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historia
"Repetir los mismos hechos, fechas o edades que han conformado el drama familiar de
nuestros ancestros es para nosotros una manera de honrarlos y de serles leales. Esta
lealtad es la que empuja a un estudiante a suspender un examen, con el deseo
inconsciente de no estar por encima de su padre socialmente, o a seguir siendo fabricante
de instrumentos de música de padre a hijo o, para las mujeres de una misma línea
genealógica, casarse a los dieciocho años para dar a luz a tres hijos y, si es posible,
niñas...
A veces, esta lealtad sobrepasa los límites de lo verosímil: ¿conoce la historia de la muerte
del actor Brandon Lee? Le mataron durante un rodaje porque, desafortunadamente,
alguien había dejado olvidada una bala en un revólver que debía estar cargado con balas
de fogueo. Ahora bien, justo veinte años antes de ese accidente, su padre, el famoso
Bruce Lee, había muerto en pleno rodaje, de una hemorragia cerebral, durante una escena
en la que debía interpretar el papel de un personaje muerto accidentalmente por un
revólver que debería haber estado cargado con balas de fogueo…
Acerca del modo en que esto se produce, ella tiene una interesante teoría: "Creo que
durante su desarrollo en el útero, el niño sueña como sueña su madre y que todas las
imágenes del inconsciente maternal y del co-inconsciente familiar pueden impresionar de
esta manera la memoria del niño que va a nacer. Esta hipótesis todavía no ha dado lugar a
ninguna explora ción científica seria. ¡Sin embargo, nos va en ello la salud!"
(extractado de una entrevista a A.A Schützenberger, Revista Nouvelles Clés, 1999
publicado en internet)
Publicado por Adriana Filgueiras en 9:30 No hay comentarios:
Todos nosotros nacemos en un “campo de información”. Ese campo tiene que ver con
nuestra familia y todo lo que ha sucedido, aunque también con el conocimiento y la
evolución de la conciencia del tiempo en que nos tocó nacer.
Ese “campo de información” es una red llena de sentidos, creencias, expectativas, sueños,
ideales y conocimientos.
De modo que somos menos libres de lo que creemos. Y para ser un poco más libres el
camino parece ser conocer, conocer para transformar, conocer, por ejemplo, la conciencia
común que dirige a mi familia.
El genograma, así como la psicología sistémica, nos ayudan a ver muy gráficamente a la
familia como un sistema que es más que la suma de sus partes, de modo que cada cosa
que sucede afecta de un modo u otro a todos los demás, a veces durante varias
generaciones.
Es una trabajo que en el marco de una terapia aporta rico material al terapeuta y abre la
posibilidad de hablar de temas vinculares, por otro parte el terapeuta cuenta con
herramientas para “leer” e interpretar lo que del genograma va surgiendo, así como para
acompañar en el proceso al paciente.
Pero también es algo que cualquier persona interesada puede realizar por y para sí
misma, y abre la posibilidad de dialogar con algunas personas de la familia, ya sea para
averiguar datos (con los anteriores a nosotros) tanto como para compartir con los hijos y
nietos historias familiares.
Pero además, tendremos en cuenta (si las hubo) a las parejas anteriores de abuelos,
padres y las propias. Por parejas anteriores nos referimos a parejas “importantes”, es
decir, casamientos o convivencias anteriores, o noviazgos muy largos, o noviazgos que
han sido interrumpidos por muerte, o una emigración.
Estas personas suelen ser “excluidas” del recuerdo del sistema, pero si hubo por ejemplo
una novia de mi abuelo, que al morir joven dejó, por decirlo así, el lugar para que mi
abuela llegara a encontrarse con él, uno de mis padres y yo misma no hubiera nacido.
Entonces mi sistema tendrá que honrar a esa “primera novia” también.
Si en la familia hay hijos adoptados, por ejemplo, también se incluirá de una manera
particular a los padres biológicos del niño, ya que ellos en su elección también son parte
de nuestra familia. Cuando los padres adoptivos, en realidad “cuidadores” de los niños que
adoptan, tienen en su corazón a los padres biológicos (más allá de todo juicio y prejuicio
moral) el niño sabe que puede confiar en ellos y no necesita de la ansiedad por el
conocimiento de su origen. Porque cuando sus cuidadores lo miran, también están
mirando con agradecimiento a quienes lo engendraron.
DISEÑO
La manera en que se dibuja el genograma está al final de este artículo, de acuerdo a las
enseñanzas de la Dra. Mabel Ugarte (Argentina), y a la bibliografía recomendada.
Ahora hablaremos de qué incluir al lado de cada símbolo que hayamos dibujado:
Nombre: escribiremos tanto el nombre de pila como el apodo que tiene (o tenía) porque
eso ya nos da información interesante. Si a una niña los padres de llaman Victoria, por
ejemplo, pero luego todos le dicen “Beba” o “Chiquita”, ya vemos una fuerte contradicción.
Los nombres y los apodos también encierran deseos, mandatos ocultos, y a veces el
recuerdo de una persona que vivió antes.
En caso de que la persona haya muerto, también indicaremos la edad en que murió y la
causa de su deceso.
Aquí podremos ver si han alguna causa de muerte que se repita.
Atributos: al lado de cada nombre escribiremos hasta cinco palabras que nos den una idea
clara y sintética de los rasgos principales de esa persona. En caso de las personas que
conocemos, tal cual como nosotros las percibimos, definiendo sus características más
fuertes. En caso de personas que no hayamos conocido vamos a poner lo que hemos
oído, lo que mi familia cuenta al respecto (por ej: de un abuelo que fue trabajador, o
alcohólico, o celoso, etc)
La idea es que con una lectura rápida podamos obtener información, sin caer en
generalidades como por ejemplo decir que alguien era “bueno” o “malo”.
Para algunas personas las profesiones hablan mucho de sí, o sus oficios, en tal caso
también incluiremos a qué se han dedicado si sentimos que eso puede ser importante.
Cuando alguien nació en el extranjero también incluimos ese dato dentro de sus
características.
Una vez que tenemos este esquema de nuestra familia terminado, y luego de un proceso
de construcción del mismo que seguramente nos ha puesto muy en contacto con los
deseos, intereses y valores de nuestro sistema familiar, trataremos de respondernos una
pregunta, que es una guía de todo este trabajo:
¿Qué tengo que hacer yo para pertenecer a este sistema?
Y si no hago lo que el sistema “me pide”, ¿cuál es el precio que pago?
La idea es sugerir maneras de leer información, qué cosas pueden preguntarse una vez
que tienen el genograma más o menos completo, hacia dónde apuntar la atención. No se
trata de una guía definitiva ni completa, sino más bien de un conjunto de sugerencias:
-¿qué “reglas” tiene mi familia materna? ¿Qué “reglas trae mi familia paterna? Y en la
familia que fundaron mis padres, predomina alguna de estas familias con sus
modalidades? ¿Mis padres lograron balancear eso, o uno de sus sistemas se impuso
sobre el otro? ¿Lograron mis padres crear algo juntos, o simplemente tomaron la
modalidad de una de sus familias y rechazan a la otra?
-Movimientos migratorios, crisis económicas, etc ¿cómo se resuelven las crisis? ¿Qué
movimientos ocurren luego de una crisis? Analizar situaciones críticas y ver cómo la familia
logra construir luego un nuevo equilibrio posteriormente, por ejemplo si surgen embarazos,
separaciones, muertes, etc.
-¿cómo son los modelos de comunicación en mi familia? Hablan mucho pero no dicen
nada, no hablan, no se tocan problemas personales, se haba demasiado de la intimidad de
todos, no se respetan espacios privados, etc.
-¿cómo son las mujeres? ¿Cómo son los hombres? Analizar mandatos vinculados al
género.
-¿qué circunstancias rodearon mi nacimiento? Primer hijo, duelo de la madre por alguno
de sus padres durante la lactancia, incubadora, internación de la madre posterior al parto,
aborto de la madre durante la lactancia, mudanzas, crisis económicas, etc.
EL GENOGRAMA EN LA CLÍNICA
El uso clínico del genograma se plantea en los comienzos de la terapia. De este modo el
terapeuta obtiene una idea global de la familia e información acerca de ella. Es útil que el
terapeuta guarde una copia de la versión final del genograma.
Creo que es más rico que el mismo sea comenzado durante la sesión, el terapeuta da las
pautas generales, por ejemplo los símbolos, sin demasiados ejemplos concretos para dejar
cierto grado de libertad en el trazado, de modo que puedan surgir informaciones
interesantes de la lectura, como si analizáramos un test gráfico.
Los primeros “errores” o malos entendidos aportan una rica información de cómo siente el
sujeto a su familia, qué sistema parental es más fuerte, etc.
También el trazado nos aporta datos: qué símbolo es más grande, cuál es más pequeño,
de quien se olvida y hay que hacerle un lugar, qué símbolo repasa fuertemente, etc.
Para esta lectura alcanza con conocimientos muy básicos de lectura de test y también la
percepción intuitiva de qué nos “dice” el diseño que tenemos enfrente.
Por otra parte más allá de que el terapeuta sea experto o no en el tema es una
herramienta útil para :
-hablar del sistema familiar
-encontrar repeticiones transgeneracionales
-encontrar “fechas aniversario” (situaciones que se repiten en la misma fecha como
recordatorio de algo trágico que pasó en la familia generaciones antes)
-analizar los roles familiares
-pautas de aprendizaje (complementación, repetición, oposición)
-destrabar el sistema y movilizar emociones en caso de duelos no resueltos, etc.
SÍMBOLOS
Mujer, un círculo
Hombre, un cuadrado
Divorcios (legales)
Hijos adoptados
Gemelos
Mellizos
Parejas anteriores
Muertos
Abortos provocados
Abortos espontáneos