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El lóbulo parietal es una región de la corteza cerebral que se encarga de llevar a cabo muchas
actividades.
La cual es básicamente una zona neuronal con propiedades de respuesta sumamente complejas en todos
los componentes sensoriales, el cual nos permite contar con campos receptivos.
Los diferentes lóbulos de la corteza cerebral no constituyen estructuras autónomas que actúan por
separado, sino que son regiones cerebrales que se encuentran interconectadas y trabajan
conjuntamente en el desarrollo de la mayoría de las actividades. se interrelacionan de forma
funcional con todas las demás regiones encefálicas, ya sea en mayor o menor proporción.
A partir de las funciones comunes que ya conocemos, las cuales son:
1. Integrar la información personal
2. Procesamiento del dolor
3. Situación en el espacio
4. Desarrollar el razonamiento matemático
5. Permitir el lenguaje verbal
6. Controlar esfínteres
7. Propiciar la memoria
8. Desarrollar por habilidades manuales
A pesar de este factor acerca del funcionamiento del lóbulo parietal, esta estructura de la corteza
destaca por la participación en tres procesos principales:
1. La integración y el procesamiento de la información sensorial que proviene de diferentes
canales.
2. El procesamiento de la información simbólica en la que se incluyen los procesos relacionados
con el lenguaje.
3. El procesamiento de la información numérica y, por lo tanto, el desarrollo de actividades
Este hecho permite organizar los elementos captados y desarrollados por distintas estructuras
cerebrales y constituir información nueva a raíz de la integración de todos los datos disponibles.
Por este motivo, la creación de conceptos abstractos se da en parte gracias al lóbulo parietal, ya que
esta estructura permite a las personas generar distintas ideas a partir de los elementos informativos
captados por distintos sentidos.
También hace posible el control de los movimientos gracias a su cercanía a los centros de
planificación del lóbulo frontal. Además, recibe información visual proveniente del lóbulo occipital
y trabaja creando asociaciones entre este tipo de datos y otros inputs provenientes de otras áreas
Por ejemplo, el lóbulo parietal participa en el desarrollo de la idea de lo que es una planta gracias a
la integración de la información recibida por el tacto, el olor, la apariencia o el movimiento, así
como la participación de pensamientos y creencias previas almacenadas en la memoria.
Es decir, el lóbulo parietal también se encarga de integrar información más abstracta y compleja que
abarca tanto elementos sensitivos externos como elementos sensitivos internos.
Por ejemplo, el lóbulo parietal se encarga de unificar los datos que provienen de los músculos del
cuerpo, gracias a los cuales la persona es capaz de generar una idea acerca de la posición física y la
postura en la que se encuentra.
Percibe los estímulos táctiles o propiocepción, posee las vías de integración sensitivas que
provienen del sistema de las vías sensitivas
Se divide en 3 subáreas
1. Estímulos cutáneos
2. Propioceptivos
3. Asociativos
Esta actividad se lleva a cabo de forma conjunta con la función anterior. Es decir, la función
matemática surge a partir del análisis de lo que se percibe sensorialmente.
En este sentido, el lóbulo parietal se encarga de integrar todos los elementos informativos y
desarrollar la imaginación de una secuencia de unidades con las que, posteriormente, trabajar
matemáticamente
En este sentido, el lóbulo parietal se encarga de integrar todos los elementos informativos y
desarrollar la imaginación de una secuencia de unidades con las que, posteriormente, trabajar
matemáticamente