me impide ser
feliz. Destruye en mí todas las consecuencias de mis pecados y de los pecados
de mis antepasados, que se manifiestan en mis actitudes, decisiones,
temperamento, palabras, vicios. Libera, Señor, a toda mi descendencia de la
herencia del pecado y de la rebelión contra las cosas de Dios que yo mismo les
transmití. Ven, Santo Espíritu! Ven, en el nombre de Jesús! Lávame en la Sangre
preciosa de Jesús, purifica todo mi ser, quiebra toda la dureza de mi corazón,
destruye todas las barreras de resentimiento, dolor, rencor, egoísmo, maldad,
orgullo, soberbia, intolerancia, prejuicios e incredulidad que existen en mí. Y, en
el poder de Jesucristo resucitado, libérame Señor! Cúrame Señor! Ten piedad
de mí, Señor! Ven Santo Espíritu! Hazme resucitar ahora para una vida nueva,
llena de tu amor, alegría, paz y plenitud. Creo que estás haciendo esto en mí
ahora y asumo, por la fe, mi liberación, cura y salvación en Jesucristo, mi
Salvador. Gloria a ti, mi Dios! Bendito seas por siempre! Alabado seas, oh mi Dios!
En nombre de Jesús y por María nuestra Madre. Amén
ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, que por un nuevo beneficio de tu amor, te has dignado
abrir a tu Iglesia las riquezas inefables de tu Corazón, haz que podamos devolver
amor por amor a ese adorable Corazón, y con nuestros homenajes de respeto y
adoración, reparar los ultrajes con que la ingratitud de los hombres no cesa de
ofenderte.
Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura Salmo 51
Oh Dios, ten compasión de mí
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí;
por tu gran ternura, borra mis culpas.
¡Lávame de mi maldad!
¡Límpiame de mi pecado!
Reconozco que he sido rebelde;
mi pecado no se borra de mi mente.
Contra ti he pecado, y sólo contra ti,
haciendo lo malo, lo que tú condenas.
Por eso tu sentencia es justa;
irreprochable tu juicio.
En verdad, soy malo desde que nací;
soy pecador desde el seno de mi madre.
En verdad, tú amas al corazón sincero,
y en lo íntimo me has dado sabiduría.
Purifícame con hisopo, y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Lléname de gozo y alegría;
alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado.
Aleja de tu vista mis pecados
y borra todas mis maldades.
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!,
¡dame un espíritu nuevo y fiel!
No me apartes de tu presencia
ni me quites tu santo espíritu.
Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación;
sostenme con tu espíritu generoso,
para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos
y los pecadores se vuelvan a ti.
Líbrame de cometer homicidios,
oh Dios, Dios de mi salvación,
y anunciaré con cantos que tú eres justo.
Señor, abre mis labios,
y con mis labios te cantaré alabanzas.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos;
yo te los daría, pero no es lo que te agrada.
Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido;
¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!
Haz bien a Sión, por tu buena voluntad;
vuelve a levantar los muros de Jerusalén.
Entonces aceptarás los sacrificios requeridos,
las ofrendas y los holocaustos;
entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.
TE DEUM
Señor Dios eterno, alegres te cantamos a ti nuestra alabanza, a ti Padre del
cielo, te aclama la creación. Postrados ante ti, los ángeles te adoran y cantan sin
cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo; llenos están el cielo y
la tierra de tu gloria. A ti Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles, la
multitud de los profetas te enaltecen, y el ejército glorioso de los mártires te a
claman. A ti la Iglesia santa, por todos los confines extendida con júbilo te adora
y canta tu grandeza. Padre infinitamente santo, Hijo eterno, unigénito de Dios,
Santo Espíritu de amor y de consuelo. Oh Cristo, tu eres el Rey de la gloria, tú
el Hijo y Palaba del Padre, tú el Rey de toda la creación. Tú para salvar al hombre,
tomaste la condición de esclavos en el seno de una virgen. Tú destruiste la
muerte y abriste a los creyentes las puertas de la gloria. Tú vives ahora, inmortal
y glorioso, en el reino del Padre. Tú vendrás algún día, como juez universal.
Muéstrate pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste, y recíbelos por
siempre allá en tu reino, con tus santos elegidos. Salva a tu pueblo, Señor, y
bendice a tu heredad. Sé su pastor y guíalos por siempre. Día tras día te
bendecimos y alabaremos tu nombre por siempre jamás. Dígnate, Señor
guardarnos del pecado este día (noche). Ten piedad de nosotros. Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.
A ti, Señor, me acojo no quede yo nunca defraudado. Amén
+ En el nombre del Padre, + y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Padre Santo, padre bueno, gracias te doy por este ministerio que acabo de
desempañar y te pido que no me haya afectado a mí, en mis ojos, mis oídos, mi
boca, mi garganta, ni mi cuerpo; salga de mi todo dolor, todo cansancio, todo
mareo, toda tristeza, toda opresión, salga todo lo que se me haya quedado, fuera
de mi.