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Ya sea que nuestra búsqueda se oriente a lo interno o lo externo, es muy probable que demos con
antiguas verdades que fueron dadas a conocer por buscadores a través de las edades. Así
podremos conocer la visión filosófica que ha estado con la humanidad desde tiempos ancestrales,
una visión que apunta al camino del desarrollo humano y la comprensión de la Unidad de la
Vida.
De acuerdo a lo que nos dicen las enseñanzas teosóficas, unos pocos buscadores y sabios,
conocedores de la vida interna, han mantenido vivas estas enseñanzas ocultas. Éstas han sido
reveladas a la humanidad de ciclo en ciclo, en distintos lugares de la tierra y son conocidas como
la Filosofía Perenne, Sabiduría antigua-Teosofía o Doctrina Secreta.
Unos pocos a través de la historia de la humanidad dieron a conocer esta sabiduría, entre ellos
Buda, Jesús, Pitágoras, Lao Tse. Estos sabios personificaron la sabiduría en sí mismos y en sus
propias vidas; sus existencias las dedicaron al estudio, a la meditación y a vivir una vida ética,
virtuosa pues la Sabiduría Perenne no es algo que se pueda aprender a un nivel intelectual, sino
que debe impregnar todos los aspectos de la existencia.
Si tomamos el ejemplo de las Escuelas de los Misterios de la antigua Grecia, veremos que en la
Escuela Pitagórica las matemáticas se enseñaban como una disciplina espiritual en el contexto de
su cosmología, tal como la Música de las Esferas y solo aquellos que estaban calificados tanto
intelectual como moralmente podían acceder a esas enseñanzas. Era así que ciencia, religión y
filosofía estaban todas ligadas a una vida ética.
Otras Escuelas de los Misterios, tales como la de Eleusis preparaban el escenario para la
participación directa en la dramatización de eventos que evocaran la comprensión de alguna
enseñanza oculta. Los Masones y los Alquimistas, junto con muchas otras escuelas esotéricas a
través de los tiempos, ofrecían entrenamiento para el despertar de la visión interna. Personajes
históricos tales como Pitágoras, Platón, Roger Bacon, Kepler, Leonardo Da Vinci, Nicolás de Cusa
y Leibnitz manifestaron pertenecer a escuelas esotéricas.
La visión de que el ser humano tiene una conexión con una Vida Una se ha reiterado en muchas
filosofías y religiones tales como el Taoismo y el Neoplatonismo.
Ella dejó muy en claro que la Teosofía no fue una invención propia, sino que trajo a nuestro
conocimiento el hilo conductor que nos muestra esa filosofía como un todo armonioso.
Su trabajo es la base de las enseñanzas esotéricas que se han hecho tan populares hoy día. Aunque
su publicación data de hace más de 130 años, La Doctrina Secreta continúa siendo la fuente más
completa de los principios de la Sabiduría Antigua. El cuerpo de conocimientos que ofrece lo
combina con las bases del conocimiento de las tradiciones esotéricas.
Algunos de estos aspectos los vemos reflejados en estos extractos de Doctrina Secreta:
… a pesar de que dan a luz muchos de los principios fundamentales de la Doctrina Secreta,
del Oriente, SOLO LEVANTAN UNA DE LAS PUNTAS DEL TUPIDO VELO. Porque a
nadie, ni aún al más grande de entre todos los Adeptos vivientes, le sería permitido, ni aún
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podría aunque se le permitiese, declarar de golpe a un mundo burlón e incrédulo, lo que tan
eficazmente ha permanecido oculto durante largas edades". Doctrina Secreta – Tomo I –
página 45. Ed. Kier.
.." En cada siglo tiene lugar una tentativa para demostrar al mundo que el Ocultismo no es
una superstición vana. Una vez que la puerta quede algo entreabierta, se irá abriendo más y
más en los siglos sucesivos. Los tiempos son a propósito para conocimientos más serios que los
hasta la fecha permitidos, si bien todavía tienen que ser muy limitados". Doctrina Secreta –
Tomo I – página 61. Ed. Kier.
… "La Doctrina Secreta no es un tratado o serie de teorías vagas, sino que contiene todo
cuanto puede darse al mundo en éste siglo". … … “Tendrán que pasar siglos antes que se
publique mucho más de ella". Doctrina Secreta – Tomo I – página 62. Ed. Kier.
El objetivo de este curso avanzado de Teosofía es que los alumnos logren no solo adquirir
nuevos conocimientos, sino que estos los lleve a tener una mirada intuitiva acerca de
ellos, mirada que se cultiva a través del estudio y la meditación.
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Las enseñanzas teosóficas no son ideas abstractas lejanas. Ellas pueden llegar a influir
mucho en nuestras vidas. Los grandes principios de la Teosofía tales como la Vida Una,
la Unidad de la Vida, de la Ley de Ciclos, de Armonía, de Karma son hechos que
podemos llegar a percibir y conocer con más claridad a través de estas enseñanzas. Pero
no basta conocerlas teóricamente, porque el conocimiento intelectual tiene muy poca
influencia en el individuo y en su entorno. Por otro lado, el “creer” en ellas sin un
conocimiento profundo puede derivar en un dogma. Estos preceptos tienen como objeto
ser transformadores, realidades vivientes que perfeccionen en forma virtuosa todas
nuestras actitudes y así gobiernen nuestra vida.
Estos principios básicos impregnarán nuestra vida interna como así también nuestra
relación con nuestro entorno. Por ende, este proceso de convertir ideas en experiencia
compromete a todo nuestro ser. Lo que comienza como una comprensión intelectual
crece como una visión intuitiva y se convierte en algo práctico. Nuestras facultades, en
todos los niveles se sintonizan con esa búsqueda, y así nos encontraremos envueltos en
un proceso interminable de crecimiento continuo y creativo. Descubriremos que un
acercamiento verdadero con el ser interno con la visión esotérica tiene el inmenso poder
de transformarnos.