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Capítulo 18 ECONOMÍA MATEMÁTICA 347

mayor exactitud posible cuáles son los efectos que han tenido esos programas sobre
los individuos y las instituciones. Las técnicas econométricas proporcionan el marco
de referencia analítico para esas determinaciones. Casi todas las agencias reguladoras
utilizan el análisis econométrico para evaluar los impactos económicos de las acciones
privadas y de sus propias políticas.
El análisis de la política ha demostrado ser mucho más exacto que el peligroso arte
de pronosticar. Sin embargo, el pronóstico tiene otros méritos, además de la simple
predicción del PIB, la inversión, etcétera. La ventaja real de los modelos de pronóstico
es que obligan a los economistas y encargados de la planeación a considerar las intrin-
cadas interdependencias en un sistema económico, y así ayudan a quienes toman las
decisiones a anticipar los tipos de efectos positivos y negativos de acciones alternas.
A medida que la tecnología disponible para resolver grandes procesos aritméticos
se ha vuelto cada vez más compleja, los mismos modelos econométricos han crecido en
volumen y complejidad. Los holandeses fueron los generadores de los vastos modelos
macro. En 1939, el profesor Jan Tinbergen creó un modelo para la economía holan-
desa que utilizarían los encargados de la planeación en el gobierno. Por ese trabajo
compartió el Premio Nobel de economía en 1969 con Frisch. En Estados Unidos se
acredita a Lawrence Klein de la Universidad de Pennsylvania, un ganador del Premio
Remítase a
Nobel, por asumir un papel de liderazgo en esta área. Hoy en día varias universidades 18-1
importantes, empresas de pronósticos privadas, institutos de investigación que operan EL PASADO
sin fines de lucro y agencias del gobierno tienen modelos grandes (200 ecuaciones o COMO UN
PRÓLOGO
más) mediante los cuales analizan los cambios en la economía estadounidense.

LÉON WALRAS
Léon Walras (1834-1910) nació en Evreux, Francia. La primera parte de su vida
transcurrió en gran medida como un fracasado. Reprobó en dos ocasiones el examen
de admisión a la Ecole Polytechnique, escribió una novela que pasó desapercibida y
fundó un banco que fracasó. Pero su padre era economista, y el joven Walras había
leído Mathematical Principles of the Theory of Wealth, de Cournot. Ese tema y el
enfoque en la economía le interesaron y se dedicó a esta disciplina. En 1870 fue
nombrado profesor de economía política en Lausanne, Suiza. Allí fundó la Escuela
de Economía de Lausanne, que hacía hincapié en la aplicación de las matemáticas en
este campo. Le sucedió otro famoso miembro de esa escuela, Wilfredo Pareto, quien
ayudó a promover la utilización de las curvas de indiferencia.
Walras está considerado como uno de los tres originadores del marginalismo; los
otros dos son Jevons y Menger. En su Elementos de economía pura, publicado en
1874, llegó de manera independiente a los principios marginalistas básicos. También
se le acredita el hecho de haber llamado la atención de los economistas al trabajo
anterior de Cournot en esta área.
Walras desarrolló y defendió el análisis del equilibrio general, que considera las
interrelaciones entre muchas variables en la economía. Eso estaba en contraste con el
análisis del equilibro parcial utilizado por Jevons, Menger y Marshall. Así como una
piedra que se deja caer en un estanque causa círculos de olas cada vez más anchos,
cualquier cambio en la economía causa cambios adicionales que irradian hacia fuera
con una fuerza que disminuye de forma gradual. Y así como esas olas en ocasiones
llegan a la playa y a la larga rebotan para afectar al punto de impacto inicial, también
hay efectos de realimentación de los cambios iniciales que ocurren en los mercados
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individuales en la economía. Este proceso de reverberación continúa a través de todo


el sistema, hasta que el equilibrio es simultáneo en todos los mercados.
Por ejemplo, un incremento en el precio del petróleo: según el enfoque del equili-
brio parcial, si todo lo demás no cambia, se comprará una cantidad reducida de petróleo
al precio más alto y ése es el fin del asunto. Pero conviene explorar unas ramificaciones
adicionales mediante la perspectiva del equilibrio general: aumentará la demanda de
bienes sustitutos como el carbón, lo que causa probables incrementos en sus cantida-
des y precios de equilibrio; el creciente precio del petróleo hará que aumente el de la
gasolina; entonces, como la lectura de una novela, en cierto sentido, es un sustituto
para conducir por toda la ciudad, la demanda de libros podría elevarse. Por otra parte,
la demanda de bienes complementarios, como automóviles y lavado de automóviles,
disminuye a medida que aumenta el precio de la gasolina. Si las demandas de petróleo y
gasolina son relativamente inelásticas, el porcentaje del ingreso del consumidor gastado
en productos del petróleo aumentará en relación con los otros productos; esto implica
que la demanda de numerosos bienes no relacionados con el petróleo y la gasolina
puede disminuir y, por supuesto, los costos de transportación de los bienes enviados
por camión aumentarán, haciendo que los precios de esos artículos se incrementen.
Con todos esos cambios en los mercados de bienes para el consumidor, las demandas
derivadas de factores de producción se modificarán, lo que ocasionará reasignaciones
de los recursos y se necesitará menos trabajo en algunas industrias (por ejemplo, auto-
motriz) y más en otras (por ejemplo, aislamiento en los hogares); el capital también
cambiará en respuesta a las diferentes tasas de rendimiento sobre la inversión en indus-
trias diversas. Por ejemplo, los productores construirán más equipo de perforación y
plataformas mar adentro y menos gasolineras. En algún punto, los cambios producidos
por la alteración original terminarán; se habrá llegado a un equilibrio general.
La teoría del equilibrio general de Walras presenta un marco de referencia consis-
tente en las interrelaciones del precio básico y la producción para la economía como un
todo, incluyendo tanto bienes como factores de producción. Su propósito es demostrar
matemáticamente que todos los precios y las cantidades producidas se ajustan a niveles
mutuamente consistentes. Su enfoque es estático debido a que supone que ciertos fac-
tores determinantes básicos no cambian, como preferencias del consumidor, funciones
de producción, formas de competencia y programas de suministro de factores.
Walras demostró que los precios en una economía de mercado se pueden determi-
nar en términos matemáticos, considerando debidamente la interrelación de todos los
precios. La prueba rigurosa de la existencia de una solución utilizando la topología y
la teoría de conjuntos vino más adelante, con los trabajos de varios economistas, en
especial de John von Neumann, Kenneth Arrow y Gerard Debreu.
La función de la cantidad de la demanda de un bien depende del precio. Es decir, el
precio es la variable independiente, decía Walras, y la cantidad de la demanda es la varia-
ble dependiente. Esta formulación difería de la de Marshall, quien decía que el precio
es una función de la cantidad de la demanda (véase ecuación 18-2). Sin embargo, la
cantidad de la demanda de un bien incluye como variables los precios de todos los
demás bienes. Un consumidor no decidirá cuánto va a comprar de un bien sin saber
los precios de todos los otros bienes. Si hay un total de n bienes, la cantidad total de la
demanda de cualquiera de ellos está determinada por los precios de todos. La cantidad
total de la demanda para cada bien se puede representar por D1, D2… Dn , y los pre-
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cios por p1, p2… pn. De manera que se puede establecer una ecuación para cada bien,
mostrando la cantidad de su demanda como una función de todos los precios:
D1 = F1(p1, p2 . . . pn) (18-14)
D2 = F2(p1, p2 . . . pn)
....................
Dn = Fn (p1, p2 . . . pn)
En un estado de equilibrio, la cantidad de la demanda de cualquier bien particular es
igual a la cantidad suministrada. Por consiguiente, D1 = S1, D2 = S2 . . . Dn = Sn. Si la
oferta se sustituye por la demanda en las tres ecuaciones anteriores, se tiene:
S1 = F1 (p1, p2 . . . pn) (18-15)
S2 = F2 (p1, p2 . . . pn)
....................
Sn = Fn (p1, p2 . . . pn)
Si se da la cantidad suministrada y es fija, con n bienes hay n precios que son des-
conocidos. Debido a que cuenta con una ecuación para cada bien, hay n ecuaciones
simultáneas que, conforme a ciertas suposiciones compatibles con la teoría econó-
mica, son suficientes para determinar un conjunto único de precios que podrán satis-
facer al sistema. Tan pronto como se conozcan todos los precios, es posible calcular
la cantidad total de cualquier bien particular solicitado. Debido a que esta cantidad
de la demanda se satisface a los precios así calculados, se resuelve el problema de la
distribución de los bienes disponibles.
Como los conceptos del equilibrio general incluyen muchas ecuaciones y, por
consiguiente, muchas incógnitas, la solución de un sistema así se vuelve cada vez
más compleja. En el ejemplo anterior, simplemente no sabe lo suficiente acerca de la
economía para predecir la magnitud del cambio en la producción de carbón, auto-
móviles, plataformas petroleras, novelas, lavado de automóviles, etcétera, que resulta-
rán, por ejemplo, de un incremento del 10 por ciento en el precio del petróleo. Las
variables son numerosas, demasiado cambiantes y muy inciertas para calcularlas con
precisión, incluso en las computadoras modernas. Además, el análisis por lo común
supone rendimientos constantes, una ausencia de exterioridades, salarios y precios
perfectamente flexibles, una competencia perfecta en todos los mercados, etcétera.
Por consiguiente, el concepto del equilibro general de Walras ha sido en gran parte
una herramienta teórica para comprender la organización del sistema económico, más
que un modelo estadístico operativo.
Sin embargo, es importante una conciencia de la interdependencia de los fenó-
menos económicos, debido a que sin ella podría desviarse. Por ejemplo, una persona
que pierde un trabajo debido a que la industria involucrada está debilitada por bienes
importados más económicos, podría concluir de forma razonable que las importacio-
nes reducen el empleo doméstico. Esto es un ejemplo del análisis del equilibro parcial,
ver la producción doméstica y el empleo en una sola industria. Sin embargo, si estu-
dia las repercusiones de las crecientes importaciones y encuentra que incrementan el
empleo en los puertos marítimos domésticos, que los precios más bajos de los bienes
importados dejan a los consumidores con un ingreso mayor que el que se gasta en
otros productos fabricados en el país y que las exportaciones se incrementan debido a
las mayores importaciones, entonces la conclusión muy bien podría ser que las impor-
taciones no causan una reducción general en la producción y el empleo domésticos.

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