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Año: 2010
El capítulo 3 del libro Sin Fines De Lucro de Martha Nussbaum tiene como fin abordar
en la reflexión de la educación que se brinda en los niños y jóvenes de la sociedad, ya
que cada día vemos diferentes situaciones dignas de rechazo, a diario vemos actos de
discriminación, humillación y miles de situaciones como estas.
Siempre buscamos la raíz del problema fuera de nosotros mismos y hasta justificamos
queriendo decir que algunas veces la culpa si es nuestra, pero que solo hemos actuado
en defensa propia. Toda persona dice que el querer ser mejores ciudadanos es una
exigencia, pero no nos cuestionamos ¿Qué hace cada uno para serlo? Ninguna sociedad
es pura afirma Nussbaum, pero podemos cambiarla y transformarla. ¿Cómo se adquiere
entonces la capacidad del respeto y la igualdad democrática? Se plantea también la
autora y cita a Rousseau con su obra Emiliano, donde no consideraba que el niño fuera
malo por naturaleza, sino que buscaba más bien los instintos naturales del amor y
comprensión y que la debilidad y carencia del niño generan una dinámica que puede
causar deformaciones éticas y conductas crueles.
Básicamente debemos saber qué sociedad tiene su propia cultura, normalmente aceptada
por todos, pero también es cierto que en muchas ocasiones los errores del pasado se
repiten y se adquieren hábitos de poder y discriminación, cada género (masculino y
femenino) se apoya en el cual pertenece, lo entiende y lo comprende, en cada una grupo
y una manera particular de verse a sí mismos. Algunos creen que la única forma de
prosperar es ser perfecto y controlar todo, fundamentos que se fomentan desde la niñez.
Pese a todo esto Nussbaum, propone varias formas de transformar la educación, la cual
debe ser abierta en todos los aspectos socio-culturales y darle a entender al individuo
que los sentimientos como la indefensión, la impotencia, la vergüenza, la repugnancia y
la comprensión son afrontables e indispensables para su desarrollo social e intelectual y
donde la educación juega un papel muy importante con el individuo desde su temprana
edad fortaleciendo su propio criterio y logrando su adaptabilidad con la sociedad. La
escuela es quien debe garantizar un cambio social, en la que esta pueda desarrollar la
capacidad en los estudiantes de ver el mundo desde la perspectiva del otro. Fomentar el
conocimiento de las humanidades e intensificar en materias relacionadas con este tema,
de esta forma su comportamiento será más integro tanto socialmente como
mentalmente. Con propuestas como actividades creativas y recreativas donde mejore la
relación con su entorno, sin dejar de lado la importancia de la investigación para
solucionar aun mejor los aspectos del conocimiento en las diferentes áreas de la vida.