Computadoras moleculares

Las computadoras moleculares encuentran su origen en 1994 y llevan a cabo lo que se conoce como “Computación basada en ADN”, un proceso que permite
utilizar moléculas de ADN en lugar de procesadores de silicio, aunque actualmente se encuentra en etapas más bien tempranas por lo que su uso más frecuente
es solo teórico, a nivel práctico la computación convencional sigue siendo una opción más eficiente. El ADN es una molécula que almacena diversa información y
la nanotecnología y la biotecnología han realizado grandes avances que permiten que la fabricación de procesadores con ADN sean una realidad, un
descubrimiento que tiene múltiples aplicaciones.
La optogenética
La optogenética combina la genética junto a distintos métodos ópticos que permiten controlar determinados factores en las células del tejido vivo humano. La
técnica fue desarrollada a principios de la década de los 2000 y resulta fascinante dado que permite el control de la actividad neuronal en las neuronas
individuales. La técnica de neuromodulación permite también la medición de dichas manipulaciones a tiempo real. Dada su relevancia en el ámbito científico fue
escogido “Método del año” por la Nature Methods en 2010.
Miembros biónicos
La biónica ha experimentado un elevado desarrollo en un breve espacio de tiempo, hecho que ha permitido notorios avances y beneficios para la sociedad. Cabe
señalar que parte de la biónica tiene como objetivo encontrar soluciones a problemas biológicos, como es el caso de crear implantes tecnológicos capaces de
adecuarse a la parte orgánica de un cuerpo. El brazo de Luke, por ejemplo, desarrollado por Dean Kamen, es un brazo robótico e inteligente que se controla
mediante una palanca que se acciona con el pie y se retroalimenta de vibración sobre la fuerza de agarre de la mano.
Interfaces de cerebro computarizadas
Las BCI (Brain Computer Interfaces) han experimentado grandes avances durante estos últimos años. Hablamos de un tipo de tecnología desarrollada
recientemente la cual tienen la capacidad de percibir ondas cerebrales, procesarlas, interpretarlas y ante ello interactuar con el exterior. Hablamos por tanto de un
dispositivo que logra leer nuestros pensamientos, interpretarlos y permitir que otro sistema tecnológico lo lleve a cabo en una acción real de nuestro entorno. Una
ciencia que puede ser aplicada en  la mejora de pacientes con lesiones graves, como lesiones en la médula espinal, apoplejía, o diversas enfermedades
cerebrales.
Los androides
El primer robot fue creado en 1738 por Jacques de Vaucanson y desde entonces esta idea ha experimentado una revolucionaria innovación. Actualmente, el
desarrollo de la robótica es cada vez más intenso, con androides más realistas y complejos y con grandes aplicaciones para el mundo actual. Ejemplo de ello fue
la presentación de un clon robótico de sí mismo llevada a cabo por Hiroshi Ishiguro (director del Laboratorio de Robótica Inteligente de la Universidad de Osaka,
Japón)  En el congreso mundial Global Future 2045 que se llevó a cabo en junio de 2013. De hecho, aunque son muchas, cada vez son menores las diferencias
entre la especie humana y el androide.