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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y FARMACIA


ESCUELA DE QUÍMICA BIOLÓGICA
DEPARTAMENTO DE CITOHISTOLOGÍA
INMUNOHEMATOLOGÍA Y BANCO DE SANGRE

TRANSFUSIÓN EN NEONATOS

ELABORADO POR
LUIS OSVALDO GUDIEL ESTRADA 201500281
JOSÉ ANTONIO SOLIS ORTIZ 201604249
CARLOS ANDRÉS GARCÍA RODRÍGUEZ 201701330
ANA CRISTINA DEL CARMEN CASTILLO MARROQUÍN 201701345
DIANA REGINA FAJARDO MONZÓN 201701418
BRANDON MANOLO GONZÁLES HERNÁNDEZ 201701433
LAURA ESTER AQUINO GONZÁLEZ 201701438
MAGALI MARIANA COYOY SAY 201708358

ASESORADO POR
M.A. KEILA MARIANA GUERRERO GUTIÉRREZ

GUATEMALA, OCTUBRE DE 2021.


ÍNDICE
Resumen ............................................................................................................................................1
Antecedentes .....................................................................................................................................2
Definición de neonato ....................................................................................................................2
Hematopoyesis en neonatos ..........................................................................................................2
Transfusión en menores de 4 meses ..............................................................................................2
Transfusión en mayores de 4 meses ..............................................................................................3
Hemocomponentes y sus indicaciones ..............................................................................................3
Paquete globular o células empacadas ..........................................................................................3
Plaquetas ........................................................................................................................................6
Plasma Fresco Congelado ...............................................................................................................9
Crioprecipitado.............................................................................................................................10
Administración de la transfusión..................................................................................................11
Acceso vascular ........................................................................................................................11
Técnicas ....................................................................................................................................12
Procedimiento ..........................................................................................................................12
Equipamiento ...........................................................................................................................13
Donante único ..........................................................................................................................14
Riesgos potenciales de la transfusión...........................................................................................14
Prevención de los efectos adversos de la transfusión en neonatos .............................................16
Conclusiones ....................................................................................................................................18
Referencias bibliográficas ................................................................................................................19
Resumen
Las transfusiones sanguíneas a neonatos son atendidas tomando en cuenta consideraciones
especiales, ya que, la fisiología varía conforme al tiempo. Además, la inmadurez que presentan los
órganos y tejidos, provoca que ellos presenten reacciones adversas que podrían provocar daños
severos. Por lo tanto, es imprescindible conocer acerca de los criterios y procedimientos descritos
en la literatura para realizar de forma óptima y oportuna una transfusión sanguínea en neonatos.
Los componentes sanguíneos a utilizar deben provenir de sangre fresca, ya que los neonatos son
muy susceptibles a las lesiones que presentan los glóbulos rojos cuando llevan mucho tiempo
almacenados. Además, estos componentes deben utilizarse leucorreducidos e irradiados, cuando
sea indicado, para evitar reacciones adversas y la transmisión de citomegalovirus. El volumen por
transfundir en un neonato debe ser pequeño, variando según el estado del paciente y la patología.
Los neonatos que presentan bajo peso al nacer, corren un alto riesgo de que la transfusión
sanguínea ocasione daños severos a su organismo, como lo son la enterocolitis necrotizante o la
hemorragia intraventricular. En conclusión, los criterios y procedimientos a seguir para la realización
de una transfusión sanguínea en neonatos son útiles para conseguir éxito en el tratamiento; sin
embargo, nunca se está exento a que la transfusión presente complicaciones en el paciente, por lo
que, debe evaluarse la situación de manera oportuna comparando las ventajas y desventajas de la
intervención.

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Antecedentes

Definición de neonato
El periodo neonatal abarca las primeras 4 semanas luego del nacimiento, es decir, antes de los 28
días. Esta definición también incluye tanto a neonatos nacidos a término y neonatos prematuros, es
decir, nacidos luego de la semana 39 y previo a la semana 37 de gestación, respectivamente (Zerra
& Josephson, 2020).

Hematopoyesis en neonatos
Previo a realizar una transfusión, es necesario comprender distintos procesos fisiológicos como la
hematopoyesis.

Hematopoyesis en neonatos a término


La concentración de hemoglobina aumenta de 1 - 2 g/dL luego del parto debido a la transfusión
placentaria y este aumento depende del tiempo en que el cordón umbilical es cortado. Luego, en la
semana 8 de vida, hay un descenso gradual de la hemoglobina a una concentración de 11 - 12 g/dL,
denominado como anemia fisiológica, esto a su vez, acelera la hematopoyesis, aumentando la
concentración de hemoglobina (Zerra & Josephson, 2020).

Hematopoyesis en neonatos prematuros


En este tipo de neonatos, la anemia fisiológica es más evidente y ocurre en un tiempo menor a 8
semanas. Además, pueden tener un descenso en la concentración de hemoglobina denominado
anemia precoz, causada por la combinación de la baja concentración de hemoglobina al momento
del nacimiento, disminución del tiempo de vida de los eritrocitos, producción deficiente de
eritropoyetina endógena, médula ósea hiporregenerativa y otras complicaciones médicas (Zerra &
Josephson, 2020).

Transfusión en menores de 4 meses


En el caso de estos pacientes, se deben de tener ciertas consideraciones, ya que su fisiología varía
respecto al tiempo. Al principio, los neonatos sanos presentan valores de hemoglobina en sangre
umbilical de 16.9 ± 1.6 g/dL en comparación con los recién nacidos prematuro (se refiere a los recién

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nacidos que no completan las 37 semanas de gestación), que poseen valores de hemoglobina de
15.9 ± 2.4 g/dL. Otro factor a considerar, es que la volemia varía respecto al peso (recién nacidos
tienen un volumen sanguíneo equivalente a 85 ml/kg mientras que los recién nacidos prematuros
el valor es de 100 ml/kg). Así mismo, como ya se mencionó, estos pacientes pueden tener tener una
disminución de la hemoglobina por varios factores, y, también pueden tener reacciones adversas a
la transfusión, debido a que el sistema inmune de estos pacientes sigue siendo inmaduro (en este
caso, pueden ser susceptibles a enfermedades como lo es la enfermedad Injerto contra Huésped
asociada a la transfusión) (Alviso, et. al., 2020; Josephson, 2012 ).

Transfusión en mayores de 4 meses


Para este tipo de pacientes, la transfusión es similar a los adultos, salvo algunas consideraciones a
tomar en cuenta: la volemia, capacidad para tolerar la pérdida de sangre y los niveles de
hemoglobina y hematocrito. La indicación para transfundir, es que sea como tratamiento o
prevención de la hipoxia tisular debido a la disminución de la masa de hematíes (Josephson, 2012).

Hemocomponentes y sus indicaciones

Paquete globular o células empacadas

La transfusión del paquete eritrocitario o glóbulos rojos en neonatos es realizada bajo supervisión
de especialistas y usualmente en unidades de cuidados intensivos neonatales. En su mayoría, son
realizadas en pacientes recién nacidos con muy bajo peso < 1000 g (Zerra y Josephson, 2020).

Características
Anticoagulantes y soluciones aditivas
Se utilizan células empacadas con anticoagulantes como el CPDA-1 o soluciones aditivas y un
hematocrito de 70 - 80%. La utilización de soluciones aditivas con adenina y manitol se recomienda
únicamente en la transfusión de volúmenes pequeños, debido a que en grandes cantidades, es un
riesgo para el paciente por su elevada toxicidad renal, así como, las alteraciones en el volumen total
de sangre y el flujo cerebral que podría provocar (Ayala, González y Tarud, 2017).

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Sangre fresca
Las unidades deben ser obtenidas de sangre fresca, menos de 7 - 10 días desde su obtención, para
disminuir las reacciones por hiperkalemia, acumulación de amoníaco o la pérdida de 2,3-
difosfoglicerato (Jaramillo, Villegas, Ruiz, Álvarez y Martínez, 2018).

Alícuotas para transfusión de pequeños volúmenes


En el caso de los neonatos, es recomendable el uso de alícuotas para transfusión de pequeños
volúmenes. Son útiles para evitar la sobrecarga de volumen, sus reacciones adversas y permite el
uso de un donante único en pacientes neonatales que requieran múltiples transfusiones. Se utilizan
paquetes de intercambio neonatal o pedipacks que permiten obtener de 4 a 5 alícuotas de un mismo
donante, preferiblemente el sistema debe de ser cerrado y en su defecto, deben de utilizarse antes
de las 24 horas (Reece y Sesok, 2021).

Leucorreducción
Es realizada previo al almacenamiento de la sangre para disminuir el riesgo de transmisión del
Citomegalovirus, reacción febril no hemolítica, y la enfermedad de injerto contra huésped (Zerra y
Josephson, 2020). Debe de realizarse a todas las unidades destinadas a neonatos, incluyendo a los
neonatos con un peso al nacer <1500 g, neonatos pretérmino (< 30 semanas), con
inmunodeficiencias congénitas y adquiridas, así como aquellos que han recibido células madre
hematopoyéticas (Villeneuve, Arsenault, Lacroix y Tucci, 2020).

Irradiación
Las unidades son irradiadas antes del cumplimiento de 5 días desde su obtención, posterior a este
proceso deben ser transfundidos dentro de las próximas 24 horas. Su función es evitar la
proliferación de los linfocitos para disminuir las reacciones postransfusionales. La principal
desventaja es que aumenta el potasio extracelular al provocar la hemólisis de los eritrocitos. Está
recomendada en neonatos que han recibido transfusiones intrauterinas, con inmunodeficiencias y
neonatos con muy bajo peso al nacer (NAC-CCNMT, 2018).

Lavado con solución salina


El lavado de las unidades de células empacadas está indicado para disminuir la probabilidad de
exposición a proteínas plasmáticas, las soluciones aditivas, electrolitos como el potasio y
mediadores inflamatorios. No se recomienda usualmente para transfusiones de pequeño volumen
(Villeneuve, Arsenault, Lacroix y Tucci, 2020).

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Pruebas pretransfusionales
En el caso de los neonatos, quienes pertenecen al grupo de infantes menores a 4 meses de edad,
las pruebas pretransfusionales se limitan a la tipificación ABO y D de los eritrocitos y el tamizaje de
anticuerpos utilizando suero o plasma del paciente o la madre. Se prefiere el uso de células
empacadas de tipo O y D compatible, aunque pueden utilizarse unidades ABO compatibles si las
pruebas determinan que no existen anticuerpos anti-A, anti-B, IgM o IgG maternas presentes, que
estén dirigidos a los eritrocitos del neonato (Villeneuve, Arsenault, Lacroix y Tucci, 2020).

Debido al sistema inmune poco desarrollado de los neonatos, no es necesario repetir la


determinación de anticuerpos durante la hospitalización hasta la edad de 4 meses. Si se detectaron
anticuerpos, se deben proveer unidades sin el antígeno hasta que sea determinado que estos ya no
se encuentran en la circulación del neonato (García-Roa et. al, 2017).

Indicaciones
El propósito de la transfusión del paquete globular es normalizar el aporte de oxígeno. La transfusión
de glóbulos rojos está indicada en neonatos cuando se presenta choque hipovolémico y pérdida
sanguínea, en pacientes con un requerimiento de fracción inspiratoria de oxígeno (FiO 2) mayor a
35% o con soporte ventilatorio invasivo (presión 6 cm de agua) o no invasivo con presión positiva
(Jaramillo, Villegas, Ruiz, Álvarez y Martínez, 2018), ver Tabla 1.
Tabla 1
Guía para la transfusión de paquete globular en menores de 4 meses de edad.

Adaptado de Fung, M., Grossman, B., & Hillyer Ch, W. C. (2014) AABB Technical Manual. Bethesda, MD.

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La decisión de transfusión en neonatos debe de integrar los parámetros clínicos, de laboratorio, la
fisiología y el estado general del recién nacido.

Dosis y administración de células empacadas en neonatos


Cuando la hemoglobina del neonato tiene un valor ≥ 5 g/dL y se encuentra hemodinámicamente
estable una dosis entre 10 a 15 mL/kg aumentará en 2 o 3 g/dL de hemoglobina. Si la hemoglobina
es < 5 g/dL o hay inestabilidad hemodinámica se utilizan volúmenes menores, 4 a 5 mL/kg,
aproximadamente cada 7 horas. Los volúmenes mayores a 20 mL/kg no se recomiendan ya que
pueden causar fluctuaciones marcadas en los niveles de hemoglobina y aumentar la viscosidad de
la sangre (Whyte, Jefferies y Canadian Paediatric Society, 2014). La transfusión debe completarse
en un máximo de 4 horas.

Plaquetas

La función plaquetaria y el riesgo de hemorragia son difíciles de evaluar en los recién nacidos,
porque las plaquetas neonatales son hiporreactivas a varios de los agonistas utilizados para evaluar
su función en el laboratorio. A pesar de esto, las pruebas de hemostasia primaria son normales o
incluso muestran tiempos de sangrado y cicatrización más cortos que en los adultos. En parte, esto
se debe a otras diferencias, que incluyen concentraciones más altas de hematocrito y de factor von
Willebrand en los recién nacidos (Ayala et al., 2017; Zerra & Josephson, 2020).

Características
Una unidad de plaquetas por aféresis representa 6 a 10 unidades de plaquetas derivadas de sangre
total y la obtención puede realizarse cada 10 a 15 días, si se requiere del mismo donante. Una unidad
de plaquetas tiene un volumen de 50 a 60 ml, y debe contener por lo menos 5.5 x 1010 plaquetas
por unidad, 50 ml de plasma, eritrocitos y leucocitos. Por aféresis su volumen es de 300 ml, y debe
contener 3 x 1011 plaquetas por unidad, 300 ml de plasma, eritrocitos y leucocitos (Ayala et al.,
2017; Jaramillo et al., 2018; Zerra & Josephson, 2020).

Indicaciones
La transfusión de plaquetas a neonatos está indicada para tratar el sangrado secundario a
trombocitopenia y/o disfunción plaquetaria congénita o adquirida. Su número es el mismo en todas
las edades (Ayala et al., 2017).
● 50,000 plt/uL se considera hemostático

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● <50,000 plt/uL se presentan petequias y equimosis
● <20,000 plt/uL puede haber sangrado espontáneo por las mucosas
● <5000 plt/uL se asocia a un sangrado severo, incluyendo el sistema nervioso central
(Ayala et al., 2017; Jaramillo-Jaramillo et al., 2018).

Tabla 2
Guía de transfusión plaquetaria para neonatos.

Adaptado de Fung, M., Grossman, B., & Hillyer Ch, W. C.


(2014) AABB Technical Manual. Bethesda, MD.

La transfusión de plaquetas a neonatos está contraindicada en pacientes con púrpura


trombocitopénica inmune, síndrome hemolítico-urémico o con trombocitopenia inducida por
heparina, a menos que haya un sangrado significativo o previo a cirugía (Ayala et al., 2017).

Trombocitopenia aloinmune fetal


La trombocitopenia aloinmune fetal y neonatal (FNAIT) es el resultado de anticuerpos
antiplaquetarios IgG maternos adquiridos pasivamente que atraviesan la placenta y median la
destrucción de las plaquetas fetales. La mayoría de los casos de FNAIT son el resultado del desarrollo
de anticuerpos maternos contra el antígeno plaquetario 1a (HPA-1a), el antígeno plaquetario
humano heredado por el padre, pero también puede incluir varios otros antígenos, cuya incidencia
depende de la ascendencia de la madre (Zerra & Josephson, 2020).

Compatibilidad
Las plaquetas poseen antígenos del sistema HLA (Antígeno Leucocitario Humano), HPA (Antígeno
plaquetario humano) y ABO. No poseen el sistema Rh. Los neonatos deben ser transfundidos con

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plaquetas ABO compatibles por su pequeño volumen sanguíneo. Aunque las plaquetas no poseen
antígenos Rh en sus superficies, el pequeño número de eritrocitos presentes en todas las unidades
de plaquetas de donantes Rh positivo pueden inducir un anticuerpo anti D en un receptor D
negativo, sin afectar la supervivencia de las plaquetas. Sin embargo, en situaciones de emergencia
pueden utilizarse plaquetas sin compatibilidad ABO ni Rh (Ayala et al., 2018; Josephson, 2012).

Dosis
En neonatos y niños con peso inferior a 10 kg, la aplicación es de 5 a 10 mL/kg, lo cual aumenta el
recuento de plaquetas en 30 000 a 40 000 plaquetas/mm 3. Cuando el sangrado es severo, o el
paciente está críticamente enfermo, se puede utilizar 1 unidad de plaquetas por cada 5 kg (Ayala et
al., 2017; Jaramillo-Jaramillo et al., 2018).

En presencia de refractariedad las plaquetas deben ser HLA, HPA y ABO idénticas; además se puede
utilizar la inmunoglobulina G a dosis de 400 mg/kg/día intravenoso por 5 días. La duración de la
transfusión debe ser de 10 a 15 minutos por unidad o 5 mL/minuto (Ayala et al., 2018).

Plaquetas leucorreducidas
La leucorreducción disminuye la transmisión de CMV, la aloinmunización a antígenos HLA y la
incidencia de reacciones febriles transfusionales. La reducción puede realizarse posterior a la
recolección de la unidad de sangre antes de su almacenamiento, o previa a la transfusión, sin olvidar
que los leucocitos durante el almacenamiento liberan citoquinas, que aumentan la incidencia de
reacciones febriles. También se realiza a través de filtros. Los pacientes con inmunosupresión deben
recibir plaquetas irradiadas (Ayala et al., 2018).

Aloinmunización y refractariedad plaquetaria


La presencia de anticuerpos contra antígenos del sistema HLA clase 1 y HPA-1a influye en la
supervivencia plaquetaria, pudiendo aparecer entre 21 y 28 días después de la primoexposición y 4
días posterior a la reexposición en los sensibilizados. a mayor número de transfusiones, mayor
riesgo de aloinmunización y refractariedad, como ocurre en pacientes con leucemias, linfomas,
tumores sólidos en quimioterapia intensiva, receptores de trasplante de médula ósea y anemia
aplástica (Ayala et al., 2018).

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Entre las causas no inmunes encontramos la utilización de las mismas plaquetas para controlar el
sangrado, fiebre, esplenomegalia, infecciones, coagulación intravascular diseminada,
hiperesplenismo; así como el modo de recolección, almacenamiento y aplicación (Ayala et al., 2018).

Plasma Fresco Congelado

Características
El volumen de una unidad es 200 a 250 ml, contiene todos los factores de coagulación, albúmina,
globulinas y complemento. No contiene leucocitos y plaquetas. Al congelar el plasma en las primeras
8 horas, mantiene niveles adecuados de factores lábiles como V y VIII (Josephson, 2012; Ayala et al.,
2017).

Compatibilidad
Deben ser ABO compatibles con los hematíes del receptor. Ya que en niños o neonatos con
volúmenes de plasma muy pequeños, los anticuerpos transfundidos pueden llegar a
concentraciones elevadas. Se puede administrar de independientemente del Rh del receptor, no
requiere profilaxis anti-D en receptores D negativos que reciban plasma Rh D positivos si la técnica
de separación de componentes es correcta. En las instituciones una práctica común es utilizar PFC
de grupo AB, ya que una única unidad proporciona múltiples dosis de volumen mínimo para varios
neonatos (Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).

Indicaciones y aplicación de transfusión


El objetivo del PFC es el de reponer factores de coagulación sobre todo en recién nacidos antes de
término y a término. El PFC es utilizado cuando existe sangrado de un paciente, o se va realizar un
procedimiento invasivo en pacientes con deficiencia de un factor de coagulación documentado. En
una situación no urgente la vitamina K revierte el efecto de la warfarina, sin embargo en situaciones
urgentes se recomienda utilizar PFC y vitamina K con el fin de lograr el control de una hemorragia
secundaria. En la coagulación intravascular diseminada, el PFC se clasifica como controversial debido
al componente trombótico, sin embargo se considera si con el tratamiento de la enfermedad base,
el sangrado activo continua, y los tiempos de tromboplastina parcial y Tp son prolongados
(Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).
La transfusión es indicada en:
1. Terapia de reemplazo en pacientes con sangrado activo o previo a procedimiento
invasivo.

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2. Cuando no hay disponibilidad de concentrados de un factor como el II, V, X y XI, proteína
C o S.
3. TP y/o TTP > 1.5 veces del control en pacientes con sangrado activo o que requieran un
procedimiento invasivo
4. Reversión urgente de la warfarina si hay sangrado o cirugía de emergencia
5. Coagulación intravascular diseminada.
6. Hepatopatías y trasplante hepático.
7. Reemplazo durante plasmaféresis en pacientes con síndrome hemolítico urémico
8. . Coagulopatía dilucional secundaria a transfusiones masivas
9. Cirugía cardiaca con circulación extracorpórea (Josephson, 2012).

Dosis
10-15 ml/Kg. Siendo el resultado esperado un aumento del 15 al 20% de los factores. Duración de
1 a 3 horas sin exceder las 4 horas (Josephson, 2012).

Crioprecipitado

Características
Se trata de un concentrado de fibrinógeno (150 mg), factor VIIIC (80-100 unidades), factor XIII y
factor de von Willebrand (40 al 70% del contenido de la unidad). Presentando un volumen de 10 a
15 ml (Josephson, 2012).

Compatibilidad
Normalmente no se requiere compatibilidad ABO, debido al pequeño volumen que se le administra
al receptor, sin embargo en el Neonato se requiere compatibilidad ABO debido a sus pequeñas
volemias, y que en grandes volúmenes de crioprecipitado produce prueba de antiglobulina directa
positiva Existiendo riesgo de hemólisis debido a la transferencia pasiva de anticuerpos ABO
(Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).

Indicaciones y aplicación de transfusión


El objetivo de administrar crioprecipitado en neonatos es el de tratamiento y profilaxis en
deficiencia de factores (Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).
El crioprecipitado es utilizado en el tratamiento de condiciones resultantes de una deficiencia o
disfunción del fibrinógeno o disminución del factor XIII. En conjunto con plaquetas y plasma fresco

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congelado para tratar la coagulación intravascular diseminada en recién nacidos (Josephson, 2012;
Ayala et al., 2017).
El crioprecipitado no es utilizado para el tratamiento de hemofilias, debido a la existencia de
concentrado de factor VIII recombinante y derivados del plasma con inactivación viral. Para la
enfermedad de Von Willebrand solamente se utiliza el crioprecipitado si hay ausencia de derivado
concentrados del plasma que contengan el factor o si la desmopresina no es una opción la cual
incrementa las concentraciones de factor VIII en la sangre (Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).
La transfusión es indicada para:
1. Hipofibrinogenemia o disfibrinogenemia con sangrado activo o previo a un procedimiento
invasivo.
2. Deficiencia del factor XIII con sangrado activo o antes de un procedimiento invasivo. En
ausencia de concentrado de factor XIII.
3. Crioprecipitado limitado a donante dirigido, en episodios de sangrados de niños
pequeños con hemofilia A, ante la inexistencia de productos recombinantes o derivados
plasmáticos.
4. Enfermedad de von Willebrand solo si:
● Por contraindicación, no disponibilidad o ausencia de desmopresina.
● Sin disponibilidad de concentrados de factor VIII.
5. Preparación de un sellador de fibrina (Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).

Dosis
La dosis recomendada es de 1-2 U/10 kg de peso. Principalmente el resultado que se espera es el
de aumentar de 60 a 100 mg/dl la concentración del fibrinógeno. Duración de 5 minutos por unidad
(Josephson, 2012; Ayala et al., 2017).

Administración de la transfusión

Acceso vascular
Inmediatamente después del nacimiento generalmente se utilizan catéteres venosos umbilicales
para realizar la exanguinotransfusión en los recién nacidos tanto pretérmino y término; si el acceso
a este lugar se dificulta se puede realizar en vías centrales o en la vena safena. Se utilizan catéteres
vasculares calibre 24 y agujas calibre 25. Además, es importante considerar el uso de catéteres

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radio-opacos, ya que estos facilitan el control de la ubicación del catéter por medio de rayos X
(Josephson, 2012; Orantes, Cortés y Quevedo, 2005).

Técnicas
1. Técnica de compresión-aspiración manual
Se utiliza un único acceso vascular (vena umbilical, cualquier vena periférica, yugular externa o
por venodisección de la vena umbilical) utilizando llaves de paso de tres vías. La más
frecuentemente usada es la vena umbilical. Es recomendable que el equipo de infusión cuente
con un filtro estándar y un calentador de sangre (Josephson, 2012; University Hospitals of
Leicester NHS, 2019).

2. Técnica isovolumétrica
Consiste en una extracción e infusión simultánea de dos vías, en donde puede utilizarse la: arteria
umbilical, vena umbilical, vena periférica o arteria periférica; generalmente se utiliza la vena
umbilical para extracción y la arteria umbilical para transfusión. Se basa en el principio de que
por cada gota de sangre que se extrae, ingresa otra gota en el mismo lapso, por lo que se evitan
cambios hemodinámicos bruscos en los recién nacidos (Josephson, 2012; University Hospitals of
Leicester NHS, 2019).

Procedimiento
- Vaciar el contenido estomacal con sonda nasogástrica.
- Verificar las condiciones de la unidad de sangre según la política del hospital.
- Realizar los procedimientos de limpieza y desinfección del área y asegurarse de que esta se
mantenga durante todo el procedimiento.
- Canalizar al neonato.

○ Técnica de compresión-aspiración manual


- Conectar la bolsa del catéter, la unidad del donante y el acceso vascular a la llave de
paso.
- Retirar 5-10 mL de sangre del neonato con una jeringa y enviarla para el análisis de
bilirrubina sérica, glucosa, calcio, eritrocitos, pruebas de coagulación, función
hepática, un hemograma completo y hemocultivo.
- Reemplazar lentamente el volumen exacto extraído con la sangre del donante.

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- En cada ciclo de entrada se debe reemplazar ≤ 8.5 mL/kg entre 4- 5 minutos.
- Comenzar con alícuotas pequeñas y aumentar gradualmente, las alícuotas dependen
del peso del recién nacido al nacer.
<1000 g: Alícuotas de 5 mL
1000-2000 g: Alícuotas de 10 mL
>2000 g: Alícuotas de 20 mL
- Desechar la sangre extraída del recién nacido en la bolsa del catéter.
- Continuar con los ciclos cada 5 minutos hasta completar la transfusión.
- Enviar la última muestra sanguínea del neonato para las mismas pruebas.

○ Técnica isovolumétrica
- Conectar la bolsa del catéter, la unidad del donante y ambos accesos vasculares a las
llaves de paso.
- Retirar 5-10 mL de sangre del neonato de la vía arterial con una jeringa y enviarla para
el análisis de bilirrubina sérica, glucosa, calcio, eritrocitos, pruebas de coagulación,
función hepática, un hemograma completo y hemocultivo.
- Iniciar la infusión venosa a una velocidad que coincida con la tasa de extracción. La
velocidad debe ser determinada respecto al peso y condición del neonato.
- Retirar manualmente las alícuotas extraídas de la sangre del neonato cada 5 minutos,
es decir, al final de cada ciclo.
- Observar y monitorear en todo momento el estado del neonato, así como la línea
arterial y documentarlo.
(University Hospitals of Leicester NHS, 2019; Winnipeg Regional Health Authority, 2015).

Equipamiento

Bombas de infusión y equipo de calentamiento


En las transfusiones neonatales debido al pequeño volumen y a la lentitud del proceso no se utiliza
por lo general un calentador sanguíneo, sin embargo, algunos hospitales recomiendan su uso. En
cuanto a las bombas de infusión, estas son importantes para el control del flujo y el volumen de la
transfusión ya que administran la sangre a un ritmo constante y minimizan el riesgo de hemólisis
(Josephson, 2012; Jaramillo, Villegas, Ruiz, Álvarez y Martínez, 2018).

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Filtros y equipos
Todas las transfusiones de hemocomponentes a pesar de haber sido sometidos a procesos de
leucorreducción pre-almacenamiento o al pie de cama, deben pasar por un filtro estándar de entre
170-250 micrones para atrapar coágulos o detritos. Además, el equipo para infusión pediátrica
creados para componentes de pequeño volumen poseen un espacio muerto menor que los demás
equipos estándar, debido a que las tubuladuras son más cortas y poseen el filtro mencionado con
anterioridad (Josephson, 2012; Jaramillo, Villegas, Ruiz, Álvarez y Martínez, 2018).

Donante único
El término donante único consiste en la transfusión alogénica de células sanguíneas provenientes
de un solo individuo. En el caso de los recién nacidos pre-término, generalmente requieren
volúmenes pequeños, por lo que pueden quedar expuestos a numerosos donantes y por ende
aumenta el riesgo de complicaciones por incompatibilidad; por lo que el protocolo de donante único
permite disminuir estos riesgos al recolectar la sangre del donante y distribuirla en alícuotas
individuales con las condiciones de calidad requeridas y con un máximo de 42 días de
almacenamiento. La transfusión de alícuotas de pequeño volumen se realiza comúnmente con un
sistema de bolsas múltiples, las bolsas cuádruples son útiles ya que poseen tres bolsas pequeñas
íntegramente adheridas que mantienen el sistema cerrado. Existen otras opciones para producir
estas alícuotas como el sistema PEDI-PAK (Josephson, 2012; Jaramillo, Villegas, Ruiz, Álvarez y
Martínez, 2018).

Riesgos potenciales de la transfusión


Enterocolitis necrotizante
Es una de las enfermedades gastrointestinales más severas que afecta a recién nacidos prematuros.
Afecta mayoritariamente a los recién nacidos de muy bajo peso al nacer. Las razones biológicas por
las cuales puede existir una asociación entre la transfusión de glóbulos rojos y la enterocolitis
necrosante incluye la respuesta inmune a nivel intestinal; el tracto gastrointestinal es un órgano
linfoide grande y en la etapa neonatal, el sistema inmune se encuentra inmaduro con respecto a la
función de las células T y B. Las alteraciones relacionadas con la transfusión de un paquete globular,
pueden deberse al tipo de respuesta inmune que se genera. Lo anterior, provoca que los neonatos

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sean un grupo de pacientes de alto riesgo para presentar las consecuencias de una respuesta
alogenética inducida por leucocitos después de la transfusión, lo cual ha demostrado una menor
producción de células inflamatorias en respuesta de las células del donador como IL-2 e interferón
gamma. Otra probable causa es la disminución de óxido nítrico en los concentrados eritrocitarios
almacenados, que disminuye la actividad vasodilatadora de los eritrocitos, produciendo factores
vasoconstrictores que se traducen como una mayor respuesta inflamatoria en el receptor (Orozco
et al., 2014).

Daño neurológico
La policitemia y el aumento del hematocrito condiciona un aumento en la viscosidad sanguínea.
Este aumento del hematocrito puede elevarse de forma pasiva, secundaria a transfusión de paquete
globular.
Se ha observado que el aumento del hematocrito se relaciona con una disminución en el aporte y
captación de glucosa en el tejido neuronal, incluso en estado de normoglucemia, ya que, la glucosa
se encuentra en el plasma de la sangre y cuando el neonato presenta policitemia, el plasma se
encuentra reducido, afectando al aporte de la glucosa aun en concentración normal provocando
daños neuronales (Casanova y Martín-Ancel, 2012).

Displasia Broncopulmonar
Hay estudios en lactantes que presentaron bajo peso al nacer, que muestran que altas dosis de
suplementos de hierro y alto volumen de glóbulos rojos transfundidos se asocian de forma
independiente con el desarrollo de displasia broncopulmonar (Zerra et al., 2020).

Retinopatía del Prematuro


Se sabe que el hierro y las concentraciones elevadas de ferritina, favorecen la proliferación vascular.
Esto a su vez estimula la proliferación de vasos retinarios, los cuales provocan una retinopatía en el
recién nacido. Está ampliamente descrita la asociación entre múltiples transfusiones de eritrocitos
con la aparición de retinopatía en neonatos, ya que, estas aumentan los niveles de ferritina
(Guzmán, 2010).

Hemorragia Intraventricular
Cuanto más pequeño y más prematuro sea el neonato, mayor será el riesgo de presentar
hemorragia intraventricular. Esto se debe a que los vasos sanguíneos en el cerebro de los bebés
prematuros aún no están completamente desarrollados; por lo tanto, son sumamente frágiles. Se

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ha observado una relación significativa entre la transfusión de concentrado globular durante los
primeros 10 días de vida y el desarrollo de una hemorragia intraventricular (Curto, 2017).

Prevención de los efectos adversos de la transfusión en neonatos


Reducción de leucocitos
El uso de componentes leucorreducidos brinda muchos beneficios para los neonatos, sin embargo
aún se tiene mucha controversia con su uso de rutina, esto debido a que las reacciones post-
transfusionales en neonatos son de baja frecuencia, ya que estos en raras ocasiones se encuentran
aloinmunizados debido a la inmadurez de su sistema inmune. Sin embargo como se mencionó
anteriormente presenta muchos beneficios tales como reducir el riesgo de infecciones por
Citomegalovirus (Josephson, 2012).

Irradiación
La irradiación es una técnica que se utiliza en los componentes sanguíneos, esto con el fin de evitar
la enfermedad de Injerto vs huésped, ya que esta enfermedad presenta altos índices de mortalidad.
Por lo que es de suma importancia previo a realizar una transfusión identificar los grupos de
pacientes vulnerables, los cuales son presentados en la siguiente tabla:

Guía para la Irradiación de Componentes en Neonatos

Prematuros con un peso menor de 1200 gramos

Cualquier paciente con:


● Presencia o sospecha de una inmunodeficiencia
● Inmunosupresión relacionada con quimioterapia o radioterapia

Cualquier paciente que reciba:


● Componentes de familiares consanguíneos
● Componentes de Plaquetas HLA idénticas o compatibles

Adaptado de Josephson, C. (2012). Manual Técnico American Association of Blood Banks


(AABB): Terapia transfusional en neonatología y pediatría. 17va Ed. Buenos Aires:
Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología.

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Prevención de infección por Citomegalovirus
Las maneras de transmisión del Citomegalovirus (CMV) pueden ser de muchas maneras, tales como
en el útero durante el parto, por la leche materna, por contacto íntimo con las madres o por
transfusiones sanguíneas. Debido a la existencia de técnicas en la actualidad, se tiene un riesgo de
adquirir Citomegalovirus por transfusión del 1 al 3 %. En los neonatos las infecciones por CMV,
pueden variar desde un seroconversión asintomática hasta la muerte, además se ha demostrado
que las infecciones sintomáticas en neonatos nacidos de madres seropositivas no son comunes
(Josephson, 2012).
Los factores de riesgo por de infección por CMV por transfusión son:
• Niños con bajo peso
• Niños politransfundidos
• Neonatos nacidos de madres seronegativas
Se recomienda para la transfusión:
• Utilizar sangre con riesgo reducido para CMV post-transfusional
• Utilizar componentes leucorreducidos
(Josephson, 2012).

Lavado
La administración de plaquetas y glóbulos rojos previamente lavados con solución salina se utilizan
para reducir el riesgo de reacciones adversas a ciertos componentes que se presentan en el plasma,
o anticoagulantes. Además se debe tomar en cuenta que se encuentra contraindicado la transfusión
de componentes que no se encuentren lavados y se hayan obtenido de la madre, ya que al retirar
el plasma materno con el lavado, se pueden prevenir enfermedades como la enfermedad hemolítica
feto neonatal y trombocitopenia aloinimune, además se da una reducción del riesgo de que el
neonato padezca de lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión (Josephson, 2012).

Reducción de volumen
La reducción de volumen del componente del cual se hará la transfusión, comúnmente se utiliza en
prematuros que presentan enfermedades como insuficiencia cardiaca o isquemia renal, además la
Asociación Americana de Bancos de Sangre recomienda que dicho procedimiento se debe reservar
a niños que presenten restricciones de líquido corporal total (Josephson, 2012).

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Conclusiones
• Previo a realizar una transfusión sanguínea es necesario considerar el tipo de neonato a
transfundir y tiempo de vida ya que la hematopoyesis puede variar.
• La transfusión de paquete globular o células empacadas en neonatos se basa en el nivel de
hemoglobina, el estado general y las patologías de los pacientes, utilizando unidades
obtenidas de sangre fresca, leucorreducidas e irradiadas.
• La transfusión de plaquetas a neonatos se realiza solamente si hay un sangrado significativo
o si este será sometido a cirugía, respetando siempre las pruebas de compatibilidad para
evitar reacciones adversas que puedan ser hasta letales para el neonato por su bajo
volumen sanguíneo e incapacidad de diluir los hemocomponentes.
• El crioprecipitado y el plasma fresco congelado son hemocomponentes clave para el
tratamiento de deficiencias o pérdidas de factores de la coagulación en neonatos.
• Utilizar diferentes técnicas como leucorreducción e irradiación de los componentes con el
fin de prevenir efectos adversos en la transfusión, como infecciones por Citomegalovirus.
• La transfusión a neonatos debe ser indicada, evaluando previamente los pros y los contras,
ya que, en neonatos que presentan bajo peso al nacer puede provocar daños severos a la
salud.
• En la transfusión en neonatos es fundamental tomar en consideración la técnica utilizada
para preparar el material y equipamiento adecuado.

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