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Roberto García Ferreira


ROBERTO GARCÍA FERREIRA

La CIA y los Medios


en Uruguay
Ensayos Orientales
El caso Arbenz
Dirección de la colección: José Assandri y Ercole Lissardi
Editor: Leandro Costas

e Roberto García Ferreira


©AMULETO
editorialarnuleto@grnail.com
Primera edición: Octubre de 2007, Montevideo, Uruguay
Diseño: Manuel Carballa y Santiago Guidotti

Impreso en Uruguay:
Gráfica Don Bosco Montevideo,
Dep. Legal 343.147 Setiembre de 2007
Orden del libro

9 Prefacio

15 Capítulo 1
La Revolución guatemalteca y
la política hemisférica de Estados Unidos.
Un comentario sobre la historiografía de un
evento decisivo de la Guerra Fría

47 Capítulo 2
«Dirigir» la opinión. La CIA y la prensa
uruguaya durante la crisis de Guatemala en 1954

83 Capítulo 3
«El caso de Guatemala»: Arévalo, Arbenz y
la izquierda uruguaya, 1950- 1971

115 Capítulo 4
La CIA, la policía secreta uruguaya y
el exilio de Jacobo Arbenz en Uruguay, 1957-60

137 Epilogo

139 Observaciones

140 Abreviaturas utilizadas

141 Agradecimientos
En memoria de mi abuela, Amelia Díaz y de la entrañable
historiadora Lucía Sala de Tourón.

Para Matías que llegará pronto,


Verónica y mis padres, que siempre están.
Prefacio

Los episodios de la Guerra Fría en América Latina, la historia


de Guatemala y en particular lo inherente al derrocamiento
y posterior exilio de quien fuera uno de sus presidentes, el
Coronel Jacobo Arbenz Guzmán, han sido el centro prin-
cipal de las investigaciones, publicaciones, exposiciones y
actividades de enseñanza cumplidas desde nuestro ingreso
al cuerpo docente del Departamento de Historia Americana
de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
A mediados de los años cincuenta, los Estados Unidos
(EE.UU.) promovieron la intervención secreta de la Agen-
cia Central de Inteligencia (CIA), que financió y diseñó una
operación tendiente a sustituir al régimen de Arbenz, lo que
finalmente consiguió en junio de 1954, cuando el presiden-
te debió renunciar a su cargo.
Dichos sucesos fueron trascendentes en varios sentidos.
Primero, debe subrayarse que esa «acción encubier-
ta» fue la primera intervención de ese tipo desplegada por
EE.UU. en América Latina buscando promover sus intere-
ses anticomunistas en la región.
Segundo, porque cabe aclarar que aquel temprano
«éxito» estadounidense desestabilizó para siempre al país
centroamericano, que poco más tarde habría de entrar en
una extensa y cruel guerra civil en la que perecieron miles
de guatemaltecos, especialmente campesinos e indígenas.
Tercero, el «dulce aroma de la victoria» hizo que la
CIA no fuera autocrítica con su operación, lo cual la llevó
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ROBERTO GARCÍA FERRE!RA PREFACIO • LACIA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

a cometer errores de importancia más adelante, espe- sus promesas; como revolucionario impulsaba la transfor-
cialmente en Cuba, con su fracasada invasión a Bahía de mación estructural del sistema de tenencia de la tierra en
Cochinos en abril de 1961. beneficio de las mayorías pobres; como presidente había
Cuarto, pocos en su momento creyeron que EE.UU. no sido electo popularmente y respetaba tan celosamente
estaba involucrado en la «revolución liberacionista» de Carlos como su programa de gobierno, la vida democrática;
Castillo Armas. En consecuencia, el episodio de Guatemala como hombre mostraba una sincera sensibilidad hacia
marcó intensamente a toda una generación de latinoameri- los humildes, lo cual era inédito en una región plagada
canos que observaron con dolor e impotencia la forma por de dictadores. Para colmo, el éxito de su gobierno era evi-
la cual el presidente guatemalteco -electo democráticamen- dente: en un año y medio de aplicación, la reforma agraria
te- fue depuesto del cargo que con éxito ostentaba. había repartido el 17% del total del suelo beneficiando a
Quinto, las peripecias del «caso ArbenZ» no se agotan medio millón de campesinos e indígenas.
en el individuo como tal ni mucho menos culminan con su En efecto, cabía esperar otra cosa de un militar que
caída. Los documentos de la CIA, progresivamente libera- gobernaba un país centroamericano. Como lo señaló con
dos al público entre 1999 y 2003, muestran qué tanto hizo inteligencia un funcionario estadounidense, el problema
la agencia para desprestigiar secretamente la imagen del ex era que el ejemplo podía expandirse a sus vecinos: «Gua-
presidente en todo el continente. Aún cuando él marchara temala se ha convertido en una amenaza creciente para la
al exilio y la propia CIA comprobara que, en Guatemala, estabilidad de Honduras y El Salvador. Su reforma agraria
no había huellas de control soviético pues se trataba de un es una poderosa arma propagandística; su amplio progra-
experimento nacionalista. ma social de ayuda a los trabajadores y a los campesinos
Es probable que allí estuviera una de las raíces del en una lucha victoriosa contra las clases altas y las gran-
asunto pues los EE.UU. no sólo eran anticomunistas y des empresas extranjeras tiene un fuerte atractivo para
Arbenz le era incómodo por el nacionalismo que exhibía. las poblaciones de los vecinos centroamericanos, donde
La época, signada por la paranoia de la Guerra Fría, no imperan condiciones similares». 1
parecía propicia para experimentos de este tipo. La re- Desde el lejano sur del continente, Uruguay vivió con
gión, donde históricamente la influencia estadounidense una inusitada esperanza toda la marcha de la revolución
resultaba decisiva, tampoco se prestaba para ello. Menos guatemalteca desde 1944. Diez años más tarde, cuando el
aún los vecinos, cuyo visceral anticomunismo les asegura- final de ese experimento democrático fuera abortado, la
ba el visto bueno del poderoso vecino norteamericano. En
suma, merece puntualizarse que Arbenz había defrauda-
do a los EE.UU. Su comportamiento no encajaba dentro Documento citado en Piero Gleijeses, La esperanza rota. La revolución
de los clásicos moldes esperados por Washington respecto guatemalteca y los Estados Unidos, 1944-1954 (Guatemala: Editorial Uni-
de sus vecinos latinoamericanos. Como político cumplía versitaria, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2005). pág. 499.

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ROBERTO GARCÍA FERREJRA PREFACIO· LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

tenue expectativa uruguaya se había transformado en sin- cual hasta el momento la historiografía nacional ha sido
cera identificación con la causa de liberación económica excesivamente silenciosa -cuando no desdeñosa- para
que Guatemala representaba, mostrando que el ejemplo su abordaje. 2
de Arbenz no sólo cundía entre sus vecinos cercanos.
En consecuencia, las expresiones de solidaridad surgidas
desde nuestro país fueron particularmente emotivas, con-
virtiéndose Montevideo en un refugio natural de varios
guatemaltecos exiliados tras el golpe militar.
Entre ellos y tres años más tarde de haber sido
derribado del poder, llegó el ex presidente Arbenz, es-
tableciéndose en Montevideo junto a su familia hasta
1960. Con motivo de su arribo, la actitud vigilante de
la CIA -celosa de los pasos del ex mandatario por el
mundo- se desplegó con especial intensidad en nuestro
país, utilizando - tal y como era habitual por parte de la
agencia- las facilidades con las que contaba en la prensa
y la radio, principales medios de comunicación en ese en-
tonces. El estudio de ello, nos ha brindado la posibilidad
de incursionar en una faceta prácticamente inédita de su
trabajo y no por ello menos importante: la de cómo la
CIA construía opinión.
Los cuatro trabajos que conforman este libro constitu-
yen avances parciales devenidos de la profundización de los
aspectos antes planteados y todos ellos tienen que ver con
los efectos de la política hemisférica de los EE.UU. hacia
América Latina durante la Guerra Fría.
Para finalizar, este conjunto de artículos también
busca mostrar la necesidad de investigar cómo las l Con Ja excepción de las investigaciones de Juan Oddone. Véase Juan
políticas y hechos de la Guerra Fría entre ambas superpo- Antonio Oddone, Los efectos de la Guerra Fría en Argentina y Uruguay
entre 1945-1960 (Montevideo: Papeles de Trabajo, FHCE, 1997) Y Ve-
tencias incidieron en nuestro país. El desafío no es menor
cinos en discordia. Argentina, Uruguay y la política hemisférica de los
y las fuentes que aquí se presentan permiten entrever la Estados Unidos. Selección de documentos. 1945-1955 (Montevideo: De-
existencia de un amplio campo de investigación sobre el parta.mento de Historia Americana, FHCE, 2003).

12 13
1. La Revolución guatemalteca y
la política hemisférica de
Estados Unidos.
Un comentario sobre la historiografía
de un evento decisivo de la Guerra Fría.

La Revolución guatemalteca, 1944-1954


En pocos hechos de la historia de su país los guatemaltecos
han conseguido consensuar sus opiniones. Uno de esos acon-
tecimientos es el de la Revolución de Octubre de 1944, cuya
valoración positiva y casi mítica no sólo perdura hasta el pre-
sente sino que nadie osa discutir o poner en tela de juicio.3
Sin dudas aquellos sucesos que pusieron fin a una de las
denominadas «dictaduras paralizantes»4 -en este caso la del
General Jorge Ubico Castañeda (1931-1944)- fueron deci-
sivos. Y ello por varios motivos que conviene enumerar.
Primero, porque esos episodios cerraron una etapa en
la historia del país, clausurando la denominada época liberal

Jorge Luján, «La década revolucionaria, mito y frustración», en Diá-


logo No. 37 (Octubre de 2004) FLACSO-Guatemala, pág. 2; Greg
Grandin, «Pensar globalmente, actuar localmente», en Nicle Cullather,
PBSUCCESS. La operación encubierta de la CIA en Guatemala 1952-1954
(Guatemala: Avancso, 2002). pág. VII.
4 Luda Sala de Tourón, «El impacto de la crisis del 29 y los reformismos
y aperturas políticas desde mediados de la década del 30», en Encuen-
tros No. i (Diciembre de i992), Montevideo, pág. 93.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPITULO 1 ·LA ClA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

comenzada en 1871 y que había supuesto el establecimiento Tercero, las jornadas revolucionarias de junio-octubre
de dictaduras militares al servicio de los intereses del sec- del 44 habrían de sentar las bases para el establecimiento de
tor de terratenientes dedicados al cultivo y exportación de la primera Constitución y del que sería el primer gobierno
café,5 el principal producto del país.6 democráticamente electo en la historia del país, el de Juan
Segundo, aquellos revolucionarios del 44 consiguieron José .Arévalo (1945-1951).
aglutinar en torno de sí a un heterogéneo, amplio y por Maestro de escuela, profesor universitario, prolífico
eso mismo inédito conjunto de fuerzas, convencidas en el escritor y el primer guatemalteco doctorado en profesión
anacronismo que significaba ya por ese entonces una dic- alguna, Arévalo había vivido exiliado en la Argentina. Des-
tadura como la ubiquista7 y, sobre todo, acicateadas por los de allí siguió con interés la marcha de los acontecimientos,
acontecimientos mundiales que habrían de derivar en el acudiendo después de ellos para la campaña presidencial
abatimiento del nazismo en Europa. Maestros, profesores de fines de 1944, luego de la cual triunfó en el acto elec-
universitarios, estudiantes, artesanos, campesinos y milita- cionario con un guarismo cercano al 86% de los sufragios.
res acudieron a la cita y destronaron primero al General y Aunque utilizando frecuentemente la demagogia y preso
luego al sucesor impuesto por éste, Federico Ponce Vaides. 8 de un importante egocentrismo,9 debe reconocerse la im-
portancia del período «arevalista» en colocar a su país en
la historia moderna. Sus tímidos cambios - inspirados en
una ambigua doctrina propia que jamás llegó a definir, la
El más importante estudio acerca del café sigue siendo Julio Cas- del «socialismo espiritual»- deben interpretarse según
tellanos Cambranes, Café y campesinos en Guatemala, 1853-1897
(Guatemala: USAC, 1985).
los cánones de la realidad centroamericana y de su país
concretamente. Así valorados, resulta «revolucionario»
6 Existe una amplia literatura sobre el tema. Entre lo más importante
véase Jean Piel, El departamento del Quiché bajo la dictadura liberal que patronos, campesinos y Estado ocuparan una misma
(1880-1920) (Guatemala: FLACSO-CEMCA, 1995); y Paul Dosal, El mesa de negociación, discutiendo leyes laborales y aumen-
ascenso de las élites industriales en Guatemala, 1871-1994 (Guatemala: tos de salario. En similares términos deben considerarse
Piedra Santa, 2005).
los incrementos presupuestales asignados a la educación
7 «Ubico, a esas alturas, ya había cumplido su ciclo», señala un es-
y salud por parte del Estado en desmedro de otros rubros,
pecialista guatemalteco, quien en sus estudios ha advertido sobre
la profundidad de la crisis del modelo estatal guatemalteco, amén por ejemplo el de Defensa.
de la incidencia de los factores externos. Sergio Tischler Visquerra,
Guatemala 1944: crisis y revolución (Guatemala: FyG Editores, 2001),
especialmente págs. 324, 329, 332. También, Edgar Celada, «El dolor de
la esperanza», en Política y Sociedad No. 39, (Guatemala, USAC), Año
9 Ello se aprecia claramente en todos sus escritos, discursos y entre-
2001, V época, págs. 144-160.
vistas. Una fuente histórica de particular importancia a este respecto
8 Edelberto Torres Rivas, «Guatemala: medio siglo de historia política», son sus memorias que terminó en 1977 y se publicaron póstumamente
en Pablo González Casanova, América Latina: historia de medio siglo años más tarde. juan José Arévalo, Despacho Presidencial (Guatemala:
(México: UNAM, i974), Tomo TI, pág. 150. Osear de León Palacios, 1998).

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CAPÍTULO 1 · LA CLA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY
ROBERTO GARcfA FERREIRA

Como en cualquier proceso histórico, el que tuvo a su Poco osado, cauteloso y algo dubitativo en cuanto a
frente a Juan José Arévalo no fue lineal y en varios aspectos la profundidad de las reformas, Arévalo sí permaneció in-
del mismo debe destacarse que no todo fue revoluciona- flexible respecto a una cosa: no se dejaría seducir por «La
rio.1º Un buen ejemplo es lo que ha revelado la investigación Frutera)). Así fue y por ello fueron varios los enfrentamientos
de Alejandra Batres sobre los trabajadores sindicalizados que tuvieron lugar entre el presidente guatemalteco, diri-
de la compañía bananera United Fruit Company (UFCO), gentes de la empresa y f'.uncion~rios d~l Depar:amento de
quienes pese al apoyo más o menos explícito del gobierno Estado, sólo en primera mstancia muy influenciados por el
guatemalteco, fallaron. 11 Pese a la timidez del reformismo lobby bananero, amén de una muy visible ignorancia acerca
arevalista, la UFCO no tardó en disgustarse y por ende, re- de la política guatemalteca y centroamericana propiamente.
accionar. La magnitud de la misma y el grado de disgusto Mientras la Guerra Fría avanzaba inexorablemente y
deben analizarse de acuerdo a lo que eran sus cánones: his- ecos de la misma se dejaban sentir -aunque tímidamen-
tóricamente, la compañía se manejaba en base al soborno y te- en la región, 13 Arévalo pudo culmirlar el mandato,
las declaraciones fraudulentas. 12 aunque para ello debió sortear la friolera de 32 complots
14
dirigidos contra su gobierno.
Su sucesor fue el Coronel Jacobo Arbenz Guzmán
(1951-1954), electo presidente en las elecciones de finales de
10 A este respecto, la ahora revelada correspondencia privada de varios
diplomáticos revolucionarios residentes en el exterior, permite visua- 1950 con un importante porcentaje de sufragios, el 65%. Hijo
lizar •desde dentro» del gobierno cuán escépticos eran varios de sus de un farmacéutico suizo y una guatemalteca ladirla, Arbenz
integrantes acerca de la marcha del proceso revolucionario. Arturo tenía una bien ganada imagen: se graduó como cadete de la
Taracena, Arely Mendoza, Julio Pinto Soria, El placer de corresponder.
Correspondencia entre Cardoza y Aragón, Muñoz Meany y Arriola (1945-
1951) (Guatemala: Editorial Universitaria, 2004).
11 Esta novedosa investigación, que recoge fuentes inéditas, muestra Un estudio reciente indica que «hasta la globalización de la Guerra
13
como al gobierno de Arévalo le costó decidir sus apoyos a los obreros. Fria en 1951, los encargados estadounidenses de formulación de políti-
Como se sabe, la UFCO era •el mayor empleador y terrateniente» del cas colocaron a Centroamérica en la periferia de su estrategia militan>.
país y ello le aconsejaba cautela al gobierno guatemalteco. Igualmente, Thomas Leonard, •Centroamérica y Ja planificación estratégica militar
Arévalo también se sintió presionado por los obreros y campesinos, de los Estados Unidos, 1939-1951», en Mesoamérica, No. 47 (Enero-
quienes no tardaron en comprender que aquella coyuntura era •su Diciembre de 2005), pág. 83.
chance» para mejorar significativamente •sus condiciones de traba- El más importante de ellos ocurrió en julio de 1949, cuando el Jefe
jo». Alejandra Batres, •The experience of the Guatemalan United Fruit 14
de las Fuerzas Armadas del país, el Mayor Francisco Javier Arana, fue
Company Workers, 1944-1954: Why did they fail?», en Texas Papers on asesinado luego de haberse resistido a ser arrestado tras comprobar-
Latina America, No. 95-01 (Texas University, Austin, 1995). Disponible se que complotaba contra el presidente Arévalo. Las investigaciones
en: www.lanic.utexas.edu/project/etext/llilas/tpla/9501.pdf recientes han comprobado Ja cercanía del ccambicioso» Arana con la
12 Acerca de este tema consúltese el ya clásico trabajo de CH. Kepner, Embajada de los EE.UU. en Guatemala y con la compañia bananera.
J. Soothill, El imperio del banano, (Buenos Aires: Editorial Triángulo, Piero Gleijeses, La esperanza, págs. 61-90. Especialmente pág. 74, ~on­
1957), cuya primera edición es del año 1935. de el autor concluye en que Arana era «la única esperanza de la élite•.

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAP ITULO 1 · LACIA Y LOS • MEDIOS» EN URUGUAY

Escuela Politécnica y fue un distinguido profesor de la mis- «brillante ... culto». 15 Asumió la presidencia y su discurso de
ma antes de comandar la revolución que derrocó a Ubico y asunción de mando es recordado como una de las piezas ora-
a Ponce. Tras la elección de Arévalo, Arbenz ocupó el cargo torias más importantes de la historia política del país. Como
de Ministro de la Defensa, desde donde fue el más impor- él mismo se encargaría de demostrar, no se trataba de sim-
tante sostén presidencial. Pese a sus tempranas divisiones, ple retórica. 16 Los capitales extranjeros serían bienvenidos
las fuerzas revolucionarias promovieron su candidatura. Ar- siempre y cuando respetaran las leyes y la soberanía guate-
benz soñaba con ser reformador. Él, su esposa, y el grupo de malteca, absteniéndose de intervenir en los asuntos internos
asesores eran especialmente capaces. Además de compartir del país. 17 Igual decisión y firmeza para con la tenencia de
esos ideales, el grupo era homogéneo en cuanto a edad, todos la tierra, adelantando que pensaba en un cambio estructural
eran jóvenes y no superaban los 40 años. Tempranamente, de la misma. La experiencia personal acumulada en la finca
la CIA le hizo a Jacobo un «cumplido» al definirlo como de su propiedad, los estudios por él emprendidos 18 y sobre
todo, los números del censo de 1950 lo empujaron en esa
dirección. El 2,3% de la población poseía el 72% del total del
suelo mientras que el 76% de los guatemaltecos ocupaban
sólo un 9%. 19 En consecuencia, y sin descuidar otros aspec-
tos de la política de su gobierno, Jacobo Arbenz cosechó con

15 Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 188.


16 En palabras del Jaime Díaz Rozzotto, secretario del presidente Arbenz,
este sabía perfectamente que su programa de reformas eran «un he-
cho y no un simple slogan». El Presidente Arbenz Guzmán, la gloriosa
victoria y la lección de Guatemala, (Guatemala: Centro de Estudios Ur-
banos y Regionales, USAC, Documentos para la historia, No. 2, abril
de 1995), pág. 10. !Entrevista a Jaime Díaz Rozzotto, secretario de la
Presidencia de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz]
17 Son interesantes los señalamientos de Dosal respecto de la tirante
relación de Arbenz con las élites industriales del pais, temerosas de la
política emprendida por aquél. Paul Dosal, El ascenso, págs. 169-17i.
18 Visibles inclusive desde el exterior. Los diplomáticos guatemaltecos
destacaban lo «muchísimo» que trabajaba el presidente «en la orga-
El candidato a presidente recorriendo su país. Jacobo soñaba con ser nización de la economía». Arturo Taracena, Arely Mendoza y Julio
reformador pero es "que cuando se quiere levantar a los pobres eso es Pinto, El placer, págs. 378-379.
comunismo... tristemente''. Testimonio de Maria Vilanova de Arbenz, 19 Guillermo Paz Cárcamo, Guatemala: reforma agraria (San José: EDU-
marzo de 2007. CA-FLACSO, 1986), pág. 249.
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ROBERTO GARcfA FERREIRA
C APÍTULO 1 · LACIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

y que, en función de esto, es errónea la tesis de que Arbenz


fue malinterpretado. En realidad, prosigue Grandin, sus
oponentes nacionales e internacionales «reconocieron de-
masiado bien la amenaza que representaba». 22 Similares son
las apreciaciones de Gleijeses, quien concluye su relevante
investigación afirmando que en la «minoría privilegiada»,
<<nunca se habían sentido tan amenazados como bajo
Arbenz; nunca antes habían perdido tierra a favor de los in-
dios». En consecuencia, la lección aprendida del interludio
de 1944-54 confirmaba lo que iba a ser una constante de ese
grupo de guatemaltecos hasta hoy: «que la democracia era
Toma de posesión de Jacobo Arbenz 15 de marzo de 1951 peligrosa, que los reformadores eran comunistas, y que las
concesiones significaban rendición». 23
particular esmero un plan de reforma agraria modelo, 2º que
definió como el «fruto» más hermoso de la revolución.21 En busca de las motivaciones:
Aunque ello quedó trunco por la contrarrevolución, las interpretaciones historiográficas
los estudiosos han concluido en que sus resultados fueron
exitosos. En poco más de un año de aplicación, la reforma Realismo
agraria -que pasó a la historia por ser el Decreto 900 emi-
Según un reciente estudio sobre la historiografía resul-
tido por el gobierno-, había logrado que el 17% del total
tante de la intervención de los EE.UU. en Guatemala, la
de la tierra fuera ya o iba en vías de ser repartida. No había
denominada perspectiva interpretativa «realista» -en lo
colectivizaciones y la reforma era esencialmente capitalista.
concerniente al caso Guatemala- tiene su origen en la
Debe recordarse, como señala el historiador estadouniden-
campaña propagandística difundida «por los arquitectos»
se Greg Grandin, que «por primera vez en la historia de
de la operación de la CIA. 24
Guatemala, una parte significativa de la autoridad estatal se
usó para promover los intereses de las masas de la nación»

10 No hay dudas sobre eUo, «el impulso provenía de ArbenZ». Piero Glei- 22 Greg Grandin, «Pensar globalmente», págs. VIII-IX.
jeses, La esperanza, pág. 517. 13 Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 525.
11 Jirn Handy, «The Most Precious Fruit of the Revolution: The Guate- 14 Los análisis realistas sobre la política exterior estadounidense tienden a
malan Agrarian Reform, 1952-54», en Hispanic American Historica/ observar que las •culpas» de la Guerra Fría tuvieron su origen en la ac-
Review Vol. 68, No. 4 (November 1988). págs. 675-705. titud agresiva y expansionista de los imperialistas soviéticos. Stephen M.
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CAPITULO 1 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY
ROBERTO GARCfA FERREIRA

Como es sabido, una vez aprobada la acción encubierta Entonces, cuatro agentes de contrainteligencia fueron en-
de la CIA, esa serie de operaciones intentaron convencer a los viados a Ciudad de Guatemala con la misión de recolectar
gobiernos latinoamericanos y a la opinión pública -estado- Jos documentos robados del palacio presidencial, las ofici-
unidense e internacional- de que el gobierno guatemalteco nas del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT, comunista)
estaba dominado por los comunistas y Arbenz era un títere y de los sindicatos. Con la ayuda del Ejército y del grupo
de Moscú, lo cual constituía una intervención del Kremlin en liberacionista, el equipo reunió 150.000 documentos. Se
los asuntos del democrático hemisferio occidental. Durante suponía que ellos mostrarían las evidencias de la «penetra-
ese período, y sabiendo que «cualquier gran esfuerzo para ción comunista» en el país centroamericano. Sin embargo,
dislocar el gobierno controlado por los comunistas de Guate- el resultado de la operación, cuyo nombre en clave era
mala será probablemente acreditado a los Estados Unidos», 25 PBHISTORY, fue magro: los registros tenían importancia
se hacía hincapié en dos vías principales de acción: primero, local, no probaban intervención soviética alguna -ambos
ocultar la participación estadounidense y dar la sensación de países no tenían siquiera relaciones diplomáticas-, y sí
que el asunto se resolvería «entre guatemaltecos»; segundo, y «evidencia sustancial de que los comunistas guatemaltecos
27
ante un posible fracaso del grupo de Carlos Castillo Armas, actuaron solos, sin ayuda o dirección de afuera del país».
aislar diplomáticamente a Guatemala intentando convencer Más allá de dicha constatación, los materiales reunidos
al hemisferio de la gravedad del problema, lo que podría po- fueron suficientes para preparar sendos informes presenta-
ner en marcha una intervención multilateral -invocando el dos en el Congreso de los EE.UU. y difundidos más tarde
Tratado de Río de 1947- en procura de «aislar el foco». -por Ja vía diplomática- a los países del continente ame-
Una vez finalizada la revolución liberacionista tras la ricano. Según constatara Gleijeses, costó poco convencer a
renuncia del presidente, los agentes de la CIA se abocaron Jos congresistas estadounidenses, casi unánimes en que la
a la tarea de encontrar Jos documentos que probaran la administración de Eisenhower era tímida ante la agresión
intervención del comunismo internacional en Guatemala. del vecino guatemalteco. Igualmente con la prensa de ese
Como escribió el Sub Director de Planes de la agencia, país, quien a coro se hizo eco de las versiones oficiales del
Frank Wisner, había llegado la hora «de que los cirujanos se Departamento de Estado.
apartaran y las enfermeras se hicieran cargo del paciente».26
El estudio del periodista Daniel James fue la primera
de las expresiones «realistas» que, debe añadirse, constitu-
yeron la corriente predominante hasta los años 80. Su libro
Streeter, «lnterpreting the 1954 U.S. lntervention in Guatemala: Realist,
Revisionist, and Post revisionist Perspectives», en The History Teacfrer,
apareció en inglés a finales del año 1954 y fue inmediata-
Vol. 34, No. 1 (The Society for History Education, EE.UU.), 2000. mente traducido al español, publicándose esta versión a
25 CIA, «Guatemala-General Plan of Action», Doc. No. 135875, 12 Nov-
ember 1953·
26 Nick CuUather, PBSUCCESS, pág. 108. 27 Ibídem, pág. 113.
25
24
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ROBERTO GARCÍA FERREIRA
CAPÍTULO J · LA CIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

poco de iniciarse 1955 en la capital mexicana, lugar a donde pueblo guatemalteco» al ser uno de los principales arquitectos
se había trasladado el grueso del exilio guatemalteco. 28 La de la segunda revolución.32 Es más, «durante su presidencia
visión expuesta por James era claramente puritana -aque- hizo, de hecho, más que ningún otro hombre en las Américas
lla era una lucha inevitable del bien contra el mal- y su para extender la conspiración soviética».33
lógica por momentos militar. «La Batalla del Hemisferio Además de esos conceptos, James advertía lo impor-
Occidental ha comenzado» escribía James en la primera tante de estudiar y comprender los tres peligros de ese
línea del trabajo, ya que la ideología comunista «nos lanza funesto preludio. El primero de ellos pasaba por observar
un reto de primer ordem>.29 cuán peligrosa «fue la amenaza de establecer en el continen-
Contenía juicios muy duros respecto a lo que representó te americano un satélite soviético». El segundo, «que existe
el gobierno de Arbenz para su país y para el continente en todavía», era «la constante amenaza que representaban los
general, observando que los comunistas tuvieron notables comunistas guatemaltecos para los gobiernos e institucio-
éxitos propagandísticos con el caso Guatemala, «escenario de nes de las repúblicas vecinas» pues si bien a la «pequeña
una vasta conspiración roja». 3º Por lo demás, James explicitó Cominform» guatemalteca se le había asestado «Un golpe
que la realidad indicaba la existencia de dos revoluciones en mortal», «no [se] la destruyó». Tercero, el creciente peligro
Guatemala: la primera había sucedido en 1944 cuando el de- de que «la ideología y estrategia empleadas para conseguir
rrocamiento de Ubico y su sucesor; mientras que la segunda el poder en Guatemala» no estaban destruidas.34
había sido silenciosa, desde dentro, «concebida y dirigida por James también explicitó la necesidad de una actitud
el Partido Comunista» que se apropió del gobierno. 31 En fun- vigilante de parte del indiferente e «ignorante» EE.UU.,
ción de ello, al presidente Arbenz -«un joven desagraciado y cuyos «ojos permanecieron cerrados ante el proceso de
amargado» según James-, le cabía una enorme responsabi- infiltración roja» pues se consideraba que Guatemala era
lidad pues había perpetrado «Un gigantesco engaño contra el «otra república de plátanos». 35 Una concepción de labor
preventiva que debía caracterizarse por la comprensión y
que no estaba exenta del histórico paternalismo estadouni-
28 Daniel James, Tácticas rojas en las Américas (México: Intercontinental,
dense hacia sus vecinos: «la razón fundamental de que los
1955). La versión en inglés era Red Design for the Americas. Guatemalan latinoamericanos no puedan lograr un conocimiento cabal
Prelude (New York: The John Day Company, 1954). A mediados de agos- y práctico del comunismo, radica en que su problema más
to de 1954, un avance de investigación publicado en forma de artículo
apareció comentado favorablemente en un memorándum de la CIA,
donde se lo define como «convincente». CIA, •Comment on ' Lessons
of Guatemala' by Daniel James•, Doc. No. 920130, 19 August 1954. 32 Ibídem, págs. 38-39.
29 Daniel James, Táctica;, pág. 7. 33 Ibídem, pág. 39.
30 Ibídem, pág. 151. 34 Ibídem, pág. 13.
31 Ibídem, pág. 37. 35 Ibídem, pág. 215.
26 27
-
ROBERTO GARCfA FERREIRA CAPITULO 1· LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

apremiante no es la Guerra Fría con la Unión Soviética sino


la diminuta república centroamericana,, no es sino el preludio
. L · 39
su eterna guerra contra el atraso completo».36 de lo que puede acontecer en toda Amenca atma».
Por último, el periodista refutaba las denuncias «Co-
munistas» que deformaron los hechos al presentarlos como Revisionismo
resultado de una «intervención» o «agresión» imperialista. En contraposición a esos ataques, los re~isio~istas cu.es-
Las «constantes invectivas» contra el «imperialismo yan- tionaron la versión de que EE.UU. no hubiera mtervemdo
qui» constituían para James una muestra más de que «la en el derrocamiento de Arbenz. El paso del tiempo y la
máquina de propaganda comunista» había entrado «en ac- memoria de varios protagonistas comenzaban a desplazar
lentamente de su lugar la denominada «hoja de parra» ºcon
4
ción por todo el hemisferio desde Chile hasta los Estados
que EE.UU. intentó cubrir su papel en el golpe.4 El ~ra~aso
1
Unidos» desplegando una «ofensiva» que «se ajustó a la
perfección al principal propósito del soviet de debilitar la de Bahía de Cochinos y poco más tarde los reconocumen-
posición de los Estados Unidos en el Hemisferio».37 Según tos del ex presidente Eisenhower y de Allen Dulles -el ex
su tesis, la verdad era que «Si bien la diplomacia norte- director de la CIA-, abonaron las tesis revisionistas, muy
americana no fue quien puso en marcha las ruedas que en boga durante toda la década del sesenta y setenta.42
finalmente habían de aplastar al comunismo en Guatemala La esencia de dichas explicaciones consistió en mostrar
... , sí fue la que aseguró que las ruedas giraran hasta llevar que las conexiones financieras de los funcionarios estado-
a cabo su propósito inexorable. Hasta ese grado interve- unidenses en este caso en particular con la UFCO -afectada
nimos en Guatemala y no tenemos que disculparnos de directamente por el Decreto 900 e indirectamente por el
ello». AJ fin y al cabo, proseguía, «la soberanía nacional ejemplo que él suponía- fueron determinantes y acabaron
de Guatemala fue una ficción bajo el comunismo» y «entre
todos los gobiernos del hemisferio, es al de Estados Unidos
al que corresponde la mayor responsabilidad» por lo que 39 Ibídem, pág. 18.
pueda acontecerle a sus hermanos menores.ls Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 503.
En razón de todo lo cual, James culminaba profética- 41 Al inicio de la invasión de Castillo Armas, un artículo del peri.odista James
mente que «el teatro latinoamericano merece nuestra más Restan sugirió tímidamente que detrás de aquel oscuro affaire de Guate-
mala podían estar los hermanos Dulles. Como ya fuera dicho, Gleijeses
vigilante atención» ya que «lo que ha ocurrido en Guatemala, ha destacado que ello fue una excepción. James Restan, «W1th the Dulles
Brothers in Darkest Guatemala», en 7he New York Times, Sunday, )une 20,
1954. Recorte de prensa en Archivo Histórico del ~sterio de ~elaciones
Exteriores (en adelante, AMREU), Fondo: Legaaones y Emba¡adas, Sec-
36 Ibídem, pág. 222. ción: Embajada de Uruguay en los EE.UU., Caja 52, Carpeta 33·

37 Ibídem, págs. 181, 189, 178. «Hubo una vew en que «tuvimos que deshacernos de un gobierno c~­
munista» en Centroamérica expresó Eisenhower mientras comparlla
38 Ibídem, pág. 232. un estrado con Allen Dulles. Nick Cullather, PBSUCSESS, pág. 127.
28 29
ROBERTO GARCÍA FERREIRA
CAPITULO l · LA CIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

convenciendo al Departamento de Estado y al presidente, los periodistas Schlesinger y Kinzer, sugestivamente titulado
que en última instancia aprobó la operación de la CIA. Un Fruta Amarga. 47 El mismo fue ampliamente exitoso y difun-
estudio muy reciente de un especialista ha vuelto a colocar el dido en los EE.UU. y fundamentalmente en América Latina,
acento en el probable papel de la UFCO durante esa «edad sobre todo México y la propia Guatemala. Los periodistas,
de Oro» de las operaciones encubiertas de la CIA, señalando que habían conseguido documentos liberados bajo la nueva
la posibilidad de que haya existido «soborno» por parte de la norma del Decreto de Libertad de Información (Freedom of
empresa en el asunto de Guatemala.43 Information Act, F.O.I.A. por sus siglas en inglés), escribieron
Los estudios de Susanne Jonas, auspiciados por el una atrapante historia donde se describían las maquinaciones
No~h American Congress on Latin America (NACLA), y conspiraciones de la UFCO y el Departamento de Estado
reflejaron fielmente las posiciones revisionistas. Si bien se en la preparación y ejecución del golpe contra Arbenz. 48
reconocía que la intervención de EE.UU. y la traición militar Aunque nada consiguieron de la CIA directamente -las
eran elementos importantes, la tesis de Jonas profundizaba fuentes provenían del Departamento de Estado, los Archivos
en las labores de cabildeo emprendidas por los hábiles re- Nacionales, el FBI y varias entrevistas con protagonistas es-
presentantes de la UFCO para convencer al gobierno de la tadounidenses-, la investigación revelaba por vez primera
necesidad de actuar contra Arbenz, sus amigos comunistas y el nombre en clave de la operación y ofrecía pistas de como
la reforma agraria. Así, la autora concluyó en que el «rol» de la CIA había inclusive planeado asesinar a Arbenz con una
la UFCO fue «significativo».44 Juntos, el gobierno y los inver- «bala silenciosa».49 Sin embargo, toda su tesis es unidireccio-
sores privados -el poderoso «lobby de intervención» que la nal en cuanto a marcar una excesiva influencia de la UFCO
autora identificó- 45 se encaminaron hacia la radicalización en Washington, éste, un «factor decisivo» para los autores.50
respecto del gobierno guatemalteco sin percibir que éste era Según sus palabras, «Sin los problemas de la UFCO, parece
nacionalista y no comunista. probable que los hermanos Dulles no prestaran demasiada
Ya iniciada la década del ochenta, la interpretación revi- atención a los escasos comunistas guatemaltecos, ya que
sionista alcanzó la (<cúspide»46 con la publicación del libro de
47 El libro fue editado en N. York en 1982. Stephen Schlesinger, Stephen
Kinzer, Bitter Fruit: The Untold Story of tire American Coup in Guate-
43 Rhodri Jeffrey-Jones, Historia de los servicios secretos norteamericanos mala, (New York: Garden City, 1982). Fue varias veces reeditado y la
(Buenos Aires: Paidós, 2004), pág. 216. ' traducción al español fue editada en México el mismo año. En este
trabajo utilizamos la cuarta edición publicada como Fruta Amarga: La
44 Susanne Jonas, The Batlle for Guatemala. Rebels, Death Squads, and U.S.
CIA en Guatemala, (México: Siglo XXI, 1987).
Powe~ (Boulder: San Francisco and Oxford, Westview Press, 1991),
especialmente págs. 31-33, 36, 41-42. 48 «Es un cuento fantástico que sucedió en la realidad» escribió un comen-
tarista de Newsweek. Citado en Stephen M. Streeter, «lnterpreting».
45 Susanne Jonas, David Tobis (eds.), Guatemala, (Berkeley, CA, 19 74), en
Stephen M., Streeter «lnterpreting». 49 Stephen Schlesinger, Stephen Kinzer, Fruta Amarga, pág. 125.
46 Stephen M., Streeter «lnterpreting». 50 Ibídem, pág. 119.

30
31
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 1 · LA CJA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

cantidades mayores habían participado en mayor escala en y como no ocurre con el caso del trabajo de Schlesinger y
la actividad política en los años de posguerra, tanto en Brasil Kínzer, las interpretaciones de Immerman siguen vigentes,
como en Chile y Costa Rica, sin causar excesiva preocupa- aún cuando la agencia ha abierto sus archivos.
ción del gobierno norteamericano».51 Además de discutir cada uno los puntos de la operación
dela CIA y revelar nuevos detalles acerca de su plan encubierto,
Pos revisionismo Im.merman no se mostró conforme con los análisis realistas y
Casi simultáneamente a la aparición de Fruta Amarga, el revisionistas. Los novedosos registros documentales le permi-
historiador Richard H. lmmerman irrumpió con un docu- tieron interpretar que, pese a la retórica propagandística y los
mentado y exhaustivo estudio sobre la acción de la CIA en clichés difundidos en la época,54 Arbenz no constituyó nunca
Guatemala. 52 Al igual que en el caso del libro de los periodis- una amenaza para los EE.UU. pues él era no un comunista
tas antes citado, la obra de Immerman produjo un notable sino un «reformador de clase media».55 Washington observó
impacto, aunque a diferencia del caso anterior, el público que estaba preso del comunismo cuando en realidad sus pos-
que fundamentalmente leyó y comentó el mismo fue el tulados eran esencialmente nacionalistas y la esperanza del
compuesto por los exigentes académicos estadounidenses. presidente pasaba por modernizar a Guatemala. 56 De todas
El trabajo de Immerman significó la primera investigación formas, lmmerman subrayó que dichas confusiones eran el
histórica de importancia desempeñada en archivos y por resultado normal del rígido y «extremo anticomunismo» que
ende exhibió novedosas fuentes.53 Pese al paso del tiempo caracterizó a los principales responsables de la política exte-
rior del gobierno de Eisenhower y a él personalmente pues
junto a John Foster Dulles constituyeron un equipo en la
51 lbidem, pág. 119. Sobre el inicio de los intensos cabildeos véase tam- toma de decisiones, influyéndose mutuamente.57 En suma, el
bién págs. 84-85. Acerca del trato que cerraron la UFCO y Castillo aporte de lmmerman también fue trascendente por entender
Armas véase págs. 244-245. En cuanto al papel del propagandista y re-
lacionista público contratado por la UFCO véase especialmente págs.
94-100 y 102-110. En un trabajo reciente, Kinzer ha vuelto a insistir en
el primordial papel de la UFCO en los acontecimientos de Guatemala. la política exterior estadounidense. Stephen G. Rabe, «Eisenhower
Véase Stephen Kinzer, Overthrow: America's Cent11ry of Regime Change Revisionism: The Scholarly Debate» en Michael Hogan, America in
from Hawaii to Iraq (New York: Times Books, 2006), especialmente el the World. The Historiography of American Foreign Relations since 1941
capitulo 6, págs. 129-147. (New York: Cambridge University Press, 1995), pág. 300.
52 Richard H. lmmerman, 111e CIA in Guatemala. 1l1e Foreign Policy of 54 Richard H. Immerman, 711e CIA, especialmente págs. 149-150.
lntervention (Austin: University of Texas Press, 2004, 9a edición). La
primera versión de este estudio fue publicada en 1982. 55 Ibídem, pág. 186.
56 Ibídem, pág. 197.
53 Como escribiera otro estudioso del caso Guatemala, el de Immerman
fue el primero de una serie de trabajos que habrian de editarse a lo 57 Eisenhower creía en que las acciones encubiertas eran un «compo-
largo de la década del ochenta y del noventa en función de las nuevas nente crucial» de los asuntos exteriores de su país. Ibidem, págs. 14-19.
fuentes y colecciones a partir de ese entonces disponibles. La era de Sobre las decisiones conjuntas de Eisenhower y Foster Dulles véase
Eisenhower fue un común punto de encuentro para los eruditos de especialmente la pág. i4.

32 33
ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPITULO 1 ·LACIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

que detrás de la intervención de EE.UU. había algo bastante la introducción, «varios estudios excelentes» habían sido ya
más complejo que la simple defensa de una compañía esta- editados previamente al suyo con respecto al mismo tema.
dounidense afectada por un presidente centroamericano,58 Sin embargo, la novedad de su libro radicaba en que las fuen-
tesis sostenida por los revisionistas. tes y registros por él trabajados intentaban mostrar «el lado
El clima rígido de la Guerra Fría, el escaso valor estraté- guatemalteco de la historia», el cual seguía siendo vago hasta
gico de la región, la psicología y algunas tendencias culturales ese momento.63 Emprendió «la persecución de los sobrevi-
fuertemente arraigadas en Washington pesaron más que el vientes» en Guatemala, México, Costa Rica, Cuba, EE.UU.,
simple «imperialismo económico». En la «base» del conflicto República Dominicana y Nicaragua, rescatando los recuerdos
entre ambos países estaba implícito el hecho de que durante y las memorias de las principales figuras de aquella inédita
las tensiones de la Guerra Fría «nunca» el gobierno de los revolución frustrada. 64 Además, trabajó exhaustivamente la
EE.UU. o la opinión pública «podrían entender a los guate- historia de la política estadounidense hacia la región, acu-
maltecos».59 Influidos por esas tensiones, los realizadores de mulando un envidiable acervo que le permitió confeccionar
la política exterior estadounidense no fueron especialmente un estudio muy sólido, documentado y profundo. Nada pa-
acuciosos para percibir lo que querían los guatemaltecos y, rece haber quedado fuera de sus investigaciones: «la aldea
en consecuencia, con una «fina línea» separaron lo que eran de Ubico»; la revolución del 44; los «pecados» de Arévalo;
reformistas nacionalistas de agitadores comunistas.ro el «mundo de Jacobo Arbenz»; la «muerte de Arana»; el as-
Pese a lo acertado de sus consideraciones, el trabajo censo de Jacobo a la presidencia y el impulso que dio a la
de Immerman no respondía muchas de las interrogantes de reforma agraria; además de las motivaciones que llevaron a
los académicos, fundamentalmente porque el origen de las los EE.UU. a promover su derrocamiento.
fuentes seguía siendo el mismo y por lo tanto ellas observa- En cuanto a las motivaciones que llevaron a EE.UU. a
ban el mundo según Washington.61 derrocar a Arbenz, Gleijeses cuestionó los enfoques realistas
Sin embargo, en 1991 vio la luz la totalidad de las inves- al afirmar que tanto demócratas como republicanos llegaron
tigaciones del italiano Piero Gleijeses, que estaba trabajando a un fácil «consens0>> respecto a Guatemala: era un peli-
en el tema desde 1978.62 Tal y como reconociera el autor en gro.65En consecuencia, prosiguió el italiano, el sentimiento

58 Ibídem, pág. IX. 63 Piero Gleijeses, La esperanza, pág. L.


59 Ibídem. 64 Ibídem, pág. LL
60 Ibídem, pág. 13. 65 «La política guatemalteca de Eisenhower no era una aberración; no
la desviaron ni la UFCO, ni Peurifoy ni el senador Joseph McCarthy.
61 Stephen M. Streeter, dnterpreting».
Encajaba en una tradición profundamente respetada, compartida por
62 Cinco capítulos del libro editado en 1991 fueron publicados previa- demócratas y republicanos por igual, y centrada en la reivindicación
mente como artkulos en revistas especializadas como /ournal of Latin intransigente de la hegemonía estadounidense sobre América Central
American Studies y Mesoamérica. y el Caribe». Ibídem, pág. 500.

34 35
ROBERTO GARCÍA FERREIRA
CAPITULO 1 ·LACIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

«de que EE.UU. era la víctima y Guatemala el agresor» no ]es, el autor concluyó -desmitificando el peso de la teoría
constituyó algo nuevo pues «tiene raíces muy hondas en la conspirativa expuesta en Fruta Amarga-, que <da paranoia
historia de los EE.UU» y es un «componente clave» de la de Ja Guerra Fría y la pura ignorancia fueron más poderosas
«política exterior de Estados Unidos hasta hoy».66 que todas la manipulaciones de Edward Bernays y de otros
Con similar elocuencia, Gleijeses también cuestionó hábiles secuaces pagados por la United Fruit».7º
certeramente la tesis revisionista y el tan mentado problema
del imperialismo económico. Es verdad que «la UFCO tenía La desdasificación documental
el móvil y tenía los contactos» escribe. Sin embargo, más allá de la CIA y el «golpe militar»
de lo «tentador» que resulta ((hacer un reconocimiento de la
escena del crimen, descubrir el arma del delito y arrestar a Ha sido gradual el acercamiento a los documentos relativos
la co~pañí~ frutera», Gleijeses reconoció la complejidad y al caso Guatemala, hoy liberados en su casi totalidad por la
multicausahdad del fenómeno: (ffesulta cada vez más claro CIA y que suman unas 14.000 páginas. En dicho proceso
que aunque la preocupación de la Embajada estadounidense mucho tuvo que ver la finalización de la Guerra Fría y la
por el comunismo durante el gobierno de Arévalo le debía actitud asumida por sus ex contendientes soviéticos.71
mucho. a las intrigas de la UFCO, su preocupación por el Además de ello, no menos importante fue la iniciativa
comumsmo durante el gobierno de Arbenz Je debía poco a Ja de apertura que asumiera el entonces director de la agencia
co~pañía». Los informes de la inteligencia mejoraron con
67
Robert Gates, quien en ese contexto autorizó la contrata-
el tiempo, fueron muy acuciosos, delinearon perfectamen- ción de un equipo de historiadores que inmediatamente fue
te el compromiso de Arbenz con la reforma y su simpatía puesto a trabajar con los documentos secretos de las más im-
por el comunismo resultó «Obvia».68 Sin embargo, Gleijeses portantes acciones encubiertas de la agencia. Nick Cullather,
agrega que también los EE.UU. sabían perfectamente bien de la Universidad de Indiana, fue uno de los historiadores
que la ((clave» de la situación estaba en el Ejército y que éste contratados. Eligió la operación PBSUCCESS, que como
era anticomunista. 69 Con tan sólidas evidencias documenta- revelaran las investigaciones de los años ochenta había sido
el nombre en clave de la acción contra Arbenz. El volumen
físico de los registros -260 cajas que se salvaron «por muy
66 Ibídem, ~ág. XLI. En el último de los capítulos, Gleijeses profundizó
en el «fanseísmm> de esta tesis según la cual «la brutal Guatemala es-
taba intimidando a los sufridos Estados Unidos». Ibidem, pág. 503 . por los comunistas; y el Ejército, observaban, era la institución clave
de Guatemala•. Ibídem, pág. 498.
Ibídem, págs. 494-495.
70 Ibídem, pág. 172.
68 Ibídem, pág. 49 5.
71 «Si el enemigo comunista iba a revelarse al público, ¿cómo podían re-
69 «Ni la CIA, ni los funcionarios de Ja Embajada, ni los agregados mili- husarse los Estados Unidos?• se preguntaba el historiador que primero
tares afirmaron nunca que el Ejército guatemalteco estuviera infiltrado trabajó los documentos de la CIA. Nicl< Cullather, PBSUCCESS. pág. XI.
36
37
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 1 ·LACIA Y LOS •MED IOS» EN URUGUAY

poco» de ser destruidas- 72 fue el primero de una serie de


obstáculos con los cuales Cullather trabajó durante un año.
No imaginó que al cabo de ese tiempo su manuscri-
to -originalmente pensado como un estudio histórico
interno para lectura de sus agentes- se convertiría en la
«versión oficial» de PBSUCCESS.73 La investigación con las
nuevas fuentes, revela la trama oculta del golpe de estado y
confirma las tesis pos revisionistas expuestas por Immer-
man y Gleijeses.
El Presidente Arbenz momentos antes de grabar su discurso de renuncia.
La tarde-noche del 27 de junio de 1954, Arbenz «no se Guatemala, 27 de junio de 1954. Fotograf!a de Rafael Morales, Fondo
había rajado» como un cobarde.74 Tal y como había sosteni- Institucional El Imparcial, Fototeca Guatemala, cortesía del Centro de
do Gleijeses, Jacobo jamás pensó que Castillo Armas fuera Investigaciones Regionales de Mesoamérica.
un enemigo a tener en cuenta. 75 Aislado internacionalmente
y traicionado por sus colegas militares, se había convencido A raíz de eso, la CIA entró en un «estado de autocom-
de que EE.UU. «iba en serio» y que la única oportunidad de placencia».79 Eisenhower reunió en la Casa Blanca a los
salvar las conquistas de la revolución era dando un paso al responsables y tras escucharlos se deleitó con el resultado.
costado. 76 Fue lo que expresó con toda claridad e inmenso Después de todo, la acción encubierta podía ser utilizada
dolor en su discurso de renuncia. Con los archivos de la como un sustituto cómodo y menos costoso -política y
CIA a mano, Cullather escribió que en ello poco habían te- económicamente- que la invasión abierta con marines.
nido que ver las «trampas» de la agencia, cuyo plan adoleció Todos pasaron a otra cosa pero el «dulce aroma de Ja
de importantes fallas, entre ellas la de no haber podido in- victoria» se unió a la falta de autocrítica.80 Los motivos que
filtrarse en el PGT. 77 Así, dicho historiador concluyó en que la habían llevado al éxito no fueron analizados y, como ob-
«Arbenz fue depuesto en un golpe militar y ni la radio ni los servara uno de los ex agentes, ello condenó a la agencia que,
ataques aéreos tuvieron mucho que ver con eilo».78 abrumada por ese éxito, cometió más adelante errores de
importancia. Por ello, y como ya habían observado Immer-
72 Ibídem, pág. XVII. man81 y Gleijeses, 82 Cullather nuevamente subraya como el
73 Ibídem, pág. XIX.
74 Ibídem, pág. 106.
79 Ibídem, pág. 7.
75 Ibídem, pág. 75. So Ibídem, pág. m.
76 Ibídem, pág. 79. 81 Richard H. Jmmerman, The CIA, especialmente págs. 187-197.
77 Ibídem, págs. 48-49. 82 Piero Gleijeses, «Ships in the Night: The CIA, the White House and
78 Ibídem, pág. 102. the Bay of Pigs», en fournal of Latin American Studies, Vol. 27, 1995,

38 39
CAPÍTULO 1 · LA CIA Y LOS «MED IO S» EN URUGUAY
ROBERTO GARcfA PERREIRA

legado de PBSUCCESS fue más allá del caso Guatemala: Historiador del Departamento de Estado comenzó en 2001
«el lenguaje, los argumentos y las técnicas del episodio Ar- un arduo trabajo para actualizar la versión de 1983. Tras
benZ» fueron «usados en Cuba a principios de la década de dos años de labor, en mayo de 2003, el grupo tuvo listo para
1960, en Brasil en 1964, en República Dominicana en 1965 su edición un complemento del antiguo volumen IV el cual
y en Chile en 1973».83 En definitiva, «la agencia nunca sería fue lanzado al público con la celebración de un seminario85
la misma después de PBSUCCESS». 8 ~ donde los más importantes estudiosos del tema disertaron
sobre el nuevo suplemento de FRUS, que en 461 páginas
El Departamento de Estado y la reedición agrega 287 nuevos documentos sobre Guatemala. 86
Aunque muy prolijo en todos sus detalles -por ejem-
del volumen dedicado a Guatemala
plo, en la contextualización de los registros, acompañados
El público académico se encontró satisfecho cuando la por sugerencias bibliográficas-, no hay grandes noveda-
primera edición del libro de Cullather por parte de la Uni- des. Luego de explicar la omisión de 1983,87 Marc J. Susser,
versidad de Stanford en 1999, cuya traducción y edición en Director de la Oficina del Historiador del Departamento de
español llevó adelante la Asociación Para el Avance de las Estado, escribió que «la operación de la CIA en Guatemala
Ciencias Sociales en Guatemala durante 2002. Sin embar- es un caso importante del uso de la acción encubierta lleva-
go, Jos eruditos cuestionaron que aún faltaba actualizar la da a cabo por la política exterior americana, y este volumen
serie Foreign Relations of The United States cuyo volumen proporciona una relación detallada de esa acción».88 Susser
IV, dedicado a las Repúblicas Americanas incluía una explicitó que estaba «convencido» de haber conseguido ac-
sección sobre las relaciones exteriores de los EE.UU. con ceder a los documentos más relevantes de la CIA, agregando
Guatemala. El mencionado texto, que databa del año 1983, que sólo dos documentos fueron tachados en su totalidad y
omitía mencionar el rol encubierto de la CIA en el episodio otros nueve tienen varios párrafos en igual condición, amén
Arbenz, un hecho nada menor. La desclasificación de los de reconocer que siguen omitiéndose varios nombres y lu-
documentos de la propia CIA y la edición del trabajo de gares a lo largo de todo el texto. 89
Cullather volvían anacrónico aquel volumen de FRUS. En
consecuencia, un grupo de historiadores de la Oficina del
85 Sobre este evento académico véase www.state.gov/r/pa/ho/19799.htm
FRUS, Guatemala.
págs. 1-42. También Piero Gleijeses, La esperanza, especialmente págs.
335, 408, 509, 510, 515; Michael Warner, •The CIA's Interna! Probe of Relacionada con la actitud esquiva de la Administración de Ronald
the Bay of Pigs Affairn, en Studies in Intelligence, Vol. 42, No. 2, 1998. Reagan, recelosa de dar a conocer informaciones de ese tipo cuando
Disponible en: www.odci.gov/csi/studies/winter98....99/arto8.htmJ. era promotora de varias operaciones encubiertas en América Central.

Ibídem, pág. 117. 88 Marc J. Susser, «Preface», en FRUS, Guatemala, pág. IV.

Ibídem, pág. m. 89 Ibídem, págs. V-VII.

40 41
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 1 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

Sthephen G. Rabe, de la Universidad de Texas, reseñó a un especialista en relaciones públicas y propaganda.


en la revista especializada Diplomatic History la edición Sabían poco de América Latina y de Guatemala concre-
complementaria del volumen de FRUS. 90 Valoró que los tamente. Cuando las elecciones de 1950, Arbenz no les
nuevos documentos probablemente no modificarán sus- parecía el peor de los candidatos. Según los documentos
tancialmente el debate historiográfico respecto al rol de de la época, los funcionarios estadounidenses creían que
la CIA en Guatemala. 91 Sin embargo, subrayó que los defendía sus propios intereses, pues «su país dependía
mismos dan la razón a las conclusiones que expusiera económica y militarmente de los Estados Unidos» y «sus
Immerman, el primero en definir con precisión que los vínculos con los militares eran un buen augurio». En
eventos de Guatemala no podían explicarse solamente por consecuencia, era esperable que «siguiera un curso muy
el determinismo económico. 92 cerca del centro». 94 Un telegrama enviado desde la ofici-
En esto último ha puesto especial atención el equipo na central de la CIA hacia la Estación Guatemala, decía
de historiadores del Departamento de Estado. No sólo por que Arbenz, más allá de sus dichos, era «esencialmente
recordar la veracidad de los informes de la CIA acerca de un oportunista».95 Poco después y pese a que la reforma
que Arbenz y los comunistas eran «compañeros de ruta» agraria había sido ya promulgada, la CIA insistió en que
sino por subrayar muy convincentemente que allí estaba el Arbenz utilizaba a los comunistas. 96
problema, no en la reforma agraria.93 Sin embargo, Arbenz era un líder firme, respetado y
temido por sus colegas militares pese a mostrarse recelosos
Consideraciones finales: de la amistad de éste con los comunistas. También se mos-
tró intransigente en cuanto a la aplicación de su programa
«ideología», «arrogancia imperial» y de gobierno, sobre todo en lo tocante al problema de la
«negligencia criminal» tierra, el primero y más importante de todos los males que
aquejan a Guatemala hasta el presente.
Como fuera dicho, los analistas de la CIA y del Depar-
tamento de Estado en un primer momento se vieron Sin caer en la idealización, la mayoría de los aca-
influenciados por las denuncias de la UFCO, que contrató démicos han probado que su gobierno fue exitoso. El

94 Nick Cullather, PBSUCCESS, pág. 17.


90 Stephen Rabe, «The U. S. Intervention in Guatemala: The Documen-
tary Record», en Diplomatic History No. 28, Vol. 5 (November 2004), 95 «Telegram From the Central Intelligence Agency to the CIA Station
págs. 785-790. in [place not declassified]», Washington, january 22, i952, en FRUS,
Guatemala, pág. 8.
91 Ibídem, pág. 787.
96 CIA, «Personal Political Orientation of President Arbenz / Possibility
92 Ibídem.
of a Left-Wing Coup», Guatemala City, October 10, 1952, en FRUS,
93 «lntroduction» en FRUS, Guatemala, pág. XXVI. Guatemala, págs. 38-44.

42 43
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPfTULO 1 · LACIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

memorándum escrito por el embajador de EE.UU. en Gua- abrigaban muchas esperanzas sobre el sucesor, que final-
temala -cuyo desafiante papel fue decisivo para intimidar mente «resultó ser vergonzosamente inepto» según añade
a los oficiales guatemaltecos, persuadiéndolos de que si no con dureza Cullather. 99
expulsaban a Jacobo los «marines» lo harían- a cincuenta El miedo y la violencia, dos sentimientos que unen a
días de iniciado el gobierno de Castillo Armas es elocuen- los guatemaltecos desde la conquista, volvió a reinar. 100 En
te. Más allá de probar su anticomunismo, el sustituto de julio de 1957 el 90% de las tierras había vuelto a manos
Arbenz debía de hacer de inmediato «alguna distribución de sus históricos propietarios. Arbenz había comenza-
de tierra» y «estimular real a inteligentemente una rápida do a terminar con aquellos miedos, pero no tendría una
reorganización del movimiento obrero no comunista para segunda oportunidad. Los espacios políticos se cerraron
impedir que los obreros recordaran a los sindicatos comu- definitivamente en 1963 cuando un nuevo golpe de estado
nistas como los únicos protectores de sus derechos».97 impidió que el moderado ex presidente Arévalo se presen-
Es que Castillo Armas prohibió los sindicatos, encar- tara nuevamente a las elecciones. Eso y el innegable influjo
celó a sus dirigentes, devolvió las tierras a la UFCO y a los de la revolución cubana motivó a muchos jóvenes, que se
antiguos grandes propietarios que habían sido afectado!. lanzaron a la guerrilla para tomar el poder. Durante «Casi
por el Decreto 900, quemó libros y le restringió el derecho cuatro décadas, el Ejército de Guatemala y sus agentes
al voto a los indígenas. -escuadrones de la muerte, agentes de Policía y matones
EE.UU., pese a la «hoja de parra», estaba involucrado callejeros- sometieron a los ciudadanos guatemaltecos a
en el golpe y en que el resultado del mismo no fuera tan la campaña más brutal de violencia política emprendida en
negativo. En consecuencia, la ayuda negada a Guatema- las Américas en el siglo XX» explica Greg Grandin, quien
la desde 1948 comenzó a llegar de diferentes maneras, asesoró a la Comisión para el Esclarecimiento Histórico
directa e indirectamente.98 Cullather ha informado que de las Naciones Unidas. Sin embargo, prosigue el mismo
«los Estados Unidos estaban preparados para subvencio- autor, «los documentos secretos que los Estados Unidos
nar algún despilfarro, pero la magnitud de la corrupción recientemente han liberado revelan que los guatemaltecos
sorprendió a los funcionarios estadounidenses», más allá no habrían podido realizar esta represión tan efectivamen-
de que tanto la CIA como el Departamento de Estado no te sin el dinero, el equipo, el adiestramiento y el apoyo
moral proporcionados por los asesores estadounidenses».
Así, Guatemala acabó convirtiéndose en un «laboratorio
97 Memorándum al Departamento de Estado, i5 de agosto de 1954, en perverso» de asesinatos tanto selectivos como masivos.
Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 521.
98 «Cuando el total de la ayuda estadounidense para toda América
Latina era menos de UsS 60 millones anuales», la administración de
99 Nick Cullather, PBSUCCESS, págs. 122, m.
Eisenhower «le dio al nuevo gobierno de Castillo Armas casi UsS 100
millones en ayuda directa». Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 524. 100 Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 524.

44 45
2. «DIRIGIR» LA OPINIÓN.
LA CIA Y LA PRENSA
URUGUAYA DURANTE LA CRISIS DE
GUATEMALA EN 1954. 1º4

El presidente de Guatemala visto por la revista Time, en junio de 1954. Guerra Fría y propaganda encubierta
Detrás de Jacobo Arbenz puede verse la cara de G. Malenkov, Secreta-
rio General del Comité Central del Partido Comunista arriba de la del La denominada Guerra Fría, o el enfrentamiento entre los
difunto Stalin. EE.UU. y la Unión Soviética (URSS) y el choque entre sus
opuestos sistemas políticos y económicos conformaron el
Aproximadamente doscientas cincuenta mil personas pa- mundo de la segunda posguerra hasta la implosión del ré-
garon directamente con su vida por ello. 101 gimen soviético en 1991. 105 Con acierto, Eric Hobsbawrn ha
Como se ha tratado de fundamentar en estas páginas, escrito que «generaciones enteras crecieron bajo la amenaza
una cadena de factores contribuye a la explicación de es- de un conflicto nuclear global que, tal como creían muchos,
tos hechos históricos, siempre escurridizos y complejos. podía llegar a estallar en cualquier momento y arrasar la
Intereses económicos, razones ideológicas, arrogancia im- humanidad .... No llegó a suceder, pero durante cuarenta
perial y negligencia criminal por parte de EE.UU. son sólo años fue una posibilidad cotidiana». 106
algunos de los más importantes.
Immerman había sido certero al enunciar que el golpe
del 54 había hecho «imposible la moderación». 1º2 Por las
104 Publicado previamente como «Uruguay y Guatemala: la CIA en la pren-
razones expuestas y compartiendo el razonamiento de un sa de 1954», en Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala, No.
integrante de la administración Reagan, qué no daríamos 16, (Abril-Junio de 2006), Guatemala, págs. 22-38; «Dirigir la opinión: La
«por un Arbenz ahora». 1º3 CIA y su incidencia en la prensa uruguaya durante la crisis de Guatemala
(1954)», en Revista Perspectivas, No. 2, Rectorado de la Universidad Na-
cional de San Marcos, Lima, 2006, págs. 77-97.
101 Greg Grandin, Denegado en su totalidad. Documentos estadounidenses
105 J. Patrice McSherry, Predatory States: Operation Condor and Cover War
liberados (Guatemala: Avancso, 2001), págs. 1-2.
in Latin Arnerica (Rowman & Littlefield, 2005), especialmente el capí-
102 Richard H. Immerman, The CIA, pág. 2oi. tulo 2, págs. 35 -67.
103 Citado en W. George Lovell, A Beauty that Hurts (Texas: University of 106 Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX (Buenos Aires: Critica, 1998),
Texas Press, 2000), pág. 142. pág. 230.

46 47
ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 · LA CIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

Su origen ha sido motivo de amplios debates entre los a Grecia, Turquía y el establecimiento del Plan Marshall
estudiosos y la bibliografía referida al mismo ha crecido para la reconstrucción de Europa- como un punto de
sin cesar. 107 Si bien se ha demostrado que tanto los EE.UU. partida de la denominada Guerra Fría. 109
como la Rusia soviética recelaban mutuamente desde el Si bien las campañas de propaganda no fueron priva-
siglo xrx:,ios parece existir consenso sobre la validez de con- tivas de la Guerra Fría, durante el extenso período que esta
siderar el año 1947 - por la abierta ayuda estadounidense perduró, la rivalidad entre ambas grandes potencias «en-
contró en el terreno de las ideas y la opinión pública uno de
sus más activos frentes de batalla» sostiene una especialista
107 La obra de john Gaddis es especialmente importante. De este autor véa-
se, john Lewis Gaddis, Estados Unidos y los orígenes de la Guerra Fría. mexicana. De esta forma, prosigue, «los años de mediados
1941-1947 (Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano, 1989); «Ün del siglo XX fueron el escenario de una intensa guerra de
Moral Equivalency and Cold War History» en Ethics & lnternationa/ propaganda orquestada por ambas potencias». 110
Affairs, Vol. 10, 1996, Disponible en: http://www.mtholyoke.edu/acad/in-
trel/gaddis.htm; «Dividing the World», en We Now Know: Ret/1inking the Una amplia literatura coincide en señalar que, al menos
Cold War (New York: Oxford University Press, 1997), págs. 1-25. Capítu- en los primeros momentos, América Latina permaneció
lo disponible en: http://www.mtholyoke.edu/acad/intrel/nowknow.htm;
•The New Cold War History•, en lntermarium, Vol 2, no.1; Disponible
prácticamente ajena a la Guerra Fría. Ello corrobora 111
en: http://www.columbia.edu.cu/sipa/REGIONAIJECE/gaddis.pdf. que se trataba de una zona de «baja prioridad» si hemos
Véase también Ronald Powaski, La guerra fría. Estados Unidos y la de tomar en cuenta lo que fueron las agendas políticas de
Unión Soviética, 1917-1991 (Barcelona: Crítica, 2000); Stephen Ambro-
se, Hacia el poder global. La política exterior norteamericana desde 1938
hasta Reagan (Buenos Aires: GEL, 1992); Robert Pollard, La seguridad
109 Sobre las motivaciones que más pesaron en su decisión es interesante
económica y los orígenes de la Guerra Fría (México: Gernika, 1988); Ro-
la visión del propio presidente Truman. Véase, Harry S. Truman,
bert Service, Historia de Rusia en el siglo XX (Barcelona: Critica, 2000);
Memorias. Volumen ll, A1ios de prueba y esperanza. De Hirosliima a Ja
Robert L. jervis, «Containment Strategies in Perspective», en journal
of Cold War Studies, Vol. 8, No. 4 (Fall 2006), págs. 92-97. Disponible NATO (1945-1949) (Barcelona: Vergara, 1956). Una colección con sus
más importantes discursos puede consultarse en la Harry S. Truman
en: http://www.mitpressjournals.org/doi/absho.1162/jcws.2006.8+92
Library and Museum. Disponible en: www.trumanlibrary.org
108 Sobre ello véase Edmé Domínguez Reyes, «Relaciones URSS-Estados
110 Elisa Servín, «Propaganda y Guerra Fría: la campaña anticomunista
Unidos: Percepciones mutuas y competencia en el Tercer Mundo» en
en la prensa mexicana del medio siglo», en Signos Históricos, No. n,
Luis Maira, El Sistema Internacional y América Latina. ¿Una nueva era
(Enero-Junio de 2002), UAM lztapalapa, pág. 10.
de hegemonía norteamericana? (Buenos Aires: GEL, 1985). págs. 247-
27i. Recientemente, una reveladora investigación discute la compleja 1ll Las memorias del presidente Truman reflejan con claridad cuáles eran
y tensa relación existente entre ideología y pragmatismo a la hora sus preocupaciones principales como jefe de estado. En las mismas, el
de interpretar la actitud de los líderes soviéticos hacia sus pares es- -ampliamente promocionado en la prensa continental- viaje a Bra-
tadounidenses. Véase Nigel Gould-Davies, «Rethinking the Role of sil para cerrar la conferencia de cancilleres americanos que días antes
ldeology in lnternational Politics During the Cold War• en /ournal of había aprobado el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
Cold WarStudies, Vol.1, No. 1 (1999), págs. 90-109. También Melvyn P. -cuyos vastos alcances eran ya fácilmente apreciables- no merece
Lelfler, «lnside Enemy Archives: lhe Cold War Reopened», en Foreign mención por parte del presidente. Europa, Asia, el ~cinismo» de los
Affairs, Vol. 75, No. 4 (JuJy-August 1996). Disponible en: http://www. rusos en materia exterior y, en el plano interno, el ordenamiento co-
mtholyoke.edu/acad/intrel/lefiler.htm herente y unificación de los servicios de inteligencia con vistas a Ja

48 49
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 ·LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

ambas grandes potencias contendientes, 112 cuyas esferas de El final de la Guerra Fría y el proceso de apertura de
influencia a lo largo de todo el enfrentamiento bipolar pa- los archivos de la CIA, ha permitido saber que sus más im-
recen haber sido tácitamente respetadas. portantes acciones encubiertas estuvieron acompañadas de
Sin embargo, el continente no permaneció ajeno a la importantes campañas de prensa. 11 5
lucha ideológica por la opinión pública. Más allá de que Tradicionalmente conocida por idear golpes de estado, la
el ferviente «anticomunismo liberal» «no era nuevo», presencia de la CIA como un actor encubierto de propaganda
«durante la Guerra Fría, gracias a la generosa ayuda de la muy presente en la prensa uruguaya durante la Guerra Fría,
propaganda financiada por las autoridades norteamerica- ha recibido escasa atención por parte de los investigadores.
nas y británicas», el temor hacia el comunismo adquirió Basado en los registros documentales desclasificados
«una nueva dimensión histérica». 113 por la CIA, este trabajo explora cómo esa agencia operaba
Buena parte de esa propaganda, dirigida a influir en encubiertamente en los diarios uruguayos anticomunistas
la opinión pública, formaba parte de las operaciones encu- de la época, resumiendo los aspectos esenciales de una ope-
biertas desplegadas por la Agencia Central de Inteligencia ración de convencimiento destinada a crear una atmósfera o
(CIA). Una directiva de julio de 1950, definía a la propa- clima de opinión favorable a la «liberación» de Guatemala.
ganda como «todo esfuerzo o movimiento organizado para
distribuir información o una doctrina particular, mediante
La CIA en Uruguay:
noticias, opiniones o llamamientos, pensados para influir
en el pensamiento y en las acciones de determinado gru- un campo escasamente explorado
po». Se trataba de que «el sujeto» se mueva «en la dirección
A juzgar por lo que hasta el momento conocemos, el estu-
que uno quiere por razones que piensa son propias». 114
dio sistemático de las acciones de la CIA en Uruguay parece
central a la hora de intentar entender el posicionamiento
Guerra Fría que se iniciaba, eran las prioridades del presidente. Tres exterior de nuestro país durante la Guerra Fría.
escuetas excepciones hizo Truman respecto a «Sudamérica» -así se
refería el presidente a América Latina toda-, mencionando al pasar Respecto a ello, parece oportuno recordar que los avan-
Argentina; su «Visita oficial» de «varios días» a México y el Punto IV. ces han sido escasos y, en suma, ninguno ha llegado desde
Véase Harry Truman, Memorias, págs. 124, 125-126 y 268-269. el campo riguroso de la ciencia histórica. Así, los recuerdos
112 Gordon Connel Smith, El sistema interamericano (México: Fondo de
Cultura Económica, 1982), págs. 38-39. También: Gordon Pope Atkins,
América Latina en el sistema político internacional (Buenos Aires: GEL, 115 Sobre Irán véase Stephen Kinzer, Todos los hombres del Sha. Un golpe de
1991), págs. 34-36, 68-69. Estado norteamericano y las rafees del terror en Oriente Próximo (Bar-
celona: Debate, 2005), págs. 26-27, 225, 228; sobre Chile véase Peter
113 Eric Hobsbawm, Años interesantes. Una vida en el siglo XX (Buenos
Kornbluh, Pinochet: los archivos secretos (Barcelona: Crítica, 2004),
Aires: Crítica, 2003), pág. 167.
págs. 83-87; sobre Nicaragua véase Philip Agee [Introducción] Manua-
114 Frances S. Saunders, La CIA y la guerra fría cultural (Madrid: Debate, les de sabotaje y guerra psicológica de la CJA para derrocar al gobierno
2001), págs. 17-18. sandinista (Madrid: Fundamentos, 1985).

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LA CJA Y LOS •MED IOS» EN URUGUAY

vagos, el ensayo medianamente bien concebido y funda- propaganda». Agee recuerda que «la tarea de orquestar el
mentalmente la denuncia periodística han sido entonces tratamiento de los hechos» era «la parte más importante».
las tres formas principales para la difusión de eventuales Ello se efectivizaba por medio de canales sobre los cuales
operaciones de la CIA. siempre cabían sospechas: «libros, revistas, radio, televi-
Como es sabido, han primado los artículos periodísti- sión, calcomanías, pintura en paredes, volantes, sermones
cos.U6 En consecuencia, en buena parte de los mismos no religiosos ... [y] la prensa diaria». 11 7
resulta difícil percibir la presencia de tres elementos carac- Expresamente, Agee detalló que en el cuartel general
terísticos: primero, escasa rigurosidad metodológica en el de la CIA en Virginia existía un archivo específico sobre
tratamiento del tema; segundo, intencionalidad política; y Uruguay. Repositorio al que diligentemente eran envia-
tercero, el carácter endeble de las fuentes. das todas las informaciones generadas aquí, detalles de
Sin embargo, es precisamente en este último as- operaciones clandestinas, reclutamiento de agentes y re-
pecto donde radica el problema y se explican los magros cortes de prensa con las publicaciones de desinformación
resultados. Por el momento, la política de desclasificación diseminadas a través de los medios «amigos»} 18 Mientras
documental de la agencia en cuanto a registros específicos tanto, y por último, la utilización de «fachadas» o «tapa-
sobre Uruguay ha sido nula. deras» con las cuales encubrir el nombre de la CIA y sus
La ausencia de esas fuentes no debe inhibirnos ya que agentes, constituía otro de los elementos importantes y
otros proyectos de desclasificación muy avanzados -como sobradamente conocidos.
los casos de Guatemala y Chile-, permiten acercarnos al
conocimiento de operaciones de distinto tipo que tuvieron La crisis de Guatemala y sus
lugar en nuestro país. significados: un camino
El muy difundido «diario» del ex espía Philip Agee
puede valorarse como un manual básico. Conocedor Las fuentes que ilustran la instrumentación de la operación
íntimo de la agencia y por ende de sus estrategias opera- que a gran escala se aplicó para forzar el derrocamiento del ré-
tivas, el anterior jefe de la estación de la CIA en Uruguay gimen guatemalteco en 1954, permiten acercarnos a varias de
ha apuntado que entre los principales esfuerzos de la las operaciones de propaganda implementadas en Uruguay.
agencia estaba la tarea de tratar de «dirigir» a la opinión
pública por medio de la aplicación de «operaciones de
u7 Philip Agee, La CJA por dentro (Buenos Aires: Sudamericana, 1987),
págs. 72-n
116 El trabajo de Clara Aldrighi constituye una excepción. Véase Clara u8 Como ejemplo de ello, el día 12 de septiembre de 1964 el agente apun-
Aldrighi, •La estación montevideana de la CIA. Operaciones encu- taba que «el pobre O'Grady tendrá trabajo hasta fin de año enviando al
biertas, espionaje y manipulación política» en Brecha, Suplemento La cuartel general los recortes de todas las publicaciones sobre Cuba que
Lupa, 25 de noviembre de 2005, págs. 21-24. hemos colocado en los medios•. Philip Agee, La CIA, págs. 328-329.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LA CIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

La preparación de un clima previo proclive a la in- La puesta en marcha de ese operativo, condicionó el nor-
tervención en aquel país centroamericano fue uno de los mal desarrollo de la Décima Conferencia Interamericana de
objetivos centrales de la CIA en América Latina entre los Cancilleres celebrada en Caracas durante el mes de marzo de
años 1952-54. En consonancia con ello, la variable repetida 1954. Documentos del Departamento de Estado y de la CIA
una y otra vez a lo largo del continente puede resumirse revelan que para los EE.UU. aquella instancia internacional
así: el «comunismo internacional» se había apoderado de constituyó el «principal esfuerzo previo» en la construcción
Guatemala y este país, dominado por una potencia «forá- de un clima regional apropiado para la intervención en Gua-
nea», «ajena», constituía una «amenaza» para la seguridad temala.122 El peso decisivo de los EE.UU. en el organismo
continental y de EE.UU. en particular. 119 regional, la Organización de Estados Americanos (OEA),
le aseguraba una votación favorable a sus intereses, que en
la oportunidad se dirigieron hacia la creación del «máximo
La Conferencia de Caracas
antagonismo contra el régimen objetivo» por medio de la
Acicateado por el exitoso golpe contra el Primer Ministro aplicación de fuertes «presiones diplomáticas».123
iraní, 120 el presidente estadounidense Dwight Eisenhower Para procurar aislar a Guatemala, las demás «repú-
autorizó la puesta en marcha de una operación similar blicas hermanas» debían convencerse que era comunista.
para derribar al gobierno guatemalteco a finales de 1953. Hacia allí se dirigieron los esfuerzos propagandísticos y a
El plan general de acción aprobado en la oportunidad esos efectos respondió la inclusión de una moción antico-
preveía «remover en forma encubierta» al presidente Ar- munista por medio de la cual se unificarían Jos esfuerzos en
benz para luego «instalar y sustentar, encubiertamente, un la «represión» de «agentes comunistas», promoviéndose el
gobierno pro-EE.UU.». 121 intercambio de información entre los servicios de inteligen-
cia de los países del hemisferio.
Presididos por el secretario de Estado, John Foster Dulles,
119 «Esta habilidad de transformar al agresor en la víctima y a la víctima la delegación estadounidense presente en Caracas hizo circu-
en el agresor tiene raíces muy hondas en la historia de los EE.UU.» y lar entre sus colegas un trabajo que describía la penetración
es «un componente clave» de la «política exterior de Estados Unidos del movimiento comunista internacional en Guatemala. 124
hasta hoy» escribe Fiero Gleijeses en el prólogo a la edición en caste-
llano de su excelente estudio sobre la revolución guatemalteca. Véase
Fiero Gleijeses, La esperanza, pág. XLI.
122 «Report Prepared in the U.S. Information Agency», en FRUS, Guate-
120 Sobre ello véase Stephen Kinzer, Todos los hombres del sha; Douglas
mala, pág. 432.
Little, «Mission Impossible: The CIA and the Cult of Covert Action
in the Middle East», en Diplomatic History Vol. 28, No. 5 (November 123 CIA, «Guatemala - General Plan of Action», Doc. No. 135875, 12 Nov-
2004), págs. 663-701. ember 1953.
i21 CIA, «Guatemala-General Plan of Action», Doc. No. 135875, 12 Nov- 124 Aunque no se dijo, el estudio al que hacemos referencia («Soviet
ember 1953. Communism in Guatemala») había sido confeccionado por la CIA.

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 ·LACIA Y LOS « MEDlOS• EN URUGUAY

En suma, un «equipo de cobertura especial de la Dicha constatación no es novedosa: la prensa afín a los
agencia en la Conferencia de Caracas alimentó una con- sectores de izquierda denunciaba en reiteradas oportunidades
tinua corriente de noticias ( ... ) [con] fotos, [y] registros que los diarios más importantes de Uruguay publicaban como
de cintas concentradas en la resolución anticomunista y propias notas que recibían de la Embajada de los EE.UU. Sin
la solitaria oposición de Guatemala». «Fondos especiales» embrago, medio siglo después, aquellas intuiciones pueden
de CIA acompañaron el desarrollo de la Conferencia. Se ser documentadas. De esta forma, se partirá de estudiar cuáles
filtraron «cables» y estos se enviaron a «todas las misiones» eran las sugerencias operativas de la CIA para luego observar
dispersas por América Latina junto a «rápidas bolsas» que cómo las mismas quedan expresadas en varios programas de
contenían «materiales» de propaganda. Para ello, prosi- radio, editoriales y artículos sin firma publicados en la prensa.
gue el documento, «los oficiales de campo» mantuvieron Un memorándum donde se detallan los «apoyos
reuniones y conversaciones «con editores, comentaristas, hemisféricos» con que se acompañaba a la operación encu-
líderes de la opinión pública» de los medios de prensa más bierta que pronto daría comienzo en Guatemala, en su ítem
afines a los objetivos anticomunistas. 125 dedicado a Uruguay informaba que se «está utilizando toda
la prensa y las facilidades en radio» para tratar los siguientes
Los «medios amigos» «temas»: Guatemala «recibe órdenes de Moscú», es la «base
de operaciones de una conspiración comunista» y apunta a
En el contexto de polarización propio de la Guerra Fría los la «desunión del Hemisferio». 126
medios escritos de nuestro país ya habían tomado posición
La acción de la CIA no era visible y ella se canalizaba
respecto al enfrentamiento bipolar. Sin embargo, todo indica
a través de la utilización de «tapaderas» o «frentes» que
que con algunos periódicos, radios e instituciones anticomu-
intentaban mostrar la independencia de sus juicios. Hoy
nistas montevideanas, la CIA mantenía un vínculo cercano.
puede probarse, según revela otro memorándum, que en
nuestro país una de esas «organizaciones controladas» era
Fue manejado en fo rma «reservada» por los representantes urugua- el Movimiento Antitotalitario del Uruguay, organización
yos a pedido de sus pares estadounidenses. Dos copias se conservan anticomunista de muy visible labor durante aquellos años y
entre la documentación del Archivo Histórico de la cancillería uru-
cuyos principales dirigentes contaban con espacios regulares
guaya, y los subrayados y observaciones manuscritas contenidas en
uno de ellos dan cuenta de un pormenorizado estudio. AMREU, Fon- en radios y la denominada «prensa grande» del Uruguay. 127
do: Legaciones y Embajadas, Embajada de Uruguay en los EE.UU.,
Caja 52, Carpetas 31 y 33. El mismo estudio puede consultarse entre
la documentación liberada por la agencia. Véase C!A, «Operational.
Return of PBSUCCESS Documents», Doc. No. 916926, 26 March 126 ClA, «Hemisphere Support of PBSUCCESS», Doc. No. 913376, 16 Fe-
1954 y ClA, «Material on Guatemalan Communism far Holland», bruary 1954.
Doc. No. 916351, 16 April 1954.
127 Los medios escritos de escaso poder de difusión y reducido tiraje se refe-
125 «Report Prepared in the U. S. lnformation Agency», en FRUS, Guate- rían comúnmente en esos términos a la prensa anticomunista uruguaya.
mala, págs. 433-434. CIA, «Telegram to CbiefofStation», Doc. No. 917353, 15May1954.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LACIA Y LOS « MEDIOS» EN URUGUAY

Por esos días, la CIA destacó, entre las «acciones sus fuentes en Montevideo están borrados, en su edición
tomadas en preparación de la Décima Conferencia Intera- del día 11 el matutino dio cuenta de que las «notas infor-
mericana», dos operaciones de propaganda implementadas mativas» sobre el comunismo pertenecían al «compañero»
en Montevideo para convencer al remiso gobierno oriental Diego Luján, quien con «notable acopio de datos del mejor
a que acompañase con su voto favorable la condena de un origen» era ya un especialista en «temas de esta índole».1 29
ambiguo «comunismo internacional». Con un lenguaje por momentos virulento, los artícu-
Una, los análisis emitidos a través del programa radial «La los confeccionados por la CIA y publicados bajo la firma de
Prensa en el Aire», audición que «consagró sus transmisiones» Luján apuntaban a que América conociera la situación de
del 23 al 27 de febrero de 1954 a la «situación de Guatemala». Guatemala, país que «conspira contra la seguridad gene-
Y dos, la continuación de «Una serie de editoriales ral» por el establecimiento de un gobierno «de conocidos
sobre la Infiltración Comunista en América con énfasis en jerarcas comunistas». A su entender, el caso de Arbenz y
Guatemala ... [que] han aparecido entre el 17 y 20 de febre- «SU corte comunista» merecían un «meditado» estudio por
ro y entre el 24 y 28 de febrero inclusive». l28 parte de los cancilleres americanos, ya que es el primer
Las audiciones de radio antes mencionadas se emitían «gobierno de ... de este continente, que ha podido ser ga-
diariamente -en horario central- a través de CX 12 Radio nado por elementos sovietistas» y cuyas «maniobras» son
Oriental a las 19: 15 horas. En ellas disertaban connotados an- la «Consecuencia directa de un plan perfectamente previsto
ticomunistas y entre sus habituales colaboradores estaban los por los jerarcas rusos ... [:] disponer de posiciones estraté-
redactores de los diarios El País, La Mañana, El Día (Diego gicas desde las cuales descargar el golpe, en el no deseado
Luján, Juan Miguel Delgado Reyes y Alceo Revello respecti- día de un segundo Pearl Harbon>. A consecuencia de lo
vamente) y varios referentes del Movimiento Antitotalitario cual la conclusión lógica era «que se procure aislar el foco
antes citado, entre ellos Plinio Torres y Ornar Ibargoyen. Al- e impedir que el marxismo pueda minar las bases de la or-
gunas de esas intervenciones eran transcriptas en la página denación democrática del continente». 130
editorial de La Mañana y su extensión obligaba a que los ex- Sin embargo, la campaña de prensa no culminó allí,
tractos aparecieran durante dos o tres días consecutivos. informando El País que terminadas las «notas» de Luján,
En cuanto a la «serie de editoriales», el documento de «destinaremos el mismo espacio a transcribir el 'plan
la CIA se refiere a los artículos publicados por El País en las comunista de agitación continental basado en consignas
fechas mencionadas y que continuaron los días 5, 6 y 8 de de Moscú' que acaba de publicar el caracterizado órgano
marzo. Aunque en los informes de la CIA los nombres de

129 El País, u de marzo de 1954·


128 CIA, «Actions Taken in Preparation for the Tenth lnter-American Con- 130 Extractos de los artículos publicados en El País, 17 al 20 de febrero de
ference to be at Caracas, Venezuela•, Doc. No. 913130. 5 May 1954· 1954; 24 al 28 de febrero de 1954; 5, 6 y 8 de marzo de 1954.

58 59
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPITULO 2 · LA C IA Y LOS «MEDIOS » EN URUGUAY

Uruguay fue uno de esos países «seleccionados»)' el matuti-


no El País el medio elegido para colocar esos «materiales».
Los artículos en cuestión fueron publicados los días 11,
13, 14 y 17 de marzo. Merecen especial atención los comen-
tarios finales del último de ellos pues, «a la vista de toda esta
información, es evidente que la extremada [sic] 133 peligro-
sidad atribuida a los manejos comunistas en Guatemala no
tiene la menor relación real con la defensa de ningún interés
económico concreto, por poderoso que sea, ni menos con
ambiciones del 'imperialismo norteamericano'. Es, sencilla-
mente, la toma de conocimiento, cuando todavía es tiempo
de evitarlo, de una amenaza efectiva y gravísima que pesa so-
bre la situación americana, sobre la solidaridad hemisférica,
Uno de los artículos preparados por la CIA y publicado en El País, 6 de que el Kremlin quiere romper a cualquier precio». «América,
marzo de 1954, pág. 2.
unida y libre ... debe asumir plenamente su responsabilidad
histórica, impidiendo que Guatemala ni ninguna otra tierra
El Mercurio de Chile, para lo cual hemos solicitado la de- americana caigan bajo la esclavitud comunista». 134
bida autorización».13 1
Sensibilizar acerca del peligro inminente que repre-
Cincuenta años más tarde, el comentario editorial sentaba Guatemala como avanzada del sovietismo era
parece dudoso: es poco probable que El País formulara tal una de las líneas propagandísticas propuestas. En conso-
pedido de «autorización» a su colega El Mercurio. Como nancia con ello, dos artículos de actualidad extranjera sin
revela un documento estadounidense, se trataba de «opera- firma publicados en la página editorial de La Mañana los
ciones de campo» de la CIA destinadas a mostrar el «diseño días 7 y 9 de marzo, ponían el acento en «la potencialidad
comunista y la penetración de ellos en el Hemisferio». El militar» y el «poderío militar y aéreo» del Soviet, que, con
«exitoso proyecto» había sido preparado «en enero» y la sólo decidirlo, podía incursionar por tierras sudamerica-
«colocación de [dichos] materiales» en «un diario chileno» nas en breves momentos.
precedió a la etapa posterior, que incluyó su reimpresión
Al día siguiente, el 10 de marzo, desde El Día se pu-
«en otros países seleccionados con la atribución chilena» . 132
blicitó que era «la Unidad Panamericana» lo que estaba

131 El País, 11 de marzo de 1954.


133 Se trata de un error en la traducción.
132 «Report Prepared in the U. S. Information Agency», en FRUS, Guate-
mala, pág. 433. 134 El País, 17 de marzo de i954.

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 ·LA ClA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

«en juego en Caracas», para lo cual se hacía un llamado al canciller guatemalteco Guillermo Toriello, piezas oratorias
«sentido de responsabilidad americano». debidamente silenciadas por la prensa anticomunista uru-
Otras dos directivas de la CIA pasaban por remarcar guaya. Sin embargo, un memorándum de la CIA fechado el
la «soledad» de Guatemala en la Conferencia y denunciar 29 de marzo nos ayuda a comprender la actitud del gobier-
la situación imperante en ese país en cuanto a la prensa se no: «el voto uruguayo fue obtenido» luego de «señalar[le]
refiere. Sobre lo primero, el 24 de marzo La Mañana des- informalmente» al «presidente de la delegación» uruguaya
tacó que «Guatemala está batiendo un récord ... en sus «que el apoyo que podían esperar de Estados Unidos en
propuestas y oposiciones. Todas con un voto. El suyo, entre caso de [una] agresión Argentina dependía en gran medida
20 países». Tres días antes, una columna en El Día describía de la posición anticomunista ... en la conferencia». D 6
el «peligro» que corría «la prensa independiente en Guate-
mala», país donde se restringía la libertad de opinión «tal y Juan José Arévalo en Montevideo
corno se practica en la Unión Soviética».
Pese a la indudable «victoria moral» conseguida por la delega-
ción guatemalteca en Caracas, donde los discursos emitidos
El resultado final
por el canciller Toriello concitaron vivos aplausos, el resulta-
En Caracas, la delegación uruguaya se mostraba parca do de la reunión ponía al descubierto el aislamiento en que
y no daba muestras de acompañar la moción de Foster había quedado su país, donde por ese entonces la posibilidad
Dulles. Al momento de contar los votos, Guatemala se de una invasión se sentía cada vez con más fucrza. 137
opuso, Argentina y México se abstuvieron y nuestro país Fruto de ello y de otras evidencias -por ejemplo, la
finalmente dio el sí. Uno de nuestros delegados, el especia- exhibición pública de tropas «rebeldes» en Honduras-, el
lista en Derecho Internacional Dr. Jiménez de Aréchaga gobierno de Arbenz compró un cargamento de armas che-
confesó que habían aceptado «Sin entusiasmo ... y sin el cas eludiendo así el cerco norteamericano que le prohibía la
sentimiento de estar contribuyendo a la adopción de una importación de material bélico desde 1948. Fueron trans-
medida constructiva». 1) 5 portadas en secreto por un buque sueco y la CIA se enteró
En el momento, el partido gobernante ensayó
dístintas fórmulas para explicar la contradicción, signi-
ficativa si tenemos en cuenta la cerrada defensa edítorial 136 CIA, «Reported by Mr. [ ) On OAS Conference», Doc. No. 135896, 29
que desde el periódico del oficialismo se hizo respecto de March 1954· La hipótesis de una incursión armada argentina pesaba
Guatemala. Acción publicó la totalidad de los discursos del fuertemente desde los años cuarenta. Sobre las conflictivas relaciones
entre ambos paises: juan Oddone, Vecinos en discordia; y Ana Maria
Rodrlguez Aycaguer, Entre la hermandad y el panamericanismo. El Gobi-
erno de Amézaga y las relaciones con Argentina (Montevideo: Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación, Papeles de Trabajo, 2004).
135 Citado en Gordon Connel-Smith, El sistema interamericano (México:
Fondo de Cultura Económica). 1982, pág. i97. 137 Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 381.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LA CIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

demasiado tarde, evaluando que si hundía el barco sería !aron por nuestra cancillería, que debía convencerse y aceptar
imposible negar la implicancia de EE.UU. Decidió sabotear ser la capital donde se decidiera la suerte de Guatemala. 140
la red ferroviaria que transportaría el armamento, pero los
tres intentos fallaron. Ante ese escenario, los analistas con-
La presencia del ex presidente guatemalteco
cluyeron que la importación podía ser bien aprovechada,
abriéndose un período de «bonanza en términos de propa- Juan José Arévalo, primer presidente democrático de Gua-
ganda». 138 La «bonanza» le permitió a Foster Dulles advertir temala (1945-51) oficiaba como embajador sin sede de su
a las demás repúblicas americanas que ello demostraba el país y desde que Arbenz lo sucedió había viajado por Euro-
apoyo de la URSS. «Guatemala es el país más armado de pa y América Latina.
toda América Central» y las armas ahora le permiten «do- La CIA lo conocía bien y vigilaba de cerca, preocupada
minar militarmente la región» indicó. 139 por su popularidad y prestigio. 141 Ante la gravedad de la
El continente fue puesto en alerta a través de una co- hora, la segunda semana de junio de 1954 el ex presidente
piosa red de rumores diseminada por medio de Ja prensa. llegó a Uruguay para contrarrestar las denuncias contra
Su más significativa expresión, el avistamiento de presuntos Guatemala. Se reunió con autoridades locales y personali-
«submarinos soviéticos» navegando las costas caribeñas. dades poüticas, conferenció para un nutrido y heterogéneo
En esferas diplomáticas, EE.UU. presionó para que la público, fue agasajado con una cena por el recién creado
OEA convocase urgentemente a una reunión de consulta Movimiento de Defensa a Guatemala y su presencia sirvió
que dejara abierta la posibilidad de una acción colectiva para mostrar como el público local repudiaba lo que parecía
sobre Guatemala invocando el Tratado Interamericano de una segura invasión a Guatemala. 142
Asistencia Recíproca de 1947. La estación de la CIA en Montevideo montó una intensa
Montevideo fue propuesta como sede y los estudios serie de ataques para mellar la ascendente figura de Arévalo.
sobre la «Sovietización» de aquel país centroamericano circu- Algo similar se había instrumentado poco antes en Chile,

i 38 Es probable que la CIA supiera que las armas no eran precisamente 140 El embajador uruguayo en EE.UU. remitió a Montevideo cinco docu-
sofisticadas: restos de la Segunda Guerra mundial, muchas estaban mentos sobre «la infiltración del movimiento comunista» en Guatemala,
inutilizadas y se constató que las «piezas de artillería tenían rueda de lamentándose no «poder traducirlos», «dada su extensión y la urgencia
madera•. Nick Cullather, PBSUCCESS, pág. 84. que impone hacerlo llegar a manos del Señor Ministro». AMREU,
Fondo: Legaciones y Embajadas, Sección: Embajada de Uruguay en Jos
139 Ministerio de Relaciones Exteriores, Asesoría Técnica, Memorándum EE.UU., Caja 52, Carpeta 32, Aerograma 1037, 2 de junio de 1954.
Confidencial, Informaciones recibidas por la Cancillería sobre la com-
pra de armas hecha por el Gobierno de Guatemala y otros antecedentes, i41 Por un detallado informe biográfico, con dos de sus cinco páginas
27 de mayo de 1954, pág. IV. En AMREU, Fondo: Ministerio de Rela- censuradas véase: CIA. «Biographic Data on Guatemalan personali-
ciones Exteriores de Uruguay, Sección: Guatemala, Caja 1, Carpeta 12, ties-Juan Jose Arevalo•, Doc. No. 928374, 28 December 1953.
«Guatemala. Situación política. 1954•. 142 Sobre ello véase el capítulo siguiente.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 •LACIA Y LOS «MED IOS» EN URUGUAY

donde fue denunciado por un Movimiento Anticomunis- El resumen de actividades efectuadas entre el 8 y el 14 de junio
ta.143 La virulencia de éste generó la inquietud del entonces de 1954 es ilustrativo ya que aparecen con nitidez las caracte-
senador Salvador Allende, que pidió al ministro de Interior rísticas del operativo puesto en marcha en Montevideo.
de su país una investigación, teniendo escasa receptividad Primero, en vistas de la estadía del guatemalteco en
pues la CIA sabía que, «privadamente, el subsecretario de nuestra capital se dice que «Se hacen intentos para arreglar
Interior animó al movimiento a que continuara el ataque una entrevista con Arévalo y un agente controlado durante
contra el guatemalteco». 144 la cual las preguntas principales serán hechas para la ex-
El mismo documento recién citado indica que un frente plotación de algún periódico». Segundo, se señala que «la
«anticomunista chileno cablegrafió a los periódicos de Mon- suspensión de las libertades en Guatemala» fue portada en
tevideo advirtiendo que Arévalo es un agitador rojo». En el «la prensa local», tal y como estaba sugerido en el ítem e)
parlamento de Uruguay, el senador Eduardo Rodríguez La- de los «temas» a tratar. Tercero, aparecen destacados dos
rreta -también director de El País-, confirmó lo puntillo- «punzantes editoriales en El País sobre la situación de Gua-
sos que solían ser los informes de la CIA cuando sus agentes temala». Cuarto, se consigna que «a sugerencia de [nombre
resumían las tareas cumplidas: «Hoy he recibido en mi diario censurado] La Mañana publicó un editorial alabando el
un telegrama del Movimiento Antitotalitario de Chile en el camino democrático en que Costa Rica resolvió sus dificul-
cual se expresa: Denunciamos a la conciencia del Uruguay la tades con la UFCO sin recurrir al comunismo». Artículo
presencia de un comunista militante, el señor Arévalo».145 comentado días más tarde por «el Embajador de Costa Rica
En su oficina central la CIA ponía en limpio las prin- [que] respondió en una larga carta extendiéndose sobre el
cipales operaciones propagandísticas desarrolladas en cada mismo tema en un espacio especial de la página editorial».
país latinoamericano, lo que permitía evaluar globalmente el Quinto, queda claro que mientras se está «pendiente del
estado de la opinión pública y en base a ello sugerir ideas. [próximo] arribo de material KUGOWN», 146se «ha arregla-
do para su editorialización una serie de desarrollos abiertos»
que siguen las «líneas sugeridas por los cuarteles generales».
Por ello, uno de los agentes reportaba que «la cobertura de
143 En un documento de la CIA están adjuntados los panfletos que circu-
laban por las calles de Santiago informando que Arévalo era «el más
prensa sobre Guatemala continúa siendo muy buena». 147
alto dirigente del Komminform» y que viajaba «continuamente» como Luego de omitir cualquier referencia a la llegada de Aré-
«encargado de repartir por América del Sur las consignas del Krem-
valo y a los actos públicos programados en su nutrida agenda,
lin>•. CIA, «General Kugown Specific-Arevalo notice from Chile»,
Doc. No. 923153, 28 May 1954
144 CIA, «Cable Re C:ruatemala 1954 Coup», Doc. No. 922508, 11 )une 1954.
Véase también Salvador Allende, Obras escogidas (Santiago de Chile: 146 Nombre en clave para referirse a «propaganda».
Antártica-Chile en el Siglo XX, 1992), págs. t81-182.
147 CIA. «Progress Report PBSUCCESS for the period 8-14 )une 1954»,
145 El País, 11 de junio de 1954. Doc. No. 921914, 15 )une 1954.

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LA CIA Y LOS «MED IOS» EN URUGUAY

los habituales medios escritos (El Día, El País, La Mañana y tidamente la «conspiración» de la UFCO, desde tiendas
El Plata) y orales con que contaba la CIA en Montevideo anticomunistas se esforzaban una y otra vez por separar
desplegaron una intensa acción de contra-propaganda. términos, distinguiendo el «brote comunista» del «dife-
Muy probablemente inspirado por la condición de rendo» económico. Consignado ello, debe agregarse que el
educador del guatemalleco, y en observancia de la excelente tono y los términos del artículo al que se hacía referencia
imagen que éste había dejado ante el nutrido público juve- en el reporte de inteligencia revelan que se había conce-
nil que lo fuera a escuchar a la Universidad, un editorial sin bido siguiendo una «sugerencia». «Costa Rica ha luchado
firma en uno de esos periódicos advertía sobre «el peligro» de frente contra la 'United Fruit', sosteniendo sus derechos
que representan para «la juventud» los «maestros y profeso- con rectitud y energía»; «Guatemala, en cambio, pretende
res ... que son adeptos» a la «expansión totalitaria». Cuerpo presentar esa lucha como excusa de su entrega al totali-
docente que, al decir del editorialista, se aprovecha de «la tarismo rojo y de su traición a la causa de la solidaridad
plasticidad espiritual de la juventud, [de] su falta de expe- continental» decía, entre otras cosas, el editorial. 15º
riencia y su natural inclinación por aquello que se presenta Dos días después y como también se mencionaba en
como nuevo, [y que] seduce a la juventud».' 48 el registro de la CIA, el Ministro de Costa Rica mostró su
Los «punzantes» artículos de El País fueron los publi- orgullo por el editorial publicado. Opinó que «frente al
cados en su editorial los días 15 y 18 de junio. Atacaban comunismo, no andamos con titubeos» ya que «el pueblo
frontalmente las «interpretaciones carentes de fundamen- costarricense lleva en su propia carne marcadas las cicatrices
to» de Arévalo, que aportaría algo si «demostrara que no del recuerdo del paso por el Poder de los comunistas», tras lo
hay en la afinidad del Gobierno de Guatemala con Rusia el cual no evitó expresar este sincero deseo: «Dios quiera que
germen de una quinta columna para una acción sorpresiva los pueblos americanos no tengan que pasar por Ja misma
contra el Canal de Panamá».' 49 experiencia nuestra para galvanizar su anticomunismo». 151
El otro de los medios nombrados, La Mañana , efecti- Mientras Arévalo permanecía en Montevideo y de-
vamente se ocupó del problema de la UFCO y Costa Rica. nunciaba ante el público local maniobras de Ja UFCO en
Debe decirse que el diferendo entre Guatemala y esa com- su país, la prensa anticomunista volvía a insistir en el caso
pañía bananera venía siendo tratado extensamente por la de Costa Rica, país presentado como ejemplo de «libera-
prensa uruguaya desde finales de 1953. Para ese entonces, ción sin comunismo». 152 Camino seguido por una serie de
las posiciones parecían bien claras: mientras la prensa insistentes artículos que ponían el acento en recalcar las
de izquierda y el sector nacionalista denunciaban repe-

150 La Mañana, 28 de mayo de 1954.

148 El País, 11 de junio de 1954. 151 La Ma1iana, 30 de mayo de 1954.

149 El País, 15 y 18 de junio de 1954· 152 La Mañana, 16 de junio de 1954.

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ROBERTO GARcfA FERRE!RA
CAPITULO 2 · LA CIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

«ventajas» que gracias a su democrática actitud obtenía le hicie~o? llegar una invitación para participar de una de
José Figueres para Costa Rica. 153 sus ~ud1c1ones. En un principio, el guatemalteco aceptó,
Por su parte, El Plata recibió a Arévalo con una re- declinando concurrir poco después, seguramente alertado
ferencia al inminente arribo del contingente comunista de .~uáles eran los. contenidos habituales del programa y de
a suelo americano. 154 Un asilado boliviano le dirigió una qmenes eran sus mtegrantes. Por ello el ex presidente sólo
extensa «carta abierta>) con cinco preguntas de algo que la conversó informalmente con los periodistas del menciona-
CIA consideraba muy conveniente tratar: las libertades en do espacio en un café montevideano. 1ss
Guatemala. 155 «Un demócrata bien informado>) dijo saber
que los 700 pesos de alquiler del Cine Astor -donde Aré- «Victoria» momentánea
valo disertó en una oportunidad- fueron costeados por
una «filial de un movimiento dirigido por los soviéticos». 156 La gruesa munición disparada y de lo cual lo anterior es una
«De una fuente absolutamente seria», El Día fue informa- ínfima muestra, no pudo contrarrestar un estado de ánimo
do de que Arévalo «habría incurrido en una temeridad» ampliamente favorable con Guatemala.
al señalar que el «fascismo europeo» estaba enquistado en Cuando Arévalo llegó, un cable desde nuestra canci-
EE.UU. Un juicio que el editorialista no compartía pero llería a Washington informaba que Uruguay acompañaba
sí entendía, porque coincidía «en forma sugestiva con el
lenguaje que los comunistas de Moscú utilizan». 157
Como decía el documento oportunamente citado, la 158 El ~spacio radial era publicitado diariamente desde las páginas edi-
CIA se esforzó por conseguir una entrevista con Arévalo a tonales de los medios anticomunistas y, en suma, los contenidos de
través de sus «agentes controlados». Estuvo cerca de lograr- las alocuciones eran publicados en columnas estables fundamental-
mente en la Mañana. Debe agregarse que durante el mes de abril de
lo ya que los columnistas del programa radial «La prensa ese 1954, uno de los locutores del programa dio lectura a una carta
en el aire» -emitido diariamente en horario central-, donde el ex presidente Arévalo agradecía al Encargado de Negocios
de la URSS en México los apo~os prestados a los revolucionarios gua-
temaltecos en 1944. El contenido de ese y los siguientes programas, al
parecer muy escuchados en Montevideo, provocaron una agria pro.
test~ del Embaja~or de Guatemala ante Argentina y Uruguay, Manuel
153 El País, 17, 23, 24, 25 y 27 de junio de 1954. Gahch. Por medio de una carta pública, éste denunció la falsedad
154 El Plata, 7 de junio de 1954. Días más tarde, este medio escrito difundió del documento y solicitó a sus conductores la exhibición del mismo
una detallada «exposición cronológica» de los avances del comunismo cosa que no consiguió. Sobre la vinculación del programa con l~
en Guatemala. C!A véase CIA, «Actions Taken in Preparation for the Tenth Jnter·
American Conference_ to be at Caracas, Venezuela», Doc. No. 913130.
155 El Plata y El Día publicaron el texto completo los día~ 10 y 12 de junio 5 May 1954. Sobre los intentos para conseguir un debate con Arévalo
de 1954 respectivamente. en ~l programa radial véase El País, 13 de junio de 19 54. La carta de
156 El País, 20 de junio de 1954. Gahch y sus repercusiones en Acción, 20 de abril de 1954 ; Marcha, i8
de mayo de 1954; Justicia, 3 de mayo de 1954. La respuesta del locutor
157 El Día, 14 de junio de 1954. mvolucrado, Plinio Torres, en Marcha, 28 de mayo de 1954.
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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 2 • LA CIA Y LOS « MEDIOS• EN URUGUAY

con su «voto favorable» la «Convocatoria a la reunión» y del mes de junio de 1954, momento propicio para comen-
aceptaba «sea Montevideo su sede». 159 zar una invasión paramilitar destinada a «remover» al
Los días siguientes, las movilizaciones y expresiones a presidente de Guatemala.
que dio lugar Arévalo fueron determinantes, mostrando que
el «clima» montevideano no era propicio para una instancia «Construir» y/o «dirigir» la opinión
internacional de ese tipo. En razón de ello, el Departamento Más que seguir la incursión armada con sus pormenores,
de Estado consultó si la reunión podría hacerse en una «lo- conviene hacer hincapié en los aspectos teóricos sobre
calidad cercana» como Punta del Este. Sin embargo, al día los cuales se sustentaban estas operaciones de propa-
siguiente Uruguay informó que concurriría pero desistía ganda. Para ello, un documento de la CIA expone con
como organizador, lo que corroboraba que, al menos mo- mayúscula claridad la estrategia y sus fundamentos. El
mentáneamente, Arévalo había triunfado. 160 analista debe partir de «Un marco de referencia que tenga
en consideración» la «receptividad tradicional de la gen-
La invasión a Guatemala te hacia cierto conjunto de ideas». En función de ello, el
Los breves días de Arévalo en Montevideo mostraron que «recolector de la información» debe permanecer alertado
ésta capital no podía oficiar de sede para una reunión para dirigir cualquier hecho o rumor «Contra el objetivo
internacional de consulta destinada a pronunciarse en y contra los elementos principales de su apoyo así como
favor de una intervención colectiva contra Guatemala. A para crear una atmósfera de duda, confusión [y] pérdida
pocos meses de las elecciones y en vista de la manifiesta final de la confianza». 16 1
solidaridad que expresaran importantes sectores polí- A las que eran sus dos columnas «regulares» en los
ticos y sociales de nuestro medio, el gobierno optó por diarios El Día y El País -firmadas por «C. Verax» y «Di-
dar marcha atrás. De todas maneras, la actitud de nuestra plomático» respectivamente 162- , la estación local de la CIA
diplomacia en nada afectaba un calendario definido de sumó una gran cantidad de artículos tendientes a instalar
antemano por los analistas de la CIA, quienes habían tra-
zado un escenario que preveía alcanzar la máxima presión
económica, diplomática, psicológica y militar a mediados
161 CIA, «Üperational Procedures, PBSUCCESS. Psychological Intelli-
gence (PI)», Doc. No. 913949, 29 January 1954.
162 En una oportunidad, los fundamentos expresados en una de sus en-
tregas (El Pafs, 20 de junio de 1954) son idénticos a los que constan
159 AMREU, Fondo: Legaciones y Embajadas, Sección: Embajada de Uru-
en un documento •reservado» que la Embajada de EE.UU. le hiciera
guay en los EE.UU., Caja 52, Carpeta 32, Cable B4233, 7 de junio de 1954.
llegar a nuestra cancillería a los efectos de que Uruguay negara «los
160 AMREU, Fondo: Legaciones y Embajadas, Sección: Embajada de Uru- documentos necesarios para viajar a aquellas personas que lo hacen al
guay en los EE.UU., Caja 52, Carpeta 32, Cables Bi442 y B4245, 16y17 servicio de los intereses del comunismo». AMREU, Fondo: Ministerio
de junio de 1954 respectivamente. de Relaciones Exteriores, Caja CDCS, Carpeta 5, Doc. No. 259.

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ROBERTO GARCÍA FERRE!RA CAPITULO 2 · LA ClA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

en el imaginario público uruguayo la idea de que en Guate-


mala se había entronizado una dictadura de tipo soviético
donde se violaban reiteradamente los derechos civiles.
Además, se consideraba que el abierto «apoyo» dado por
la URSS al pequeño país centroamericano -recuérdese el
episodio de las armas checas- constituía una «flagrante»
11.r;o: SLll:C
intervención de una potencia foránea en los asuntos del
1(: J tn C3?.2"1 (C!'JT ''l.}1 J
hemisferio occidental lo cual reclamaba asumir la respon- f . ~:.::!( ,~~-1":'! C. • .1·1•:-c :'oC) ~kf!Cl.C'S PA0-~-11.1..T ftl.)"J~~
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sabilidad de una «acción colectiva y multilateral» que de .u·•VflC!) 1~; 1.f.<:J.L ":'::1, :!'T llQ..1 1:1.·::: l.f' et: ~i•\(1'~t~Q~
CU'J'lt: 1 ~1"l.'"':t• • ... .: ;-•CI.\,; . (• , •. - '" \

forma urgente aislase el foco comunista. 163 !?, ($l :X .u·~ :·~".YJ.•JnU...~~- ~-~:!P'lílr.:l V.~Tr l ~ TG 2i
11· ::ilt>J'í~T Of' -1.1[?". 1)-.:i~~lj~~·.C -b.\Tt iJC_'.;'.'.l'3i:":.'THt: Fl.VM.l.['{f.

La no liberación al público de los materiales de pren- M\?(f'l CQvr s ····~o:. ;. ~~- rl'.:Htl (1( rv.:rr.'::;A rE 'CJJATQ.V.L.l". '..--;;
}. ~,-1.~ !., r:.; ..)ii~ ::.·-:::aocr:¡ r:-.· rH ~ro1t.r.e1c1 - ~J \.
sa generados por la estación de la CIA en Montevideo
impide cuantificar detalladamente la totalidad de lo pu- ~cr1C'11 ',¡ ITU
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blicado durante los días de la invasión. 164 Sin embargo, 1
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" -1. r,_..,, · r...t-J ...L 1 '. :•.r ~ .1 . ..r: re.1.1 ( .. LS;,. re~~ r WI .'IS1'.C'. ~
entre los documentos públicos hay un informe de campo
I~. 'll ~- ,J&l' J: ·; •",'!.o\H•l :;''C!hl!ST': l:{Lfl D'.J..C{~'H fl (';-1 1,
enviado desde Montevideo donde consta que durante la oi¡~··'11T U A~~.J.,.. :"\\. ,- !JL"l\1>°1'.:k:;.

semana finalizada el 24 de junio, los agentes contabili- '> · r•:. ·l \._c.. s, .. 11"':--~•1:.i1 ...r.r,,¡:co.f,1 :¡,.<r'>(ttrr,
1 ;-, , tT 1
zaron 36 artículos anti Guatemala. Cifra que permitía
superar los 29 artículos pro Guatemala aparecidos duran- Mensaje secreto de la Estación de la CIA en Montevideo informando
te el mismo período de tiempo, haciéndose la salvedad sobre cómo Uruguay seguía los acontecimientos relativos a la situación
de que el recuento no incluía lo publicado en el órgano de Guatemala. CIA, Doc. No. 921188 pág. l.
comunista Justicia. 165

El cine y la prensa
163 CIA. «Progress Report-PBSUCCESS for the Period 8-14 June 1954», El breve repaso de cómo la «prensa grande» uruguaya «ana-
Doc. No. 921914, 15 June i954. lizó» u «opinó» mientras la crisis de Guatemala llegaba a su
164 No sucede lo mismo con los materiales de propaganda generados por desenlace final, nuevamente revela una especial concordan-
la estación Guatemala, hechos públicos totalmente y donde sí pueden
cia con lo que eran las directivas trazadas por la CIA. 166
verse, adjuntados, los artículos en inglés junto a su debida traducción
al español, indicándose también en alguna oportunidad el medio es-
crito al que sería enviado para su publicación.
165 CIA, «Cable To Director From (Deleted) Re Guatemala 1954 Coup», 166 CIA. «Kugown-PBSUCCESS-Soviet Submarine Operatíon (W/At-
Doc. No. 921188, 24 June 1954. tachments)», Doc. No. 916617, 7 April i954.

74 75
ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPITULO 2 ·LACIA Y LOS •MEDIOS • EN URUGUAY

Considerado un eficaz instrumento de difusión ideo- se plantea que «la dictadura de Arbenz y sus secuaces» han
lógica, el cine constituyó uno de los campos de batalla de la conseguido establecer un «régimen de torturas» en aquel
Guerra Fría. A los efectos del tema que nos ocupa, interesa país. 169 En similares términos, El Día indicó que las noticias
establecer que mientras Guatemala era invadida, dos cines que llegaban de Guatemala «hablan de la intensificación de
de Montevideo estrenaron sendas películas anticomunistas. las persecuciones de todo género que allí llevan a cabo los
Algunos indicios parecen indicar que la simultaneidad no gobernantes contra todo opositor». «Técnica» o «cacería
era casual. Primero, una de ellas tenía como escenario y del hombre» que, según se decía, distaba de ser original ya
tema principal una electrizante «misión suicida en Gua- que «los perseguidores comunistas» dirigidos por Arbenz
temala». Y segundo, se advierte que junto al comentario y procedían «como lo hicieron los agentes rojos en la hora de
anuncio del film, una «organización controlada» de la CIA la agonía republicana en España». 170
-el Movimiento Antitotalitario-, aprovechaba el espacio A la vez, desde El País se informó que en Guatemala «ar-
para promocionarlo y solicitar colaboraciones en estos tér- den las papas» pues «cada mañana nos enteramos de que han
minos: «No espere a defender la libertad cuando la haya huído ... decenas de personas». A su juicio, tales hechos «per-
perdido. Coopere con quienes la están defendiendo». 167 miten deducir que el gobierno se hace cada vez más fuerte» y,
En una oportunidad, un análisis aparecido en la página a medida que «se ha ido acentuando su pro-sovietismo», una
editorial de El País llegó a identificar a Arbenz con el líder era la conclusión: «otra dictadura, pues, se ha entronizado en
comunista Ho Chi Minh. A primera vista, el anticomunismo el Caribe. Esta, para peor, con tipo soviético». 171
allí expresado concordaba con lo que era una clara posición La «sovietización» de Guatemala constituía otro de
editorial del diario y por lo tanto no sorprende. Sin embargo, los aspectos a publicitar. En La Mañana ese punto fue
la insistencia con que se criticaba al presidente guatemalteco tratado extensamente, advirtiéndose que aquella nación
por no aplicar el artículo 32 de la constitución de su país centroamericana estaba «Completamente dominada por
muestra especial coherencia con lo que puede leerse en un los comunistas». Éstos, los elementos principales y apoyo
documento de acciones de propaganda de la CIA. 168 fundamental de una «Sangrienta tiranía» que según el edito-
Como fuera aclarado, para la CIA era redituable tratar rialista iba en camino de adoptar una «política amenazadora
las persecuciones de opositores en Guatemala. En esa línea frente a los demás países centroamericanos», tendiendo a
se encuentra un editorial del matutino La Mañana, donde «sembrar en ellos las más graves perturbaciones». 172

167 El Plata, 27 de junio de 1954· 169 La Mariana, 27 de mayo de 1954.


168 El citado articulo constitucional prohibía la acción de los partidos 170 El Día, 9 de junio de 1954·
políticos internacionales en Guatemala. El País, 12 de mayo de 1954;
171 El País, 9 de junio de 1954.
CIA. •General-KUGOWN 32 Marking Campaign», Doc. No. 916945,
24 March 1954· 172 La Mañana, 26 de mayo de 1954.

76 77
CAPÍTULO 2 • LACIA Y LOS •MEDIOS~ EN URUGUAY
ROBERTO GARCIA FERREIRA

El Plata aportó poco después una detallada «exposición =-= mi


Guatemala: Cabecera de puente en ·et hemisferio ::
cronológica» de los avances del movimiento comunista que
se preparaba para «dominar a Guatemala».' 73
occidental del comunismo mundial
<Primero de una Sttic f'<'~it:'irrnes de impor1.P.nc:1 en lat
a
CH)
do tres artfcul05 sobtt et l("("eionet 1<'~:\l y t~cnic:i. Ho
Iniciada la invasión de los mercenarios comandados • comunismo en Gua.tema- En Las pro\'mdas o depafta.. de:
• 11>. ~
mf'nt.os la Adm1ni'ltraci6n de la
• En su rrn?osaie a¡ Congreso. en rdonna a~ari• «tá diTl~idu pQI' 1'111
por Castillo Armas, El Día publicó una extensa serie de • mano de etle ru'lo el Presirl~.. 01'gani2ac1ones <:0munut.as. $4il m~
• te de la Rcpúbliell de Guat•m•· rep,..,..ntantt'11 •• h•llan re.pkl· "::
artículos que analizaban el caso de Guatemala como <<cabe- ,. >a .Tacobo Arbcnz Gumún - dado• p~r IM Jtfos de potida,
~ wroncl dcl e¡ército y padrino ucado• del regl!t.ro dtl par o di
cera de puente en el hemisferio occidental del comunismo •

del *'movunfonlo ttVolucionano''
- dijo qut' oponerse a los co-
comun1~t~.
Et método rl• rolocor eomun •

mundial». 174 En esa línea iban las notas difundidas por La •



ro.unista• y tratar de aislarlos !m·
plkarla el suicidio de su pro-
tas en las ol1c1n.. dtl gobierno P<
no •<' limita a u Sccttlarla O. t1i
craina y de su admmlsuaeión. Agricultura. Y no es fonna al· '1
Mañana bajo el título «Guatemala y Checoslovaquia. El · Los hechos hpn eonf!rmado sus ¡una uccidcntol: constituye la 11
· temor<!S. EJ G6biert>O de Guate- pr.ueba J)3tcntt' de \A lntiltracl6o ~
paralelismo de las dos situaciones».'75 Por esos días, un • mala Se baila aJ borde de con· romunista dentro del aparo\o :;u· ~
! vt'rtirse en un activo satélite dcl bernamental do Guatrmala - In· '
editorial de El País advertía que lo de Guatemala evidencia- mundo sov1M.Jco.
El coron~l Arbcrtz '1 su pbl•
cluyendo e1 J>Od.-r 1ud.ic,al- ' 1
dentro de 1aa or¡anu.acionea 'P<>-
ba que «el sovietismo golpea la puerta» y «por eso se hace nete se ha\W\ tul. ~ c:on Ul~ ~~ .i J.iiltltut<> d
urgente prevenir, por todos los medios ... el crecimiento de ~:.la~
1 lulo
:.,.:, ~:Í
da aetu.,. contra una ~
s.au>-ldad Sooial qua AdmJn15•
In las 1~ ..,.,i.1.,. Y mau.>d
, Uc;a que el partido comunlata - ..-and.. sumas de díneT'O
las actividades del comunismo».' 76 • ba 1m ...to • n ~ de Altonso Solona
; J:n ~ád, Ja consiaten"' P'~ndca, antlltJO miembro
J cooperación con loe camuniltu. partido comunista mexh:aoo.
Como estaba previsto en el plan general de acción en- ~ ba sido para e\ CO<'Ol>e1 Art>enz micno tiempo. So!Ct'zano
l, una forma de t'Dlo suicidio. Y n4ndez • dlTCClol' dl>l
cubierta, la invasión sería acreditada a los EE.UU. por lo ba colocado a Guatemala eo UD& d«l Pueblo" 6rp.no que
¡ lltuaclón tan pa.rad6jlca y peU· da vadlar .la ori«ntadón de
cual una evidente acción de propaganda era presentar los 1 ....... para tu propia IDd~ ~nd• 909Wtle&. El
cleoda, como Jo es para todo el tam'bUn .,. Ja poUtica
episodios como algo interno entre guatemaltecos.
La Mañana dirigió su esfuerzo en esa dirección: «la
política pro soviética del gobierno guatemalteco» creó
un «grave problema» a la «comunidad hemisférica», lo pragmatismo: «el hecho de que se hayan organizado en un
que ambientó el estallido revolucionario al frente del cual país vecino no basta para darle carácter ... de intervención
«se encuentran notorios militantes guatemaltecos» y no extranjera» pues «la historia de las luchas civiles en Latino-
extranjeros. Reconociendo que tal vez el mismo hubiera américa está plagada de episodios similares».' 77
partido desde el exterior, el columnista invitó a que la opi- Sin apoyo internacional y traicionado por el Ejército
nión pública montevideana juzgara ello sin extrañeza y con guatemalteco que negó su concurso a la hora de enfrentarse
al invasor, la tarde del 27 de jumo el presidente Arbenz dio
el paso al costado. El acto habría de marcarlo por el resto de
173 El Plata, 18 de junio de 1954. sus días y aquél discurso entrecortado de renuncia sólo era
174 El Día, 22, 23 y 25 de junio de 1954.
175 La Mañana, 23 y 24 de junio de 1954.
176 El País, 22 de junio de 1954. 177 La Maña11a, 24 de junio de 1954.

78 79
ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 2 ·LACIA Y LOS « MEDIOS» EN URUGUAY

TODO ESTO Igualmente, no parece ocioso agregar que las líneas que
- - - - - - YA SUCEDIO ...
anteceden ilustran las aristas principales de una estrategia

Guatemala y Checoesíovaquia de guerra psicológica que la CIA valoró positivamente, pues


según uno de sus analistas, «el lenguaje, los argumentos y
las técnicas del episodio ArbenZ» fueron «usados en Cuba a
El PARALELISMO DE LAS DOS SI1'U1iCIOf!ES
principios de la década de 1960, en Brasil en 1964, en Repú-
El rtlato cie los hechoa que se b:ln -:- po:1.a.ucla, P'ieo!:n~er fut:: Is. "tigurn
'Vtinld.o auced.lendo tn Oua.tetn.nla de que afmboazo el "goblcrr.o de coal
blica Dominicana en 1965 y en Chile en 1973». 179
JD!tl a 19M, dejan a1 obs.ervador con cton" -¡ que colaboró 1ncond.t~lm:?.
la ldea de que tod.o esto ha suce· rnentc con Joa comuo1&t3.3 y !es DYl'
d.ldo anta en otro lugar. d6 a a.sumir el control supremo. Ja
Y ca cierto. TOd.o tato sucedió en M.asaryk. el gran patriota checo, qu
ChecouloVaquJ.a, de 1945 a lla8. ocupó la cartu·a de Re!aeloc.. l.'>
La reeltllte hlotorla de ••toa dos terloru r pereció tnglcamente .,
pal&es, tan dlleren~ en tantae co- JHS, dl)o una vez el• Fl•~Ungu
::ato~:C~:! :f=~a:1~~Ja~ ;aiab1:1':n":o~~~a: 1g, ~\~eism:
1
t&. c1lr.lgldo por .M"""1l • .., IDtUttó en porece c¡ue tuera mii.t ltal!nlato. qu
Ju altas ..teru ollclalu y tomo po- st.llll ......
<ler del goblano. La téen.lca u la
Jntmia. aunque :u!&ptada tn¡enJou· 111
~Q~1~.~~P.~~~0rn\~;;~
1
lnent& a altuaclonoa dlterel)tu.
<Clálto 60n l01 hechoa poraleloo? 'Elte método tfptcnmente <"omu
l l Un peque6o grupo comunlat& nl.atl.\ aparece como unl\ h<morab?r
lllltlUldo en Moecú, to= el poder. coalición de partidos, e.ntrc los cua-
=.,~~~;:1i,~Oll~r ~~
coznunltta''.
.. ' les d pa.rUdo c;omuntsta. rep!"tS&Zlt.2:
una minorta. Xl propósito eaenc!aJ
de uta tictlca es crear una co.m1n
2) COnt<ol del Ejecutl•o .., del Po· do tuerza dentro do la cual la. co-
det J,eglslatl•o por lnedlo de la tór• munLstu pueden obllga.r • lOI o:zm
mula del "!r•nte nacton•l", dentro parUdoa a Jugar aue carta.a: otro ,u.
del cu"1 loe comuni.tu puoden na- pecto d.e eata. táotlC3 es haur que la
ptatatonna poUtlca da Ja CO<lJ.lctc..n
11e5)c~~°!r~,1~~ ~un::¡~: ruu.lte mAs azucarada. pera que el
tertal•e: P¡-opaganda y PoJICla.
~) MonO'pOllo del mo•IJ:lllmto de P0:~~~e 1~a::,~e~jetti::l: d~ociii..
loa \.raba.1'-doree por . tnedto dC' JA tlco n.oclont.1 eat4 formado por cua....
tro partid~: d comu o~ta (Partldo
:U~n0 ~~~'°:!~~~leal, Ouawm&Heco de Trabajo), P.or:J,do
de AccJ.ón .R~voluclonsri.. PariJdo d.e
~~:1&\1~~1~fg: ::ir~~';,~
.....Una..,,..i... ~d~~f~~~~~:~rnJ=al l:J:
breve eoml)8:ra.ctón de ut.o. 6 juntam11nt.C1. utoe part-ld:os controfan
&1 de toa 68 curut.t. d.el congreM>.
re~ d~:~.t:rm-u:i'~~ T!: •u.oque Ja. comuntataa •ólo ()('lfJ.!Cl!I
4. P!s'S' f!!lldoe ~l~n ea ~ re·
bAcl!Qo d• loldoo.

No. 12 (Abril-Junio de 2005), págs. 51-66; «La CIA y el exilio de Jacobo


el comienzo de un tormentoso exilio que, al cabo de una Arbenz», en Perfiles Latinoamericanos, No. 28 {Julio-Diciembre de
sistemática campaña de desinformación orquestada por la 2006) FLACSO-México, págs. 59-82; «El caso Arbenz y las operacio-
nes encubiertas de la CIA: ¿modelo de operación propagandística?»,
CIA, terminó borrándolo de la historia de su país. 178
inédito, se publicará en Revista Historia de América, No. 136, Instituto
Panamericano de Geografía e Historia, México; «The CIA and Jacobo
Arbenz: History ofa Desinformation Campaign?,» inédito, se publica-
178 Un reswnen del mismo y una explicación más detallada de esta hi- rá en Journal of1hird World Studies (Fall 2008), Georgia, EE.UU.
pótesis en Roberto García Ferreira, «Jacobo Arbenz: la CIA tras un 179 Marlise Simons, «Guatemala: The Coming Dangen>, en Nick Cul-
presidente», en Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala, lather, PBSUCCESS, pág. 117.

80 81
3. «EL CASO DE GUATEMALA»:
ARÉVALO, ARBENZ Y LA IZQUIERDA
URUGUAYA, 1950-1971 180

Resumen
Eclipsada por la posterior y victoriosa revolución cubana, el
fuerte impacto de la guatemalteca (1944-1954) en Uruguay
ha pasado casi desapercibido. Pese a las distancias geográ-
ficas, los partidos y militantes de la izquierda uruguaya se
mostraron especialmente sensibilizados por la revolución
guatemalteca: primero, viviendo con intensidad el proceso
de reformas en pro de la liberación económica; y segundo,
asistiendo con impotencia a la invasión y posterior renun-
cia del presidente Jacobo Arbenz en 1954.
El vacío historiográfico explica por qué el tema no
forma parte de los programas y textos vigentes en Forma-
ción Docente y Educación Secundaria. Sin embargo, dicha
ausencia parece desconocer las manifiestas solidaridades te-
jidas en torno a una causa que desde el Uruguay fue sentida
como propia. Partiendo de ello, el presente trabajo muestra
la huella dejada en la izquierda uruguaya por Arbenz y Juan
José Arévalo, los dos protagonistas más visibles de la «pri-
mavera democrática» de Guatemala.

i8o Publicado en Mesoamérica, No. 49 (Enero-Diciembre de 2007), Plum-


sock Mesoamerican Studíes, South Woodstock, Vermont, EE.UU.,
págs. 25-58. El autor agradece los comentarios de los evaluadores exter-
nos y las sugerencias de los editores, Armando J. Alfonzo y W. George
Lovell, quienes aprobaron su reproducción en esta oportunidad.

83
ROBERTO GARCÍA FERRE!RA CAPÍTULO 3 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

Las turbulencias derivadas de la crisis del sistema capi- atención. Luego de ello, al Uruguay van llegando las más
talista en 1929 propiciaron el establecimiento de regímenes importantes acciones de su gobierno que se inscriben den-
dictatoriales a lo largo de Centroamérica. Jorge Ubico en tro de una corriente nacionalista moderada: la reforma
Guatemala, Maximiliano Hernández Martínez en El Salva- constitucional de 1945; el Código del Trabajo en 1947; la
dor, Tiburcio Carías en Honduras y Anastasia Somoza en experiencia de fomento a la producción industrial por parte
Nicaragua fueron sus representantes. Tres lustros más tarde, del Estado; la cancelación de relaciones diplomáticas con la
el impulso de las ideas democráticas que cobraba fuerza tras España franquista; las primeras escaramuzas con la empre-
lo que iba a ser el abatimiento del nazismo en Europa con- sa bananera UFCO y con el embajador de EE.UU. Richard
virtió en anacrónicas las dictaduras centroamericanas. De Patterson, constituyen los primeros ejemplos.
esta forma, solamente Somoza logró mantenerse en el po- La elección democrática del sucesor de Arévalo, Jacobo
der, a la vez que las caídas de Ubico y Hernández Martínez Arbenz (1913-1971), a finales de 1950, mereció un oportu-
simbolizaban el más evidente signo de los tiempos nuevos. no destaque pues, según Marcha, 181 ello mostraba el «éxito
El proceso revolucionario guatemalteco, iniciado en oc- de las ideas de Arévalo y de la actitud antiimperialista de
tubre de 1944, constituyó un caso particular que, poco a poco, Guatemala». 182 Dos meses más tarde, igual se hacía con e1
comenzó a ser analizado desde Uruguay. Situada en la zona de ascenso de aquél, hecho festejado porque era la «primera vez
influencia más próxima a los EE.UU., en Guatemala se habían que el mando se transmite en Guatemala por vía legal». La
conseguido unificar importantes sectores de militares jóve- información, acompañada con un afectuoso saludo al nuevo
nes, comerciantes, profesores y estudiantes universitarios que mandatario, implicaba además un sentido reconocimiento
derribaron al General Ubico y poco más tarde a su sucesor,
Federico Ponce Vaides. De allí en más, los logros más signi-
181 Fundado en 1939 por el economista Carlos Quijano, Marcha apare-
ficativos de la nueva democracia fueron despertando en los cía semanalmente los días viernes y ha sido considerado por varios
partidos y simpatizantes de izquierda uruguayos un creciente especialistas como un baluarte del pensamiento crítico uruguayo y
interés que habría de transformarse en manifiesta solidaridad latinoamericano. En palabras del historiador argentino Tulio Halperin,
«había muy poco en la producción intelectual uruguaya que no busca-
una vez que los conflictos de ese pequeño país con los EE.UU. ra y encontrara acceso a esa vidriera que el semanario habla abierto al
ocuparan las principales planas de los periódicos. mundo». «Una vez por semana», prosigue el mismo autor, «Marcha se
constituía en el escaparate en que se desplegaban los productos de la
vida cultural uruguaya». Fue censurado por la dictadura militar en no-
La Revolución guatemalteca y viembre 1974 y su director falleció en el exilio en junio de i984. Aquella
«exitosa prolongación» por más de tres décadas -siempre a juicio de
la prensa uruguaya Halperin- «significó una hazaña, ya que no imposible, sí por lo menos
altamente improbable». Tulio Halperin Donghi, «Apertura» en Mabel
La celebración de las primeras elecciones democráticas Moraña y Horacio Machín (Eds.), Marcha y América Latina (Pittsburg:
y el ascenso de su vencedor, el maestro Juan José Aréva- Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, 2003), pág. i9.
lo (1904-1990), concitaron en Uruguay una temprana i82 Marcha, 12 de enero de 1950.

84 85
ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPITULO 3 · LACIA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

al «gran Presidente saliente ... incorporado en forma defini- importa resaltar lo que significaba para los comunistas lo-
tiva a las grandes figuras de la democracia americana». 183 cales: «Guatemala expresa ... un ejemplo resplandeciente de
Bajo Arbenz el programa revolucionario habría de ace- dignidad y coraje», enseñando «que es posible derrotar al
lerarse. La Reforma Agraria, en palabras del propio Arbenz, imperialismo yanqui en sus mismas fauces» con una política
el fruto más hermoso de la Revolución, 184 constituyó el eje «anti-imperialista, progresista y soberana» .183
principal de todo un proyecto de cambio estructural que, Becado por la UNESCO, uno de los redactores de Mar-
una vez detenido por la invasión, parecía exitoso. Aquellos cha, el maestro uruguayo Julio Castro permaneció casi dos
logros concitaron cada vez con mayor intensidad la atención años en México. Aquella estadía le permitió seguir de cerca
de los sectores de la izquierda uruguaya que no dudaron en los acontecimientos guatemaltecos desde 1952. Así, a finales
identificar a Guatemala como una avanzada de la lucha por de ese año, Castro publicó en Marcha un detallado análisis
la soberanía latinoamericana. de cómo Arbenz aplicaba con éxito sus planes contra el lati-
Aún antes de la Reforma Agraria, Marcha ya advertía fundio, al que apuntaba con decisión para así «modificar su
que Arbenz venía «soportando una sorda ofensiva yanqui», estructura agraria» .189 La expropiación de las tierras incultas
preguntándose si lograría «mantenerse también como Aré- que mantenía en Guatemala la UFCO promovió una áspera
valo durante todo su período». 185 Días más tarde, fusticia 1u reclamación por parte de esta compañía que además amena-
denunció que Guatemala se encontraba «amenazada por Wall zó con retirarse del país. La «firme decisión» de Arbenz para
Street», cuyas «voraces ambiciones» enjuiciaban al presiden- seguir adelante sin dilaciones, pese a las protestas internas y
te guatemalteco por estar «prisionero de los comunistas», un externas, mereció también los aplausos de Marcha. 190
tópico atacado por el comunismo uruguayo, para quien Ar- El hecho de que la UFCO fuera secundada por el De-
benz era «democrático-burgués» y por ende «dista bastante partamento de Estado estadounidense generó sospechas
de ser comunista». 187 Votada en el Congreso guatemalteco, la y denuncias. Se dudaba de la sinceridad con que desde el
ley agraria fue saludada con «júbilo» por Justicia, pues aquel Partido Republicano y el gobierno del presidente Dwight Ei-
era un «triunfo del pueblo de Guatemala». Tanto como ello, senhower se publicitaba que Arbenz y sus colaboradores más
cercanos eran dirigidos por el «Comunismo internacional».
En tales circunstancias, el más importante de los dirigentes
183 Marcha, 16 de marzo de 1951.
socialistas de Uruguay, Emilio Frugoni, editorializó que
184 )im Handy, «The Most Precious». la actitud de EE.UU., preso de un creciente «fanatismo»,
185 Marcha , 7 de marzo de 1952.
186 En ese entonces, periódico del Partido Comunista uruguayo. Se pub-
licaba diariamentt y luego de la crisis interna vivida por el partido en
188 Justicia, 8 de agosto 1952.
1955 pasó a Uamarse El Popular, comenzando a circular diariamente en
febrero de 1957. 189 Marcha, 14 de noviembre de 1952.
187 Justicia , 14 de marzo de 1952. 190 Marcha, 17 de abril de 1953.

86 87
ROBERTO GARCÍA FERREíRA CAPÍTULO 3 · LA ClA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

constituía un «retroceso... hacia formas de diplomacia del «avance comunista» en la región, particularmente en
que chocan abiertamente con la sensibilidad de los pueblos Guatemala y Bolivia. La intensidad de esas «campañas inte-
latinoamericanos» y revelan una «mala vecindad» . 191 Poco resadas, que tienen un común origen, dirigidas a desacreditar
después y de manera simultánea, Marcha y El Sol se ocupa- a los regímenes guatemalteco y boliviano», llevó a que Mar-
ron cada vez con mayor insistencia del caso guatemalteco. cha editorializara una posición cada vez más definida en la
La continuación de las protestas de EE.UU. ante Guatemala defensa de ambos países, «innegablemente gratos a la causa
daba pie para ello. Marcha publicitó entonces la enérgica de la emancipación de los pueblos latinoamericanos».196
respuesta del embajador guatemalteco en Washington ante
el Departamento de Estado, destacando con mayúsculas los «Al matadero»:
párrafos que denunciaban la intromisión del gobierno esta-
dounidense en un asunto interno de Guatemala. 192 El mismo
la censura a Guatemala en Caracas
semanario repasó poco después con más detenimiento las Los documentos de la CIA permiten conocer cómo dicha
declaraciones del saliente presidente Harry S. Truman, quien institución desde finales de 1952 comenzó a diseminar
advirtió que la filosofía que inspiraba al nuevo gobierno re- un conjunto de denuncias tendientes a desprestigiar a
publicano sería «ayudar a los grandes negocios». 193 Arbenz. Una vez aprobada a finales de 1953, la acción en-
Desde filas socialistas se invitó a los lectores para concu- cubierta preparó el terreno para removerlo de su gobierno
rrir a una discusión abierta sobre el problema de Guatemala sobre la base de que el presidente estaba «controlado por
en la Casa del Pueblo de Montevideo. 194 Los resultados de la comunistas». 197 Las evidencias indican que la campaña
instancia y la avidez de los militantes por enterarse con más propagandística adquirió de allí en más un carácter siste-
detalle de lo que ocurría en el país centroamericano motiva- mático y creció considerablemente el número de artículos
ron a que, en sus ediciones siguientes, El Sol irrumpiera con y la intensidad de las denuncias.
una serie de notas exclusivas. 195 A esa altura, la prensa anti-
Como estaba previsto en la tercera etapa del plan de
comunista difundía casi a diario «noticias» que apuntaban a
la operación de la CIA, aplicar fuertes «presiones diplomá-
instalar en el imaginario latinoamericano el grave problema
ticas» a través de la OEA constituía un punto importante,
pues añadía un elemento más a la denominada «concentra-
i91 El Sol, 5 de mayo de 1953. El Sol era el medio escrito del Partido Socialista ción» de fuerzas contra el objetivo. 198
uruguayo y se publicaba semanalmente.
192 Marcha, 4 de septiembre de 1953.
193 Marcha, 12 de septiembre de 1953· 196 Marcha, 30 de octubre de 1953·
194 El Sol, 9 de septiembre de 1953· 197 ClA, «Guatemala - General Plan of Action», Doc. No. 135875, 12 No-
vember 1953·
195 El Sol, 16 de septiembre de 1953; 30 de septiembre de 1953 y 7 de octu-
bre de 1953. 198 Sobre ello véase el capítulo dos.

88 89
ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 3 · LACIA Y LOS ~MEDIOS• EN URUGUAY

Los ecos de esa campaña hicieron reaccionar en Uru- pusieron a este gobierno en una difícil disyuntiva. De todas
guay a los sectores de izquierda. Con lo que eran sus escasos formas, y pese al desagrado público emitido por el emba-
medios, socialistas, terceristas 199 y comun istas, acompañados jador uruguayo en EE.UU., José Mora Otero, el gobierno
por los estudiantes universitarios, trataron de contraponerse colegiado resolvió por unanimidad enviar representantes.201
ante lo que era una inusitada avalancha de denuncias contra Ante tal decisión, El Sol opinó que Jos socialistas
Guatemala. Marcha, cuya postura militante declaraba desde uruguayos tenían «sobradas razones para entender que ...
siempre su disgusto por el panamericanismo «creado y diri- el capitalismo yanqui maneja el caso Guatemala con el
gido por Washington», se refirió al lugar de reunión como prejuicio y la cólera que les hace ver como entregado al
el «escenario ensangrentado de Caracas» considerando que comunismo todo gobierno que adopte disposiciones con-
sus temas eran una «farsa».200 En ese momento Venezuela trarias a los intereses» de la «United Fruit Company». 204
estaba bajo Ja dictadura del coronel Marcos Pérez Jiménez, Las delegaciones latinoamericanas deseosas de discutir
quien mantenía amordazada a la prensa y en las cárceles a temas económicos no se vieron correspondidas por su socio
6,000 presos políticos.201 En función de ello, los sectores de mayor. EE.UU. había concurrido a Caracas con un objetivo
izquierda se plegaron a la idea de que Uruguay saboteara Ja político inmediato y la nada disimulada presión del Secretario
instancia no enviando delegación. En la ocasión los socialis- de Estado John Foster Dulles para que la resolución antico-
tas fueron contundentes: «no debe irse a Caracas», declaró El munista fuera votada rápidamente mereció críticas en los
Sol, pues «el asesinato político está oficializado en el país en el círculos de izquierda.205 Con el voto contrario de Guatemala
cual se reunirá la OEA» titulaba en enero. 202 La presión de la y las abstenciones de Argentina y México, los delegados
oposición izquierdista, la negativa de Costa Rica a concurrir censuraron, sin nombrar casos específicos, las actividades
y los sugestivos recortes al temario defendido por Uruguay de un ambiguo «comunismo internacional» en el continente

i99 Hacemos referencia a la denominada «tercera posición» -en materia


de política internacional en el contexto de la Guerra Fría-, a la que Archivo General de la Nación (AGN), Tomo XXll, Acta 396, sesión del 17
203
se había plegado el semanario Marcha desde que la misma comenzara de febrero de 1954, «Concurrencia a la X Conferencia Interarnericana».
a oficializarse a escala mundial luego del célebre discurso de Henry
A. Wallace (1888-1965) en el Madison Square Garden de Nueva York 204 El Sol, 24 de febrero de 1954.
en septiembre de 1946. Existe una amplia literatura sobre el punto, El ex embajador del Brasil en Washington, Ernani do Amara! Peixoto,
205
para una reciente y precisa aclaración sobre los alcances de la misma, recordaba en estos término> los tiempos de Foster Dulles al frente de
véase Yarnandú Acosta, «Arturo Ardao: la inteligencia filosófica y el los asuntos exteriores de su pais: «( ... ) entraba a la sala de conferen-
discernimiento del tercerismo en Marcha», en Mabel Moraña y Hora- cias, no estrechaba la mano de ninguno, transmitía a los diplomáticos
cio Machín (Eds.) Marcha, págs. 123-161. la resolución y silla de la misma forma, haciendo apenas un gesto con
200 Marcha, 12 de junio de 1953. la cabeza y sin oír ninguna opinión». Citado en Luiz Alberto Moniz
Bandeira, Argentina, Brasil y Estados Unidos de la Triple Alianza al
201 El País, 1 de marzo de 1954. MERCOSUR: conflicto e integración en América del Sur (Buenos Aires:
202 El Sol, 27 de enero de 1954. Norma, 2004), pág. 340.

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPÍTULO 3 · LA CIA Y LOS •MEDIOS» EN URUGUAY

americano, lo cual podía poner en marcha el mecanismo de


defensa recíproca aprobado en Río de Janeiro en 1947.
Ante los resultados de Caracas, el socialismo emitió
un duro comunicado criticando la «psicosis continental»
creada por EE.UU. 206 Tras advertir que «Guatemala está
sola», Marcha dedicó un espacio a repasar los últimos
años de su historia, subrayando que debía mirarse con
más atención el ejemplo de Arbenz, «un hombre fuerte,
joven y sobre todo audaz», representante del «más enérgi-
co movimiento popular latinoamericano».2º7 Mientras, los
comunistas calificaron como una «infamia» lo sucedido en
Venezuela, invitando a unificarse a «todos los compatrio- Armas de fabricación soviética halladas en Nicaragua por un cam-
tas» en torno a la causa guatemalteca. 208 pesino cerca de una de las fincas del dictador Anastasio Somoza. Se
trataba de una operación de la CIA llamada en clave "Washtub". Life,
5 de julio de 1954, pág. 18.
«Una ráfaga de americanismo»:
la visita de Arévalo a Montevideo
armas de «fabricación rusa» cerca de una de las fincas del
Pese a los vivos aplausos concitados por la delegación gua- dictador nicaragüense. 209
temalteca en Caracas, su país había quedado aislado. La Con ese clima, el ex presidente Arévalo llegó a visitar
invasión parecía inminente y como consecuencia Arbenz
Montevideo, buscando impedir que esta capital oficiara de
compró en Checoslovaquia un cargamento de armas. A raíz
sede de una reunión de consulta que podría destinarse a
de ese episodio, las denuncias contra Guatemala continua-
intervenir en Guatemala. En la memoria de toda una gene-
ron creciendo. Al avistamiento de «submarinos soviéticos»
en las costas caribeñas se sumó el «descubrimiento» por ración, la presencia del profesor universitario guatemalteco
parte de Anastasio Somoza de un presunto «Complot» para dejó una huella imborrable. Las muestras de simpatía fue-
asesinarle, hecho que dio pie para una dudosa captura de ron repetidas. Y, en un momento de fragmentación

209 ClA, «KUGOWN-PBSUCCESS. Soviet Submarine Operation», Doc.


No. 916667, 7 April 1954 y «Telegram From Operation PBSUCCESS
206 El Sol, 17 de marzo de 1954. Headquarters in Florida to the Central Intelligence Agency», 19 Feb-
207 Marcha, 12 de marzo de 1954 y 5 de febrero de 1954. ruary 19 1954 en FRUS, Guatemala, págs. 196-197. Consúltese también
Knut Walter, El régimen de Anastasio Somoza, i936-1956 (Managua:
208 Justicia, 15 de abril de 1954. Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, 2004), pág. 365.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 3 · LA CIA Y LOS «M EDIOS» EN URUGUAY

ideológica entre los sectores de la izquierda uruguaya, el políticos de Uruguay. Tras dos horas, el ex presidente guate-
prestigio del ex mandatario sirvió para congregar con in- malt~co cerró su oratoria. El hotel donde se alojaba estaba
usitada unanimidad de criterio a socialistas, comunistas y relativ~ente cercano, por lo que, espontáneamente, un gru-
terceristas. Debido a ese poder de convocatoria, la estación po de JOVenes emprendió el camino a pie junto al visitante
local de la CIA montó un vasto operativo de prensa. 210 por la Avenida 18 de julio. Luego de los actos públicos, Aré-
Desde Marcha, Arturo Ardao se encargó de recibirlo valo se. hizo merecedor de un «cóctel» en su honor por parte
con unos «rápidos apuntes» que demostraban que cono- del reoén creado «Movimiento de Defensa a Guatemala». En
cía muy bien la obra de Arévalo, «en estos momentos un el hotel donde permanecía, cronistas del Partido Socialista
símbolo y una bandera de una gran causa latinoameri- tuvieron un mano a mano con Arévalo, quien no ocultó «una
cana». 211 Justic!a no pasó por alto su arribo, dando una gran. simpat.ía por EL SOL» y «admiración por el Dr. Frugoni,
a qwen le pido que salude en mi nombre». Además, Arévalo
amplia cobertura a toda su estadía. El «grato huésped»
suplicó que «le diga que su libro 'Las tres dimensiones de la
e «ilustre americano» merecía, para los comunistas
democracia' me ha sido sumamente ilustrativo».214
uruguayos, el respeto y la «ardiente solidaridad» de las
«masas». 212 No menos elocuentes fueron los socialistas al Marcha publicó las versiones taquigráficas de las dos
informar e invitar al público a concurrir al Paraninfo de c~nferencias pronunciadas por Arévalo mientras que El Sol
dio a conocer la primera de ellas. 21s
la Universidad para escuchar al «destacado intelectual»,
«emisario» de una Guatemala «abanderada ... de las na- ~1 c~bo de aquella intensa semana, «una ráfaga de
ciones hispanoamericanas». 21 3 am~ncamsmo» 216 impregnó a la opinión pública local

El cine Astor y el recinto universitario se vieron desbor- º.b~1ga~d~ .ª que el gobierno uruguayo modificara su po-
s1c1ón mmal respecto a la reunión de consulta. Además
dados por la numerosa presencia de un público ávido por
de dar la razón a Arévalo en su visita a Montevideo la
escucharlo. Las butacas no alcanzaron y en las fotografías
marcha atrás adoptada por el gobierno parece rev~lar
publicadas por El Debate, Justicia y El Sol se ve a un nada
cuán trabajoso era para este país equilibrar una conducta
despreciable número de espectadores de pie. En el estrado
tradicionalmente amistosa hacia los EE.uu.217 sin herir
donde disertó, Arévalo fue acompañado por destacadas
personalidades públicas representantes de todos los partidos
214 El Sol, 23 de junio de 1954.
215 Marcha, 11 de junio de 1954 y i8 de junio de i954; y El Sol, 16 de junio
210 Véase el capítulo dos. de i954.

211 Marcha, 11 de junio de 1954 y 25 de junio de 1954 [Suplemento Aniver- 216 La expresión fue de Frugoni. El Sol, 16 de junio de 1954 .
sario]. 217 Al momento de trat~ el tema y en una muestra más de lo espinoso que
2.12 Justicia, 7 de junio de 1954. le resultaba, el Conse10 Nacional de Gobierno deliberó en sesión secreta.
Un. documento «confidencial y reservado» entre los materiales del Dr.
213 El Sol, 9 de junio 1954. )ose Mora Otero (embajador uruguayo en EE.UU. y casi con toda seguri-

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA
CAPÍTULO 3· LACIA Y LOS • MEDIOS» EN URUGUAY

ostensiblemente la sensibilidad de la opinión pública local «Guatemala está sola»:


durante un año en que, como ese de 1954, se celebrarían
elecciones nacionales.218
la solidaridad con el país invadido
Al mando de un pequeño grupo mercenario y proceden-
dad su autor), sin duda influyó en la decisión final. En él se recomendaba te de la frontera con Honduras, Carlos Castillo Armas se
que Uruguay acompañase la posición estadounidense por dos elementos adentró en territorio guatemalteco para «liberar» al país del
fundamentales. Primero, porque la •cooperación de Estados Unidos» era
vital •para nuestra seguridad». Y segundo, porque de no ser así existía la
comunismo. Previamente, una sostenida y bien planificada
firme posibilidad de que Estados Unidos tomara una decisión unilateral campaña de rumores generó temor entre la población y
omitiendo sus compromisos panamericanos. •Por mi parte, a mf me pre- descontroló al gobierno. Sin embargo, la clave estuvo en el
ocupa mucho la posibilidad de que Estados Unidos llegara a abandonar
sus compromisos de consulta en último término. No debemos olvidar ejército, decididamente anticomunista y temeroso de que
que la opinión pública en Estados Unidos atraviesa por momentos crfti- detrás de Castillo Armas llegaban los marines estadouni-
cos... [y] a ello se agrega que el partido republicano en el poder tiene una denses. Traicionado y luego de diez días de máxima tensión,
orientación con inclinaciones evidentemente hacia las viejas épocas de la
Doctrina Monroe» concluye el memorándum. El registro al que hacemos Arbenz dimitió. En Jacobo la invasión y su renuncia estaban
referencia es una copia de una carta personal remitida al ex canciller y «detenidas en su cabeza» y él una y otra vez «permanecía
ex embajador uruguayo ante EE.UU. Dr. Alberto Domlnguez Cámpora. recordando y recriminándose» por ello recuerda una amiga
AMREU, Fondo: Legaciones y Embajadas, Embajada de Uruguay en los
EE.UU., Caja 52, Carpeta 32, Cable B4233, 7 de junio de 1954. uruguaya cercana al matrimonio Arbenz-Vilanova.2 19
Un documento de la CIA refuerza la hipótesis de que las sugerencias Si bien la agresión armada a Guatemala era espera-
contenidas en el memorándum citado pertenecerían a Mora Otero. ble, los izquierdistas uruguayos reaccionaron con dolor
Resumiendo los resultados obtenidos por EE.UU. en la Conferencia de
Caracas, la agencia dijo saber que •el voto uruguayo fue obtenido» lue- e impotencia. La CIA tenía previsto que la invasión fuera
go de •Señalar[le] informalmente al presidente de la delegación [Mora acreditada a EE.UU. Por ello, una evidente acción de pro-
Otero] que el apoyo que podían esperar de Estados Unidos en caso paganda apuntó a presentar aquellos episodios como algo
de [una] agresión Argentina dependía en gran medida de la posición
anticomunista [uruguaya] ... en la conferencia». ClA, •Report by Mr. interno entre guatemaltecos. Contra esa línea de interpre-
(Deleted) on OAS Conference», Doc. No. 135896, 29 March 1954. Sobre tación, los voceros de la izquierda buscaron llegar a lo que
las confüctivas relaciones bilaterales entre Uruguay y Argentina en el
Marcha definió como el «corazón del asunto»: la UFC0.22º A
marco de la política hemisférica de Estados Unidos hacia la región
durante el decenio peronista, véase Juan Oddone, Vecinos en discordia, su entender, allí estaba la explicación. El Sol venía insistien-
especialmente el documento número 28, págs. 159-165. do desde tiempo antes en que la compañía bananera mentía
218 Así, la cancillería le hizo saber a la misión uruguaya acreditada en Esta- «buscando causar los mayores trastornos de orden político,
dos Unidos que no convenía arriesgar posiciones en público •Sin previa económico y social, recurriendo ... a todos los órdenes de
consulta» a Montevideo ya que nuestro •gobierno deb(la] atender [a
la] opinión pública que parecerla que simpatiza con Guatemala[,] ya
han tomado esa postura diarios Acción, Marcha, [El] Debate como
asimismo federaciones [de] estudiantes». AMREU, Fondo: Legaciones Entrevista con Martha Valentini (Montevideo, septiembre de 2005).
219
y Embajadas, Sección: Embajada de Uruguay en los EE.UU., Caja 52,
Carpeta 32, Cable B4236, 10 de junio de 1954. 220 Marcha, 9 de julio de 1954 y 23 de julio de 1954·

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ROBERTO GARcfA FERREIRA CAPITULO 3 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

acción y de intervención».221 Durante el crítico mes de junio, metalúrgicos, el calzado, etc. El diputado del sector, Rodney
Justicia publicó a diario pequeños fragmentos del escritor Arismendi, encabezó varios actos de solidaridad con el país
costarricense Carlos Luis Fallas. Su «notable» novela -de- centroamericano, difundiendo también su opinión en noti-
cía el periódico-, adquiría en ese momento mayor valor cias emitidas a través de la emisora de radio ex 30. 225
porque narraba «la vida en las factorías de la United Fruit, Por su condición de semanarios, Marcha y El Sol reac-
el monopolio estadounidense que hoy amenaza la indepen- cionaron más tarde.
dencia de Guatemala».222 Con esa interpretación, uno de los
Pese a reunirse inmediatamente después de ser conoci-
importantes dirigentes comunistas, Alberto Suárez, brindó
dos los sucesos, los socialistas se expresaron el 23 de junio:
una conferencia sobre «la frutera», según su opinión, «ges-
«Criminal agresión a Guatemala». Debajo y al centro de esa
tora» de la «agresión» contra Guatemala.223
primera plana, una foto de Arbenz, con quien el socialismo
Publicado diariamente, Justicia pudo cubrir paso a paso uruguayo parecía identificarse pues veía en su figura al «sím-
las noticias acaecidas en Guatemala. «Bandas fascistas equi- bolo de la América que se libera». Como era costumbre, el
padas por EEUU atacan a Guatemala» fue su titular principal editorial principal de Frugoni suscribía que el «espíritu público
del día posterior al inicio de la invasión. En ese ejemplar, el continental» se veía conmovido por un «inicuo atropello de la
editorial lamentó lo sucedido, advirtiendo que «los agresores fuerza contra el derecho de libre determinación de los pue-
imperialistas no podrán cumplir fácilmente sus objetivos» blos». Nuevamente, no olvidó denunciar a quien veía como el
pues «la actitud combativa de los obreros, los campesinos y «decisivo móvil central» de toda la maniobra: la UFC0. 226
todo el pueblo de Guatemala» servirá para «repeler y aplas-
Una vez más, lo de Marcha fue expresión de inteli-
tar la inicua agresión». 224 De allí en más y con su habitual
gencia. Sin dejar a un lado su dolor por el «tan vergonzoso
lenguaje el periódico no cesó en denunciar al «imperialismo
como luctuoso episodio», la agudeza y fina mirada para
yanqui». De todas formas, cabe destacar que otra buena
interpretar los hechos quedó expuesta en su editorial del
parte de su prédica estuvo dirigida a valorar las expresiones
2 de julio. El mismo profundizó en la «inoperancia y farsa
de solidaridad surgidas en Uruguay: manifestaciones de
de los organismos internacionales» -Naciones Unidas y
alumnos secundarios, proclamas de intelectuales y profeso-
OEA- ante los insistentes reclamos del país agredido.
res, marchas de universitarios, paralizaciones decretadas por
diferentes sindicatos, entre ellos el puerto, el transporte, los

225 Su discurso de condena a los EE.UU. en la Cámara de Diputados fue


destacado como una de sus históricas piezas oratorias. El hecho no
221 El Sol, 23 de junio de 1954. es menor si se tiene en cuenta que durante sus 27 años como legis-
lador se le computaron 1287 intervenciones parlamentarias. Rodney
222 justicia, 22 al 30 de junio de 1954.
Arismendi, Discursos Parlamentarios (Montevideo: Cámara de Repre-
223 Justicia, 23 de junio de 1954. sentantes, 1994), Vol. l, págs. 15 y 235-262.
224 fusticia, 20 de junio de 1954. 226 El Sol, 23 de junio de 1954.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 3 ·LACIA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

Dos numerosas manifestaciones callejeras tuvieron afiliación a un sistema regional que disminuye, en vez de
lugar en Montevideo el 22 y 29 de junio. En la primera, aumentar, las garantías contra la agresión».230
convocada por la Federación de Estudiantes Universitarios
de Uruguay (FEUU), el acto culminó con desórdenes y la Una causa «perdida momentáneamente»
policía «sableó» al estudiantado. Mientras ella tenía lugar, la
Cámara de Representantes -donde los izquierdistas tenían Además de dolor, la renuncia de Arbenz generó incom-
escasa representación y peso-227 aprobó una moción conde- prensión. En medio de la vorágine cablegráfica de aquellos
nando «la agresión contra Guatemala», lo cual, a juicio de los días confusos, Frugoni dijo que se trataba de una «sorpre-
diputados, «significa el desconocimiento del derecho de su siva solucióm>. 231 Los comunistas casi no se refirieron a la
pueblo a determinar libremente su destino». 228 Tres días más decisión de Arbenz y sí destacaron que «el pueblo de Gua-
tarde, un edil comunista presentó en la Junta Departamental temala continuará en forma implacable la lucha contra el
de Montevideo -donde también los sectores de izquierda invasor». 232 Sin embargo, todo había terminado. Empero,
estaban en franca minoría- una declaración de «enérgica quedaba la sensación de que las reformas implementadas
protesta» frente «a la intervención extranjera» contra Guate- por Arévalo y Arbenz subsistirían pese a la derrota.
mala y la misma también consiguió aprobarse. 229 El sabor amargo por la crisis de Guatemala no amila-
Con el paso al costado de Arbenz y el ascenso al poder nó a los izquierdistas. El paso del tiempo permitió ver que
de Castillo Armas, el elocuente balance anual hecho por el Castillo Armas era bien diferente de sus predecesores. Mar-
gobierno uruguayo demostró que no sólo la izquierda opo- cha permaneció atenta y explicitó sus juicios: a los «cua-
sitora había sentido el golpe: «la negativa del Consejo de tro meses de su triunfo» Castillo Armas «ha mostrado tan
Seguridad a considerar una solicitud [de ayuda como la de abiertamente sus uñas que muchos de los que se congratu-
Guatemala,] constituye una violación de las disposiciones laron de su triunfo no tienen empacho en condenarlo».m
de la Carta». De esta forma, «el caso de Guatemala ... obliga En los momentos finales del gobierno de Arbenz, diez
a revisar las bases mismas de nuestra política internacional guatemaltecos se asilaron en la Legación que el Uruguay
y a reconsiderar... la conveniencia de nuestra continuada tenía allí acreditada. Tradicionalmente hospitalario, este

227 De acuerdo a las últimas elecciones nacionales, celebradas a finales de


230 Poder Ejecutivo, Con~ejo Nacional de Gobierno, Mensaje del Poder
1950, los votos obtenidos por comunistas y socialistas sólo totalizaban
Ejecutivo a la Asamblea General al inaugurarse el 1er. Período de la
el 4.4% del total de votos.
XXXVII Legislatura (Montevideo: Imprenta Oficial, 15 de febrero de
228 La moción habla sido presentada por el diputado socialista José Pedro 1955), pág. 11/7.
Cardoso. Véase Diario de Sesio11es de la Cámara de Representantes de 231 El Sol, 30 de junio de 1954.
Uruguay, Tomo 498, sesión del 21 de junio de 1954, pág. 544.
232 Justicia, 29 de junio de 1954.
229 junta Departamental de Montevideo, Boletín de Actas, Acta No. 898,
sesión del 24 de junio de 1954, pág. 459. 233 Marcha, 22 de octubre de 1954.

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CAPITULO 3 · LA CIA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY
ROBERTO GARCIA FERREIRA

país brindó alojamiento a los refugiados. Meses después, el después, con motivo de celebrar su Segundo Congreso
grupo obtuvo los salvoconductos y salió de su país con la Nacional de Estudiantes invitó al guatemalteco Marco
intención de radicarse en Uruguay. Por cortesía del Brasil, Antonio Franco para que disertara en el Paraninfo de la
viajaron en uno de sus aviones militares conjuntamente Universidad acercando una vez más «la verdad sobre lo
con otro grupo de guatemaltecos que se encontraban asi- sucedido en Guatemala». 238
lados en su sede en Guatemala. Todos llegaron en buen Mientras la prensa anticomunista uruguaya irrumpía
estado de salud primero a Brasil y días más tarde a la ca- con relativa asiduidad sobre las peripecias inherentes al
pital uruguaya, donde se les reconoció como refugiados exilio de Arbenz, el gobierno uruguayo reconoció a Castillo
políticos. 23·1 Marcha les dio la bienvenida y exhortó a sus Armas. La decisión no cayó bien en los sectores de izquierda
lectores «a participar en la ayuda a los exiliados», ofrecien- que insistieron en que Arbenz seguía siendo el presidente
do su sede para la entrega de las «donaciones». 235 De todas constitucional de Guatemala.
formas, parece ser que su adaptación no fue problemática, A través de El Sol, los socialistas publicitaron la palabra
aspecto en el que sin duda influyó la sensibilidad no sólo del hasta ese entonces silencioso ex presidente, transcri-
de Jos «amigos» de Guatemala sino también de las autori biendo la entrevista que meses antes le realizara en México
dades, cuyo comportamiento se diferenció plenamente del
brindado por Argentina y Brasil.236
Igualmente, el servicio de inteligencia uruguayo Asunto: «Fotos de José Luis Paredes Moreira, Marco Antonio Franco
permaneció atento, confeccionando fichas a aquellos sindi- Chacón ... • [sigue lista con los nombres de los guatemaltecos exilia-
dos]. En ella se conservan las tomas fotográficas originales y constan
cados como comunistas. 237 las firmas y huellas dactilares tomadas al llegar a Montevideo. Una de
La FEUU, que ya había mostrado su solidaridad con las anotaciones que figura en la ficha personal de Edmundo Guerrero
Castellanos, clasificado como «COMUNISTA• [sic} ilustra la lógica
Arévalo y Arbenz, designó una delegación estudiantil para que inspiraba al servicio y confirma la temprana coordinación de los
esperar a Jos guatemaltecos en el aeropuerto. Poco tiempo aparatos de inteligencia de la región en el manejo de la información
confidencial: «Según nota No. 2568 de fecha 31 de mayo de 1955 del
Comité de Defensa Nac. Contra el comunismo de Guatemala, el re-
La tramitación de su arribo a Uruguay en: AMREU, Embajada de la señado• figura «en órganos del Partido Guatemalteco del Trabajo (P..
234
República Oriental del Uruguay en Brasil, Caja 107, Asuntos: «A~~a­ Comunista) desempeñando el cargo de presidente de la Junta Nal.
dos en la Legación del Uruguay en Guatemala• e «Informes Y noticias Electoral del Depto. De Guatemala.- Figura en la lista de los principa-
de prensa referentes a la polltica americana. 1954•. les comunistas de Guatemala•. Véase ADNll, Ficha 147747.

Marcha, 24 de septiembre de 1954 y 8 de octubre de t954. 238 Sobre este congreso véase Archivo de la Unidad Polifuncional sobre
235 Problemas Universitarios (UPPU), Caja 72. Entre la documentación
236 Sobre los exiliados guatemaltecos en Argentina véase Rogelio Garda se conserva un ejemplar de las invitaciones repartidas entre los estu-
Lupa, «Perón, el Che y el derrumbe de Guatemala•, en Clarín, Suple- diantes y público en general para escuchar la conferencia del exiliado
mento «Zona•, 17 de enero de 1999, págs. 4-7. guatemalteco. El valor que los estudiantes asignaron a las palabras de
Ministerio del Interior, Polida de Montevideo, Archivo de la Direc- Franco viene dado por el hecho de que su oratoria, no está demás aña-
237 dirlo, clausuró el evento.
ción Nacional de Información e Inteligencia (ADNII), Carpeta 1498,
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CAPÍTULO 3 · LA CIA Y LOS •MEDIOS• EN UR UGUAY
ROBERTO GARCfA FERREIRA

el cubano Raúl Roa. 239 En ella, Arbenz defendió los logros Lentamente el tiempo transcurrido otorgaba una mayor
de la revolución guatemalteca, desvirtuó las acusaciones perspectiva y la fecha fue propicia para recordar «el caso de
formuladas contra su gobierno y, tras reconocer que come- Guatemala». Con los aportes de los propios exiliados el de-
tió «errores de importancia», denunció la traición de los bate se vio enriquecido, palpándose que el tema no era parte
militares y la intromisión del embajador estadounidense del pasado. Ni mucho menos, algo eterno, tan sólo una causa
para consumar la misma. La avidez con que los izquier «perdida momentáneamente» pero que debe «ser resucitada
distas leyeron los conceptos vertidos por Arbenz mereció y defendida con ardor». Para lo cual, y en una muestra más de
una rápida respuesta. Todo parece indicar que la misma lo que significaba para la izquierda local, se sugería «invitar a
provino de la CIA, que vigilaba de cerca al ex presidente. residir en nuestro país al Presidente Arbenz y sus colaborado-
Dicha agencia, que confirmó su presencia y la de su familia res», organizando, a tales efectos, «campañas financieras». 242
en Suiza, se ocupó rápidamente del asunto. En palabras de En octubre de ese 1955 Arévalo visitó nuevamente
su Director de Planes, «sería un triste error que nos quedá- Montevideo. Era el «invitado de honor» del socialismo
ramos de brazos cruzados mientras Arbenz exítosamente se uruguayo que celebraba su Congreso anual. En el evento,
rehabilita ... y se saca el saco de mártir de la intriga cínica donde hizo uso de la palabra, manifestó su identificación
de Estados Unidos». Por ello, la CIA sugirió a las estaciones con los socialistas: «Yo soy hermano de ustedes en la lucha y
en Latinoamérica tratar el «tema» en dos sentidos. Prime- en los ideales de transformación. Cuando fui presidente de
ro, indicar que «Arbenz no es tan guatemalteco como lo Guatemala, traté de poner en práctica mis convicciones so-
demostró con su pedido de pasaporte suizo». Y segundo, cialistas», expresó Arévalo.243 Ante dicha toma de partido, los
«retratar su viaje como un intento de evitar la extradición» comunistas guardaron silencio. 244 No así Marcha, con quien
por parte de Castillo Armas. 240 El hecho de que una foto- conversó Arévalo para denunciar qué sucedía en su país.
grafía del matrimonio Arbenz-Vilanova fuera portada de Ante la nueva instalación del tema en la agenda polí-
uno de los periódicos más cercanos a la estación de la CIA tica nacional, la respuesta no se hizo esperar y nuevamente
en Montevideo y de que ese medio publicara días después
una dura y condenatoria columna sobre Suiza y «el caso
241
ArbenZ», no parece ajeno a la directiva antes citada. 242 Marcha, 27 de mayo de 1955·
243 El Sol, 23 de noviembre de 1955.
La satisfacción expresada por Roa es indicativa de lo que significaba en 244 Silencio que no sólo se debió a las palabras de Arévalo ya que en ese
239
ese entonces Arbenz: «El palo periodístico de haberle soltado la lengua momento el Partido atravesaba una severa crisis interna, culminada,
al personaje más discutido del momento no me lo quita ya nadie». sólo aparentemente, con la expulsión de su Secretario General, Eu-
«Tiene la palabra J. Arbenz», en Bohemia, La Habana, 14 de noviembre genio Gómez. Mientras que la historiografía nacional se ha ocupado
de 1954· La reproducción de la entrevista en El Sol, 5 de enero de 1955. escasamente de aquella «purga», resultan interesantes las valoraciones
confidenciales e importancia asignada por el servicio de inteligencia a
CIA, «Notes-Guatemala 1954 Coup», Doc. No. 920015, 6 Jan 1955. dichos eventos. ADNII, Carpeta 7073/2 lnt. 17, Asunto: «La expulsión
La Mañana, 8 de enero de 1955 y 14 de febrero de 1955. de Eugenio Gómez del Partido Comunista».
241

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 3 · LA CIA Y LOS «ME DIOS» EN URUGUAY

es atribuible a la CIA. Según puede leerse en uno de sus Jacobo Arbenz y un «mezquino asilo»
documentos, la agencia filtró dos editoriales especialmen-
te «inspirados» para demostrar «que el viaje de Arbenz a Al año siguiente, el otro símbolo de la revolución guatemal-
Praga echaba por tierra los fundamentos de la gente que lo teca se asiló en el Uruguay. Avido por retornar al continente
defendía de las acusaciones de comunismo». 245 americano, la elección de Arbenz no era caprichosa: Jacobo
En junio de 1956, el ametrallamiento de una manifes- valoraba y respetaba la tradición democrática del país y sa-
tación estudiantil en Guatemala coincidió con el segundo bía cuán estimada era la causa guatemalteca. Las gestiones
aniversario de la invasión. Los hechos provocaron la conde- de Manuel Galich, que según la CIA contó con el apoyo del
na de la izquierda uruguaya, principalmente del socialismo. ex presidente uruguayo Luis Batlle Berres, fueron fructífe-
Sumaron sus voces los estudiantes universitarios y de ma- ras y se aprobó la futura radicación del guatemalteco. Ello es
gisterio, quienes, meses más tarde, consiguieron el concurso altamente probable no sólo por el carácter «sensible» de la
de Arévalo una vez más. El embajador del gobierno de fuente de la CIA sino por la estrecha relación de Galich con
Castillo Armas acreditado ante Uruguay, Enrique Chaluleu Batlle Berres, quien desde el diario de su propiedad, Acción,
Gálvez, protestó por el acto y por la participación del ex defendió públicamente el asilo otorgado por el gobierno al
mandatario Arévalo. Haciendo valer su condición de colega ex presidente Arbenz.249 Su arribo a suelo americano era
-«yo también soy maestro», dijo- solicitó que se lo invita- inminente y pese a sus insistentes presiones EE.UU. no
ra a conferenciar y así dar a conocer «lo que realmente pasa consiguió evitarlo. Según informes confidenciales envia-
en Guatemala». 246 Con Arévalo presente en las gradas, el dos a Montevideo, el Embajador uruguayo en EE.UU. y
debate tuvo lugar y, según uno de los dirigentes de la Unión su Ministro Consejero, en dos instancias distintas, fueron
del Magisterio en ese entonces, el embajador guatemalteco abordados por importantes funcionarios del Departamento
no salió airoso de la instancia.247 Días más tarde y como ya de Estado. Éstos, aunque sin abandonar la sutileza diplomá-
era costumbre, el doctor Arévalo ofreció una conferencia tica, se refirieron en forma «del todo desfavorable acerca de
en la sede del Partido Socialista.248 la persona del ex presidente Arbenz», advirtiendo luego que
ante la aceptación del guatemalteco por parte del Uruguay
se «crearían» circunstancias «poco favorables» y «dificulta-
245 CIA. «Jacobo Arbenz, Ex-President of Guatemala-Operations
des de varia [da J naturaleza». 250
Against», Doc. No. 919960, 15 May 1957. Los «inspirados» artículos
en El Día, 29 de noviembre de 1955; y La Mañana, 30 de noviembre de
1955. 249 Acción, 16 de mayo de 1957 y 29 de mayo 1957. Véase también CIA, «Ja-
246 La Tribuna Popular, 29 de septiembre de 1956. cobo Arbenz, Ex-President of Guatemala-Operations Against», Doc.
No. 919960, 15 May 1957.
247 «Le dimos un paseo bárbaro» recuerda Rodríguez. Entrevista con
Hugo Rodrlguez (Montevideo, noviembre de 2005). 250 Véase AMREU, Fondo: Legaciones y Embajadas, Embajada de Uru-
guay en los EE.UU., Caja 52, Carpeta 31, informes de los días 26 de
248 Tuvo lugar la noche del 3 de noviembre. El Sol, 26 de octubre de i956. abril de 1957 y 6 de mayo de 1957.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 3 · LA CIA Y LOS « MEDIOS» EN URUGUAY

En consecuencia, la CIA diseñó un vasto operativo deja de ser un fuero de protección para ser una excusa de
«en contra». Según parece, nada quedó librado al azar: mortificación y humillaciones».252
manifestación contraria a su presencia en el aeropuerto, El Popular, este era ahora el nombre del diario co-
intimaciones callejeras frente a su domicilio, preguntas munista, publicó fotos de la llegada del «ilustre hombre
capciosas al bajar del avión, impedimentos de conceder público» a la capital e informó que en la terminal aérea
entrevistas y participar de conferencias de prensa, presen- «numeroso público» lo recibió «con un caluroso aplauso».
tación diaria -luego semanal- ante la secciona! de policía, Más parco al principio, sin duda desconfiado de la estadía
panfletos repartidos por el centro de Montevideo, pegatinas de Jacobo en Praga, el socialismo reaccionó algo más tarde
anónimas denunciándolo como «agente ruso», publicación pero también solidariamente.
de una biografía escarniosa para con él y su familia en uno
El asesinato de Castillo Armas a finales de julio recrude-
de los diarios de mayor tiraje del país, exhibición de corto-
ció los ataques contra el ex presidente instalado en el Río de la
metrajes sobre «las atrocidades» de su gobierno, protestas
Plata. Una columna del semanario socialista resumía perfec-
formales e informales de organizaciones controladas por la
tamente la prensa anticomunista de esos días: «Que Arbenz
CIA e instigación periodística y diplomática constante que
atenta contra la seguridad de nuestro país. Que Arbenz está
vinculaba cualquier descontento social en Uruguay o en
en contacto con agitadores gremiales de nuestro medio. Que
Guatemala con su presencia en el continente.
Arbenz es el cerebro de una conspiración comunista en Lati-
La intensidad del operativo corrobora una de las noamérica. Que Arbenz hizo matar al sátrapa Castillo Armas.
hipótesis centrales de este trabajo: no se trataba de un ex En fin. Un digno broche de esta repugnante campaña ... sería
presidente cualquiera. Debe decirse que con ello la agencia el fijar carteles revelando que Arbenz es el verdadero culpable
tenía razón: en los círculos izquierdistas uruguayos el gua- de la debacle del fútbol uruguayo. Aunque, a decir verdad, esto
temalteco constituía un importante referente. Sólo por ello no sería nada ... [:]podemos adelantar que la LOA ha reunido
adquiría justificación un seguimiento y control encubierto documentos secretos que prueban fehacientemente que Ar-
de ese tipo por parte del servicio de inteligencia local.251 benz es responsable de las recientes explosiones solares».253
Arbenz llegó a Montevideo en mayo de 1957. Terce- A raíz de lo sucedido con Castillo Armas, Arbenz habló.
ristas y comunistas lo recibieron con los brazos abiertos. Sería la única vez que lo haría en público durante los próximos
Marcha calificó de «mezquino» al asilo otorgado. Com- tres años pues sus palabras lo colocaron en una situación incó-
parado con los delincuentes en libertad vigilada, según la moda. Alertada, la familia Arbenz extremó los cuidados y de
ley, obligados a presentarse una vez por mes ante la policía, allí en adelante se recluyó, aún más, al ámbito privado. En sus
«Arbenz es más peligroso que todos ellos y como tal lo tra-
tamos». «A ese precio>>, continuaba el semanario, «el asilo
252 Marcha, 17 de mayo de 1957.
253 La sigla corresponde a uno de los frentes con que contaba la CIA en
251 Sobre ello véase el capítulo siguiente. Montevideo, la Liga Oriental Anticomunista. El Sol, 9 de agosto de 1957·

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ROBERTO GARCÍA FBRREIRA CAPITULO 3· LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

memorias, la viuda de Jacobo, María Vilanova, recuerda con cuando fue contratado para ejercer una cátedra universita-
especial atención y consideración su pasaje por Uruguay. 254 ria. La interpretación que de este episodio hizo el servicio
En lo que podían, las amistades uruguayas hicieron de inteligencia local es un importante ejemplo de distorsión:
más apacible el asilo de Jacobo y María. En 1958, Arévalo «Hace unos días, en forma confidencial tuvimos una infor-
llegó al Uruguay y se estableció también por un tiempo. En mación de que el nombrado ARÉVALO se iría a radicar en
un comienzo, la noticia fue bien recibida por los Arbenz,2ss Caracas, cumpliendo un plan perfectamente trazado por el
aunque las diferencias entre ambos hicieron que la relación comunismo, para dirigir todo el movimiento en América
se enfriara rápidamente. La muerte del mayor Arana, nunca Latina, quedando Arbenz en Montevideo». 258
bien explicada por Arévalo, fue una barrera infranqueable y Arbenz y su familia lo harían un año después rumbo a
seguro motivo de fricción. Mientras ambos vivían en Mon- Cuba, hecho que se decidió luego de una entrevista entre el
tevideo, María le confesó al historiador Piero Gleijeses que embajador de ese país y el guatemalteco. 259 Es interesante seña-
Jacobo le propuso a Arévalo aclarar públicamente como ha- lar que, revolución cubana mediante, las protestas del gobierno
bía muerto Arana.256 Ello es altamente probable ya que una de de Guatemala sobre la residencia de Jacobo en Uruguay se ha-
las cartas más fuertes con que contaba la CIA en su campaña bían acallado. Por el contrario, su permanencia lejos de la isla y
contra Arbenz era precisamente el affaire Arana. El hecho de por ende de Guatemala, le era «grata» a este último país, como
que Jacobo fuera acusado de «asesino» una y otra vez desde consta en un memorándum de la cancillería uruguaya.260
la prensa uruguaya, a la cual no podía responderle, añade un
elemento más de prueba que refuerza el testimonio de María. «Aquella señal en la frente»:
Sin embargo, Arévalo se negó a acompañar la propuesta de
Arbenz, aduciendo que era mejor no hablar del tema.
el legado de Arévalo y Arbenz
En Montevideo, Arévalo no estaba rigurosamente vigi- La historiografía relativa a la política exterior de Uruguay
lado y podía expresarse, como lo hizo a través de artículos y la izquierda uruguaya omite o menciona rápidamente lo
periodísticos. 257 Partió al año siguiente rumbo a Venezuela

258 ADNII, Carpeta: 410, «Caracas-Centro de Actividades Comunistas en


254 Aunque con imprecisiones, el trabajo constituye un importante apor-
A. Latina».
te. Véase Maria Vilanova de Arbenz, Mi esposo, el presidente Arbenz
(Guatemala: Editorial Universitaria, 2000), págs. 99-100, 102-105. 259 Entrevista con Hugo Rodríguez {Montevideo, noviembre de 2005).
255 Cuando el corpulento Arévalo llegó a Montevideo, «los Arbenz com- También María Vilanova, Mi esposo, pág. 102.
praron una cama enorme» que colocaron «en el living». Entrevista con 260 Véase «Memorándum relativo a la permanencia en Ja República en cali-
Martha Valentini (Montevideo, septiembre de 2005). dad de Refugiado Político del ex-presidente de Guatemala-Señor Jacobo
Arbenz», Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, Departamen-
256 Véase Piero Gleijeses, La esperanza, pág. 89.
to de Archivo Administrativo, Relaciones de los Asuntos Sometidos al
257 Sus colaboraciones en Marcha, 2 y 30 de mayo de 1958; 8 de agosto Consejo Nacional de Gobierno, Año 1960, Tomo Il, Número 337 al 368,
de 1958. Relación Número 362, Asunto Nº 4815, 2 de agosto de 1960.

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ROBERTO GARcfA PERREIRA CAPITULO 3 ·LACIA Y LOS « MEDIOS» EN URUGUAY

ocurrido en Guatemala. No así los militantes y dirigentes Arévalo, embajador del general Arana Osorio en Vene-
que por una u otra razón lograron consignar por escrito sus zuela, ya no era un referente válido. «Hoy... es un cínico» y
recuerdos, mostrando cómo el ejemplo de Guatemala cons- «pertenece a la peligrosa especie de los arrepentidos», decía
tituyó un punto importante de su formación ideológica. 261 con dureza Galeano. De todas formas, su dolor del momen-
Por su claridad el testimonio de Mauricio Rosencof es to no empañaba lo que había representado: era imposible
elocuente. Haber «saludado y hablado dos palabras» con olvidar «al orador corpulento y estremecedor, aquella noche
Arbenz le bastaron: «estuve frente al hombre que había sa- de gritos de rabia y de banderas, en Montevideo». Después
cudido a toda una generación».262 de todo, proseguía, «nuestra generación se asomó a la vida
En el año 1971, mientras la izquierda conseguía uni- política con aquella señal en la frente». 264
ficarse y comenzaba a erosionar el rígido bipartidismo Los ecos del proceso revolucionario cubano, y con
tradicional uruguayo, el maestro Julio Castro y el escritor él, las figuras de Fidel Castro y Ernesto Guevara, cons-
Eduardo Galeano «despidieron» a los guatemaltecos. tituyen una cita obligada para todo aquel que intente
Arbenz había muerto pero si bien «SU nombre suena adentrarse en la comprensión de las raíces modernas de
distante», «en cierto momento representó un papel fun- la coalición de izquierda que hoy gobierna Uruguay. No
damental en la política revolucionaria latinoamericana», parece conveniente extremar interpretaciones, ni tampo-
recordaba el maestro.263 co es necesario: sin duda el caso de Cuba a partir de 1959
supuso un punto de inflexión que marcó a los partidos de
izquierda en todo el continente. Sin embargo, partir de
allí parece contradecir la memoria de un vasto sector de
261 Véanse Ze!mar Michelini, De Monroe a Playa Girón (Montevideo:
Librosur-EBO, 1971), págs. 22-41; Héctor Rodríguez, 30 años de mi- izquierdistas iniciados a la vida política con «aquella se-
litancia sindical (Montevideo: Uruguay Independiente, 1993), págs. ñal en la frente». Olvida el efecto de «espejo» con que esa
100-106; Vivián Trías, Historia del imperialismo norteamericano, 2 to-
«revolución primeriza» que tempranamente iba en busca
mos (Montevideo: Banda Oriental, 1988), II, págs. 143-153; José Díaz,
• La izquierda en los so y los cambios hacia la unidad», en Cuadernos de la liberación fue observada y sentida. Pasa por alto
de la Fundación Vivián Trías 2 (marzo de 1998), pág. 17; Jaime Pérez, El el carácter ascendente de sus dos principales referentes,
ocaso y la esperanza. Memorias políticas de medio siglo (Montevideo: Fin
Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz. No toma en cuenta
de Siglo, 1996), pág. 20; y Mauricio Rosencof en Fernando Butazzoni,
Mano a mano: Seregni-Rosencof (Montevideo: Aguilar, 2002), pág. 285. que el espíritu revolucionario del «Che», quien estaba en
Al fundamentar su voto negativo a la participación de militares uru- Guatemala cuando la invasión de Castillo Armas, se vio
guayos en las maniobras UNlTAS, el diputado socialista Guillermo
conmovido por la suerte que corrieron Arbenz y los su-
Chifflet evocó el ejemplo de Guatemala y las figuras de Arévalo y Ar-
benz para disentir sobre el punto. Intervención del Diputado Chifllet, yos. Y, lo que resulta más significativo, soslaya la creciente
DSCR, sesión del 6 de octubre de 2005.
262 Entrevista con Mauricio Rosencof (Montevideo, abril de 2004).
263 Marcha, 29 de enero de 1971. 264 Marcha, 27 de agosto de 1971, Segunda Sección.

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presencia en la prensa uruguaya de un decisivo actor en- 4. La CIA, la policía secreta
cubierto de «contra-propaganda», cuya persistente acción uruguaya y el exilio de Jacobo
sobre la imagen de los revolucionarios guatemaltecos pre-
cisamente se fundamentaba por todo lo antedicho. Arbenz en Uruguay, 1957-60265

Tras un golpe militar provocado por la intervención encu-


bierta de la CIA, el presidente de Guatemala, Coronel Jacobo
Arbenz Guzmán, renunció a la primera magistratura de su
país. Era la tarde del 27 de junio de 1954 y aquel paso al cos-
tado habría de marcarlo por el resto de sus días. Asilado en
la Embajada de México, partió forzosamente al exilio meses
después. No regresaría más a su Guatemala natal y moriría
en soledad luego de casi 17 años.
Habiendo esclarecido las circunstancias que motiva-
ron el fin de su gobierno, los estudiosos han prestado escasa
atención al exilio de Arbenz y su familia. Sin embargo, du-
rante la última etapa de liberación de registros sobre el caso
Guatemala -abril de 2003-, la CIA dio a conocer un con-
junto de documentos donde se detalla que las operaciones
encubiertas de propaganda emprendidas contra el presi-
dente guatemalteco continuaron más allá de junio de 1954.
En consecuencia, hoy puede documentarse con precisión la

265 Este artículo retoma y amplía aspectos publicados precedentemente


como «Arbenz. la CIA y el exilio en Uruguay», en Diálogo (FLACSO,
Guatemala), No. Extraordinario, octubre de 2006. Además de recono-
cer a los editores de FLACSO su permiso para incluirlo aquí, el autor
agradece los comentarios de los evaluadores anónimos y de los doc-
tores Edelberto Torres Rivas, Knut Walter, J. Patrice McSherry, Greg
Grandin, Ma.x Paul Friedman, Carlos Gregorio López y Jorge Solares.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 4 · LA CIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

existencia de una persistente estrategia de desinformación El servicio y sus vínculos con la CIA
cuyas consecuencias son todavía visibles en Guatemala.
Conviene recordar que luego de tan esporádicas como Los agentes de inteligencia uruguayos que estrecharon Ja
infructuosas residencias en México, Suiza, Francia y Checos- vigilancia del ex presidente, trabajaban para un servicio
lovaquia, el ex presidente Arbenz solicitó asilo político en el nacido como consecuencia de las intensas acciones desple-
Uruguay. Llegó a su capital, Montevideo, a mediados de mayo gadas por EE.UU. en América Latina durante el inicio de la
de 1957. El prestigio del guatemalteco en América Latina Guerra Fría en 1947. Buscando «cerrar las brechas»268 del
puso en alarma a la CIA, que diseñó un vasto operativo «en sistema interamericano ante cualquier influencia foránea
contra»266 tendiente a mostrar cuán peligrosa era para el con- en una región 269 considerada como su histórica zona de
tinente americano la presencia de dicho «agente soviético». influencia, la estrategia de EE.UU. no pasó desapercibida la
En la oportunidad, nada quedó librado al azar y una parte importancia de cooptar y adoctrinar en el anticomunismo a
importante de esa operación recayó en la cuidadosa vigilancia las cúpulas militares y policiales del continente.210
que la CIA llevó adelante a través del Servicio de Inteligencia
y Enlace de la Policía de Montevideo (SIE). Este se preocupó González Farías»; 511 «Fotos Secretarios de Partidos Comunistas»;
especialmente por el guatemalteco, sometido a un régimen 363 ••Anticomunismo. Organización Democrática Latinoamericana
(O.D.L.A.)», 401 «Caracas centro de Actividades Comunistas en Amé-
inédito que incluía, entre otras cosas, la rutinaria presentación
rica Latina»; 1348 A «Asilados varios•; 254 «VI Congreso Americano
de Arbenz ante la secciona! de policía. Fundamentado casi ex- de E~ucadores»; 1471 «Balneario Shangrilá: Alther Negreira y otros;
clusivamente en documentos reservados del SIE, este capítulo reuniones comunistas; fdem en 'Las Toscas'>>.
resume muy escuetamente las principales características de 268 Juan Oddone, Vecinos en discordia, pág. 55. También Mark T. GiJd-
una operación de control cumplida hacia el asilado guatemal- erhus, «An Emerging Synthesis? U.S.-Latin American Relations since
t~e Second World War» en Melvyn P. Leffler, Painter D.S. (eds.), Ori-
teco, su familia y amistades entre los años 1957 y 1960.267 grns of the Cold War. An International History (Routledge: London and
New York, 1994), pág. 435.
266 Roberto García Ferreira, «'Operaciones en contra': el asilo político de 269 «La desclasificación de los mensajes del espionaje soviético descodifi-
jacobo Arbenz Guzmán en Uruguay (1957-60 )>i, en Política y Sociedad, cados por el ejército estadounidense en los años cuarenta (... ) reveló
No. 42 (Guatemala, USAC), VI época, 2004, págs. 45-70. que las actividades del espionaje soviético en América al comienzo
267 ADNll, Carpetas número 280 «Jacobo Arbenz Guzmán• [Prontuario de la Guerra Fría hablan sido muy intensas» escribe un historiador
personal]; 280 A «Comentarios de Prensa•; 293 «Confederación de especialista en el tema. Rhodri Jeffrey-Jones, Historia, pág. 2 12.
Trabajadores de la América Latina•; 356 «Nota de la Embajada de 270 Sobre el punto. existe una amplia literatura. Véase por ejemplo,
México sobre las Actividades del Comunismo en la América Latina S_tephen R_abe, Eise11hower and Latin America: 1he Foreign Po/ice ofAn-
y la Intervención del Uruguayo W. Sanseviero•; 453 •Atentado a la trcom'!11m1sm (Chapel Híll: University ofNorth Carolina Press, 1988),
Legación de Guatemala•; 482 «Nota de la Embajada del Uruguay en especialmente págs. 22, 26-41; J. Patrice McSherry, Predatory States,
Estados Unidos sobre Actividades Comunistas•; 1201 «Varios•; 1155 especialmente págs. 35, 46-51. Para el caso uruguayo véase de la misma
«Actividades Comunistas Shangrilá 1960»; 495 «Delegación Guatemal- autora, «Death Squads as Parallel Forces: Uruguay, Operation Condor,
teca en Uruguay•; 567 «Congreso Latinoamericano de Juventudes•; and the Umted States» en Journal of 711ird World Studies, Vol. XXIV.
1498 «Exilados Guatemaltecos»; 364 «José Manuel Fortuny o Martín No. 1 (Association ofThird World Studies, 2007), págs. 13-52.

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ROBERTO GARcfA FERR EIRA CAPÍTULO 4 · LACIA Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY

POUCIA DE \t0!'i!TEV1Dt 0
el Jefe de Policía y el de la Inteligencia Militar uruguayos,
calificando ese trabajo conjunto como un «triunvirato».m
N.o ,:( Igualmente, dichas constataciones no superan en soli-
dez el reciente reconocimiento que formulara el ex director
del SIE, Inspector (R) Alejandro Otero, quien ha manifes-
O!RECCION DE IW ESTICACIONES tado que «Inteligencia y Enlace respondía siempre a lo que
SERVICIO DE INTEUCENCIA Y ENLACE
eran las necesidades de los servicios de inteligencia ameri-
canos» y «toda la información que yo obtenía, toda, yo la
proporcionaba a esos servicios». 273
ASUNTO:

«Bajo vigilancia»
En función de esa cercana vinculación entre la CIA y SIE, pero
Archivo de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (ADNII),
Expediente relativo a )acobo Arbenz Guzmán, Carpeta No. 280.
más aún, por la importancia que la agencia estadounidense
asignaba al retorno de Arbenz al hemisferio occidental, se
explica por qué la tarea de vigilar al refugiado político gua-
Intuiciones aparte, hoy las evidencias documentales temalteco recayó en el SIE uruguayo. Para la CIA era difícil
sugieren un estrecho vinculo entre el SIE y los agentes de la desplegar en exclusividad esas vigilancias, aparte de resultar
CIA. Como recuerda en sus memorias uno de los ex espías comprometedor en caso de descubrirse operaciones de ese
y jefes de estación residente en Montevideo, Philip Agee, la tipo en países que, como el Uruguay, mucho se preciaban de
conformación del primero coincide con el establecimiento de sus libertades y profundos valores democráticos.
la primera base de la CIA en esa capital a finales de los años A tres semanas de haber llegado el ex presidente guate-
40.271 Igual opinión es la que sustenta otro de sus colegas, malteco a Montevideo, un documento de la agencia estadouni-
Howard Hunt, que precisamente actuó en Uruguay a fines dense dice que «Arbenz está bajo vigilancia y continúa tenien-
de los 50 y que conoció en una ocasión personalmente al do visitas, muchas de ellas de exiliados de Guatemala».274
asilado presidente Arbenz y su esposa. Más allá de que el
exagerado egocentrismo de Hunt y el carácter fragmentario 272 Howard Hunt, Memorias de un espía. De la CIA al escándalo Watergate
(Barcelona: Noguer, 1975), pág. 137.
de sus recuerdos - donde, por ejemplo, se pasa por alto el
grueso operativo desplegado por la CIA cuando el arribo a 273 Entrevista de Clara Aldrighi con el Inspector Alejandro Otero, Monte-
video, 2002. Citada en Clara Aldrighi, «La estación montevideana de
Montevideo de Arbenz-, exigen la cautela del historiador, el la CIA. Operaciones encubiertas, espionaje y manipulación política»
ex agente identificó una cercana colaboración entre la CIA, en Brecha, Suplemento La Lupa, 25 de noviembre de 2005, pág. 22.
274 CIA, «Curren! Activities concerning Arbenz- for possible discussion
271 Philip Agee, La CIA . pág. 295. with State on 4 )une», Doc. No. 919957, 4 )une 1957.

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ROBERTO GARCfA FERREIRA
CAPITULO 4 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

En efecto, Jacobo y su círculo de amistades -otros Varios sellos hacen constar que el prontuario y la ficha
guatemaltecos exiliados pero fundamentalmente varios di- de Jacobo Arbenz fueron microfilmados en 1977, varias veces
rigentes políticos y estudiantiles uruguayos vinculados a la revisados e ingresado a una base de datos en computadora.277
izquierda y el nacionalismo- eran vigilados. Dos fotografías del «causante» inician el mismo. Ellas
Según se consigna en el resumen de la tarjeta particu- fueron tomadas por funcionarios del propio SIE presentes
lar de Arbenz conservada en el fichero de personas, para en el aeropuerto de Carrasco la tarde en que el ex presi-
el SIE el ex primer mandatario era un «ardiente Comunis- dente guatemalteco arribara a nuestra capital procedente
ta» que «maneja grandes sumas de dineros» y «mantiene desde París.
contactos con otros comunistas de Guatemala en el país». A continuación de las mismas, se conserva una hoja
Importa también establecer que, renglón aparte, el mismo ingresada a máquina de escribir, que sin firma ni fecha pa-
agente anotó en la ficha que «Su esposa llegó al País el 19 rece revelar cuáles debían ser las actividades prioritarias
del servicio respecto del nuevo asilado. «Qeremos informes
de junio de 1957, procedente de Checoslovaquia, al igual
de qualqier movimiento de ARBENZ y su esposa entre las
que su hijo, Jacobo Antonio».275 Esto último, como consta
proxirnas semanas. Especialmente informaciones de qualqier
en el prontuario y en el registro de entradas al país de la
contacto con los Sovieticos en respecto de sus hijas que toda-
Dirección Nacional de Migraciones, no era cierto: María
vía estan atras de la cortina de hierro [sic]» dice en su ítem
Cristina Vilanova había volado desde El Salvador. 216 El cinco la carilla mencionada. Como es fácil advertir, quien
oficial encargado de la anotación lo sabía, pero su apun- eso escribió no dominaba con ductilidad el idioma español.
te refleja una clara distorsión, ejemplo de cómo la lógica Además, la sigla empleada para referirse a la Unión Soviética
global de la Guerra Fría incide en el agente. En suma, cabe en el primero de los ítems -«USSR» y no URSS-, la ausen-
agregar que ello debe interpretarse recordando que toda cia de tildes, la imperfecta conjugación de todos los tiempos
información de inteligencia es producida como insumo verbales, la indistinta utilización de la «q» como «C» y el celoso
para la toma de decisiones políticas. Así observado, im- pedido de vigilancia de posibles contactos con los rusos, ayu-
porta destacar que el hecho pasó a ser registrado como un dan a fundamentar que se trata de una carilla donde constan
arribo desde detrás de la Cortina de Hierro. algunas de las solicitudes de la estación local de la CIA.278

tenía nada, eso [era lo que] vefa yo en mi familia» recuerda María. Des-
275 ADNII, Ficha No. 18558. de 1980, ella reside en San José de Costa Rica. Entrevista del autor con
Maria Vilanova de Arbenz (San José de Costa Rica, marzo de 2007).
276 Maria Cristina V"tlanova, esposa de Jacobo Arbenz, nació en El Salvador
el 17 de abril de.1915. Es hija de José Antonio Vilanova Kreitz y Marfa 277 En la fi cha hay sellos correspondientes a los años 1983, 1985, 1988, 1998.
Dolores Castro, IIllportantes propietarios de tierras dedicados al cultivo Además, en la carpeta a su nombre se identifica también que el mate-
del café Y la caña de azúcar. «Mi familia era netamente anticomunista» rial fue procesado en el año 2000.
Y yo «me crié» en un ambiente donde «el rico era dueño y el pobre no 278 «Señor Jefe del Servicio de Inteligencia y Enlace» en ADNll, Carpeta 280.
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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPITULO 4 · LA CLA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

invitado oficialmente por el Gobierno de ese país o por su


propia voluntad». «Acto seguido», prosigue el oficial, «se
trasladaron a los coches», apuntándose las matrículas de los
mismos, a quién pertenecía y dónde se domiciliaba. Entre los
vehículos que concurrieron a esperar a Arbenz para luego
trasladarlo al hotel donde pasó a hospedarse esos primeros
días, estaba el del Sr. Juan Acuña, resaltando el agente «que
este coche anteriormente estaba a nombre del conocido diri-
gente comunista Eugenio Gómez Chiribao».279
Luego de alojarse en el distinguido Hotel Nogaró, Ja-
cobo Arbenz fue conducido hasta el despacho del Jefe de
Policía de Montevideo, Coronel Alberto Mussio. Con toda
probabilidad, un aspecto de la entrevista entre el jerarca
Hoja de la CIA solicitando la vigilancia de Arbenz y su esposa.
policial y el guatemalteco tomó por sorpresa a éste último,
En ADNII, Carpeta 280.
quien fue notificado de que mientras viviera en Montevideo
debería presentarse habitualmente ante la policía capitalina.
Sin otra opción, el recién llegado aceptó la medida, concu-
rriendo la mañana siguiente a su arribo hasta las oficinas
Desde el Aeropuerto hasta del SIE. Alli se le hizo «conocen> el decreto que regía en
la Seccional Policial Uruguay para los refugiados políticos y según el cual los
mismos adquirían el compromiso de declarar previamente
Un memorándum confeccionado por el SIE la misma tarde de
ante el Ministerio del Interior cualquier traslado, <<nuevo
su ~:ibo, revela que además de tomar fotografías los agentes
domicilio o residencia». Paralelamente, Arbenz fue infor-
policiales observaron cada movimiento del recién llegado. El
mado de que «a fin de asegurar el cumplimiento del citado
documento trasluce cuáles eran los intereses de los funcio-
Decreto, se le notifica que deberá comparecer semanalmen-
narios a la hora de observar el entorno. Según puede verse,
te al 'Servicio de Inteligencia y Enlace'».
quedó especialmente consignado quienes lo esperaban, des-
tacándose que entre los presentes «se encontraba la hermana A continuación, el guatemalteco contestó el interro-
de la Concejal Dra. Alba Roballo, Dña. América Roballo». gatorio de rigor. Seguramente sin perder su característica
Varios «fotógrafos de distintos diarios de esta Capital» le for- cautela, y advertido por las disposiciones de que su presen-
mularon al ex primer mandatario algunas preguntas. Entre cia generaba suspicacias aún en el Uruguay, Arbenz prefirió
ellas, «la más importante» según el inspector que redactó
el informe, fue si Arbenz «había concurrido a Yugoeslavia 279 Memorándum del 13 de mayo de 1957, en ADNII, Carpeta 280.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPÍTULO 4 · LACIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

no comprometer a nadie. Dijo que «solamente» conocía «al En su tradicional columna «Se dice», el matutino mon-
Embajador» de Guatemala en Uruguay mientras él «ejercía tevideano El País hizo circular el trascendido de que «Costa
la presidencia», agregando que en esos momentos no recor- Rica habría negado asilo al ex-presidente de Guatemala,
daba «el nombre». Además, sostuvo que no conocía «Otras Jacobo Arbenz, motivo por el cual éste habría resuelto venir
personas de nacionalidad uruguaya» y que los «motivos» a nuestro país».28 1
para «radicarse con su familia» en el Uruguay tenían que Confirmada la próxima llegada del ex presidente Ar-
ver con «procurar [aquí] la educación de sus hijos». 28º benz a Montevideo, un editorial de El Plata indicaba que el
Suspicacias - ¿por qué el SIE preguntaba dónde había guatemalteco «había tentado, previamente, ir a radicarse a
estado Arbenz en Europa?- y omisiones aparte - ¿por qué Costa Rica, pero el gobierno de Figueres, que por razones de
éste ocultaba su visita a la URSS y China-, en ese momen- vecindad tiene por qué estar bien informado de los aconteci-
to se iniciaba formalmente una mortificante relación que mientos habidos en Guatemala durante el régimen depuesto
duraría por los próximos tres años. por el coronel Castillo Armas, y en los cuales tuvieron papel
preponderante conocidas figuras del comunismo pro-soviéti-
co, cortésmente hizo desistir a Arbenz de aquél propósito».282
La prensa conservadora y
El eventual viaje a Costa Rica y la supuesta negación
sus «comentarios» por parte de José Figueres era una variable propagandística
Algunos recortes de periódicos conteniendo varios «co- de la CIA, que buscaba inducir a la opinión pública a que
mentarios de prensa» fueron adjuntados al asunto Arbenz pensara que Arbenz era un indeseable. La agencia estaba
al tanto de que todo «fue negado por el gobierno de Costa
en una carpeta aparte. En ellos es posible destacar dos
Rica». Sin embargo, como puede leerse en un documento
elementos: el tono agresivo y sus contenidos fuertemente
hoy desclasificado, la CIA opinaba que ello «puede ser uti-
conspirativos. Salvo en un par de excepciones -en que se
lizado para mostrar como un país tan 'liberal' como Costa
comenta la conferencia de prensa frustrada y en otro donde
Rica, que había respetado la tradición del asilo político
se transcribe un cable llegado al Consejo Nacional de Go-
incluso al punto de perjudicarse a sí misma, negaba haber
bierno-, quedan al descubierto las «sugerencias» de la CIA
permitido el ingreso de Arbenz, sabiendo que él no era un
en la concepción de los mismos, explicándose precisamente
refugiado político legítimo sino un agente soviético». 283
por ello las dos características antes enunciadas.
De guiarse por ellos, parece evidente que el gobierno
281 Recorte de El País, 2 de mayo de 1957, en ADNII, Carpeta 280 A, «Ja-
debía concluir en que la presencia de Arbenz era peligrosa cobo Arbenz Guzmán. Comentarios de prensa».
para la seguridad pública del país.
282 Recorte de El Plata, 7 de mayo de 1957 en ADNil, Carpeta 280 A.
283 CIA, «Jacobo ARBENZ, ex- President of Guatemala-Operations
280 Memorándum del 14 de mayo de 1957 en ADNII, Carpeta 280. Against (W/Attachments)», Doc. No. 919960, 15 May 1957.

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ROBERTO GARCIA FERRl!IRA CAPITULO 4 • LA CIA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

Hacia allí precisamente se dirigen los conceptos vertidos Es muy probable que ese claro reclamo de «fiscalización»
en los artículos antes citados. En razón de ello, ambos no pare- tampoco pueda interpretarse alejado de la serie de «operacio-
cen expresar la opinión independiente de los editores de esos nes en contra» de la CIA. Debe recordarse que en la página dos
medios. Por el contrario, sí indican cómo ellos se hacían eco correspondiente a esa misma edición, la agencia había filtrado
de las directivas llegadas desde la estación local de la CIA. en ese periódico «una biografía cronológica de ArbenZ».287
Además del tema Costa Rica, para El Plata resultaba «in- Dos meses más tarde, «un uruguayo preocupado» suge-
dudable» que Arbenz estaba entre aquellos asilados políticos de ría -nuevamente desde El Día- en una página de lectores
«carácter especial» ya que «Su presencia despierta, en el medio lo siguiente: «habrá notado el pueblo uruguayo que desde
al que se acogen, impulsos que pueden crear perturbaciones». la venida de Jacobo Arbenz -agente de la URSS ... - han
Debido a ello, la columna editorial culminaba exigiendo que aumentado los conflictos obreros y estudiantiles .... Para
ante la posibilidad de que su «llegada» reavive «ciertas activi- prevenir cualquier situación extremista ... sería oportuno y
dades extremistas» en nuestro país, «las autoridades» inviten justo a tiempo que le dijéramos a Arbenz que vuelva a Che-
«al asilado a ceñirse a las obligaciones del asilo».284 coslovaquia y pida a sus jefes allí otro destino». 288
Dos días después, y desde el acérrimo vocero del anti- Por último, entre los materiales de prensa se conserva
comunismo local, El Día, un «estudiante» daba a entender un número de la publicación bimensual Voz de la Libertad,
que detrás del regreso de Arbenz a suelo americano había órgano caracterizado por su visceral anticomunismo y quizás
algo más: «al parecer no es un hecho forzado de exilio, es por ello «prestigiado» -como se hacía constar orgullosa-
dirigido desde el Kremlin que después de tratarlo a cuerpo mente siempre en su portada- por el Comité de Naciones
de rey, lo envía con órdenes concretas a nuestro país». «Pri- en Lucha Contra el Comunismo. Detrás de él operaban va-
mero hacia Costa Rica, donde José Figueres no lo acepta. rias organizaciones controladas de la CIA. Una de ellas era
Ahora, hacia Uruguay». 2ss la Confederación lnteramericana de Defensa del Continente,
«Asilo y hospitalidad no significan pasividad ni insen- presidida en Uruguay por José Pedro Martínez Bersetche,
sibilidad en la defensa de nuestra democracia». Además, director responsable de la publicación e incansable luchador
«no podríamos renunciar al derecho de ejercer cierta anticomunista de muy visible acción en aquel tiempo. En
fiscalización sobre las futuras actividades de Arbenz» en torno a su figura, Bersetche reunía a lo más connotado del an-
Montevideo pedía en un suelto editorial el diario El País. 28(> ticomunismo montevideano y extranjero. Fundamentalmente
en el Ateneo de la capital uruguaya y siempre bajo el auspicio
de sendos frentes de la CIA, celebraban periódicamente de-

284 Recorte de El Plata, 7 de mayo de 1957 en ADNll, Carpeta 280 A.


287 CIA, «Jacobo ARBENZ, ex-Presiden! of Guatemala-Operations
285 Recorte de El Día, 9 de mayo de 1957, en ADNII, Carpeta 280 A. Against•, Doc. No. 919959, 16 May 1957.
286 Recorte de El Pafs, 12 de mayo de 1957, en ADNII, Carpeta 280 A. 288 Recorte de El Día, 17 de julio de 1957, en ADNII, Carpeta 280 A.

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ROBERTO GARCÍA FERREIRA
CAPÍTULO 4 · LA CIA Y LOS •MEDIOS• EN URUGUAY

bates, conferencias y ciclos donde se formulaban denuncias sus «canales» públicos de trabajo en el continente ameri-
públicas. Uno de ellos tuvo lugar en septiembre de 1957 y bajo cano ya que tenía «SU propia prensa». 292 Además de que la
el titulo «Intrigas Rojas en el Uruguay», sirvió para asociar el lectura de sus informaciones y el conjunto de las actividades
creciente clima de descontento social -derivado de la agudi- desplegadas por los miembros de su equipo periodístico293
zación de una crisis económica cada vez más profunda en el también sugieren esa posibilidad, no deben pasarse por alto
país- con la presencia del ex presidente guatemalteco. 2s9 los conceptos emitidos por el ex director del SIE Alejandro
El ejemplar de Voz de la Libertad guardado entre Otero. Este sostiene que de esos grupos nacieron las «escua-
aquellos documentos de inteligencia adjuntos al prontua- dras de castigo», tristemente célebres por su participación
rio del guatemalteco, hacía públicas una serie de supuestas en varios atentados contra personas y organizaciones de
«andanzas del 'Tovarich' 290 ArbenZ» en Montevideo. La izquierda. «Los americanos traían mucho a los húngaros»
información confidencial divulgada en ese artículo - tal recuerda Otero, y «éstos húngaros actuaban como agentes.
y como era habitual en esa publicación, siempre bien De repente quemaban un quiosquito, tiraban una bomba».
informada en la materia- advertía de la llegada a Mon- «Pienso que se trataba de gente que tenía que ganarse la
tevideo de los hermanos guatemaltecos Jorge y Alejandro vida de alguna forma» pero en realidad estos grupos «no
Silva Falla, quienes, de paso por la ciudad, visitaron al ex tenían vida política propia: eran una emanación de la CIA y
presidente Arbenz en su casa. «Habrá que tener cuidado del personal a su servicio» completa el Inspector (R). 294
no sea que desde aquí, estén actuando para alguna nación
extranjera, con los perjuicios del caso para la nuestra» los Cambios de domicilio y hostigamiento
«ex-colaboradores comunistas» de Jacobo, alertaba casi
dramáticamente el anónimo articulista. 291 Después de vivir en varios hoteles, Jacobo y María gestiona-
El tono «alarmista» de la publicación en cuestión pue- ron el alquiler de una casa. Ello tampoco pasó desapercibido
de asociarse al hecho de que Voz de la Libertad era el medio y fue registrado por el servicio: «La persona de referencia ...
escrito publicado en Uruguay por una asociación -la Con- ha iniciado tratativas con el fin de arrendar la finca ubicada en
federación Interamericana de Defensa del Continente- que
como consta en un documento de la CIA, constituía uno de 292 CIA, «Jacobo ARBENZ, ex-President ofGuatemala-Operations Against»,
Doc. No. 919959, 16 May 1957. Resulta interesante observar cómo su crea-
ción había sido saludada por la prensa anticomunista uruguaya dos años
antes. Véase por ejemplo La Mañana, 27 de agosto de 1955, pág. t.
289 En noviembre del mismo año, el informe resultado del ciclo fue publicado
como libro. Confederación Interamericana de Defensa del Continente, 293 Conformado fundamentalmente por un significativo número de anti-
Intrigas Rojas en el Uruguay (Montevideo: Imprenta Uruguay, 1957). comunistas croatas, polacos, lituanos, armenios, letones, ucranianos y
especialmente, húngaros, que vivían asilados en Montevideo luego de
290 «Camarada» en ruso.
la invasión soviética a ese país en 1956.
291 Ejemplar de Voz de la Libertad, No. 14, Septiembre de 1957, pág. 2, col. 294 Entrevista citada de Clara Aldrighi en con el Inspector Otero. Véase
2-4, en ADNII, Carpeta 280 A. Clara Aldrighi, «La estación montevideana», pág. 22.
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ROBERTO GARCÍA FERRE!RA
CAPÍTULO 4 · LA ClA Y LOS «MEDIOS» EN URUGUAY

la calle Cartagena No. 1651, teléfono No. 50.07.43, propiedad colorada ... repetido unas doce veces» escribió en su infor-
de la Sr.a Azoares de Soler .. . El alquiler de esta finca es de
me el oficial enviado a comprobar los daños. 298 Inclusive,
$ 500.00 mensuales y se firmaría un contrato por el término días más tarde, el atónito ex presidente pudo observar como
de cinco meses».295 El auto adquirido por la familia también un grupo de unas veinte personas irrumpían en la puerta
fue fichado y los oficiales uruguayos consignaron por escrito
de su casa para manifestarse -pertrechados con pancar-
que «el Señor Jacobo Arbenz, utiliza para desplazarse en esta tas- y pedirle que «Se vaya del Uruguay». Durante una de
ciudad, el automóvil matriculado con el No. 184.314, marca
sus habituales comparecencias, Arbenz advirtió a la policía
'CÓNSUL: nuevo, pintado de color negro». 296
esos hechos. Sin embargo, las «diligencias llevadas a cabo»
Una ignota «Agrupación Amigos de Guatemala» re- por el SIE fueron «infructuosas» y no arrojaron dividendos
partió entre los transeúntes que circulaban por el centro de favorables. Muy competente en materia de vigilancias, el
Montevideo volantes escritos con tinta roja. Dos ejemplares personal de investigaciones no pudo establecer quiénes
de los mismos, parte de las «operaciones en contra» de la eran, de dónde venían y hacia dónde fueron los manifestan-
CIA, fueron colocados en la carpeta de Arbenz. Contenían tes contrarios a Arbenz. De todas formas, en un punto sus
algunas preguntas especialmente punzantes para con el gua- pesquisas sí resultaron satisfactorias: «no fueron gente de la
temalteco: «ARBENZ: ... ¿por qué tu pueblo no te defendió? zona» y por lo tanto Jacobo podía retornar tranquilo. 299
¿Por qué huiste en vez de pelear... ? ¿Cuánto dinero tienes? ... Pocos días antes de esos episodios, en Guatemala fue
¿Por qué te fuiste a vivir a Checoslovaquia si no eras comu- asesinado Castillo Armas. En Montevideo, los periodistas
nista? ... ¿Qué vienes a hacer al Uruguay? ... El asilo que te concurrieron a buscar la opinión del asilado guatemalteco.
han dado sin merecerlo, te obliga a respetar al Uruguay».297 Cuidadoso de su precaria situación legal en el país, Arbenz
Simultáneamente, una sucesión de pintadas callejeras y les recordó que no podía formular declaraciones. En vista
pasquines aparecieron en los muros, paredes y postes eléc- de la avidez que éstos demostraban, optó por entregarles
tricos de la capital. El domicilio particular que alquilaban media carilla a máquina de escribir. Sería la primera y única
los Arbenz, en el alejado barrio de Carrasco, tampoco que- oportunidad en que se manifestaría públicamente durante
dó ajeno a esos hostigamientos. Así, durante una invernal los próximos tres años ya que el contenido de la misma fue
madrugada de agosto de 1957, el frente de la casa arrendada presentado en primera plana como el resultado de una en-
por el matrimonio amaneció pintado con «el emblema del trevista exclusiva, lo cual no le estaba permitido conceder.m
Partido Comunista, es decir, la hoz y el martillo ... en tinta

298 Informe del 4 de agosto de 1957 en ADNll, Carpeta 280.


295 Memorándum del 4 de julio de 1957 en ADNII, Carpeta 280. 299 Memorándum del 9 de agosto de 1957 en ADN!l, Carpeta 280.
296 Memorándum del 3 de diciembre de 1957 en ADNIJ, Carpeta 280. 300 La Tribuna Popular, 28 de julio de i957, «Arbenz habla para ' La Tribuna
297 Volante callejero en ADNII, Carpeta 280. Popular'. Califica duramente los crlmenes de los traidores a Guatema-
la. Un reportaje exclusivo de DOLORES CASTILLO».
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CAPÍTULO 4 · LA C!A Y LOS «MEDIOS• EN URUGUAY
ROBERTO GARcfA FERREIRA

El gobierno no tomó medidas pero existe evidencia de que pedir ingreso a un club de tenis, que nos fue negado, o sea,
3114
el atento SIE las estudió. El Subcomisario Fontana transcri- todavía nuestros enemigos se ocupaban en molestarnos».
bió las declaraciones en un oficio que elevó a su superior, Los primeros días del año siguiente, 1958, María via-
notificándolo de que las llevaba a su conocimiento «por si jó rumbo a Honduras para traer a Montevideo a las hijas
estimara que las mismas puedan configurar una transgre- del matrimonio, Arabella y Leonora. Como se consignara
sión a las normas que regulan el Derecho de Asilo».3º1 oportunamente, este viaje debía seguirse con atención pues
constituía una de las prioridades de la CIA. Los registros
Las visitas y el viaje de María dan cuenta de que el SIE fue meritorio y conoció varios de
los pormenores inherentes al mismo. Como prueba de ello,
En octubre de 1957, los Arbenz recibieron la visita de uno de los agentes se permitió citar «expresiones» del hijo de
Antonio Vilanova Castro, hermano de María. Arribó a Mon- la pareja, de quien había obtenido el dato de que su madre
tevideo procedente de Río de Janeiro el día 11 retirándose «fue con la intención de traer ... dos hijas que se encuentran
el 28 del mismo mes rumbo a Buenos Aires. Su entrada y radicadas en dicho país». Durante esos días, la cercanía del
salida del país -incluyendo horas, número de vuelo, empre- funcionario con el niño era evidente: «el hijo de A. pese a
sa, etc.- aparecen minuciosamente registradas. Por «Orden sus escasos años suele hacer ostentación de dínero, llevando
del Señor Director» del SIE, dichos antecedentes fueron consigo a veces más de 100.00 pesos m/n.». «Debo agre-
agregados «a la ficha de Jacobo Arbenz».302 gar», proseguía en su informe, «que en las fiestas de fin de
Mientras, otros agentes pudieron averiguar «confiden- año, gastó 40 o 50 pesos solamente en fuegos artificiales».305
cialmente, que el señor ARBENZ, ha hecho gestiones ante el Acompañada por sus hijas, María regresó a Montevideo pro-
Club de Tenis de Carrasco, a fin de ingresar como asociado. cedente de Buenos Aires el 23 de enero de 1958.306
Su solicitud se encuentra a consideración de la Directiva, y ... En el interin de ese viaje, su esposo recibió la visita de
se sabe que hay oposición de algunos directivos a aceptarle».303 un estudíante peruano deseoso de conocer al guatemalteco,
Con estupor, su viuda recuerda que así efectivamente sucedió: del cual dijo ser «admirador». El servicio supo que se tra-
«después de haber llegado a Montevideo, tuvimos la idea de taba de Osear Carrillo, quien residía desde 1951 en Buenos
Aires y que arribó a Montevideo el 14 de enero de 1958,
301 Oficio No. 487 del 7 de agosto de 1957 en ADNil, Carpeta 280. Es muy hospedándose en el céntrico Hotel Casablanca. Su manifiesta
probable que la prisa del funcionario se explique por su cercanía con la intención de entablar conversación con el ex presidente gua-
estación de la ClA en Montevideo. Cabe apuntar que entre sus estrechos
colaboradores «de enlace con la estación de Montevideo», Agee recordaba temalteco hizo que se le dispusiera una vigilancia preventiva.
a un Subcomisario de apellido Fontana. Philip Agee, La CIA, pág. 465.
30 2 Memorándum del 12 de octubre de 1957 y del 29 de octubre de 1957 en 304 María Vilanova, Mi esposo, pág. 100.
ADNII, Carpeta 280.
305 Memorándum del 9 de enero de 1958 en ADNU, Carpeta 280.
303 Memorándum del 6 de octubre de 1957 en ADNII, Carpeta 1201,
306 Memorándum del 23 de enero de 1958 en ADNII, Carpeta 280.
«Varios».
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ROBERTO GARCÍA FERREIRA CAPITULO 4 · LACIA Y LOS « MEDIOS» EN URUGUAY

Al día siguiente de haber llegado, Carrillo -haciendo uso tiempo más tarde, otro memorándum de la agencia decía
del transporte colectivo público- llegó al domicilio donde que «la mayor parte del trabajo [encubierto de propaganda
vivia Jacobo Arbenz. Junto a él, se movilizó discretamente era] hecho por la prensa» y tenía lugar «en la mayoría de los
un ayudante de investigaciones del SIE, quien por escrito in- países del Hemisferio» americano. El «propósito» de «esas
formó más tarde sobre su «Seguimiento». El estudiante, que actividades», prosigue el informe, era «poner un mayor
«descendió del vehículo en la intersección de las calles Juan estigma sobre Arbenz», tratando de presentarlo, «especial-
M. Pérez y Jamaica» llegó hasta la residencia de los Arbenz, mente dentro de Guatemala», como «mental, moralmente y
«donde estuvo por espacio de cinco minutos aproximada- espiritualmente enfermo», en fin, alguien «inadecuado para
mente». El guatemalteco no se encontraba en ese momento Ja confianza pública». 309
y siendo plena temporada de verano, el peruano optó por dar En ese contexto, no sorprende que una de las protestas que
un paseo por la costa. La zona no era propicia para continuar llegó al SIE provinjera de Arturo Jauregui, Secretario Adjunto
la vigilancia y el ayudante creyó «conveniente abandonar su de la Organización lnterarnericana de Trabajadores (ORIT)
seguimiento dado que el mismo se hacía dificultoso debido a con sede en Mérico. Sin «ningún propósito de intervenir en la
la gran visibilidad y poca circulación de público».3º7 vida política»y guiado del «mejor espíritu de cooperación con
la democracia uruguaya -ejemplo de tolerancia y respeto a
Las «protestas» y «denuncias» incesantes las libertades humanas-», Jauregui ponía en conocimiento
de la inteligencia uruguaya que «según fuente digna de cré-
Sin temor a extremarnos en la interpretación, puede dito» la Confederación de Trabajadores de América Latina
afirmarse que las denuncias periodísticas, las protesta~ (CTAL) - una «agencia ... del comunismo internacional»-,
públicas y la presión diplomática abierta y encubierta for- «Se propone realizar su Congreso el próximo año en Uru-
maron parte de un intenso operativo de hostigamiento y guay» pues «estima que el reciente asilo concedido a Arbenz»
desinformación contraria a Arbenz. es una muestra de «tolerancia y benevolencia del gobierno
Hay evidencia considerable sobre ello. Por ejemplo, un uruguayo».Sin d udardesusano «espíritu decooperación»desti-
documento de la CIA registra que los periódicos favorables nado a que el gobierno oriental «no fuera sorprendido por
y varias de sus organizaciones controladas en el continente los comunistas», su escrito3 10 puede asociarse a las maniobras
americano estaban en alerta «en lo que tiene que ver con el de la CIA pues Jauregui trabajaba para esa agencia.311
retorno de Arbenz» para que los primeros fueran «haciendo
prensa» y los segundos enviaran «protestas por cable a todos
309 CIA, «Curren! Activities Concerning Arbenz-for possible discussion
los presidentes de Latinoamérica, la OEA y ONU».3º8 Poco with State on 4 )une•, Doc. No. 919957, 4 )une 1957.
310 Copia del Memorándum Confidencial remitido al SIE por el Ministe-
307 Memorándum del 15 de enero de i958 en ADNII, Carpeta 280. rio de Relaciones Exteriores de Uruguay, Nota No. 249/957 en ADNII,
Carpeta 293, «Confederación de Trabajadores de América Latina•.
308 CIA, «Sit-Rep Uruguay's Grant of Asylum to ex-Presiden! Arbenz of
Guatemala», Doc. No. 919958, 13 May i957. 311 Philip Agee, La CJA, págs. 469 Y 474·

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Durante los años que vivieran en Uruguay, varios Epílogo
hechos locales e internacionales -por ejemplo, la gira por
Latinoamérica de R. Nixon, la presencia clandestina de
J. Manuel Fortuny, la estadía de Arévalo y las visitas de
F. Castro y D. Eisenhower a Montevideo- fueron propicios
para que las denuncias contra el asilado guatemalteco y su «Ahora nos reímos»: consideraciones finales
familia se mantuvieran.
Mientras leía varios de los documentos que aquí se comen-
«Ninguna clase de vigilancia» tan, María alcanzó a exclamar: «Qué tremendo!». 314 Aunque
su estado de salud -al momento de redactar este epílogo
La intensidad de los ataques y el evidente seguimiento del cuenta 92 años-, no le permite hablar de continuo por mu-
cual eran objeto provocaron reacciones. El tema se discutió cho tiempo y expresarse con la claridad de palabra a la que
en el Senado de la República y varios parlamentarios -que estaba acostumbrada, espontáneamente ella repitió por tres
juzgaron como «indignante» la campaña publicitaria con- veces consecutivas dicha exclamación.
tra Arbenz- hicieron llegar al Ministerio del Interior un Aún cuando esos sentimientos forman parte de las
pedido de informes tendiente a que éste esclareciera si el fuentes que ayudan al historiador para aproximarse a la
control impuesto al guatemalteco no constituía una forma reconstrucción -siempre indirecta y defectuosa- de los
de «discriminación ideológica». Contrariando la realidad, el hechos históricos, este debe tomar distancia de valoraciones
ministro informó a los senadores que «el señor ARBENZ, no de ese tipo pues ellas no alcanzan para explicar una realidad
estuvo ni está sometido a ninguna clase de vigilancia». 312 siempre compleja, escurridiza, ajena al reduccionismo.
Pese a estos constreñimientos, María Vilanova escribió Después de todo, el balance familiar por lo ocurrido
en sus memorias que el matrimonio quedó agradecido con no puede ser otro que negativo: vivieron fuera de su país,
la hospitalidad recibida: «los amigos que tuvimos fueron alejados de sus amistades, fundamentalmente en hoteles,
finos ... y si nos hubieran dado la residencia permanente, presionados por los avatares que supone siempre todo des-
nos hubiéramos quedado trabajando en ese país». 313 tierro, sin estabilidad laboral y horizontes claros, amén de
saberse vigilados.

312 ADNJI, Carpeta 280. 314 Entrevista con María Vilanova de Arbenz (San José de Costa Rica,
313 María Vilanova, Mi esposo, pág. 105. marzo de 2007).

136 137
Además, durante ese exilio que aún no ha finalizado,
Observaciones
la familia ha recibido otros golpes de importancia, todos
devenidos del periplo forzado: Jacobo murió en soledad
a los jóvenes 57 años; Arabella se quitó la vida en 1965
cuando tenía una promisoria carrera de actriz por delante
y su hermana Leonora también optó por auto eliminarse Acerca de la bibliografía y fuentes empleadas
en marzo de 2004. Por razones de espacio, la bibliografía sólo se encuentra en
Los trabajos que conforman este estudio, esencialmen- notas a pie de página. En su primera oportunidad, la cita
incluye la totalidad de las referencias correspondientes.
te fundamentados en documentos de la CIA, entrevistas,
En lo sucesivo, sólo se indica su autor, el título resumido
prensa y registros reservados producidos por la inteligencia y número de página.
policial uruguaya, confirman lo anterior. También vuelven Los documentos de la Agencia Central de Inteligencia
explicable el carácter reservado, enigmático y hermético de los Estados Unidos se encuentran incluidos en una co-
del ex presidente guatemalteco, siempre cauto ante cada lección de dos CD's titulada «CIA Historical Documents on
viaje, visita recibida o episodio de la vida familiar. Como se 1954 Guatemala Coup», en poder del suscrito. En general
no tienen número de página y cuando se citan se sigue el
intentó describir, el control y vigilancia hacia ellos ejercida
siguiente orden: fuente, título del documento, número y
era real, no imaginario. fecha. El lector puede acceder a la totalidad de estos regis-
Sin embargo, las evidencias presentadas hacen que el tros a través del salón electrónico de lectura de esa agencia,
tema no se agote en la descripción de ese destierro dramáti- disponible en: http://www.foia.cia.gov
co. Por el contrario, tomando distancia de lo estrictamente La documentación del Archivo de la Dirección Nacio-
nal de Información e Inteligencia pertenece exclusivamente
sentimental, todo indica que el estudio del «caso ArbenZ»
al Departamento Número III de la mencionada reparti-
es sólo una ínfima parte de un tema bastante más amplio: ción. Aunque se incluyen algunos recortes de prensa, se
el de cómo las operaciones encubiertas desplegadas por trata de registros confidenciales y secretos, por lo cual ellos
la CIA llegaron con particular intensidad a nuestro país permanecen inéditos.
desde los tempranos años cincuenta.

138
139
Abreviaturas utilizadas: Agradecimientos

ADNII: Archivo de la Dirección Nacional de Información Durante este trayecto hemos contraído numerosas deudas.
e Inteligencia, Policía de Montevideo, Ministerio del
En primera instancia y no sin orgullo, quisiera ex-
Interior de Uruguay.
presar mi más sincera gratitud hacia los historiadores
AGN: Archivo General de la Nación de Uruguay.
uruguayos Juan Antonio Oddone y Lucía Sala, con quie-
AMREU: Archivo Histórico del Ministerio de Relaciones nes mi deuda intelectual y personal es profunda. Los
Exteriores de Uruguay. consejos, sabiduría y calidad humana de ambos han sido
CIA: Central Intelligence Agency, Estados Unidos. un estímulo permanente.
CIRMA: Archivo del Centro de Investigaciones Regionales Arturo Bentancur, Director del Departamento que in-
de Mesoamérica, La Antigua Guatemala, Guatemala. tegro, apoyó siempre en cada una de las etapas y su respeto
DSCR: Diario de Sesiones de la Cámara de Representantes de por el entusiasmo de este investigador es inusual en nuestra
Uruguay. comunidad académica.
EE.UU.: Estados Unidos Haber podido compartir parte de este trabajo con el
FRUS: Foreign Relations of the United States, 1952-1954: Prof. Carlos Machado es motivo de satisfacción y su vas-
Guatemala, Office of the Historian, U.S. Department tísimo conocimiento de la historia de América Latina no
of State, EE.UU. deja de sorprenderme.
OEA: Organziación de Estados Americanos. En Guatemala mi deuda más profunda es con el presti-
SIE: Servicio de Inteligencia y Enlace de la Policía de Mon- gioso historiador Julio César Pinto Soria, cuya amistad me
tevideo, antigua denominación de la actual Dirección honra. Con la humildad de todo gran intelectual, él facilitó
Nacional de Información e Inteligencia. y promovió nuestra incursión a los temas que aquí se tratan.
UFCO: United Fruit Company. Ello no hubiera sido posible sin el empeño de Carlos Freddy
Ochoa, del Instituto de Investigaciones Políticas y Sociales
UPPU: Unidad Polifuncional sobre Problemas Univer-
de la USAC, a quien deseo agradecer todo lo hecho durante
sitarios, Facultad de Humanidades y Ciencias de la
mi primera estancia de investigación en Guatemala. Quiero
Educación, Uruguay.
reconocer también los importantes consejos de Arturo Ta-
URSS: Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.
racena así como el interés de Juan Carlos Guzmán, editor de
USIS: United States Information Service, EE.UU. la revista Política y Sociedad. Alfredo Guerra Borges, amigo
140 141
personal de Jacobo Arbenz, respondió con entusiasmo cada En Montevideo, la historiadora panameña Janette Va-
uno de nuestros requerimientos y la posibilidad de departir llarino y el Prof. Osear Destouet aportaron su lectura crítica
con un intelectual de su talla continúa siendo altamente y exigente. En la Biblioteca de la Facultad de Humanidades
gratificante. Eduardo Velásquez, cuyo trabajo por la recu- quiero destacar el apoyo sincero de una funcionaria ejem-
peración de la memoria histórica de su país no cesa, ha sido plar como Josefina Repetto, aunque nada menor ha sido la
clave para mí y a él le debo todos los esfuerzos posibles por ayuda de Ana Laura Collazo e Ismael Martínez. En la Bi-
integrarme a un país que siento como propio. También en blioteca Nacional, Graciela Borrelli y Juan Carlos Montiel
Guatemala, deseo agradecer la paciencia y cordialidad de facilitaron la consulta de la prensa uruguaya. Igualmente en
Salvador Montúfar, Danilo Dardón, Osear Haeussler y Ar- el Archivo Histórico del Ministerio de Relaciones Exterio-
temis Torres, de la Escuela de Historia; de los periodistas res, donde Alvaro Corbacho y Silvia Belli atendieron con
Mariellos Monzón y José Luis Perdomo; así como también amabilidad y eficiencia cada una de las consultas. Miguel
a Jorge Solares, cuyo solitario esfuerzo hizo posible que los Feldman revisó su copioso archivo para entregarme varios
restos del ex presidente Arbenz retornasen a su Guatema- materiales de singular importancia. El ex ministro José
la natal. Thelma Parres e Ingrid Malina en el Archivo del Díaz y su secretaria Raquel Sierra hicieron posible la con-
CIRMA me facilitaron el relevamiento y digitalización de la sulta del archivo de la Dirección Nacional de Información
prensa guatemalteca, respondiendo con estimulante interés e Inteligencia. En diferentes momentos, Dante Turcatti,
Blanca Paris, Fernando Aparicio, Mercedes Terra, Tomás
las muchas interrogantes de este investigador.
Sansón, Clara Aldrighi, Alcides Beretta, Esther Ruiz, Wil-
Las gestiones de Francisco Enríquez, Director de la
son González, Ana María Rodríguez, Ana Frega, Susana
Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, hicie- Dominzaín, Alvaro Rico, Carlos Demasi, Marcelo Rossal y
ron posible nuestro contacto con la familia Arbenz, lo cual Osvaldo Firpo brindaron generosamente su tiempo.
nunca podré agradecer debidamente. Además, en ese país
También deseo agradecer a Hugo Bonaldi, sin cuyo
conté con el apoyo invalorable de Juan José Marín, Jenny
interés editorial este trabajo difícilmente hubiera visto la
Contreras, Mercedes Muñoz y Maureen Corrales.
luz en Uruguay.
En El Salvador deseo agradecer en particular al Dr.
Con paciencia y cariño mis padres han leído cada uno de
Knut Walter, sin cuya participación no hubiera podido visi- los textos.
tar ese país. Igual reconocimiento para con Carlos Gregario
Sin embargo, mi esposa merece el más especial de los
López, Fina Viegas, Alfredo Rarnírez y los demás colegas
reconocimientos. Como nadie, ella ha vivido, acompañado y
que gentilmente asistieron a las jornadas de trabajo.
compartido el entusiasmo por esta investigación, siempre.De
Desde Estados Unidos, la generosidad y apoyo de J. Pa- todas formas, no está demás recordar que cualquier defecto
trice McSherry y Raúl Malina renuevan permanentemente es únicamente atribuible al autor.
mi compromiso con Guatemala.
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Roberto García Ferreira
(Montevideo, 1976)
Docente del Departamemo de His-
toria Americana de la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad de la
Repúb/iw. Ha publicado artícu-
los en revistas especializadas con
arbitraje exlerno de Guatemala,
México, Argentina, El Salvador,
Costa Rica, PerlÍ y Estados Unidos.
Ha brindado conferencias de gra-
do y posgrado e integrado paneles
en numerosos Congresos naciona-
les e internacionales.

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Tradicionalmente conocida por fraguar golpes de estado o des-
estabilizar gobiernos, la presencia de la Agencia Central de In-
teligencia (CIA) como un actor encubierto de propaganda ha
pasado casi desapercibida para los estudiosos. Los documentos
() ahora públicos de esa agencia referidos a su intervención en
Guatemala durante los años 1953-54, permiten estudiarla en una
faceta algo inédita: la de cómo se «construye» un enemigo y se
z
o ambienta una intervención encubierta.
iJ Los trabajos que conforman este libro, revelan el grado de in-
uw
..J tensidad con que las operaciones encubiertas desplegadas por
o
u la CIA llegaron al Uruguay, «liberal y democrático», desde los
g
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tempranos años cincuenta. Los mismos, nos brindan la posibili-
dad de incursionar en toda una estrategia de guerra psicológica
¡: que la propia CIA valoró positivamente, pues como ha escrito
<t:
uno de sus analistas, «el lenguaje, los argumentos y las técnicas
del episodio Arbenz» fueron «usados en Cuba a principios de la
década de 1960, en Brasil en 1964, en República Dominicana en
1965 y en Chile en 1973».

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