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Ordenanza No. 43 de 1990: "37.10 Comportamiento ético.

Teniendo en cuenta las funciones sociales que implica su profesión, los


contadores públicos deben evitar cualquier comportamiento que pueda tener
un impacto negativo en su reputación o repercusiones de alguna manera para
hacer que su profesión tenga perdió su reputación. Sus acciones públicas y
privadas siguen los más altos preceptos de la moral universal ".

Esta es una disposición básica y muy importante. Según esta disposición, las
obligaciones éticas no se limitan a las especificadas en las leyes, leyes o
reglamentos, sino que también deben incluir “(…) los más elevados
preceptos de la moral universal (…)”, la palabra clave es "general". Todas
las organizaciones contables del mundo tienen comportamientos esperados o
comportamientos rechazados, que pueden verificarse sistematizando sus
diferentes reglas éticas. Por lo tanto, todas las organizaciones contables
quieren defender la reputación de la industria y, por lo tanto, rechazar
cualquier acción que desacredite la reputación de la industria. En los tiempos
modernos, sobre la base de la buena reputación de la profesión, se ha
desarrollado profundamente la necesidad de aumentar la confianza pública.
Cuando se descubre la negligencia o descuido de la profesión, o incluso
cuando se concede una patente por comportamiento malicioso, dicho daño
será grave herido. Violar o burlar la ley.

Otro tema señalado por la normativa anterior es que el comportamiento ético


es responsabilidad del "conducta en lo público y privado" de los contadores.
Por tanto, esta responsabilidad va más allá del ámbito del trabajo profesional
y de las actividades sindicales (y también implica la ética), e involucra la vida
privada de los profesionales. Para una persona que ha perdido la verdad en
su vida privada, es imposible ganarse la confianza del público, porque la
integridad moral no puede ser intermitente dependiendo de la situación  

Se puede observar que la legislación colombiana trata sobre la ética que


trasciende el trabajo profesional, por ello se formuló e incorporó a la Ley de
Contabilidad de Colombia el "Código de Ética del Contador" a través del
Decreto de Gestión No. 0302 de 2015. En este caso, no hay motivo de
incompatibilidad o nulidad. Por lo tanto, con una hermenéutica adecuada, las
normas superiores y las normas derivadas pueden operar armoniosamente
sin mucha dificultad.

El sistema de ética contenido en el Capítulo 4 de la Ley No. 43 de 1990


consta de seis epígrafes, basados en 10 principios, “(...) será aplicado por los
contadores públicos en las tareas más sencillas y complejas, y no hay
excepciones. (...) y "(...)" solo son aplicables a todos los contadores,
independientemente de la naturaleza de sus actividades o de la profesión que
hayan cultivado (...), solo como parte del mencionado Código

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