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Cuando leemos algo como esto o vemos una película romá ntica, nos parece lo má s
adecuado que los personajes se entreguen ciegamente al otro y que la pasió n
desborde a la razó n; sin embargo, en la vida real, esto dista demasiado de ser lo mejor
para la salud mental de un individuo.
Es importante mantener el amor, las muestras de afecto y el deseo, pero como todo,
siempre con un balance y sin excesos.
Pasión. La pasió n puede surgir sin verdadero amor. En el caso del hombre,
particularmente, le es posible sentir pasió n o fuertes sentimientos sexuales por una
mujer que nunca conoció . Los besos y las caricias audaces aumentan la urgencia de
las sensaciones eró ticas hasta que el sexo comanda la relació n. La pasió n por sí sola
no es un indicador de verdadero amor. La atracció n sexual puede ser tan urgente
en estos casos como en el amor verdadero, y en ocasiones puede llegar a ser
dominante. El amor debe estar basado en algo má s que una atracció n sexual o
pasional.
No creas que la pasió n es algo totalmente negativo. Puede ser una experiencia
placentera siempre que la reconozcas por lo que es, un breve interludio de fantasía
romá ntica. Dá ndole suficiente tiempo pasará o desembocará en una relació n real
que implica mucho má s que un aluvió n de emociones. Recuerda asimismo que
algunas relaciones que comienzan en pasió n se transforman en amor verdadero
cuando son probadas a lo largo del tiempo.
El verdadero amor difiere del enamoramiento caprichoso porque otorga tiempo y
espacio para reconocer tanto las buenas cualidades como las imperfecciones de
una persona. El establecer un compromiso, y tener relaciones sexuales, irse a vivir,
o casarse con alguien sobre la base de esos sentimientos prematuros es una
necedad y sin duda producirá resultados negativos.
Tiempo al tiempo
Si has analizado tu relació n, pero todavía no puedes decidir si es verdadero amor,
date tiempo. El enamoramiento caprichoso quiere acelerar la relació n. Las
emociones no dan lugar al sentido comú n y tratan de empujarte a asumir
compromisos que má s tarde lamentará s. El amor real puede sobrevivir el examen
del tiempo, unos dos añ os de noviazgo, para asegurarte de que está s bien
preparado/a para el casamiento. El tiempo brinda experiencia y objetividad.
Cada añ o miles de parejas se presentan ante al altar con los ojos radiantes y se
prometen amor y fidelidad eternas, sin imaginarse que está n cometiendo el error
má s grande de su vida. ¿Qué pasó con sus diá logos apasionados, promesas tiernas,
miradas prolongadas, besos enardecidos y susurros amorosos?
Este tipo de amor responde al don creativo de Dios hacia nosotros y puede ser
plenamente disfrutado só lo dentro de la protecció n y seguridad del matrimonio.
Somos capaces de amar solamente porque Dios nos amó primero. Amístate con él;
entonces será s menos proclive a sufrir decepciones amorosas y tendrá s la
oportunidad de encontrarte con un amor mutuamente satisfactorio mientras vivas
en la tierra.