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Capítulo 3

Estar en contacto, Tele, Simpatía, Empatía, Química

Para continuar necesitamos plantear algunas definiciones de eventos y flujos que se


presentan (o no) en el momento en que dos personas se hallan una presencia de la otra.

Estar en contacto es estar consciente de lo que me está pasando y de lo que está pasando
en un momento dado. También es cierto que uno siempre está consciente, pero es algo
así como que uno esta consciente de que está consciente, algo así. Al estar en contacto
hay algo diferente de pretender ser otra cosa. También estar en contacto puede ser
diferente a tener la consciencia en el afuera, sino que se está entre adentro y afuera, se
oscila de manera intermitente entre adentro y fuera. El contacto tiene que ver con la
atención, y que dos personas estén en contacto es que hay una mutua atención. También
yo podría estar en contacto con una persona que no está en contacto conmigo, yo fijo mi
atención en ella, pero no estoy en contacto, porque el contacto es mutuo. Y estar en
contacto con uno mismo esa consciencia que dialoga consigo misma, así que contacto
siempre es de dos, es un ir y venir, no es ´solo que dos cosas se tocan, sino que hay un
proceso, un devenir, como que eso que habla Deleuze de la abeja y la orquídea.

Hay nociones aún más básicas de contacto, como que si dos cuerpos se afectan ya están
en contacto.

La Tele tiene que ver con una conexión, con un tipo de contacto, es algo que ocurre
entre dos personas que están una sensible a la presencia de la otra. Podría decirse que
siempre hay tele pero en diferentes grados, la tele es intensiva, como un clima en un
lugar.

Simpatía es que alguien me cae bien, me siento a gusto con su presencia, o con su
comportamiento, la simpatía puede ser un facilitador del contacto pero no es contacto en
sí.

La empatía en cambio si aparece con el contacto, el contacto deviene empatía, deviene


la posibilidad de conmoverme con lo que sucede con el otro y poner a resonar mi cuerpo
con la experiencia en la que está o ha estado el otro con el que estoy. La Tele también
promueve mucho la empatía. La empatía es una clase de contacto tal que a veces yo
puedo ser consciente de algo que para el otro es subconsciente.

La química es un tipo de tele que tiene matices de erotismo, de seducción, así que es
diferente a la simpatía y a la empatía, y puede generar grados altos de contacto, peo
también puede que no, que la química pueda ensombrecer o adormecer el contacto,
mucha química puede hacer que el contacto se pierda. La química puede hacer también
que la empatía se pierda.
Trazamos todos estas definiciones porque venimos del tema de la escucha, de la
necesidad de la escucha, y de la búsqueda y encuentro con esa escucha. Ahora con estas
definiciones podemos hablar de lo siguiente: La escucha de la que hablamos requiere
contacto (Rogers ya lo ha planteado en 1959 que el contacto es condición báica de una
relación de ayuda, y de la generación de un clima de ayuda). Al estar en contacto es casi
como si la esucha ya tiene lugar, pero ahora se va desplegar, se va amaterizlizar, pero
cuando yo ya me siento en contacto con alguien ya hay un grado de la necesidad de
esucha que se alivia, que encuentra lugar. Sin embrago son los momentos previos,
entonces puede que comience a desplegarse este contacto sin que la esuchca suceda, la
escucha viene a darse cuando la tele fluye, sino no habrá intimidad. Creo que no es
necesrioa que exista simpatía, hasta podría cundir más la antipatía y la tele abrirse paso.

El que la tele ocurra entre dos personas puede tomar mucho tiempo, y esto lo trateros de
nuevo en el capítulo sobre el tiempo, el cuándo de la escucha. Hay personas entre las
que la tele es inmediata, otras en que no ocurre. Pero si creo que es ocndición para que
pueda aprecer la esuchca de lña que estamos hablando.

La química propicia también que la escucha se presente, abre portales de tele por la
atracción, por ele erotismo en curso, la química nos seduce, y seducidos nos lleva en
muchos casos al desnudamiento, a exponer lo íntimo y a que eso íntimo se ha
consentido, apreciado, valorado, acompañado, pero es un camino riesgoso, y difiere de
la escucha de la que hablamos porque esta escucha esta condiconada, encnutra su
trampolín, encuentra su lugar en un plan mas priorirario que aveces e esconde.

La simpatía que podría perecer un factor desencadenandte de la escucha tiende


autoprservarse cerrando ciertas cuestiones internas que podrían en riesgo la continuidad
de ese simpatizar. Muchos terapeutas toman estas rutas para supuestamente enganchar a
los consultantes, y este camino puede llevar más bien a la extrioridad. Esto en el plano
de la amistad tampoco ayuda a la esucha, ni al que necssita ser esuchado ni al amigo
esuchante que probablemente se vea envuelto en que la simpatía quiera mantener al otro
igual, tal y como me ha simpatizado, o de poner las cosas en su lugar si ven muy
diferentes a como me han agradado, simpatizado. También el que simpatiza con otro
puede verse inspirado a movilizar al otro a aquelos aspectos que lo hagan más querdio,
agradable y menos motivado a conocer los aspectos que diferente de lo querible por mi
simpatía.

No siempre la tele y la empatía cooperan, hay veces que puedo ser muy empático sin
que haya mucha tele, y hay veces hay mucha tele pero la empatía va a otro ritmo, o por
otro lado, tele sin empatía. La tele yo creo que es mas necesaria y prioritaria que la
empatía porque puede que yo sea empático con quien necesita me escucha pero si no
hay tele esa persona no se va asentir escuchada. Esto también tiene relación con la
descripción de Rogers, si bien es necesario que el que atienda sea empático con la
experiencia de la persona atendida es necesario también que la persona atendida se
sienta comprendida
A mayor nivel de contacto y tele, ocurre algo así como que la resoanncia entre las
personas aumenta, y casi que hay una tendencia a una unidad, no es sólo que me afceta
lo que le pasa al otro, sino que se comienza a develar una simultaneidad en la que lo que
es en le otro es de alguna manera en mí.

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