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Dictamen de Revisor Fiscal
Dictamen de Revisor Fiscal
El resultado de un examen de estados financieros es una opinión que se conoce como
dictamen. Cuando esta opinión o dictamen no tiene limitaciones o salvedades se le
conoce como dictamen limpio.
El dictamen de Auditoría, es el documento de tipo formal que suscribe el auditor una
vez finalizado su examen. Este documento se elabora conforme a las normas de la
profesión y en él se expresa la opinión sobre la razonabilidad de los Estados Financieros
una vez culminado el examen. En el dictamen de Auditoría de Estados Financieros se
comunica la conclusión y recomendación a que ha llegado el auditor sobre la
presentación de los mismos.
El dictamen del auditor incluye los siguientes elementos básicos, normalmente como
sigue:
Titulo
Destinatario
Entrada o párrafo introductorio
o Identificación de estados financieros
o Declaración de la responsabilidad de la administración
o Declaración de la responsabilidad del auditor
Párrafo de alcance describiendo la naturaleza de la auditoria y referencia de las
normas de auditoria y las normas internacionales de auditoria.
Una descripción del trabajo del auditor
Párrafo de opinión que contiene una expresión de opinión sobre los estados
financieros
Fecha del dictamen
Dirección del auditor y firma del auditor
Titulo
Se requiere usar un título apropiado que permita al usuario identificar el dictamen del
auditor y distinguirlo en forma precisa y diferencial de otros informes producidos por la
Administración.
Destinatario
El dictamen debe identificar en forma clara los estados financieros que han sido
examinados. La identificación debe incluir en forma precisa el nombre de la entidad y la
fecha y período cubierto por los estados financieros así como la declaración de la
responsabilidad de la administración y el auditor.
El dictamen del auditor deberá incluir una declaración de que los estados financieros
son la responsabilidad de la administración de la entidad, y una declaración de las
responsabilidades del auditor es expresar una opinión sobre los estados financieros
basada en la auditoría.
El auditor debe manifestar que su examen está basado en pruebas de las evidencias que
respaldan las cifras y revelaciones en los estados financieros; una evaluación de las
Normas y Principios de Contabilidad usados y de las estimaciones realizadas por la
Administración y una evaluación de los estados financieros presentados como una
totalidad.
El auditor debe declarar que la realización de su examen le proveyó de evidencia
suficiente y competente para emitir su dictamen. Esta declaración nace de la obligación
impuesta en la norma relativa a la ejecución del trabajo que versa sobre la obtención de
Evidencia Suficiente y Competente. Al declarar el auditor el alcance de su examen,
realiza una manifestación clara e inequívoca de que no tiene reserva alguna acerca del
mismo y por consiguiente ha aplicado todas las técnicas y procedimientos necesarios
que le permitieron obtener la prueba suficiente (en cantidad) y competente (en calidad)
para la emisión de una opinión sobre los estados financieros.
Párrafo de opinión
Esta opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros se refiere a todos sus
aspectos de importancia relativa, la situación financiera de la Entidad a la fecha de
Balance General, los resultados de sus operaciones y sus flujos de efectivo por el
período entonces terminado, de conformidad con Normas y Principios de Contabilidad
de Aceptación General. La opinión del auditor se refiere comúnmente a la presentación
de los estados de posición financiera de la entidad y los resultados de sus operaciones,
pero es conveniente también examinar y hacer referencia al estado de origen y
aplicación de recursos, cambios en el patrimonio y a las notas a los estados financieros.
TIPOS DE OPINIONES
Se emite una opinión sin salvedades en el caso de que el auditor al obtener la evidencia
suficiente y competente se satisfaga plenamente sobre la razonabilidad de los estados
financieros, su elaboración conforme a Principios y Normas de Contabilidad
Generalmente aceptadas aplicados sobre una base consistente con los años anteriores.
Esta satisfacción del auditor se presenta en el informe de una manera clara y afirmativa.
Al emitir una opinión sin salvedades, el auditor expresa en forma tácita que de haber
existido cambios en principios contables o en el método de su aplicación, los efectos
relativos de estos han sido determinados y revelados adecuadamente en los estados
financieros.
Una opinión sin salvedades, expresa que el auditor ha quedado satisfecho, en todos los
aspectos importantes, de que los estados financieros objeto de la auditoría reúnen los
requisitos siguientes:
Se emite una opinión con salvedades cuando el auditor concluye que no puede emitir
una opinión limpia, pero que el efecto de cualquier desacuerdo, incertidumbre o
limitación al alcance, no es tan importante que requiera una opinión negativa o una
abstención de opinión. "como un "excepto por" los efectos del asunto a que se refiere la
salvedad.
Se dará una opinión con salvedad, cuando se expresa que "excepto por" el efecto del
asunto al que, se refiere la salvedad, los estados financieros se presentan
razonablemente de conformidad con los Principios de Contabilidad de General
Aceptación.
A continuación, pasamos a estudiar las distintas circunstancias que pueden originar una
opinión con salvedades.
Limitaciones al alcance
Existe una limitación al alcance cuando el auditor no puede aplicar uno o varios
procedimientos de auditoría o éstos no pueden practicarse en su totalidad; asimismo, los
procedimientos no practicados se consideran necesarios para la obtención de evidencia
de auditoría, a fin de satisfacerse de que las cuentas anuales presentan la imagen fiel de
la entidad auditada.
Ante una limitación al alcance, el auditor debe decidir entre denegar la opinión o
emitirla con salvedades, lo cual depende de la importancia de la limitación. Para ello
hay que tener en consideración:
Incertidumbres
Opinión Negativa supone manifestarse en el sentido de que las cuentas anuales tomadas
en su conjunto no presentan la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera, del
resultado de las operaciones o de los cambios de la situación financiera de la entidad
auditada, de conformidad con los principios y normas contables generalmente
aceptados.
Para que el auditor llegue a expresar una opinión desfavorable es preciso que haya
identificado errores, incumplimientos de principios y normas contables generalmente
aceptados, incluyendo defectos de presentación de la información, que, a su juicio,
afectan a las cuentas anuales en una cuantía o concepto muy significativo.
Como se describe en la Nota 3 a los estados financieros, la Compañía registra sus cuentas de
Propiedad, planta y equipo a valores de avalúo y registra la depreciación en base a esos
valores. Además, la Compañía no provisiona el impuesto sobre la renta con respecto a las
diferencias entre la utilidad financiera y la utilidad gravable que se originan por el uso, para
efecto del impuesto sobre la renta, del método de ventas en abonos para reconocer la utilidad
bruta en ciertos tipos de ventas. Los principios de contabilidad generalmente aceptados
requieren, en nuestra opinión, que la Propiedad planta y equipo se registre a un importe que
no exceda de su costo, reducido por la depreciación acumulada basada en dicho importe y
que se registre la provisión para el impuesto sobre la renta diferido. Debido a las violaciones a
los principios de contabilidad generalmente aceptados que se mencionan anteriormente, al 31
de diciembre del 2010 se han aumentado los inventarios en $10000 por la inclusión de
depreciación que excede de aquélla que se basa en el costo, en los gastos indirectos de
fabricación; la Propiedad, planta y equipo, menos su depreciación acumulada, se encuentra
registrada $1500 en exceso del importe que se basa en el costo para la Compañía; y no se ha
registrado el impuesto sobre la renta diferido que asciende a $ 1800 lo cual resultó en un
aumento de $ 1080 en las utilidades acumuladas y de $ 200 en el superávit por revaluación.
En el año que terminó el 31 de diciembre del 2010, el costo de la mercancía vendida se ha
aumentado $ 3000 debido a los efectos del tratamiento contable de la depreciación
mencionada con anterioridad y no se ha registrado el impuesto sobre la renta diferido por $
800 resultando en un aumento en la utilidad neta y en la utilidad por acción de $ 1850 y $ 1450
respectivamente.
En nuestra opinión, debido a los efectos de los asuntos descritos en el párrafo anterior, los
estados financieros antes mencionados, no presentan razonablemente, de conformidad con
principios de contabilidad generalmente aceptados, la situación financiera de Compañía X al
31 de diciembre de 2010, o los resultados de sus operaciones y los cambios en su situación
financiera por el año que terminó en esa fecha.
Bibliografía: