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Cerebral Humana
Julián Marino Davolos & Juan Cruz Arias
Se propone a continuación un atlas tractográfico que indica cuáles son los tractos/
fibras de referencia en la sustancia blanca humana. Para escogerlos se hizo un
rastreo bibliográfico exhaustivo, con especial atención en las técnicas
estandarizadas de segmentación que fueron utilizadas (en los capítulos anteriores se
mencionaron y discutieron).
Este atlas ofrece indicaciones precisas para realizar las disecciones. Recomienda la
colocación de regiones de interés (ROI) en diferentes partes del parénquima cerebral.
Las sugerencias están redactadas siguiendo mojones anatómicos y el código FEFA
de colores, según la dirección de la difusión del agua. El objetivo es que un
investigador que quiera adentrarse en la disección basada en el conocimiento de
expertos tenga una bibliografía de referencia inicial.
mayores fundamentaciones de las correlaciones a priori que se harán entre los dos
dominios (tractos y procesos). Entonces, la tecnología permite calcular una gran can-
tidad de correlaciones, porque las zonas de sustancia blanca ofrecen posibilidades
múltiples, y como resultado, es casi imposible que si se va de pesca no se termine
recogiendo alguna correlación moderada y significativa. Un atlas de referencia sirve
para establecer hipótesis a priori, realizar estudios confirmatorios y lograr estudios
más sencillos de interpretar. Resulta habitual encontrar investigaciones que presentan
más de treinta zonas, cruzadas con cuatro o más indicadores cognitivos y afectivos,
lo que redunda en una matriz de correlaciones superior a 120 casilleros. Sin la
corrección que ajuste los umbrales aceptados de significación, por probabilidad de
hallar relaciones por azar (por ejemplo, Bonferroni) los fishing papers complican las
revisiones teóricas.
El sentido, entonces, de un atlas, es asentar una base para investigaciones guiadas por
antecedentes y teoría. Uno de los atlas de conectividad estructural de mayor difusión,
el clásico de Catani y Thiebaut de Schotten (2008), tuvo la enorme virtud de pre-
sentar una lista de fibras estándar. La localización fue realizada en un espacio este-
reotáctico MNI, con criterios de disección basados en la colocación de un único ROI
de captura. En la parte de procesos cognitivos y afectivos, el atlas de referencia fue
conservador, describiendo funciones propias de la literatura neurológica, menos
orientada a la profundización cognitiva y afectiva. Por ejemplo, hay fascículos de
interés que son mencionados: de función desconocida, o bien otros, como el uncinado,
a los que se refiere funcionalmente de manera escueta.
INTRODUCCIÓN
La tractografía de las imágenes por tensores de difusión (DTI) nos permite realizar in
vivo disecciones virtuales de los fascículos de sustancia blanca en el cerebro humano.
Para ello se utilizan herramientas específicas, en este caso el software ExploreDTI,
desarrollado por Alexander Leemans. Además, para la disección de los fascículos
aquí presentados se utilizó el método de segmentación por expertos, es decir, el
trazado manual de regiones de interés (ROI, por sus siglas en inglés) en el espacio
nativo cerebral de acuerdo con los conocimientos a priori de la anatomía cerebral
humana. A continuación, invitamos al lector a conocer los métodos de disección de
diferentes fascículos. En tal sentido, el primer paso consiste en el mapeo global del
espacio nativo cerebral sobre los ejes X, Y y Z mediante la obser-vación del mapa de
anisotropía fraccional (en adelante, AF). Una vez localizado, el segundo paso implica
colocar los ROI para capturar cada tracto de forma individual. Por último, se
visualiza con las herramientas del Display. Además, en algunos casos las disecciones
virtuales no solo se enfocan en los fascículos completos sino también en las
subdivisiones más relevantes de los mismos. Por ejemplo, la región anterior o genu
del fascículo cingulado es una porción de interés por si misma, debido a su relación
con el control inhibitorio, la monitorización y las funciones atencionales (Lane,
Fink, Chau y Dolan, 1997).
CUERPO CALLOSO
LOCALIZACIÓN
El cuerpo calloso es el haz de fibras comisurales más grande del cerebro humano.
Generalmente se divide en: a) parte anterior o genu, que conecta las regiones pre-
frontales y orbitofrontales, b) cuerpo medial, que conecta las regiones precentrales y
parietales, c) parte posterior o splenium, que conecta las regiones occipitales (Hofer
y Frahm, 2006). Además, las fibras del genu forman el fórceps menor, mientras que
las fibras del splenium dan origen al fórceps mayor (Catani y Thiebaut de Schotten,
2008). Respecto a sus funciones, el cuerpo calloso permite la transferencia de infor-
mación entre ambos hemisferios, que involucra tanto funciones motoras, perceptuales
como cognitivas, por lo que desempeña un papel fundamental en la integración de
la información (Glickstein y Berlucchi, 2008). Un metaanálisis de estudios de imá-
genes por resonancia magnética (Frazier y Hardan, 2009) encontró una disminución
del volumen total del cuerpo calloso en pacientes con autismo. Esta reducción de
área también se vinculó a otras patologías: estudios de metaanálisis la relacionaron al
trastorno de esquizofrenia (Arnone, Mcintosh, Tan y Ebmeier, 2008) y también a
trastornos bipolares (Arnone, Mcintosh, Chandra y cols., 2008). Se ha sugerido que
el cuerpo calloso proporciona el camino a través del cual cada hemisferio puede
inhibir al otro para que una función predomine. Además, en una revisión realizada
por Bloom y Hynd (2005) se hipotetizó que la asimetría estructural de áreas corti-
cales, asociada con anomalías de tamaño del cuerpo calloso, está relacionada con
dislexia de desarrollo. El cuerpo calloso muestra un rápido aumento de AF durante
el desarrollo y se vuelve estable alrededor de los 11 años (Lebel, Walker, Leemans,
Phillips y Beaulieu, 2008).
Figura 6.1. Desde la vista sagital (a) se observa como las fibras del cuerpo calloso
irradian hacia la corteza frontal, parietal y occipital. Desde las vistas coronal y axial (b y c,
respectivamente) se observa como las fibras atraviesan la línea media del cerebro.
COLOCACIÓN DE ROI
En la disección del cuerpo calloso se utilizan cuatro ROI. En primer lugar, desde el
plano sagital medial se rodea con un ROI AND al conjunto de vóxeles de gradiente
medial-lateral (Fig. 6.2, ROI 1). Luego, para eliminar fibras espurias se colocan tres
ROI NOT: uno en el plano axial por debajo del límite inferior del cuerpo medio del
cuerpo calloso (Fig. 6.2, ROI 2); y dos ROI coronales, uno posterior al genu (Fig. 6.2,
ROI 3) y otro anterior al splenium de cuerpo calloso (Fig. 6.2, ROI 4).
SEGMENTACIÓN
El cuerpo calloso se puede dividir en 5 partes según el esquema propuesto por Hofer
y Frahm (2006). Por lo tanto, para capturar cada porción se utiliza: a) un ROI AND
que rodee el segmento correspondiente, b) ROI NOT para eliminar fibras espurias.
Las subdivisiones propuestas son las siguientes: 1) se divide el cuerpo calloso en dos
mitades. 2) El sexto anterior de la primera mitad corresponde al genu (Fig. 6.3, fibras
azules), mientras que la porción restante de la primera mitad corresponde a la porción
anterior del cuerpo medio (Fig. 6.3, fibras celestes). 3) El cuarto posterior de la
segunda mitad corresponde al splenium (Fig. 6.3, fibras amarillas). 4) Del cuarto
restante, los dos tercios anteriores corresponden a la porción medial del cuerpo
medio (Fig. 6.3, fibras rojas) y el tercio restante al istmo o porción posterior del
cuerpo medial del cuerpo calloso (Fig. 6.3, fibras violetas).
Figura 6.2. Ubicación de los ROI del cuerpo calloso. a) Vista sagital; b) vista axial; c) vista
coronal.
Figura 6.3. Vista sagital con las 5 porciones del cuerpo calloso propuestas por Hofer y
Frahm (2006).
CORONA RADIADA
LOCALIZACIÓN
La cápsula interna y la corona radiada están formadas por fibras ascendentes que van
desde el tálamo hasta la corteza cerebral, y fibras descendentes que se extienden
desde la corteza frontal y parietal hacia los núcleos subcorticales y la médula espinal
(Catani y Thiebaut de Schotten, 2008). Presenta un aumento paulatino de AF durante
el desarrollo y se vuelve estable alrededor de los 15-20 años (Lebel, Walker, Leemans,
Phillips y Beaulieu, 2008).
Figura 6.4. Desde la vista sagital (a) se observa como las fibras de la corona radiada parten
del tronco encefálico, atraviesan la cápsula interna y se irradian hacia la corteza prefrontal,
parietal y occipital. Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se observa
como las fibras irradian sobre la región media de ambos hemisferios.
COLOCACIÓN DE ROI
SEGMENTACIÓN
Figura 6.5. Ubicación de los ROI de la corona radiada. a) Vista sagital; b) vista axial; c) vista
coronal.
Figura 6.6. Vista sagital con las 4 porciones de la corona radiada propuestas por Niogi,
Mukherjee, Ghajar y McCandliss (2010).
Figura 6.7. Ubicación de los ROI cada porción de la corona radiada. a) anterior, vista sagital;
b) anterior, vista coronal; c) superoanterior, vista sagital; d) superoanterior, vista axial; e)
superoposterior, vista sagital; f) superoposterior, vista axial; g) radiaciones ópticas, vista
sagital; h) radiaciones ópticas, vista coronal.
FASCÍCULO UNCINADO
LOCALIZACIÓN
Se observó que pacientes con trastorno depresivo mayor presentaron una disminución
en sus niveles de AF (de Kwaasteniet y cols., 2013; Hanson, Knodt, Brigidi y Hariri,
2015). Se considera este fascículo como una de las adquisiciones evolutivas más recientes
en la historia filogenética. En investigaciones sobre las afecciones asociadas a la memoria
episódica y al reconocimiento emocional en la enfermedad de Alzheimer temprano, el
fascículo uncinado se considera una estructura crucial por su conexión al lóbulo tem-
poral (Clerx, Jelle, Verhey y Aalten, 2012; Sexton, Kalu, Filippini, Mackay y Ebmeier,
2011). En un estudio de fuerte impacto se encontró que un grupo de niños huérfanos
con privación socioeconómica y afectiva presentaron una reducción significativa de los
valores de fascículo uncinado, correlacionados con un comportamiento asimbólico,
desorganizado e impulsivo (Eluvathingal y cols., 2006).
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener el fascículo uncinado se utilizan dos ROI AND. En primer lugar, se
coloca un ROI AND en el plano coronal por debajo del genu del cuerpo calloso
rodeando el conjunto de vóxeles de gradiente anteroposterior (Fig. 6.8, ROI 1).
Luego se coloca un segundo ROI AND en el plano coronal a la altura del polo tem-
poral, en donde se visualizará también otro conjunto de vóxeles de gradiente antero-
posterior (Fig. 6.8, ROI 2).
Figura 6.8. Ubicación de los ROI del fascículo uncinado. a) Vista sagital; b) vista axial;
c) vista coronal.
Figura 6.9. Desde la vista sagital (a) se observa como el fascículo uncinado posee una forma
de letra «C», la cual permite la conexión de la porción anterior del lóbulo temporal con la
corteza orbitofrontal. Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se observa
como las fibras se extienden desde la región media de cada hemisferio hasta las regiones
laterales del mismo.
Figura 6.10. Vista sagital con las 3 porciones del fascículo uncinado propuestas por von der
Heide y cols. (2013). Presenta un aumento gradual de AF durante el desarrollo y se vuelve
estable luego de los 30 años (Lebel, Walker, Leemans, Phillips, & Beaulieu, 2008).
Figura 6.11. Ubicación de los ROI para la segmentación del fascículo uncinado, vista sagital.
a) Porción dorsal; b) porción media; c) porción ventral.
SEGMENTACIÓN
(Fig. 6.11a). El mismo método se utiliza para porción ventral, cambiando la ubi-
cación de los ROI indicados en el paso anterior por los ROI AND (6), SEED (7)
y AND (8) (Fig. 6.11c). Por otra parte, para extraer la porción media se colocan
solo dos ROI AND (4 y 5) (Fig. 6.11b).
FASCÍCULO CINGULADO
LOCALIZACIÓN
Kubicki y cols. (2003) investigó las propiedades de conectividad del fascículo cin-
gulado en sujetos con esquizofrenia en comparación con sujetos controles. Debido
a su curvatura, el genu y la parte temporal presentaron dificultades para realizar
una medición certera de anisotropía. Por lo tanto, se realizó un análisis mediante
delimitación de regiones de interés del cuerpo medio del fascículo cingulado. Los
sujetos con esquizofrenia presentaron una estructura más pequeña y menor AF que
los controles. Además, la disminución de AF en el fascículo cingulado izquierdo
correlacionó significativamente con las medidas de memoria de trabajo y atención,
evaluadas por el test de cartas de Wisconsin. En conclusión, estos datos proporcio-
naron una fuerte evidencia de que las alteraciones en el fascículo cingulado se
relacionan con anomalías en la atención y memoria de trabajo, frecuentes en el
trastorno de esquizofrenia. Fellgiebel y cols. (2005) analizó las medidas de conec-
Figura 6.12. Desde la vista sagital (a) se observa la forma de «hoz» que posee el fascículo
cingulado. Su estructura le permite conectar diferentes zonas corticales y subcorticales. En su
recorrido atraviesa el lóbulo frontal, envuelve por encima al cuerpo calloso y desemboca en el
lóbulo temporal. Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se observa como las
fibras irradian sobre la región media de ambos hemisferios.
COLOCACIÓN DE ROI
SEGMENTACIÓN
Figura 6.13. Ubicación de los ROI del fascículo cingulado. a) Vista sagital; b) vista axial;
c) vista coronal.
Figura 6.14. Vista sagital con las 3 porciones del fascículo cingulado propuestas por
Hagmann y cols. (2003). Presenta un aumento paulatino de AF durante el desarrollo y se
vuelve estable alrededor de los 18 años (Lebel, Walker, Leemans, Phillips y Beaulieu, 2008).
FÓRNIX
LOCALIZACIÓN
una mayor difusión radial en el fórnix en pacientes con Alzheimer (Pievani y cols.,
2010). Un estudio de morfometría basada en vóxeles, Copenhaver y cols. (2006) encon-
traron que en pacientes con enfermedad de Alzheimer el volumen del fórnix y los
cuerpos mamilares se encuentra significativamente reducidos.
Figura 6.15. Ubicación de los ROI del fórnix. a) Vista sagital; b) vista axial; c) vista coronal.
Figura 6.16. Desde la vista sagital (Figura A) se observa al fórnix como un haz de fibras con
forma de signo de pregunta «?». Se puede apreciar que no posee fibras con formas de U.
Desde las vistas coronal y axial (Figuras B y C, respectivamente) se observa como las fibras
se unen en la parte medial (cuerpos mamilares) y se lateralizan a medida que conectan con
el hipocampo.
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener el fórnix se utilizan tres ROI. En primer lugar, se coloca un ROI AND
en un plano coronal por debajo del istmo del cuerpo calloso que abarque tanto el
conjunto de vóxeles mediales de gradiente anteroposterior y el conjunto de vóxeles
de gradiente anteroposterior, laterales a las fibras ascendentes de la corona radiada
(Fig. 6.15, ROI 1). Luego se dibuja un primer ROI SEED posteromedial al núcleo
lenticular (Fig. 6.15, ROI 2) y un segundo ROI SEED en la región anterior del lóbulo
temporal (Fig. 6.15, ROI 3).
LOCALIZACIÓN
Figura 6.17. Desde la vista sagital (a) se observa como el fascículo frontooccipital Inferior
hace un recorrido extenso y directo desde la corteza occipital hacia la corteza orbitofrontal.
Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se observa como las fibras se
extienden por la región central de cada hemisferio. Además, algunas fibras del extremo
anterior irradian de forma lateral en la corteza prefrontal.
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener el fascículo frontooccipital inferior se utilizan dos ROI AND. En primer
lugar, se coloca un ROI AND en el plano coronal a la altura del tercio anterior del
cuerpo calloso (Fig. 6.18, ROI 1). Luego se coloca un ROI AND de mayor superficie
en un plano coronal ubicado en la región ventral del lóbulo occipital (Fig. 6.18, ROI
2). Como es uno de los fascículos más extensos del cerebro humano, generalmente
no es necesario emplear ROI NOT para eliminar fibras espurias.
Figura 6.18. Ubicación de los ROI del fascículo frontooccipital inferior. a) Vista sagital; b)
vista axial; c) vista coronal.
LOCALIZACIÓN
segmentación por expertos para investigar las propiedades microestructurales del fas-
cículo longitudinal inferior en adolescentes con esquizofrenia. Se observó disminución
de AF y aumento de difusión radial en el fascículo longitudinal inferior izquierdo.
Además, en análisis exploratorios se halló que los pacientes que tenían un historial de
alucinaciones visuales presentaban aún menor AF en estas fibras, a diferencia de los
pacientes sin alucinaciones visuales. Cho y cols. (2008) llevaron a cabo un análisis
mediante delimitación de regiones de interés para estudiar la sustancia blanca en
pacientes con deterioro cognitivo leve. Se encontró disminución de AF e incremento
de difusión media en el fascículo longitudinal inferior, entre otras fibras de sustancia
blanca. Por último, estudios clínicos en personas que padecían Demencia con Cuerpos
de Lewy (por ejemplo, véase Kantarci y cols., 2010) encontraron que los pacientes se
caracterizaban por tener elevada difusión media en la amígdala y disminución de AF
en el fascículo longitudinal inferior. Niveles altos de difusión media en el fascículo
longitudinal inferior fueron encontrados en pacientes que padecían alucinaciones
visuales, explicadas entonces por la desconexión occipitotemporal.
COLOCACIÓN DE ROI
Figura 6.19. Ubicación de los ROI del fascículo longitudinal inferior. a) Vista sagital; b) vista
axial; c) vista coronal.
Figura 6.20. Desde la vista sagital (a) se observa que el fascículo longitudinal inferior posee
una estructura diagonal y descendente. Desde la vista axial (c) se observa como el recorrido
de las fibras se extiende en diagonal desde la corteza occipital hacia el lóbulo temporal.
FASCÍCULO ARQUEADO
LOCALIZACIÓN
Figura 6.21. Desde la vista sagital (a) se observa como el fascículo arqueado posee una
estructura con forma de «C» cuyas fibras se extienden hacia la corteza parietal, motora
y temporal. Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se observa cómo las
fibras se extienden por la región posterolateral de cada hemisferio.
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener el fascículo arqueado se utilizan tres ROI. En primer lugar, se coloca
un ROI AND en el plano coronal, en el conjunto de vóxeles de gradiente antero-
posterior laterales al splenium del cuerpo calloso (Fig. 6.22, ROI 1). Luego se
dibuja un segundo ROI AND en un plano axial a la altura del splenium del cuerpo
calloso (Fig. 6.22, ROI 2). Finalmente se traza un ROI NOT en un plano axial que
se ubique entre el genu y el splenium del cuerpo calloso, a la misma altura que el
ROI AND 2 para eliminar fibras espurias (Fig. 6.22, ROI 3).
Figura 6.22. Ubicación de los ROI del fascículo arqueado. a) Vista sagital; b) vista axial;
c) vista coronal.
LOCALIZACIÓN
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener el fascículo longitudinal superior se utilizan tres ROI. En primer lugar,
se coloca un ROI AND coronal en el conjunto de vóxeles de gradiente anteropos-
terior, lateral al splenium del cuerpo calloso (Fig. 6.23, ROI 1; similar al ROI AND
del fascículo arqueado). Luego se traza un segundo ROI AND por delante del
primero, en un plano coronal ubicado a la altura de la mitad del cuerpo medio del
cuerpo calloso (Fig. 6.23, ROI 2). Por último, se dibuja un ROI NOT en un plano
axial a la altura de la base del splenium del cuerpo calloso con la finalidad de evitar
la obtención de fibras espurias y del fascículo arqueado (Fig. 6.23, ROI 3).
Figura 6.23. Ubicación de los ROI del fascículo longitudinal superior. a) Vista sagital; b) vista
axial; c) vista coronal.
PEDÚNCULOS CEREBELOSOS
LOCALIZACIÓN
Figura 6.24. Desde la vista sagital (a) se observa como el fascículo longitudinal superior
posee fibras horizontales que conectan los lóbulos frontal, parietal y occipital. La (b) permite
visualizar como las fibras del fascículo longitudinal superior se ubican en cada hemisferio
de manera superolateral. Desde la vista axial (c) se observa como las fibras adoptan una
forma similar a la letra «E».
COLOCACIÓN DE ROI
Para capturar los pedúnculos cerebelosos se utilizan 4 ROI. En primer lugar, se coloca
un ROI AND en un plano coronal lateral a la protuberancia (Fig. 6.25, ROI 1). Luego
se traza un segundo ROI AND posterior al ROI AND 1 en un plano coronal ubicado
en la parte anterior del cerebelo (Fig. 6.25, ROI 2). En tercer lugar, se dibuja un ROI
NOT en el plano sagital medial para evitar obtener las fibras cerebelares contrahemis-
féricas (Fig. 6.25, ROI 3). Por último, se coloca un ROI NOT en el plano axial a la
altura del mesencéfalo para evitar fibras espurias y de la corona radiada (Fig. 6.25, ROI 4).
Figura 6.25. Ubicación de los ROI de los pedúnculos cerebelosos. a) Vista sagital; b) vista
axial; c) vista coronal.
Figura 6.26. Desde la vista sagital (a) se observa que los pedúnculos forman el nexo de
conexión del cerebelo con el cerebro y el tronco encefálico. Además, la continuación de
los pedúnculos cerebelosos es la corona radiada, pero para su mejor disección deben ser
separados de la misma. Desde las vistas coronal y axial (b y c, respectivamente) se aprecian
ambos pedúnculos como fibras relativamente cortas con dirección anteroposterior.
COMISURA ANTERIOR
LOCALIZACIÓN
COLOCACIÓN DE ROI
Para obtener la comisura anterior se utilizan cinco ROI. En primer lugar, se coloca
un ROI SEED en el plano sagital, inmediatamente ventral a la porción anterior del
fórnix, rodeando el conjunto de vóxeles de gradiente medial-lateral (Fig. 6.28, ROI
1). A la misma altura y posición contrahemisférica se coloca un segundo ROI SEED
rodeando la continuación de los vóxeles mencionados (Fig. 6.28, ROI 2). Para
evitar la obtención de fibras espurias se utilizan tres ROI NOT; uno en el plano
coronal, ubicado por debajo del pico del cuerpo calloso, rodeando en ambos hemis-
ferios la parte dorsal del fascículo uncinado (Fig. 6.28, ROI 3). Otro en el plano
axial inmediatamente ventral al genu del cuerpo calloso hasta el foramen interven-
tricular (Fig. 6.28, ROI 4). El último ROI NOT se coloca en el plano coronal
medial, posterior a la comisura anterior, abarcando gran parte de la superficie
cerebral (Fig. 6.28, ROI 5).
Figura 6.27. Desde la vista sagital (a) se observa que la comisura anterior se ubica en la
línea media por debajo de la columna anterior del fórnix. Desde las vistas coronal y axial
(b y c, respectivamente) se aprecia como la comisura anterior se extiende hasta la porción
anterior del lóbulo temporal.
Figura 6.28. Ubicación de los ROI de la comisura anterior. a) Vista sagital; b) vista axial; c)
vista coronal.
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