Está en la página 1de 14

“AÑO DEL BISCENTENARIO: 200 AÑOS DE

INDEPENDENCIA”

FACULTAD CIENCIAS ECÓNOMICAS Y NEGOCIOS


INTERNACIONALES (FACEN)

DATOS PERSONALES

 NOMBRES Y APELLIDOS : CYNTHIA PRISCILA SALAS PACHECO

 DNI : 45241179

 CARRERA PROFESIONAL : CONTABILIDAD

 MODALIDAD : TRASLADO EXTERNO EXTRAORDINARIO


2021

 PERIODO ACADEMICO : 2021-I S (PRIMER SEMESTRE)

 ASIGNATURA : FILOSOFIA

 DOCENTE : ROMMEL QUINTANILLA HUAMAN

 TEMA : PRINCIPALES PROBLEMAS FILOSOFICOS


LO BELLO EN SI (PLATON: 427-347 A.C)

 FECHA : 27 DE SETIEMBRE DEL 2021


ÍNDICE

LO BELLO EN SI.-PLATON (427-347 A.C)………………………………………………………………………………..1,2

PERSONAJES…………………………………………………………………………………………………………………………3

DEFINICION DE LO BELLO……………………………………………………………………………………………………..3

HIPIAS SE ENCUENTRA CON SÓCRATES………………………………………………………………………………..4

LAS TRES RESPUESTAS DE HIPIAS………………………………………………………………………………………….5, 6

LAS TRES RESPUESTAS DE SÓCRATES…………………………………………………………………………………….7, 8

IMPACTO LITERARIO Y FILOSÓFICO……………………………………………………………………………………….9

CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………………………………………………10

BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………………………………………………..11

CUESTIONARIO………………………………………………………………………………………………………………………12
LO BELLO EN SI.-PLATON (427-347 A.C)

Para nosotros algo bello, un objeto, una persona o incluso, como puede
ser una canción, tiene que ver con las formas, los colores, la melodía de
dicho objeto, persona o canción. Nuestra percepción de la belleza tiene
más que ver con lo que sostenían los sofistas, cuando aseguraban que algo
bello es lo que da placer a la vista y al tacto. A los sentidos, así que cuando
Platón habla de belleza, no se está refiriendo únicamente a aquello que da
placer sensual, que agrada a los sentidos, sino a todo lo que causa
aprobación o admiración, lo que fascina y agrada en cualquier de sus
formas.

Para la explicación de “belleza en sí” primero se necesita entender que


“en sí” es referido al concepto de idea, tomada desde la perspectiva de
Platón. Referido a que son numerosas sensaciones comprendidas en una
sola; recordando las cosas verdaderamente que vio cuando alma iba en
compañía de la divinidad, cuando las vimos a las cosas verdaderamente:
en todo su esplendor. Entonces logramos ver la belleza en sí que no será
jamás comparable a la belleza humana .La belleza en sí no nace ni muere,
no se le aumenta ni se le quita, simplemente existe siempre. Para empezar
los dioses se dejaban llevar por la “ola de deseo”, como Zeus por
Ganimedes, hasta que los conduce naturalmente al alma. A los héroes
mitológicos, como Aquiles, los hacía valerosos; haciéndolos obrar con
justicia (virtud) hasta poderse relacionar directamente con los dioses. Por
último los seres humanos, sin importar condición, se inspiran del Amor
provocando un cierto valor divino para eventualmente acercarse a ser
alguien virtuoso.

La virtud significaría estar en contacto con la verdad que a su vez está en


correlación con el alma. La verdad entonces estuvo presente cuando
caminábamos con la divinidad y las cosas se nos presentaban en sí. No
todos son capaces de recordar estas cosas en sí de una manera tan fácil,
para unos incluso es más difícil percibir cosas como la templanza, la
justicia y “lo bello es alguna cosa en sí.” Una persona enamorada con un
Amor virtuoso podrá percibir de qué forma debe obrar en relación con la
justicia y armonía (consonancia).
Cuando un poeta es poseído por una musa toma el tono de armonía,
ritmo; controlado por furor y entusiasmo crean hasta que cesa su delirio.

No todo amor nos desarrollará la virtud sino únicamente aquél Amor que
nos haga amar bellamente: un Amor virtuoso. El Amor virtuoso puede ser
diferenciado del amor pasajero pues cuando alguien ama bellamente (por
la virtud, es decir, nos es útil de forma que nos acerca la virtud) se liga
directamente con la verdad. El Amor será eterno debido a que la
motivación no es algo superficial, se está intentando aproximarse a ser
virtuoso, es decir, establecer una relación con lo divino. En cambio, un
amor pasajero existe cuando una persona se enamora por un bien, como
el dinero, que eventualmente deja de ser interesante hasta que un día
desaparece. Por tanto, es recomendable amar al más noble que al más
adinerado.

Algo muy valioso de la belleza es la única que se manifiesta


sensitivamente; de esta forma es tan poderosa como para despertar el
amor entre los seres humanos, los héroes y los dioses. Una cosa
verdaderamente bella convive y está en armonía consigo misma pues está
en su naturaleza serla en sí.
Hipias mayor, también conocido como ¿Qué es lo bello?, es uno de los
diálogos de Platón. Pertenece a la serie de los Primeros Diálogos, escritos
en la época en que el autor era aún joven.
Personajes
 Sócrates;
 Hipias de Élide, reconocido sofista, nativo de Élide. Conocido en
toda la Grecia antigua, fue reputado por dominar la matemática, la
astronomía y la retórica; presumía de poder hablar de cualquier
tema en Olimpia sin preparación. Es presentado por Platón, algo
caricaturizado, como vanidoso, cerrado y de limitado intelecto;
como también lo es en el Hipias menor.

DEFINIR LO BELLO
En el Hipias mayor, Sócrates e Hipias de Élide intentan precisar y
encontrar una definición de lo "bello" o lo "bello en sí" pero están
destinados a fallar debido a su falta de habilidad para formular una
respuesta que abarque el concepto completo. Se ha dicho que la
problemática filosófica que presentaría Platón aquí, lejos de ser estética,
sería la de la definición. Así, podemos catalogar estos primeros diálogos
como aporéticos, pero no como un impasse, sino, que más bien, lejos de
paralizar, es una herramienta para los cuestionamientos, sirve de escalera
para salir del pozo, como llave para abrir las cadenas mentales de la
discusión filosófica.

Sin embargo, la concepción griega de la belleza difiere de la actual, ya que


es mucho más amplia. Al decir belleza los griegos se referían también a la
belleza estética pero en mucho mayor grado a principios como la bondad,
la justicia, la rectitud, etc.

Hipias se encuentra con Sócrates


Hipias de Élide, cuyas empresas lo han llevado lejos de Atenas por un buen
tiempo, llega a la ciudad para dar una conferencia en la Escuela de
Pheidostratus en los siguientes días. Se encuentra con Sócrates, quien le
pregunta por qué un hombre tan importante y sabio como Hipias ha
privado a los atenienses de su presencia por tanto tiempo.

Entonces el gran sofista explica que, se debe a que en su ciudad natal Élide
eran necesarios sus servicios, y se le han confiado varias importantes
misiones diplomáticas en diferentes ciudades; notablemente en Esparta.
De esta forma, Sócrates pergeña una discusión con Hipias de Élide, el cual
se asume como sabio y no sólo eso, llega a proclamarse superior a
cualquiera y lo demuestra mediante las grandes cantidades de dinero que
ha conseguido enseñando sus conocimientos a lo largo de la magna
Grecia. Bajo este contexto, y fiel a su forma de ser, el originario de
Alópece se siente emocionado por estar frente a una persona tan sabia
que lo podrá sacar de sus dudas y contestará sin problema sus
cuestionamientos.

¿Podría la aplicación excesiva de la ley llevar a la ilegalidad?


Irónicamente, Sócrates asiente que todo eso es admirable. Y si Hipias ha
pasado la mayor parte de su tiempo en Esparta, pregunta entonces,
¿debería él estar donde gana más? Hipias replica: él no tocó el obolus ahí.
No fue porque los espartanos deseasen la mejor educación posible para
sus hijos, y no porque no comprendiesen el verdadero valor de Hipias. La
única razón fue que "no es costumbre heredada de los lacedemonios el
cambiar sus leyes o educar a sus hijos en forma diferente de la habitual."

Sin embargo, como Sócrates enfatiza, la ley está hecha precisamente para
la utilidad y felicidad de los ciudadanos, dos cosas a las que Hipias habría
podido contribuir grandemente. Por estar demasiado aferrados a la ley y
al rechazar los servicios de Hipias, los espartanos contradicen el objeto de
sus propias leyes y por lo tanto esto se podría considerar como algo ilegal.
Hipias, adulado así convenientemente, asiente a Sócrates. Éste entonces
le pregunta cómo, sin embargo, tuvo él tanto éxito en esta severa ciudad
de Laconia. No fue, responde Hipias, por sus conocimientos de aritmética
o de astronomía, sino que "les place oír hablar de las genealogías de los
héroes y de los hombres, Sócrates, y de las fundaciones de las ciudades en
épocas antiguas y, en breve, sobre la antigüedad en general aquellas cosas
bellamente perseguidas"

Sócrates revela su problema


Sócrates está contento de que Hipias haga memoria de las cosas bellas,
pues éste es el tema que le interesa. Mientras se critica la belleza o la
fealdad de parte de los discursos, Sócrates reclama haber sido acosado
recientemente por un conocido suyo, que le reprobó por no conocer
realmente la definición de la belleza.
En seguida proclama estar encantado pues finalmente, alguien tan
competente como Hipias podrá dar su opinión sobre la naturaleza de la
belleza. El gran sofista, adulado, no se opone; y es aguijoneado por
Sócrates, que le ofrece la réplica en la discusión por medio de asumir, en
un acto literario, el papel del "insolente" acusador, que no es otro que su
conocido demonio o conciencia. Este juego de roles por parte de Sócrates
se agrega a la naturaleza cómica del diálogo, permitiéndole que se mofe
de Hipias de un modo que en otras circunstancias no sería aceptable.

Las tres respuestas de Hipias


Primera definición: La belleza es una hermosa joven
Por primera respuesta, Hipias nos muestra que no entiende nada de lo
que le pide su interlocutor: "Para estar seguros, Sócrates, si debo decir la
verdad, una hermosa joven es bella. Sócrates estima, con su usual ironía,
que esta es una respuesta brillante. Pero, ¿no puede decirse que una lira,
un caballo o incluso una olla son bellos? Claro que la más bella de las ollas
no tiene comparación con una hermosa mujer, pero, a su vez, ¿qué es la
belleza de una dama en comparación con la de una diosa?
En breve, hay un infinito número de cosas bellas además de bellas
mujeres. En cualquier caso, ésta no es realmente la pregunta; no es una
pregunta acerca de saber cuáles cosas son bellas y cuáles no, sino de
definir qué es aquello que las hace bellas.
Segunda definición: La belleza es oro
La segunda respuesta ofrecida por Hipias es la siguiente: "Esto que me
preguntas, la belleza, no es sino el oro.Pues todos lo sabemos, creo,
dondequiera que se añada, incluso que aquello que parezca feo parecerá
bello si está adornado con oro. Aquí Hipias ha reconocido que lo bello es
algo único que aplicado a las cosas las hace bellas, pero sigue
particularizando la cuestión con ejemplos concretos.

Sin duda, responderá Sócrates, pero, ¿qué es lo que hace así a la gran
estatua de Atenea en el Partenón? Esta obra maestra de Fidias está hecha
de marfil y piedras preciosas, no de oro. Y sin embargo la estatua es
magnífica.

Además, tanto el oro como cualquier otro metal precioso sólo otorga
belleza si es usado correcta, o “convenientemente”. En el caso de la olla,
por ejemplo, ¿cómo se podría decir que una cuchara de madera o una de
oro será mejor para revolver, o cuál de ellas será la más bella

Tercera definición: La belleza es ser rico y respetado


Esta vez, Hipias cree entender: Sócrates quiere saber qué cosa ningún
hombre encontrará fea.
Pero una vez más, no llega a responder concretamente: "por todas
maneras y en todas partes lo más bello para un varón es ser rico, estar
sano y honrado entre los griegos, llegar a viejo y, después de haber
atendido bellamente a sus parientes muertos, ser enterrado por sus
propios hijos en bello y magnifico sepulcro."

Sigue a continuación una escena muy cómica, en la que Sócrates muestra


el miedo de ser castigado con una varilla por su acosador si le contestase
con tal respuesta. Si es bello, por ejemplo, dar las honras fúnebres a los
padres y recibirlas de los hijos. Entonces, ¿qué de Aquiles o Hércules?
¿Hubiese sido bello para estos dos héroes, hijos de inmortales, enterrar a
sus parientes? ¿Acaso entonces no habría belleza en sus vidas porque sus
descendientes no los enterraron? La belleza en este sentido entonces se
aplica a los hombres ordinarios, pero sería fealdad para héroes y dioses.
La definición entonces todavía es incorrecta.

Las tres respuestas de Sócrates


Primera definición: la Belleza es lo que es apropiado
Cansado de los errores de Hipias, Sócrates ofrece una definición a su
turno, que él dice guardaba de su famoso contradictor: La belleza es
simplemente lo que es apropiado.

Esta respuesta satisface a Hipias. Pero es preciso un examen adicional: en


primer lugar, ¿es la conveniencia lo que hace a las cosas bellas, o
simplemente las hace aparecer como bellas? La segunda hipótesis es
tentadora: incluso un hombre ridículo, vestido con ropa bella, aparecerá
más hermoso. Pero interiormente seguirá siendo ridículo; así, lo
apropiado y lo bello no es lo mismo. Es más, la belleza estaría falseando la
realidad.

Hipias sugiere que la conveniencia proporciona al mismo tiempo la


realidad y el aspecto de la belleza. Pero entonces, nada podría ser menos
seguro; si todo fuera así de simple, los ciudadanos y los políticos no
tendrían que discutir más para decidir qué acción sería la más bella.

Segunda definición: la belleza es lo útil


Sócrates propone una solución: ¿si es bello, es útil?
Pero he aquí que salen a la superficie varios problemas: es mediante el
poder que los hombres hacen cosas útiles. Sin embargo, como también es
bien sabido, el poder puede servir tanto para el mal como para el bien. Y
como no es deseable calificar las acciones bellas como malas, no se puede
aceptar que lo bello es lo útil.

Lo que requiere que la definición sea nuevamente enfocada; la belleza es


solamente la utilidad en tanto es eficaz para la realización de los fines
buenos, o a aquellos que son "favorables" o “provechosos”.

Identificar lo bello y lo favorable conduce a una paradoja: dado que lo


bello sería la causa del bien y se está tratando decir que “lo bello es el
bien” o “aquello útil al bien” se estaría identificando la causa con su efecto
y concluyendo que la causa es origen de sí misma. Desde aquí deben
concluir que “tampoco lo bello es lo bueno, ni lo bueno es lo bello” ; una
aserción que, sin embargo, no los satisface.

Tercera definición: la belleza es el placer que viene de ver y oír


Para concluir, Sócrates trae una definición final; a primera vista muy
asombrosa: y qué si dijésemos que lo bello es lo que nos hace sentir
felices?; no me refiero a todos los placeres, sino al que nos da felicidad
mediante la audición y la vista."

Esta hipótesis, si bien atractiva, según Sócrates mismo contiene un


defecto fundamental; que ignora la belleza de los placeres más nobles,
referida a las ocupaciones de los estudiosos o al estudio de las leyes.
Por otro lado, parece llamativo que sólo los sentidos de la vista y el oído
sean considerados. ¿Es ésta un modo someterla al sentido común, en la
que el tacto, el gusto y el olfato son de alguna manera más vergonzosos y
bajos que los otros sentidos?
Agotado por las muchas sutilezas que en última instancia e inútilmente
han considerado, Hipias reprende a Sócrates y le exige a que en lugar de
"meras palabras y absurdos" admita que "lo bello y digno de estimación es
ser capaz de ofrecer un discurso adecuado y bello ante un tribunal, o ante
el Consejo o cualquier otra magistratura en la que se produzca el debate,
convencer y retirarse llevando no estas nimiedades, sino el mayor premio,
la salvación de uno mismo, la de sus propios bienes y la de los amigos.

Sócrates, tomándose una licencia, finge sentirse mal por la situación,


arrinconada entre los ataques de Hipias y las de su misterioso acosador.
Como única certeza, con sentido del humor concluye que, ahora puede
comprender mejor el viejo proverbio griego "las cosas hermosas son
difíciles".

IMPACTO LITERARIO Y FILOSÓFICO


Puede impactar o sorprender al lector que la definición que identifica lo
bello con lo útil sea refutada en el diálogo, dado que ésta corresponde
muy bien con la visión histórica de Sócrates. Pero, como sucede en
Cármides, Lisias y Eutifrón, el Hipias Mayor tiene una virtud "anatréptica"
o auto-censurable, el propósito del autor es revelar los fallos de las
opiniones comúnmente aseveradas, sin necesariamente ofrecer una
solución, algo que se asume para los posteriores textos.

En términos de desarrollo filosófico, el Hipias Mayor no es mucho más


avanzado que los otros diálogos tempranos. El concepto de "bueno en y
por sí mismo", aunque sólo en forma oblicua, hace su primera aparición
en esta obra. Sin embargo el pensamiento platónico aún no está
desarrollado completamente: no hay, por ejemplo, rastros de la idea de la
"reminiscencia" expuesta en el Menón y el Fedro, en el que las almas
adquieren el conocimiento del concepto de "Belleza" y de "Bondad" en el
transcurso de su marcha hacia el más allá.

Es en el plano literario que el Hipias Mayor es muy notable. El diálogo se


puede leer tanto como un trabajo filosófico serio, o como una comedia
satírica ligera con dos actores. La astucia de Sócrates en refugiarse bajo la
autoridad de un tercer supuesto protagonista para dar una penetrante
crítica a Hipias, dota al diálogo de gran humor y le da mucha vitalidad.

CONCLUSIÓN

Como conclusión puedo entender que la belleza en sí está presente pero


nosotros sólo somos capaces de percibirla a través de los sentidos. Por
medio del Amor es posible llegar a la virtud, aunque definitivamente no es
fácil conseguirlo. No es posible definir a la belleza en sí ya que acercarse a
la virtud es algo difícil inclusive el mismo Platón, por medio de Sócrates,
concluye “las cosas bellas son difíciles.”
BIBLIOGRAFIA
 pagina-catolica.blogspot.com.es
 Platón (2003). Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Volumen I:
Apología. Critón. Eutifrón. Ion. Lisis. Cármides. Hipias menor. Hipias
mayor. Laques. Protágoras. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-
249-0081-6.
CUESTIONARIO

1. Qué es lo bello para Sócrates?

Lo bello, según los ejemplos que Sócrates añade, se reconoce como algo que
siempre acontece “para algo”, y de tal modo que lo bello resulta útil, en la
medida que el fin se encuentra ya a la vista en referencia a su cómo, dónde y
cuándo. La utilidad muestra lo bello en su situación.

2. ¿Qué es la belleza para Platón?


Platón equipara la belleza a la verdad y la bondad, sin elevarla por
encima de ellas. En un diálogo de Hipias, el filósofo tomó en consideración
cinco definiciones de lo bello: lo conveniente, lo útil, lo que sirve para lo bueno,
lo que da placer a vista y oídos y la grata utilidad.

3. ¿Qué es Hipias ?

El Hípias Mayor o de lo bello es un dialogo, escrito por Platón, entre Hípias


(afamado sofista y embajador) y Sócrates (Filósofo), es el primer dialogo
platónico que trata sobre lo bello, la belleza es el tema principal y fundamental
del dialogo.

También podría gustarte