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CASO: ESTAMOS EN LA ERA DEL TRABAJADOR DESECHABLE.

La gran recesión global ha cobrado muchas víctimas. En muchos países, el desempleo ha alcanzado
niveles casi históricos, e incluso muchos de quienes han logrado conservar su puesto de trabajo
han tenido que aceptar menos horas laborales o recortes salariales. Otra consecuencia del
ambiente económico y de negocios actual es un aumento en el número de individuos contratados
de manera temporal o contingente.

Las estadísticas sobre los trabajadores estadounidenses temporales son desalentadoras. Muchos
trabajadores, como la madre soltera Tammy Smith, no cuentan con seguro social, prestaciones por
jubilación, vacaciones, indemnización por despido ni seguro de desempleo. El aumento en los
despidos significa que muchos puestos de trabajo que antes se consideraban seguros se hayan
convertido en "temporales", en el sentido de que pueden desaparecer en cualquier momento, casi
sin aviso. Los pronósticos sugieren que las cosas seguirán así durante los próximos 5 a 10 años, con
escasos incrementos de salario, peores condiciones laborales y menores niveles de seguridad
laboral. Como señala Peter Cappelli de Wharton School, en la University of Pennsylvania: "Los
empleadores están tratando de deshacerse de todos los costos fijos. Primero, lo hicieron con las
prestaciones de empleo y ahora lo están haciendo con los empleos mismos. Todo es variable".

Quizá supongamos que tales acciones corporativas están ocurriendo en una época de escasa
rentabilidad. Sin embargo, los datos del sector financiero no coinciden con esta explicación. En lo
que respecta a las compañías de Fortune 500, en 2009 se observó el segundo gran avance en las
ganancias corporativas, en los 56 años de historia de esta lista. Asimismo, muchas de esas
ganancias no parecen ser el resultado de un aumento en las utilidades, sino que más bien reflejan
reducciones drásticas en los costos de la mano de obra. Un investigador de mercados señaló: "La
mayoría de este aumento proviene de nóminas reducidas, más que de un gran incremento en las
ventas...". Los salarios también aumentaron ligeramente durante este periodo de rápido in -
cremento de rentabilidad corporativa.

Algunos observadores sugieren que se debe culpar a la estrecha vigilancia de las utilidades
corporativas por la discrepancia que existe entre la rentabilidad corporativa y la situación de los
trabajadores. Algunos han señalado que los profesores que basan sus evaluaciones en las
calificaciones de pruebas estandarizadas tienden a "enseñar para los exámenes", en detrimento
de otras áreas del aprendizaje. De la misma forma, cuando a una compañía se le juzga básica -
mente por la medida del precio de una acción, es natural que los ejecutivos hagan todo lo posible
por aumentar esta cifra, posiblemente en detrimento de otras cuestiones como el bienestar de los
empleados o la cultura corporativa. Por otro lado, otros defienden las acciones corporativas que
incrementan su facilidad para manejar la flexibilidad de la mano de obra, y señalan que en un
mercado global cada vez más competitivo, tal vez sea necesario sacrificar algunos puestos de
trabajo para salvar a toda la organización.

La forma en que los ejecutivos toman las decisiones para la asignación de la fuerza laboral, la
manera en que la seguridad del empleo y la lealtad corporativa afectan el comportamiento de los
trabajadores, así como las reacciones emocionales que rodean estos temas, son componentes
fundamentales de la investigación del comportamiento organizacional.

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