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El Derecho a la Salud de los Ngäbes – Buglés versus la


explotación minera a “Cielo Abierto”

Andrés Barrios López

Introducción

Es un texto, que busca ubicar la situación actual que provocará la


aprobación del cambio de la Ley minera en Panamá; el cual, dicha
aprobación esta en busca de lograr la explotación minera a cielo abierto
dentro del territorio comarcal de los pueblos originarios ngäbes y buglés.

En este caso, exponemos un corto análisis de la situación de la salud de


Panamá y sus contradicciones con la realidad comarcal; y al mismo
tiempo, contradictoria con la política de la explotación minera que se
pretende hoy día. Esta última, como catalizadora de cambios nefastos
en el medio ambiente, el cual puede provocar la mala situación de la
salud en la población ngäbe y buglé ubicada dentro del territorio
comarcal.

Panamá y la Comarca Ngäbe - Buglé

Panamá es un país que posee un territorio de 75,517 Km², el cual se


divide políticamente por nueve provincias y cinco comarcas indígenas.
Las comarcas en Panamá, son el equivalente a una provincia. Entre
esas comarcas, se encuentra la Comarca Ngäbe – Buglé.

“La Comarca Ngäbe –Buglé, fue creada y aprobada el 7 de marzo de


1997 mediante la Ley 10. Su espacio territorial se constituyó de

Magíster en Ciencias Sociales por la FLACSO – Guatemala.
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territorios continentales e insulares pertenecientes anteriormente a las


provincias de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas (…)” (Barrios López,
2010: 63). “Actualmente comprende un territorio de 6,944.06 km², el
cual representa el 9,2% del todo el territorio de Panamá” (Ídem).

El territorio de la comarca “(…) está compuesto por tierras altas y bajas


ricas en recursos naturales, propicia para la explotación minera (Cobre
(Cu), Oro (Au), cuarzo y Molibdeno), tala de árboles, la explotación
agrícola y de pastoreo, e incluso para la creación de hidroeléctricas.
Tiene una vegetación de bosques con características pluviales,
montanos y tropicales; donde posee también una gran variedad de
faunas silvestres. Asimismo, el clima que predomina es el tropical
húmedo” (Ídem). Estas características, la hacen propicia para la
explotación de un eco-turismo responsable e integral.

No obstante, también esta compuesta por una población de ngäbes en


un 92%, y buglés con un 5%; mientras los otros grupos (mestizos y otros
pueblos originarios) ocupan el 3% (ANAM, 2006). Para el año 2010, la
comarca contó con una población aproximada de 150,550 habitantes
(Contraloría General de la República de Panamá, Sin año).

Con respecto a la situación de la salud en Panamá, esta se perfila muy


positivamente en contraste con la región Centroamericana. Pero cabe
mencionar que esos números positivos fueron divulgados en el 2006 por
la OPS, lo cual demostraba que Panamá había mejorado las condiciones
de vida de la población a nivel nacional1. Esa situación de la salud no
reflejaba la realidad de la salud que enfrentan constantemente los
ngäbes y los buglés; lo cuales se traducen en la incapacidad del Estado
panameño para resolver los problemas estructurales que impiden
alcanzar el derecho a la salud de los pueblos originarios, el cual incluye
a la población de la Comarca Ngäbe – Buglé.

Entre esos problemas “(…) estructurales, se encuentra: 1) El poco


financiamiento destinado al sector salud, afectando la contratación de
personal de salud, la compra de insumos o materiales (medicamentos,
muebles y equipo tecnológico, entre otros) y la construcción de más
infraestructuras (instalaciones de servicios de salud). Esta situación
también provoca que el gasto de bolsillo 2 en la salud rebase al gasto
público destinado al sector salud; 2) La aplicación de políticas públicas
de salud, donde la mala formulación y aplicación de políticas afecta
1
En los datos mostrados por la OPS (2006), “(…) en Latinoamérica la esperanza de vida
es de 74,8 años, Panamá supera esta cifra con 1,4 años. Mientras con respecto a la
subregión Centroamericana, el panameño promedio alcanza a vivir 4,4 años más que
el resto de los centroamericanos medio” (Barrios López, 2010: 29).
2
Es el dinero que cada persona utiliza, ya sea pagando una cuota de seguro privado o
social de salud, pagando los servicios de un médico o doctor privado y/o comprando
medicamentos; con el fin de garantizarse su derecho a la salud.
3

directamente a la población. Con la aplicación de políticas de ajuste


estructural las políticas de salud dejaron de ser universalistas, pasando a
ser políticas focalizadas y a corto plazo. Con este tipo de políticas, solo
un pequeño sector de la población logra beneficiarse. También se
encuentra la falta de aplicación de políticas de salud de tipo incluyente e
integral que tome en cuenta el aspecto intercultural (para que no
existan grupos étnicos marginados o residuales); 3) La configuración del
sistema de salud nacional, que se encuentra segmentada (en varios
subsistemas de salud: seguridad social, público oficial y privado, entre
otros) y a la vez fragmentada (ya que ninguno de los subsistemas de
salud coordinan entre sí). Esta situación provoca principalmente que los
servicios del subsistema de salud oficial colapsen al no poder satisfacer
las demandas de toda la población” (Barrios López, 2010: 57 – 58).

Momento actual en Panamá y en la Comarca Ngäbe - Buglé

Solo para recordar, la OMS (Organización Mundial de la Salud) afirma


que el Derecho a la Salud debe ser: “El goce del grado máximo de salud
que se pueda lograr, es uno de los derechos fundamentales de todo ser
humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición
económica o social. El derecho a la salud obliga a los Estados a generar
condiciones en las cuales todos puedan vivir lo más saludablemente
posible. Esas condiciones comprenden las disponibilidades garantizadas
de servicios de salud, condiciones de trabajo saludables y seguras,
vivienda adecuada y alimentos nutritivos. El derecho a la salud no se
limita al derecho a estar sano” (OMS, 2007).

Lo anterior, no se puede generar por sí sólo esa afirmación, se traduce


en que los Estados adscritos a las políticas de la OMS, como el caso de
Panamá; se encuentran comprometidos a generar el derecho a la salud
con la atención de salud oportuna y apropiada. También, deben
procurar que los principales factores determinantes de la salud se
reproduzcan de la manera más satisfactoria posible. Esos determinantes
son los siguientes: el acceso agua limpia y potable, condiciones
sanitarias adecuadas, el suministro adecuado de alimentos sanos, una
nutrición adecuada, una vivienda adecuada, condiciones sanas en el
trabajo, acceso a la educación e información relacionadas con la salud
(incluye la salud sexual y reproductiva), y el acceso a un medio
ambiente saludable.

El Estado panameño, tiene el compromiso de ejecutar esa labor desde el


momento que ratificó cada uno de los tratados, pactos, convenios y
declaraciones que hacen alusión al derecho a la salud, que van desde la
Carta Internacional de Derechos Humanos3 hasta las Resoluciones
3
Está constituido por la Declaración Universal de Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y el Pacto Internacional
4

(CD37 R54, CD40 R65, y CD47 R86) expresadas por la Organización


Panamericana de la Salud (OPS); el cual es otro organismo
intergubernamental, al que se encuentra adscrito Panamá. A pesar que
Panamá no haya firmado el Convenio 169 de la OIT, eso no lo exime de
cumplir y salvaguardar el derecho a la salud de los pueblos originarios,
como son los Ngäbes y Buglés.

Cabe recordar que el MINSA (Ministerio de Salud), el MIDA (Ministerio de


Desarrollo Agropecuario), y la ANAM (Autoridad Nacional del Medio
Ambiente), son entidades públicas creadas para salvaguardar esos
compromisos. Pero todo indica que sus funciones solo quedan en papel
faltando a sus responsabilidades.

No obstante, la imposición del gobierno de cambiar la Ley minera para


promover su explotación a cielo abierto, traerá problemas irreversibles
que han sido experimentados con la anterior explotación de la mina
Santa Rosa ubicada en la provincia de Veraguas; la cual fue cerrada en
1999. Esa explotación causó una contaminación nefasta, degradando el
medio ambiente y perjudicando a las poblaciones aledañas a esa
explotación. Hubo personas que sufrieron de contaminación de plomo
con un índice oscilante entre los 131 a 181 microgramos de
contaminación en su cuerpo (Martínez, 2003). ¿Qué se podría
esperar?, sí se reabre la explotación minera a cielo abierto en Cerro
Colorado, Comarca Ngäbe – Buglé, o en otro lugar dentro del territorio
del Estado panameño.

Actualmente el gobierno no ha logrado resolver los problemas de


inaccesibilidad de los servicios de atención de salud dentro de la
comarca, y el control epidemiológico dentro de la zona es muy débil,
cualquier hecho nefasto podría cambiarlo hacia una situación
de Derechos Civiles y Políticos “ (Barrios López, 2010: 53). En los tres se establece la
protección la no discriminación de los pueblos indígenas.
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Se “(…) exhorta a los Estados Miembros a promover programas de prevención de
enfermedades y promoción de la salud para pueblos indígenas, a transformar el
sistema de salud para que incluya modelos alternos de atención y que sea adecuado
para los pueblos indígenas y a promover la investigación e iniciativas para aumentar la
información sobre salud de los pueblos indígenas, para dichos pueblos y para la
comunidad internacional” (Vásquez y Vega, 2008: 6).
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Se “(…) exhorta a los Estados Miembros a detectar, monitorear y revertir las
desigualdades tanto en la salud de los pueblos indígenas como en su acceso a los
servicios básicos de salud. Además insta a los Estados Miembros a buscar soluciones
sustentables a los retos” (Ídem).
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Se reconoce “(…) que existen desigualdades en la salud y en el acceso a servicios de
atención médica que afectan a más de 45 millones de habitantes indígenas de la
región de las Américas. Los Estados Miembros de la OPS se comprometen a asegurar la
incorporación de las perspectivas de los pueblos indígenas y al logro de las Metas de
Desarrollo del Milenio en las políticas sanitarias nacionales; a integrar el enfoque
intercultural a los sistemas de salud de la Región y a capacitar a recursos humanos del
sistema de salud para que actúen como facilitadores interculturales (…)” (Ídem).
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epidemiológica incontrolable, perjudicando a la población en su


totalidad. Recordemos que la contaminación del medio ambiente a
través de la explotación minera; es la contaminación de los ríos, la
degradación de los suelos, la lluvia ácida que se puede provocar en la
zona, la muerte lenta de la fauna y flora (proveedora de alimentos para
los ngäbes, bugles y otros grupos de la zona) y la mala situación de la
salud de la población de la comarca.

Asimismo, ante la imposición del actual gobierno. Varios grupos de la


sociedad civil se han hecho sentir en contra de esa nueva Ley minera.
Los ngöbes y los buglés, también han realizado sus protestas, las cuales
han sido reprimidas injustificadamente por el gobierno. El gobierno sigue
adelante con su propuesta; realizando a través de la Asamblea
Legislativa las reuniones para la aprobación de dicha Ley, y de manera
inconsulta con la población panameña, y mucho menos con la verdadera
población que será afectada. En este caso, nos referimos, a los ngöbes y
a los buglés.

Referencias

ANAM (2006); Plan Indicativo de Ordenamiento Territorial


Ambiental de la Comarca Ngöbe Buglé, Panamá, Panamá, Unidad
de Planificación Operativa, 173 pp.

BARRIOS López, Andrés (2010); Tesis de Maestría: Ciudadanía


Social y el Derecho a la Salud de los pueblos indígenas Ngäbe-
Buglé de Panamá y Kakchiquel de Guatemala, Guatemala, FLACSO,
169 pp.

CONTRALORÍA General de la República de Panamá (Sin año);


Estimaciones y Proyecciones de la población en la República de
Panamá, por provincia, comarca indígena y distrito, según sexo
y edad: Años 2000-2015 y 2020-Boletín N° 9, Panamá, Dirección de
Estadística y Censo, 118 pp.

MARTÍNEZ, Eduardo (2003), “Alarma por contaminación de plomo en


Veraguas”, Panamá América, (En Línea), Panamá, EPASA, Recuperado
el 12 de febrero de 2011, de: http://www.pa-
digital.com.pa/periodico/edicion-anterior/nacion-interna.php?
story_id=403592

OIT (2000); “CONVENIO OIT NO. 169 SOBRE PUEBLOS INDÍGENAS Y


TRIBALES EN PAÍSES INDEPENDIENTES- 1989”, (En Línea), Lima,
Recuperado el 16 de Septiembre de 2009, de:
http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/lima/publ/conv-
169/convenio.shtml
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OMS (2007); “El derecho a la salud”, (En Línea), Nota descriptiva N° 323,
Recuperado el 15 de Julio de 2009, de
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs323/es/index.html

OPS (2006); Situación de Salud en las Américas: Indicadores


Básicos 2006, Washington D.C., Unidad de Análisis y Estadísticas de
Salud (HA), 12 pp.

VÁSQUEZ, Javier y Vega, Enrique (2008); Derechos Humanos y Salud-


Pueblos Indígenas, (Sin ciudad), OPS, 8 pp.

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