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INTRODUCCION A LA LÓGICA
Nombres del silogismo categórico: 19 formas válidas (que no violan reglas del
silogismo, es decir, que no cometen falacias formales)
1ª Figura: AAA (Bárbara) – EAE (Celarent) – AII (Darii) – EIO (Ferio)
2ª Figura: EAE (Cesare) – AEE (Camestres) – EIO (Festino) – AOO (Baroco)
3ª Figura: AAI (Darapti) – IAI (Disamis) – AII (Datisi) – EAO (Felapton) – OAO
(Bocardo) – EIO (Ferison)
4ª Figura: AAI (Bamapip) – AEE (Camenes) – IAI (Dimatis) – EAO (Fesapo) – EIO
(Fresison)
Reglas del silogismo categórico
1) Todo silogismo debe tener tres términos.
2) Ningún término debe aparecer en la conclusión con mayor extensión que en las
premisas. Un término está tomado en toda su extensión cuando es sujeto de
universal y predicado de negativa.
3) El término M no debe figurar en la conclusión.
4) El término M debe estar tomado, al menos una vez, en toda su extensión. (Ver
regla 2 extensión de los términos)
5) De dos premisas negativas no se sigue conclusión.
6) De dos premisas particulares no se sigue conclusión.
7) De dos premisas afirmativas no se sigue conclusión negativa.
8) La conclusión sigue la parte más débil: la particular respecto de la universal y la
negativa respecto de la afirmativa.
Falacias
Una falacia es un tipo de argumentación incorrecta que induce a error. Los errores que
están en la base muchas veces son por la inaceptabilidad de las premisas (las premisas
no son lógicamente atinentes a la conclusión) y por la insuficiencia del nexo entre
premisas y conclusión. Debe observarse que no es sencillo determinar una falacia, ni
tampoco identificar con claridad a cual pertenece. Esto es así porque, a diferencia de las
falacias formales, que tienen un tratamiento casi matemático y donde el error reside en
la forma o estructura de los argumentos; en las no formales, debe realizarse un análisis
de tipo semántico y pragmático de los términos y expresiones involucradas, así como
del contexto en el que tiene lugar la argumentación.
Falacias no formales
La falacia de la generalización apresurada (del ejemplo o de estadística insuficiente)
Consiste en pasar desde un juicio sobre uno o algunos casos particulares a un juicio
general, sin haber examinado todos los casos o sin tener justificación acerca de que el o
los casos particulares sean representativos. Ejm: “Francia y Alemania son países
altamente industrializados. Luego, los países europeos son altamente industrializados”
No se dice que la conclusión sea falsa, sino que las premisas son insuficientes:
inducción incompleta.
La falacia de ambigüedad
La presencia de términos ambiguos que se toman con distinto significado a lo largo del
razonamiento lleva a esta falacia. Esta falacia está presente si se viola la Regla Nº 1 del
Silogismo Categórico.
La falacia de vaguedad
Esta falacia se realiza cuando se aprovecha la vaguedad de una palabra para establecer
una conclusión. Por ejemplo: “Todos los hombres tienen una religión. Muchos tienen fe
en Dios; otros en algún ser espiritual indefinido; los hombre de ciencia tienen fe en ella;
y, para los que aman el lujo, su dios es el dinero” Aquí la conclusión “Todos los hombre
tienen una religión” parece querer decir algún tipo de creencia en Dios. Sin embargo, en
la premisa nos enteramos de que los hombres tienen algún tipo de creencia. El autor del
razonamiento ha extendido el significado del término religión de tal modo que se
identifica con cualquier tipo de creencia. Dentro del análisis de las Reglas del
Silogismo Categórico se hace el análisis de la “extensión” de los términos en una
proposición, precisamente para “extender” la aplicabilidad de los mismos con la mayor
precisión posible.
La falacia de nexo causal dudoso
Se comete falacia de causa falsa cuando se toma por causa de un efecto algo que no lo
es o que lo es sólo parcialmente. Por ejemplo: “Hoy su esperanza de vida ha crecido
significativamente en nuestro país, gracias al constante esfuerzo de nuestros médicos y
el aporte de la actualizada gama de medicamentos que fabrica la industria farmacéutica”
El aporte de los médicos y los medicamentos al crecimiento de la “esperanza de vida”
sólo puede considerarse un factor entre otros.
Los nexos causales son importantes para nuestra comprensión del mundo. Por ejemplo,
decimos “Si tal teoría es cierta, entonces debe darse el fenómeno…” o “Si tú haces esto
entonces te sucederá aquello…” En ambos ejemplos, construimos una argumentación
sobre la base de un nexo de causa a efecto. Cuando este nexo es problemático, estamos
frente a una falacia de nexo causal dudoso. Esto se analiza en los Silogismos
Hipotéticos, analizados desde la Lógica Proposicional.
La falacia de la analogía
Una analogía es una semejanza entre dos cosas o ideas, vista desde uno o más aspectos.
Debemos preguntarnos ¿tenemos buenas razones para pensar que los fenómenos
asociados son suficientemente semejantes (significativos) como para obtener, desde
uno, una conclusión que se aplique al otro?
La falacia de doble falta
Consiste en tratar de justificar un comportamiento mostrando que los demás hacen lo
mismo o peor. ¿Qué se hace con este tipo de falacia? Mostrar a nuestro interlocutor que
este tipo de argumentación es incorrecto, ilustrando con un ejemplo tipo “no se justifica
un crimen diciendo que otros también son criminales”
La falacia de la apelación a la popularidad
Consiste en justificar que algo es verdadero o correcto porque la afirma un gran número
de personas, sin que haya buenas razones para pensar que las personas invocadas no se
puedan equivocar. (Habría una premisa implícita: “la mayoría de las personas no
pueden equivocarse”).
La falacia de apelación a la autoridad
Se comete esta falacia cuando se acude a la autoridad de una persona que cuenta con
prestigio para establecer la verdad de una proposición. En publicidad, muchas veces se
emplea esta falacia cuando un deportista popular dice: “Este es el whisky que tomo yo”
o “Este es el modelo de auto que yo uso”, a modo de sugerir que se trata de buenos
productos.
La falacia ad hominem (literalmente “contra el hombre”)
Es aquella falacia en la cual, en lugar de dar razones contra una determinada afirmación,
lo que se hace es atacar a la persona que la sostiene. Por ejemplo: “El jefe del estado
mayor dice que el país está indefenso y reclama un aumento del presupuesto militar.
Pero, claro, él es militar” Aquí se descalifica la afirmación “el país está indefenso” por
la circunstancia de que quien la hace es militar y supuestamente se beneficiaría del
aumento del presupuesto.
El argumento ad hominem es la otra cara de la falacia de apelación a la autoridad, pues
en la segunda se intenta persuadir acerca de la verdad de una proposición apelando a la
verdad de la fuente, mientras que en la primera se trata de persuadir sobre la falsedad
de una proposición señalando algo negativo en su fuente, atacando y desacreditando: se
va contra la persona sin debatir lo que dice o afirma. En ambos casos, en lugar de
presentar elementos para discutir la verdad o falseada de una proposición, se busca
inferir su verdad o falsedad a partir de considerar la fuente de la que procede la
proposición. Ejemplo: "Los ecologistas dicen que consumimos demasiado energía; pero
no hagas caso porque los ecologistas siempre exageran"; "Según el intendente, lo mejor
para la salud de los ciudadanos es asfaltar todas las calles de la ciudad"
LOGICA PROPOSICIONAL
Este sueño no se realizó hasta que el matemático inglés George Boole (1815-1864)
separó los símbolos de las operaciones matemáticas de los conceptos sobre los cuales
operaban y estableció un sistema factible y sencillo de lógica simbólica. En 1859, Boole
expuso sus ideas en su obra “Investigación de las leyes del pensamientos”; pero este
trabajo no recibió buena aceptación. Y, no fue hasta que Bertrand Russell (1872-1970) y
Alfred North Whitehead (1861-1947) utilizaron la lógica simbólica en su obra
Principia Mathematica que el mundo de la matemática dio importancia a las ideas
expuestas inicialmente por Leibniz alrededor de 250 años antes. En este libro se
pretende aplicar la lógica no solamente en el trabajo formal sino también en la vida
diaria.
Forma proposicional
Se llama así a toda fórmula obtenida a partir de una proposición, reemplazando las
proposiciones que la constituyen por variables proposicionales y las conectivas por sus
símbolos respectivos.
Otras expresiones tales como pero, aunque, sino, sin embargo, no obstante, son
utilizados para unir conjuntivamente dos enunciados en un solo enunciado compuesto y
que, en su sentido conjuntivo, se representan mediante el símbolo de la conjunción.
La disyunción o alternancia en el caso “No se otorgarán subsidios en caso de
enfermedad o desempleo”; aquí, la intención es afirmar que los subsidios se niegan no
solamente a personas enfermas o a personas sin empleo, sino también a las que al
mismo tiempo estén enfermas y sin empleo. Este sentido de la palabra “o” es inclusivo.
El “o” inclusivo tiene el sentido de “uno u otro, posiblemente ambos”. Cuando se
requiere precisión, como en los contratos y otros documentos legales, se hace explícito
este sentido mediante el uso de la expresión “y/o”. También puede usarse la expresión
“a menos que” para formar la disyunción de dos enunciados. Así “El retiro se hará a
menos que llueva copiosamente” / “A menos que llueva copiosamente, el retiro se
hará”, su simbolización es “p v q”
La palabra “o” también se usa en el sentido exclusivo, cuyo significado no es “al menos
uno”, sino “al menos uno y a lo sumo uno”. Si en el menú de una carta de precios en un
restaurant se indica “ensalada de fruta o budín de pan”, lo que se quiere significar es que
el comensal puede elegir uno u otro, pero no ambos. Cuando se requiere precisión y se
usa el “o” en un sentido exclusivo, suele agregarse la expresión “pero no ambos” o “o
bien”.
En general, el sentido en el cual se usa “o” sólo puede quedar revelado mediante un
minucioso examen del contexto o mediante una pregunta explícita dirigida al que habla
o al que escribe.
Si se combinan dos enunciados colocando la palabra “si” antes del primero e insertando
entre ellos la expresión “entonces”, el enunciado compuesto resultante es un
condicional, también llamado enunciado hipotético. En un condicional, el componente
que se halla entre el “si” y el “entonces” es llamado antecedente y el componente que
sigue a la palabra “entonces” es el consecuente. Un enunciado condicional afirma que
su antecedente implica su consecuente. No afirma que su antecedente sea verdadero,
sino solamente que si el antecedente es verdadero, entonces su consecuente también lo
es. Tampoco afirma que el consecuente sea verdadero, sino solamente que su
consecuente es verdadero si el antecedente lo es. Por lo tanto, el significado esencial de
un enunciado condicional reside en la relación de implicación que se afirma entre el
antecedente y el consecuente, en este orden.
Una inspección rápida de estos cuatro enunciados condicionales revela que son de tipos
muy diferentes. El consecuente de (A) se desprende lógicamente de su antecedente,
mientras que el consecuente de (B) sólo se desprende de su antecedente por la
definición del término “soltero”, que significa “hombre no casado”. El consecuente de
(C) no se desprende de su antecedente por lógica solamente o por la definición de sus
términos; la conexión debe descubrirse empíricamente, pues la implicación formulada
en este caso es causal. Finalmente, el consecuente de (D) no se desprende de su
antecedente por lógica, ni por definición, ni tampoco hay alguna ley causal en juego, en
el sentido usual del término. La mayoría de las leyes causales, las descubiertas por la
física o la química, por ejemplo, describen lo que ocurre en el mundo sin tener en cuenta
las esperanzas o los deseos de los hombres. En relación con el enunciado (D), es
evidente que no hay ninguna ley semejante. En este enunciado comunica un deseo y una
decisión del orador de comportarse de cierta manera en determinadas circunstancias.
Conectivas extensionales
P ^ (q v r)
(p ^q) v r
Otro ejemplo:
a) – p v q
b) – (p v q)
Inclusiva: O, u, y/o, a
V
Disyuntiva menos que, salvo que.
w–v
Exclusiva: O, o bien.
Si ... entonces; … es
Condicionales =>
condición suficiente para…
Si y solo si; … es
condición necesaria y
Bicondicionales <=>
suficiente para…; cuando y
solo cuando.