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FREDERICK W.

TAYLOR
LA ORGANIZACIÓN RENTABLE DEL TRABAJO Y DEL TALLER

Meilyn Montenegro - 2020124039


Cristhian Montañez - 2020124043
Jesús Lindado – 2020124215

Frederick w. Taylor, pieza clave para el desarrollo de la industria moderna, y las


organizaciones en general, fue considerado el padre de la administración científica, al ser
un científico reconocido de la ingeniería industrial.

Nació el 20 de marzo de 1856 en Germantown, Pensilvania, Estados Unidos. Criado en


el seno de una familia influyente económicamente, inicio sus estudios de derecho en la
Phillips Exeter Academia, donde tiempo después fue aceptado en la Universidad de
Harvard. Sin embargo, a causa de una enfermedad que le afectaba la vista la cual se le
agravó en su estancia en la Universidad, tuvo que dejar su carrera a medias.

Posteriormente en 1875 se recupera de sus problemas visuales. En esta época ingresó


como obrero en una empresa siderúrgica industrial ubicada en Filadelfia. En 1878 trabajó
para la Compañía de Acero de Midvale, en Utah, en donde rápidamente ascendió y
desempeñó varias labores hasta llegar al puesto de ingeniero jefe, donde años después en
1881, con tan sólo 25 años, empezó a introducir la idea del “estudio del tiempo”.

Se concentró en prestar atención a cómo los trabajadores hacían todo el proceso,


fijándose en cada paso que se realizaba por muy simple y banal que pareciera. A partir de
ello concibió la noción de descomponer trabajo en pasos más sencillos para poderlos
analizar de forma más exhaustiva.

Para Taylor lo más importante era reducir el tiempo de trabajo a la hora de desempeñarse
en una labor, por ello, buscaba la manera de optimizar el tiempo en las diferentes áreas
laborales con la descomposición del trabajo en pasos más sencillos, ya que, antes de que
el expusiera su teoría, los obreros y trabajadores eran los responsables de planear y
ejecutar sus labores.

En ese sentido, lo que Taylor buscaba a la hora de encargarle las responsabilidades de


planeación y orden a el jefe, además de una desaparición de la pérdida de tiempo, es que
hubiera una reducción en el uso incorrecto de los recursos y materiales, evitando así el
uso excesivo e innecesario de los bienes, esto tenía como meta la prosperidad del
empleado y la del empleador. Así estaba todo organizado y claro para su correcto
manejo.

Aunque en la actualidad estas responsabilidades están bajo la dirección de las compañías,


los encargados tienen presente que sus propios conocimientos sobre el área son
superados por los obreros o trabajadores que a diario realizan las tareas o funciones que
les han sido asignadas.

Para Taylor, la organización y la administración deben estudiarse y tratarse


científicamente y no empíricamente, la improvisación debe ceder el lugar a la planeación,
y el empirismo a la ciencia. La administración científica de Taylor constituye una
combinación global que puede resumirse así: ciencia en vez de empirismo

En ese orden de ideas se hace imprescindible mencionar los principios en los cuales se
basaba su teoría sobre la administración científica,

1. Estudio científico de cada elemento del trabajo,

"los miembros de la dirección enfocan la ciencia de la ejecución de


cada elemento del trabajo que reemplaza a los antiguos métodos
empíricos"
2. selección científica y entrenamiento obrero,
Los dirigentes "escogen a sus obreros de manera científica, los
capacitan, los instruyen, a fin de posibilitarles realizar su pleno
desarrollo, mientras que, en el pasado, cada obrero escogía un
trabajo y se capacitaba a sí mismo lo mejor que podía."
3. cooperación entre administración y obreros,
Los dirigentes "colaboran cordialmente con sus obreros con el
objeto de tener la certeza de que el trabajo se ejecuta conforme a
los principios de la ciencia que ha sido creada."’
4. distribución equitativa de la responsabilidad y el trabajo entre administración y
obreros.
"El trabajo y la responsabilidad del trabajo se dividen de manera
casi igual entre los miembros de la dirección y los obreros. Los
miembros de la dirección se hacen cargo de todo trabajo para el
que estén mejor calificados que los obreros, mientras que, en el
pasado, todo el trabajo y la mayor parte de la responsabilidad que
él implicaba eran de incumbencia de los obreros."

Aunque los objetivos enunciados por Taylor consistían en transformar a los


trabajadores en obreros de primera categoría, ayudarlos a ganar un mejor salario,
encontrar la clase de trabajo que conviene a cada cual, establecer un clima de
confianza recíproca donde el obrero deje de considerar a sus patrones como
enemigos, desafortunadamente el "sistema Taylor" tuvo el efecto contraproducente ya
que, dichos principios -tan buenos, razonables y científicos como pudiesen ser- no le
acarrearon sino decepciones, amargura y conflictos tanto con obreros como con
gerentes, esto porque resultaron proporcionando a los administradores un nuevo y
temible método de control sobre el obrero: individualizar, separar, desagregar,
cronometrar y, por último, imponer un contenido de tareas en donde el empleado no
es sino una reserva de energía intercambiable a voluntad.

A partir de esto podemos notar como se evidencia la imposición de los superiores en


donde siempre sean los encargados de tener el mando en un entorno laboral, a pesar
de que como mencionábamos anteriormente los trabajadores cuentan con las mismas
e incluso mayores capacidades, estos en su afán de sostener su superioridad le resulta
imposible aceptar esto y es así como se genera un efecto contradictorio a lo que
buscaba Taylor con su teoría de la administración científica donde se pretendía que
ambas partes tuvieran una igualdad de condiciones en pro de sus beneficios, pero,
desafortunadamente solo resulto beneficioso para en cara de la moneda
(Empleador)...

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