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cuadernos

de arquitectura

mesoamer1cana número 5 • septiembre 1985

UNAM

0
·;t~'" DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO - FACUL TAO DE ARQUITECTURA
cuadernos núme r o S-septiembre 1985
de arqui tectura ARQUITECTURA MAYA 2
mesoamericana
Índice
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO
FACULTAD DE ARQUITECTURA,· UNAM
EDITORIAL .... . ........... ..... ........... . .............. . ................. . 1
Editor: Paul Gendrop
English .............. .......... .............. . • .......... , .. . .... . .. • ....... 2
Co nsejo editorial: Francais .......•.. . ........................................... · · .. · · · · · · · · · · 2

Jestis Aguirre Cárdenas ARQUITECTURA DOMÉSTICA EN EL ÁREA MAYA:


Alberto Amador Sellerier EL FORMATIVO TARDÍO Y EL CLÁSICO
Gcorgc F. Andrews Linda Manzanilla y Antonio Benavides ........................... . ............. . 3
Alfredo Barrera Rubio
Marvin Cohodas LOS CHULTUNES DE LA REGIÓN SERRANA DE YUCATÁN
Beatriz de la Fuente Renée Lorelei Zapata Peraza .................................... • .............. 17
H . Stanley Loten
Horst Hartung TIGRE TRISTE, UN SITIO RECIENTEMENTE
Miguel León Portilla DESCUBIERTO EN LA REGIÓN DE RÍO BEC
Jaime Litvak King Paul Oendrop, Víctor Rivera G.,
Karl Herbert Mayer Juan Antonio Siller C. y Alejandro
Mary E. Miller 25
Villalobos P ........................ · ..... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
Ernesto Velasco León
Rrdaccíón y diseño gráfico: RECONOCIMIENTO ARQUITECTÓNICO EN
LA REGLÓN DE RÍO BEC, CAM P ECHE, MARZO
Paul Gendrop, Rosa Moncayo, Gerardo 1985. CONSIDERACIONES GENERALES
Ramirez, Juan Amonio Siller y Alejandro George F. Andrews, Paul Gendrop,
Villalobos P. Víctor Rivera G., Juan Antonio
Impresión: Offset Comercial Policromo, S.A. Siller C. y Alejandro Villalobos P ... . .. • ....................... • .. ... ... .. ...... 35
Médicos N° 23, Col. Sifón CP. 09400, México,
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS
D. F.
DEL PUUC FLORECIENTE (ficha técnica}
George F . Andrews, Paul Gendrop
Tlraje: 3000 ejemplares y Juan Antonio Siiier C .................................. . ......... ... .. .•... . . 47
Distribución:
DESIGNATION OF ARCHITECTURAL ENTITIES
En las librerías dependientes de la Distribuido- H. Stanley Loten . ................ . ........... . .................. ..... ....... . 51
ra de Libros de la UNAM (Centro Comercial
C.U., Centro Cultural Universitario C.U.,
Librerías Insurgentes, Minería y otras), en las EL JAGUAR DE CHICHÉN ITZÁ, UN
librerías del INAH (Córdoba 45, El Carmen, MONUMENTO OLVlOADO
Aeropuerto, Tepotzotlán, y en los Centros Re- Daniel Schávelzon .......................... . ................ • ................ 55
gionales de Mérida y de Campeche}, en las Es-
cuelas de Arquitectura de Mérida y Guana-
juato, y en la Casa de la Cultura de Aguasca- EARLY PUUC ARCHITECTURE: BUILDING$
liemes. WITH "BROKEN" MEDIAL MOU LDINGS
George F. Andrews .......................................... • ................ 59
Precio del ejemplar: 600 pesos M.N.
Ejemplar atrasado: 600 pesos M.N.
Precio en el extranjero: 1000 pesos EL CARACOL DE COZUMEL: UNA PEQUEÑA
ó 4.00 U.S. dollars. MARA VILLA DE LA ARQU ITECTURA MAYA
Daniel Schávelzon ............................................ . .. . ........... . 75
Con porte pagado por via de superficie:
850.00 pesos M.N. en la República
SEMBLANZA (sobre Teoberto Maler) ....... . .. . .............' ................... . 83

Notas: EVENTOS ................................. ··································· 93


INVESTIGACIONES EN PROCESO Y PUBLICACIONES ......... . ..... . ........ . 94
Los artículos deberán ser redactados en espa-
l'lol y acompal'lados de un breve resumen en
inglés, o bien en inglés con resumen en espal'lol. PRÓXIMOS NÚME ROS
Serán dirigidos al Seminario de Arquitectura
Prehispánica. Apartado Postal 20-442, San ARQUITECTURA MAYA 3
Angel, Delegación Alvaro Obregón, 01000,
México, D.F. ARQUITECTURA DEL GOLFO 1
El consejo editorial se reserva el derecho de
selección. Autoriza la reproducción parcial de ARQUITECTURA DE OAXACA 1
artículos a condición de que se cite la fuente.
No se devolverán originales. PRESENCIA PREHISPÁNICA EN LA ARQUITECTURA MEXICANA
39. MOUNDS 9 AN D 10 AT MIRADOR,
CHIAPAS MEXJCO, by Pierre Agrioier.
1975. 104. pages, 89 figures. $4.50.

40. MESOAMERICAN COMMUNICATION


ROUTES ANO CULTURAL CON-
TACTS, edited by Thomas A. Lee, Jr. and
Carlos Navarrete (20 symposium papees by
various authors). 1978. 265 pages, 36 figu-
res, 19 tables. $12.50.

41. THE CHANTUTO PEOPLE: AN


34. MOUND 4 EXCAVATlONS AT SAN ARCHAIC PERIOD SOCIETY OF THE
ISIDRO, CHIAPAS, MEXJCO, byThomas CHIAPAS LITTORAL, MEXICO, by
A. Lee, Jr. 1974. 88 pages, 58 figures. $4.00. Barbara Voorhies. 1976. 147 pages, 80 figu-
res, 27 tables. $7.50.
35. THE OLMEC ROCK CARVlNGS AT Pl-
JIJ!APAN, CHIAPAS, MEXICO, ANO 42. A SACRIFICIAL MASS BURIAL AT Ml- 47. TZUTZUCULI: A MIDDLE PRECLAS-
OTHER OLMEC PIECES FROM RAMAR, CHIAPAS, MEXICO, by Pierre SIC SITE ON THE PACIF!C COAST OF
CHIAPAS ANO GUATEMALA, by Carlos angrinier. 1978. 52 pages, 39 figures. $3.00. CHIAPAS, MEXICO, by Andrew J.
Navarrete. 1974. 26 pages, 25 figures. $2.00. Mc.Donald. 1983. 73 pages, 58 figures.
$4.'00.

48. THE EARLY OLMEC HORIZON AT MI-


RADOR, CHIAPAS, by Pierre Agrinier.
1984. ca. 100 pages, 58 figures. $4.50.

49.PASO DE LA AMADA: ANO EARLY


PRECLASSIC SITE IN THE SOCONUS--
CO, CHIP AS, by Jorge Fausto Ceja Teno-
rio. 1984. ca. 115 pages, 61 figures. $5.00.

SO.CULTURE HISTORY IN SOUTHERN


CHIAPAS, MEXICO: A SYMPOSIUM,
edited by Susanna M. Ekholm and Gareth
W. Lowe (13 papers by various authors).
36. THE LINGUISTIC, GEOGRAP H IC, Forthcoming.
43. THE ARCHAEOLOGICAL CERAMICS
ANO DEMOGRAPHIC POSITlON OF OFCHI NKULTIC, CHIAPAS, MEXICO,
THE ZOQUE OF SOUTHERN MEXICO, by Joseph W. Ball. 1980. 132 pages, 63 fi-
by Norman D. Thomas. 1974. 52 pages, 45 gures. $7 .SO.
45 figures. $3.00.
44. PAMPA EL PAJON, AN EARLY Co ntraportada: Detalle de la fachada princi-
37 MOUND lA, CHIAPA DE CORZO, MIDDLE PRECLASSIC ESTUARINE SI- pal, aJa oeste, edificio 11 de Hormiguero, Cam-
CHIAPAS MEXICO, by Pierre Agrinier. TE, CHIAPAS, MEXICO, by Maricruz peche. Foto Juan Antonio Siller C., marzo
1975. 43 pages, 37 figures. $2.50. Paillés H. 1980. 119 pages, 66 figures. 1985.
$7.00.

46.1NVESTIGATIONS AT EDZNA, CAM- UNIVERSIDAD NACIONAL


PECHE, MEXICO; VOLUME 1, PART 1: AUTÓNOMA DE MÉXICO
THE HYDRAULIC SYSTEM, by Ray T.
Matheny, Deanne L. Gurr, Donal W. Fors- RECTOR
yth, and F. Richard Hauck. 1983. 239 pa- Dr. Jorge Carpizo
ges, 172 figures. SECRETARIO GENERAL
38. THE EARL Y PRECLASSIC BARRA Dr. José Narro Robles
PHASE OF ALTAMIRA CHIAPAS: A INVESTIGATIONS AT EDZNA, CHAM- SECRETARIO GENERAL
REVIEW WITH NEW DATA, by Gareth PECHE, MEXICO; VOLUME 1 PART 2: ADMINISTRATIVO
W. Lowe. 1975. 39 pages, 20 figures. $2.00. MAPS, by Ray T. Matheny, Deanne L. Ing. José Manuel Covarrubias
Gurr, Donald W. Forsyth, and F. Richard SECRETARIO DE LA RECTORIA


Hauck. 1983. 17 three-color maps, folded Act. Carlos Barros Horcasitas
and boxed. ABOGADO GENERAL
Lic. Eduardo Andrade Sánchez
lNVESTIGATIONS AT EDZNA, CAM- DIRECTOR DE LA FACULTAD
PECHE, MEXICO; VOLUME 2: CERA- DE ARQUITECTURA
MICS, by Donald w. Forsyth. 249 pages, Arq. Ernesto Velasco León
38 figures. JEFE DE LA DIVISIÓN
(Paper 46, Volumes 1 (Parts 1 and 2) and 2 DE ESTUDIOS DE POSGRADO
sold on only as a set; $25.00) Mtro. Xavier Cortés Rocha
en este número:
ARQUITECTURA MAYA 2

autores l. manzanilla • a. benavides • r. l. zapata p. •


p. gendrop • v. rivera g. • j. a. siller • a. villalobos •
g. f. andrews • h. s. loten • d. schávelzon • k. h. m~yer

ISSN 018S-S113
EDITORIAL

Dedicado a la arquitectura maya, el presente número empieza con un estudio de


Linda Manzanilla y Antonio Benavides sobre arquitectura doméstica prehispá-
nica en Cobá, un tema particularmente interesante para entender ciertos aspec-
tos de la vivienda -y de la sociedad- en la península de Yucatán, desde hace
más de un milenio. Le sigue una monografía de Renée Lorelei Zapata sobre los
chultunes de la región Puuc.

Viene luego una secuencia de tres artículos en cuya realización participaron,


en una medida u otra, George F. Andrews, Paul Gendrop. Víctor Rivera, Juan
Antonio Siller y Alejandro Villalobos. El primero presenta un sitio de reciente
descubrimiento hacia el extremo suroeste de la región de Río Bec, llamado Tigre
Tistre por su descubridor Edward Kurjack, y analizado aquí por vez primera,
con sus hermosos mascarones y otros sugestivos rasgos. El segundo reúne, a ma-
nera de consideraciones generales, algunas de las observaciones realizadas por
cada uno de sus participantes a raíz del reconocimiento arquitectónico que
dicho grupo llevó a cabo en el pasado mes de marzo en aquella región de Río
Bec, tanto en Tigre Triste como en otros sitios. El tercero -nuestra acos-
tumbrada "ficha técnica"- consiste en una presentación de los elementos
característicos de la arquitectura "Puuc floreciente", en torno a la versión bilin-
güe de la ficha análitica que ha elaborado el profesor G. Andrews para su estu-
dio de edificios mayas, en especial los de la península de Yucatán.

A continuación sigue un ensayo de H. Stanley Loten sobre nomenclatura de


estructuras prehispánicas, basado en su profunda experiencia de campo. Y entre
dos breves artículos de Daniel Schávelzon sobre la -casi olvidada- escultura
de jaguar de Chichén Itzá y el "Caracol" de Cozumel, viene un ensayo de G.
Andrews sobre edificios de estilo esencialmente "Puuc temprano" cuyo rasgo
común consiste en una moldura media que se quiebra encima de algunos vanos.

Este número se cierra finalmente con una consistente y hermosa reseña de


Karl Herbert Mayer sobre uno de los más grandes exploradores del área maya:
Teoberto Maler.

El editor

Portada: Panel de mascarones en edículo infe-


rior en la parte suroeste del edificio 11 de Hor-
miguero, Campeche . Contraportada: Ángulo
sureste del mismo. Fotos Juan Antonio Siller
C. Nota: Salvo indicación expresa, las ilustra-
ciones de cada artículo son de los respectivos
autores de éstos.
Izquierda: Detalle de rosetón en estuco ador-
nando la base de una banqueta en el interior del
aposento 6 del edificio XX de Chicanná, Cam-
peche. Foto Juan Antonio Siller C.

The present issue of Cuadernos, which deals with Maya Architecture, covers a
wide diversity of subjects, from domestic dwellings and underground chu/tuns
for water storage, to the biography of Teobert Maler, one of the greatest explo-
rers of the Maya area. It also includes the architectural analysis of Tigre Triste,
a recently explored site in the Río Bec region, and a progress report of a wider
architectural reconnaissance in that area, followed by a detailed list of late classic
Puuc traits, and an essay on the designation of Maya architectural entities in ge-
neral. Finally, together with two short essays on the jaguar sculpture from
Chichén Itzá (an almost forgotten element) and on the "Caracol" of Cozumel,
comes a thorough analysis of the "Early Puuc" structures which possess "bro-
ken" medial mouldings above doorways.

The editor

Dans ce numéro de nos Cuadernos, consacré a l'architecture maya, nous


offrons une vaste diversité de sujets allant de la hutte familiale et des chultunes
on citernes souterraines, a la biographie de Teoberto Maler, l'un des plus grands
explorateurs de la zone maya. Il comprend également une étude architecturale de
Tigre Triste, un site récemment exploré dans la région de Río Bec, ainsi qu' un
rapport concernant la reconnaissance effectuée dans plusieurs autres sites de la
meme région, suivi d'une liste détaillée des traits caractéristiques du style Puuc
de la période classique "terminale", et d'un essai sur la nomenclature des cons-
tructions mayas en général. Finalement, en compagnic de deux courts articles
sur la sculpture d'un jaguar de Chichén Itzá (un chef-d'oeuvre pratiquement
oublié) et le "Caracol" de Cozumel, vient une analyse consciencieuse des édifi-
ces de la période "Early Puuc" ayant en commun la caractéristique de posséder
une moulure médiane qui se "brise" au-dessus de certaines des portes .

L'éditeur
2
ARQUITECTURA DOMÉSTICA EN EL ÁRE'A MAYA:
EL FORMATIVO TARDÍO Y EL CLÁSICO

Linda Manzanilla y Antonio Benavides *

Household archaeo/ogy is beginning to permeate areas where traditional archae


ology focused mainly on public architecture. The Lowland Maya Region now
offers data relevan! to domestic construction techniques, house form, roofed
surface, activity areas, household size and type, and patio groups.
In 1983 and 1984, the Cobá Project obtained new data on patio groups and ac-
tivity areas, through extensive excavation of two domestic units. Jts main goal
is to understand the role of the population, especial/y the household units, in
the productive and distributive activities of the urban center.

Hablar de arquitectura residencial El Proyecto Cobá de excavación de


implica, en términos antropológicos, unidades habitacionales mayas del
abordar temas relativos al grupo do- Clásico, a cargo de quienes este traba-
méstico. Este se define, según Wilk y jo firman, tiene como uno sus objeti-
Rathje (1982:618), como el grupo de vos más importantes el averiguar el
personas que participan de una estra- grado de participación de la pobla-
tegia doméstica para hacer frente a ción residente en la vida económica,
sus necesidades productivas, distribu- social y religiosa del centro urbano.
tivas y reproductivas, en tanto que Esta indagación sólo puede hacerse a
unidades de cooperación económica y través de la excavación de las unida-
social. des domésticas para detectar las acti-
En el área maya se ha observado vidades productivas que en ellas se re-
que el grupo doméstico se refleja en el alizan, así como discriminar a qué ti-
registro arqueológico en un conjunto po de recursos y bienes tienen acceso
de estructuras, algunas de carácter re- los moradores de cada una de ellas.
sidencial y otras con funciones de cul- La arquitectura doméstica en sí puede
to, almacenamiento, preparación de proporcionar información, no sólo de
alimentos, etc., generalmente dis- las técnicas y materiales constructivos
puestas alrededor de un patio, sitio empleados, sino de la existencia de di-
que se convierte en el espacio de ferencias sociales, uno de cuyos indi-
congregación familiar con el fin de cadores podría ser precisamente el ti-
realizar labores comunes. En algunos po de morada.
sitios mayas como Cobá (Quintana
Roo), contamos además con bardas
bajas o albarradas que definen clara- Arriba: Estructura 8 (UH 2-14), después de la
mente el territorio familiar. consolidación.
Los datos que comentaremos a
continuación proceden de los escasos
ejemplos de unidades habitacionales • Maestria en Ciencias Antropológicas de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia
excavadas en su totalidad. Hemos ele- (especialidad: Arqueología) y Doctorado en
gido precisamente estos ejemplos ya la Universidad de Paris IV (Sorbona). Inves-
que consideramos que solamente la tigadora del Instituto de Investigaciones
excavación extensiva de dichas unida- Antropológicas, UNAM .
des puede proporcionar los datos Maestría en Ciencias Antropológicas de la
Escuela Nacional de Antropologia e Historia
estructurales y funcionales conve- (especialidad: Arqueología). Investigador
nientes para un análisis de actividades del Centro Regional del Sureste del Instituto
domésticas. Nacional de Antropología e Historia.

3
Los parámetros que tomaremos en incluyen techos de bóveda, y están
consideración para describir las cons- construidas con mampostería. Las del
trucciones domésticas del Formativo nivel 5 corresponden a los conjuntos
tardío y del Clásico son: las técnicas y residenciales de las familias nobles, y
materiales constructivos, la planta de todas estaban estucadas (Sanders
la casa, el área de piso (y, eventual- 1983: conferencia).
mente, el área techada), los niveles de En Becán contamos básicamente
piso, Jos diversos contextos funciona- desde el Formativo con dos tipos de
les asociados, el tamaño y tipo de uni- técnicas: uno para las estructuras con 1
dad doméstica y la ubicación de las plataforma rectangular (ver plano) y
unidades habitacionales en el sitio, así otro para las circulares. El primer ti-
como su asociación para producir po podría ser ejemplificado con la
agrupamientos. estructura XXVII del Formativo, con
la que el muro de la plataforma alcan-
A) Técnicas y materiales constructi- zó 1.1 O m. y contaba con una escali-
vos nata de tres peldaños en el lado sur.
El cuarto superior constaba de muros
En su capítulo XX, Diego de Lan- bajos de 50 cm. de ancho y 1 m. de al-
da describe la manera en que los ma- to, que sostenían probablemente va-
yas construían casas: "Que la manera ras y lodo. Se presupone también que
a (que los indios tenían de) hacer sus los techos hayan sido de paja. El
casas era cubrirlas de paja, que tienen relleno de la plataforma consistía de
muy buena y mucha, o con hojas de fragmentos informes de caliza, y sólo
palma, que es propia para esto; y que las paredes de ésta tenían pintura ro-
tenían muy grandes corrientes para ja. En cambio, el segundo tipo sola-
que no se lluevan, y que después mente tenía un muro de retención for- 2
echan una pared de por medio y a lo mado por una hilera de bloques de ca-
largo, que divide toda la casa y en es- liza con una gruesa capa de estuco li-
ta pared dejan algunas puertas para la so (Ball y Andrews V 1978). Estas téc-
mitad que llaman las espaldas de la nicas continúan en el Clásico de Be-
casa, donde tienen sus camas y la otra cán, con la variante de que los muros
mitad blanquean de muy gentil enca- del primer tipo constan de lajas de ca-
lado y los señores las tienen pintadas liza bien trabajadas, y las platafor-
de muchas galanterías; y esta mitad es mas también incorporan cantos y
el recibimiento y aposento de los guijarros. Los cimientos son lajas
huéspedes y no tiene puerta sino toda sobre roca madre (Thomas 1981:34-
es abierta conforme al largo de la casa 36).
y baja mucho la corriente delantera Nosotros hallamos en Cobá (unida-
por temor de los soles y aguas, y dicen des 2-14 y 15-37 del cuadro E9 de
que también para enseñorearse de los Garduño 1979) una situación muy se-
enemigos de la parte de dentro en mejante a la de Becán, por cuanto
tiempo de necesidad" (Landa respecta a los dos tipos. El primer ti-
1966:34). Esta descripción de la dis- po estaría representado por las estruc-
posición de cuartos delanteros y tra- turas 4, 8, 12, 15 y 32 ifotos 1 a 3),
seros concuerda más con casas del que constaban de un muro de reten-
Postclásico como las de Mayapán, ción para la plataforma inferior, for-
que con aquéllas que nos atañen, aun- mado por grandes bloques de caliza,
que Jos materiales constructivos sean y un cuarto superior con bloques de
los mismos. piedra bien cortados que sostenían
En el valle de Copán las técnicas posiblemente muros de bajareque. El 1. Arqu itectura domésti ca del Forma tivo en
constructivas de las estructuras do- relleno de la plataforma constaba de Becá n. Redibujado de Ball y Andrews V 1978.
mésticas varían dependiendo del nivel fragmentos pequel'\os de roca caliza 2. Muestra de unidades, habitacionales de Co·
social a que correspondan. Así, las (bak chich), aun cuando en la base de bá. Qui ntana Roo . 3. Estru ctura 4 de Cobá
después de la limpieza superficial y antes de la
del nivel 2 están hechas de bajareque, las estructuras 4 y 8 también hallamos
excavació n. 4. La misma después de la excava·
excepto por los muros de retención de fragmentos grandes (bak pek). Sola- ción . 5. Estructura 12 después de la li mpieza de
bancas y plataforma. Las del nivel 3 mente E4 y E12 presentaron escalina- superficie.

4
tas (3 peldañ.os) en la fachada, ya que
las demás estructuras de este grupo
tienen un leve talud a manera de ram-
pa (Benavides y Manzanilla 1984: In-
formes de campo). Este tipo recuerda
también la descripción que Waucho-
pe hace del Montículo IV de Uaxac-
tún, perteneciente a un grupo de pla-
zuela: una plataforma con supe-
restructura de muros bajos de piedra
y techo de palma (Leventhal
1983:67).

Por otra parte, el segundo tipo


estaría representado por las estructu-
ras ovaladas y circulares ES bis, E18 y
E22 (fig. 22) con una sola hilera de
grandes bloques de caliza apoyados 3
directamente sobre roca madre y con
un relleno de bak chich, de una vein-
tena de centímetros de espesor.

En la región del Puuc, a pesar de


que no se excavaron las casas, la ar-
quitectura visible permitió hacer algu-
rias observaciones ¡,obre técnicas
constructivas. En Uxmal, los muros
se conservaron hasta 40 cm. de altu-
ra, y podían ser de roca caliza bien
cortada o de bloques burdos (Ruppert
y Smith 1957:580).

Hacia Belice, contamos con otros


materiales constructivos. En Colhá,
para el Formativo tenemos ejemplos
de casas claramente de bajareque (por
sus improntas) sobre grandes rocas
burdas. Durante este horizonte apare-
4
ce el primer uso de enlucido y estuco.
Durante el Clásico temprano, en las 5
estructuras I, 11 y III hallamos estra-
tos alternos de cantos de sílex, y mar-
ga apisonada y nivelada, cada uno de
20 a 30 cm. de espesor. Las platafor-
mas estaban estucadas en a parte su-
perior y los cuartos eran también de
bajareque. La estructura IV, anterior
a las citadas anteriormente, presenta
un tipo diferente de arquitectura: es
una casa ovalada o "absidal" con
una hilera de bloques de caliza y supe-
restructura de bajareque, a la manera
descrita para el tipo 2. Presentaba
rampas de marga y yacía sobre un
montículo artificial bajo, de tierra ca-
fetosa y relleno de basurero (Eaton,
en Hester et al. 1980).
5
B) Planta de la casa

Las tres posibilidades con que con-


tamos son: plantas rectangulares, cir-
culares u ovaladas. En ciertos sitios
va a dominar un tipo, mientras que en
otros podemos hallar coexistiendo las
diversas posibilidades. Así, en la re-
gión del Puuc al igual que en Tikal y
en Seibal, predominan las estructuras
rectangulares. En cambio en Colhá
(Belice) y en Dzibilchaltún tenemos
fundamentalmente casas circulares u
ovaladas (aun cuando para el Forma-
tivo de Dzibilchaltún contamos tam-
bién con rectangulares que parecen
decrecer en importancia durante el
6
Clásico). Por otra parte, en Becán y
en Cobá tenemos los tres tipos en los
mismos niveles habitacionales. En
7
Becán, por ejemplo, los tipos 1 a 4

~ E
pertenecen a las formas circulares o
elípticas y son las que dominan,
mientras que el tipo 5 tiene forma rec-
tangular (Thomas OJ7. cit.). Kurjack
(op . cit.:221) ha sefialado que los dis-
tintos tipos de casas de Dzibilchaltún
PLAZA2 (las circulares, las techadas con bóve-
da, y las que tienen varios cuartos de
planta cuadrangular) evidencian una
fuerte estratificación social y una di-
versidad de formas de vida.
En Cobá, las dos unidades que ex-
A cavamos (2-14 y 15-37 del cuadro E9)
---- --------0\-------- - - - - - , variaban en la proporción de
= ovaladas/rectangulares. La primera

~
,.--- - --, tenía tres estructuras rectangulares
11! : con plataforma, una rectangular sin
u· 1
plataforma y una semicircular sin pla-
1
¡\ B taforma. En cambio, la segunda

v
1
! poseía dos estructuras rectangulares
PLAZA 1
con plataforma, una cuadrada con
plataforma y cinco ovaladas sin pla-
taforma. En general, pudimos cons-

[[] [
e
tatar que la diferencia entre los dos ti-
pos mayoritarios se debía a la presen-
cia de cistas y ofrendas de construc-
ción en las rectangulares con plata-
forma, además de que los bloques de
----------- caliza de los cuartos superiores pre-

\ VALLE DE COPAN
sentaban cierto tallado. Se llegó a
pensar que éstas eran precisamente

\
las que servían como habitaciones,
CV-20 mientras que las ovaladas podrían ha-
ber servido para ciertas actividades de
o 10 m.
preparación de alimentos, por
6
'CJ. o 1
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VIC TOII' O IIT il Y

6. Estructura 22 (UH 15-37), de forma ovala-


da. 7. Grupo de plazuela, en el Valle de Copán.
Redibujado de Leventhal 1983:58. 8. Unidad
habitacional2-14 en Cobá. Dibujo Eliseo Lina-
res V. y Víctor Ortiz V.
7
ejemplo. Se ha llegado incluso a suge- habitacional de la élite es semejante a taformas para varios cuartos y de pi-
rir que, en el área maya, la planta de la de la gente común. sos de sascab (/bid.). En Dzibilchal-
la casa y la forma de algunos de sus Los datos que obtuvimos en nues- tún y en Becán, durante el Formativo,
elementos eran marcadores étnicos. tras excavaciones de las unidades 2-14 también tenemos algunos casos de pi-
Así, por ejemplo, las casas con extre- y 15-37 del cuadro E9 en Cobá, Quin- sos de estuco, con un relleno de 8 cm.
mos redondeados han sido atribuidas tana Roo, concuerdan más con la in- constituido de fragmentos pequeños
a las poblaciones mayas de Yucatán, formación de la península de Yucatán de roca caliza y sascab (Ball y
y aquéllas con bancas en forma de e, que con aquélla del Petén, para las Andrews V, 1978:7).
a los itzaes. Por otra parte, la~ casas estructuras domésticas. Así, tenemos En relación a los grupos de pla-
estilo Mayapán, con muro medio las siguientes cifras en metros cuadra- zuelas del Clásico Tardío en Colhá
transverso y bancas en el cuarto fron- dos: (fig. 12), en la Operación 2007 apa-
tal, han sido ubicadas también en Tu- recen casas simples, quizá de ba-
lum y Cozumel, implicando así la a) estructuras rectangulares jareque, con pisos de estuco, compar-
existencia de grupos étnicos o sobre plataforma: 24 (ES), 22 tiendo una plataforma pavimentada
políticos procedentes del sitio princi- (E4), 12 (E12), 15 E15), 16.5 (Eaton, en Hester et al. 1980:48). En
pal (Tourtellot 1983b:52). (E32). cambio, en Becán el estuco yacía
b) estructuras rectangulares sin sobre rellenos de tierra y cantos de ca-
C) Área de piso plataforma: 8.75 (E5). liza.
e) estructuras circulares u ovala- El número de niveles de piso super-
Las plataformas habitacionales del das sin plataformas: 13.84 puestos puede variar también. Por
Petén tienen un promedio de 50 m? de (E22), con 4 .20 m. de ejemplo, en Seibal, en 56.9% de las
superficie (lO por 5 m.), aunque natu- diámetro) y 11.93 (E18), con casas tenía dos niveles de piso,
ralmente este dato variará de acuerdo 3.90 m. de diámetro; Benavi- mientras que en Becán, durante el
con el número de niveles que posean. des y Manzanilla 1983, 1984: Clásico, había dos o tres. Haviland
Por ejemplo, en Tikal aquéllas de dos Informes de Campo Proyecto atribuyó este hecho a que los mayas
niveles tienen un promedio de 50.5 m? Cobá). rehacían sus pisos cada 40 años, apro-
En contraposició n, en Seibal las de ximadamente (Thomas op. cit.).
dos niveles tienen 47 m?, mientras que En resumen, podemos decir que las En la unidad 2-14 se detectó un ni-
las plataformas de tres niveles llegan habitaciones del Petén son aproxima- vel de piso por estructura, excepto en
a 112.6 m? de superficie, establecien- damente el doble de grandes que la ES en la que había un segundo ni-
do límites claros entre los dos grupos aquéllas de la península de Yucatán, vel, de tipo distinto (muy grueso y du-
(Tourtellot 1983b:37). en cuanto a superficie techada, y que ro). La conservación del estuco fue
En Yucatán y Campeche el prome- en sitios particulares se observa un pésima debido a que los ácidos del
dio de área de piso por estructura es aumento con el paso del Formativo al suelo reaccionan con el carbonato de
de 14m? (!bid.), aunque ésta varía se- Clásico. calcio del estuco y lo disgregan, pro-
gún el sitio. Por ejemplo, en Dzi- vocando su fragmentación y su des-
bilchaltún contamos con 11.4 m? (3 D) Niveles de piso lave.
por 3.8 m.) de área techada para la
Estructura 605 del Formativo Las técnicas de construcción de pi-
(Andrews IV y Andrews V 1980:27), sos varían según el sitio y el horizonte
mientras que el cálculo del área total de que se trate. Así, en Cerros, los pi-
promedio de Kurjack (1977:220) as- sos del Formativo son de tierra
ciende a 32 m? (8 por 4 m.). En cam- quemada que, en ocasiones, tienen
bio, para Becán tenemos los siguien- rellenos de lino gris oscuro (Ciiff
tes datos: durante el Formativo hay 1983), y en Colhá, durante el Forma-
casos de estructuras con 13 m? (E tivo Tardío, las casas más simples de
XXVII) y 15.88 m? (estructura circu- bajareque tenían pisos de tierra apiso-
lar) de área de piso (Ball y Andrews V nada. Sin embargo, se observan tam-
1978:7,12), mientras que para el Clá- bién casos de enlucidos y estucos muy
sico, las estructuras excavadas por gruesos sobre relleno de grava o mar-
medio de pozos por Thomas ( 1981) ga mezclada con escombro rocoso. Al
revelan un claro aumento en el área final del Formativo tardío, se han ob-
interna de las estructuras domésticas: servado cambios importantes en los
63 m? (7E-12 1), 48 m? (60-44) y 21m? niveles habitacionales de Cerros:
(7E-37). Sin embargo, para el Clásico construcción de plataformas eleva- 9. Unidad habitacional 15-37 en Cobá. Dibujo
Tardío de Becán, el área de la unidad das, de estructuras auxiliares, de pla- Elíseo Linares V. y Víctor Ortiz V.

8
UN IDAD HABITACIONAL 15-!IT

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9
E) Contextos funcionales

El. Zonas de molienda

Varios autores convergen en seña-


lar que la presencia de piedras de mo-
lienda determina el carácter domésti-
co de las estructuras. Sin embargo,
sólo en algunos casos se ha determi-
nado con precisión la ubicación de las
zonas de molienda. Por ejemplo, en
Dzibilchaltún los metates se en-
cuentran ubicados sobre plazas eleva-
das fuera de las casas-habitación (Kur
jack op. cit.: 221).
Podemos decir que, para Cobá, te-
nemos metates dentro de los cuartos,
en pequeñas plataformas entre estruc-
10 turas y en los patios. Debido al hecho
de que los metates de caliza se desgas-
tan fácilmente, presumimos que pos-
teriormente eran objeto de reutiliza-
ción, principalmente como materia
prim~ para la construcción. Debemos
agregar que en el exterior de ES (in-
terpretada como cocina) también se
halló un fragmento de metate de roca
10. Hogar en la esqui na externa de la estructura volcánica.
4. 1t. Cuenco Lucha Inciso, hallado en la
ofrenda de construcción de la estructura 15. 12.
Reconstitución de un grupo de plazuela del E2. Hogares
Proyecto Colhá: operación 2007 . Redibujado
de Hester et. al. 1980. En Becán, en la estructura XXVII,
11 una mancha de piso ennegrecido por
el fuego, de 90 cm. de diámetro, ha si-
do interpretada como un posible ho-
gar (Ball y Andrews V op. cit.: 9).
Por otro lado, en Colhá se detectaron
tres hogares en cavidades, uno de los
cuales estaba bordeado por calizas
12 quemadas y estaba lleno de ceniza,
carbón y algunos tiestos. Otro tenía
lajas de caliza quemadas con ceniza y
carbón. Ambos estaban asociados a
la estructura V, pertenenciente a la
transición del Formativo tardío al
Clásico temprano (Eaton, en Hester
et al., op. cit.: 84).
En Cobá pudimos observar áreas
de ceniza y pequeños fragmentos de
carbón (en ocasiones bordeados por
piedras) tanto en las inmediaciones
externas de las estructuras rectangula-
res (fig. 10), como en el interior de al-
gunas de las ovaladas.
Haviland ha detectado hogares ex-
cavados también en los patios de las
unidades domésticas.
10
E3. Cocinas E5. Almacenes tos rodeados por piedras, quizá para
couservar el calor, así como una ca-
En pocas ocasiones hemos hallado Los chultunes tipo cisterna, como naleta a lo largo del muro este. Junto
descripciones referentes a la ubica- es bien sabido, son la forma de alma- a los escalones se halló un hoyo reves-
ción y características de las cocinas. cenamiento de agua más común en la tido de piedra, que quizá sea un tan-
Por ejemplo, en Copán se han detec- región del Puuc. Sugieren la existen- que de almacenamiento de agua
tado estos contextos en los patios cia de antiguos pozos donde las (Andrews IV y Andrews V op. cit. :
frente a edificios sobre plataformas depresiones se aproximasen al nivel 31).
altas, correspondientes al nivel social freático (Pollock 1980). En Uxmal es-
3 (Sanders 1983, comunicación ver- tán directamente asociados a las E7. Talleres
bal). casas-habitación, mientras que en Be-
Tourtellot (1983b:40) ha destacado cán, durante el Clásico, los 12 detec- En Copán se detectó un taller de
que las cocinas generalmente se en- tados no lo están (se encuentran en concha dentro de una habitación de
cuentran en las esquinas de sus unida- riscos o terrazas artificiales, que, co- dos cuartos, y Sanders llegó a la
des. En Tikal tienen de 10 a 12m? de mo Puleston señala, pueden ser los conclusión de que la especialización
superficie techada, mientras que en medios de captación de agua). Sola- en elementos suntuarios pertenece al
Seibal tienen un promedio de 14 m~ mente para el Formativo se localiza- ámbito de las familias nobles. El resto
(ambos sitios presentan estructuras ron dos grupos de plazuela que tenían de las actividades especializadas sería
habitacionales con grandes superfi- chultunes. de tiempo parcial y estarían ubicadas
cies techadas). Sin embargo, dicho ar- En Seibal también se han ubicado en las aldeas.
queólogo se pregunta si estas estruc- chultunes en relación con platafor- Por otro lado, otro de Jos escasos
turas pudieron haber servido real- mas subsidiarias de las estructuras ejemplos de talleres ha sido citado pa-
mente para otras funciones (como ha- domésticas (Tourtellot 1983b:38). Pa- ra Colhá, en Belice. En niveles del
bitación de sirvientes, por ejemplo). ra las tierras bajas del sur, especial- Clásico tardío existen varios ejemplos
En Cobá, la estructura 5 de la UH mente para Tikal, Puleston (1971) de talleres de sílex, uno de los cuales
2-14 (rectangular sin plataforma y propuso que los chultunes pequei\os ha sido descrito como un depósito
adosada a E4) fue interpretada como de cámaras laterales pudieron haber grande y profundo de desecho de talla
cocina. En su interior se hallaron un servido para almacenar ramón (Brosi- de navajas. Este ha sido excavado en
metate, dos olotes carbonizados, un mum alicastrum). En fuentes escritas el extremo de una plataforma estuca-
machacador, dos discos de caliza, del siglo XVI se tienen menciones de da con varias casas . Se ha pensado,
fragmentos de ollas y, en sus inme- silos para almacenar maíz, mismos pues, que se trata de un caso de espe-
diaciones, fragmentos pequei\os de que no han sido detectados en el con- cialización comunal, ya que la fuente
carbón, en zonas específicas. En el texto arqueológico. Hacia 1909 Toz- de materia prima es local (Eaton en
pasillo que forma esta estructura con zer realiza las primeras excavaciones Hester et al., op. cit.: 47).
la ES se encontró una especie de basu- de chultunes de cámara lateral en Ya- En Becán, Thomas detectó posibles
rero o botadero con muchos artefac- loch, Hakum, Holmul y Chorro; ya áreas de talla de sílex en la estructura
tos domésticos desechados, entre los que están presentes en áreas con SE-58, ya que existen grandes canti-
que se podría mencionar un fragmen- abundancia de agua y asociados a dades de lascas. En estos casos, empe-
to de metate de roca volcánica. montículos pequei\os, además de que ro, existe la posibilidad de que sean
También en Cobá, pero en el sector carecen de revestimiento de estuco, más bien basureros.
norte, Benavides (1981) sei\ala que las Tozzer empezó a dudar que su fun-
estructuras b y e de la unidad 801 ción fuese la de almacenamiento de E8. Basureros
podrían ser cocinas por estar cerca de agua. Varias alternativas fueron pro-
basureros, por su tamai\o pequei\o y puestas, entre ellas: temazcales, basu- Pocas veces se han ubicado zonas
por presentar fragmentos rocosos reros, drenaje, letrinas, minas de sas- de desecho. En Ozibilchaltún, al oeste
quemados. cab, sitios de tejido fi no, cámaras fu- y sur de una casa del Formativo (E
nerarias o ceremoniales, etc. (!bid.). 605), se detectó un basurero
E4. Bancas (Andrews IV y Andrews V op. cit.:
E6. Temazcales 27).
Algunas de las casas en los sitios En Cobá, en una unidad habita-
clásicos del Puuc presentaban bancas Un posible temazcal del formativo cional al norte del grupo Cobá (la
(Ruppert y Smith op. cit.: 580). En ha sido detectado en Ozibilchaltún (E 801), inmediatamente fuera de la al-
Copán éstas se encuentran en el cuar- 605); se trata de una estructura redon- barrada que delimitaba el territorio
to superior de las estructuras de los deada, sin plataforma, construida familiar y contiguo a una de las
diversos niveles sociales presentes con bloques toscos de caliza y estuco. estructuras, fue hallado un basurero
(Sanders op. cit.). Tiene asociada una hoguera con ties- que contenía principalmente restos
11
San Pedro

hacia orupo Cobó

13

óseos de fauna comestible: "tortuga queño para servir de habitación, tenía tación (fig. 5). Carece de ofrendas de
pinta" o jicotea (Chrysemys scipta bóveda y estaba estucado (Leventhal, construcción, cistas o metates, a dife-
ornato), armadillo Dasypus moven- op. cit.: 67). rencia de E4 y ES. Posiblemente se
cinctus), pecarí de collar (Tayassu ta- En resumen, en los conjuntos do- trat1 de un santuario, aunque no hay
jacu), venado cola blanca (Odo- mésticos alrededor de patios, Le- elementos asociados que así lo
coi/eus virginianus), tapir o danta venthal ha destacado una estructura prueben.
(Tapirel/a bairdii), pavo de monte no dedicada a funciones domésticas,
(Agriocharis ocellata), quizá perro sino a la actividad religiosa: en Copán EJO. Casillas temporales de servi-
(Canis familiaris) y vértebras de pes- es la más alta pero de superficie más cio marital
cado (Blanco 1982). pequeña (como sucede en los grupos
En la unidad 2-14, entre las estruc- CV-20, CV-43 y CV-16); en Seibal ya- En Seibal existen estructuras más
turas 5 y 8 se localizó un botadero de ce dentro del área central de la plaza, cuadradas con muchas figurillas, en
artefactos domésticos y algunos y en Tikal es la estructura más pe- una esquina de la casa que se ha su-
bienes suntuarios: fragmentos de ins- queña, situada en el sector oriental. puesto sea del fundador de la familia.
trumentos de sílex y obsidiana, un Para sitios de la península de Yuca- Hay una por unidad habitacional y
metate fragmentado de roca volcáni- tán, como Dzibilchaltún, el santuario han sido interpretadas por Tourtellot
ca, cuentas de jadeíta y caracol, ador- también ha sido localizado en el lado (1983), siguiendo a Landa, como "ca-
nos de concha, etc. oriental de la plataforma, terraza o sillas" temporales de servicio mar:tal.
Por otra parte, Tourtellot (1983b:47) plaza, con estructuras residenciales en Están asociadas a figurillas que se
sugiere que la rareza de basurero de los otros tres lados. Este arreglo pretenden sean medios educativos pa-
material orgánico quizá sea debida al típico pudo haber aparecido hacia el ra la nueva pareja. Consideramos, sin
uso de ceniza de madera y huesos en Formativo Medio en el grupo Mira- embargo, que hay poca evidencia pa-
la horticultura y la jardinería. dor de Dzibilchaltún (Andrews IV y ra emitir esta hipótesis.
Andrews V op. cit.: 23). En Uxmal se
E9. Altares y santuarios domésticos ha propuesto la existencia de un altar Ell. Elementos menores
contra el muro trasero de una estruc-
Generalmente se han detectado al- tura doméstica (Ruppert y Smith op. Dentro de este inciso quisiéramos
tares domésticos en el sector oriental cit. : 580). hacer referencia a dos elementos que
de los grupos de estructuras. En En una de las unidades que hemos hemos hallado en las unidades habita-
Seibal, nunca se hallaron más de dos excavado recientemente en Cobá (UH cionales de Cobá, al interior del relle-
estructuras accesorias por unidad, 2-14), la única estructura que no pare- no de ciertas estructuras (las rectan-
una secular y otra ritual (Tourtellot ce haber sido habitacional yace preci- gulares con plataforma), y que pare-
1983). En Tikal, los oratorios se en- samente al este del patio. De las tres cen existir también en otros sitios .
cuentran al este y contienen entierros estructuras que cierran la plataforma, Nos referimos particularmente a las
(/bid.). En Uaxactún, el montículo V la E 12 es la única estucada en el exte- cistas de piedra y a las ofrendas de
de Wauchope pudo haber sido un rior y el área de cuarto es tan pequeña construcción.
santuario, ya que era demasiado pe- que difícilmente pudo servir de habi- En relación a las cistas de piedra,
12
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14

13. Unidad habitacional 8-Dl. 14. Unidad ha· ban delimitadas por cajas de piedra o Por otra parte, para Seibal, Tour-
bitacional 2-14. Dibujos David Cortés y Eliseo por lajas (Benavides y Manzanilla en tellot (1983) ha propuesto que el nú-
Linares.
prensa). Tenemos otros casos de mero de estructuras de una unidad re-
ofrendas de construcción en el Valle sidencial haya sido la cristalización
de Copán, en el conjunto CV-20; se del proceso de desarrollo familiar,
halló una ofrenda dedicatoria para la para el Clásico tardío y terminal. Así,
en Dzibilchalt(m (Andrews IV y casa del Clásico temprano, que la fisión en un grupo doméstico se
Andrews V op. cit.) aparecen ya sea consistía de siete objetos domésticos: traduce siempre en arreglos residen-
vacías, sea con un entierro. En Cobá un objeto para ablandar la corteza, ciales. Las unidades individuales son
las hallamos en una estructura de ca- un pulidor de diorita negra, dos ma- fundadas por parejas casadas; los
da unidad habitacional: la ES y la nos redondas (sin huellas de uso), y vástagos se mueven a sectores veci-
E32, y sus dimensiones fueron: 1.80 tres vasijas de almacenamiento (Le- nos, de ahí que el número de habita-
m. por 0.40 por 0.30, en el primer ca- venthal op. cit.: 61) . ciones en unidades particulares deba
so, y 1.27 por 0.32 por 0.25, en el se- mostrar un aumento a través del tiem-
gundo. En ambos casos estaban F) Tamaño y tipo de unidad doméstica po. Las unidades más antiguas
vacías. Siendo que en otras unidades Los arqueólogos que se han enfren- tendrían más moradas que las jóve-
de Cobá, como la 801 Uunto al saché tado al problema de las unidades ha- nes. En Seibal, en 64% de las unida-
3), sí se han hallado los restos óseos, bitacionales han propuesto diferentes des estudiadas tenían más de dos mo-
hemos pensado que quizá los de las interpretaciones respecto a las dife- radas. Esto se aplica a Mayapán o
UH2-14 y 15-37 hayan sido extraídos rencias entre ellas. Generalmente se Dzibilchaltún donde el 80% de las
en tiempos prehispánicos y llevados a ha pensado que los "palacios" unidades tienen una o dos residen-
otro sitio aún desconocido. Por otra (estructuras estucadas de varios cuar- cias. Quizá estos dos últimos sitios tu-
parte, las ofrendas de construcción tos techados con bóveda) hayan sido vieron pocas familias extensas, por
consistieron en vasijas (sea una ca- las residencias de familias extensas de algún tipo de especialización admi-
zuela tipo Lakín Impreso Compues- la élite. De la misma manera, varias nistrativa o artesanal (Tourtellot su-
to, en la E4, sea cajetes Lucha Inciso, habitaciones sobre una plataforma giere que, siendo sitios con terrenos
en la El5 y E32: fig. 11) pertenecien- quizá también funcionaron como se- pobres para la agricultura, estos dos
tes al Clásico medio, y de adornos de de de familias extensas. Estas opi- centros atrajesen muchos "trabaja-
concha y caracol (tres cuentas en for- niones han sido emitidas por Kurjack dores móviles", quizá dedicados a la
mas de diente, una orejera y un pen- (op. cit.: 222), en su análisis de Dzi- explotación de la sal, que vivían en
diente, en la E4). Generalmente esta- bilchaltún. unidades de familias nucleares).
13
15 16

, ACH AOA HIPO TE TIC A

CORTES .

17

o 5 10 COBA O. ROO
=---=m . CONJUNTO EL CUARTEL

IS . Conjunto El Cuartel en Cobá. 16. Unidad En Tikal, Haviland excavó un gru- En Copán las estructuras se dispo-
habitacional 15-37. Inicio de la excavación en po residencial (20-1 ), del Clásico nen alrededor de un patio central {ver
el patio y proceso de trabajo en la Estructura
tardío, a 1.8 km. del núcleo ceremo- plano). Según el nivel social al que
32. 17. Unidad habitacional actual con albarra-
da en Cobá. nial. Consta de cinco plataformas pertenezcan, varían los materiales y
rectangulares alrededor de un patio las técnicas constructivas (por
de 13 mt. La estructura más temprana ejemplo, el uso de bóveda). La uni-
está al este, y se propone que sea la dad doméstica incluye a varias fami-
morada del fundador {a diferencia de lias nucleares (por lo tanto, se trata
Seibal, donde yace al norte). Al morir principlamente de familias extensas).
el fundador, su casa sería ocupada Existe la posibilidad de que haya
por su hijo, luego por su nieto, etc. extranjeros viviendo en Copán, por
La estructura del norte y la del noro- los tipos distintos de entierros, la pre-
este serían construidas para la cuarta sencia de tumbas de tiro y la aglome-
Las moradas de los fundadores generación, es decir, por los biznietos ración de cuartos. Sanders (1983:
tendrían, según Tourtellot, la mayor del fundador. Así quedaría un grupo conferencia) y Tourtellot (1983b: 49)
área de piso. Son más grandes y pose- de tres estructuras alredeor de un pa- también presuponen que existía la po-
en el rango más completo de activida- tio, abierto hacia el sur {como en la ligamia para las familias más privile-
des domésticas. Se encuentran en UH2-14 de Cobá: véase plano), que giadas. Las casas largas con varios
puntos topográfi cos altos y son las en la siguiente generación es cerrado, cuartos eran habitadas por las muje-
únicas con escalinatas formales. Las completando el ciclo. Así, la unidad res y algunos hijos, y generalmente
nuevas construcciones son añadidas doméstica se compone de un familia estaban asociadas a varios hogares,
siguiendo un movimiento contrario a extensa, pero las estructuras no nece- metates y manos de molienda. Las
las manecillas del reloj, empezando sariamente son contemporáneas. Ha- estructruras más pequeñas y mejor
por el norte. El norte y el oeste serían, viland parte, pues, de dos supuetos construidas eran las habitaciones de
pues, las posiciones más favorecidas básicos: la residencia patrilocal, y la los jefes de familia.
{por exposición al viento, al sol y primacía de la primogenitura y la su- En relación a Cobá, para la UH 2-
quizá también por razones cosmoló- cesión generacional (Hammond 1982: 14 no tenemos información para deci-
gicas). 181-83). dir qué estructura fue construida an-
14
tes de qué otra. Sólo podemos señalar municación entre complejos residen- (y una superficie total también de
una disposición de tres estructuras ciales distintos. Los que unen grupos 1400 m~). En mucho tiene que ver el
principales alrededor de una platafor- de edificios demostrarían una fuerte número de estructuras en torno al pa-
ma abierta al sur (ver plano). Por otra integración entre la gente que habitó tio (tres en el primer caso y cinco en el
parte, en relación a la UH 15-37, a pe- en dichos conjuntos. Se sugiere tam- segundo, lo cual implica un mayor
sar de que el arreglo es menos formal, bién que los sacbeob uniesen residen- número de gente en interacción para
podemos reconocer un patio alrede- cias de grupos de la élite. Las rela- este último caso).
dor del cual se disponen cinco estruc- ciones de consanguinidad y1o las Por otra parte está el solar, muy
turas (ver figs. 9 y 16). En este pa- alianzas matrimoniales serían tam- común en la región maya, que en si-
tio hallamos áreas de actividad de bién medios de integración social tios de la península de Yucatán puede
molienda, por ejemplo. Hemos ob- (Kurjack op. cit.: 223-24). estar aún actualmente delimitado por
servado también cierto paralelismo En el Puuc, especialmente en Ux- una albarrada o tecorral (fig. 17). En
entre algunas estructuras de la UH 2- mal, las unidades habitacionales esta- el caso de Cobá, los sectores hasta
14 y de la 15-37. Así por ejemplo. la ban asociadas a grupos ceremoniales, ahora vertidos en mapas (Garduño
E15 es semejante a la E4 en que yacen sea en terrazas, sea en los patios inter- 1979, Folan et al. 1983, Benavides
en el sector oriental de su unidad, nos. Por otro lado, aparecen lejos de s.f.) muestran una gran variedad de
tienen ofrendas de construcción, y se grupos ceremoniales sobre eleva- posibilidades, y la existencia de al-
trata de estructuras rectangulares con ciones leves con chultunes, y con un barradas parece ser un fenómeno
plataforma. Por otro lado, la E32 y la pequeño templo-pirámide. (Ruppert muy común. Para las unidades habi-
E8 comparten el hecho de estar apro- y Smith op. cit.: 580). tacionales ya mencionadas, se trata
ximadamente en el sector norte, En relación a Becán, Thomas (op. de una hilera de bloques irregulares
tienen cistas en su relleno, así como cit.: 19-20) observó que los de caliza, de 70 cm. promedio. En
cajas de ofrenda, son rectangulares montículos podían estar tanto aisla- ocasiones se observan accesos o secto-
con plataforma, y el acceso es por dos (como sucede en la región sur del res abiertos.
medio de una rampa o talud. Petén), como en conjuntos de dos o En este panorama general de la in-
más, dispuestos alrededor de una pla- formación sobre unidades habita-
G. Ubicación y disposición de las zuela rectangular (como en el sector cionales del algunos sitios mayas, po-
estructuras domésticas norte del Petén). Este investigador demos ver que ciertas diferencias co-
llegó a pensar que quizá las distintas mienzan a ser destacadas entre los si-
Hemos visto cómo, en general, las agrupaciones reflejasen variaciones tios del sur y los de la península de
estructuras domésticas están dispues- en la estructura de la familia. Los Yucatán. En este panorama, Cobá
tas alrededor de un patio. A pesar de grupos de tres a seis estructuras alre- guarda ciertas afinidades con los si-
que en Dizibilchaltún hay muchas dedor de un patio están muy cercanos tios del sur en cuanto a posible com-
estructuras aisladas, Kurjack (op. al recinto ceremonial central. Mientras posición de la unidad familiar, pero
cit.: 222) ha reconocido, en los más nos alejamos del centro, dismi- también es factible reconocer algunos
complejos de plataformas habita- nuye el tamaño de los montículos y el elementos propios de la península (el
cionales, ese mismo patrón. número de estructuras alrededor del uso de albarradas y sacbeob, así co-
Kurjack opina que la organización patio, y desaparecen las estructuras mo el tamai\o del área techada, por
espacial de las comunidades mayas con bóveda. ejemplo).
del Clásico estaba diseñada para Para Seibal y Tikal, Tourtellot ha El estudio de centros urbanos y de
mantener diferencias entre los grupos destacado la existencia de un área de la población residente en ellos es una
que integraban los asentamientos. patio claramente definida, con estruc- labor muy ardua, tanto por la escala
Los complejos arquitectónicos esta- turas orientadas a los puntos cardina- que se trabaja (en el caso de Cobá
ban separados espacialmente de otras les. Los principios que inciden sobre habría que analizar 70 km~ de asen-
unidades similares. Las habitaciones esta disposición (y que la distinguen tamiento), cuanto por la diferen-
de grupos de parentesco rectores de- de la de Dzibilchaltún) serían: el espa- ciación interna. El estudio de las
ben haber estado rodeadas de vivien- cio necesario tanto para actividades casas-habitación y de los materiales
das menores, también suntuosas, si- exteriores como interiores, el número que en ellas se presentan nos podría
tuadas a cierta distancia de las de in- de habitantes (espacio por persona) y ayudar a comprender el grado de par-
dividuos de rango similar. la cosmología cuatrilateral. La super- ticipación de cada unidad familiar en
La fragmentación permitiría la ficie media del patio, para Seibal, es la producción y distribución de
existencia de poderosas familias ex- de 251 m~: Para la UH 2-14 de Cobá bienes, y el grado de control del
tensas con considerable autonomía. tuvimos 61.5 m~ de área de patio (pa- centro sobre las unidades domésticas.
Los sacbeob agregarían unidad a la ra un área total de aproximadamente
distribución de los asentamientos ma- 1400 m~). que contrasta con la de la
yores. Los internos facilitarían la co- UH 15-37, que tuvo 120m~ de patio México, D.F., enero de 1985
15
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16
LOS CHULTUNES DE LA REGIÓN SERRANA DE YUCATÁN

A dense, low jungle, numerous ancient Maya settlements andan almos! complete
absence of surface water caracterize the Puuc region of southern Yuca tan. The
survival of pre-hispanic man in this environment was due, to a great extent, to
the creation of chultuns, an ingenious system of collecting and storing rain wa-
ter. Recent research emphasizes the construction techniques, the principalforms
and the efficiency of these cisterns throughout the year.
Social relevance of chultuns is considered along with the functioning of other
Renée Lorelei Zapata Peraza* hydraulic works within the integral context of pre-Columbian Maya society.

Introducción El agua es un elemento primordial


para el asentamiento de un grupo en
El surgimiento y desarrollo progresi- cualquier región, sean cuales fueren
vo de un asentamiento trae como con- las condiciones del terreno. Así se crea-
secuencia lógica la búsqueda de me- ron canales de riego, se perforaron
dios de aprovisionamiento de alimen- pozos o se construyeron represas . Pe-
tos y de agua para que en épocas de ro existen regiones en las cuales este
escasez y de sequía sus habitantes tipo de obras hidráulicas no se puede
puedan subsistir. Mientras las comu- realizar. Tal es el caso de la región
nidades sencillas aprovechan las fuen- que se sitúa al sur de la Sierrita de Ti-
tes naturales de este líquido vital, los cut, mejor conocida en la arqueología
restos de sociedades más complejas maya como el Puuc. Esta zona se ca-
incluyen despensas para estos fines. racteriza por ser un área de selva me-
Los depósitos son creados de tal ma- diana, por la escasez de agua superfi-
nera que el agua y las semillas puedan cial -a excepción de la existencia
resguardarse del medio ambiente y de ocasional de algunas aguadas-, don-
los animales. de el nivel freático alcanza una pro-
El manejo del agua es un tema de fundidad promedio de 80 a 90 m. y,
gran interés en las ciencias sociales. principalmente, por los numerosos
Desde que Wittfogel (1957) postulara asentamientos que ahí se desarrolla-
la relación entre los sistemas de riego ron.
y el desarrollo de la civilización, va- Los habitantes precolombinos de
rios autores han indicado la impor- esta región tuvieron que crear siste-
tancia de la tecnología hidráulica de mas para abastecerse de agua y sub-
los mayas para la interpretación de sistir ante condiciones tan adversas,
las formas sociales prehispánicas; el agravadas además por las estaciones
control sobre este recurso escaso pu- de sequía (de 4 a 6 meses) . Los restos
do haber sido un factor relevante en arqueológicos nos indican dos tipos
la evolución de la estratificación so- de obras hidráulicas para esta área:
cial en este pueblo (véase Matheny las aguadas (Cfr. Stephens 1963; fig.
1978). 1), y los chultunes. En cuanto a las
Los antiguos documentos históri-
cos referentes al área maya nos indi-
can que las concavidades subterrá-
neas artificiales localizadas en dicha
l. Aguada. Redibujado de Stephens 1963:149.
zona tenían dos funciones: una, como
cisternas para almacenar el agua plu-
vial; y dos, silos para guardar diver-
sos granos alimenticios (véanse Rela-
ciones de Yucatán, Tomo 11: 159, y • Arqueóloga, Investigadora del Centro Re-
Landa 1966: 128). gional de Campeche, INAH.

17
ANILLO primeras, se trata de depresiones for-
madas por el hundimiento local de las
calizas, las cuales fueron aprovecha-
das, adaptándolas para que en la épo-
LABRADA ca de lluvias el agua se depositara y
pudiera ser aprovechada para los
período de escasez. La adaptación
podía incluir recubrimientos de estu-
co, construcción de bordes y accesos
MADRE y, por supuesto, el mantenimiento de
estos trabajos y el desazolve periódico
necesario. En cuanto a los chultunes,
se trata de oquedades efectuadas por
el hombre, que se encuentran a nivel
del suelo o bien sobre plataformas o
nivelaciones creadas ex profeso. Sus
componentes esenciales son: un área
mínima de captación, la boca, el
cuello (puede carecer de este elemen-
to) y la cámara (fig. 2).
Desde mediados del siglo pasado
los exploradores y aficionados de la
arquevlogía maya dieron cuenta de
numerosos "agujeros circulares" que
se encuentran diseminados por las
ruinas de las antiguas ciudades ma-
yas, infiriendo, incluso, su función y
denominándolos chultunes, en lengua
maya (Brasseur 1865: 186-187; Maler
1895: 199; Stephens 1963: 136). Des-
.5 de entonces estos elementos arqueoló-
M. gicos han sido objeto de estudio de
a varios investigadores.
Algunos arqueólogos han sosteni-
do la hipótesis de que los chultunes
2
pudieron haber sido utilizados para
conservar maíz (Zea mays), o bien,
las semillas del ramón (Brosimum ali-
b castrum; Cfr. Pules ton, 1965). La
mayoría de los almacenes que
contrastan en su forma con los depó-
sitos creados para la captación y al-
macenamiento del agua pluvial se en-
cuentran en la región del Petén (véan-
se Maudslay 1883 y Tozzer 1913). En
los recorridos efectuados para el estu-
dio de los chultunes (1982-1984) ob-
servamos que cada tipo de depósito
posee sus características morfológicas
bien definidas para los fines que fue
creado.
En el presente ensayo sintetizamos
los principales resultados de la inves-
tigación realizada en torno a este im-
portante vestigio cultural, refiriéndo-
nos básicamente a las cavidades sub-
18
terráneas creadas para el almacena-
miento del agua pluvial.

Técnica de construcción

La forma cómo elaboraron las cis-


ternas subterráneas los antiguos pe-
ninsulares obedece a un patrón uni-
forme. Es decir que el sistema cons-
tructivo de estas obras hidráulicas ge-
neralmente presenta las mismas
características aunque, en ocasiones,
se pueden registrar ligeras variantes
de una región a otra. De esta manera
podemos decir que un aljibe subterrá-
neo se compone de cuatro partes
esenciales, siendo éstas una zona
mínima de captación, la boca, el
cuello y la cámara. Cada una de las
secciones que lo componen, además
de tener su función específica, presen-
ta un conjunto homogéneo.
Es importante señalar que la roca 3
madre -o material parental- aflora ca, que la mayoría de las veces es cir- composición también interviene el
constantemente en la superficie en cular, o bien puede tener variantes sascab-. Al realizar esto se creaba el
Yucatán. Usualmente alternan zonas rectangulares o sobresalir en forma desnivel hacia la boca del depósito o
de caliza dura con estratos arenosos de anillo monolítico. Este anillo, en bien el perímetro mínimo de capta-
(sascab en lengua maya). La superfi- ocasiones, presenta cuatro canales ción (figs. 3 y 4).
cie de la laja es dura en muchos luga- que lo atraviesan transversalmente
res, pero el material más suave existe con ejes norte-sur y este-oeste. Esto
a poca profundidad, hecho que de- sugiere la idea de que el chultún podía ~,. , . . . . -r--.. ~ ~~ - -~ :---·-:-:':-:·.· ·.;~ ~·
1'" ,:
bieron tomar en cuenta los mayas permanecer tapado y que el agua pe-
prehispánícos para la construcción de netraba por los canales hacia el inte-
los chultunes. Así, la construcción de rior.
los depósitos consiste en retirar la ca- El sascab que era extraído de la ex-
pa de cubierta vegetal que se halla en cavación de la cámara bien podía ser
la superficie para llegar al material aprovechado para diversos fines.
parental; posteriormente se perfora Thompson (1897) sugiere la idea de
éste llegando a un estrato de caliza que este material se utilizaba para la
arenosa donde se excava el cuerpo del construcción de los edificios. De este
depósito. modo los constructores tenían sus
Al efectuar la excavación en el sas- sascaberas dentro del mismo asenta-
cab, dándole la forma que permita el miento y no necesitaban acudir pe- 4
terreno, se recubren las paredes con riódicamente a los yacimientos leja-
aplanados de estuco a manera de im- nos . Después de efectuar el depósito,
permeabilizante, pudiendo tener más se realizaba el relleno de la platafor- 2. Partes componentes de un chultún; a. lch-
de una capa de este material. Después ma con diversos materiales, en los pich, Yucatán. Corte de un chultún en forma
de botellón; b. Uxmal, Yucatán . 3. Secuencia
se efectúa el cuello que consta de dos cuales también podía ser aprovecha- const ructiva de un ch ultú n. 4. Anillo
secciones: la primera semeja un muro do el sascab. •• Este mecanismo monolítico visto en perspectiva. Suele tener un
de contención entre la superficie y el -efectuar primero el chultún y poste- diámetro de 90 cm.
nivel de la roca; el número de las hila- riormente la plataforma- quizá fun-
das de piedra varía según el grado de cionó también a la inversa. Una vez
profundidad en que se encuentra la obtenida la plataforma, se requería
roca madre. La segunda sección está realizar el aplanado de la misma, es
•• El sascab es un material básico para la cons-
formada propiamente por el material decir crear el piso por medio de apla- trucción en general por sus características
parental. Por último se forma la bo- nados de estuco - material en cuya morfológicas .

19
\,
.
\.
\ 1. ' ·., ~.' •f
Forma de los cbultunes
' '
Los depósitos creados por los ma-
yas prehispánicos para la captación y
almacenamiento del agua pluvial pre-
sentan variaciones notables en su
morfología como elemento arqueoló-
gico; es decir que no existe una forma
estandarizada de los chultunes, sino
que contamos con cuatro tipos de es-
tas cavidades. Estas diferencias se
pueden observar dentro de una mis-
ma zona. Las cuatro variantes exis-
tentes en la región al sur de la Sierrita
de Ticul, de mayor a menor frecuen-
cia, son:

1) Chultún campaniforme, o cister-


na cuya cámara presenta la peculiari-
dad de semejar una gota o un cono,
resultando esto porque, en la mayoría
S de los casos, carece del cuello.
2) El chultún en forma de botellón
b resulta de las excavaciones que adop-
tan una sección globular y poseen un
cuello entre la superficie y el comien-
zo de la cámara subterránea.
3) Los chultunes amorfos son
aquéllos cuyas paredes que confor-
man la cisterna no tienen un cuerpo
bien definido; al parecer son el pro-
ducto de excavaciones irregulares de-
bido a la presencia de roca dura que
impide una extracción pareja del ma-
ROCA MADRE
terial.
4) Por último tenemos las cavida-
des que semejan una bóveda maya. Se
trata de chultunes cuyas paredes son
de mampostería. Su fondo o base es
de planta rectangular, y el techo ad-
quiere la forma de un arco maya (fig.
5-d).

Generalmente, en el interior de la
cavidad se encuentran representa-
ciones realizadas en estuco -en alto
relieve- que semejan motivos, la
mayoría de las veces zoomorfos, en
especial seres acuáticos. También
pueden encontrarse figuras antropo-
morfas y fitomorfas (Cfr. Carrillo
1845 Tomo 1: 351-352; Thompson
1897, 1898; González F. 1981: 71-82 y
Barrera R. 1982). A nuestro juicio,
estas obras fueron creadas por escul-
tores aficionados, ya que las figuras
20
generalmente son burdas y poco ela-
boradas como para representar un
culto acuático, dada la importancia
que esto implica (fig. 5-c).
De las cuatro variantes antes men-
cionadas hubo un predominio de la
silueta campaniforme. Esto puede de-
berse tanto a que ésta es la forma más
práctica, fácil, con menos gasto de
energía, como la más rápida de efec-
tuar. Además, por las características
de sus paredes, los peligros de
derrumbe son menos probables .

Eficiencia de los chultunes

El buen funcionamiento de los


chultunes depende básicamente de
dos factores: el área de captación y
la precipitación pluvial del área.) El
área de captación de un depósito es la
zona destinada a canalizar el agua ha-
cia el interior de la cisterna. Conside-
ramos dos perímetros aproximados,
siendo el primero las alineaciones de
piedras labradas que se encuentran o
i¡;;;;;¡¡¡¡¡¡~=~ M .
alrededor de la boca en un radio pro-
medio de 1.50 m.; en ocasiones pre- e
senta más de una hilada, formando
así círculos concéntricos. Este
perímetro mínimo presenta una incli-
nación variable hacia la boca del
chultún. Esta área debió mantenerse
limpia para asegurar la pureza del
agua. Iba recubierta generalmente d
por aplanados de estuco del cual, a
veces, encontramos evidencias. El se-
gundo perímetro, el máximo, es lazo-
na cubierta por plataformas. Aunque
desconocemos las diversas formas de

S. Cuatro variantes de chultunes; a. Campani-


forme; b. En for ma de botellón; c. Amorfo d.
En forma de bóveda.
21
conducción del agua hacia las cavida- Comentarios finales 6. Chu ltún asociado con arquitectura monu-
des subterráneas. podemos sugerir, mental. Labná, Yucatán. Basado en Pollock
1980:12, con adi ciones, de la autora. 7. Detalle
tentativamente, que el perímetro má- Los depósitos subterráneos, como
de mampostería de un chultún de la región de
ximo también pudo haber sido un se ha mencionado, cubrieron diferen- Río Bec (Hormiguero , Campeche. edifi cio VI),
conjunto de plataformas formando tes funciones y se encuentran en va- mostrando la mampostería, de la parte inferi or
desniveles para hacer escurrir el agua rias partes del área maya. Sin embar- del chultún en su unión con la bóveda: nótense
hacia los chultunes, o bien el apro- go, los chultunes, entendiendo a éstos las cuñas y las piedras de bóveda. Foto Juan
Antonio Siller C. 8. Figura de estuco en alto re-
vechamiento de los techos de las ca- como relevantes obras creadas para la lieve. Sus medidas máximas, la mayoría de las
sas, es decir al caer la lluvia sobre los captación y almacenamiento del agua veces, son: largo, 25 cm.; anch o, de 15 a 20
edificios bien podía ser encauzada ha- pluvial, predominan en regiones don- cm.; y alto, 30 cm. 9. Chultún en asociación
cia los aljibes. de se carece de fuentes naturales su- con casas habitación.
En cuanto a la precipitación plu- perficiales de agua, especialmente en
vial, vemos que existe una gran va- la región al sur de la Sierrita de Ticul,
riación a través de las estaciones y de si bien se registran en ocasiones en
los años, siendo unos más secos que áreas donde se cuenta con dichas
otros . Así, el complejo de los chultu- fuentes. De esta manera su función es
nes no siempre fue suficiente para bastante clara: el almacenamiento del
abastecer de agua a los habitantes de agua. Pero como todo tipo de cons-
la región serrana. Los mayas prehis- trucción, puede cumplir diversas fun - te, presentan el mismo sistema cons-
pánicos tuvieron también que acudir ciones, independientemente del fin tructivo . No existe una diferencia
a cuevas profundas, como la Gruta de para el cual fue originalmente diseña- entre los depósitos del núcleo y los del
Chac donde, para abastecerse del da. Es así como una función secunda- área habitacional.
líquido vital, caminaban casi un kiló- ria de los chultunes fue la de servir co- A pesar de que Wittfogel, después
metro en túneles angostos que condu- mo sitios de enterramiento o bien co- de visitar Yucatán en. 1942, escribió
cen a pequeños cuerpos de agua sub- mo basureros (Cfr. Thompson 1897; un análisis detallado de la relación
terránea (Andrews IV 1965; Mercer Ruz L. 1968: 80, 134, 235, 139 y 152; entre la organización social de los an-
1975 : 92). Benavides 1980: 34). tiguos mayas y la utilización de
Otro medio de acumular el agua lo Por otra parte, la relación que aguadas y chultunes, no podemos
lograron mediante la construcción de guardan los chultunes con la arquitec- hablar de una estratificación social
aguadas. Para efectuar este tipo de tura es obvia no sólo por el abasteci- únicamente en base a estos vestigios
obras se requería de la participación miento de agua para los habitantes arqueológicos. Al no existir diferen-
de muchos individuos, tanto para su del edificio, sino también para enten- cia alguna entre los aljibes del núcleo
elaboración como para su manteni- der los diferentes modos que existían y de la parte habitacional de un asen-
miento periódico. Para realizar esto para canalizar el agua hacia el interior tamiento, como sería el caso de otro
era necesario contar con una organi- de los depósitos. El contexto ar- tipo de obras arquitectónicas, hay
zación de la fuerza de trabajo y man- quitectónico en el cual se encuentran que considerarlos en su contexto
tener un control sobre ésta. En ele- no obedece a un patrón establecido; específico y no tomarlos como ele-
mentos arqueológicos de este tipo se es decir no siempre están asociados a mentos aislados. La captación, alma-
puede establecer una estratificación un mismo tipo de construcción; bien cenamiento y conservación del agua
social y política, en la que ciertos in- puede tratarse de grandes complejos fue algo sumamente importante, pero
dividuos controlan y dirigen la elabo- arquitectónicos como estar relaciona- ello no originó una alta cultura, sino
ración de la construcción y otros efec- dos con casas habitación (figs. 7 y 8). que estas obras deben verse como un
túan el trabajo físico. Es necesario Al mismo tiempo que la arquitectura elemento integrado a las demás ac-
entonces una buena organización co- puede proporcionarnos datos crono- ciones del hombre prehispánico.
munal para el aprovechamiento de es- lógicos en cuanto a la construcción de
te tipo de obras hidráulicas. Por el los aljibes, podemos inferir el número Reconocimientos
momento carecemos de la informa- de personas que dependían de un mis-
ción necesaria para profundizar más mo depósito, esto en base al número Finalmente, quisiera agradecer a
en el tema de las aguadas . Para cono- de chultunes excavados en una misma los arqueólogos Antonio Benavides
cer y comprender mejor su creación, plataforma y a la cantidad de edifi- C. y Tomás Gallareta N . la revisión y
función y rendimiento, es necesario cios contemporáneos que ésta con- las sugerencias que efectuaron al tex-
efectuar un estudio detallado del sis- tiene. En la región que estamos tra- to, así como a la Srita. Eunice Catzín
tema de las aguadas e incorporarlo a tando, los chultunes se encuentran en Suárez quien entintó todos los dibu-
las demás formas de captación y al- cualquier parte de un asentamiento. jos que acompanan éste.
macenamiento del agua que exis- Hay cisternas tanto en el núcleo como
tiero n. en la zona habitación y, generalmen- Mérida, septiembre de 1984
22
0123 • 5
M

LAB"A. YU:O.
CHULTU N ASOC IA DO A CO NST RUCC IO NE S DE MAMPOSHRIA
&AS A DO EN POUOC K (1 980:12 ). CO N ADIC IO N ES DE R.L Z.P
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24
TIGRE TRISTE, UN SITIO RECIENTEMENTE DESCUBIERTO
EN LA REGIÓN DE RÍO BEC

Paul Gendrop, Victor Rivera G.,


Juan Antonio Siller C. y Alejandro
Villalobos P.

Recen! architectural reconnaissance of the Río Bec area enabled us to visit Tigre
Triste, located near the border between the Río Bec and the northern extension
of the Petén region in Campeche.
During the survey, we detected a great continuity of archaeological structures
on the way lo Tigre Triste. Here, the topography and vegetation p resent transi-
tional Río Bec-Petén characteristics.
Documental ion and analysis of building 1 in group A structures revealed the
following unique architectural elements: a main entrance with square columns,
found to date in building 1 át Channá in the Río Bec Area, and in the Palace at
Santa R osa Xtampak in the Chenes region; a three member moulding of the
atadura type, /ocated in building 1 at both Channá and Culucbalom, the Palace
at Santa Rosa Xtampak, and throughout northern Yucatán during the later
Puuc Florescent phase; mask panels similar to those at classic Chicanná; andan
upper wa/1 zone showing Petén style forms .
These elements, with posible origins in an early period, show an interrela-
tionship with other archaeological regions. To better understand this interrela-
tionship, further architectural research and reconnaissance is imperative.

Antecedentes te lugar durante los trabajos que rea-


lizaba en la región, en los sitios de
El primero en visitar el sitio hacia Hormiguero y de Río Bec que se en-
1983 fue Edward Kurjack con los cuentran muy cercanos a este lugar.
guías Juan de la Cruz Briseño y Anto- No existen informes de estas visitas.
nio Gómez Carrillo, durante los tra- La única documentación con la que
bajos para la elaboración del atlas pudimos contar fue la ubicación y
arqueológico de la península de Yuca- clasificación del sitio hecha por Kur-
tán. El nombre de Tigre Triste fue da- jack para el atlas arqueológico, así
do por el propio Kurjack, pues al pa- como unas fotografías dadas por él a
recer escucharon los rugidos de unja- Paul Gendrop en noviembre de 1983
guar cerca del edificio; probablemen- (fig. 2).
te se deba también a las cabecitas de Kurjack coloca Tigre Triste en el
felino labradas en piedra y halladas al rango IV, correspondiente a un sitio
pie de uno de los paneles del edificio pequef1o. Su situación geográfica es
principal. de 16 Q BR 298 382, y su altura
La segunda visita fue hecha por sobre el nivel del mar es de 297.57 m.
Arriba: Detalle de una de las cabecitas de ja-
guar esculpidas en piedra, halladas al pie del
Kurjack en compaftía de Agustín Pe- (similar a la registrada por nosotros
edificio principal de Tigre Triste, Campeche. ña Carrillo, y se nos informó que Ro- -295.00 m. s. n. m.- con altímetro
Dibujo Alejandro Villalobos P . mán Piña Chao estuvo también en es- barométrico normal).
25
\TIGRE. TIUSlEI_J Nuestro acceso al sitio se hizo par-
,,
,'
tiendo de la población de Xpuhil (o
,, Xpujil) por un camino de terracería
,'
, que conduce a Calakmul. Se tomó la
. .. . ,'fERRU~
:
·..
,'- . l>[5~1HAOO
-.~ IH OUf MAR
desviación, al Ejido E. Echeverría
1
·. .
~
Castellot N!? 2, cruzando la des-
viación a Hormiguero, El Carrizal,
un poblado abandonado (anterior
asentamiento de El Carrizal), el
rancho El Cheque, y continuando tres
kilómetros hasta una casa de palma,
junto a un terreno desmontado sin
quemar. Como a cuatro kilómetros
de camino se localiza el sitio arqueo-
lógico de Tigre Triste (fig. 1) .
... -
1!' S t J> l. 4
w
t¡ lit A. 1 l. A
,WM
Las características fisiográficas de
A CAMHOE
la zona son de una topografía cuya al-
CROQUI5 lOCHIZACI N titud oscila entre 200 y 300 metros
TI<; RE TRI5Tt, '~ MPE(ME
sobre el nivel del mar, aumentando
hacia el sur donde pasa de un terreno
2 sensiblemente plano a uno con ondu-
laciones y lomeríos que forman
depresiones. La vegetación corres-
ponde al de las elevaciones en donde
crece el "monte alto", cuya vegeta-
ción, cada vez más similar a la del Pe-
tén conforme se va hacia el sur, está
formada por árboles como la caoba,
el chicozapote, el ramón, el copal, el
guayo y el "acahual" o matorral se-
cundario que incluye el guarumbo.
En las zonas bajas o pantanosas se
forman los llamados "acalchés" que
se inundan en las épocas de lluvia. El
subsuelo es calcimórfico con piedras
calizas y canteras de "sahcab". El cli-
3 b ma es cálido subhúmedo, con una
temperatura anual promedio que ex-
cede ligeramente los 25 °C. La preci-
pitación pluvial que encontramos es
de 1000 a 2000 mm. al afio, interme-
dia entre la zona noroeste de Yucatán
con 500 a 1000 mm. y la del Petén de
2000 a 3000 mm. al afio. En el recorri-
do no se encontraron aguadas cerca-
nas, y es probable que en el sitio haya
existido un sistema de captación de
agua por medio de chultunes, sobre
todo en los asentamientos localizados
en las partes altas.
Se pudo observar una gran canti-
•• dad de estructuras arqueológicas,
tanto en los terrenos desmontados co-
mo en la selva. Existe una conti-
1'1e4Re TRI~TE : ~va.ot...,..;ento
nuidad de éstas desde el poblado del
(cvrv..,~ @.f,.. ~) - -...-.w·. Z"\"l.o"" ~"'+ Carrizal hasta el sitio de Tigre Triste,
26
a lo largo del lomerio y en un terreno 4
muy quebrado.

El sitio

El sitio arqueológico de Tigre Tris-


te propiamente dicho se emplaza
sobre una elevación de terreno forma-
do por dos niveles de origen aparente-
mente artificial, ya que se encontró
una crujía subterránea en lo que com-
pone la plaza central, en cuya superfi-
cie se distribuyen dos grupos que in-
tegran la zona nuclear de un asenta-
miento cuyas dimensiones no pu-
dieron determinarse debido a la densa
vegetación y al poco tiempo de que
disponíamos para el recorrido (fig.
3).
La plataforma superior, al norte
del emplazamiento, excede ligera-
mente los dos mil metros cuadrados
de superficie, y se halla circunscrita
por cuatro elementos de proporción
alargada, formando una plaza que
denominamos "grupo A", y que
incluye el edificio principal que estu-
diaremos más adelante. Al sur del
emplazamiento se localiza una parte
más baja, a aproximadamente tres
metros más abajo del nivel medio de
la primera, que cuenta igualmente
con cuatro elementos en forma de
montículos, de proporción similares a
las del grupo A, si bien de dimen-
siones menores, y al que llamamos
"Grupo B" (fig. 3).

t. Croquis de localización de Tigre Triste, se-


gún Yictor Rivera G. 2-a. Antonio G6mez
Carrillo frente a uno de los paneles de mascaro-
nes del edificio principal; b. Sosteniendo las ca-
becitas de jaguar junto con otro compai\ero.
Fotos Edward Kurjack. 3. Planta general es-
j
quemática de los grupos A y B, según Ale-
jandro Villalobos P. 4. Secuencia de emplaza-
miento, según Juan Antonio Siller C. y Ale-
jandro Villalobos P .

27
Descripción arquitectónica del edifi-
cio 1

Como ya se indicó, se trata de una


estructura ubicada en el costado po-
niente de una plaza delimitada por
cuatro edificios sobre una plataforma
artificial. El edificio es de un nivel
con un marcado sentido horizontal.
Consta de un primer cuerpo liso en
--------¡ tres de sus paramentos y decorado
r- - - -----~
con paneles esculpidos en la fachada
1
principal. El cuerpo superior está
:' abovedado y conserva restos de la
:_ 'L--- -- -----1
f r r ,.~
¡_,... -- 1 ¡- ~ ..,,._ __....¡1 [] moldura media que, por su forma ge-
neral, parece similar a las del Petén
(fig. 5).
La distribución interior es de dos
cuartos laterales en ambos costados y
dos centrales a los que se accede desde
la plaza a través de un pórtico con pi-
lares. Los cuartos, agrupados en an-
tecámara y cámara interior, no se co-
munican lateralmente entre sí.
Los muros son de piedra con silla-
res de recubrimiento y núcleo inte-
rior. Los longitudinales sirven como
muros de carga de la bóveda, y los
transversales de amarre.
Zócalo o rodapié: El único dato que
se pudo obtener fue el de la parte pos-
terior del edificio, ya que el frente se
5
encuentra cubierto con escombro. La
forma es de dos molduras que sobre-
salen del pafl.o del muro, prolongán-
5. Alzado, planta y corte esquemáticos del edi- jambas (véase fig. 10). 8. Panel S (contando a dose verticalmente con el mismo pafl.o
ficio principal según Alejandro Villalobos P. 6- partir de la izquierda), con su cascada de mas- en su entrecalle. Corre a todo lo largo
o. Dos cabecitas de jaguar y una de ave halla- carones del más puro estilo Río Bec. 9. Restos
das al pie del edificio; b. Detalle de las de ja- insignificantes de la ornamentación escultórica
en la parte posterior y tiene las si-
guar . 7. Restos de la entrada porticada, con sus del panel7. Fotos Víctor Rivera G. y Juan An- guientes dimensiones: ancho de la
pilares de mampostería y sus capiteles en forma tonio Siller C . moldura, 15 cm., ancho interior, 15
de ataduras rematando tanto éstos como las cm., y 3 cm. de profundidad .
Paramento de fachada: Tiene una al-
6 tura de 2.28 m. El tipo de aparejo es
a b
de una piedra muy bien cortada y con
una junta muy fina. Las hiladas de
los aparejos son horizontales con jun-
tas discontinuas en el sentido vertical,
como es característico del estilo Río
Bec clásico. El relleno interior de los
muros es de piedra en forma de lajas
de pequefl.a dimensión aglutinadas
con mortero de cal y arena. Conser-
van algunos restos de recubrimiento
con un aplanado fino y pulido en el
interior de los paneles remetidos al
muro. Consta de unas 15 hiladas
28
7
aproximadamente desde el zócalo
hasta la moldura media.
La decoración de la fachada princi-
pal consta de ocho paneles escultóri-
cos. Cuatro de ellos, a ambos lados
de las puertas de las alas, se hallan re-
bajados en el espesor del muro y pare-
cen haber consistido en dos angostas
franjas verticales cada uno, mismas
que debían ostentar cabezas de jaguar
y de ave, a juzgar por las dos cabeci-
tas labradas de jaguar y la de ave que
se encontraron al pie de uno de estos
paneles (fig. 6). Los otros cuatro pa-
neles, resaltados con respecto al paño
del muro, realzan ambos extremos de
la fachada y flanquean la portada
central. Constan de una cascada de
tres mascarones similares entre sí, de
muy buena calidad de ejecución y en
bastante buen estado de conservación
(figs. 8 y 14).
La fachada principal tiene cinco
entradas, dos laterales y tres en el su totalidad, salvo unas cuantas de una crestería.
aposento central, excepcionalmente piedras que se encuentran al frente y El edificio mide siete metros de
separadas por pilares de mampostería en la parte posterior, las cuales sobre- ancho por veintinueve de largo. La
con capitel en forma de "atadura" salen del paño del muro y se inclinan distribución es de dos cuartos conti-
(fig. 10). No se conserva ningún din- de su paño frontal. El muro superior guos en cada ala y dos aposentos
tel de madera, cuya longitud puede o friso ha perdido su recubrimiento centrales de mayor tamaño. Como
estimarse en función del ancho de los exterior de piedra, y lo único que se suele ocurrir en este tipo de edificios,
vanos (que miden 1.10 m. en las alas, pudo observar fueron los núcleos de no se comunican entre sí lateralmen-
y respectivamente 1.10,- 1.47 y 1.27 las bóvedas cuya inclinación se obtu- te, y su acceso es desde la plaza. Los
m. en la portada central, siendo ma- vo a partir de su arranque (fig. 11). muros son de mampostería de piedra
yor el que se halla en medio). No se encontraron restos de la moldu- caliza de tamaños irregulares agluti-
La moldura media se ha perdido en ra superior ni de la eventual existencia nados con un grueso mortero de cal y
8 9

29
arena; están chapeados con sillares de Análisis arquitectónico y estilistico do, adornan los extremos superior e
piedra muy bien cortados y alineados. inferior de aquellas extraí\as pilastras
La altura del piso al inicio de la bóve- El análisis arquitectónico se hizo en decorativas del edificio 1 de Culucba-
da no se pudo establecer con exacti- base a los aspectos funcionales, am- lom en la misma región de Río Bec
tud debido a la gran cantidad de es- bientales, expresivos, de estabilidad y (fig. 19). Habría que ir más al norte, a
combro, pero se pudo inferir por la constructivos del edificio. Debido a la la región de los Chenes, para en-
altura exterior que era de 2.28 metros brevedad de este trabajo no incluimos contrar un caso bastante similar al de
aproximadamente. El ancho de los la metodología y el desarrollo de ésta; Tigre Triste: el imponente Palacio de
muros interiores es de 1.05 m. en pro- únicamente nos concretamos a men- Santa Rosa Xtampak, cuyas entradas
medio. Se conserva un cortinero en el cionar aquí algunos elementos ar- porticadas (fig. 18) pueden haber
muro junto a la entrada del cuarto quitectónicos que consideramos im- constituido uno de los antecedentes
central (fig. 12). En cambio no en- portante destacar, y algunos de los de estos pilares y jambas coronados
contramos ninguno en las jambas de resultados del avance de la investiga- por una moldura de atadura ... Más
las entradas, salvo una depresión ción en otros renglones como la tardíos, los casos conocidos de
(¿portavara?) en una de ellas. Debido estilística. capiteles-ataduras del Puuc
al escombro interior no se pudo saber El sitio arqueológico de Tigre Tris- quedarían por tanto descartados, y
si existen plataformas, bancas, nichos te se localiza en un lugar limítrofe tal vez habría que buscar más al sur
u otros elementos ... entre la región de Río Bec y la exten- - hacia el Petén u otras áreas- para
Las bóvedas se han perdido en su sión cultural norte del Petén en el sur encontrar posibles antecedentes de es-
mayor parte; únicamente se conser- de Campeche, y este hecho se ve refle- te elemento.
van restos de ellas en el muro longitu- jado, en el edificio 1 del grupo A, en En cuanto a los motivos esculpidos
dinal medio. Su sección es de una bó- una sugestiva interrelación regional que adornan la fachada principal ya
veda con una ligera curvatura, un ras- Río Bec-Petén, amén de otras po- hemos señalado la similitud que exis-
go poco común en estas regiones . sibles relaciones con zonas como las te, en estilo tanto como en calidad de
Arranca desde el muro sin acusar un de los Chenes y del Puuc al norte. ejecución, entre los grandes mascaro-
volado. El trabajo de la mampostería Algunas de las consideraciones que nes de deidades narigudas de este edi-
interior, como suele ser la regla en es- han surgido a la luz de este estudio ficio (fig. 14) y los de otros muchos si-
ta región, es mucho más burdo y me- son las siguientes: respecto a la tem- tios clásicos del área Río Bec. De
nos esmerado que el de los sillares de poralidad del sitio y la cronología del hecho, éstos no sólo son de un estilo
piedra de los muros longitudinales y edificio, creemos que es contemporá- Rí o Bec muy ortodoxo, plenamente
transversales en que se apoyan. Las neo de los edificios clásicos de Chi- maduro, sino que vienen a enri-
piedras que dan la curvatura interior canná; temporalidad que sólo podre- quecer, con sus acentos individuales,
de la bóveda son lajas irregulares con mos inferir a partir del análisis una de las fases más creativas y más
la cara exterior redondeada, con cu- estilístico de su arquitectura y escultu- consistentes en este renglón, fase
ñas y gruesas juntas entre una y otra ra, mientras no existan en el lugar ex- representada también por los edifi-
hilada en el sentido horizontal (fig. cavaciones arqueológicas que nos cios Il, VI, y X de Chicanná ó 1 de
11 ). El núcleo es también de lajas irre- permitan contar con un fechamiento Payán. Sin embargo, la posición rela-
gulares colocadas en el sentido hori- más exacto. Por lo que respecta a su tiva de los paneles que adornan las
zontal con gruesos morteros de cal. estilo arquitectónico, el edificio pre- alas del edificio en sus extremos, jun-
La dimensión del arranque de la bó- senta características constructivas y to con su mismo resalte del paño de
veda a la tapa o cierre de ésta es de otros elementos que lo asocian al esti- muro y con la presencia de aquellos
1.20 m., el ancho de la crujía poste- lo Río Bec clásico, pero presenta otros paneles remetidos decorados
rior es de 2.40 m. y el de la anterior es otros aspectos formales que lo con- con cabezas de animales, son otros
de 2.30 m. Subsisten unas cuantas vierten en un caso muy particular, co- tantos rasgos que los hacían únicos en
piedras-tapa o de cierre de las bóve- mo vamos a ver a continuación. su programa iconográfico tanto como
das, no así de travesaflos de madera, El edificio tiene una fachada prin- en su composición volumétrica y su
aplanados y restos de pintura. Como cipal porticada al centro con pilares y peculiar integración arquitectónica.
suele ocurrir en la arquitectura clásica molduras de atadura a manera de ca- Y si las bóvedas parecen ser de un
de esta región, podríamos decir que piteles tanto en los pilares como en el estilo esencialmente Río Bec, la cu-
existen dos tipos de calidades cons- remate superior de las jambas, ele- bierta exterior -hace donde puede
tructivas en la edificación: la de los mentos conocidos en esta región, en juzgarse por sus escasos restos- más
muros interiores y exteriores, en el un caso similar si bien con columnas bien parecería ser de un estilo similar
que el corte de la piedra es muy fino y de fuste cilíndrico, en el edificio 1 de al del Petén más al sur, cosa que no
de muy buena calidad; y el de las bó- Channá (fig. 17). También conviene sería de extraflar dada la situación
vedas que es muy descuidado y bur- mencionar las mo lduras de atadura fronteriza de Tigre Triste.
do. que, resaltando de un marco remetí- Aparte de estas consideraciones
30
estilísticas que hacen de este edificio 10
un caso fuera de serie, conviene men-
cionar otros aspectos arquitectónicos
que nos han parecido interesantes,
como fue por ejemplo el hecho de ha-
ber encontrado una bóveda subterrá-
nea al frente del edificio y bajo el piso
de la plaza. Creemos que formó parte
de la construcción de la terraza artifi-
cial sobre la cual descansa el edificio,
y que sirvió para nivelar el terreno y
poder construir en torno a esta plaza
el conjunto de edificios que confor-
man el grupo A (véase fig. 3). Sugeri-
mos a manera de hipótesis que la fun-
ción de esta bóveda, por la escasa al-
tura y calidad constructiva, pudo ha- a b
ber servido como chultún, apro-
vechando la amplia superficie genera-
da por la plaza y sus edificios para
captar el agua en un perímetro mayor
que se denomina área de máxima cap-
tación, y que resulta particularmente
importante en un lugar elevado y en
donde las aguadas se hallan retiradas
del sitio. Si la función de esta bóveda
subterránea fue la de captar el agua
de lluvia, se antoja bastante significa-
tiva la asociación del agua con los
mascarones de una deidad nariguda,
como encontramos más al norte, en la
región de los Chenes, en edificios pro-
vistos de chultunes al frente como ell
de Tabasquei\o o el 2 de Hochob (cu-
yo chultún hoy se encuentra sellado).
Consideraciones finales

Ai\adiremos, para concluir, que


por sus peculiaridades arquitectóni- 11 12
cas e iconográficas, el edificio 1 de
Tigre Triste, ameritaría ser el objeto
de ulteriores trabajos de exploración
y consolidación . Su localización
limítrofe con el gran Petén, que pare-
ce explicar en parte algunas de sus
particularidades estilísticas, lo hace
aún más digno de interés, por lo que
nos permitimos recomendarlo a la
atención de las autoridades pertinen-
tes, junto con otros sitios como Pa- 10. Parte izq uierda del pórtico ce nt ral, con ca-
yán, Culucbalom, Channá y Manos pitel de atadura tanto en la jamba como en el
Rojas, entre otros, ya que cada uno pilar. 11 . Base del muro posterior, con su mol-
de estos sitios posee características dura basal y su mu ro de retención inclinado en
que lo distinguen de los demás y talud. 12. Restos de bóveda en el aposento pos-
terior izquierdo. 13. Anilla integral en el apo-
contribuyen a enriquecer notablemen- sento frontal izquierdo. Fotos Víctor Rivera G .
te nuestro patrimonio monumental. y Juan Antonio Siller C.

31
Los mascarones de Tigre Triste. 14. Panel 8. 14
15-a. Panel 5. Fotos J uan Antonio Siller C.; b.
Reconstitución del anterior, según Paul
Gendrop.

Agradecimientos REFERENCIAS 1985 "Architectural survey of the Puuc


archaeological region, 1984 field
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Queremos agradecerle al Dr. Edward preliminary report" en Arquitectu-
Kurjack su comunicación verbal, así ra y Arqueologfo: Metodologfos en
como las fotos que nos facilitó de su lo Cronologfo de Yucotán, Collec-
visita a este sitio. A la arqueóloga ADAMS, Richard. E. W. y John L. GATUNO tion Etudes Mésoaméricaines, Sé-
Beatriz Repetto, encargada de la ma- 1964 "Noreste del Petén: un nuevo sitio ríe II-8, pp. 5-10, Centre d'Etudes
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33
16

Q 1 ~
,......__. r(IT

~ . . .....

\
1

CWalllS 16. Distribución geográfica de pórticos con


\ molduras en atadura en la península de Yuca-
\ tán, según Juan Antonio SiUer C. y Alejandro
./ Villalobos P . Nótese la posición que ocupa
Tigre Triste hacia el suroeste del área nuclear
Río Bec (zona hachurada) y en el lindero con el
gran Petén. Nótese igualmente la similitud que
existe entre el pórtico de Tigre Triste y el de
Santa Rosa Xtampak (compárese la fig . 10 con
la 18). Dibujo Alejandro Villalobos P . 17.
Planta del edificio 1 de Channá, Campeche, se-
gún George F. Andrews. Nótense las dos colum-
nas del pórtico, con los dos vanos extremos ta-
/
piados. 111. Jamba en forma de pilar con capitel
de atadura, en el costado sur del nivel inferior,
en el Palacio de tres pisos de Santa Rosa Xtam-
pak, Campeche. 19. Molduras de atadura enca-
setonadas en los extremos superior e inferior de
las pilastras decorativas de la fachada principal
en el edificio 1 de Culucbalom, Campeche. Fo-
tos Carnegie Institution of Washington, Pe-
abody Museum, Harvard University. Dere<:ha.
Nicho-mascarón en escalinata torre sur de Río
PI TÍN -_...,-¡_ ..... Bec-B, según reconstitución de Paul Gendrop.

18

34
RECONOCIMIENTO ARQUITECTÓNICO EN LA REGIÓN DE
RÍO BEC, CAMPECHE, MARZO 1985. CONSIDERACIONES
GENERALES.
-- ---- ---- -- --- -..
~- ~

"

George F. Andrews, Paul Gendrop,


Victor Rivera G., Juan Antonio Siller
C. y Alejandro Villalobos P.*

More than a "prelirninary report ", the present one could be cal/ed a "progress
report" on the architectural reconnaissance which was carried on by the authors
in the Río Bec region in March of the current year. Here, besides a general infor-
rnation concerning the sites which were visited, every participant has presented
his own observations on different subjects such as the characteristic towers and
sorne of their jeatures, a discussion about their construction sequen ce, new pers-
pectives brought by the discovery of a wider variety of rnask panels, observa-
tions on the rnethods app/ied for consolidation and preservation of structures,
etc... This is a typica/ exarnple of the kind of analysis undertaken by architects
- and architectura/ historians-, severa/ of thern with sorne background in
archaeology.

Introducción la eventual formulación de sugeren-


cias a nivel regional o local según se
Entre los días 1!! y 10 de marzo del estimara pertinente.
afto en curso, se llevó a cabo un viaje Organizado y dirigido por Paul
de reconocimiento arquitectónico en Gendrop, el equipo de trabajo conta-
varios sitios de la región de Río Bec ba, en calidad de invitado especial,
en la parte suroeste del Estado de con la presencia de George F. An-
Campeche, lindando con Quintana drews, destacado especialista en ar-
Roo. Auspiciado por la Facultad de quitectura maya (en particular de la
Arquitectura de la UNAM, dicho península de Yucatán), con Víctor Ri-
viaje tenía por objetivo principal la vera Grijalba, Juan Antonio Siller Ca-
actualización documental -tan macho y Alejandro Villalobos Pérez,
exhaustiva como fuera posible- res-
pecto a la arquitectura prehispánica
del área, ya se tratara de sitios aún no
intervenidos arqueológicamente o de
aquéllos que, por el contrario, ya hu- • Arquitecto, profesor emérito de la Universi-
bieran sido en mayor o menor medida dad de Oregon .
objeto de intervención por parte de Arquitecto, Doctorat:lo de Estado en la Sor-
bona, miembro de número del ICOMOS me-
arqueólogos en aftas recientes. Otros xicano.
de los objetivos de este reconocimien- Arquitecto, Maestrla en Restauración, Teso-
to conprendían el análisis crítico de rero de la Sociedad de Arquit('Ctos Restaura-
los métodos de exploración y conser- dores.
vación arquitectónica que en cada ca- Arquitecto, maestría en Restauración y en
Museografla, miembro de la Sociedad de Ar-
so se habían aplicado, así como una quitectos Restauradores.
evaluación global del estado actual de Arquitecto. Coordinador de Teoría e Histo-
aquellos restos arquitectónicos, con ria, taller Juan O'Gorrnan, F.A., UNAM .

35
1
todos ellos profesores de arquitectura Los principales edificios analizados en este reconocimiento fueron:
prehispánica de la UNAM. Los sitios
visitados, por orden cronológico, Sitio Edificío(s)
fueron los siguientes: Becán I*, ll*, Ill*, IV*, VA, VIII, X*
Channá I
Xpu hil
Becán .
(Campeche) 2 de marzo
3
Chicanná
Hormiguero
1•, n, ni•. vr•.
11*, V*, VI
xx•
Manos Rojas 3
Hormiguero 4 Kohunlich Acrópolis
C hicanná S Manos Rojas I, IV y grupo C
Río Bec 6,7 Payán I
Puerto Rico 7
Channá 8 Puerto Rico Torre cilíndrica
Payán 8 Río Bec A, B*, C, D, F (ó Z), 17* del grupo I,
Tigre Triste 9
Kohunlich
I del grupo IV
(Quintana Roo) 10
Tigre Triste I, grupo A, y grupo B
Las actividades desarrolladas con- Xpuhil I*. n•. del grupo I
sistieron esencialmente en levanta-
mientos, fo tografías, croquis y demás *Edificio que ha tenido intervención arqueológica entre los años 1979 y 1985.
observaciones realizadas in sítu, Entre los resultados obtenidos, sei'lalaremos a conti nuación algunos de los
cubriendo toda clase de aspectos ar- más destacados:
quitectónicos, tanto constructivos co-
mo de otra índole (perfiles arquitectó- A-Investigación sobre portadas zoomorfas, mascarones y temas afines
nicos, elementos ornamentales,
iconografía, etc.), amén de las 1) Nuevos aportes para la elaboración de un catálogo de mascarones ar-
fructíferas discusiones en grupo sobre quitectónicos del área••
secuencias constructivas, problemas
de conservación y otros ... Se contó Sitio Edificio Distintos tipos de Nuevos tipos de
además, para ello, con la apreciable mascarones regis- mascarones descu-
asistencia de Ramón Carrasco, gentil- trados hasta el año biertos entre 1979
mente autorizado por el arquitecto 1978 y 1985
José Enrique Ortiz Lanz, director del
Centro Regional del INAH en Cam- Becán
peche, para escoltamos en nuestros IV 6
recorridos, junto con Juan de la Cruz X
Brisei'lo, guardián de Becán, fiel ami- Corriental I
go y profundo conocedor del área (así Culucbalom
con la callada pero eficaz ayuda de 5
Miguel y Rafael, los choferes amable- Chicanná 2
mente puestos a nuestra disposición 11 4
por el ingeniero Fernando Escamilla VI
Bas, Director de la S.C.T. en Quinta- X
na Roo). El viaje resultó particular- XX 6 3
mente rico en encuentros tan gratos Hormiguero 11 3 4
como fortuitos: los arquitectos y doc- V 3
tores austriacos Hasso Hohmann y VI 2
Annegrete Vogrin, grandes especialis- Manos Rojas Grupo C
tas de la arquitectura de Copán; el ?
maestro Nicholas Hellmuth, de la Okolhuitz
Universidad de Yale; el arquitecto Jo- Payán 2
sé Enrique Ortiz Lanz y los arqueólo- Pecha! 2
gos Antonio Benavides y Renée Lore- 6 2
lei Zapata Peraza, del Centro Re- Río Bec I, grupo B 3
gional de Campeche; el ingeniero 17, grupo I 3
Joaquín García Bárcena y los arqueó- Tigre Triste I 1
logos Roberto García Moll y Enrique Xpuhil I 4 3
Nalda, del INAH, en gira de inspec-
ción por el área ... 49 16
36
** Esta lista comprende todas las variantes de a b
mascarones existentes en el edificio men-
cionado, incluyendo los de la crestería, de
las escalinatas simuladas, de los accesos, de
un eventual nivel inferior y, naturalmente,
de una portada zoomorfa integral o parcial.

Estudio de reconstitución de mascarones a par-


tir de documentos fotográficos y croquis reali-
zados in si/u. l. Chicanná, edificio XX, fac ha-
da este, panel l. 2. Chicanná, edificio I, facha-
da este; a. Panel 2; b. Panel l. 3. Hormiguero, 1
edificio 11, fachada sur edículo inferior suroes-
te, panel 2 (véase también foto portada). 4.
Hormiguero, edificio II, fac hada sur, platafor-
ma templete simulado torre este, mascarón-
escalera. Fotos Juan Antonio Siller C. y dibu-
2
jos Paul Gendrop.

Del cuadro anterior se deduce que, de a b


los 65 tipos distintos de mascarones
visibles hoy en el área, aproximada-
mente una cuarta parte ha sido descu-
bierta en años recientes, enriquecien-
do una de las más notables colec-
ciones de mascarones arquitectónicos
del área maya. Ante la impresionante
cantidad de variantes conocidas -y
en relativo buen estado de conser-
vación- estamos ahora en condi-
ciones de efectuar a este respecto es-
tudios mucho más profundizados. Es
por ello que se acaba de presentar,
ante el Primer Coloquio Interna-
cional de Mayistas (que organizó el
Centro de Estudios Mayas de la
UNAM del 5 al 10 de agosto del pre-
sente año), un "anteproyecto para un
catálogo de mascarones arquitectóni-
cos en Mesoamérica" basado, de ma-
nera tentativa, en un fichero que
incluye una lista de rasgos "Río Bec"
4
tan exhaustiva como fue posible.
Igualmente se piensa publicar, en el
n!? 6 de los Cuadernos de Arquitectu-
ra Mesoamericana, además de una 3
"ficha técnica" que reúna los elemen-
tos básicos de aquellos mascarones
arquitectónicos, un artículo que, a
manera de ejemplo, ilustre la utiliza-
ción del mencionado catálogo a tra-
vés de unos casos concretos.
Presentamos, mientras tanto, algu-
nos de estos mascarones recientemen- a
te descubiertos, acompañados de co-
mentarios someros sobre aspectos
iconográficos, estilísticos y otros
(figs. 1-4, 12-14, 18-19).
37
2) Nuevos enfoques en el estudio de
las portadas zoomorfas "integra-
les"
Desde junio de 1984, a raíz de la su-
gestiva ponencia presentada por Ra-
món Carrasco en el simposio Ar-
quitectura y Arqueo/ogfa.
Metodologfas en la cronologfa de Yu-
catán (CEMCA, 1985: 57-67), se puso
de manifiesto que, a la luz de los re-
cientes trabajos de dicho autor en si-
tios conocidos de las regiones de los
Chenes y de Río Bec, algunas de las
más connotadas portadas zoomorfas
integrales (como las de los edificios 1
y 2 de Hochob y XX de Chicanná:
fig. 18-b) poseían hacia el exterior
una voluminosa mandíbula inferior
abatida contra el piso. Este dato, que
hasta entonces se conocía sólo en Co-
pán (Honduras), y apenas se intuía en
el edificio 1 al oeste del Palacio del
Gobernador en Uxmal, abría pues
nuevas posibilidades de interpreta-
ción de aquellas portadas zoomorfas;
y éste es precisamente otro de los te-
mas que nos proponemos abordar en
el n!? 6 de estos Cuadernos.
20 r .... t
::~t==jóMetera
3) Estudio arquitectónico de un si-
7
tio de reciente descubrimiento, no
8 documentado hasta el momento:
Tigre Triste (véanse pp. 25-34 del
presente número)

4) Análisis de la secuencia cons-


tructiva de los complejos de torres

En su citada ponencia (CEMCA,


1985), Ramón Carrasco dice entre
otras cosas, respecto a los complejos
de torres:
,............mr
o ' •
Cuando se analizan los llamados
o 1 2 l
~lf: !ERS santuarios de torres masivas con
9
templos simulados y semifunciona-
les, se acepta que éstos se integran
a un edificio más bajo y que esta
integración es aparentemente pre-
concebida (Gendrop 1983:77). Sin
embargo. la integración de estos
santuarios a un edificio más bajo
responde a un cambio no sólo en la
concepción arquitectónica y volu-
métrica del edificio, sino aún a
cambios o complementación en sus
funciones. En el caso que nos ocu-
5. Banqueta integral en aposento 1, edificio 11 , 12
Hormiguero. 6. Pasadizo bajo escalinata simu-
lada, torre este del mismo. Nótese la leve incli-
nación de los parietales hacia la parte superior,
esbozando una bóveda y, de hecho, reduciendo
el claro. 7. Planta del mismo edificio. 8. Planta

·.:.'
,. ·-::.------: -·.:'

b
11
pa, los edificios de torres en las re-
giones Chenes y Río Bec responden
a una misma concepción evolutiva.
(op. cit.: 59)
Esta afirmación de que la integra-
ción, a un edificio bajo, de dichas
torres macizas con su templo (simula-
do, sernifuncional o funcional), res-
ponde invariablemente a una fase ar- e d
quitectónica posterior, parece tener veían afiadidas o posteriori a un edifi- del edificio 1, Chicanná. Dibujos George F.
más fundamento para la región de los cio bajo, este hecho no resultaba tan Andrews. 9. Templete simulado en torre edifi -
cio F (?), Río Bec . 10. Torre masiva en edificio
Chenes, donde estas torres pudieron evidente corno lo pretendía Carrasco
A, Río Bec. 11. Panel 1 de la fac hada sur del
ser afiadidas a raíz de la penetración (op. cit.: 62) en el edificio 1 de Xpuhil edificio 1 en Xpuhil, transformado en un ver-
de fuertes influencias "Río Bec" (que (ni en otros corno el edificio 11 de dadero pot-pourri de elementos escultóricos
incluyen, al parecer, la adopción de Hormiguero), donde más bien por el arquéologo en turno, quien pegó éstos
las portadas zoomorfas integrales). parecerían constituir, dentro de una sin ton ni son en vez de detenerse a estudiar el
En el caso de los edificios 5 de concepción única, tan sólo una de las emplazamiento relativo de cada parte al com-
parar, por simetría reflejan te, con su equiva-
Hochob y Al de Dzibilnocac, dicha fases finales de la secuencia construc- lente el panel2 (fig. 12-b), situado a unos pocos
aseveración de Carrasco parece ser tiva (cosa que parece demostrar, en el metros en la misma fachada y esp1~ndidamente
bastante convincente, a reserva de caso de Xpuhil, el cuatrapeo parcial conservado .. . 11. Estudio de reconstitución de
comprobarse in situ en algún ulterior de los acabados de la torres posterior dicho panel 2 (fig. 12-d), complementando el
viaje a la región de los Chenes. Pero y de la fachada adyacente, aparte de dato original (b) con los únicos restos de la par-
te superior (a) y el más completo de los masca-
en lo que al área Río Bec se refiere, otros hechos tales corno la ausencia rones complementarios inferiores (e), hallados
aprovecharnos nuestra estancia para de muros de contención en las partes respectivamente en los paneles 1 y 2 de la
analizar de cerca esta cuestión, y si interiores de los cuerpos contiguos a fachada opuesta. Fotos Juan Antonio Siller.
bien pudimos comprobar plenamente las torres, pero en cambio la existen- Dibujo - y comentarios- Paul Gendrop.
que, en el caso de Río Bec-B y del edi- cia de grandes macizos aparentemen-
ficio 1 de Chicanná, las torres con sus te concebidos para servir de apoyo a
santuarios simulados claramente se aquéllas.
39

· .~-- - ·· - - --- - - - - - - -----------~ ~ --- - --- -


·, ··:
~
...~ ,... " -:.- .- ·l.• .
13 14 5) Sobre los problemas de conser-
vación y restauración

Volvemos a tocar aquí un punto


muy delicado, pues como ocurre en
nuestra arqueología, la restauración
arquitectónica tiende a caer, con alar-
mante frecuencia, bajo el signo de la
reconstrucción excesiva, realizada a
menudo con una precipitación y una
ligereza - por no emplear un término
más fuerte- que contribuyen a alte-
rar y hasta borrar para siempre
aquellos datos que debían haber ser-
vido de guía para una restauración
más cuidadosa. Citamos a conti-
nuación el párrafo de una carta en-
viada en noviembre de 1984 a Paul
Gendrop por George F. Andrews,
párrafo que en gran parte vino a re-
forzar nuestra intención de llevar a
13. Angulo sureste del edificio l de Becán, cas, al igual que en los ejemplos de la siguiente cabo cuanto antes un viaje a aquella
mostrando los muros del nivel inferior innece- página. 18-a. Planta baja del edificio XX de región con el fin de evaluar por no-
sariamente enrasados hasta una misma altura, Chicanná, según G. Andrews, quien sugiere
si n tomar en consideración, en el costado este, dos probables fases de construcción: la crujía
sotros mismos Jo que se había venido
la continuidad de los paneles de damero. 14. sur (cuartos 1, 2 y 3) primero, y luego, junto haciendo en materia de restauración.
Estudio de reconstitución del panel 1, fachada con el templo superi or, las crujías este, norte y
sur del mismo edificio (ángulo inferior izquier- oeste (cuartos del 4 al JI). Nótese la escalera de In regard to the work at Chicanná,
do de la fig . 13). 15. y 16. Paneles 2 y 1, si- acceso al nivel superior, a partir del aposento 2; Becán, etc., by Román Pifia Chan,
mét ricamente dispuestos en torno a la puerta b. La fachada sur, con sus dos portadas zoo- l'm afraid 1 share your concern
central de dicha fachada, y mostrando ciertas morfas integrales (y la inferior complementada
about what is happening. For one
discrepancias en la disposición de algunas de por una mandíbula abatida contra el piso); c.
sus piedras labradas, en especial las de la parte Uno de los dos tramos de escalera al segundo thing, the young ladies who do
inferior derecha del panel 2, y de la parte supe- nivel, mostrando la fachada interior que da al most of the supervision have little
rior del panel l.. . 17. El edificio JI de Becán; a. descanso. 19. Aspectos del edificio 17, grupo I experience of any kind, particu-
Planta, según George F. Andrews; b. Parte iz- de Río Bec; a. Estudio de reconstitución de la larly in regard to restoration. My
quierda de la fachada principal, dando a la pla- portada central, según Paul Gendrop; b. Parte
greatest concern is that the over-
za superior; c. Un hermoso panel de damero: izquierda de ésta; c. Planta del edificio, según
aquí las labores de restauración se detuvieron George F. Andrews. Fotos Juan Antonio Siller burden of debris is being stripped
donde se acababan las evidencias arqueológi- c. off as rapidly as possible, and the
a original stonework is dumped in
17
piles without regard for proper
sorting of specializad stones from
fill. Also, since the focus is on re-
construction, no real data is being
obtained from concurrent ceramic,
lithic or other parallel lines of in-
quiry. It is certainly useful to ha ve
--l the debris removed from rooms,
platforms, etc., but without sorne
e
controlled sub-surface excavation
at the same, we'll wind up in the
same position as at Uxmal andad-
jacent sites with no significant
chronological data.

Algunas de las fotografías que


ilustran este artículo tienen comenta-
rios al respecto: véanse las figuras 11,
13, 15, 16 y 17.
18 a b

CHJCA NNA - Structure XX, Pl an o 5 10


~ <([!
o
1 1 3
~ ,...1r~<;

o 5 10
~-.-
1
f'::ET
o 1 2 3
~ M( l(RS

41
6) Sobre perfiles y otros detalles ar-
quitectónicos

Al emprender el estudio de cual-


quier manifestación arquitectónica en
cualquier época, deben quedar es-
tablecidos los parámetros de análisis
y la dirección específica de la investi-
gación. El caso arquitectónico ofrece
diversos elementos fácilmente percep-
tibles, cuando se refiere a la forma ex-
terna del edificio y a sus aspectos or-
namentales; sin embargo, los trabajos
sobre sistemas y secuencias construc-
tivas, así como de periodificación y
desarrollo urbano, requieren de ma-
yor objetividad en el análisis y de una
metodología que ofrezca pocas posi-
Algunos perfiles arquitectónicos propios del es- bilidades de variabilidad.
tilo Río Bec. 20. Detalles de la fac hada oeste El perfil arquitectónico es un ele-
del edificio 11 en Chicanná. 21. Unión de la
mento de análisis, definido como el
fachada posterior con la torre central en el edi-
ficio 1 de Xpuhil. Nótese, hacia abajo, el muro conjunto geométrico de planos ínter-
sobrepuesto a la torre mientras que ocurre lo secados como consecuencia del siste-
contrario en la parte superior. 22. Parte de- ma y procedimiento constructivo, y
rec ha fac hada edificio 1 en Payán. 23. Lo mis- que describe la forma externa del edi-
mo en el edificio I del grupo IV de Río Bec. Fotos
ficio en uno o varios paramentos o
Paul Gendrop, Elena Eritta, Víctor Rivera G. y
Juan Antonio Síller C. 24. Problemas de con- fachadas. El perfil es, así, el punto de
solidación en el edificio I de Xpuhil, según Ale- confluencia entre sistema constructi-
vo y forma arquitectónica, habiéndo-
21 se utilizado desde los primeros traba-
jos de tipología arquitectónica meso-
americana, hacia los af!.os treinta; por
su importancia, ha sido objeto princi-
pal de un número de nuestra revista
(véase Cuadernos de Arquitectura
Mesoamericana No. 2).
.._...._!:
En este viaje de reconocimiento ar-
quitectónico del Seminario de Ar-
i quitectura Prehispánica a la región
' t.
~ r Río Bec, el estudio de los perfiles ar-
quitectónicos fue un aspecto impor-
tante de nuestro trabajo de campo,
encomendado especialmente a Ale-
jandro Villalobos. Este trabajo con-
siste en el levantamiento métrico y fo-
tográfico de los planos descritos en
los paramentos de los edificios, de tal
manera que esclarezcan la proporción
de éstos ante una escala humana y de-
noten el sistema constructivo aplica-
do en la edificación para, de esta ma-
nera, integrar el perfil como indica-
dor de la forma productiva
característica de un edificio en el con-
texto de un sitio y, consecuentemente,
de un área geográfico-cultural exten-
42
siva a una cronología regional. Se ex- Hablando de fachadas , es de notar- jandro Villalobos P . A. Análisis del trabajo
ponen aquí cuatro ejemplos (figs. 20 se que en el caso de los edificios 11 y estructural del edificio 1, cos tado norte. B.
a 23), aparte del de Tigre Triste (véase VI de Chicanná, parece existir en los Efectos producidos por la consolidación de es-
combros en el núcleo desplomado de la torre
p. 28). paramentos inferiores una ligera norte. C. Alternativas de reconsolidación. D.
Para concluir este inciso, se expone inclinación intencional, particular- Desarrollo de alternativas.
un aspecto que consideramos de sin- mente visible cuando se observan los
gular relevancia en el estudio de los pafios laterales de fachada desde las
perfiles arquitectónicos: aquél refe- esquinas de estos edificios. Y en lo
rente a los diagnósticos sobre el esta-
do de conservación de la estructura a
que se aplique. Con ello puede identi-
ficarse los grados de deterioro en la 24
morfología del edificio por efecto del
®
paso del tiempo o bien de la acción aH :.~-:.t• '- '-r-~ .
R .(.. • ....,¡~,.k . Ir! h-,.'~
humana, no sólo del saqueador, sino f---"'"-----L~¡-~=~ if~: :~;~~,
ocasionalmente del propio investiga- ..... / y• 'k-.

dor que consolida rellenos que están


provocando empujes excéntricos a los
ejes de carga en un muro donde, co-
mo consecuencia, se generan despla-
zamientos laterales en su coronamien-
to, paso previo al desplome. Se anali- ~-~ r - C41(A!<Í.-~-<.,..n:·

zará aquí un caso: el del edificio 1 de 1


~~~-

Xpuhil en su fachada norte (fig. 24), ¡. ·IW. .-~Jd- hl'*'" ¡·Got., . ~A•...._OIF~

haciendo las recomendaciones que se .-\~-~~~:"'':_"1.·,~~- ~ ~ ~ ~~~


~ 1 (EkEN~.&<.~~) Q.

han considerado mínimas necesarias I'!F:~ ~ ~LR. - ~ ....~-11/fUUA)


t-- ~ -l c... ::::-.,.r:~""'x~-4 EN n~
para su reconsolidación y recupera- ~ Jt#ep · H~4 (1Jr.yl•-c)
ción de verticalidad, así como la ins- L Á';t ' ~"""'"" Mt»iFf~
Fu.ei!A ~LA ~_.tW DIE

trumentación de estas sugerencias. L..48.4.SC.

® ~~ l&ltA (~
~ecc.NliDOJ B..~~"""~

. . . ~ .... P~LtAAH..· -l~ /A&


7) Sobre aspectos constructivos '*•"'- ~a. A~ &cua e&~~ ~ 'fPII1iaWTO/ICIIIiiAD ~~Pl!ll(
a_ N IIU..Eb !MCI!EU~ LA /-ltJIWEDAP " Tt4A4.. . -
~ p~ .U,&<tM~~I..4~ ;
Al J1E4P.. q1ftE N P VAC IA X <'-.:JiiJID(lA
qTIII~3.i 111EN .">E UU/l4E~E, 1-IE:J.!DE
Como lo ha subrayado David F. Pot- JCLVA,IBV I'OR IJEi TGI.l.uR o .

ter en sus diversos escritos de los aftos


setenta, la calidad de mampostería
que caracteriza al estilo "Río Bec clá-
sico" va bajando conforme penetra
uno en el interior de los edificios, al
grado que cabe suponer que los exte-
riores y los interiores eran realizados
por diversas cuadrillas de albaftiles es-
pecializados en cada uno de los aspec-
tos de la construcción. Las bóvedas
en particular, cuya mampostería no
suele acusar el arranque, son de una
pobreza de ejecución que solía ocul-
tarse bajo gruesos aplanados de estu-
co, finamente pulidos, eso sí, y a me-
nudo realzados al nivel del arranque
por una moldura. Los acabados de
fachada, en cambio (trátese de los án-
gulos redondeados de las torres o de
paramentos planos), se componen de
PtlJJTAJa v 'JR:. /ll!!JilB:,H(JJ E7J ~
hiladas regulares de bloques pe- ~ .X.t4JIIJIN 01~4 ' liAH 4/ AA<' ... ~e.s.T EN
M~o.r• ~ -1iesEt. .
queftos de cantera, cortados y en-
samblados a la perfección (fig. 21).
43
25 que toca a las cresterías (formadas
por un muro rítmicamente calado),
las encontramos básicamente de dos
tipos: unas hechas de mampostería
corriente como en los edificios II y VI
de Chicanná (fig. 25-a), y otras reali-
zadas a base de sillares perfectamente
cortados y ajustados entre sí, como
en el edificio 1 de Culucbalom y en
a Río Bec-B (fig. 25-b).
b Colocados a la manera tradicional
prehispánica (es decir acostados y
apoyados sobre las jambas de
mampostería), los dinteles de madera
se conservan en numerosas ocasiones,
pese a los embates del tiempo y a la
incuria de los humanos, gracias a la
excelente calidad de perdurabilidad y
resistencia de las maderas utilizadas
P LA! f O R P1 P L A T f O R M como son el chicozapote y el jabín
(fig. 27). En algunos casos, estos din-
teles de madera no salvan claros
~ r ;¡r
0
abiertos, sino· solamente nichos o pa-
o
~
1 1 J
. ,, ..
neles remetidos, como puede verse en
28 Río Bec-B. Un caso particularmente
interesante es el que observamos en el
edificio prinCipal de Payán ya que
ahí, previa la falla de una de las vigas
que formaban el dintel de una de las
entradas, la mampostería sustentada
se cayó en parte, dejando claramente
manifiestos los huecos largos y redon-
deados, dejados en la corporeidad de
dicha mampostería por dos morillos
de madera que, probablemente, tu-
vieron la función de reforzar la
estructura precisamente encima de los
dinteles, actuando así como refuerzo
o alivio de éstos (fig. 28). Hasta ahora
sólo . habíamos observado un detalle
similar en el Palacio de Dzibiltún.
En cuanto a las torres que simulan
b pirámides escalonadas y constituyen
a una característica regional bien defi-
Algunos aspectos constructivos y formales . 25. nida, presentan al exterior una mar-
30
Las dos variantes de cresterias existentes; a. De cada unidad estilística tanto en sus
mamposteria corriente (edificio VI de Chican- perfiles generales, en sus años verti-
ná); b . De grandes bloques muy bien tallados y cales como en los ángulos invariable-
ensamblados (Rio Bec-B). 26. Planta del edifi-
cio VI de Chicanná y sus anexos, según George
mente redondeados de sus cuerpos es-
F. Andrews. 27. Dintel del edificio X de Becán, calonados . Otra observación que ca-
que conserva todas sus vigas acostadas, menos be hacer respecto de estas torres es
una. 28. Restos de dintel en el edificio I de Pa- que, en cuanto a su volumetría gene-
yán, mostrando en la mamposteria de la parte ral, tienden a ser más aplastadas, más
superior la huella de dos morillos de refuerzo.
29. El edificio 11 en Xpuhil; a. La escalinata y
angostas - y macizas- cuando son
los aposentos 4 y S (nótese la anilla en la jamba aftadidas a un edificio preexistente
del aposento S); b. Planta, según George F. (como es el caso del edificio 1 de Chi-
44
31

canná o de Río Bec-B: fig. 8), mientras costados son cortados verticalmente y
que se presentan volúmenes más com- marcan con su plano remetido los es-
pactos, más gruesos, frecuentemente calones cuyos peraltes muestran la
horadados con angostos pasadizos, misma inclinación que el pafio remeti-
escaleras, y hasta cámaras ocultas, do de aquel bloque, como puede verse
cuando se trata de torres integrales en los edificio JIJ de Chicanná ó X de
(como en los edificios 1 de Xpuhil, Il Becán.
de Hormiguero -fig, 7- y, aparen- a
Dignos de mención son también los
temente, A de Río Bec y otros .. .). orificios ocultos en los recovecos de
Las escalinatas simuladas que os- fachadas muy elaboradas como en el
tentan dichas torres suelen tener al- caso de los edificios X de Becán y 11
fardas lisas (salvo en el edificio 11 de de Hormiguero, mismos que -de
Hormiguero y, tal vez, en otros casos sección rectangular los primeros, y
no registrados). Sus escalones pro- circular los segundos- atraviesan el
piamente dichos, es preciso aclararlo, espesor del muro y crean una franca
presentan diferentes tipos de perfil, comunicación, semioculta sin embar-
como por ejemplo una sección go respecto al exterior, es decir utili-
simplemente escalonada y desprovista zable tan sólo desde el interior o sea,
de nariz como en el edificio 1 de desde aquella parte donde se localiza-
Xpuhil donde la huella mide de 5 a 7 ban los miembros del sacerdocio, por
cm. y el peralte (formado por dos hi- lo que pudo haber servido para echar
ladas regulares de piedras, siendo la humo, luces, voces o música, tal vez b
e
inferior sensiblemente el doble de la con la intención de impresionar a las 32
superior) oscila entre 28 y 30 cm. Ahí, multitudes congregadas al pie de la
además, el peralte del primer escalón escalinata con motivo de alguna cere-
sigue la inclinación de las alfardas, monia.
mientras que los demás están riguro- Igualmente interesante son los ori-
samente verticales; y cabe anotar ficios regulares que, usualmente en
también que la separación entre la al- pares atraviesan horizontalmente y en
farda y los vértices formados por el forma rectilínea la masa sólida de las
peralte y la huella de cada escalón pa- torres en varios edificios de la región
rece ir en aumento a medida que éstas (tales como el 1 de Xpuhil, li y V de
siguen ascendiendo (fig. 31-c). En Hormiguero, B de Río Bec, etc.), ha-
cambio, en el caso de los edificios IV cia la parte superior, por lo general en
de Becán y 1 de Chicanná, los escalo- la plataforma de sustentación del
nes presentan una nariz formada por templete simulado y/o en los para-
el saledizo del sillar superior que in- mentos mismos de éste. Estos orifi-
tegra la huella, respecto de la piedra cios, que quizá estaban destinados a
de apoyo que completa el peralte, permanecer ocultos, como parece de-
(fig. 31-a). Finalmente, en Río Bec-B, mostrarlo en uno de ellos la presencia
salvo el primer escalón que tiene la de un tapón de piedra hecho a la me-
inclinación de las alfardas, los demás dida (Ramón Carrasco, com. pers.),
escalones, si bien conservan una sen- pueden haber tenido diversas fun-
sible perpendicularidad entre su ciones, desde algún eventual sistema
huella y su peralte, acusan un desplo- de seflales luminosas hasta fines
me bastante marcado (fig. 31 -b) . mucho más prácticos de terminación
Hay en algunos edificios de la re- de acabados, reparación, manteni-
gión un caso muy particular en la dis- miento -y hoy restauración-, sir-
Andrews. 30. Par de anillas inferiores en el in-
posición de los escalones, y que en viendo de receptáculo para las anga- terior del aposento 2 del anexo oeste al edificio
esencia consiste en un bloque com- rillas de sostén del andamiaje (fig. VI de Chicanná. 31. Detalles de escalones en
pacto que sobresale de la plataforma 32). Cabe suponer también que, con torres de estilo Rio Bec; a. C hicanná, edificio 1,
que sirve de base al edificio (o a deter- motivo de alguna ceremonia particu- torre norte; b. Rlo Bec-8, torre sur; c. Xpuhil,
minada crujía); bloque que no ocupa lar, se colgaran de dichos hoyos ban- edificio 1, torre sur. Fotos Victor Rivera O . y
Juan Antonio Siller C. 31. Posible aprovecha-
todo el frente del edificio, y cuyo pa- derines, andas u otros adúrnos que le miento de los pares de orificios superiores (en
ramento. principal acusa una franca dieran especial realce al templete si- Rio Bec-8) para colocar las angarillas de sostén
inclinación en talud, mientras que sus mulado ... de un andamiaje, según Paul Gendrop .

45
8) Otras observaciones guientes personas que, de una manera
u otra, han contribuido a la realiza-
ción y a la buena marcha de aquél: el
Como otra de las consecuencias de
arquitecto Ernesto Velasco León, di·
este viaje, se ha hecho manifiesta la
rector de nuestra Facultad de Ar-
necesidad de efectuar - hacia marzo
quitectura de la UNAM (quien nos
o abril de 1986- un reconocimiento
dió amplias facilidades materiales, en
similar en la región de los Chenes y
dinero y en material fotográfico); el
zonas cercanas, con el fin de dar a
maestro Xavier Cortés Rocha, jefe de
nuestras investigaciones una conti-
la División de Estudios de Posgrado;
nuidad escalonada. La lista de even-
el licenciado Abel Salto, secretario
tuales sitios a visitar podría incluir al-
administrativo de la F.A.; y el ar-
gunos de los que se hayan vuelto acce-
quitecto Enrique de Anda, encargado
sibles gracias a la apertura de los ca-
de C.I.F.F.A. de la misma Facultad;
minos Bolonchén-Becanchén por una
el licenciado Pablo Elhore, director
parte, y por otra parte del tramo que,
de asuntos jurídicos del INAH: el ar-
rumbo a Xpuhil, se extiende al sur de
quitecto José Enrique Ortiz Lanz, di-
Dzibalchén.
rector del Centro Regional del INAH
Finalmente, dentro de una eva- en Campeche (quien puso a nuestra
luación general de este viaje, cabe disposición las instalaciones del cam-
mencionar - aparte de una eventual pamento de Xpuhil), y sus colabora-
contribución a la realización de un dores los arqueólogos Antonio Sena-
Atlas arqueológico del Estado de vides, Ramón Carrasco y Renée Lore-
Campeche, la importante aportación lei Zapata Peraza; Juan de la Cruz
documental que constituye en sí el Briseño y los demás guardianes de la
material recolectado a nivel de la Fa- región; Antonio Gómez Carrillo,
cultad de Arquitectura y de sus diver- quien guió al grupo hasta las ruinas
sos cursos de arquitectura prehispáni- de Tigre Triste; el ingeniero Víctor
ca. Dicho aporte puede evaluarse, Mahbub Matta, Director General de
entre otras cosas, en el curso altamen- Conservación de la Secretaría de Co-
te especializado que, a nivel de docto- municaciones y Transportes, quien
rado, está impartiendo Paul Gendrop nos brindó todo su apoyo en la obten-
desde el 12 de junio en la División de ción de vehículos para poder trasla-
Estudios de Posgrado, bajo el título darnos a los sitios mencionados; y el
de: "Arquitectura maya de Yucatán: ingeniero Fernando Escamilla Bas,
una aproximación metodológica en el Director General de la dependencia
análisis arquitectónico". de la S.C.T. en Quintana Roo, quien
personalmente puso dichos vehículos
Agradecimientos -con sus respectivos choferes- a
nuestra entera disposición por el
Los cinco participantes en este tiempo que había de durar nuestra
viaje de reconocimiento arquitectóni- permanencia en la región.
co deseamos expresar, en forma uná-
nime, nuestro agradecimiento a las si- México, D.F., agosto de 1985

Dibujo de reconstitución de la fac hada princi-


33 pal de Río Bec-B, según George F. Andrews.

46
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DEL PUUC FLORECIENTE

A continuación presentamos la ficha analítica que el profesor George F.


Andrews utiliza comunmente en sus reconocimientos arquitectónicos de campo
para el estudio de edificios de la región Puuc al igual que de otras regiones de la
península de Yucatán. Aprovechamos para dar aquí una versión en español de
los elementos mencionados en dic ha ficha, y para proporcionar al lector una se-
rie de croquis complementarios con su respectiva terminología.

EXTERIOR INTE RIOR

SITE: SITIO DATE: FECHA SITE: SITI O DATE: FECHA

STRUCTU RE: EST RUCTU RA O EDIFICIO (número o nombre) STRUCTURE: ESTRUCTU RA O EDIFI CIO (número y/ o nombre)

GENERAL DESCRIPTION : DESCRIPCIÓN GENERAL ROOM : CUARTO N~ .. . (se llena una ficha por cuarto)

Base mou lding (or moldi ng) : Zócalo o rodapié DIMENS IONS: DIMENSIONES
Form: Forma (número y forma de las partes componentes, perfil, decoración Length: Largo
etc.) Width: Ancho
Size: Dimensiones (al to, a ncho , profundidad , largo de cada parte)
Walls: Muros
Heigh t: Altura (del piso al arranque de la bóveda)
Lower walls: Muros bajos o paramen tos de fachada
Thick ness: Espesor
Heigh t: Altura (de la parte superi or del zóca lo al sofito de la moldura baja)
Stonework : Mampostería (tipo de aparej o . calidad , cantidad de hiladas, etc .)
Stonework : Mampostería (tipo de aparejo, calidad . cantidad de hiladas, etc.)
Doorways: Puertas (forma, dimensiones, jambas, dintel, comunicación, etc.)
Thick ness : Espesor del muro
Rod sockets : Portavaras (usualmente sugeridas por depresiones en partes de
Decoratíon: Decoración (esculturas , relieves, columnillas o junquillos, peta-
igual altura en las dos jambas)
tillos, grecas "ataduras", mascarones, etc.)
Cordholders: Cortíneros en muros (ya sean empotrados o integrales)
Rings : Anillas (descripción,
Doorways: Puertas
dimensiones)
Shape: Forma (rectangular, trapezoidal, etc.), dimensiones
Wall openings: Huecos practi-
Jambs: Jambas (monolíticas, hec ha de varias piedras grandes a pequeilas,
cados en muros (nichos, venti-
etc.)
las, mechinales , etc .)
Lintel: Dintel (material, dimensiones, decoración)
Observations : Observaciones
Other: otros (columnas, capiteles, modillones, etc.)
(otros elementos tales como
banquetas, etc.)
Media l moulding (or molding): Moldura media
Form : Forma (número y forma de las partes componentes, decoración, per-
Vaults: Bóvedas
fil , etc.)
Springline offset: Proyección (o saliente) en el arranque
Size: Dimensiones de cada parte
Heigh t: Altura de la bóveda (en los estilos clásicos del Puuc, se mide del
Projecti on: Proyección máxima, volado o saliente
arranque a la moldura de remate del intradós: vease fig . 6)
Form: Forma (sección del intradós, etc.)
Upper wall: parte superior del muro, o friso
Stonework : Mampostería (tipo de aparejo, calidad , cantidad de hiladas, for-
Height : Altura (entre la moldura media y la cornisa)
ma de las piedras de bóveda , etc.)
Decoration: Decoración ü unquillos lisos o con " ataduras" , petatillo, grecas
Capstones: Piedras-tapa o de cierre (decoración escultórica o pictórica, di-
simples o escalonadas, mascarones , etc.)
mensión entre los dos extremos de la bóveda)
Stonework: Mampostería (tipo de aparejo, calidad, cantidad de hiladas , etc.)
Crossbeams (or Crossties): Travesailos de madera (diámetro, cantidad ,
Other: Ot ros rasgos (atípicos o diferentes)
distribución)
Other: Otros (nichos, cortineros, pinturas o esculturas, capialzos, etc.)
Cornice: Cornisa
Observations : Observaciones (rasgos atípicos, etc.)
Form: Forma (similar o distinta a la moldura media)
Size: Dimensiones de cada parte
Projection: Proyección máxima, volado o saliente

Roof structure : Crestería (o remate de otro tipo)


Locati on: Posición en relación a la cubierta (cargada al frente o "volada ", en
posición media o posterior)
Description: Descripción formal, tipo de ornamentación, etc.
Dimensions : Dimensiones (horizontales y verticales, espesor, etc.)

Arch itectural style: Estilo arquitectónico


Observations : Observaciones (fase o período, aparentes influencias o interre- George F. Andrews, Paul Gendrop y
laciones, etc .) Juan Antoni o Siller
47
c rtJt«r : .._ ~a..l~cAo.,
a.po~coda ..., a\ .ojt.
d~l "'"'o .._.._.t;

Mo lduro. S'-'pc.rior
o (.CM"Y\ ; .4

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2. l'l'!Uf'O:., Je <.Q r"Jn, _. 'l l'1b CU (' V I h. ó d i, lt ~i, ' ' ;1Íai. Ltl.. 'w'Gif"•.ll "
3 . sofito W"''\Oi d ura I'T') Pdia j orra,1 u.'-! bOv(l da e ort; ,., Rro1)
t.~"J ,.H..,iaje,tr(lv""s...a;.;os j c; '"ora Dévt>d <J;
5. i ntroado~ C.O L'\ ~ u l"t''oldur" de r.._,., .J fit r~d-..r'lo) , ,,fcr ..," .:ho~ j
il}'(.h~·!~s - - - - - - - -- 0";1/u,
Q (; Hre Je bo.,{. j<l ;:1 - ellaJo J .. !d cub; .. rrct r"b..ajada.
:;(. oca ba J os :>.H te .S Jf.._r;:~r 1J..:n 1 1' :J'·,~o. cor., , ~a. , ;J te.:hL") : pt _.,Die ;..r~o;stc r:a.' li! P"' PI Ai -

8. ""''·HC"'l> J 1v-Lor ios; b<.l.,~u ... r.Js, e)t~.:a ~ ..,) j J .. """t:J io .,.¡cubad ol ;.-.t,r ;o u:s r ·u ar dCll
l). otf'o~ ;.~ ~· ..tb~..t ... ~ ("stu c.Jdo.s ti'}(lc r irrcs , ~ scu ~Turt.u í"c c f" rora. Jo. ~ jJi.1t"ur...a>, etc.)
1 WHAt" O

s"lf..:~ 3 ~or.s~ .f. !lV\drllw~ ;1 ~o·d ;!"'f, ,l,.cp

48
3

4 5
l. Glosario ilustrado de los principales térmi-
nos arquitectónicos referentes al estilo Puuc
floreciente. 2. Elementos que pueden figurar en
el interior de un edificio de dicho estilo. J. Sec-
ciones de bóvedas más usuales en estas fases
tardías, según George F. Andrews; a. De intra-
dós recto o plano; b. De intradós ligeramente
cóncavo; c. De curvatura mayor; d. De sección
angular. 4. Secciones de piedras de bóveda, se-
gún George F. Andrews; a. En forma de cufta;
b. y c. En forma de bota (o "piedra-bota")
más o menos pronunciada. 5. Detalle, en plan-
~,_---r~~losa-tapa o ta, de una jamba interior con marco de estuco.
\ \ de c:: ierre. 6. Manera de medir la altura de la una bóveda
(del arranque al remate del intradós), según
mensulo. d e remate George F. Andrews . Dibujos Paul Gendrop y
del intro.dós Juan Antonio Siller C.

~altura de \a.
bóveda.

~arranstue de la bó'\Jeda

6
49
7 8 9

¡
~·' .·
.,·.· -).¡
·:
7. Ángulo del edificio principal en Yiba, Yuca-
tán. Nótese la línea de enrase del muro a la al-
tura de la moldura media, así como el derrum-
be de la esquina debido a la falta de trabazón
de los muros. 8. Detalle del anterior, mostran-
do el chapeo exterior así como el núcleo inte-
rior. 9. Bóveda del mismo, mostrando su intra-
dós ligeramente cóncavo, su moldura de rema-
te - típicamente Puuc- , sus losas de cierre, así
como las piedras-bota que conforman el intra-
dós. 10. Nivel superior (hoy derruido) del edifi-
cio de la segunda hilera en Xcochkax, Cam-
peche. Nótense las huellas dejadas en el núcleo
interior del muro por el chapeo de piedra de la
fachada, asi como el tipo de aparejo de éste.
11. Detalle de fachada del segundo nivel en el
Palacio de Sayil. Nótense los tamborcillos que
adornan las molduras, los junquillos con ata-
duras de los muros, el ligero desplcme de la
jamba, y la columna con su capitel cuadrangu-
lar y el marcado éntasis de su fuste. 12. Detalle
inferior de un panel decorado con grandes jun-
quillos de ataduras sobre un fondo de
"diamantes", en el edificio S del grupo 1 de
Kiuic, Yucatán. 13. Pasadizo abovedado deba-
jo de una escalera en Kabáh, Yucatán. Nótense
las piedras de bóveda, en forma de cuila y de
bota. Fotos Juan Antonio Siller C., Carnegie
lnstitution of Washington y Paul Gendrop.

50 11 13
DESIGNATION OF ARCHITECTURAL ENTITIES

(DESIGNACIÓN DE ENTIDADES ARQUITECTÓNICAS)


H. Stanley Loten*

A continuación el autor - uno de los arquitectos de más experiencia en el


campo de la arquitectura maya de la región Petén-Belice, a la vez que excelente
teórico- nos expone de manera razonada la metodología a seguir para la desig-
, nación de entidades arquitectónicas, discutiendo los pros y las contras de dicha
metodología a la luz de unos ejemplos concretos.

The problem of establishing a sys- a little easier to find a structure on the


tematic method of idcntification for finished map, and any new structu-
the various structures ata site and for res, not seen during mapping, may
the various parts of a structure is a violate this pattern. So it is probably
fundamental one. Methods are not best to apply structure numbers in a
neutral. Whatever approach is adop- thoroughly random fashion so that
ted will strongly influence the analysis no patterns are anticipated.
and understanding of the architectu- The most important and most
re. Thc methodology outlined below problematical aspect of structure de-
has been designed to facilitate compa- signation, is that. ideally, each indivi-
rative analysis of architectural data dually numbered structure should
and to establish categories of progres- correspond to an entity that the an-
sive precision, from the whole struc- cient Maya regarded as a single work
ture to its smallest part, so that of architecture. Of course this re-
equivalencies can be established bet- quires a subjective judgement. We can
ween different structures. never be quite certain that we see
The initial need for labels and num- things exactly the way the ancient
bers to identify architectural entities Maya did. Therefore, it is a probably
generally arises as new sites are map- best to number two or more structu-
ped. In traditional mapping techni- res separately whenever there is
ques the arca chosen is surveyed in a doubt rather than lumping them to-
grid pattern defining squares that can gether. If there seems to be a strong
be easily designated alpha- likelihood that two or more separa-
numerically: as for example, "N lO", tely numbered structures actually did
where "N" represents a column and constitute a single work of architectu-
"10", a row, on the map. Once the re they can be linked in the descrip-
grid is set up, mapping is done within tion, reporting, and analysis, and the
squares and structures are numbered in arguments for the interpretation can
random order, just as they are en- be presented.
countered. A structure will be desig- When one structure physicall y
nated as, for example, "Nl0-35", abutts againts another it may be
where "NlO" is the map square and unclear whether we should designate
"35" is the structure. The number two separate structures or only one
"35", itself, means nothing. At the · structure with a large addition.
very most, the mapping process might
be conducted so that all squares are Upper Left: Structure A-3, 1st. 8, Lamanai.
mapped, say, fJ'o~ south to north,
and then all low strU(;tures numbers • Arquitecto, Doctor en Antropología, Profe-
will be in the same part of each sor de la Escuela de Arquitectura, Carleton
square. But all this does is to make it University, Ottawa.

51
Subjective judgement is called for once posed series of structures. signation . In this way, designations
again, and must address the question In architectural developmcnts, if reflect stratigraphy and remain at the
of "wholeness". A single work of later units do not totally conceal the lowest leve! of interpretation .
architecture should appear to consti- earlier ones that they have been built It is obviously easier, and more ob-
tute a "whole". This is a fundamen- over, it m ay be unclear whether they jective, to simply designate a
tal principie of architecture that we should be designated as new structu- "mound" and then identify all the fe-
seem to share with the ancient Maya res or as additions. For the latter to atures within it as "parts" of the
despite the enormous difference in be appropriate it would be necesary architectural entities that were most
our world views. Indeed, it is a prin· to consider that significant parts of meaningful to the ancient Maya.
ciple that cuts across all cultural dis- the earlier structure were inten- Certainly the "mound" resulting
parities and can be regarded as an es- tionally exposed in order to maintain from fi nal collapse was not so-
sentía! property of architecture itself. its visible presence. mething intentionally contrived. If we
Although this may appear excessively The additions and modifications wish to develop an appreciation of
subjective, we can not disregard this within a structure are identified by Maya architecture that reflects an-
consideration. If we pay attention to letters following the structure desig- cient t hinking it is quite important, I
"wholeness" in designating structu- nation. If NI0-35 is the only known feel, to isolate primary structrures as
res, then the various "parts" that may work of architecture on that spot, a basis for study.
appear will all be subsumed within and it has an addition, the modified Once a structure has been defined,
the structure; we will not end up with structure is designated NI0-35, B; the the next problem is the identification
a "part" that seems to belong equally primary (unmodified) structure is of its parts.
to more than one structure. NI0-35, A. The simple designation, Mayor parts, or "components",
Designation of individual structu- Nl0-35, disappears except as a map have thc quality of "wholeness" that
res constitutes the most critica! step in or mound designation would be NI0- characterizes structures. Because of
the treament of architecture because 35, lstA; lstB : etc. These "A", "B" the way they are formed it is easy to
it is this that establishes the basic designations for secondary changes to imagine them existing separately as
units of study and analysis. a structure should be understood as whole structures t hemselves. At Ti-
Now, as everyone knows, a surface "levels of modification" rathcr than ka!, such units have been identified
feat ure that initialy appeared as single as individual changes. Under lstB, by the terms "Basal Platform" ,
structure may well yield a complex se- for example, would be include all "Pyramid", "Supplementary Plat-
ries of architectural entities once its changes made directly to the primary form" , "Building Platform", "Buil-
has been excavated. Severa! superim- fabric. Changes made subsequently ding", "Upper Storey", and "Roof
posed structures may turn up, each to secondary features would constitu- Comb". At other sites these terms are
with its own set of additions and mo- te the "1 stC" structure; and so on applicable only to a limited extent
difications. This is actually the norm (c.f. Pendergast 1979, p. 30). There and at the same time we find new
in Maya architecture and has been may be reason to suspect that changes units that have the essential quality of
termed an "architectural develop- made to a primary fabric were not all "components" but do not fit any of
ment" (Coe 1961). In such a case a done at the same time. But unless the the Tikal definitions . This is particu-
designation like NI0-35 has to be un- sequence can be demonstrated stra- lary the case in the lower parts of
derstood as referring to the whole ac- tigraphically, it is better to include all substructure components. Here it se-
cumulated history of building on that such features at the same leve! of mo- ems best to simply identify all subs-
one place. The term " mound" has dification and then separately present tructures components as "platforms"
been used this way and NI0-35 could the arguments for the inferred se- and to number them from lower to
be considered as the mound designa- quence of events. The inverse may upper within the structure and its mo-
tion when the surface feature is equally happen . For example, a buil- difications. Usually there is only one
nothing but a pile of debris. Within ding may possess secondary cordhol- "building" component, but structu-
the mound, however, superimposed ders all of the same kind and pro- res with more than one "building"
structures are designated from the top bably all installed at the same time; are certainly known and in such case
down as NI0-35, 1st; NI0-35, 2nd; but sorne may be in primary walls the buildings would be numbered, but
NI0-35,3rd; etc. Such superimposed while others are in secondary walls. probably not in any particular order.
struct ures may be similar in form or Those in primary walls would be de- A similar practice would apply to up-
may differ radically. The implication signated as features of the "B" leve! per storeys and roof combs where a
of the terminology is that they are at modification while those in the secon- single structure has more than one
the NI0-35 location on the site map. dary walls would be in "C" level. The such component. A completely
The map designations, then, are ac- evidence for the suspicion that they problematic feature that appears to
tually ambiguous; each could identify all represent the same event would ha- have the character of a component
either a single structure or a superim- ve to be presented apart from the de- but does not fit any known category
52
could be identified as a numbered
"unit".
The next level of designation con-
cerns sub-components. lf compo-
ncnts have been defined correctly,
each will subsume a sct of sub-
components that are entirely con-
tained by it and do not extend into
other components. This is the key cri-
terion for definition of components
and it is in this respect particularly
that components resemble structures.
Sub-components are features such l. Structure A-3, 1st. A, Lamanai. 2. Structure
as stairs, terraces, outsets, insets, ro- A-3, 1st. B. 3. Structure A-3, 1st. D and F.
Drawings H Stanley Loten.
oms, walls, doorways, benches, tlo-
ors, windows, vents, cordholders,
vaults, upper zones, and fa~ade
sculptures. These can all be numbered
in separate series for each sub-
component category. The numbering
is best done randomly rather than in
sorne particular order that may fit
one structure type but probably will
not fit others. Sub-component num-
bers should tlow through structures
and their modifications. Each leve! of 2
modification should not start a new
series of sub-component numbers be-
cause duplicate designations could
arise; for example, "stair 1" could
appear in both "A" leve! and "B" le-
ve! and referencing then becomes un-
necessarily cumbersome.
For architectural analysis it seems
to be necessary to identify and num·
ber all components and sub·
components in every structure repor·
ted. But below the sub-component le-
ve!, designation seems best left to the
circumstances of preservation and the
interestes of investigators. Each sub-
component contains "elements". For
example, stairs have treads and risers,
1 stair-side facings, and may have ba-
lustrades (or alfardas) and masks . All
of these have attributes of dimension 3
and form. To itemize all the known
elements and attributes that occur in
Maya architecture would be a monu-
mental task beyond the scope of this
article. Most observation and measu-
rement takes place at the "element"
leve!. But once a unique designation
has been established for sub-
components, it is fairly easy to refe-
rence elements and their attributes

53
without actually numbering every of Stair 1 so that its upper part is exterior to have front and rear sub-
single element. This is not to suggest further outset to accomodate new components with the rear part stan-
that the "element" leve! is insignifi- stair-side mask panels designated as ding on its own building-platform.
cant in analysis. Masonry characteris- Outsets 1-4. The two original terraces Though in reality no more than a ba-
tics, for example, are relatively mea- of Plataform 1 remained exposed at sal moulding, this building-platform
ningless if not keyed to specific ele- the sides and rear. On top of Plat- qualifies as a separate component
ments. Interior wall facings typically form 1 a new platform component even though there is no correspon-
differ significantly in both dimension (Platform 3) was built, entirely concea- ding interior step-up (the interior has
and form, from exterior wall facings, ling Platform 2 and with its own stair five rooms in a plan arrangement that
vault facings, upper zone facings, (Stair 2). This supports a third featu- does not reflect the exterior form at
terrace facings and stair masonry in re, Platform 4, a low platform that, all) - floors merely slope higher than
the same structure. Generally, in again, probably functioned as a the front. The feature is obviously in-
architectural analysis, we are compa- Building-Platform (again, there was tended to appear as though a plat-
ring attributes of elements and these no visible trace of a Building). The form component exists, and it is this
can be controlled through sub- enigmatic feature on Platform 1 just quaiity that determines the classifica-
component designation. to the left of Stair 2 is designated as tion of a feature as a component.
These ideas and principies are Unit 4. The "F" leve! modifications are
illustrated in Structure A-3 at Altún Structure A-3, lstC is not illustra- two small and indeterminable featu-
Há . Excavation here revealed an ted. The "C" -leve! modifications res beside the stair at plaza level. The-
architectural development of two were changes to the stairs that did not se are designated simply as Unit 1 and
structures; A-3, 1st, superimposed significantly modify the appearance 2 (not visible in figure 3). Unit 2 has
over A-3 , 2nd. Excavation did not ex- of the structure. steps and resembles an small podium.
tend to bedrock and thcrefore it is en- Figure 3 shows the final state of The classification and identifica-
tirely possible that other structures re- Structure A-3, 1st - as transformed tion of structures and parts outlined
main still undetected. Structure A-3, by the "D" and "F" leve! modifica- above presupposes an approach to
2nd was encountered at only one re- tions. Level "D" includes a sccond architectural recording that focuses
main still undetected. Structure A-3, set of stair-side outsets (Outsets 5-8) on whole, individual works of archi-
2nd was encountered at only one Io- that concealed the mask panels on tecture and presents them in plan,
cation and in such a small excavation Outsets 1-4. The two lower terraces at section, and elevation. Without ¡,¡.
that no details of its architectural or- the sides and rear of the substructure comprehensive set of drawings for
ganization are known except that it are still those of the original A-3, each structure, it is practically impos-
was only about one half the height of lstA, and can still be identified sible to identify units in a way that fa-
A-3, 1st. simply as Terrace 1 and Terrace 2 cilitates very extensive comparative
Figure 1 shows Structure A-3, (numbered from bottom to top). The analysis.
lstA, the original version of the sur- lower part of the stair is Stair 6, a
face structure. Only two mayor com- "C" level modification. Ottawa, May 1985
ponents are actually known and both The substructure as a whole now
are substructure platforms. The lower consists of two components, the ori-
component is designated as "Plat- ginal Platform 1 and an upper com-
form 1". It has two terraces and one ponent formed by the "B" level Plat-
stair (Stair 1) that is partially inset in- form 3, a new "D" level Platform 5
to Terrace 2 (the upper terrace). Stair overlying Platform 4 (also "B"
1 is a sub-component of Platform l . level), and a new stair (Stair 5) that REFERENCES
On top of Platform 1 is a second, binds the two platforms together into
very low component designated as one component. A "C" leve! stair
"Platform 2". This very likely was a modification intervenes between the
Building-Platform but because the "B" leve! and "D" level features. COE, W. R.
small part exposed (on the central Finally we have a detectable buil- 1%1 Tikal Report Number 5, University
Museum , University of Pennsylva-
axis) did not contain any visible trace ding added as a "D" level modífica-
nia, Phi l adelphia .
of walls no Building has been shown. tion and appearing as the first buil- LOTEN, H. S., and David M. PENDERGAST
Figure 2 presents what is known ding component in the architectural 1984 A Lexicon for Maya Architecture,
about Structure A-3, lstB- the "B" development but very probably me- Archaeology Mongraph 8, Royal
level modification of lstA. Features rely replacing earlier buildings that Ontario Museum, Toronto.
PENDERGAST, D. M.
identified as "B" level are those that had been demolished but whose tra-
1979 Excavations al Altún Há, Belize,
directly abutt or overlie "A" level fea- ces were not encountered in excava- 1964-1970, Volume 1, Royal Onta-
tures. These include a transformation tion. The building appears from the rio Museum, Toronto.

54
EL JAGUAR DE CHICHÉN ITZÁ, UN MONUMENTO OLVIDADO

Daniel Schávelzon*

The author, once again, brings our attention to the importance oj an almost
forgotten document: the beautiful scu/pture oj a jaguar, discovered in 1875 by
Le Plongeon in Chichén /tzá, and today in the bodega oj the museum oj anthro-
pology in Mérida.

Hace algún tiempo, revisando los La característica principal de esta


libros escritos por los viajeros y ar- escultura es su marcado naturalismo,
queólogos franceses que llegaron a fuera del geometrismo tradicional
México en el siglo XIX', tuve la posclásico, Jo que sumado al propio
sorpresa de encontrarme un monu- motivo, es decir al ser un jaguar re-
mento muy interesante, y al cual se le costado, la hacen una escultura única
ha dado muy poca importancia. Prác- hasta la fecha. Además, por su forma
ticamente podemos decir que está su- está emparentado con algunos ja-
mido en el olvido, pese al interés que guares del Altiplano; concretamente
posee. Se trata del jaguar recostado sabemos de tres de la cultura mexica
que Auguste y Alice Le Plongeon de- que pueden parecerse a él: el de la sala
senterraron en Chichén ltzá durante homónima del Museo de
sus excavaciones de 1875. Antropología en México, otro en el
Se trata de una gran figura de Anahuacalli y un tercero en el Broa-
piedra tallada casi en bulto, que klin Museum3 . Al observarlos en
muestra al animal recostado, con sus conjunto se notan rapidamente las si-
patas delanteras delicadamente cruza- militudes y las diferencias, mostrando
das una sobre la otra, y las traseras que Jos cuatro podrían descansar jun-
simplemente apoyadas entre sí. La ca- tos sin aparentes anomalías de grupo.
beza, por desgracia nunca encontrada Por otra parte, no he podido en-
(tampoco nadie se ha molestado en contrar ninguna escultura de animal
tratar de ubicarla), fue reemplazada tolteca -lo que por su fecha debería
por Le Plongeon por otra de tipo tener relación con el jaguar en
antropomorfo, la que si bien no cuestión- que pueda asemejársele.
corresponde a la escultura, le venía También debemos tomar en cuenta
perfecto para su interés de descubrir que fue descubierta en la parte supe-
una verdadera Esfinge Americana2. rior del Mausoleo 1, actualmente co-
Sobre este tema y en base al jaguar nocido como Plataforma de las
escribió un libro que desde su época Águilas y Jaguares, con cuyos relieves
levantó una gran polémica, acerca de guarda marcadas semejanzas, en es-
los egipcios, fenicios y masones entre pecial con el tratamiento de las
los mayas antiguos. Poco después manchas de la piel. Por desgracia, al
dicho jaguar fue fotografiado por ser reconstruido este edificio en
Teobert Maler, pero ya sin la cabeza.
Actualmente ambas piezas están de-
• Doctor en Arquitectura, UNAM. Director
positadas en el Museo de Mérida, en de Investigación de la Facultad de Arquitec-
Arriba: Detalle del jaguar. Foto Teoberto Ma- la bodega y fuera de la vista del públi- tura y Urbanismo de la Universidad de
ler. co visitante. Buenos Aires

55
19514, no se lo volvió a colocar en su fundamental para entender la historia ción de que el animal se ha recostado
lugar, es decir empotrado en el piso de la lucha por la conservación del por un instante para descansar. Un
superior, sino que se lo dejó abando- patrimonio cultural de México6. recurso naturalista, dinámico de mar-
nado, hasta que tiempo después fue Pero el gran aporte de Le Plongeon cada sensualidad , que por cierto es
llevado a Mérida. En un siglo casi de quedó tapado bajo sus propias teorías bastante poco común en la plástica
intemperie sufrió golpes y deterioros acerca de la masonería, los egipcios y del posclásico yucateco.
de todo tipo. los fenicios entre los mayas, así como En conclusión, es posible que exis-
El jaguar no es sólo importante por por el contenido esotérico que les dio tan otras piezas semejantes, tanto en
todo esto, sino también por que su a sus propios descubrimientos. Eso el sitio como en la región en general,
descubrimiento, y del Chac-Mool hizo que sus fotos y objetos quedaran cuyas características salgan del ge- J
descubierto en la plataforma de su la- marginados de la arqueología oficial. ometrismo tradicional, y cuyo estudio
do, fueron el centro de una gran polé- A tal grado que sólo Teobert Maler abra nuevas posibilidades interpreta-
mica que duró hasta la década de volvió a tomar fotos de la escultura, y tivas del arte prehispánico. Si esta es-
1920. Recordemos que Le Plongeon el único que la utilizó en sus artículos cultura es contemporánea del cerca-
causó gran revuelo con sus dos exca- fue el incansable Eduard Seler7 en no Chac-Mool, sin duda que
vaciones en ese sitio, ya que fue el pri- 1908. muestran cánones formales totalmen-
mero en postular la importancia del Pero regresando a nuestro jaguar te diferentes. Y si no es de la misma
trabajo de campo para luego poder en discusión, es importante mostrar época, tenemos entonces un tema aún
plantear cualquier tipo de teorías. cómo la escultura maya tardía, suma- más interesante para estudiar. Habría
Por otra parte fue el primero en reali- toria de esfuerzos tradicionales y fo- sido muy interesante el que, cuando
zar análisis químicos de los restos or- ráneos, llegó a producir magníficos se realizó la reconstrucción del basa-
gánicos descubiertos, al igual que el ejemplos de lo que podemos llamar mento, en 1951 , se la hubiera vuelto a
primero en realizar trabajos estra- casi escultura de bulto. El jaguar se su lugar original, empotrada en el pi-
tigráficos en la zona maya5. También halla recostado sobre su pedestal, pe- so, de tal forma que la capa de estuco
su ulterior enfrentamiento con el go- ro en forma independiente de él; si ve- que lo cubría mostrara al jaguar co-
bierno de México, al tratar de llevarse mos el cuerpo y las extremidades, po- mo simplemente recostado sobre el
a una exposición internacional el seen una curvatura que, al continuar- ·suelo.
Chac-Mool, es hoy en día un texto se detrás de la vertical, dan la sensa-

NOTAS México, 1984. Los jaguares en cuestión fi- 6. Stephen Salisbury, Jr., Dr. Le Plongeon in
guran bajo los números 22, 23 y 24. Yucatán: his account of discoveries, edición
l. Daniel Schávelzon , Francia en la arqueo- 4. Daniel Schávelzon, Teoría e historia de la del autor, Worcester, 1877.
logia de México: 1820-1914, en prensa, restauración en México: 1780-1980, tesis 7. Eduard Seler, "Die ruinen von Chichén lt-
CEMCA·UNAM, México . doctoral, UNAM, México. zá in Yucatán" , Gesammelte Abhandlugen
2. Alice y Auguste Le Plongeon, Queen Moo 5. Lawrence Desmond, The excava/ion of Le zur Amerikanischen Sprach-und Altertum-
and the Egyptian Sphynx, edición del Plongeon of the Platform of Venus, kunde, vol. 5, pp. 197-388, Akademische
autor, New York, 1896. Chichén ltzá. 1883, ponencia presentada en Druck-u. Verlagsanstalt, Graz, 1961. Las
3. Ignacio Díaz Balerdi, El jaguar en la plásti- el Annual Meeting de la Society for Ameri- figuras del jaguar son los números 36-1 y
ca del altiplano, tesis de maestría, UNAM, can Archaeology, 1981. 36-2 de dicha edición.

56
- ··...:
1. El jaguar recostado de Chichén Itzá fotogra-
fiado por su descubridor, Auguste Le Plon-
geon, con una cabeza que no corresponde (Le
Plongeon 1896: lám. 25). 2. Fotografía Lo-
mada un poco más tarde por Teoberto Maler,
en la que la cabeza se halla arriba a la izquier-
da, sobre otras piedras provenientes de la mis-
ma zona (Seler 1908: fig. 36-2).

1
Agradecimiento

Para realizar este artículo nos fue de


enor me utilidad Lawrence Des-
mond, único especialista en la vida y
obra de Le Plongeon. Karl Herbert
Mayer ubicó la escultura en el museo
arqueológico de Mérida.
2

México, D.F., mayo de 1984

57
~
1
1
'
~

1•

~Uxm al l
,,
',
',~ A Mui-Ch ic
., \ A X'Corralche
\
\
\ A Xkokoh
\
'& Kabah

A Coope ra tiva

A chac A Sabacche

A Sayi l
A Labna

A X ca vil de Yax ch e

A Huntichmul
A Ba lche
A Kom
A C hunya xn ic A Kiu ic
A Halal

0 2 4 6 8 10K M.
1 1 1 1 1 1

1. Map showi ng sites considered in this study. Structure 1, West of the Governor's Palace at
Upper right: Left part of the main fa~ade of Uxmal.

58
EARLY PUUC ARCHITECTURE:
BUILDINGS WITH " BROKEN" MEDIAL MOULDINGS

(ARQUITECTURA DE ESTILO "PUUC TEMPRANO":


EDIFICIOS CON MOLDURA MEDIA "QUEBRADA")

George F. Andrews*

De entre el enorme caudal de edificios de estilo "Puuc temprano" que el


autor ha contribuido a investigar y catalogar, él mismo reúne aquí los 22 edifi-
cios conocidos hasta la fecha (dos de los cuales pertenecen más bien a la fase
transicional "Chenes-Puuc") cuyo rasgo común consiste en un marcado
"quiebre" de la moldura media usualmente en torno a alguna o algunas puer-
tas, ya se trate de un vano simple o de una entrada provista de una o varias co-
lumnas.

In 1982 1 presented a paper entitled : Included in this larger set of Early


PUUC ARCHITECTURAL STY- Puuc buildings are a group of twenty-
LES: A REASSESSMENT at a sym- two structures which can be distin-
posium on the Northern Maya guished from the rest by virtue of a
Lowlands. This paper was an special architectural detail, in which
outgrowth of an earlier paper the medial moulding breaks up over
(Andrews 1979) where the basic diag- the doorway(s) below. 1 have used the
nostic features of the Early Puuc term "broken" moulding to describe
architectural style were first descri- this unusual feature which is strictly
bed. The 1979 paper included sorne limited to the Early Puuc architectu-
eighteen Early Puuc buildings from ral style, since there are no known
ten different sites while the 1982 pa- examples (with two special excep-
per included seventy-eight buildings tions) of similar broken mouldings on
in this style from thirty-eight sites. By Puuc buildings executed in either
June of 1984 the list of sites with one earlier or later styles. Excluding the
or more buildings in the Early Puuc two exceptions noted above, these
style had grown to forty-four and twenty-two buildings exhibit a remar-
now includes over one hundred diffe- kable leve! of consistency in terms of
rent structures, sorne of which were conception and execution even
later incorporated into larger comple- though there is considerable variety in
xes. There is no way of knowing how terms of overall building form and
many other Early Puuc buildings ha- certain decorative details. The rather
ve now collapsed to the point where rigid adherance to a singular architec-
they are no longer recognizable, but tural concept as expressed in these
the number of extant examples cited buildings suggests that the ideas em-
above clearly indicates the importan- bodied in the broken moulding had
ce of the Early Puuc style in relation sorne special significance beyond me-
to the total output of the Puuc buil- re elaboration and this premise will be
ders. considered in sorne detail la ter. The
buildings being considered are listed
• Arquitecto, Profesor emérito de la Universi- below and their geographical distri-
dad de Oregon, Eugene. bution is shown in figure 1:
59
Balché - Structure 3 Labná - Struct u re 1, X'Corralché- Building with
Chac - Structure 2 South Wing Brok en Moul-
Chunyaxnic - Structure 1 Labná - Structure 1, ding
Cooperativa - Group B, Struc- Second Level, Xkokóh - Structure 1
ture 1 Room 50
Halal - Acropolis, Se- Mol-Chic - Structure A For purposes of discussion these
co nd Level, Sabacché - Structure 1 buildings can be divided into th ree
South Wing Sabacché - Stru ct u re 7 main groups:
Huntichmul- Building with Building with
Hieroglyphic Ins- Lattice-work fly-
cription ing Far;:ade 1) Small, single-room, temple-type
Kabáh - Structure 1A5 Sayil - Structure 2Bl, buildings with high roof combs or
Kiuic - Group 1, Struc- First Level, West "flying far;:ades" over the front walls.
ture 4 Wing 2) Small to medium-sized, range-
Kiuic - Group 3, Struc- Sayil - Structure 3Cl type buildings with two to six rooms.
ture 2 Uxmal - Temple of the 3) Range-type buildings, where the
Kom - Group B, Struc- Columns spaces bounded by the broken moul-
ture 1 Xcavil de Yaxché- Structure 1, dings, contain small, geometric deco-
Kom - Group e, Struc- Entrance to rative motifs, most of which are in
ture 1 Room 8 the form of diamonds and trapezoids.

2. Mul. Chic, Structure A. West fa~ade (resto-


ILJ ODOO red) . 3. West side of roof comb. 4. Doorway
and broken moulding. View from above. S.
Chunyax nic, Structurc l. View from sout h. 6.
Sout h facad e (restored). 7. Detail of doorway
and broken medial moulding.

J 6
¡ _ _j ,____JIIII

ol _ _ _¡' __ _ _ J' M: l( ~S

4
60
Buildings with flying roof combs

The four buildings with roof combs


include Structure A at Mul-Chic,
Structure 1 at Chunyaxnic, Structure
1 at Sabacché and, as a special case,
Structure 7 at Sabacché.

Mul-Chic. Structure A at Mul-Chic


is a relatively small, one-room
temple-type building which was
completely encased at a later date by
a larger stepped pyramid which appe-
ars to be a late Classic structure.
Structure A is best known for the
polychrome mural paintings which
once graced its interior walls but here 5
we are more concerned with its archi-
tectural features which include a
simple rectangular base moulding,
plain lower wall zone, a single mem-
ber, rectangular medial moulding Chunyaxnic. Structure 1 at Chun-
which breaks up over the central do- yaxnic is a very small, one-room
orway, a plain upper wall zone with temple-type building with a high roof
no cornice moulding anda high, slot- comb over the front wall. It stands on
ted roof comb which is set back a low terrace on top of a very high hill
slightly from the face of the front and the single doorway faces south
wall (fig. 2). The roof comb was divi- (fig. 5). The basic architectural featu-
ded into two sections by means of a res of the main fa~ade are the same as
three member horizontal moulding those found in Structure A at Mul-
and the entire surface was covered Chic except that the medial moulding
with stucco sculpture (fig. 3). The does not actually break up over the
stucco figures were painted and many doorway. Instead, a small portion of
traces of bright colors can be found the medial moulding just above the
on the surviving stucco surfaces. doorway has been cut out, creating,
While the space below the broken in effect, a broken moulding (fig. 6).
6ft
moulding over the doorway appears While the space created by the break
2m
to have been undecorated (fig. 4), Pi- in the lower part of the medial moul-
ña Chan (1963), who excavated Mul- ding is so small it might be missed at 6
Chic in 1961, reports that there were first glance, 1 would argue that this
two human figures and a deer mode- minimal recognition is a truly sophis-
led in stucco above the broken moul- ticated interpretation of the broken
7
ding. moulding concept (fig. 7).

Jh
o lm
'-----

61
Sabacché. Structure 1 at Sabacché The classic Puuc details of the roof tails from an earlier architectural
is also a small, one-room temple-type comb are at odds with the Early Puuc style continued to be used well be-
building with a high roof comb over style details of the temple proper and yond their normal lifespan. As an al-
the front wall which stands on a low there are two possi ble explanations ternate explanation, it might be ar-
platform. lts basic architectural fea- for this anomaly. First, it is quite pos- gued that the classic Puuc roof comb
tures are essentialiy the same as the sible that Structure 7 is indeed a das- was added at a later date to a typical
two buildings described above but he- sic Puuc building which is contempo- Early Puuc style building. Unfortu-
re the roof comb is actually an exten- rary with other late classic Puuc buil- nately, neither of these possibilities
sion of the wall below, creating a kind dings as found at Sabacché and el- can now be verified since both the
of "false front" (fig. 8). When first sewhere in the Puuc region. If so, we building and the roof comb have
seen by Maler in 1887, the roof comb would have to assume that Structure now completely collapsed and there is
had already begun to collapse and by 7 reprcsents a kind of architectural onky a shapeless mound of debris to
1983 severa! additional piers had "conservatism", whcrein certain de- mark its former presence.
fallen and the remaining sections are
in imminent danger of collapse since
it is now tipped back at an angle of
more than twelve degrees (fig. 9). The
single member medial moulding bre-
aks up over the doorway in typical
fashion and there is a large projecting
stone just below the top of this moul-
ding which once supported a stucco
sculpture (fig. 10). It can also be no-
ted that there are many additional
projecting stones in both the upper
wall and roof combs which also sup-
ported stucco sculptures and a few
fragments of this sculpture can be se-
en in Maler's photograph taken in
1887 (fig. 11).
9
Sabacché. Structure 7 at Sabacché, 8
which is also known as the Temple
8. Sabacché, Structure l . East fa~ade
with the Lattice-work flying fa\;ade, (restored). 9. View from north. 10. Detail of
was first seen by John Lloyd Stephens east fa~ade . 11. Maler photo. 12. Sabacché,
and Frederick Catherwood in 1841. Structure 7. Catherwood drawing. 13. Maler
Catherwood's drawing (fig. 12), and 10 photo. 14. Main far;:ade (restored). 15. Balché,
Structure 3, Group 3. North far;:ade (restored).
Maler's photograph (fig. 13), taken
16. Central doorway, looking south .
sorne forty years later, both show a
small, one-room temple-type building
with a single member medial moul-
ding which breaks up over the door-
11
way below. While this build1ng also
carried a high, slotted roof comb over
the front wall with a three-member
horizontal moulding near the center
as in Structure A at Mul-Chic, the
piers between the slots are decorated
with lattice-work of the kind found
on late Classic Puuc buildings (fig.
14). The excellent classic Puuc stone-
work, which can be seen in both wall
facing and mouldings of Structure 7,
contrast sharply with the crudely wor-
ked slabs and irregular lines of the ro-
of combs on Structure A at Mul-Chic
(fig. 3).
62
12 13

14 Range-type Buildings

lncluded in this group are Structure


3, Group C at Balché, Structure 2 at
Chac, South Wing, Second Level of
the Acropolis at Halal, the Building
with the Hieroglyphic Inscription at
Huntichmul, Structure lAS at Ka-
báh, Structure 4, Group 1 at Kiuic,
the West Wing, First Level of the
Three Story Palace at Sayil, and as a
special case, Structure 1 at Xcavil de
Yaxché.

2m

15 Balché. Structure 3, Group 3 at


Balché is a five-room building with a
single-member, rectangular medial
moulding which breaks up over the
central doorway of the rooms on the
north side (fig. 15). As in many other
Early Puuc style buildings, the door-
way to the central rooms has multiple
10FT
L_L_'---L-'---L--------"
3 M.
openings, formed by two round co-
lumns with square capitals . While
most of the broken medial moulding
16
has now fallen, a small piece of the
upper portion is still in place over the
left-hand column of the central door-
way (fig. 16). The most unusual fea-
ture of this building is the two-
member cornice moulding which is
not present in the vast majority of
other Early Puuc style buildings (fig.
15).

63
Chac. Structure 2 at Chac is a Hala/. The Acropolis at Hala! is a with a vault at right angles to the ro-
small, three-room building with a huge complex of structures which om with the broken moulding was
single doorway on the southwest side includes rooms, terraces and courts built against the sout h wall of the for-
(fig. 17). While the doorway has on at least three levels. The various mer at a later date. My notes say that
collapsed, t he walls on both sides componcnts of this complex are the construction technology emplo-
include a portian of the single- representcd by severa! different archi- yed in this room does not differ signi-
member medial moulding which bro- tectural styles, including the late das- ficantly from typical classic Puuc
ke up over the doorway below (fig . sic Puuc Mosaic style, but there are technology, but the broken medial
18). The space created by the broken earlier styles as well. At the southwest moulding is clearly an Early Puuc fe-
moulding, though larger than avera- comer of the second leve! of the acro- ature, which has many counterparts
ge, appears to have been undecorated polis is a relatively well preserved ro- elsewhere in the Puuc regían.
(fig. 19). While there is nothing re- om with a single doorway facing west
markable about this rather " stan- onto a broad terrace (fig. 20). The
dard" interpretation of the broken fa~ade of this room carried a single-
moulding motif, it does illustrate cle- member, rectangular moulding which
arly the effectiveness of the basic breaks up over the doorway (fig. 21).
architectural form . Pollock ( 1980) reports that a room

17 17. Chac , Structure 2. Southwest fa<;ade (resto-


red) . 18. Southwest fa<;ade, showing bro ken
moulding . 19. Detail of broken moulding. 20.
Hala), Acro poli s. Moulding over doorway to
room at sout hwest corner, 2nd leve!. 21. Door-
way with broken mould ing (restored). 22. Hun-
tich mul, Buildin g with Hieroglyphic lnscrip-
tion . Detail of west fa<;ade (restored). 24. Por-
tio n of west fa.;ade. 25 . Kabáh , Struct ure IA5.
Remaining portion o f east fa<;ade. 26. East
fa<;ade (restored).
o
~-­
-- 1 O 1 2 3
~
6 F T.

19

-- - - - -- - - - - - - -- 21

___ _j 1 L

L....JL....L.......L_ _
'"
_j

2m
l______L_..____l_ ___J
Huntichmul. T he Building with the collapse (fig. 24). which faces east. Thc central door-
Hieroglyphic Inscription at Huntich- The west fa<;:ade of this building way, which is divided into two ope-
mul appcars to represent the remains follows the pattern which can be seen nings by means of a round column
of a building with rooms on two le- in the South Wing of the Palace at with a square capital, is given added
veis, although the rooms on the upper Labná where there are also scparate emphasis by the single-member me-
level have entirely collapsed (fig. 22). broken mouldings ovcr scvcral door- dial moulding which breaks up over
Each of the three rooms on the lower ways in the same building (fig. 46). l the doorway (fig. 25). The east fa~;adc
level on the west side includes a door- have not included this building in the of Structure lAS is much like the
way with a broken medial moulding list of those with decorate areas below north fa<;:ade of Structure 3, Group
above (fig. 23). The sculptured lintel the broken moulding although it can C. at Balché (fig. 15), except that here
over the doorway to the central room, be argued that the sculptured lintel there is no cornice moulding, which is
shown in Pollock's earlier pho- played the same decorative role as the typically absent in most Early Puuc
tograph (1980, fig. 585), has since be- geometric designs in the other structures (fig. 26). 1t should also be
en removed and the removal of this examples. noted that the upper wall is set back
lintel has led to furt her deterioration severa! centimeters from the plane of
of the western rooms, which are now Kabáh. Structure 1A5 at Kabáh is a the lower wall, a detail which is also
in imminent danger of complete three-room, range-type building typical for the Early Puuc style.

22 23

25

26

___________.
- · · · · -- · ·

L.LJ__LJ._j___
"'
___, f ( (l

3
L---'---'-----' " l (ltS
27
Kiuíc. Structure 4, Group 1 at
Kiuic is particularly notewort hy as it
includes a very unusual variation. on
the broken medial moulding theme.
As can be seen in figure 27, there ac-
tually is no medial moulding; the up-
per wall projects out beyond the lo-
wer wall surface at the point where
the medial moulding normally oc-
curs, dividing the fa~ade into the
usual lower and upper zones. The
projecting upper wall then breaks up
over the doorway below, creating the 27. Kiuic, Group 1, Structure 4. Portion of east
same kind of "special" space created facade. 28. Doorway with broken "moulding"
by the broken medial moulding el- (restored) . 29. Sayil, Structure 281. West
sewhere (fig. 28). Unfortunately, the Wing, fir st level - south fapde (restored). 30.
Portion of south facade. 31. Xcavi l de Yaxché.
fa~ade to the right of the doorway
Structure l. Doorway to Room 8. 32. Xcavil de
shown here has now collapsed and Yaxché, Structure l. Doorway to Room 8 (res-
there is no way of knowing if this de- tored ). 33. Cooperativa, Group B, Structure l.
tail was repeated over the doorways West far;ade . 34. Cooperativa, Group B, Struc-
to other rooms. ture l . West fa¡;:ade (restored).

Sayil. The West Wing, First Level,


of Structure 2B1 (Three Story Palace)
at Sayil was once a separate building,
and according to H.E.D. Pollock
(1980), the rooms in this wing repre-
sent severa) stages of construction. O
10fT.
'--o, •·
L..L_1L-L-2

The three western rooms are the ol-


dest, the room with the doorway co- 29
30
lumn was next, and the rooms to the
east represent a third stage (fig. 29).
While most of the south fa~ade of
these rooms has now collapsed (fig .
30), a small portian of the single-
member medial molding can be seen
over the westernmost room and there
is good reason to believe that this
moulding broke up over the two door-
ways with round columns as shown in
the reconstructed south fa~ade (fig.
29). The basic design here is _reminis-
cent of the main fa~ades of the South
Wíng of the Palace at Labná (fig. 46)
and the Building with the Hieroglyphic
Lintel at Huntichmul (fig. 22), both
of which include multiple broken me-
dial mouldings over adjacent door-
ways.

Xcavil de Yaxché. Structure 1 at


Xcavil de Yaxché is a special case
which is not really a range-type buil-
ding but has been included in this
group for purposes of discussion and
comparison. Strucure 1 is a medium-
sized, two story structure with a bro-
66
ad stairway on the west side shich is
executed in the classic Puuc Mosaic
style (Andrews 1982). It has been
included in this study on t he basis of
an interior doorway on the lower leve!
which gives access to an adjacent ro-
om, and it can be noted in figure 31
that this doorway carries a broken
moulding just above the lintel which
is very similar to the broken medial
mouldings seen on the Early Puuc
style buildings elsewhere (fig. 32). In
contrast to Structure 7 at Sabacché,
where there is sorne question regar-
ding the relative chronology of the
classic Puuc roof comb and the Early
6ft Puuc style building below, the broken
moulding here seems to be purely an
oL-__L-~------~2 m
32 anomaly, where an early Puuc feature
has been incorporated into an other-
wise pure classic Mosaic style struc-
ture.

Buildings with geometric decorative


elements

As of May, 1984, ten Early Puuc


buildings have been identified which
carry sorne form of small, geometric
decorative motifs in the space marked
out by the broken medial moulding.
This group includes Structure 1,
Group B at Cooperativa, Structure 2,
Group 3 at Kiuic, Structure 1, Group
B at Ko m, Structure 1, Group C at
Kom, South Wing and Room 50, Se-
cond Leve! Structure 1 at Labná,
Structure 3Cl at Sayil, Temple of the
34
Columns at Uxmal, the Building with
the Broken Moulding at X'Corralché,
and Structure 1 at Xkokóh.

Cooperativa. Structure 1, Group B


at Cooperativa is a small, two-room
building which stands on a low terra-
ce. The west far;ade of Room 1 carries
a broken medial moulding over the
doorway (fig. 33), and my notes say
that the space below this moulding
included geometric decorative ele-
ments, although these have now
fallen (fig. 34) . Other than the broken
moulding, there is nothing remar-
kable about this simple building who-
se architectural, decorative, and cons-
trucción features are typical of the
2m Early Puuc architectural style.
67
Kiuic. Structure 2, Group 3 at Kom . Structure 1, Group 8 at Kom Kom. Structure l, Group C at Kom
Kiuic is a three-room, range-type is a six-room building which was is also a six-room, range-type buil-
building which appears to have had constructed in two phases. The first ding, although the rooms on the
an additional room on the east side phase consisted of a three-room, L- south side have now collapsed. As
on an upper leve!. The main fa<;ade shaped Early Puuc style building (fig. can be seen in figure 42, the single-
faces west and of special interest is 38) and during the second phase three member medial mouldi ng breaks up
the long, broken medial moulding more rooms were added on the east over the three doorways to the central
over the multiple doorways to the side. This later addition, which has a room on the north side, repeating the
central room which are formed by slo ping upper wall zone, includes a basic scheme found in Structure 1,
two round columns with square capi- typical classic Puuc four-member cor- Group 8 at the same site. In contrast,
tals (fig. 35). The space created by the nice moulding with a continuous row however, the decorative elements be-
broken moulding is partially filled of short colonnettes in the next to lo- low the broken moulding here consist
with two long rows of geometric ele- west member (fig . 39). The Early of small, geometric recessed panels
ments, including a row of diamonds Puuc section features a single- with a projecting stone in the center
below a row of horizontal trapezoids member, rectangular medial moul- (fig. 43). While this particular design
(fig. 37). It can be noted that the tra- ding which breaks up over the three varies from the more usual rows of
pezoids change direction near the cen- doorways to the central room (fig. diamonds and trapezoids, the simple
ter of the row where a vertical stone 40). Within the space formed by the cross shape used here is consistent
has bcen inscrted (fig. 36). While the broken moulding are vertical rows of with the general practice of relying on
upper moulding above the decorated diamonds over the doorways, and geometric shapes for decorative pur-
zone has now fallen, its earlier pre- vertical columns of triangles in betwe- poses (fig. 44).
sence as shown in the restored eleva- en (fig. 41) .
tion is clearly imprinted in the concre-
te core now exposed (fig. 35).

35 36

37

o 6ft

o 2m

68
38 39

35. Kiuic, Group 3, Structurc 2. Central door- Group B, Structure l . Portion of west fa~ade. fa~ade.42. Kom, Group C, Structure l. North
way, east side. 36. Detail of decorat ive ele- 39. Portion of Colonnette style addition. 40. fa~ade (restored). 43. Detail of recessed
ments. 37. East fa~ade (restored). 38. Kom, West fa~ade (restored). 41. Detail of west "cross". 44. Portion of north fa~ade.

40 41

_]
1

42

43 44
;:¡::
·'":r"'
• t
Labná. The South Wing of Struc- 45
ture 1 at Labná is one of the best
known examples of this special group
of Early Puuc style buildings. While
it is commonky known a s the South
Wing of Structure 1, it is actually an
independent building which stands o n
a lower terrace at right angles to the
main set of rooms on the lower leve!
of this complex (fig. 45). The South
Wing includes an interesting variation
on the broken mo ulding theme since
the single-member medial moulding
breaks up independently over each of
the three central doorways but does
not break up over doorways of the
cnd rooms (fig. 46). Only the door-
way to Room 4 carries any decoration
and the decorative elements consist of
45 . Labná, Str ucture l. South Wi ng, east om 2. SO. Doorway to Room 2 (restored). SI.
a row of eleven double T -shapcd frets
fa~ade . 46. East fa~ade (restored). 47. Detail o f Uxmal, Temple o f the Columns. Northwest
just below the upper portian of the doorway to Room 4. 48. Labná, Structure l . fa~adc (rcstored). 52. X'Corralché, Buildi ng
moulding (fig. 47f T-shaped frets are Second leve!, south fa~ad e of Room 50 (resto- wit h Rroken Moulding . Maler photo . 53. Por-
fai rly common decorative features on red). 49. Sayil, Structure 3C I. Doorway to Ro- tian of main facade (restored).
many classic P uuc buildings but make
46
their firs t appearance in the Early
P uuc architect ural style.
Labná. Room 50, which is situated
on the second level of Structure 1 at
Labná, has now collapsed, but the
fo rmer existence of a broken medial
moulding over the multiple doorways
to this room is well documented in
drawings and photographs supplied
by early observers, including Mariscal
(1928) and Pollock (1980) . In this
example, the space below the broken
moulding is decorated with two verti-
cal rows of trapezoids centered over
the round doorway columns below,
and each row of trapezoids is topped
off with a circular element (fig. 48). 47
Sayil. Structure 3C1 at Sé!yil is a 49
small, two-room Early Puuc building
to which two additional rooms were
added at a later date. As shown in fi-
gure 49, the doorway to Room 2 of
the Early P uuc section is enlivened
with a broken medial moulding abo-
ve. Below the broken moulding is a
single row of trapezo ids which is
shown in restored fo rm in figure 50.
The front wall of the adjacent room
has now entirely collapsed and there
is no way of knowing if this same de-
tail was repeated over the doorway to
this room .
70
Uxmal. The Temple of the Co-
lumns at Uxmal is a three-room
range-type building which is very si-
milar to Structure 2, Group 3 at
Kiuic, since it also had an additional
_ ____J___J'' :::c:::r:::t::l::l L . ,_ _ __ _

room on an upper level which has


now fallen. As is the case at Kiuic, the
large central room has multiple door-
ways formed by round doorway co-
lumns with square capitals, and the
single-member medial moulding bre-
'--L--'-__J.__ ___J... aks up over these doorways, forming
a long, narrow space. This space is
2m

decorated with two long rows of geo-


51 metric shapes, as in Structure 2,
Group 3 at Kiuic, but here the upper
row consists of slightly curved trian-
gular forms while the lower row con-
sists of small diamonds (fig. 51). The
overall similarity of these two buil-
dings is unmistakable, both in terms
of general form and details, sugges-
ting that they might well have come
from the same hand.

X'Corra/ché. The Building with the


Broken Moulding at X'Corralché is
known only from a photograph taken
by Teobert Maler in 1887. This pho-
tograph, which can be found in Vol.
III of the books of Maler pho-
tographs in the Carrillo y Ancona
library in Mérida, Yucatán, México,
was also published by Case (1910) but
labeled Xcanalchén. It is quite pos-
sible that Case's designation is correct
53 since 1 have been unable to locate this
building at X'Corralché and Maler's
notes on this site haye not yet been
published. Maler's photograph shows
a broken medial moulding over a do-
orway to a room in what is obviously
a larger series of rooms (fig. 52). The
space below this moulding is decora-
ted with severa! blocks of diamonds
which are shown in restored form in
figure 53. The doorway below is divi-
ded into two openings by means of a
o
round doorway column with a square
2m
capital, a typical Early Puuc feature.
71
Xkokóh. Structure 1 at Xkokóh,
which has recently been described in
sorne detail by Antonio Benavides
(1982), provides us with a slightly mo-
re complex version of the diamond
and trapezoid designs which we have
already seen in many other Early
Puuc buildings. Here the design be-
low the broken medial moulding
includes sorne petal-like elements in
addition to the more usual diamonds
and trapezoids (fig . 54). Benavides
(1982) has already commented on the
similarity of the general configura-
tion shown here to the Building with 54
the Broken Moulding at X'Corralché,
both of which include a single, round 55
column with a square capital in t he
doorway below the broken medial
moulding. Benavides' photograp h
(1982, fig . 1) shows that many of the
decorative elements had fallen betwe-
en 1982 and 1984, when my pho-
tograph was taken (fig. 55) . The res-
tored elevation of this doorway is in-
complete since sorne parts of the de-
sigo had already fallen prior to 1982
and I am uncertain as to the details in
the upper area above the petal-like
forms (fig. 56).

Summary and discussion

The group of Early Puuc buildings builders. This position derives in part
enlivened with broken medial moul- from the fact that the deliberate
dings presented in the foregoing pa- choice of very abstract geometric sha-
ges represents a significant portian of pes as decorative elements in ten of
the total number of Early Puuc buil- these buildings argues against the no-
dings which have so far been identi- tion that they were intended to con-
fied (approximately 22 percent) . As a vey any complex "messages". On the
group, they occupy a fairly compact other hand, the broken medial moul-
geographical area within the larger dings are extremely effective architec-
Puuc archaeological region and this tural devices in terms of drawing at-
restricted distribution suggests sorne tention to the doorways below, indi-
special ties among the sites where the- cating that the rooms behind had so-
se un usual buildings occur. lt should me special significance beyond that o 1
l____L_
2 3 6ft

also be noted that this group includes associated with any adjacent rooms.
very large and importante sites such This premise is reinforced by the fact
56
as Uxmal, Sayil, Kabáh, and X'Co- that in most cases, t he broken moul-
rralché, as well as relatively minor si- dings occur over the doorway(s) to a 54. Xkok ó h, Structurc l . Doorway with bro-
tes such as Mul-Chic, Cooperativa, central room, which is generally lar- kcn mo ulding. 55. Dctai l of decoration below
and Chunyaxnic . ger than the adjacent rooms and, in broken mo uldi ng. 56. Doorway to Room 1
At the present time, I am not incli- eight cases, the broken mouldings oc- (restored). 57. Santa Rosa Xtampa k, Cuartel.
Doo rway with broken medial mo ulding, north
ned to attach any deep-rooted symbo- cur over extra wide doorways with range. 58. North range, East Wing (restored) .
lic significance to the use of broken multiple openings formed by round 59. Uxmal, Build ing 1, Wcst of Govcrnor's Pa-
medial mouldings by the Early Puuc doorway columns with square capi- lace, north fa~ade (restorcd).

72

J
tals. In short, the broken medial
mouldings, with or without geometric
decorative motifs, can be seen as a de-
liberate effort to draw the viewer's at-
tention to what was considered to be
the principal room in the buildings in
which they occur.
While the use of broken medial
mouldings is essentially confined to
the Early Puuc architectural style, it
still found sorne favor at a later date
since there are two known examples
of classic Chenes style buildings with
broken medial moldings which are
believed to post-date the Early Puuc
examples. These are the North Buil-
ding of the Cuartel at Santa Rosa
58
Xtampak (figs. 57 and 58) and Buil-
ding 1 West of the Governor's Palace
at Uxmal (fig. 59). The latter building
has been briefly described by Pollock
(1970) who believed that it was a true
Chenes building , constructed at a ti-
me when Chenes peoples temporarily
ID
held power at Uxmal. Paul Gendrop Ll.JLJJ_ L _ _.....J f [[ 1

3
(1983) has tentatively dated both of L.__[__J._....J ""IF R5

these buildings at about A .D. 800 - - 59


which suggests that the Chenes buil-
ders borrowed the idea of the broken
medial moulding from the Early Puuc
examples, since both Gendrop and 1
have tentatively dated the Early Puuc
style buildings to the period between
A.D. 650-770. Aside from the two
broken mouldings on classic Puuc
buildings and the two on classic Che-
BENA VIDES, Antonio Ruinas Mayas, Yucatán y Cam-
nes buildings noted above, it seems 1982 Xkokóh y Nakaskat, dos sitios del peche, Secretaría de Educación
clear that the use of broken medial Puuc , Boletín de la Escuela de Pública, México.
mouldings was a relatively short-lived Cief!cias Antropológicas de la Uni- PIÑA CHAN, Román
local phenomenon which failed to versidad de Yucatán, Año 10, No. 1963 Informe Prelimi nar sobre Mul-
continue as a tradition during the 57: 27-31, Mérida . Chic, Yucatán, Instituto Nacional
CASE, Henry A. de Antropología y Historia, Ana-
classic Puuc florescence. 19 11 Views on and oj Yucatán, besides les, Vol. 15, pp . 98-118, México.
notes upon Parts oj the State oj POL LOCK, H.E.D .
Eugene, Oregon, June 1985 Campeche and the Territory of 1970 Architectural Notes on sorne Che-
Quintana Roo, Mérida. nes Ruins , Maya Archaeology, Pe-
GENDROP, Paul abody Museum Papers, Vol. 61.
1983 Los Estilos Río Bec, Chenes y Cambridge.
Puuc en la Arquitectura Maya, 1980 The Puuc: An Architectural Sur-
BIBLIOGRAPHY
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de México, México. and Northern Campeche, México.
ANDREWS, George F. MALER, Teobert Memoirs of the Peabody Museum,
1979 Early Puuc Architecture, Paper 1895 Yukateskische Forschungen, G/o- Vol. 19. Cambridge.
presented at XLIII lnternational bus, Vol. 68, pp. 247-259, 277-292, PROSKOURIAKOFF, Tatania
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couver. n.d. Album Fotográfico (3 volumns), Universidad of Oklahoma Press,
1982 Puuc A rchitectural Styles: A Reas- Biblioteca Carrillo y Ancona, Mé- Norman .
sessment, Paper presented at sym· rida. STEPHENS, John Lloyd
posi um o n Nort hern Maya MARISCAL, Federico E. 1943 Incidents oj Trave/ in Yucatán, 2
Lowlands, Mexico. (in press) 1928 Estudio Arquilectónico de las Vols., New York.
73
l

- -- -- --

LE GENO
Si tes
Poved Roods
Unpoved Roods

COZU ME L SITE LIST

,¡¡e.,;I-...¡¡¡§J~'¡ii§n!!s~I'Jif {e~:~~:~ r·IOte,


C2 C1nco Puer tos
e 3 Punto M oreno
e 4 Dos Cocos
e 5 Lo Palmo
e- 6 htlopoc
e- 1 El Reot {or Costilla Real)
e- a Jonon 1
e 9 Punto Molos (or El Cactus)
e 10 Ar r ec1fe
t-11 Miromor
C·t2 Punto Chic lero
e - 13 Son M,9uel
C - 14 E leven Mound Si t e
e-15 E t Cedro!
t-16 Celeroin 1
e -17 Cetero1n D
e-IS Bueno Visto
e 19 Throne S1te
C20 Columb10 { H•storic)
e 21 Foro S1te
e 22 Son GervOSIO Zone'
San Gervos,o, Son Severo,
:X:
>- Sonia R1to, Nohno , o nd
a: E 1 Observo tono
oz e- 23 Choncedrol
e- 24 Santo Tomos
e 25 Lo ExpedltiOn, C1nco Monos
(or Los Grecos)
e 26 Castillo West
e- 27 Aguado Grande
e- 2S Niko Site
e 29 Visto Del Mor
e- 30 Al Konob Site
e 31 Zuuk S111 ( or Jo non D ) l. Ubicación de El Caracol en la isla de Cozu-
e 32 Son F ronCISCO Cave
e- 33 Scxbe Shrine 1 mel (plano modificado de Fridel y Sabloff
10 e-34 Socbe Shrine D
C-35 Soc:b• Shrin• m 1984).

74
EL CARACOL DE COZUMEL:
UNA PEQUEÑA MARAVILLA DE LA ARQUITECTURA MAYA

Daniel Schávelzon*

l. 'lo
Emphasis is brought here on the importance oj a more ejfective preserva/ion
of monuments which, like the Caracol of Cozumel, possess a unique interest in
spite oj their modest dimensions.

La costa del Estado de Quintana En primer lugar, lo que más atrajo


Roo se caracteriza, entre otras cosas, nuestra atención hacia este edificio en
por los llamados templos enanos, particular de Cozumel, es que nunca
contruidos por los mayas en tiempos había sido estudiado con detenimien-
tardíos. Centenares de estos templos to, pese a ser único por sus
cubren las orillas del continente al características arquitectónicas: los
igual que las islas cercanas; han sido autores ya citados lo visitaron rápida-
ampliamente difundidos y existe mente, publicaron fotografías, y Fer-
bibliografía científica al respecto. Pe- nández realizó dibujos poco fidedig-
ro de todas formas quisiéramos desta- nos aunque buenos -teniendo en
car uno entre ellos: el pequeñ.o cuenta lo difícil y penoso del viaje en
templete denominado El Caracol, ese entonces. Hoy en día el camino
ubicado en la isla de Cozumel. pasa por el medio del sitio, tocando
Este edificio, que forma un grupo incluso la plataforma basal del
de ruinas que más adelante describire- templo principal. A sólo cinco añ.os
mos, ha tomado diversos nombres: su de la restauración, su estado es
primer descubridor, Miguel Ángel nuevamente calamitoso; continuaron
Fernández 1, lo llamó, creyéndolo ubi- las excavaciones clandestinas en los
cado en una isla pequeñ.a, Islote Cela- pisos, la rotura de estucos y, además,
rain; más tarde fue denominado por los otros edificios del lugar están cu-
William Sanders como Punta Islote2 , biertos totalmente por la vegetación.
y actualmente es conocido como Ca- Ha sido tan poca la atención que se le
racol, bautizado así por el edificio prestó, que con sólo abrir un poco la
principaJ3, por la expedición de la vegetación cercana, encontramos dos
Universidad de Harvard; tras los tra- edificios abovedados que nunca ha-
bajos de David Freidel y Jeremy bían sido reportados, los Cl-4 y Cl-5.
Sabloff quedó numerado como C-14,
siendo El Caracol el edificio Cl-1.
Entre estos trabajos , muchos por
cierto para un sito tan pequeñ.o, debe-
mos recordar la restauración que re-
alizó el INAH a través del Centro Re-
gional del Sureste en 1979. Nuestro
• Doctor en Arquitectura, UNAM. Director de
trabajo se llevó a cabo en agosto de Investigaciones de la Facultad de Arquitectu-
1984, con la colaboración de Jeff ra y Urbanismo de la Universidad de Buenos
Lachance. Aires.

75
Como todos sabemos, la isla de
Cozumel es tal vez una de las zonas
mayas más estudiadas. La bibliogra-
fía citada, y en especial los trabajos
sobre patrones de asentamiento
publicados este mismo año por David
Freidel y Jeremy Sabloff, han aclara-
do la cronología, tipología arquitec-
tónica y formas de asentamiento de
los antiguos mayas. Incluso, grupos
como San Gervasio han sido muy
bien restaurados y abiertos al turis-
mo. El Cedral, también accesible hoy 2
en día, no ha sido restaurado y el es-
tado de deterioro de sus edificios, en
especial del llamado La Cárcel, lo po-
ne en inminente peligro . Hemos dedi-
cado otro trabajo a éJS, que se va a
publicar en esta misma revista.
El grupo del Caracol se halla ubica-
do en el extremo sur de la isla, sobre
el camino de tierra que lleva hacia el
faro al final de la misma. Un poco al
oeste de él se hallan o tras ruinas de-
nominadas Celarain I y Celarain II .
La distancia a los sitios más grandes,
como El Cedral, es en línea recta de
unos kilómetros, y a Buena Vista, de
5. El Caracol se encuentra tras un pe- 3
queño médano de arena, a unos 30
metros del mar, protegido por aquél también hay fragmentos de estuco El resto del conjunto lo conforma
de los constantes vientos que hay en adheridos a ellas (edificio Cl-4). un pequeño grupo de piedras grandes
ese lado de la isla. Por el otro lado, es Otros restos indican la posible exis- e irregulares ubicado en el lado norte
decir al oeste, los pantanos y zonas tencia de otro edificio cercano al Ca- del grupo, que quizás haya sido un
inundadas se encuent ran a menos de racol, también con restos de bóvedas, pequeño altar, tal como lo pensó Fer-
10 metros, creando así una faja de pero qu e actualmente está muy nández. Según él mismo , en el centro
tierra longitudinal, por lo que tomó destruido (Cl -5). de la plaza había una "pifia", esto es
su nombre de islote. una escultura de estuco pequeña con
El grupo está compuesto por el El edificio 2 posee la particularidad protuberancias a sus lados; en Jos úl-
templo principal (Cl -1), una cons- de tener unos agujeros rectangulares timos años hemos sabido de ellos que
trucción rectangular de 5 por 3 que atraviesan casi todo el muro en son un rasgo común a la arquitect ura
metros, cuyos muros se hallan en tres de sus paredes, como puede verse de la costa de Q ui ntana Roo6. Actual-
buen estado de conservación, pero en los dibujos. Esto lo hemos in- mente nada queda de este altar, ni si-
desconocemos el tipo de techumbre terpretado como los restos de un po- quiera una marca en el suelo, por Jo
que tuvo por estar el escombro cu- sible techo plano, sostenido por vigas menos a la distancia que Fernández lo
bierto de arena. Tuvo dos entradas al de madera colocadas según se indica ubica. En cambio queda un círculo en
fre nte, y formaba el lado este de la en el plano, contrastando así con los estuco, que marca que puede haber
plaza posterior al edificio principal. demás edificios del grupo , que tienen existido algo semejante, en el centro
Del lado este existen los restos de otro -o muestran evidencias de haber del escalón inferior del lado noroeste
edificio grande, en forma de un tenido- bóvedas en la cubierta. La de la plataforma del Caracol. Quizás
amontonamiento de escombro cu- hechura de este edificio es también Fernández, con el apuro y la densa
bierto por la arena del médano. Las irregular, al igual que El Caracol; está vegetación que cubría el edificio- y
piedras que están a la vista son de va- realizado con piedras burdas en su que le im pid ió ver las otras
rios tipos: hay algunos sillares es- mayoría, cubiertas por una gruesa ca- construcciones-, equivocó las dis-
cuadrados, piedras de bóvedas talla- pa de estuco, la que en Jos ángulos in- tancias.
das y piedras irregulares de relleno; teriores toma una forma curva.
76
El Caracol

El edificio en su forma actual es el


resultado de dos épocas constructivas
diferentes, de tal forma que el pe-
quefto templete original quedó en-
vuelto por tres lados por una cons-
trucción más grande, aunque similar.
Las describiremos una por una.

Primera época constructiva: en ori-


gen, los mayas realizaron un templo
de planta cuadrada de unos 2.50
metros de lado, con bóveda en el
techo y cuatro puertas, todo ello
sobre una plataforma baja. La bóve-
da posee, en los arranques de los la-
dos más largos, sendos morillos de
madera -ahora desaparecidos- ,
que ayudaban a sostener la construc-
ción . La altura máxima fue de unos
1.20 metros y las puertas medían 78
centímetros de alto. Fue reestucado
en varias oportunidades, ya que pudi-
mos contar hasta diez capas super-
puestas. En sus fachadas, una cornisa
corría a Jo largo de los cuatro lados, y
estaba compuesta por dos partes.
PLANTA CE CON..JUNTO = = O 1 2 3 4 Sm. Una moldura a mitad del edificio
4 completaba la ornamentación. Esto
5 quiere decir que se trataba de otro
templo miniatura típico de la región,
con una construcción simple y de po-
ca calidad, ya que los perfiles, ángu-
los y puertas no estaban a escuadra;
por el contrario, es una arquitectura
que muestra o muc ha rapidez de eje-

....
cución o un descuido notable por par-
te de sus constructores. En ese sentido
1 r;:;¡ se emparenta con otras obras simila-
res, como las de Tulum o Tancáh, por
citar las más conocidas 7 •

carreteora

2. El Caracol. Vista desde el sur de la fac hada


O 1 2 3 4 5m principal. Foto Vistacolor. 3. Fachada princi·
~ pal : puede apreciarse el remate, un goterón y
1_ EL CAfl.fiCOL

EL CAI<ACOL 2_ EDifiCIO 2 las juntas que muestran las dos épocas cons·
3_ POS!Bl[ ALTNl
4_ EDIFICIO 3 truidas del edificio. 4. Planta de conjunto. S.
5- EDIFICIO 4
Plan ta arquitectón ica .

77
Segunda época constructiva: pa-
ra agrandar este templo se procedió,
tiempo más tarde, a rodearlo por tres
lados por una nueva galería un poco
más alta (1.47 metros en total), tam- 1. ~
bién con puertas a cada lado, pero ha-
ciendo que és tas coincidieran con los
ejes de las que entonces quedaron co-
mo interiores, haciendo que el edifi-
cio tuviera una imagen asimétrica. Se
agrandó la plataforma exterior en
forma bastante irregular, y en el inte-
rior se dejaron las viejas fachadas a la
vista, para colocar grandes lajas de
piedra en el techo, de tal fo rma que
con la incli nación de las piedras sale-
dizas del nuevo edificio, quedara una
bóveda muy rústica en el interior de la
galería exterior. E n reali dad no es si-
quiera una bóveda maya por saledizo,
sino sólo media bóveda. Por fuera, la
fac hada vieja quedó a la vista en ella-
do oeste, aunque flanqueada por los
segmentos nuevos de muro, que pose- 6
en sólo la cornisa superior, ahora de
tres partes. Se modificó la cornisa del
edificio viejo agregándole el remate
-para que quedaran de la misma al-
tura los dos edificios-, y se le coloca-
ron varios desagües pluviales que,
entre los mayas, so n un rasgo suma-
mente raro.

E
Sobre el techo se construyó un pe- EDIFICIO 1 / f;:¡ch;:¡d;:¡ oeste o 100 2CXJ ~2x:Jcm 7
queño edículo cuadrado, muy bajo
- de 50 centímetros de alto- con
cuatro aberturas, y un agujero en el
techo. Encima se construyó una
concha marina de gran tamaño, deco-
rada con cuatro hileras de caracoles
empotrados, hueca po r dentro y co-
municada con el agujero del techo del
pequeño edículo en cuestión. Actual-
mente está rota a la mitad de la altu-
ra, pero según Fernández estaba
completa en la época de su visita. El
techo está decorado con puntas de
flecha, es decir piedras delgadas y al-
tas empotradas - de las cuales sólo
queda una de ellas-, que le dan una
imagen de almenas de fortaleza. En
esto es semejante a otros edificios de
Cozumel, como Janán l(C8-2) .
Las puertas de la segunda época -
'c.-
son más altas y poseen un rehundí- ~-:.-·
miento en el dintel, rasgo común para
78
la región. Todo el edificio está hundi-
do en varias partes, sus pisos inte-
riores rotos, y pese a haber sido res-
taurado en 1979, los deterioros son
notables, en especial en lo que tiene
que ver con fisuras y desprendimien-
tos. Existen restos de pigmentos de
colores, y por lo menos quedan restos
de dos glifos pintados de rojo en una
de sus fachadas , aunque ya están muy
deslavados y casi irreconocibles.
Hay que destacar las grandes irre-
gularidades que se aprecian en esta
construcción y que son observables a
simple vista. Además de los defectos
producidos por temblores y las fig u-
- . . ,, ' ~
ras causadas por desprendimientos
~:.... ..:~.;_:·:~ ~·;' ~~- -~~-~. \. ·- entre los techos y muros del edificio
más viejo al más nuevo, puede verse
9 ~:...- . . ! .,-1 ;
que no hubo un cuidado especial en el
edificio, sobre todo en la segunda
época. Por ejemplo, cuando la plata-
forma fue ampliada, quedó con una
extensión de 30 centímetros de un la-
do y 60 del otro. Estas irregularida-
des, difíciles de relevar, las hemos
simplificado en los dibujos.
En cuanto a su posible función, es
evidente que todo el grupo cumplía
un papel de tipo religioso, emparenta-
do con el culto al viento, lo que queda
10 sefialado por las cuatro puertas del
templo , sistema respetado en la
ampliación, y su reproducción en la
parte superior. Por su parte, el gran
caracol, incrustado de otros pequefios
que silban cuando sopla el viento,
puede remarcar esta hipótesis.

11

6. El Caracol edificio 1). Fachada y planta (re-


constitución). Modificado de Fernández 1945.
7. Frente actual con sus deterioros. 8. Foto del
remate superior. 9. Edi ficio 2. Muro posterior.
Se observa n tres agujeros para las vigas del
techo, posiblemente plano . 10. El CaracoL
Corte longit udi naL 11. Cort e transversaL 12.
Detalle del remate superior, según Ferná ndez
1945.
79
Existe otro elemento a tener en
cuenta: cerca del extremo norte de la
isla, a una distancia aproximadamen-
te simi lar a la del Caracol, existe o tro
edificio - el único conocido- que re-
pite la planta de este primero, aunque
no los detalles. Es factible que des-
pués de haber construido el mayor de
ellos, es decir el C25-38, también co-
nocido por La Expedició n Cinco Ma-
nos o Las Grecas, se haya ampliado el
Caracol para tener un tamaño similar
y una función emparentada. También
cerca del C25-8 se halla otro templo,
el C8-2, que si bien posee una plan ta
diferente, tiene en su techo las puntas
de flechas de que habláramos antes.
Para terminar, quisiera destacar la
importancia de estas pequeñas mara-
villas de la arquitectura maya, que
aunque no tengan la grandiosidad de
Tikal o Palenque, no por ello deben
quedar abandonadas y olvidadas por
el especialista. Cuando podamos lle-
gar a tener descripciones y estudios
sistemáticos de ellas, habremos avan-
zado notablemente en el conocimien-
to in tegral del pasado prchispánico .

Buenos Aires, febrero de 1985 13

14
15

muro
caído

escombro 1 1
- - --7)1 : nrvel prso
____ l___ l_ y __

EDIFICIO 2 /corlemuro

EDIFICIO 2 / ple~nta o 9:)100 200cm. o so 100

13. El Caracol. Vista interior. Puede apreciarse 14. Edificio 2. Planta. 15. Corte AA ' . 16. Res-
la bóveda formada por un muro en sa led izo, la tos del edificio 3. 17. Piedras de la bóveda del
antigua fachada (con sus molduras) del edificio edificio 4.
viej o, y grandes losas que cierran la bóveda.

80
NOTAS

l. Miguel Angel Fernández, "Exploraciones


arqueológicas en la Isla de Cozumel, Quin-
tana Roo", Anales del INAH, vol. l, 4a.
época, pp . 107-120, México, 1945 .
2. William Sanders, "Ceramic and settlement
patterns in Quintana Roo", Contribulions
10 American Antropology and History, no.
60, pp. 155-264, Carnegie lnstitution,
Washington, 1960; y "An archaeological
reconnaissance o f northern Quintana
Roo", Curren/ Reporls no. 24, Carnegie
Jnstitution, Washington, 1955.
3. Jeremy Sabloff y W. Rathje, Changing pre-
columbian commercial systems: /he 1972-3
seasons al Cozumel, Mexico, Peabody Mu-
seum, Cambridge, 1975 .
4. David Freidel y Jeremy Sabloff, Cozumel,
... late Maya se/1/ement pallerns, Academic
Press, New York , 1984.
'""'· 5. Daniel Schávelzon, "La Cárcel de El
Cedral, un extraño edificio maya en Cozu-
16 mel", Cuadernos de Arquitectura Meso-
americana No. 6 (en vía de publicación).
6. Este tipo de escultura exenta es común en la
región. Ha sido encontrada en Xcaret, Xa-
ac, Tulum, Akumal y Cozumel. Fue repor-
tada por primera vez por John L. Stephens
y el estudio actual más detallado es el de
Edward Wyllys And rews IV, "A prelimi-
nary study of the ruins of Xcaret, Quintana
Roo, Mcxico", Middle American Research
Records, Publ. 40, New Orleans, 1975. En
17 la estructura 43 de Tulum también fueron
descubiertos en la parte superior del techo.
7. El estudio cerámico de Williams Sanders
nos permite situar el edificio dentro de una
secuencia histórica . Sanders encontró en
una trinchera en el sitio, cerámi cas del
Período Tulu m y del Período del Complejo
del Grupo B (de Tancáh), por lo cual puede
pensarse que El Caracol fue construido du-
rante el período previo a la llegada de los es-
pañoles o co ntemporáneamente a ello .
Quizás esas dos fases coincidan con las dos
épocas de construcción del edificio.

81
; - - _; • "7"~- -_ .
SEMBLANZA
(TEOBERTO MALER, UNO DE
TEOBERT MALER: AN EARLY LOS PRIMEROS EXPLORADO-
EXPLORER OF CLASSIC MAYA RES DE LA ARQUITECTURA
ARCHITECTURE CLÁSICA MAYA)

Introduction present-day Mexican states of Campeche, Yu-


catán, and Quintana Roo . A small part of this
Two of earliest and most importan! pioneers as yet unpublished material will be presented
in the exploration of the remains of the Classic here for the first time (figs. 10-12, 14, 15).
Maya culture, particularly in the investigation
of Precolumbian architecture, had two things
The Life of Teobert Maler
in common: both were former army officers
and both were Austrian citizens.
The first explorer was Guillermo Dupaix, Teobert Maler was born on the 12th of Ja-
who was ordered by Charles IV of Spain to in- nuary, 1842, in the Palazzo Rospigliosi in Ro-
vestigate antiquities and archaelogical sites in me (fig. 1), the son of German parents. His
Mexico. The retired officer of the Austrian father, Friedrich Maler, was a retired major
dragoons also visited the famous Maya ruins of and appointed chargé d'affaires to the Vatican
Palenque in Chiapas. The results of the archae- in 1833 by Grandduke Leopold of Baden ; in
logical work undertaken by Captain Dupaix 1839 he married Wilhelmine Schwarz (1819-
from 1805 to 1808 did not appear until 1834 in 1843), who accompanied him to Rome.
París. Two volumes were published under the Friedrich and Wilhelmine Maler also had a se-
title Antiquités Mexicaines; printed in a limited cond child, a daughter Edwina, born in Rome
and expensive edition, they contain the first in 1840; she died in Linz, Austria, in 1871.
signifi can! drawings of Precolumbian Maya When Teobert Maler was just over one year
architecture which give them a special position old, his mother, who was born in Württem-
in the history of the exploration of the ancient berg, died on a journey home from Ita! y. His
Maya culture. father acquired a house in Baden-Baden, in
The second Austrian officer was Teobert Southern Germany, and Teobert spent his
Maler, who had traveled to Mexico in 1865 youth there .
with Emperor Maximiliam and Iater devoted After completing the H6here Bürgerschule in
himself to Mesoamerican archaeology, ethno- Baden-Baden in 1857, Maler attended the Poly-
logy, ethnohistory and linguistics , after ending technikum in Karlsruhe (1857-1862), where he
his career in the army. For decades he traveled studied architecture and engi neering. In 1862,
through the present-day countries of Mexico, at the age of 20, he left Baden-Baden and mo-
Belize, and Guatemala, and is the disvoverer of ved to Vienna, Austria, where he was employed
a multitude of ruins in the Maya area, which as an architect and later he became a naturali-
were his main interest. Due to his architectural zed Austrian citizen.
education, he produced meticulously drawn When the Austrian Archduke Maximilian
plans and maps, and his mastery of pho- became Emperor of Mexico, Maler decided to
tography, which at that time was a relatively go to Middle America and joined the Fi rst
new invention, brought new dimensions into Pioneer Company of the Imperial Mexican
Maya archaeology and into the science of Ame- Corps as a cadet. In 1864, the 22 year old vo-
ricanistics as a whole at the turn of the century. lunteer soldier was in Ljubljana and later em-
Many of Maler' s reports, plans, drawings barked on the transport vessel Bolivian in
and photograph s were published in the past Triest. The ship sailed from Europe with more
century and the early 20th century. However, than 1100 soldiers on board and anchored in
almost 70 years after his death, numerous ma- Veracruz, Mexico, on the 30th of December,
nuscripts, field notes, drawings and pho- 1864. During the next eighteen months Maler
tographs ha ve yet to be evaluated or published. was active in almost all fights of the Austrian
A brief description of the life and achieve- volunteer force, until this unit was disbanded
ments with regard to Maya architect ure of this as a result of French intervention. Maler had
pioneer of Mesoamerican archaeology follow s; been promoted to the rank of second lieutenant
his publis hed work will be mentioned and par- and then joined the Imperial Mexi can Army as
ticular attention will be paid to his unpublished a captain ; he served in the 18th Infantery Ba-
scientific legacy. This legacy, scattered today talli on, a unit composed of equal numbers of
throughout the world , consists of a tremendous Austrians and Mexicans. When the capital of
wealth of unpublis hed material, which is pre- Mexico surrendered in 1867 and Emperor Ma-
Left: Inner room of Structure 50-52, in the dominantly the result of his exploratory travels ximiliam was executed, the Austrian military
Central Acropolis of Tikal. Photograph by in southeastern Mexico, in the Puuc, Chenes, intervention in Mexico carne to an end and Ma-
Teobert Maler. and the Río Bec archaeological regions, in the ler's military career termi nated simultaneously.

83
While still a soldier, Malcr showed great in- ral expeditions, which led hi m to other remote med "Maler's Palace" (today St ructure 50-65)
terest in the Mexican Indians and compiled vo- parts of the Maya arca: to Chiapas, Mexico, to and on the lintel of one of the doorways of this
cabularies of the Zapotec and Totonac lan- the Department of El Petén in Guatemala and structure a graffito scratched by Maler on the
guages. This fasci nation, triggered by lndian to present-day Belize. Mal er headed a total of white stucco cover is still clearly visible. Jt re-
Mexico, persuaded Maler to remain in Mexico three successful explo rations, finan ced by the ads: "Teoberto Maler 1895-1904" (fig. 3).
and he traveled through large arcas of the re- Pcabody Museum . During his long, hard and An earlier graffito by Maler in a Maya ruin is
public. In 1874, he visited Guerrero and Oaxa- difficult travels, he was only accompanied by to be fou nd in Structure 2A l in Kabáh, Yuca-
ca and his earliest photographs of Mexican an- natives. tán (Pollock 1980: 167) which reads: "Teoberto
tiquities and of Mexican lndians date fro m this The first expedition for Harvard University Maler, Febrero 1887" .
year. In the followi ng year he traveled to the took place in 1898, the sccond fro m 1899-1900 Shortly after Maler's death a bust o f limesto-
ruins of Mitla in Oaxaca, where he too k nume- and the third from 1904-1905; the latter !asted ne was erected in his honor in Mérida, which is
rous photographs of this important archaeolo- for a total of 21 months. presently on exhibit in the Museo Regional de
gical site. In 1876 he described the discovery of Maler also carried out archaeological explo- Antropología in the capital of Yucatán (fig. 4);
an ancient tomb in Tehuantepec, Oaxaca, whe- rations outside the Maya area; for example in both Leopoldo Tommasi López (Echánove
re gold objects had been uncovered. He was the winter 1902-1903 he visited the ruins of 1974:72) and Enrique Gottdiener (Bcnavides
able to purchase two of the items and la ter pre- Castillo de Teayo in Veracruz, where he pho- 1981 :1 1) ha ve been named as the sculptor of
sented thcm to thc museum in Berlí n. tographed the main structure and the nume- this monument.
One year latcr Maler journcycd from rous stone sculptures of this site in dctail. Biographical references concerning Maler
Tchuantepec to the Maya region. From the end The third Peabody Musseum expedition in have been published by Richard Andree (1885),
of June until the middle of August 1877 he paid 1905 signalled thc end of his association with Gerdt Kutscher (in Maler 1944; 1971), and
three visits to the Maya ruins of Palenque in this institution and, for financia! reasons, his Carlos Echánove Trujillo (1974); a n exhaustive
the rain forest of Chiapas. Hcre he took his active research of Mesoamerican archaeology and description of Maler's life, however, has yet to
first photographs of Prccolumbian Maya architecture. At this point Maler was 63 years old. be written. His autobiographical manuscripts,
architecture, made detailed reports, sketc hed In 1910 he participated in the XVIIth lnter- in the archives o f institutions in Berlín and
str uctures and stone bas-reliefs and later national Congress of Americanists in London. Hamburg, are as yet unp ublished.
published two essays on this first expedition to After the congress, he traveled to París and lcft
Palenq ue, both of which appeared in Paris Europe once again to return to his beloved Me-
(Maler 1879; 1885). xico and to the land of the Maya. The published work of Teobert Maler
His architectural survey in the Maya regi on lmpoverished, lonely, embittered and suffe-
which had only just begun, was interrupted by ring from chronic enteritis, the Austrian Maya- Maler had manifold interests; here, only ma-
the demisc of his father in 1875 in Venicc. As nist spent his last year in the house of Gerardo terial relating to his domumentation of Preco-
the Prussian State had confiscated the family's Manzanilla Montore in Mérida, Yucatán, and lumbian architecture in the Maya arca will be
considerable posscssions and a legal dispute died there in the a fter noon of November 22nd bricfly considere d. With regard to
had arisen, Maler, as the sol e hei r, decided to 1917, shortly before his 76th birthday . The bibliographical data on this topic, the reader
return to Europe in arder to settle this matter. next day he was buried in the Cementerio Ge- should consult Kutscher's listings (in Maler
Having spent 13 years in Mexico, Maler left neral in Mérida. 1971).
San Cristóbal de Las Casas in the highlands of The following text in reported to have been Maler's published work can basically be divi-
Chiapas, embarked on a ship in Veracruz and engraved on his tombstone: "Los restos morta- ded into two categories:
returncd to the European continent. He trave- les de Teobert Maler descansan en la tierra del
led first to París, then to Baden-Baden and 'país de Jos fa isanes y los ciervos' que tanto 1) Publications, originally written in
Vienna, and spent the winter of 1879-1880 in amara y que llegó a ser para él una segunda Gcrman and Spanish and partially
París, as the authorities in Berlin had not yet patria." (Echánove 1974: 137). translated into other Janguages, which
reached a positive settlement concerning his Maler never married and there is no record are based on his earlier, indepcndently
claim to the inheritance. In 188 1 he visited ls- of any offspring. cxecuted explorations and primarily
tanbul, the Caucasus, Armenia, and spend two Few personal mementos exist of this great published in scientific journals in Eu-
further years in Europe. Finally, his claim was Austrian explorer and only a handful of rope, and
recognized. In 1884 he returned to Mexico and portraits of him ha ve survived and less ha ve be- 2) Publications, wh ich were edited by the
settled in Yucatan in order to continue his ex- en plublished. At the end of the 1920s a. dra- Peabody Museum, and which relate to
tensive and ambition project: the systematic wing of Maler in profile was in the possession his later exploratory journeys, carried
exploration of the monumental remains of thc of Juan C lasing, the executor of his estate; it out under the auspices of this North
lost Maya culture. depicts Maler when he was allegedly 12 years of American institution.
In the course of the next nine years, 1886- age (Maler 1971, PI. 11, 8). A portrait pho- The first category includes his reports on the
1894, the energetic and indefatigable explorer tograph of Maler in uniform, on which he is Maya ruins of Palenque, which appeared in the
succeeded in discovering, re-di scovering and possibly 26 years old, was in a prívate collec- French journals La Nature (1879) and Revue
documenting about one-hundred archaeologi- tion in Mexico City (Echánove 1974:1 46, PI , d'Ethnographie (1885), and reports in three is-
cal zones of different size on the península of 3), and a photograph of hi m, taken when he sues of the German journal Globus (Maler
Yucatan . This pioneering work involved uni- was about 50, was published by Andree 1895a, b; 1902b), comprising abbreviated and
maginab le end urance and sacrifices and resul- (1895 :245 ; see also fig. 2), Kutscher (in Maler altered parts from his three-volume manuscript
ted in an impressive body of information. 197 1, P I. 1) and Echánove (1974: 147, PI. 5). Península Yucatán . In the first mentioned issue
Maler, who called himself an Austrian Scho- From the end of May until the beginning of of Globus the following six sites are dealt with:
lar, changed his Chistian name to "Teoberto" June 1895, and from the beginning of August Chunyaxnic, Sabacché, El Tabasquei'lo, Chac-
and his meticulous drawings and excellent pho- until the middle of November 1904 Maler in- mu ltún , Hu ntichmull , Dsibiltún, and Sayil. In
tographs fr om this time bear almost exclusivcly vestigated and mapped the large ruins of Ti kal the second issue five ruins are described and
his signature "Teoberto Maler". in Guatemala and during these visits he lived in illustrated : Hochob, Chichén ltzá, Nocuchich,
His great success caused the Peabody Mu- a well-preserved two-story building, wh ich he Dsecilná, and Kancabc hén . In the third issue, a
seum of Harvard Universit y in Cambridge, also used as a darkroom to develop his pho- double- issue of the Globus, nineteen sites wcre
Massachusetts, to request him to conduct seve- tographs. For this reason thi s structure is ter- recorded : Chacbolai, Chacmultún, lchpich,

84
2

1. Teobert Maler's birthplace, the Palazzo Ros-


pigliosi in Rome. Photograph by Ekkehard
Weber, 1984. 2. A portrait of Maler, pho-
tographed before !895 (after Andree
1895 :245) . 3. Graffito by Teobert Maler in
"Maler's Palace", Structure 50-65, Tikal, El
Petén, Guatemala. P hotograph by Karl Her-
bert Mayer, 1984. 4. A limestone bust of Te-
obert Maler in a hall of the Museo Regional de
Antropología in the Palacio Cantón, Mérida,
Yucatán. México. Photograph by Karl Herbert
Mayer, 1982.

4
85
Xcalumkín, Maler-Xlabpak, Xcavíl de Yaxché, Maya art, iconography, epigraphy and archi- a detail of this large architectural
Yaxché-XIabpak, Xcu loc, Chunhuhub, Xpos- tecture exists whích does not contain severa! complex, the entrance to Room 2 with
tán, Almuchíl, Xkalupococh, ltsímté, Tantáh, copies of Maler's famous and excellent pho- a large stone mosaic mask in the upper
El Recreo, Yakal-Chuk, Xlabpak de Santa Ro- tographs (ej. Wauchope 1974; Pollock 1980; facade area. As early as the 1930s the
sa, Dsehkabtún, and Dsíbiltún. Gendrop 1983). lintel of this doorway had disappeared
In 1932 a report in Spanish about Chichén lt- A fundamen tal reason for the repeated use and only fragm ents of thc mask re-
zá and Cobá was published posthumously; it of Maler's photographs is not only that these mained (cf. Gendrop 1983 : 134-135 ,
was re-published by Kutscher in 1944. In refe- pictures are of extraordinary and often unsur- fig. 92, a-d).
rence to Cobá, it is importan! to point out that passed artistic quality, but also that many 5) Sabacché: Structure 7. This building
this large ceremonial center in Quintana Roo architectural complexes have partially or to- in the Puuc-style, also known as
was discovered by an expedition of the Carne- tally dísappeared since Maler's time, and sorne "Temple with the lattice-work flying
gie Instítutíon of Washington in 1926 and ít architectural elements have suffered from na- far;ade' ', was photographed by Maler
was not recognízed untíl much later that Maler tural disasters or from human hands. Maler's for the first time in Jan uary 1887
had been therc 35 years earlíer, namely in Sep- photographs are frequent ly the only record we (see p . 63; Barrera Rubi o 1982, Foto
tember 1891 (Thompson et al. 1932:8-9), and ha ve today of many Maya antiquities and edifi- 1) and today is nothing but a low heap
that the Austrian explorer must be regarded as ces, which have been the target of art thieves, of rubble. T hese few examples should
the actual scíentífíc díscovcrer of thís Maya site. looters and vandalists over the past decades. make us aware of the high informa-
Thanks to Gerdt Kutscher, sorne material The high potential value of Maler's pho- tion potential of Maler's publíshed
published earlíer by the Peabody Museum was tographs, drawings and notes is easily recogni- work and its implications.
re-publíshed in an unabbrevíated form, un- zable for the reasons already mentioned and
corrected plans were edíted to the size of the many architectural reconstruction drawíngs,
orígínals, and hítherto unpublíshed material The Unpublished Work of Teobert
wh ich depict Maya architecture in Late Classic
were issued, íncludíng four unknown plans and time, i.e., during its fun ctional period, can Maler
descriptions of Uxmal and Chuncatsín in the only be attempted today with the help of Ma-
Puuc-Zone, and El Meco and Isla Mujeres in ler's basic documentation. After Maler's death his unpublished pho-
the East-Coast-Zone (Maler 1971). To illustrate this crucial situation, five tographic negatives and positives, his maps,
The second category of publícations includes examples will be given: plans, drawings and accounts were scattered
the results of the three expeditíons conducted 1) Xcavil de Yaxché: The Temple- throughout the world and can be found today
by Maler for the Peabody Museum. These re- Palace. This two-story building sho- in public and prívate collections in Mexico, the
sults were publíshed in síx parts. The original wed an impressive mask of stone ele- United States, France, Germany, and Austria
text s were written by Maler in German; later ments, located above a doorway, in (cf. Strecker, and von Flemming 1981).
they were tran slated and published in English, the past centu ry (fig. 5; Maler 1902a: In the 1920s Hermann B. Hagen was able to
whereby signi fi can! passages were often omít- 205, fig. 7; see Boletín ECAUDY, acquire part of the estate of Maler in Mérida;
tcd (ej. Mayer 1981b:2). Several translations 1979, and Gendrop 1983: 188, fig. this importan! corpus was given to the lbero-
cannot be considered optimum. 138b). Only small fragments of this Amerikanische Jnstitute in Berlín, founded in
T he first part of the expedition reports decoration exist today, although the 1930. This part of the scientific legacy of Maler
published by the Peabody Museum, edíted in total architectural complex has not is still preserved in this institution.
an exemplary manner as the following parts, changed significantly within the past The Maler Estate in Berlín contains, amongst
deals wíth síx sites in the Usumacinta River century (fig. 6). other items, a wealth of field-notes, notebooks,
area and the Selva Lacandona (Maler 1901): La 2) Kiuic: Structure 5, Group l. When loose papers, photographs, photographic glass-
Reforma, Chinikihá, Xupá, Pethá, and Maler photographed his structure in plates, a handwritten account about his explo-
Piedras Negras. 1888, the right (northern) half of the rations at Palenque, which should originally
The second part of the series (Maler 1903) re- main fa~ade of this interest ingly deco- have been published by the Peabody Museum,
ports on eight archaeological sites in the Usu- rated stone buildings was in rather good and above al!, the highly importan! work
macinta River area: El Cayo, Budsilhá, La condition (fig. 7). Between the years Península Yucatán.
Mar, El Chile, Anaité 11, El Chicozapote, 1932 and 1936 (Pollock 1980: 357) this lt was not untill recently that excerpts from
Yaxchi1án, and San Lorenzo. far;ade section collapsed completely this manuscript were published, and that pho-
The third part describes his explorations of (fig. 8). tographs and drawings belonging to the ma-
four sites in Guatemala: Altar de Sacrificios, 3) Dzibilnocac: Structure Al. In 1887 nuscript were systematically registered in order
Seibal, ltsimté-Sacluc, and Can kuén (Maler Maler traced the designs of two red to make the widely scattered documentation
1908a). painted vault capstones in this impo- material surveyable (Strecker 1981a, b; Barrera
The fourth part treats four sites (Ma1er sing architectural complex, in detail Rubio 1982a; Mayer 1981, b; 1983; 2984;
1908b): Topoxté, Yaxhá and Naranjo in (fig. 9; Mayer 1983 : 27-28). Harry 1985). Mattias Strecker and Karl-Friedrich von
Guatemala, and Benque Viejo (Xunantunich) Pollock in 1936, was able to pho- Flemm ing (1981) have compiled a useful preli-
in Belize. tograph both murals in situ: since minary list of al! Maler's photographs and dra-
The fifth part (Maler 1910) is a report of his then, however, art thieves have torn wings and therefore ha ve made importan! data ,
work at Motul de San José and Petén-ltzá in both capstones from the vau1ts: Caps- concerning the wealth of this material and its
Guatemala. tone 1 is today in a German museum, present whereabouts, available to Mayanists.
The sixth and final part (Maler 1911) is devo- and the present whereabouts of Caps- In 1979, 1980, and 1981, the author carried
ted to the colossal Maya center of Tikal in tone 2 (fig. 9, right) are not known; it out research in the archives in Berlín and ins-
Guatemala; Maler did not provide the Peabody is possible, that this artifact was pected the Maler Estate; the Península Yucatán
Museum with the overall map of Ti k al and this destroyed on removal. For that and many of the original fieldnotes were ins-
map was not published until more than half a reason , Ma1er's accurate tracing is of pected, excerpts were made and sorne pho-
century after his death (Maler 1971) . utmost significance. tographs were taken from this material. During
Maler's publications, which are mentioned 4) Xkichmook: Structure l. When Ma1er this work in the archives it was learned, that
here, are standard works of Maya archaeology investigated the ruins of Xkichmook Maler first documented the results of his rese-
and no single im portan! work on Precolumbian (Xkichmo1) in 1889, he photographed arches in the fo rm of notes and sketches in

86
7
8

5
6

5. The east fa~ade of the Temple-Palace at Xcavil de Yaxché, Yucatán.


P hotograph by Teobert Maler, February 1887 (after Ma1er 1902a:205,
fig . 7). 6. The same building photographed by Karl Herbert Mayer in
March 1984. 7. The main fa~ade,looking west, of Structure 5, Group 1 at
Kiuic, Yucatán, as photographed by Teobert Maler in 1888. 8. The re-
maining left (south) half of the same fa~ade as photographed y Karl Her-
bert Mayer in March 1982. 9. Painted vault capstones from Structure A 1,
Dzibilnocac, Campeche (capstone 1, left, and 2, right). Tracing by Teo-
bert Maler , 1887 (after Mayer 1983:28, fig. 17).
87
small notebooks (figs. 10. 12); it was only later depredation) had been carried out at the site ."
that he made inked drawi ngs for future publi- Malcr's, Potter's, and von Euw's descriptions
cation (figs. 11, 14, 15). In sorne cases, only the are so identical and their renderings of thc to-
skctches in Maler's notcbooks are preserved, ponym are so similar, that it is obvious that we
and his final drawings are probab1y 1ost. are dealing with the same site.
As publication of the Península Yucatán is
The Manuscript ''Península not expected in the near future, a preliminary
Yucatán" comprehensive overview of the conteos of this
work is given below with regard to the docu-
mented ruins. The names of the si tes follow in
This work, handwritten and in three vo1u-
the same order as in the original. The register is
mes, with the photographs and drawings belon-
based on m y own work in Berlín and on an un-
ging to it, constitutes the most important part
published manuscript by Matthias Strecker. An
of Maler's Estate in Berlín. Gerdt Kutscher
asterisk after a si te name indicates, that this si te
prepared and edition of this materia~ had the
has already been published, at least in part, in
text transcribed and typewritten and had
the previously mentioned issues of Globus
sketches redrawn for publication. Kutscher (in
(Ma1er 1895a, b; 1902b). The dates given in pa-
Maler 1971: 16) pointed out that Teobert Maler
rentheses, following the toponyms, mark Ma-
had left an important scientific legacy behind
1er's first visit to the site in question. These as-
whose publication and exploitation, for a con-
terisks reveal that of the 97 listed sites, only 30
siderable part, have yet to be completed, and
were featured in the Globus journals. This pre-
this statement certainly relates primarily to this
liminary index in excerpt for m should provide
manuscript which has remained dormant since
information on sites explored by Maler.
it carne to Berlín in 1930. Mayanists as well as
Plans, unpublished until now, relating to the
Mesoamericanists have been waiting with great
ruins of Chunchimai (fig. 14; ej. Boletín
anticipation for its publication for over fifty
ECAUDY, 1980) and Tzitz (Tsits; (fig. 15) and
years.
belonging to the Península Yucatán ma-
Lack of knowledge about this manuscript led
nuscript, are reproduced here for the first time,
to the fact that many archaeological sites docu-
to make one aware of the importance of this
mented by Maler could not be included in the
work.
recent official Atlas Arqueológico del Estado
de Yucatán (Garza Tarazana de González y
"Península Yucatán ", Vol. 1
Kurjack Bacso 1980). In his monumental work
on the Maya architecture in the Puuc zone, The first section is, as are the following sec-
Harry Pollock (1980) treats 142 sites, but was
tions (see fig. 13), in Maler's handwriting, in
unable to include severa! sites documented in
German, unpaginated, and comprises 198 pa-
detail by Maler. A fur ther problem in Maya re-
ges of text with inserted drawings. The follo-
search is that sorne ruins first discovered by
wing fifty si tes are described in this first section
Maler were "re-discovered" by other archae-
of the manuscript:
ologists later, without them knowing of
Maler's earlier discovery in the past century. Xbalché (1887)
1
An example of this problem is shown by the Chunyaxnic* (1887)
2
site of Suna in Campeche, which Maler visited
3 Dsecilná * ( 1887)
on April9, 1887. According to his account, this
4 Sabacché* (1887)
Maya ruin is located about two leguas (ca. 8
5 El Tabasqueño* (1887)
km.) WSW from Bolonchén de Rejón, Cam-
6 Dsibiltún* (1887)
peche; other names of the site were Su'na and Nocuchich* (1889)
7
Sun (Maler n.d., Vol. 2). A photograph of a
8 Kancabchén* (1894)
12 temple-palace at Suna with two wings and a
9 Hochob* (1887)
mask decoration above one doorway is preser- Sayi1* (1887)
10
ved in the archives in Berlin (Strecker, and von Chacbo1ai• (1888)
11
Flemming 1981: 35) . Hissink (1934, PI. VIII,
12 Xkampech haltún ( 1888)
b) reproduced a detail of this photograph,
described the structure briefly and entered the 10. Page 9 of a notebook by Teober~ Maler
approximate geographical situation of Suna on illustrat ing two glyphic panels fro m Xkombec "
her pub lished map (ibid., fig. 2). and various architectural elements. 11. A rel ief
David Potter (1977: 6) doubtlessly visited the panel depicting a Maya dignitary, two glyphic
same site and wrote: "In April of 1971 1 visited relief panels and a hamaquero (hammock ho-
Suum , a site that, according to my guide, had ok) fro m Xkombec, Campeche. Drawings by
not been previously recorded. Subsequent Teobert Maler, 1887. 12. Pages 10 and 11 of
library research indicated that he was probably notebook by Teobert Maler, describing and
correct" . The location of Potter's Suum on a illustrating a Maya structure at Xpotoit and an
published map (Potter 1977, fro ntispiece) pro- atlantean figure near Xcoralché. 13. A detail
ves without doubt, that this Suum is Ma1er's from Ma le r's manuscript "Península
Su na. 1n 1975 Eric von Euw ( 1977: 47) visited a Yucatán" (Vol. 2) with the description and
site 8.5 km. WSW from Bo1onchén de Rejón, sketch of a Maya structure in the ruins of
which he calls Tzum and about which he assu- Xcalumkín, Campeche, which he visited in
med that "no previous work (except for looting 1887 (after Strecker 198la:91, fig. 1).
88
89
13 Xkomilchén/ Yohaltún (1888)
14 Mu1uldsekal (1888)
15 Yakal-Xiú (1888)
16 Xyat {1888)
17 Xlotsal (1888)
18 Acambalam (1888)
19 Xpotoit (1 888)
20 T abi H acienda, Tabi Xlabpak
(1888)
21 Xcoralché {1888)
22 Lagarto-Xlabpak (1888)
23 Santa Ana Xlabpak (1888)
24 Chikí n-Sayil!Chichán-Sayil (1888)
25 El Rancho Chac ( 1887)
26 Sacnicté (1887)
1 27 C huncatsín (1887)
1
.¡, 28 Maler-Xlabpak• (1887)
29 Xcavil de Yaxché* {1887)
- ·-· - 1S"--. S"1CA1v.-· - - - B - --~ 30 C hu ndsinab (1887)
31 Yaxché-Xlabpak• (1887)
AB 32 Dsancab ( 1887)
33 Dsehkabtún• { 1887)
34 Xpulyaxché (1889)
35 X pakbi1hol (1889)
36 Chanchén/Chanchán (1889)
37 Nohcacab (1889)
38 1eh pich • (1887)
39 X-Haxché {?)
40 Xkampom (?)
41 Xkalupococh* (1 889)
42 Kiuic ( 1888)
14 43 X-Tabla (1889)
44 X-Kich mol (1889)
45 X-Ko benhaltún ( 1889)
46 Dsulachén / Dsu1á-Aktún (1 889)

WMk ~ ~~f~ 8P~~


15 47 X-Ca kochná (1889)
48 X-Puhbiltuch (1889)
49 Nohcacab (1889)
M,.a....tw~ ... ~-~ 50 Chichén Itzá* {1891)
A
"Península Yucatán ", Vol. 2

The second section of the manuscript


1 comprises 143 pages and treats the followi ng
i
thirty-five sites:

.~t
~

....
Xculoc• {1887)
2 Chunhuhub• (1887)
3 Xpostán• (1887)
4 Almuchil* (1887)
5 Bo lonchén (1887)
.¡,
1
6 Itsimté• ( 1887)
7 Mo ntebello {1887)
B
+-- - --·- ,t.O-'T9c.nv. - · - · - -·--4 8 Xkombec (1887)
&t..,~~CtJwJUuti..~ ~J.,~~J"-t~; ""',¿~, -.o-vdvauJ..• 9 Xcalum kín* (1887)
... ~~..~-~.

m
AB 10 Selmet/Sermet {1887)

~l !!
11 Hacienda Sodsil ( 1887)
12 Suna (1887)
11'- ~..............,
-l '----"- 1
13 Chichi1 {1887)
14 El Recreo• {1887)

J1 ~J.:-¡~¿¡_, ~ ~l
-:t:.-1~::! X
~.w~.ló...W
-~~~ -
15
16
Yakai-Chuc• (1887)
Nacuché {1887)
1 17 X1abpak de Santa Rosa• (1891)
1 18 Hala! de Espiridión Cervera (1891)
19 Vena (1894)
20 Tantáh * {1894)
21 Chúnchimai (1889)
22 Dolores {1889)

90
23 Dsibilnocac/Iturbide (1887) last great pioneers of Mesoamerican archaeolo- tán", Boletín de la Escuela de
24 Dsinabii-Xul (1887) gical exploration of the 19th century, will beco- Ciencias Antropológicas de la Uni-
25 Huntichmul 1* (1887) me obvious, and his extraordinary early inves- versidad de Yucatán 9 (53): 54-60,
26 Tsits (1889) tigations, which until now have remained lar- Mérida.
27 Chacchob ( 1889) gely unknown, will be recognized, appreciated, BENAVIDES C., Antonio
28 Chunkanab (1889) and properly honored. 1981 Una Visión del Museo Regional de
30 X-Cupil (1893) Antropología, Palacio Cantón,
31 Oxkintoc (1893) Acknowledgements Mérida, Yucatán. Instituto Na-
32 X-Kipché (1893) cional de Antropología e Historia,
33 Sihó (1891) México, D .F.
For generous assistance in preparing this ar-
34 Chacmultún* (1889) BOLETÍN ECAUDY
ticle, 1 wish to express my gratitude to the
35 Kabahaucán 1 = Kabáh/ (1887) 1979 "Imágenes de Arqueología: X-
following persons :
Cavil, Yucatán 1886-92." Boletín
"Península Yucatán", Vol. 3 de la Escuela de Ciencias Antropo-
George F. ANDREWS: Alfredo BARRERA
lógicas de la Universidad de Yuca-
RUBIO; Claus J. BRUDER; Ursula
The third section of Maler's manuscript is Ión 7 (38): 51, Mérida.
DYCKERHOFF-PREM; Paul GENDRO P;
contained in a small notebook and encompas- 1980 "Imágenes de Arqueología:
Jesús GÓNGORA ; Pedro GÓNGORA; Ingrid
ses 49 pages. The text refers to his "Wanderun- Chunchimai, Yucatán 1886-96.",
HIDEN; Gerdt KUTSCHER; Mario MAGA-
gen in den Wild-nissen des Maya-Reiches von Boletín de la Escuela de Ciencias
ÑA; Anneliesc MONNICH; Raúl E. MUR-
X-Kanhá" (Rambles in the Wilderness of the Antropológicas de la Universidad
GUÍA ROSETE; Pedro PACHECO; Hanns J.
Maya Territory of X-Kanhá), undertaken by de Yucatán 7 (40): 64, Mérida.
P REM; Berthorld RIESE; Peter J . SCH-
Maler in the year 1894 in the Río Bec archae- BREHME, Hugo
MIDT; José Luis SIERRA VILLARREAL;
ological zone. Only a single site, Kancabchén, 1950 "T. Maler, ein Pioner in der Er-
Wilhelm STEGMANN; Matthias STRECKER,
which Maler visited in 1894 and again in 1889, forschung der Maya-Kultur",
Karl-Friedcrich VON FLEMMING, and Ek-
was briefly referred to in the journal Globus in Atlantis 22 (8): 365-368, Zürich.
kehard WEBER.
1895 (Maler 1895 : 284). Very little is known by CASE, Henry A .
Moreover, 1 wish to express appretiation for
Mayanist about Maler's explorations in the Río 191 1 Views on and oj Yucatán, besides
cooperation extended by the Centro Regional
Bec region where he visited and described the Notes upon Parts oj the State oj
del Sureste, Institu t o Nac iona l de
fo llowing twelve sites: Campeche and the Territory oj
Antropología e Historia, Mérida, and for the
Quintana Roo. Co/lected during a
permi ssion grantcd by the I bero-
Kancabchén* long Residence in the Península,
Ameri kanisc hes l nstitut, Preussischer Kultur-
2 Chunlimón Saint Joseph's College of Arts and
besitz, Berlín (West), to carry out research in
3 Chunhabín Trades, Mérida.
their archives and to publish material from the
4 Cantón Mejía EC HÁNOVE TRUJILLO, Carlos A.
esta te of Teobert Maler.
5 Tanholná 1974 Dos Héroes de la Arqueología Ma-
6 X-Canamul ya: Frédéric de Waldeck, Teobert
Graz, December 1984
7 Cantón Xmabén Maler, Ediciones de la Universidad
8 Huntichmul 11 de Yucatán, México, D. F.
9 Sahbecán GARZA T A RAZONA DE GONZÁLEZ, Sil-
10 San José Xkanhá Karl Herbert Mayer* via, y Edward Barna KURJACK BACSO
11 Halaltún 1980 Atlas Arqueológico del Estado de
12 Río Bec Yucatán, Centro Regional del Su-
reste, INAH, México, D. F.
This list reveals the large number of sites in *Redacción de la revista Mexicon, Graz, GENDROP, Paul
Northern Maya Lowlands investigated by Teo- Austria, y Presidente de la "Sociedad Interna- 1983 Los Estilos Río Bec, Chenes y
bert Maler from 1887 until 1894, and makes tional para la Investigación de Mesoamérica", Puuc en la arquitectura maya. Di-
evident the extremely importan! contribution Berlín. visión de Estudios de Posgrado,
made by this great Austrian scholar to Maya Facultad de Arquitectura, Univer-
archaeology. sidad Nacional Autónoma de Mé-
He began his systematic archaeological sur- REFERENCES xico, México, D. F.
vey over a century ago in 1885 and within less a HISSINK, Karin
decade he succeeded in explori ng about one- 1934 Masken als Fassadenschmuck. Un-
hundred archaeological zones on the Yucatec tersucht an altem Bauten der Hal-
Península, but was unable to have his docu- binsel Yukatan. Sammlung Heitz,
mentation completely published during his life- Akademische Abhandlungen zur
time. Kulturgeschichte, 11. Reine, 2,
ANDREE, Ric hard
When his early work, the Península Yuca- Strassburg.
1895 "Teobert Maler und seine Erfors-
Ión, is finally published, a century old desidera- MALER Teobert
ch ung der Rui nen Yukatans",
tum of Maya archaeology will be fulfilled, the n.d. Península Yucatán. Descripciones
Globus 68 (16): 245-247), Brauns-
real significance of Teobert Maler, one of the de las Ruinas antiguas de la civili-
chweig.
zación Maya, 3 vols., unp ublished
BARRERA RUB IO, Alfredo
manuscript, Maler Estate, lbero-
1982a "La obra fotográfica de Teobert
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" América Latina, sus culturas musicales y sus tepalcates : tema de reflex ión", por Zaid Lagu-
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El Instituto de Investigaciones Estéticas organi- xicano: reacciones a su presencia en América Vargas; "El uso de las fuentes históricas en la
zó el X Coloquio Internacional de Historia del Latina", por Aurelio de los Reyes . "El moder- arq ueología" por Carlos Martínez Marín; co-
Arte co n el tema de "SIM PATÍAS Y DIFE- nismo y sus focos americanos (Modernismo li- ordinador: Roberto Gallegos. "Características
RENCIAS: RELACIONES DEL ARTE ME- terario)", por Luis Mario Schneider. culturales del occidente de México: Jalisco, Co-
X I CANO C ON EL D E AMÉRICA lima y Nayarit", por Otto Sch()ndube; " La dé-
LATINA ' ' , del día 3 al 6 de junio de 1985 en el Las ponencias expuestas en el coloq ui o serán ci ma temporada de exploraciones en Tzintzunt-
auditorio de la Biblioteca Nacional del Centro publicadas por medio del Instituto de Investi- zan", por Rubén Cabrera; " Observaciones de
Cultural Universitario de C.U . El objetivo gaciones Estéticas de la UNAM en forma de un sitio del clásico tardío", por Beatriz Barba
principal de este coloquio fue el tratar de en- libro. Para mayores infor mes, recurrir al i nsti- de Piña Chan; coordinador: Rubén Cabrera .
contrar vínculos o diferencias entre el arte me- tuto de Investigaciones Estéticas, Torre de Hu- "Semblanza de Román Piña Chan", por
xicano y el latinoamericano, a través de una re- manidades 1, 6? piso, Ci udad Universitaria De- Carl os Navarrete; relatoría, por Bárbara Dahl-
visión crítica de las obras más representativas legación Coyoacán, C. P . 045 10, México, D.C. gren, Ignacio Berna!, Ada D' Aloja y J ulio Cé-
- no sólo de pintura, escultura o arquitectura, sar Olivé; coordinadora Mari Carmen Serra.
sino también en literatura, danza, música y Simposio "Vida y obra de Román Pi- La publicación del simposio estará a cargo
cine-, de las cuales obtener las conclusiones del Institut o de Investigaciones Antropológicas
pertinentes .
ña Chao"
de la UNAM.
Las ponencias presentadas fueron:
El Instituto de Investigaciones Ant ropológicas Lorraine A. Williams B.
"Los cinco soles cosmogónicos y su proyección de la UNAM organizó el simposio " Vida y
en Perú", por George Kublcr. "Arte maya, in- obra de Román Piña Chan' ', celebrando el 65 ~
teracción artística regional (300-1200 D.C.)" , ani versario de su nacimiento. El evento tuvo Segunda Conferencia Internacional
por Marta Foncerrada de Malina . "New lugar en el audit orio del Instituto, del 17 al 20
de Arqueoastronomía de Oxford
World deer-hunt rituals", por Elizabeth Sen- de julio del presente año.
son . " l.a cultura Chalchihuites como posible El programa de las ponencias presentadas
puente entre Mesoamérica y el suroeste de los fue el siguiente: " Román Piña Cha n y el Mu- El Simpos i o Internacional de
Estados Unidos de América", por Marie Areti seo Nacional de Antropología", por Marcia Arqueoastronomía tendrá lugar en la ciudad de
Hers . "Similitudes y diferencias entre el arte Castro Leal; " Román Piña Chan y el Instituto Mérida, Yucatán , del 10 al 20 de enero de 1986.
novo hispano y el de otros países". El ponente, Nacional de Antropología e Historia", por El comité internacional está integrado por
Erwin Walter Palm, no asisti ó, peros sus ideas Fernando Cámara Barbachano; " Román Piña Anthony F. Avení, Katalin Barlai , Johanna
generales fuero n leídas por la doctora Elisa Chan y la Escuela Nacional de Antropología", Broda, Alvar Ellegard, Owen Gingerich,
Vargas Lugo. " Arte Tequitqui y arte mestizo: por Eduardo Matos Moctezuma; "Román Pi- Michael Hoskin, Stanislaw lwaniszewski,
el artista americano", por Marta Fernández. ña Chan y la Universidad Nacional Autónoma Jaime Litvak, Roberto Moreno de los Arcos,
"El empleo y actualización de los modelos de México" , por Jaime Litvak King; coordina- Salvador Rodríguez Losa, Alfredo Barrera Ru-
europeos en México y América Latina", por dor: Carlos Navarrete. "Román Piña Chan y bio, Clivc Ruggles y Rolf Sinclair. Conforman
Santiago Sebastián . "Patrones, artistas y obras la antropología fís ica" , por Arturo Romano; el comité nacional: Anthony F. Avení , J ohan-
en los virreinatos americanos durante el siglo " Román Piña Chan y el Instit uto de Investiga- na Broda, Stanislaw lwaniszewski, Salvador
XVI", por José Guadal upe Victoria. "Graba- ciones Antropológicas de Campeche", por Rodríguez Losa, Lucrecia Maupomé, París
dos europeos en la pintura sudamericana y el Will iam Folan; " Román Piña Chan y sus Pismis, Alfredo Barrera Rubio y Brito Sanso-
virrei nato de México en el siglo XVII (modelos maest ros", por Daniel Rubín de la Borbolla; res .
prestigiosos)", por Gustavo Curiel. " De los "La presencia del Instituto Nacional de El objetivo principal de la reunión será el de
fustes barrocos latinoamericanos", por Ma- Antropología e Historia en Michoacán con el confrontar las similit udes y diferencias entre
nuel González Galván . "Iconografía de Santa Dr . Román Piña Chan" , por Angeli na Macias; los astrónomos de las culturas del Viejo y del
Rosa de Lima en los virreinatos de Nueva Es- coordinador : Arturo Romano. " Análisis de los Nuevo Mundo, por lo cual se invita a participar
paña y Perú" , Elisa Vargas Lugo. "El Huma- modelos evoluti vos de Román Piña Cha", por a todas las asociaciones e insti tuciones acadé-
nismo laico (Luis Sandoval Zapata)", por Pas- Ju lio César Olivé; " La obra de Román Piña micas de diversas disciplinas.
cual Buxó . "Los comportamientos de la ar- Chan en relació n a los olmecas", por Beatriz Al fin alizar la reunión, se planean unas ex·
quitectura mexicana y argentina", por Marco de la Fuente; "El preclásico del Altiplano", cursiones guiadas :
Díaz . "Sistemas de producción teatral, por Mari Carmen Serra; "El personaje dentro
operística y de espectáculo en México y otros de las fa uces de un felino en Chalcatzingo y 1) a la zona Puuc (Uxmal, Sayil , Xlapak y
países americanos en el siglo XIX" , por Luis otros monumentos olmecas", por Jorge Angu- Labná) .
Reyes de la Maza . " Intento de sociología ar- la; "El hombre-danta: una aportación de la 2) a Dzibilchalt ún
quitectónica: la moderni dad en la Argentina y iconografía del preclásico superior", por 3) a Chichén Itzá
México", por Damián Bayón . "Crít ica en La- Carlos Navarrete; coordinadora: Amalia Car-
tinoamérica: sincronías. disonancias", por dós . " Román Piña Chan y la arqueología de Para mayor infor mación sobre las inscrip-
Jorge Alberto Manriq ue. " Presencia e in n uen- Chiapas", por Thomas Lec, Ga reth W. Lowe y ciones y ponencias, dirigirse a Stanislaw Iwa-
cia del muralismo mexicano en el Brasil de los Pierre Agrinier; " In forme preliminar de los niszewski y el Instituto de Investigaciones
años 20 al 40, en el contexto de la situación lati- trabajos realizados en la cuenca del río Cande- Ant ropológicas, UNAM, Ciudad Universita-
noamericana", por Mario Batata (no asistió al laria, Campeche", por Lorenzo Ochoa y Er- ria, Delegación Coyoacán, C. P . 04510, Méxi-
evento). " Los artistas latinoamericanos a par- nesto Vargas; "Calakmul", por William Fo- co, D.F.
ti r de los año s 50 (sus relaciones y lan; "El talud-tablero en Tikal, Petén: nuevos
producción)", por Manuel Felguérez. " El con- datos", por Juan Pedro Laporte; coordinador: Jua n Ant onio Siller

93
EVENTOS cepto de modernidad en el arte moderno", por Julio César Olivé. "Epiclásico del Altiplano",
Rita Eder. " Eduardo Kingman, un muralista por Yoko Sugiura; "Análisis arquitectónico y
Coloquio Internacional de Historia ecuatoriano", por Mary Gri zzard . "Un caso pictográfico de los templos de la agricultura y
del Arte del Instituto de Investiga- notable en la experiencia dancística latinoame- análisis mitológicos", por Jorge Angula y Ru-
ricana", Elena Noriega", por Alberto Dala!. bén Cabrera; " Los entierros, los huesos y los
ciones Estéticas.
"América Latina, sus culturas musicales y sus tepalcates: tema de reflexión" , por Zaid Lagu-
perspectivas", por Julio Estrada. " El cine me- nes; "Historia y arqueología", por Ernesto
El Instituto de Investigaciones Estéticas organi- xicano: reacciones a su presencia en América Vargas; "El uso de las fuentes históricas en la
zó el X Coloquio Internacional de Historia del Latina", por Aurelio de los Reyes. "El moder- arqueología" por Carlos Martínez Marín; co-
Arte con el tema de "SIMPATÍAS Y DIFE- nismo y sus focos americanos (Modernismo li- ordinador: Roberto Gallegos . "Características
RENCIAS: RELACIONES DEL ARTE ME- terario)", por Luis Mario Schneider. culturales del occidente de México: Jalisco, Co-
XICANO CON EL DE AMÉRICA lima y Nayarit", por Otto Schondube; "La dé-
LATINA", del día 3 al 6 de junio de 1985 en el Las ponencias expuestas en el coloquio serán cima temporada de exploraciones en Tzi ntzunt-
auditorio de la Biblioteca Nacional del Centro publicadas por medio del Instituto de Investi- zan", por Rubén Cabrera; "Observaciones de
Cultural Universitario de C. U. El objetivo gaciones Estéticas de la UNAM en forma de un sitio del clásico tardío", por Beatriz Barba
principal de este coloquio fue el tratar de en- libro . Para mayores informes, recurrir al Insti- de Piña Chan; coordinador: Rubén Cabrera.
contrar vínculos o diferencias entre el arte me- tuto de Investigaciones Estéticas, Torre de Hu- "Semblanza de Román Piña Chan", por
xicano y el latinoamericano, a través de una re- manidades I, 6? piso, Ciudad Universitaria De- Carlos Navarrete; relatoría, por Bárbara Dahl-
visión crítica de las obras más representativas legación Coyoacán, C.P. 045 10, México, D.C. gren, Ignacio Berna! , Ada D' Aloja y Julio Cé-
- no sólo de pintura, escultura o arquitectura, sar Olivé; comdinadora Mari Carmen Serra.
sino también en literatura, danza, música y Simposio "Vida y obra de Román Pi- La publicación del simposio estará a cargo
cine-, de las cuales obtener las conclusiones del Instituto de Investigaciones Antropológicas
pertinentes.
ña Chan"
de la UNAM.
Las ponencias presentadas fu eron:
El Instituto de Investigaciones Antropológicas Lorraine A. Williams B.
"Los cinco soles cosmogónicos y su proyección de la UNAM organizó el simposio "Vida y
en Perú", por George Kubler. "Arte maya, in- obra de Román Piña Chan", celebrando el 65P
teracción artística regional (300-1200 D.C.)", aniversario de su nacimiento. El evento tuvo Segunda Conferencia Internacional
por Marta Foncerrada de Malina. "New lugar en el auditorio del Instituto, del 17 al 20
de Arq ueoastronomia de Oxford
World deer-hunt rituals" , por Elizabeth Sen- de julio del presente año.
son. "La cultura Chalchihuites como posible El programa de las ponencias presentadas
puente entre Mesoamérica y el suroeste de los fu e el sigui ente: "Román Piña Chan y el Mu- El Simposio Internacional de
Estados Unidos de América", por Marie Areti seo Nacional de Antropología" , por Marcia Arqueoastronomía tendrá lugar en la ciudad de
Hers. "Similitudes y diferencias entre el arte Castro Leal; "Román Piña Chan y el Instituto Mérida, Yucatán, del 10 al 20 de enero de 1986.
novo hispano y el de otros países". El ponente, Nacional de Antropología e Historia", por El comité internacional está integrado por
Erwin Walter Palm , no asistió, peros sus ideas Fernando Cámara Barbachano; "Román Piña Anthony F. Avení, Katalin Barlai, Johanna
generales fueron leídas por la doctora Elisa Chan y la Escuela Nacional de Antropología", Broda, Alvar Ellegard, Owen Gingerich,
Vargas Lugo. "Arte Tequitqui y arte mestizo: por Eduardo Matos Moctezuma; " Román Pi- Mic hael Hoskin, Stanislaw lwaniszewsk i,
el artista americano", por Marta Fernández. ña Chan y la Universidad Nacio nal Autónoma Jai me Litvak, Roberto Moreno de los Arcos,
"El empleo y actualización de los modelos de México", por Jaime Litvak King; coordina- Salvador Rodríguez Losa, Alfredo Barrera Ru-
europeos en México y América Lati na", por dor: Carlos Navarrete . "Román Piña Chan y bio, Clive Ruggles y Rolf Sinclair. Conforman
Santiago Sebastián. "Patrones, artistas y obras la antropología física", por Arturo Romano; el comité nacional: Anthony F. Avení, Johan-
en los virreinatos americanos durante el siglo " Román Piña Chan y el Instituto de Investiga- na Broda, Stanislaw Iwaniszewski, Salvador
XVI", por José Guadal upe Victoria. "Graba- ciones Antropológicas de Campeche", por Rodríguez Losa, Lucrecia Maupomé, París
dos europeos en la pintura sudamericana y el William Folan; " Román Piña Chan y sus Pismis, Alfredo Barrera Rubio y Brito Sanso-
virreinato de México en el siglo XVII (modelos maestros", por Daniel Rubín de la Borbolla; res.
prestigiosos)", por Gustavo Curiel. "De los "La presencia del Instituto Nacional de El objetivo princi pal de la reunión será el de
fustes barrocos latinoamericanos", por Ma- Antropología e Historia en Michoacán con el confrontar las similitudes y diferencias ent re
nuel González Galván. "Iconografía de Santa Dr. Román Piña Chan", por Angelina Macias; los astrónomos de las culturas del Viejo y del
Rosa de Lima en los virreinatos de Nueva Es- coordinador: Arturo Romano. "Análisis de los Nuevo Mundo, por lo cual se invita a participar
paña y Perú", Elisa Vargas Lugo. "El Huma- modelos evolutivos de Román Piña Cha", por a todas las asociaciones e instituciones acadé-
nismo laico (Luis Sandoval Zapata)", por Pas- Julio César Olivé; "La obra de Román Piña micas de diversas disciplinas.
cual Buxó. "Los comportamientos de la ar- Chan en relación a los olmecas", por Beatriz Al finalizar la reunión, se planean unas ex-
quitectura mexicana y argentina", por Marco de la Fuente; "El preclásico del Altiplano" , cursiones guiadas:
Díaz. "Sistemas de producción teatral, por Mari Carmen Serra; "El personaje dentro
operística y de espectáculo en México y otros de las fa uces de un felino en Chalcatzingo y 1) a la zona Puuc (Uxmal, Sayil, Xlapak y
países americanos en el siglo XIX", por Luis otros monumentos olmecas", por Jorge Angu- Lab ná).
Reyes de la Maza . "Intento de sociología ar- la; "El hombre-danta : una aportación de la 2) a Dzibilchalt ún
quitectónica: la modernidad en la Argentina y ico nografía del preclásico superior", por 3) a Chichén ltzá
México", por Damián Bayón. "Crítica en La- Carlos Navarrete; coordinadora: Amalia Car-
tinoamérica: sincronías. disonancias", por dós. " Román Piña Chan y la arqueología de Para mayor infor mación sobre las inscrip-
Jorge Alberto Manrique. "Presencia e influen- Chiapas", por Thomas Lee, Garet h W. Lowe y ciones y ponencias, dirigirse a Stanislaw Iwa-
cia del muralismo mexicano en el Brasil de los Pierre Agrinier; "Informe preliminar de los niszewski y el Instituto de Investigaciones
años 20 al40, en el contexto de la situación lati- trabajos realizados en la cuenca del río Cande- Antropológicas, UNAM, Ciudad Universita-
noamericana", por Mario Batata (no asistió al laria, Campeche", por Lorenzo Ochoa y Er- ria, Delegación Coyoacán, C.P . 04510, Méxi-
evento). "Los artistas latinoamericanos a par- nesto Vargas; "Calakmul", por William Fo- co, D.F.
tir de los años 50 (sus relaciones y lan ; " El talud-tablero en Ti kal, Petén: nuevos
producción)", por Manuel Felguérez. "El con- datos", por Juan Pedro Laporte; coordinador: J uan Antonio Siller

93
INVESTIGACIONES EN PRO- de este "corpus de monumentos mayas de pro- Serán particularmente agradecidas las
cedencia desconocida" con el propósito de contribuciones de los lectores en esto proyecto
CESO publicar el archivo elaborado en forma de catá- de catalogar monumentos mayas no localiza-
logo en idioma inglés. dos. Para mayores informes, rogamos escribir
Para hacer rápidamente accesible a la inves- directamente a Karl Herbert Mayer, Sociedad
CATÁLOGO DE ESCULTURAS MAYAS tigación científica el material recolectado, las Internacional para la Investigacion de Meso-
DE PROCEDENCIA DESCONOCJI)A piezas fueron ordenadas de acuerdo a criterios américa, Hoetzendorfstrasse 8/4, A-8010
geográficos según el lugar donde actualmente Graz, Austria.
Los resultados de investigaciones sobre la se encuentran.
cultura maya en Mesoamérica, obtenidos en las La primera parte de la documentación se re-
últimas décadas sobre todo en el sector epigrá- fiere a esculturas en Europa (Maya Monu-
fico e inconográfico, han exigido la publica- ments: Seu/piures of Unknown Provenance in
Europe. Ramona, Cal., 1978), la segunda parte Karl Herbert Mayer, Presidente de la So-
don rápida y adecuada de objetos con repre-
concierne a colecciones de los EE.UU. (Maya ciedad Internacional para la Investigación
sentaciones figurativas y/o con inscripicones
jeroglíficas. Monuments: Sculptures of Unknown Prove- de Mesoamérica, Berlin.
Hasta ahora las investigaciones se han basa- nance in the United Sta tes, Ramona, Cal.,
do en las esculturas con relieves y exclusiva- 1980). Bajo el titulo "Maya Monuments:
mente en objetos de procedencia conocida que Sculptures of Unknown Provenance in Middle
tenían su origen en trabajos y excavaciones America" (Berlin, 1984) apareció hace poco, A CATALOGUE OF MAYA SCULPTURES
científicamente controlados. En los pasados como conclusión provisional de un proyecto de OF UNKNOWN PROVENANCE
tres decenios han aparecido en colecciones un decenio de duración, un catálogo
públicas y privadas, subastas, exposiciones, y ampliamente ilustrado que trata de 191 escultu-
en el comercio internacional de objetos de arte, ras de piedra de Belice, Guatemala, México,
grandes esculturas y elementos arquitectónicos Honduras, y El Salvador, en el cual fueron in-
de la cultura maya clásica que proceden de ex- corporadas adicionalmente piezas descubiertas
·. cavaciones y trabajos ilegales y cuya proceden- en el interín en Europa, EE.UU. de Norteamé- Adjunto izquierda: Relieve maya de origen des-
cia unívoca es desconocida. rica, Israel y Australia. conocido. Siglo VI d.C . Alto: 44.5 cm. Ancho:
Para comprobar la importancia de estos mo- Se tiene la intencion de continuar este inven- 90 cm . Colección particular, Phoenix, Arizo-
numentos de piedra no localizados, se ha co- tario y se ha emprendido la tarea de establecer na, EE.UU. Dibujo y foto Kornelia Kurbjuhn,
menzado a levantar un inventario sistemático un "Suplemento" del mencionado "corpus". 1984.

PUBLICACIONES

El Proyecto Cobá de excavación de unidades )


habitacionales mayas del Horizonte Clásico
concluyó su segunda y última temporada de
campo en mayo de 1984. Se excavaron dos uni-
dades habitacionales situadas al oriente del
Grupo Nohoch Mul, cercanas al sacbé N? 6 Es-
tas unidades están claramentre delimitadas por
albarradas que circundan y definen el territorio
familiar.
Los objetivos principales del Proyecto Cobá
1983-84 fueron intentar comprender el grado
de participación de la población residente en
las actividades de producción y distribución de
bienes del centro urbano, así como estudiar la
naturaleza de las unidades domésticas.
Como resultado del proyecto se presentará, a
mediados de 1985, el siguiente libro, que será
publicado en el Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM .
94
COBÁ , QUINTANA ROO. ANÁLIS IS tóricos, la Revista Mexicana de Estudios Papers
DE DOS UNIDADES HABITACIONALES Antropológicos, Traducciones Mesoamerica- of the
MAYAS nistas, Mesas Redondas y Códices. New World Archaeological
Por la importancia de estos trabajos para el
estudio de la arquitectura mesoamericana, he-
Foundation
Linda MANZANILLA (ed.)
mos querido incluir una relación actualizada de
Introducción . Estudio de Centros Urbanos. las publicaciones que aún se encuentran en l. THE CHIAPAS PROJECT, 1955-1958,
Antonio Benavides y Linda Manzanilla existencia. REPORT OF THE FIELD DIRECTOR,
Capítulo / . Arquitectura Doméstica en Cobá. Revista Mexicana de Estudios Históricos by Gareth W. Lowe. 1959. 21 pages, 12 fi-
Antonio Benavides gures .
Capítulo /1. Estudio de Áreas de Actividad. Tomo I N? 2 (1927)
Luis Barba y Linda Manzanilla. Tomo IN? 3 (1927) 2. ARCHAEOLOGICAL EXPLORATIO N
Capítulo l/1. La Cerámica. OF THE UPPER GRIJALVA RIVER,
Introducción Revista Mexicana de Estudios Antropológicos CHIAPAS, MEXICO, by Gareth W. Lo-
Luis Barba we. 1959. I I2 pages, 64 figures .
Análisis Tomo VII (1945)
J anette Ram í rez Tomo XII (1951) 3. EXPLORATION AT SAN AGUSTÍN,
Tomo XIV (1 956-57) CHIAPAS, MEXICO, by Carlos Navarre-
Capítulo IV. Materiales No-Cerámicos Tomo XV (1958-59) te. 1959. 16 pages, 10 figures .
A. Lítica Tomo XVII (1961)
Introducción Mario Cortina Borja Tomo XVIII (1962) 8. MOUND 1, CH IAPA DE CORZO,
Análisis J ane tte Ramírez Tomo XIX (1963) CHIAPAS MEXICO, by Gareth W. Lowe
B. Concha y caracol J ane tte Ramírez Tomo XX (I966) and Pierre Agrinier. 1%0. I05. pages, 67 fi-
Capitulo V. Subsistencia y Aprovechamiento Tomo XXI (I967) gures, 39 plates.
del Medio. Luis Beltrán Tomo XXII (1973)
Capítulo VI. La Conservación de Material Ar- Tomo XXIII (1977) (tres números) 9. MOUND 12, CHIAPA DE CORZO,
queológico en Cobá, Q . Roo. Tomo XXIV (1978) (tres números) CHIAPAS, MEXICO, by J . Alden Mason.
Lorraine Williams y Ernesto Tafoya. Tomo XXV (1979) 1960. 44. pages, 23 figures, 12 plates.
Capítulo VIl. Fechamiento y Cronología. Mar- Tomo XXVI (1980)
garita García Rendón Tomo XXVII (198 1) (dos números) IO. MOUND 13, CHIAPA DE CORZO,
Captítulo VI/l. Consideraciones Finales. Linda Tomo XXVIII (1982) CHIAPAS, MEXICO, by Frederic Hicks
Manzanilla and Charles E. Rozaire. 1%0. 22. pages, 15
Traducciones Mesoamericanistas figures, 2 plates.
BIBLIOGRAFÍA Tomo I (1966)
Tomo II (1 968) 11. THE TERRACE T O NORTH OF
MOUND 13, CHIAPA DE CORZO,
A PÉNDICES: Mesas Redondas CHIAPAS MEXICO, by J . Alden Mason.
1%0. 12 pages, 3 figures, 2 plates. (Papers
l. Espectrometría MOssbauer y Difracción de Occidente de México (1984) 8-11 bound together, not sold separately;
Rayos X. Sergio Aburto y Salvador Gutiérrez Teotihuacan (dos volúmenes: 1%6 y 1972) $5 .00)
2. Fluorescencia de Rayos X. Fred W. Nelson Religión en Mesoamérica (1972)
3. Experimentación en Computadora. Guiller- Balance y Perspectiva de la Antropología de 12. MOUND 5 ANO MINOR EXCAVA-
mo Pérez Esparza Mesoamérica y Norte de México (cinco volú- TIONS, CHIAPA DE CO RZO ,
4. Una Generalización del Modelo de Vecino menees) (1975) CHIAPAS, MEXICO, by Gareth W. Lo-
más Cercano. Mario Cortina Borja Las Fronteras de Mesoamérica (dos volúme- we. 1962. 114 pages, 46 figures, 34 plates.
5. Técnicas de Prospección. Luis Barba y Ale- nes) (1976) $2.50.
jandro Tovalín Procesos de Cambio en Mesoamérica y Norte
6. Técnicas de Excavación. Eliseo Linares y
Víctor Ortiz
7. Paleozoología y Malacología. Alicia Blanco
de México (tres volúmenes: 1978)
Rutas de Intercambio en Mesoamérica y Norte
de México (dos volúmenes: 1981)
'\JffLJI7
y Gerardo Villanueva Garcia
8. Edafología y Geomorfología. Lourdes
Aguirre
9. Guía de Conservacion de Campo. Lorraine
Problema del Desarrollo Histórico de Queréta-
ro (1978)

Códices
\JJt'
13. CERAMIC STRATIGRAPHY AT SAN-
Williams TA CRUZ, CHIAPAS, MEXICO, by
Códice Selden II (reproducción facsimilar William T. Sanders. 1%1. 81 pages, 60 fi-
impresa todo color; interpretación del códice gures, 11 plates. $2.00.
por Alfonso Caso)
Publicaciones de la Sociedad Mexica- Códice Colombino reproducción facsimilar
. ;,·:···"··.'

~
na de Antropología impresa a todo color; interpretación por Alfon- _, ·• • .·-MC

so Caso)
- ~.
Para mayor información sobre precios y
La Sociedad Mexicana de Antropología ha envíos, favor de dirigirse a la Sociedad Mexica- 14. THE SANTA MARTA ROCK SHELTER,
realizado una importante labor en la difusión na de Antropología, Apartado Postal 660, Mé- OCOZOCOAUTLA, CHIAPAS MEXI-
de la investigación cientifica antropológica a xico, D.F. CO, by Richard S. MacNeish and Fredrick
través de sus publicaciones, entre las que se en- A. Peterson. 1%2. 46 pages, 5 figures, 6
cuentran la Revista Mexicana de Estudios His- Juan Antonio Siller plates. $1.50.

95
15. SOME CERAMICS FROM MIRADOR, 23 . THE CERAMIC HISTORY OF SANTA 29. JMETIC LUBTO: SOME MODE RN AND
CHIAPAS, MEXICO, by Fredrick A. Pe- ROSA, CHIAPAS, MEXICO, by Donald PREHISPANIC MAYA CEREMONIAL
terson. 1963. 126 pages, 183 figures . $3.00. L. Brockington . 1967. 74. pages, 51 figures. CUSTOMS IN THE HIGHLANDS OF
$2.50. CHIAPAS, MEXICO, by Thomas A. Lee,
Jr. 1972. 28 pages, 12 figures. $1.50.
24. EXCAVATIONS AT SAN ANTONIO,
CHIAPAS, MEXICO, by Pierre Agrinier.
1969. 63. pages, 96 figures. $2.00.

17. EXCAVATIONS AT SANTA ROSA,


J
CHIAPAS, MEXICO, by Agustin Delga-
do. 1965. 84 pages, 73 figures .
25.MOUND 30a AND T H E EARLY
PRECLASSIC CERAMIC SEQUENCE
18. ARCHAEO LOGICAL RECONNAIS-
OF !ZAPA, CHIAPAS, MEXICO , by Su-
SANCE IN THE REGION OF TE HUAN-
sanna M. Ek holm . 1969. 102 pages, 78 figu- 30. !ZAPA SCULPTURE, PART 1: ALBUM,
TEPEC, OAXACA, MEXICO, by Agustin
res. $3.00. by V. Garth Norman. 1973. 3 pages, 64 pla-
Delgado. 1965. 35 pages, 27 figures . (Paper
17-18 bound together, not sold separately; tes.
26. THE ARTIFACTS OF CHIAPA DE COR-
$3.00)
ZO, CHIAPAS, MEXICO, by Thomas A. !ZAPA SCULPTURE, PART 2: TEXT,
Lee, Jr. 1969. 231 pages, 149 figu res, $8.00. by V. Garth Norman . 1976. 360 pages, 245
19. THE CERAMIC HISTORY OF THE
CENTRAL HIGHLANDS OF CHIAPAS, figures. (Paper 30, Parts 1 and 2, sold only
MEXICO, by T. Patric k Culbert. 1965. 91 as a set. $25.00)
pages, 38 figures. $3.00.
31. !ZAPA: AN INTRODUCTION TO THE
20. AL T AMIRA AND PADRE PIEDRA, RUINS AND MONUMENTS, by Gareth
EAR L Y PREC LA SS IC S !TES IN W. Lowe, Thomas A. Lee, J r. and Eduardo
CHIAPAS, MEXICO, by Dee F. Green Martinez Espinosa. 1982. 349 pages, 181 fi-
and Gareth W. Lowe. 1967. 133 . pages, 97 gures. $20.00.
figures . $3.00.

27. THE CERAMICS OF AGUACATAL,


CAMPECHE , MEXICO, by Ray T.
Matheny. 1970. 155 pages, 53 figures .
21. THE CHIAPANEC, HISTORY AND $3.50.
CULTURE, by Carlos Navarrete. 1966.
111 pages, 102 figures . $3.00.

22. ARCHAEOLOGICAL RESEARCH IN 32. THE OLMEC ROCK CARVING AT


THE LOWER GRIJALVA REGION, TA- XOC, CHIAPAS, MEXICO, by Susanna
BASCO AND CHIAPAS, by Roman Piña Ekholm-Miller, 1973. 28 pages, 18 figures.
$2.00.
Chan and Carlos Navarrete. 1967. 52 pa-
ges, 100 figures. $2.00.
28 . MOUND 20, MIRADOR CHIAPAS, ME-
XICO, by Pierre Agrinier. 1970. 84 pages,
107 figures. $2.50.

33.ARCHAEOLOGICAS INVESTIGA-
TIONS AT DZIBILNOCAC, CAM-
PECHE, MEXICO, by Fred W. Nelson,
Jr. 1973. 142. pages, 107 figures. $5.00.

96
39. MO UNOS 9 ANO 10 A T MIRADOR,
CHIAPAS MEXICO, by Pierre Agrioier.
1975 . 104. pages , 89 figures. $4.50.

40. MESOAMER1CAN COMMUNICATION


ROUTES ANO CULTURAL CON-
TACTS, edited by Thornas A. Lee, Jr. and
Carlos Navarrete (20 symposium papers by
various authors). 1978. 265 pages, 36 figu-
res, 19 tables. $12.50.

41. THE CHANTUTO PEOPLE: AN


34. MOUND 4 EXCAVATIONS AT SAN ARCHAIC PERIOD SOCIETY OF THE
ISIDRO, CHIAPAS, MEXICO, by Thomas C HIAPAS LITTORAL, MEX ICO, by
A. Lee, Jr. I 974. 88 pages, 58 figures. $4.00. Barbara Voorhies. 1976. 147 pages, 80 figu-
res, 27 tables. $7 .50.
35. THE OLMEC ROCK CARVINGS AT PI-
JIJIAPAN, CHIAPAS, MEXICO, ANO 42. A SACRIFICIAL MASS BURIAL AT Ml- 47. TZUTZUCULI: A MIDDLE PRECLAS-
OTHER OL M EC PIECES FROM RAMAR , CH IAPAS, MEXICO, by Pierre SIC SITE ON THE PACIFIC COAST OF
CHIAPAS ANO GUATEMALA, by Carlos angrinier. 1978. 52 pages, 39 figures. $3.00. CHIAPAS, MEXICO, by Andrew J .
Navarrete. 1974. 26 pages, 25 figures. $2.00. Mc.Donald. 1983. 73 pages, 58 figures .
$4.'00.

48. THE EARL Y OLMEC HORIZON AT MI -


RADOR, CHIAPAS, by Pierre Agrinier.
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sold on only as a set; $25.00) Mtn<>. Xavier Cortés Rocha

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